«La Carta por la Esperanza» recibe apoyos de unos y otros no…

noviembre 30, 2008

Carta por la Esperanza

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Tenía que ser “La carta de la esperanza” la que sirviese como acicate, para efectuar entre todos los afectados una movilización que perseguía varios objetivos: Concienciar a la sociedad española del trabajo realizado por las distintas organizaciones y asociaciones, en especial por los familiares y amigos de los afectados. Dar apoyo y soporte a las acciones reclamadas por el juez Baltasar Garzón. Dar soporte y empaque mediático al manifiesto de los artistas e intelectuales redactado a tal efecto; y por último dar un aviso “para navegantes” al actual Gobierno por su falta de tacto y buen hacer en este asunto.

Pero como dice el sabio refranero: “Una cosa es lo que el hombre propone y otra bien diferente, lo que Dios dispone” (Eso entre republicanos es más triste si cabe). Esto viene a colación de las respuestas recibidas; y sobre todo, de las no recibidas, a raíz del envío efectuado por “La Memoria Viva” a los distintos grupos y organizaciones que trabajan o deberían trabajar en esta línea.

La Memoria Viva no está constituida legalmente todavía (en ello estamos) como organización, pero sus inquietudes si lo son. Y lo son, por demanda de un número importante de afectados que no se ven, ni se sienten representados por las actuales plataformas y grupos de la R.M.H y que solicitaban un modo de estar o ser representados de modo independiente, ideológicamente, políticamente, socialmente. Unidos sólo por un nexo común: Ser familiares y afectados por el franquismo durante la Guerra Civil y la Posguerra. Defender los derechos que nos amparan sobre actuaciones llevadas a cabo contra los derechos universales de los seres humanos, como: Genocidios o asesinatos contra la humanidad, el derecho de los presos y exiliados, etc. Y que están estipulados en las leyes internacionales, y de los cuales España es parte activa y firmante de los acuerdos de las Naciones Unidas. Por lo tanto debería hacer que se cumplan.

Mirado desde un punto de vista práctico, entiendo la postura de muchos de los rechazos recibidos. Comprendo también las dificultades que entraña llevar a cabo una acción similar; pero, lo que no llego a asimilar es la falta de respuesta de tanta gente, grupos u organizaciones dedicadas a la memoria, asociaciones, partidos políticos, sindicatos, etc.

Se denota de las mismas respuestas y correos recibidos, no sólo la desconfianza (Por otra parte natural, viniendo de un grupo no organizado e independiente, que hasta la fecha no conocía nadie, excepto los habituales participantes de los foros de la memoria), sino, algo que intuimos desde aquí (con una visión muy particular) y que nos preocupa mucho más si cabe; que es, la falta de criterios comunes, descoordinación entre los/as distintas asociaciones y sobre todo una lucha de posicionamientos por la supremacía y dominio de “La Memoria”.

Es triste ver que se ha perdido el foco, lo básico. “Recuperar la Memoria” de todos aquellos que lucharon por mantener la legitimidad de un Gobierno, los conceptos de la libertad, la igualdad y la fraternidad.

No es válido excusarse en el día a día, ya que es lo único que no debemos abandonar (el trabajo diario por esta causa, realizado del modo que cada uno cree más conveniente, sea de un modo u otro. Lo importante es no abandonar), ya que se solicita únicamente el compromiso o apoyo para dedicarle todos juntos UN DÍA a recordarles y recordar; porqué estamos haciendo lo que hacemos.

Nosotros no somos políticos, ni tampoco lo pretendemos. No tenemos aspiraciones mediáticas (más que las imprescindibles para fomentar nuestra lucha y objetivos), no pretendemos encabezar ninguna cabecera de manifestación, no pretendemos abandonar nuestros trabajos y vidas cotidianas para dedicarnos a tal menester (Para ello ya están nuestros políticos y representantes), seguimos trabajando de modo altruista y en nuestro tiempo libre, con nuestros humildes medios y con muchas ganas y corazón.

A nosotros, que lo único que podemos hacer es dar apoyo y soporte a las acciones y actividades que pueden tomar los grandes grupos organizados, se nos hace difícil alcanzar a comprender; cómo, los que sí disponen de esos medios no son capaces de tomar estas iniciativas, fomentarlas y dirigirlas. Como se pierden en debates estériles sobre lo que es y no es importante para los afectados. Como hacen reuniones sin contar, ni invitar a los distintos grupos y afectados independientes; para emitir finalmente comunicados escuetos en los foros, sobre los acuerdos de intenciones alcanzados. Sólo vemos “acuerdos de grandes intenciones” y pocas acciones, por pequeñas que sean, que transmitan a la sociedad que hay realmente una inquietud y un movimiento que tiene una necesidad emocional, legal, humanitaria y de justicia. Acciones de una y otra asociación, que parece o dejan denotar, que lo que hay en verdad, es una guerra entre grupos afines. Manifestaciones de unos en contra de otros, discrepancias en las estrategias, en la lectura de los autos, etc. Aparecen en la prensa escrita y alguna vez audiovisual, y que no hacen más que generar inquietud entre las familias de afectados, es decir, todo lo contrario a lo que debería ser una causa justa y común independientemente de filiaciones.

Nos olvidamos siempre de que la historia está para enseñarnos. Pero el ser humano se empeña en no aprender; y repetir, una tras otra vez la misma historia.

Siendo críticos, vemos en todo ello, uno de los muchos factores que hicieron que los republicanos no ganaran la Guerra Civil. La descoordinación y las luchas de poder internas. Sería muy triste, que la lucha por los que ya no están y por los pocos que quedan, se pierda por el mismo efecto entre otros.

Hemos recibido soporte de la Federación Estatal de Foros por La Memoria, Kaos en la Red, Memoria de le Illes Balears, Salamanca Memoria y Justicia, Memoria Histórica de Málaga, más las adhesiones particulares (Entre ellas algunas importantes), de las más de seiscientas misivas emitidas. Este fin de semana se han remitido otras doscientas cincuenta. No voy a nombrar a los que nos han rechazado elegantemente su colaboración, entre otras cosas por que respetamos su decisión, además de que han tenido la amabilidad de dar respuesta. (Aunque no la compartimos. Permitirnos este pequeño desacuerdo). Además confiamos en que tal y como pretendemos seguir trabajando para llevar a cabo tal acción conseguiremos muchos más apoyos en plazo inmediato, en cuyo caso pretendemos una vez que esté estructurada, remitir invitación a la participación de todos los grupos y organizaciones (Hayan aceptado o no la primera acción de tal paso, como es simplemente la confirmación o no de la futura participación), así como a los afectados. De los que no hemos recibido nada, y han recibido dos envíos, tampoco esperamos ya mucho más. Pero nosotros vamos a seguir adelante, trabajando empecinados en nuestro intento. Una vez oí, que sólo los locos y soñadores son capaces de cambiar el mundo.

Como último apunte, permitirme, si todavía no encontráis un motivo para secundar la acción, que os haga esta pequeña recomendación personal. Coged la foto de color sepia de vuestro bisabuelo, abuelo, padre, hermano, tío, abuela, madre, etc. miradla un rato y contemplar sus rostros jóvenes y vencidos por el paso del tiempo. Ahora preguntaros ¿Por qué? Y después decidid si vale o no la pena.

“La Memoria Viva”

Jordi Carreño Crispín

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Jornadas en la Facultad de C. Políticas de «La Complutense»…

noviembre 30, 2008

Fachada de la Facultad de Ciencias Politicas y Sociologia

Fachada de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología

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Durante los próximos días 1, 2 y 3 de diciembre se celebrarán en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid.

Programa de las Jornadas.

Lunes 1 de diciembre:

11,30 h. Proyección:»No se os puede dejar solos«.

Es la primera parte de 2 documentales con el título conjunto, Después de.., dedicado a mostrar el posicionamiento de los diversos sectores de la sociedad española en el proceso de transición, hasta el golpe militar de febrero de 1981.

Dirección: Cecilia Bartolomé, José Juan Bartolomé Año: 1981–1983

13,00 h. Mesa redonda: «Los pactos de la transición y la Constitución«

Monserrat Galcerán. Catedrática de Filosofía (UCM) y miembro de la U. Nómada.

Enrique Curiel. Profesor Ciencia Política (UCM)

Gerardo Pisarello. Profesor Derecho Constitucional (UB)

Iñigo Errejón. Investigador en Dpto. Ciencia Política III (UCM) y miembro de Contrapoder

Modera: Jaime Ferri. Vicedecano de Alumnos. Fac. CCPP y Sociología (UCM)

Relator: Raúl Aguilera. Profesor de Ciencia Política (UCM)

Martes 2 de Diciembre

11,30 h. Proyección:»La revolta permanent«

Este documental, a través del compromiso sentimental, político y artístico del cantautor Lluis Llach, da cuenta de las estrategias represivas franquistas y las resistencias de las fuerzas sociales e ideológicas que impulsaron la propia transición. La masacre de Vitoria de marzo de 1976 fue un momento clave en esta dinámica, que reclama una revisión democrática.

Dirección: LLuis Danés. Año: 2006

13,00 h. Mesa Redonda: Movilización opositora y represión franquista

Ana Domínguez Rama. Investigadora del Dpto. de Historia Contemporánea (UCM).

Ramón Adell. Profesor de Sociología (UNED)

Andoni Txasko. Asociación Víctimas del 3 de Marzo.

Santiago Díaz de Espada. Asociación Víctimas del 3 de Marzo.

Modera: Pablo Iglesias. Profesor de Ciencia Política (UCM) y miembro de la U. Nómada y de CEPS.

Relator: Gustavo Fernández. Asamblea de Estudiantes. Facultad de Ciencias Políticas y Sociología.

15.30 h. Proyección: «Rocío«.

En este documental censurado y prohibido hasta hoy se reflexiona sobre las bases económicas, de clase y de poder que subyacen en la devoción rociera. Documento histórico que expone breve pero concisamente la penetración y evolución del catolicismo en España, la razón y lógica de la fe mariana.

Dirección: Fernando Ruiz Vergara Año: 1980

17,00 h. Mesa Redonda: «Inercias y transiciones culturales del franquismo«

Carlos Fernández Liria. Profesor de Filosofía (UCM)

Moncho Alpuente. Periodista y escritor

Jesús de Andrés. Profesor de Ciencias Políticas (UNED)

Modera: Pablo Sánchez León. Profesor de Historia (UCM)

Miércoles 3 de diciembre

09,30h. Proyección: «Santa Cruz, por ejemplo«

¿Como afecta la exhumación de asesinados en la Guerra Civil a la convivencia de un pueblo? ¿Qué es lo que ocurre cuando la gente empieza a hablar después de 70 años de silencio obligado? ¿Cómo reacciona el bando que durante tantos años impuso el miedo y la represión? Esas son algunas preguntas que este documental intenta contestar.

Dirección: Günter Schawaiger, Austria-España, 2006

10.45h. Mesa redonda. Memoria, Justicia y Derechos Humanos

Paco Etxeberría. Presidente del Departamento de Antropología de la Sociedad Aranzadi y Profesor de Medicina Forense (UPV), miembro de la comisión de expertos que asesora la causa en la Audiencia Nacional.

Carlos Agüero. Asociación para la Recuperación de la Memoria (ARMH), una de las entidades personada en la causa para la investigación de genocidio de la Audiencia Nacional.

Fernando Magán. Abogado de las entidades en la causa de genocidio de la Audiencia Nacional.

Javier Chinchón. Profesor de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales. Miembro de la AEDIDH, asociación colaboradora con la Plataforma por la Víctimas de las Desapariciones Forzadas del Franquismo

Modera: Ariel Jerez. Profesor de Ciencia Política (UCM) y colaborador de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH).

13.00h. Conferencia: «El consenso económico de la transición y la calidad de la democracia«

Vicenç Navarro. Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Pompeu Fabra y profesor de Políticas Públicas en la Johns Hopkins University (Baltimore, EEUU).

Comentaristas:

Juan Carlos Monedero. Profesor Ciencia Política (UCM)

Gerard Espona. Federación de Estudiantes Libertarios (UCM)

Modera: Carolina Bescansa. Profesora Ciencias Políticas (UCM) y miembro de CEPS.

Lugar:

Facultad de Ciencias Políticas y Sociología (UCM)

INFORMACIÓN FACULTAD: 91.394.29.60

Campus de Somosaguas 28223 – POZUELO DE ALARCÓN (MADRID)

Tfno: Información: 91 394 2999. Secretaría: 91 394 2954

Fax:  Secretaría: 91 394 2952

E-mail:  infrpys@cps.ucm.es

Organiza:

Asociación de la Recuperación de la Memoria Histórica

Contrapoder. Asociación de Estudiantes.

Colaboran:

Facultad de Ciencias Políticas y Sociología (UCM)

Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS)

Periódico Diagonal

Universidad Nómada

Asamblea de Estudiantes. Facultad de CCPP y Sociología

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Plano del Campus de Somosaguas

Plano del Campus de Somosaguas


 


La Memoria viva estuvo en la fosa de «Las Palomas»…

noviembre 30, 2008

 

P.V.Romero

Vista de la fosa de Las Palomas- Foto: P.V.Romero

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La Memoria Viva estuvo representada por el incombustible Pedro en los trabajos de exhumación de la fosa de “Las Palomas” en Extremadura. No voy añadiros nada más, que las imágenes del que se está convirtiendo en nuestro más representativo reportero: Pedro. V. Romero de Castilla Ramos. ¡Buen trabajo Pedro!

KM 69, carretera Ex203, entre Valverde y Villanueva de la Vera: “LAS PALOMAS”

Un equipo de valientes (Jimmy, Marisa, Carlos…) han explorado, este jueves, viernes y sábado de final de Noviembre, una fosa común en condiciones adversas, con mucho frío y lluvia. Achicando agua (de la que caía y de la que manaba), cribando el fango. Yo llego tarde, han acabado: seis suelas de alpargatas, una moneda antigua- “Una perra gorda”-dice, Lucio García Tornero, sobrino de una de las victimas que buscan. Un botón roto, es todo lo que sacan de esa fosa; los restos mortales de Gregorio Recio Marcos, de 17 años, Teodoro Tornero Fernández, de 28 años, y de Lorenzo Cordero Ramos, de 35 años, han sido devorados por el tiempo, la humedad y el acidez de la tierra donde fueron arrojados después de ser asesinados el 2 de octubre de 1936 por falangistas locales.

Dentro de lo que cabe, los familiares de estas victimas han expresado cierto alivio a ser confirmado el lugar donde perdieron a sus seres queridos. Se reunirán para decidir como honrar, en este KM 69 de la Ex.203, la memoria de estos hombres.

Lucio ensenándonos las fotos de sus abuelas

Lucio ensenándonos las fotos de sus abuelas

Aquí, en «Lamemoriaviva«, el recuerdo fraternal de tres jornaleros Extremeños y nuestra solidaridad con sus familiares.

Pedro Vicente Romero de Castilla Ramos.

Restos encontardos en la fosa de Las Palomas (suelas de zapatilla y una perra gorda)

Restos encontardos en la fosa de Las Palomas (suelas de zapatilla y una perra gorda)

Indicador de camino hacia la fosa

Indicador de camino hacia la fosa foto cedida por: P.Guitiérrez (Bar Garimba)

 


Delitos permanentes, por Antonio Doñate…

noviembre 29, 2008
Antonio Doñate

Antonio Doñate

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“A veces me pregunto qué hago yo aquí. …” cantaba José Antonio

“A veces me pregunto qué hago yo aquí. …” cantaba José Antonio
Labordeta reflexionando sobre su quehacer como profesor de Historia. También
ahora me pregunto qué hago yo aquí…
Todo empezó a desencadenarse cuando, tras mi jubilación como profesor de
la Escuela Judicial, se me ocurrió adentrarme en saber qué pasó con el Juez de
Instrucción de Calamocha(Teruel) Vicente Martínez Alhambra, que “lo fusilaron
sin juicio los nacionales, por rojo” a principios de Septiembre de 1936. A esto se
unía mi experiencia, como observador internacional, especialmente en Chile, para
valorar la viabilidad de los procedimientos penales abiertos en ese país, al dictador
Pinochet, preso en esos momentos en Londres. Como buen alumno del dictador
Franco, (no puede olvidarse que fue el único Jefe de Estado extranjero presente en
su funeral) pude comprobar que Pinochet también lo dejó todo “atado y bien
atado”. Y luego, también en Chile, durante el procedimiento de Extradición del
ex-presidente Fujimori, y como asistente en Lima a algunas de las sesiones del
todavía inacabado juicio al mismo por los asesinatos de La Cantuta y Barrios
Altos. Habría que añadir la recurrente pregunta que se me hacía en esos ambientes
de América Latina: “¿y en vuestro país, qué?”
Por ello, cuando tras la publicación de la ley 52/2007, de 26 de Diciembre,
comprobé el desentendimiento casi total del arco parlamentario de un abordaje
serio y completo de la solución al problema de las víctimas de la dictadura
franquista, al optar dicha ley por la vía casi exclusiva de la beneficencia “del
pedid -con pruebas- y se os dará”, empecé a preguntarme si realmente estaba
agotada o no la vía de la justicia, más allá de la aplicabilidad o no ( o en qué
condiciones) del Derecho Penal Internacional en nuestro país, por los “reparos
gravemente formalistas” (hoy por hoy) del principio de legalidad penal.
Encontré enseguida, jurídicamente hablando, dos losas importantes: la leyes
de Amnistía y la prescripción, utilizadas en las respuestas que la mayoría de los
Jueces de Instrucción y Audiencias Provinciales venían dando desde hacía pocos
años a las “peticiones-denuncias” que algunos familiares de víctimas formulaban
ante ellos, para la recuperación de los restos de sus familiares desaparecidos a
partir del 17 de Julio de 1936. Debatí estos temas con otros amigos juristas, leí,
analicé y llegué, entre otras, a la siguiente conclusión: que una vez más el
colectivo judicial estaba incumpliendo su función de garante de los derechos
de los ciudadanos fijada por la Constitución de 1978.
Unos años antes, en l982, al inicio de mi actividad como Juez de Vigilancia
Penitencia, pude constatar otro baldón histórico que pesaba sobre los colectivos
judicial y fiscal: el incumplimiento total de la obligación de visitar las cárceles que
imponía a los Jueces de Instrucción y al Ministerio Fiscal, la Ley de
Enjuiciamiento Criminal desde hacía un siglo, desde que entró en vigor en el
año1882. Tenían que visitar “una vez por semana, sin previo aviso ni día
determinado” las prisiones de la localidad para enterarse “de todo lo concerniente a
la situación de los presos o detenidos” y para adoptar “las medidas que quepan
dentro de sus atribuciones para corregir los abusos que notaren” (Art. 526).
Obviamente no se puede considerar cumplida esta obligación con la visita anual
que el Día de la Merced, con misa de campaña incluida, en ocasiones seguida del
canto del ”Cara al sol”, realizaba el Presidente de la Audiencia, Fiscal de la misma
y Decano de los Jueces de la capital a la cárcel provincial respectiva. La creación
ex novo del Juez de Vigilancia Penitenciaria en 1979, vino a poner en vías de
solución este abandono histórico. Aquí los parlamentarios democráticos que
iniciaban su andadura de desarrollo constitucional, si encontraron un remedio para
poder resolver el grave problema de las cárceles franquistas, refugio en muchos
casos de lo más rancio de las posturas más autoritarias del régimen. Se dio voz a
los recluidos en ellas a través del Juez de Vigilancia y el grado de conculcación de
los derechos fundamentales históricamente pisoteados en ella se redujo
considerablemente.
Pues bien, en este intento de recuperar el tiempo perdido y poder paliar en
parte este nuevo baldón histórico que pesa sobre los colectivos judicial y fiscal, y
del análisis doctrinal y jurisprudencial que realizamos, llegamos a la conclusión
de que era posible la vía judicial penal. Esta vía la dejaba a salvo la propia Ley
52/2007 al declarar compatibles los derechos reconocidos en la misma, con el
ejercicio de cualesquiera otras “acciones o acceso a los procedimientos judiciales
ordinarios y extraordinarios establecidos en las leyes o en los convenios y
tratados internacionales suscritos por España”, según establece la Disposición
Adicional segunda de dicha Ley 52/2007.
Durante estos últimos meses me ha venido a la mente con frecuencia algo
que hace muchos años oí en una charla en la Universidad, y no precisamente en las
clases de “Formación del Espíritu Nacional” o “Religión”, de que los prejuicios
racistas y la ignorancia se curan viajando y… leyendo. Nuestra sociedad está
exigiendo jueces y fiscales profesionalmente bien formados, y para eso, entre otras
cosas, hay que leer más y analizar otras experiencias del exterior. Pero todavía se
está a tiempo.
Es cierto que el “olvido”, y el “mirar solo hacia el futuro” que se veían como
necesarios durante la Transición, han jugado una mala pasada también a los
colectivos judicial y fiscal. A mi modo de ver en dos sentidos: uno, en ese
ambiente de que “lo mejor era olvidar” resultaba difícil ponerse a valorar la
perseguibilidad de los delitos permanentes de la dictadura franquista, y por tanto,
actuar “de oficio”, a medida que aparecían publicados los trabajos de historiadores,
dando cuenta de tales delitos, incumpliendo así la obligación impuesta por la ley
procesal penal. Y en segundo lugar, cuando se han ido presentando algunas
denuncias concretas ante los Juzgados de Instrucción en los últimos años por
detenciones seguidas de desaparición, era más rápido y fácil acudir a las Leyes de
Amnistía dictadas antes de la Constitución de 1978, cuando no aplicar un criterio
material, pero nada jurídico, de “notorio fallecimiento” de los presuntos autores
de la detención, dado el tiempo transcurrido.
En mis lecturas, y se puede aportar una amplia bibliografía, no he
encontrado un solo autor de Derecho Penal que diga que el delito de detención
ilegal no es un delito permanente. Es más, prácticamente la totalidad de ellos lo
señalan como el supuesto típico de lo que es un delito permanente. A modo de
ejemplo, nada sospechoso si se tiene en cuenta la fecha de la quinta edición, (abril
de 1940) de la obra “Derecho Penal” del profesor Cuello Calón , en la página 252
se afirma: “Son delitos permanentes aquellos en los que después de su
consumación continúa ininterrumpida la violación jurídica perfeccionada en
aquella (v.g. el rapto, las detenciones ilegales, la sustracción de menores)…”
Y lo mismo ocurre respecto a la jurisprudencia de nuestros Tribunales de
Justicia. Cabe preguntarse si esta unanimidad doctrinal y jurisprudencial debe o no
ser tenida en cuenta por los jueces y fiscales en el momento de abordar un delito de
esta naturaleza.
Resulta fácil, pero raya en lo demagógico, mostrar al gran público no
experto en el tema, la seria dificultad de que el detenido ilegalmente durante la
dictadura franquista, dado el tiempo transcurrido, no parece posible que continúe
en esa situación de detención.
Pero un jurista, mínimamente formado, sabe que no puede hablarse de
“asesinato” con una sola prueba “de referencia”. Y no otra cosa que mera prueba
de referencia es la afirmación en las denuncias ya formuladas ante los juzgados de
instrucción o las detenciones que han referido los historiadores con testimonios
orales o pruebas documentales, de que un abuelo/a, padre/madre, hermano/a,
tío/tía, tras su detención por falangistas o la Guardia Civil fue llevado al barranco
“tal” o a la cuneta de la carretera “cual”, cuando hay probables pruebas directas al
alcance del investigador judicial como las derivadas de una exhumación (
identificación y averiguación de las causas de la muerte) que permitan, entonces sí,
calificar los hechos denunciados de “homicidio” o “asesinato”. Por tanto, lo que se
está denunciando, en la inmensa mayoría de los casos, no es un delito de
asesinato, sino un delito de detención ilegal, que tras la oportuna y obligada
investigación podrá conducir a que se califique o no de “asesinato”.
Es más, ante la pregunta que todo juez instructor debe hacerse de si inicia o
no procedimiento penal, debe tener muy presente los únicos supuestos en que ha de
abstenerse de hacerlo conforme al art. 269 de LECrim.: Que el hecho denunciado
“no revistiere carácter de delito o que la denuncia fuera manifiestamente falsa”.
Y una vez abierto el procedimiento, no debe guiarse por la ley del mínimo
esfuerzo, sino por lo que disponen asimismo las leyes procesales, y preguntarse
cuándo se agota la investigación penal que permite la conclusión del proceso.
¿Sólo depende de la acreditación del fallecimiento de los autores directos o
mediatos? Y en este caso, ¿basta afirmar que “es notorio el fallecimiento” de los
autores como he leído en algunos de los diarios puesto en boca de un Presidente de
Tribunal Superior de Justicia? O por el contrario, si hay que acreditar formalmente
tal fallecimiento ¿basta acreditarlo sólo de los autores mediatos -gobernantes,
autoridades, o dirigente de colectivos políticos- o hay que acreditar también el
fallecimiento de los autores directos, cooperadores o cómplices del delito
cometido, previas las averiguaciones oportunas? ¿No deben plantearse, asimismo,
el juez instructor y el fiscal, si en algunos delitos permanentes cometidos durante
los últimos años de la dictadura los autores puede que todavía estén vivos?
Por experiencia propia, y por los siete años de profesor en la Escuela
Judicial, he podido constatar la valoración superficial que se tiene adquirida,
incluso tras años de preparar oposiciones, del alcance del artículo 13 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal. La Sociología judicial y la Victimología nos alumbran
sobre estas carencias formativas judiciales y fiscales. Es ahí, en ese articulo 13,
donde se recoge como primera obligación del juez instructor la de “consignar las
pruebas del delito que puedan desaparecer, (y) la de recoger y poner en custodia
cuanto conduzca a su comprobación y la identificación del delincuente”.
He de confesar que quedé perplejo, ante el acuerdo de diez de los quince
magistrados integrantes de la Sala Plena de la Audiencia Nacional en su auto de 7
de Noviembre corriente, pues aparte las acertadas razones formales esgrimidas por
los cinco magistrados discrepantes y la de si realmente es órgano competente la
Audiencia Nacional (dado que no es órgano superior común del Juzgado Central
num. 5 y de los juzgados de instrucción señalados por el fiscal como competentes),
¿las exhumaciones no están dentro de estas “primeras diligencias” a las que se
refiere el art. 13 ?.
De otra parte, se puede constatar que los jueces y fiscales históricamente
están mucho más preocupados por la comprobación del delito y la identificación
del delincuente que por “dar protección a los perjudicados” pese a que desde 1882
hasta 1999 esta obligación de protección era la primera señalada por el legislador
en dicho art. 13. En 1999, esta obligación pasó a tercer lugar en el mismo artículo,
pero ampliando su mandato a “proteger a los ofendidos o perjudicados por el
delito, a sus familiares o a otras personas…” Y cabe preguntarse ¿por qué se
paralizan las exhumaciones por la Audiencia Nacional accediendo a la petición del
fiscal Sr. Zaragoza? ¿Acaso no es urgente poner fin a la angustia y sufrimiento de
los familiares que no pueden dar sepultura a los enterrados en cunetas, barrancos y
fosas comunes? ¿Tiene algún valor que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos
haya llegado a calificar de tortura o trato inhumano y por tanto contrario al
Convenio Europeo de Derechos Humanos, esta situación de los familiares en los
casos de detenidos-desaparecidos? ¿Realmente se han parado a pensar y valorar
jurídicamente el fiscal y esos diez magistrados este sufrimiento arrastrado
durante tantos años hasta el punto de pasar de una generación a otra?
Pues bien, lector no jurista, la consideración unánime de la doctrina y la
jurisprudencia, de que el delito de detención ilegal es una delito permanente,
tiene una importante consecuencia: que pese al tiempo transcurrido los delitos
de detención ilegal y los secuestros de niños, ni han prescrito ni les son
aplicables las Leyes de Amnistía de 1976 y 1977, entre otras razones por lo
dispuesto en el artículo 132.1 del Código penal vigente y porque siguen
cometiéndose hasta que no se acredite que se ha eliminado la situación jurídica
ilícita de su privación de libertad o secuestro. También porque, pese a las buenas
intenciones que pudieron guiar a los parlamentarios en 1977, la Amnistía
decretada devino inconstitucional por contraria a la justicia e igualdad como
valores superiores del ordenamiento jurídico conforme al artículo primero de la
Constitución de 1978, puestos en relación con la prohibición de indultos generales
del art. 62, i) de la misma.
Nótese además que aunque esta sola argumentación de derecho interno sería
ya bastante, también podría entrar en juego, en un segundo momento, para reforzar
la normativa procesal y penal de nuestro país, la imprescriptibilidad y la
inaplicabilidad de las leyes de Amnistía, a la vista del Derecho Penal Internacional,
como se ha estimado en Argentina o Perú, donde dos jueces concretos, el argentino
Cavallo y la peruana Saquicuray, así lo declararon respecto a sus respectivas leyes
de Punto final y de Amnistía.
Y permítanme recomendarles, como modélico, el informe de la Fiscalía del
Tribunal Constitucional en un recurso de amparo contra las resoluciones del Juez
de Instrucción de Lucena num. 2 y la Sección Primera de la Audiencia Provincial
de Córdoba, en relación a la denuncia por desaparición de Dª Ricarda Ana
Cobacho Cañete a primeros de Noviembre de 1936, tras ser detenida por la
Guardia Civil de Jauja. El juez Garzón lo recoge íntegramente en su auto de 18 del
actual inhibiéndose -en mi modesta opinión de jurista de forma incomprensibleen
favor de los jueces “territoriales” de instrucción donde se hallan las fosas
identificadas o que se identifiquen en el futuro. Sin poder entrar al análisis de esta
decisión, no obstante, cabría preguntarse ¿y los casos de los niños y niñas
españoles secuestrados en el extranjero por el Servicio Exterior de Falange y
traídos posteriormente a España contra la voluntad de sus padres o familiares
y que todavía ignoran su actual falsa identidad? ¿Acaso estos delitos no
reafirmarían la competencia de la Audiencia Nacional por el lugar donde se
cometieron? ¿Realmente la acreditación del fallecimiento de algunos de los autores
mediatos, puede romper la conexidad que la resolución del Juzgado Central nº 5
estableció para afirmar su competencia?
Como también cabe preguntarse respecto al Ministerio Fiscal, cómo se
explica, dados sus principios rectores de “unidad de actuación y dependencia
jerárquica” (art. 124.2 CE), unos posicionamientos tan radicalmente
contradictorios entre el informe del Sr. Zaragoza en la Audiencia Nacional y el
mantenido por otro fiscal ante el Tribunal Constitucional? Sería deseable conocer
por qué en junio de 2008 se defiende la tesis del delito permanente para
fundamentar la indefensión en que se colocó a las víctimas por el Juzgado nº 2 de
Lucena y la Sección 1ª de la Audiencia Provincial de Córdoba, y en el mes de
Octubre siguiente, se combate, con una terminología e intensidad inusitadas, la
aceptación de esta tesis por el Juzgado Central nº 5, dado además que el Fiscal Sr.
Zaragoza había aceptado tal competencia tácitamente desde Diciembre de 2006 en
que se incoó el Procedimiento Penal (D. Previas nº 399/2006)?
Sr. Fiscal General del Estado, en su función de garante del cumplimiento de
los principios constitucionales de “unidad de actuación y dependencia jerárquica”,
¿con cuál de los dos criterios está de acuerdo?
Finalmente, un ruego, Sres. del Gobierno y Sres. Parlamentarios: primero
justicia y después beneficencia. No olviden las obligaciones del Estado derivadas
de los tratados y convenios Internacionales ratificados por España. No conduzcan,
con su pasividad, a nuestro país a la previsible “afrenta internacional” que se
avecina, ante las gravísimas violaciones de Derechos humanos que se
produjeron durante la Dictadura franquista, tras el golpe militar contra el
Gobierno constitucional elegido democráticamente. Saben muy bien que la Ley
52/2007 no es suficiente para que los organismos internacionales tengan por
cumplidas las obligaciones internacionales asumidas por el Estado.
Y Sres. Jueces y Magistrados, cumplan con su función constitucional de
garantes también respecto a los derechos – especialmente el de acceso a la justicia
– de las víctimas que todavía sobreviven sin duda, (en el caso de los niños
“secuestrados” por el franquismo) o de los familiares ( en las detenciones de
adultos seguidas de desaparición). Si no tienen recursos personales o materiales
suficientes pídanlos, pero no hagan como uno de los jueces asistentes al Curso de
Formación de la Escuela Judicial en el Pazo de Mariñán (Galicia) el pasado verano,
quien al escuchar mi exposición manteniendo esta tesis del delito permanente y sus
consecuencias jurídicas, exclamó espontáneamente, pero de forma audible por las
personas que estaban a su alrededor: “ ¡¡ Qué barbaridad !!”.
Antonio Doñate
Antonio Doñate es Magistrado Jubilado, antiguo miembro de Justicia Democrática

Enviado por: Pedro Vicente Romero de Castilla Ramos.


Me voy a repetir como el ajo…

noviembre 28, 2008

ajos Una semana más, siete días de trabajo duro, de universidad, de tareas de la Memoria Viva y de Recuperación de la Memoria; y llega el fin de semana. Quería descansar y regalarle algo de tiempo a mi familia, siempre sacrificada y dándome apoyo. Quería escribir a unos cuantos amigos, tirarme encima de mi butaca favorita y seguir devorando cualquiera de los tres libros empezados y que están encima de mi mesita de noche. Quería hacer muchas cosas, para no tener que hacer nada.

Abro mi correo electrónico particular y el de la Memoria Viva, y de repente siento frustración; y el cansancio deviene sobre mí como un tsunami. Tanto esfuerzo para nada. El correo sigue vacío de respuestas del resto de organizaciones, estamentos, etc. a los que se les remitió la “Carta por la esperanza” (Más de seiscientos envíos), para haber recibido sólo una docena de respuestas. Me pregunto entonces… ¿Realmente hay ganas de luchar o sólo de aparentar? ¿Qué tenemos en común todos los afectados? ¿Por qué tengo que invertir otra vez mí poco tiempo libre, si tan siquiera soy digno de recibir una respuesta aunque sea negativa? ¿Vale la pena?

Empiezo a leer los correos recibidos de mis amigos, publicidad y de repente encuentro un correo de Drope, otro de Leonor, los correos de los comentarios del blog de Rosario y de Raquel. Los abro y voy leyendo cada uno de ellos. El de Leonor me pone las pilas, recojo su texto, lo corrijo y empiezo a editarlo para su publicación en “La Memoria Viva”, me peleo con el sistema intentando incluir la mayoría de fotografías que me ha enviado; pero, es imposible. Después de veinte minutos consigo poder colgar cuatro de ellas y editarlo. Leo los envíos del bueno de Pedro y siento que no debo fallarle, así que abro la página de la ARMH y veo como anda el foro. Los mismos de siempre (los buenos y batalladores/as). Me río y vuelvo a los correos y me pongo a trabajar. A extraer las informaciones, documentaciones y a buscar datos sobre lo recibido. Me llega una información de mi asesoría y gestoría, que actúa a modo de bebida energética en mi ánimo. Entonces decido actualizar los dos blogs, el de “La Memoria Viva” y el propio. Apruebo los comentarios enviados y entre ellos los de la guerrera Rosario; en ese momento, una descarga de energía positiva se apodera del estado anímico que me pesaba como una losa y desaparece el cansancio. (Tengo que enviarle un correo felicitándola por el trabajo en Tot Marató. Lo haré más tarde). Raquel ha colgado también dos buenos comentarios. ¿Cómo voy a fallarles si ellos son el motivo por el que me he liado en este asunto?

Así que, ¡Se acabó la depresión!, el fin de semana tranquilo. Voy a volver a remitir todos los correos, a todos los que no HAN CONTESTADO. Voy a escribir unas cuantas cartas más y voy a buscar más enlaces para hacer más ruido. Voy a planificar un calendario de actividades y si me queda tiempo dormiré algo. Pero no voy a dar el brazo a torcer por un motivo sencillo. Tengo detrás o delante (No sé todavía donde estoy) el mejor equipo humano, para llevar a cabo una tarea como esta. Tengo una deuda con los que de verdad son la parte importante de la historia (Los que ya no están). Tengo una deuda con mi familia y ha de valer para algo. Así que amigotes de la derecha de Dios, os vais a cansar de jordi64. Pienso repetirme como el ajo.

Por cierto, desde aquí, gracias a todos los que con vuestra presencia virtual nos dais fuerzas para seguir adelante. Gracias por los mensajes de apoyo. Gracias por vuestras colaboraciones. Gracias por vuestro esfuerzo y lucha.

Por: Jordi Carreño.

 


Unas memorias inéditas ¿Quién fue F.Franco?

noviembre 27, 2008

 

Foto montaje realizado por Pedro. V. Romero de Castilla Ramos

Foto montaje realizado por Pedro. V. Romero de Castilla Ramos

La Hija del Excelentísimo edita las Memorias

Tiempo acá, en los WC a la turca de los bares de pueblo había con un curioso artefacto: las paginas del ABC cortadas en cuatro trozos y cuidadosamente ensambladas con una cuerda mugrienta por una de sus esquinas, colgando de un clavo puesto a una altura estratégica (una vez agachado en cuclillas); para poder tirar de una hoja suplantando el tan preciado papel higiénico “el Elefante”. ¡Cuantos no se habrán aprovechado en secreto de la foto “Inauguración de un pantano…, su Excelentísimo Jefe del Estado” cortada en cuadricula, encubiertos por la intimidad del retrete cerrado con un pasador!

 

Ahora frente a la necesidad urgente de contrarrestar la ola de Memoria, la hija del Excelentísimo pública las Memorias.

Gracias por tan interesante iniciativa, con esa edición en formato familiar, que vemos en la foto, recuperaremos esa vieja costumbre del WC pero esta vez en casa y con la seguridad de que nunca se acaba.

Ya dirán los chavales: ¡Esta versión está que te cagas!

Por: Pedro.V. de Castilla Ramos.

 


Necrológica de la Memoria Viva en recuerdo de…

noviembre 27, 2008

In Memoriam , Arturo Carrasco.

Estimados amigos, hoy jueves 27 de Noviembre 2008 en Valverde del Camino (Huelva), a las 17h, en el cementerio, se rinde homenaje a nuestro compañero de lucha por la Memoria y la Justicia, ARTURO CARRASCO, fallecido ayer noche.

El impidió la quema( años 60) de los papeles del registro civil de su localidad y los remitió a la Casa de la Cultura (en los 80), gracias a este gesto, que le honra, conocemos exhaustivamente la represión franquista en toda la comarca. (Francisco Espinosa Maestre con esos documentos pudo escribir » La Guerra Civil en Huelva»).

En su  propia casa se tenía la delegación local de la Asociación Memoria y Justicia.

Mi más hondo pesar por la pérdida de este gran hombre que también fue un gran amigo y protector de los animales.

A todos sus familiares y allegados, en nombre de “La Memoria Viva”, nuestro más calido y fraternal abrazo.IN MEMORIAM.

Pedro Vicente Romero de Castilla Ramos

Tu memoria siempre estará viva compañero (La Memoria Viva)

Tu memoria siempre estará viva compañero (La Memoria Viva)

DIGNO DE RECORDAR:

Cuando el Ministerio de Justicia ordenó «purgar» los archivos judiciales en 1960, Arturo Carrasco Sánchez (Los Marines, Huelva, 1934) llevaba menos de un año como auxiliar en el juzgado de Valverde del Camino (Huelva). Le había bastado, sin embargo, para leer muchos de los expedientes de responsabilidades políticas que se conservaban allí. Con aquellos legajos se podría reconstruir la represión franquista en 14 municipios de la comarca minera de Huelva, una zona muy castigada por su activismo sindical y político. Aquellos papeles permitían saber a quiénes se había desposeído de bienes, a quiénes se había enviado a la cárcel, a quiénes se había enviado a la muerte. Arturo Carrasco, hijo de Venancio Carrasco, un concejal republicano encarcelado, decidió desobedecer la orden cuando el juez le encargó que seleccionase los papeles: «El destino era quemarlos o reciclarlos para hacer papel. Sé que podría haber ido a la cárcel, pero quería guardarlos».

Como el mejor escondite es el más evidente, Carrasco los camufló bajo ejemplares del BOE en el mismo archivo del que deberían haber salido. «Tenía que entregarlos a un camión enviado por el ministerio, pero sólo les di los de pleitos civiles y asuntos penales. Los políticos los incluí en la lista como entregados y los escondí». Y allí, en la sede judicial, estuvieron hasta que murió Franco y nació otra época. «A nadie se le ocurrió mirar esas cosas», recordaba el jueves en conversación telefónica desde su casa de Valverde.

El funcionario, que fue concejal en la primera corporación democrática por la Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT), sacó los legajos de las catacumbas en 1984, cuando su valor histórico se había acrecentado también por su excepcionalidad. Informó al juez y al alcalde, que decidieron depositarlos en la Casa de la Cultura. Ahí siguen. Gracias a ellos, el historiador Francisco Espinosa ha dispuesto de un material extraordinario para saber qué ocurrió en la comarca minera tras el triunfo de Franco. Entre los expedientes no figura el de Venancio Carrasco, que se enfrentó a un Consejo de Guerra en otra localidad. Su hijo se jugó el tipo para conservar los documentos de otros porque en el futuro impedirían falsear la historia.

Fuente del artículo: Justicia y Memoria: Responsable: Inés García.

justiciaymemoria.blogspot.com/2008/08/huelvaarturocarrasco-sanchez-salvo.html


La Memoria en Al Jazeera English…

noviembre 26, 2008

Fuente: Elsa Weill colaboradora de Al Jazeera English

Nota: El video está en Inglés.


Y Pedro le canto cucurrucucú paloma, a Rouco Varela…

noviembre 26, 2008
El Pais - Autor Peridis

Fuente y origen de la viñeta: El País - Autor Peridis

*****

Cucurrucucú, paloma blanca…Rouco Varela.

Tuve bautismo, confirmación (besé el anillo, babeado por otros, de su Eminencia) y primera comunión. ¿Como podrían mis padres no hacerlo en los sesenta, en un pueblo de Extremadura y siendo “nieto de rojos” por los dos costados? Lo que faltaba para dar la nota. En el fondo me gustaba la idea de ese hombre universal, bueno y que proclamaba el perdón de todos los pecados.

Yo tenia un abuelo, uno solo, del otro nadie me decía nada, yo tampoco preguntaba.

Mis padres emigraron a Francia con mi hermana y conmigo. Nos inscribieron en la Escuela Pública, laica gratuita y obligatoria. No había crucifijos en las aulas ni clases de religión católica. Los jueves, día libre, íbamos a un patronato de la parroquia, los curas católicos promovían actividades lúdicas y en cierta manera ejercían de guardería ya que los padres trabajaban todo el día en las fabricas.

Durante mi cursos de bachillerato en el “lycée” (donde no había crucifijos) me junté con una pandilla que frecuentaba , los días libres, un cura-obrero quien en maravillosas veladas nos enseño a tocar la guitarra y a cantar, escuchábamos a Paco Ibáñez (Al galopar, al galopar…), a Georges Brassens, a Leonard Cohen…

Ahora en España, oigo a prelados proclamar: la autentica y sana purificación de la memoria, gracias al olvido, Vigilar para evitar de raíz…palabras y todo lo que pudiera dar pábulo a las confrontaciones que pueden acabar siendo violentas.

¡Y resulta que me siento insultado, por un cardenal!

Este cardenal nos pide que olvidemos (el no olvida a sus mártires), que hay abuelos , tíos, padres, hermanos, primos madres e hijos machacados, que la geografía española está salpicada de hitos marcando cunetas y campos con fosas comunes de desaparecidos sin identidad, sin responso y sin piedad, que la Iglesia católica fue cómplice y actor de semejante atrocidad bendiciendo “La Cruzada por Dios y por España”, que sus curas eran militares confidentes y delatores (no lo afirmo yo, está ampliamente investigado y documentado por historiadores y que el Juez Garzón recoge en su auto).

Pero no solamente eso, quiere que olvidemos 40 años de la Historia de España.

¡No, señor Rouco Varela, no lo olvidamos!

Me salta al recuerdo…Blowin in the wind…con aquel cura-obrero con chaqueta de pana marrón y jerseys de cuello alto.

Un saludo desde mi memoria viva.

Pedro-Vicente Romero de Castilla Ramos

P.D. Del Administrador: Después del artículo de Pedro, no me queda más, que darle la enhorabuena públicamente, colgar el mismo con la viñeta y editarlo. Así sea, Amén…


Auténticos republicanos, hijos de exiliados no quieren jurar fidelidad al rey…

noviembre 26, 2008
Jura a la Constitución y al Rey del presidente Zapatero

Jura a la Constitución y al Rey del presidente Zapatero

Estimados amigos desde Francia una luchadora por la Memoria me envía este texto recogido en una noticia de efe:

Descendientes de exiliados se niegan a jurar fidelidad al Rey para ser españoles

Consideran que la Ley de Memoria Histórica debe eliminar el requisito porque «obliga a un acto de fe monárquica»

Efe / Madrid | Actualizado 24.11.2008 – 05:05

Hijos y nietos de republicanos que tuvieron que exiliarse a causa de la Guerra Civil han pedido que la ley que ahora les permite obtener la nacionalidad española elimine el requisito de jurar o prometer fidelidad al Rey por entender que puede vulnerar sus derechos fundamentales.

La Asociación de Descendientes del Exilio ha entregado en la Dirección General del Registro y del Notariado una petición con ese objetivo, ya que considera que no es comprensible que se les obligue a ello.

Esta asociación, en su escrito, recuerda que la ley de 27 de diciembre de 2007 por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura, establece en su disposición adicional séptima la posibilidad de adquirir la nacionalidad por parte de las personas cuyo padre o madre hubiera sido español.

Asimismo, reconoce ese derecho a los nietos de quienes perdieron o tuvieron que renunciar a la nacionalidad española como consecuencia del exilio.

Posteriormente, se acordó la instrucción correspondiente, que remite a los artículos 20 y 23 del Código Civil y en los que se establecen las condiciones de la nacionalidad de opción.

Entre ellas se encuentra la obligación de promesa o juramento de fidelidad al Rey y de obediencia a la Constitución y las leyes.

La Asociación de Descendientes del Exilio subraya que en absoluto se opone a la obediencia constitucional y de las leyes, pero considera que la declaración de fidelidad al Rey es obsoleta y, además, no es exigida en todos los casos de nacionalización.

Opina igualmente que ese requisito vulnera varios artículos de la Constitución, como el que reconoce el derecho a expresar libremente los pensamientos.

«La fórmula establecida obliga a un acto de fe de tipo monárquico a quienes puede que no lo sean y hace prevalecer una interpretación de la Constitución excluyente frente a otra integradora, puesto que la omisión de la primera promesa (de lealtad al Rey) no tiene valor condicionante ni limitativo de la promesa de la Constitución», subraya la asociación.

De igual forma, interpreta que negar la nacionalidad si no expresan esa promesa o juramento supondría «una auténtica persecución del pensamiento».

Enviado por Pedro. V. Romero


Indemnizaciones para los hijos de fusilados…

noviembre 25, 2008

REGIONAL


LOS HIJOS DE LOS FUSILADOS PODRÁN PEDIR INDEMNIZACIONES HASTA DE 135.000€


40.000 extremeños también pueden solicitar ya la declaración de reparación por haber sufrido cárcel, violencia o persecución por su ideologías o creencias

CELIA HERRERA

Para no herir sensiblidades hemos obviado añadir fotografias reales de fusilamientos

Para no herir sensiblidades hemos obviado añadir fotografías reales de fusilamientos


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«Nuestro correo electrónico está que arde», resumió Julián Chaves, director de la investigación del Proyecto de la Memoria Histórica, por la cantidad de peticiones de información que están recibiendo respecto al decreto de declaración de reparación y reconocimiento a los que padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la Dictadura que fue publicado el lunes en el Boletín Oficial del Estado.

Más de 40.000 extremeños, y sus descendientes, podrán acogerse a este decreto de declaración, según estima el equipo de investigación del Proyecto, que ya lleva trabajando cinco años en los archivos de todo el país.

Como resultado de su trabajo, se han excavado una veintena de fosas buscando los restos de represaliados desaparecidos hasta ahora, y se van elaborando diversos trabajos históricos que desvelan los datos de un pasado reciente que aún permanece oculto en la región.

Indemnizaciones

También tienen ya recogidos con todo tipo de detalles los nombres y apellidos de 12.000 fusilados en la comunidad, y la cuestión no es baladí si se tiene en cuenta que los descendientes de los fallecidos también podrían acogerse a otro decreto que regula la concesión de indemnizaciones de hasta 135.000 euros a favor de personas muertas o con lesiones incapacitantes «por su actividad en defensa de la democracia».

Julián Chaves aclaró que sólo tendrán derecho a estas indemnizaciones los «familiares directos», o sea los hijos, no los nietos ni sobrinos que puedan quedar, por lo que, después de 70 años, no se sabe cuántos descendientes podrán y querrán solicitar estas compensaciones.

Hay que tener en cuenta que muchos de los fusilados eran jóvenes, apenas adolescentes, que no dejaron descendencia, o que los hijos directos de los represaliados ya son ancianos, o también han muerto.

Disponibles en la web

Los nombres y datos de los fallecidos serán colgados en internet de «forma inminente», quizás la próxima semana, según adelantó Chaves, aunque la lista puede ir aumentando con el tiempo, ya que se estima que el número de personas fusiladas en Extremadura tras la Guerra Civil asciende a 14.000.

Los interesados podrán consultar, matizar o corregir los datos en la web www.unex.es/historiaex, aunque los investigadores de la Universidad sigan atendiendo de forma permanente numerosas peticiones de información de los descendientes de los represaliados.

El citado decreto apareció publicado en el BOE el sábado pasado, 15 de noviembre, y en él se regulan las condiciones y el procedimiento para el abono de las indemnizaciones reconocidas en la llamada Ley de la Memoria Histórica.

El texto detalla que tendrán derecho a las indemnizaciones los que fallecieron en defensa y reivindicación de las libertades y derechos democráticos durante la Guerra Civil y la Dictadura.

Esta circunstancia concurre «cuando el hecho causante del fallecimiento o de las lesiones tenga una relación directa con actos, reuniones, manifestaciones o acontecimientos en los que la persona fallecida o lesionada hubiera participado en defensa o reivindicación de algunos de los derechos o libertades fundamentales que se contienen en la sección 1º del capítulo II del Título Primero de la Constitución Española».

En este sentido, resultará irrelevante que el fallecimiento se hubiese producido en el curso del hecho de que se trate o en un momento posterior, «siempre que sea a consecuencia del mismo».

Julián Chaves no se atrevió a realizar una estimación de cuántos extremeños podrían acogerse a este decreto porque no se sabe cuántos descendientes quedan, y que podrán demostrar «el nexo causal entre los hechos y circunstancias y el fallecimiento o la lesión», como fija el decreto.

Por tres años de cárcel

No encontrar las pruebas es lo que les ocurrió, por ejemplo, a los que no pudieron acogerse a la Ley de Represaliados Políticos de 1984 que preveía indemnizaciones de un millón de pesetas para los que hubieran pasado más de tres años en la cárcel, recuerda Cayetano Ibarra, coordinador del Proyecto de la Memoria.

En Extremadura pidieron las indemnizaciones 2.521 personas que trataron de demostrar que habían pasado ese tiempo en prisión, de las que se resolvieron 1.472. De ellas, 1.096 obtuvieron una respuesta positiva.

Estas indemnizaciones no sirvieron para cerrar heridas ni compensar injusticias en opinión de Cayetano Ibarra porque, en primer lugar, sólo compensó a los que estuvieron tres largos años en la cárcel, pero no a los que estuvieron menos tiempo, aunque fueran dos años y 11 meses.

En segundo lugar, «como la historia que siguió a la Guerra Civil fue una historia de olvido y ocultación, muchos de los que habían sufrido cárcel no pudieron encontrar la documentación que acreditara que realmente habían padecido la privación de libertad» por cuestiones políticas o ideológicas.

En Extremadura se sigue trabajando para desarrollar protocolos que permitan mejorar y agilizar la investigación de la historia de lo que ocurrió, y se están redactando nuevos decretos para regular aspectos como el método de excavación de las fosas, las expropiaciones forzosas para intervenir en terrenos privados, o la elaboración científica de un mapa de las fosas que se van descubriendo en la región.

COMPLEMENTO Y ACLARACIONES A LA ANTERIOR NOTICIA:

La Declaración de Reparación a los que hayan sufrido cárcel, persecución, o violencia podrán pedirla 40.000 extremeños

25.11.08 – CELIA HERRERA

No para todos. La conocida como Ley de la Memoria Histórica, que reconoce y amplía derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la Dictadura, sólo prevé indemnizaciones de 135.000 euros para los fallecidos durante los últimos años de la Dictadura de Franco, concretamente entre el 1 de enero de 1968 y el 6 de octubre de 1977.

Por tanto, no tendrán derecho a estas indemnizaciones todos los fallecidos por defender la libertad y la democracia durante la represión franquista que siguió a la Guerra Civil, que en Extremadura podrían alcanzar la cifra de 14.000, según aclaró ayer la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ante la expectación creada por la publicación del decreto que desarrolla con un reglamento uno de los aspectos contemplados en la Ley de la Memoria Histórica.

José Manuel Corbacho, presidente de la Asociación para la la Memoria Histórica de Extremadura, lamentó que muchos de los que están en contra de que se haga justicia con las víctimas de la represión estén aprovechando este tema para desprestigiar todo el esfuerzo de recuperación de parte de la historia reciente que aún permanece oculta.

Para la reparación
Ni este equipo de investigación ni la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica conocen con exactitud qué número de extremeños podrían solicitar estas indemnizaciones, aunque se calcula que 40.000 represaliados de los que se tienen datos en la región sí podrán pedir la declaración de reparación personal a quienes padecieron persecución o violencia por razones políticas, ideológicas o de creencia religiosa.

Esta declaración, que no tendrá efectos económicos, resulta de todos modos de gran importancia para las víctimas de la represión y sus herederos por lo que representa de acto de restitución y rehabilitación para los que fueron tratados y señalados durante años como delincuentes, encarcelados, multados o fusilados.El Estado reconoce así «la ilegitimidad de las condenas y sanciones» y honra también a los que padecieron «la injusticia».

Envíado por Pedro. V. Romero


Protesta en Palma ante la Audiencia Provincial…

noviembre 25, 2008

Protesta ante la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca

Protesta ante la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca

 

R.F.M. PALMA. Casi un centenar de personas protestaron ayer ante la Audiencia Provincial de Palma contra «la agresión de los jueces de la Audiencia Nacional» tras la decisión del pleno de la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional por suspender cautelarmente la exhumación de las fosas, entre ellas, las de Porreres y Calvià, autorizadas por el juez Baltasar Garzón.
Los asistentes al acto se concentraron bajo el lema «¿Dónde están? ¡Exhumaciones de fosas ya!». La presidenta de la entidad, Maria Antònia Oliver, criticó que no se convocara ni se escuchara la opinión de las asociaciones para tomar «una decisión tan drástica» que afecta «directamente» al colectivo de víctimas. Oliver remarcó que los familiares de los desaparecidos sufren una grave angustia y que dicha decisión sólo alarga la injusticia que viven.
La entidad presentó el miércoles una queja formal al Consejo General del Poder Judicial reclamando que se estudie si la actuación de los magistrados es constitutiva de sanción disciplinaria. Una actuación que calificó de «hiriente, escandalosa y vergonzosa, además de que puede ser constitutiva de una falta disciplinaria».
El secretario general del Bloc, Biel Barceló, y el senador Pere Sampol acudieron a la plaza Mercat para sumarse a la petición de que se abran de manera inmediata las fosas de Porreres y Calvià.

 

Fuente Información: Hemeroteca Diario de Mallorca 14 noviembre de 2008


Un llamamiento a la movilización para todos…

noviembre 24, 2008

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Os dejo la copia de la carta que se ha remitido desde La Memoria Viva a todas las asociaciones, plataformas, agrupaciones, organizaciones, partidos políticos, sindicatos, etc. haciendo el llamamiento para coordinar la tan solicitada movilización en Madrid. Hemos remitido más de 600 envíos de los cuales ya estamos recibiendo respuesta.

Palma de Mallorca a 19 de noviembre de 2008

Apreciado/os compañero/os:

Alertados por las ultimas noticias en referencia a “La Memoria Histórica” y desde la preocupación extraída de los foros relacionados con la misma; un grupo de afectados y de modo independiente a través de la red intentamos generar conciencia de “Memoria”, dar información y ayuda a otros afectados con los pocos medios de que disponemos; es decir, utilizando nuestro tiempo libre y las pocas herramientas de trabajo que tenemos a nuestro alcance: un blog creado a tal efecto recientemente ( https://lamemoriaviva.wordpress.com ) que está enlazado a otros particulares con el mismo fin, el correo electrónico (lamemoriaviva@hotmail.es), más los correos particulares de los colaboradores, los mensajes sms, y los foros creados a tal efecto.

Por todo ello, el motivo de la presente que usted/es recibe y que ha sido remitida a otras tantas asociaciones, federaciones, grupos de trabajo organizados, plataformas cívicas, ateneos, clubes, partidos políticos, sindicatos, y contactos particulares, es para solicitarles y transmitirles una idea o proyecto que está latente en dichos foros, la iniciativa de organizar una gran manifestación en la capital de España, en la cual se hagan efectivas nuestras reivindicaciones (la de todos los afectados) desde un punto vista y lema común, y como una acción de demanda social única, sin que premie los grupos mayoritarios y mejor organizados desde el punto de vista de las consignas, que deben ser generales; independientemente de cada grupo aporte sus lemas, logotipos, etc.

A sabiendas del trabajo incalculable efectuado por Usted/es y contando con sus estructuras de difusión y de convocatoria, nuestra propuesta tiene el propósito de poner en marcha dicha iniciativa desde todos los frentes posibles; y que haga que todos sean partícipes, generando una movilización masiva.

Esperando que recojan esta propuesta efectuada por personas que no tenemos más objetivo que seguir con el trabajo iniciado hace muchos años: dignificar la historia de nuestros familiares asesinados, desaparecidos, represaliados y olvidados; esperando recibir una respuesta; sea la que sea, de Usted/es.

Sin otro particular reciba nuestro agradecimiento anticipadamente por su atención y esperamos su futura y próxima colaboración desde este grupo.

Atentamente:

La Memoria Viva

(Colaborador: Pedro Vicente Romero de Castilla Ramos

Administrador del blog: Jordi Carreño Crispín)


Formentera no siempre fue una isla vacacional y paradisíaca…

noviembre 23, 2008

El campament de la vergonya

(El campamento de la Verguenza)

(Recuperando la Historia):

Restos del camapmento de Formentera

Restos del camapmento de Formentera

A finales de septiembre el Consell finalizó la declaración del campo de concentración franquista de Formentera como Bien de Interés Cultural (BIC), iniciada en noviembre de 2001. Conocido como «El Campamento», situado junto al Estany d’es Peix, fue desde 1939 a 1941 un lugar de reclusión de 1.300 prisioneros políticos republicanos (en Formentera.net encontraréis una pequeña historia de Formentera donde se cita este trágico apartado de la historia de la isla).

En pésimas condiciones (muchos murieron), extremeños, asturianos, vascos y gente de otros rincones del Estado pasaron por el campo. La poco conocida historia de los campos de concentración durante la guerra civil y el franquismo es ahora motivo de un congreso en el Museu d’Història de Catalunya, en Barcelona. En el Telenotícies de TV3 del lunes pasado, coincidiendo con este congreso, uno de los supervivientes del campo de Formentera relató su historia.

Fuente información:

www.formenteraweb.com/noticias/2002/10/el-campamento-recuperando-la-memoria-del-franquismo

Un campo representativo de la ignominia humana, por la extrema dureza de sus condiciones, por el personal encargado de dirigirlo en la persona de Ángel… por el hacinamiento de los que tuvieron que convivir en él, y a duras penas sobrevivir; a unas condiciones extremas de hambre, servicios sanitarios, estructuras, etc. Tanto es así, que los testimonios vivos de esta traumática experiencia lo recuerdan como el peor momento de sus vidas, por encima de la guerra y otras vicisitudes como el exilio, las persecuciones y otras.

Testimonios en referencia a este campo del horror, recogidos por la serie de programas que está emitiendo la televisión balear “Memoria i oblit” que se emite todos los jueves por la noche y que es repetida los sábados noche y domingos por la tarde. Una serie que debería ser emitida en parrilla nacional (traducida al español por supuesto, para aquellos que no tiene la suerte de conocer nuestro idioma). No hay programa que nos ponga la piel de gallina y nos haga llorar a mi mujer y a mí.

Veinte inmundos barracones para albergar a los más de 2.000 presos que llegaron a padecer reclusión en el mismo; y que en algunas épocas llegaron a superar esta cifra, que por no estar confirmada obviaré por ahora mientras me sigo documentando.

Más de 600 extremeños llegaron a él, seguido de vascos, aragoneses y de otros rincones de España. Los extremeños por ser una parte importante de la población y también por ser la colonia más numerosa, además de la más represaliada, sufrieron unas condiciones escandalosamente vejatorias.

Uno de los testimonios que ahora no nombraré, recordaba en el programa de televisión con total dolor y amargura la pena que le daba aquella gente, y como él, repartía sus raciones como podía para intentar ayudarlos. Entre sollozos y con cierto sentido de culpabilidad, por no poder haber hecho mucho más por ellos. Recordaba que más de una vez vio a los mismos comerse del suelo el vómito de sus compañeros que no habían podido soportar en sus frágiles estómagos las raciones que ellos les daban para ayudarlos a sobrevivir. Un porcentaje muy alto fallecían por inanición, y los que no por las enfermedades contraídas por una deficiente alimentación, salubridad y abandono humano. Este recuerdo todavía persigue a los supervivientes del mismo. O como los guardianes para entretenerse hacían que se abofetearan unos a otros hasta hincharse las caras. Como llegaban sin nada y nadan recibían a su llegada; ni mantas, jergón, cubiertos, etc. los cuales eran suministrados por sus propios compañeros de cautiverio en la medida que les era posible también a ellos. Sobrevivir era la primera premisa, ayudar si se podía era la segunda, lo cual no era fácil. Formentera una de las pequeñas islas Pitiusas que forman el archipiélago Balear quedó desabastecida por la guerra y una vez finalizada ésta, las infraestructuras y comunicaciones no eran las mejores, los suministros por supuesto no eran tampoco abundantes y además de que se mercadeaba con ellos de modo que a los pobres reclusos a duras penas les llegaban los restos podridos de las sobras compradas en los mercados de Ibiza a bajo coste y entregados a las cocinas del campamento para su utiliación.

Detalles todavía más escabrosos se ciernen sobre la historia del Campamento d’es Peix (Del pescado) de Formentera. Pero ahora sólo cuenta recordar que existió y no abrir las heridas de aquellos que todavía no las tienen cerradas, y cierran sus ojos por las noches con el amargo recuerdo de una época no vivida, simplemente sobrevivida en el más oscuro de los ostracismos del ser humano.

Por Jordi Carreño.


Los hijos que robó Franco, una triste historia…

noviembre 22, 2008
Domingo 18 de agosto de 2002 – Número 357

INVESTIGACIÓN | LOS HIJOS QUE ROBÓ FRANCO
Los hijos que robó Franco

Vicenta muestra el acta de defunción de su padre. /LEONARDO ANTONIADIS

«Nadie nace con siete años, con zapatos de charol y vestida con un trajecito blanco. Pues así fue como oficialmente nací yo…». Vicenta, a sus 69 años, aún conserva aquella singular partida de nacimiento, expedida a su llegada a un hospicio de Madrid en 1940. La edad se la calcularon a ojo, porque ella imagina que entonces tendría unos cinco años. Aquellos relucientes zapatitos y el vestido inmaculado que se referían en el papel fueron lo único que, de verdad, le quedó de su breve vida anterior. Un misterio más que sólo después de pasar por cuatro familias sucesivas y una primera huida adolescente pudo entender del todo.

Hace apenas dos años que la mujer recompuso el rompecabezas de su verdad. Antes que en Argentina, hubo niños desaparecidos en España. La madeja de los recuerdos infantiles de Vicenta quedó sujeta por un leve hilo que el trasiego de las adopciones jamás rompió. Nunca olvidó las palabras que las monjas del orfanato hicieron como no oír -pero escribieron en su falsa partida de nacimiento- el día en que, para la dictadura de Franco, la niña Vicenta empezó su nueva y depurada existencia.

«Mi padre es capitán y se llama Melecio Álvarez Garrido». Y en aquella obsesión infantil de repetir que era la hija de un apuesto capitán encontró, mucho después, respuestas a sus preguntas: «¿Quién soy? ¿Cómo me llamo? ¿Por qué me han robado mi nombre?».

En realidad Melecio, el padre biológico -fusilado el 24 de octubre de 1940, en Paterna (Valencia), a la edad de 43 años-, era el comisario principal de la 82 Brigada Mixta del Ejército republicano.Y la pequeña Vicenta, a los ojos del nuevo Régimen, una hija de republicano derrotado que debía ser reeducada con unos nuevos padres afectos al bando vencedor.

Ajena a todo, la pequeña y miles de críos como ella fueron condenados a padecer uno de los capítulos más oscuros de la represión de posguerra. Fueron los niños perdidos del franquismo, separados forzosamente de sus familias y dados en adopciones ilegales en virtud de una ideología, inspirada en los postulados filonazis del comandante Antonio Vallejo-Nájera (jefe del servicio de Psiquiatría del Ejército), que defendía la «segregación desde la infancia» de los hijos de los rojos para «liberar a la sociedad de la terrible plaga» del marxismo.

La caza del hijo del rojo no se limitó a España, donde las cárceles, repletas de madres, eran un vivero para dinamizar la política de proahijamientos impulsada desde el poder para salvar a los hijos de los marxistas. A partir de 1941, gracias a una ley (publicada en el BOE de 4 de diciembre), el Régimen procuró la repatriación del máximo número de niños de republicanos que habían sido evacuados al extranjero. Tiempos difíciles. En ese año se crea el Tribunal para la Represión de la Masonería y el Comunismo. España entera era una cacería.

La búsqueda de los niños fue encomendada por Franco al servicio exterior de Falange. Llamaron al organismo Delegación Extraordinaria de Repatriación de Menores. En ocasiones protagonizó secuestros.Una vez en España, a los pequeños se les cambiaban los apellidos y se les dotaba de una nueva identidad, logrando un efecto perverso: se dificultaba cualquier reunificación familiar futura. Los hospicios de Auxilio Social y ciertos colegios religiosos canalizaban la marea de infantes rescatados «de las garras» de los demonizados rojos.

LA REPATRIADA
Florencia Calvo, otra de las niñas robadas, fue cazada por los camisas azules cuando estaba acogida en el sur de Francia por un matrimonio galo. «Llegó un momento que noté que me escondían.Me cambiaban de vestimenta todos los días para que los de la Falange [el régimen colaboracionista con los nazis de Petain les dejaba hacer] no me reconocieran. Pero al final dieron conmigo, me metieron en un tren y me trajeron a España».

La historia de esta mujer, que con su hermana pequeña, María, había sido evacuada antes del triunfo nacional a un campamento para niños al otro lado de los Pirineos, es otra de las recogidas en el libro Los niños perdidos del franquismo . (Plaza & Janés), de Montse Armengou y Ricard Belis. En un bombardeo alemán sobre el sur de Francia ya en la II Guerra Mundial, las Calvo García se separaron. Florencia fue acogida por un matrimonio francés; María, por uno norteamericano residente en la zona. La dictadura, poco después, logró repatriarlas, les cambió los nombres e impidió su reencuentro.

Hubieron de pasar 60 años para que un milagro hiciera posible que la una volviera a saber de la otra. María contemplaba en televisión Quién sabe dónde cuando vio a una señora (Florencia) que mostraba la foto de su hermana pequeña. El corazón le dio un vuelco: la niña de la fotografía era ella. La corazonada quedó confirmada más tarde con las correspondientes pruebas de ADN.

«Yo he tenido», explica María (era la pequeña de seis hermanos y hoy cumple 70 años), «cuatro nombres. Al nacer, mis padres me ponen María del Carmen Calvo García. Al perderme en el sur de Francia, como no recuerdo los apellidos, me inscriben en el consulado español de Burdeos como María Expósita. Al repatriarme a España, con la Ley de 1941, me cambian los apellidos y me ponen María Pérez Gómez. Y finalmente, mis padres adoptivos, los de Jumilla (Murcia), me bautizan como María Lucas García. Aquella Ley permitía poner apellidos a boleo a los hijos de rojos. Si no me hubieran borrado mis apellidos me habría encontrado con mis hermanos mucho antes».

La niña Vicenta, a diferencia de las hermanas María y Florencia, nunca salió de España. A ella la salvó una amiga de su padre, Dolores, que era a quien el militar Melecio había encomendado su guarda. O eso pretendió, al menos, la mujer al dejarla bien vestida y aseada en el andén de la estación de Valencia del que partía hacia Madrid un tren repleto de niños. Los huérfanos saludaban desde las ventanillas con las banderitas españolas y de la Falange que los organizadores del viaje pusieron en sus manos inocentes.

Del tren de los niños perdidos, a la Diputación, y de allí al hospicio, situado en el colegio de La Paz, en la calle O’Donnell de Madrid, donde la bautizaron y le dieron un nuevo nombre: Vicenta Flores Ruiz. Cuatro veces fue dada en adopción. «Mi corazón era un balón que se inflaba y desinflaba cada vez que sor Irene y don Conrado, el director de aquella inclusa, me llamaban. «Vicentina, que tus padres vienen a buscarte. ¿Sabes? Te perdieron durante la Guerra pero ya están aquí»…».

Y se recuerda la niña Vicenta corriendo por los pasillos de aquel colegio donde le reescribieron con renglones torcidos una infancia de huérfana. «Estaba convencida, cada vez, de que me iba a encontrar de frente a Melecio, pero allí aparecían unos señores desconocidos».

Sus primeros padres postizos fueron alemanes afincados en Madrid.«Tenían coche y un perro enorme y negro». Los segundos, dos viejas y gruñonas viudas de generales. «Quería que me quisieran, pero me llamaban ladronzuela y nunca me abrazaban. Les cogía una peseta, la escondía en el patio y al día siguiente les decía: «Mira lo que me he encontrado». Pero ellas no me querían…».

Después llegaron los dueños de la zapatería, gente con posibles.«Pasé una Navidad con ellos y fueron muy generosos. Me regalaron más juguetes que los que había tenido en toda mi vida». Y por último aparecieron los labriegos de Herencia (Ciudad Real), a los únicos que con los años terminó llamando padres. En tierras manchegas empezó a comprender su tragedia, y cobraron nuevos significados las palabras rojo y azul (sinónimos ya de bueno y malo, de vencido y vencedor). Vicenta también entendió que llegaba el momento de la verdad.

UNA ADOLESCENTE
Tenía 14 años, unos padres adoptivos por los que empezaba a sentir cariño y la necesidad imperiosa de encontrar respuestas a sus grandes interrogantes. Fue entonces cuando Vicenta encaró su primer acto de reafirmación personal. Tenía que escapar de Herencia para buscar a su verdadero padre, en Valencia. Corría el año 1947. El mapa de su memoria no se había desdibujado con tantos avatares. «Recordaba que vivíamos en el número 13 de la calle Ramón y Cajal, en el primero derecha». Hacia allí encaminó sus pasos de adolescente huida. «Me costó dar con la casa porque la numeración había cambiado. El número 13 era el 7. La señora Carmen, la vecina del primero izquierda, me abrió la puerta.Ella me confirmó lo que siempre supe: que era la hija de Melecio».

Aunque en aquellos años, con la herida de la Guerra aún abierta y Europa recién sacudida del yugo fascista, nadie quería responder a muchas preguntas, la joven Vicenta empezó a saber. «Claro que te recuerdo; si ibas a una academia de baile con una de mis niñas», le dijo la señora Carmen. De su padre no tenía noticias, le explicó, desde que Valencia, sede del último Gobierno de la II República y puerta de salida al exilio de miles de españoles, cayó bajo el Ejército de Franco.

Por Carmen supo también Vicenta que su madre falleció en el parto, o eso al menos había oído, y que Melecio, viudo, buscó a distintas mujeres para que guardaran a su pequeña mientras él cumplía como militar desde el cuartel situado de manera provisional en el Hotel Alhambra. La primera cuidadora, cuyo nombre Carmen no recordaba, era una señora sorda que no oyó las sirenas de uno de los bombardeos lanzados por la aviación franquista sobre Valencia y que puso en peligro a la niña. La segunda niñera, según supo, era conocida por la Lola. Ella, de seguir viva, tenía las llaves con las que franquear las puertas del resto de los enigmas.

Las pesquisas de la adolescente se vieron frustadas cuando la policía dio con ella y la mandó de vuelta a Ciudad Real. Pero Vicenta volvió con sus padres adoptivos, Urbano Sánchez Rabadán y Sagrario Martín Fontecha, con la íntima convicción de que no cejaría hasta saber toda su historia. Tardó cuatro años en volver a dejar el pueblo.

«A Urbano y Sagrario nunca los abandoné. En su día volví a Herencia y los enterré, con sus lápidas y nichos en propiedad. Mis hijos les llamaban abuelos… Pero cuando cumplí los 18 años supe que tenía que regresar a Valencia. Allí estaba, aún por desenterrar, mi verdadera identidad. Durante mucho tiempo me he preguntado por qué me mandaron tan lejos. Creo que lo hicieron aposta: un pueblo perdido donde habían arraigado fuerte las ideas franquistas.Oyendo a la gente, sabía que tenía que morderme la lengua. Yo era la hija de un rojo. He vivido siempre con miedo, hasta que dije: «No te calles tanto que te vas a morir sin hablar». Desde entonces lo digo bien alto: soy la hija de Melecio. Que sea rojo, que sea blanco, qué más me da. Era mi padre. ¿Era rojo? ¡Pues soy la hija de un rojo!… Ya pagué con lo que nadie tiene que pagar: me robaron el nombre».

El testimonio de Vicenta, y otros recogidos por los autores del libro, que saldrá en octubre, rescata la realidad de los trenes que cruzaban España cargados con niños camino de las inclusas del Régimen. Se trataba, según formulación del psiquiatra Vallejo-Nájera, de pura eugenesia: «La segregación de estos sujetos desde la infancia podría liberar a la sociedad de la temible plaga del marxismo». Lo decía quien, en la prisión de mujeres de Málaga, realizó «investigaciones psicológicas en marxistas femeninos delincuentes».

Parte de los experimentos del psiquiatra consistían en la separación de las mujeres de sus hijas. El Régimen, a través del Patronato para la Redención de Penas por el Trabajo (que regía también sobre los campos de concentración creados en la posguerra), presumía de ello. Así lo hacía en una memoria de 1944 que elevaba «al Caudillo de España y a su Gobierno»: «Miles y miles de niños han sido arrancados de la miseria material y moral; miles y miles de padres de esos niños, distanciados políticamente del Nuevo Estado Español, se van acercando a él agradecidos a esta trascendental obra de protección».

No todos aquellos niños perdidos tuvieron la fortuna y el tesón suficientes para reconstruir sus desdichadas historias personales.En Valencia, en su segundo viaje, ya con 18 años, Vicenta encontró mucho de lo que fue a buscar. Primero, un trabajo de criada en una casa que le permitía subsistir, y luego, las pistas con las que, décadas más tarde, localizó a la Lola. Su nombre era Dolores Luzón. Y el Régimen, sin que Vicenta entonces ni lo intuyera, sabía de ella desde que la pequeña llegó a Madrid el 20 de agosto de 1940 en el tren de niños. Un documento que pudo conseguir años después así lo acredita: «Interrogada esta menor (…), las Hermanas han podido conocer los siguientes datos: que estuvo bajo la protección de Melecio Álvarez Garrido y de Dolores Luzón».Se añadía un dato significativo: «Que el tal Melecio era capitán de los rojos».

Cuando Vicenta dio con Lola la mujer se quedó lívida. «¿Qué podía hacer? Tu padre ya estaba en prisión y yo no tenía para mantenerte.O te metía en aquel tren de niños refugiados o yo misma terminaría en la cárcel… Eso sí, te vestí lo más elegante que pude».

Hasta que tuvo todas las piezas de su rompecabezas hubieron de pasar casi 70 años, los que ahora cree que cumple Vicenta Flores Ruiz, la niña perdida en los orfanatos franquistas por ser quien era. Desde que se casó, el 18 de febrero de 1955, vive en Francia.Su última casa está situada a las afueras de París. Cómo terminó ella cruzando la frontera es otra larga historia.

En Valencia, mientras trabajaba de sirvienta y seguía el rastro dejado por su padre, leyó un anuncio de prensa que le cambiaría la vida. Se buscaban, decía el texto, chicas de conjunto para un espectáculo de baile. No se lo pensó dos veces. «Entonces no estaba bien visto, pero me presenté y me eligieron. Allí conocí a la Bella Dorita y a Antonia Amaya. Tras la gira por pueblos de Valencia fuimos a Barcelona. Sí, viví aquellos años de cabaré en el Paralelo y el Molino Rojo». Hasta que un día apareció el que sería su marido, «un catalán de Perpiñán que estaba de turismo en Barcelona».

Tras la boda, «por la Iglesia, como yo quería», la pareja cruzó la frontera. «Al ir a sacarme el pasaporte», recuerda Vicenta, «me vieron la certificación literal del acta de nacimiento y se quedaron extrañados. Decían que nadie nace a los siete años y con zapatos de charol».

Hasta hace una década aparcó la búsqueda de su padre. «He esperado a que mis hijos crecieran y empezaran a casarse, pues tuvimos seis, para poder volver a dedicarme a lo mío… Escribí a Lobatón (que entonces dirigía para la televisión Quién sabe dónde), al colegio de La Paz de Madrid, al archivo militar de Salamanca…».Entre sus hallazgos, le emocionó saber que su padre quiso, estando en prisión en la víspera de su fusilamiento, darle una verdadera familia. «Escribió una carta al alcalde de su pueblo, Villalpando, en Zamora, indicando quién de su familia (era hijo de un médico) podía hacerse cargo de su hija, que con cinco años se quedaba sola en Valencia».

UN VIEJO CAMARADA
Una reunión de exiliados de la dictadura en Perpiñán, en 1999, permitió a Vicenta dar con la pista definitiva de su padre. «Recopilé los libros y revistas en los que se hablaba de Valencia y, ya en casa, encontré un texto en el que un tal Isidro Guardia contaba su experiencia en las prisiones del franquismo (El exilio del exilio interior: las cárceles). Al leer que hablaba de la 82 Brigada recordé que ésa era la de mi padre…». La primera conversación, tras localizar el teléfono de Guardia, fue algo precipitada:

-¿Es cierto que usted conoció al capitán Melecio Álvarez Garrido?

-Pero, oiga, ¿quién es usted?

-Mire, le llamo desde París. Soy la hija de Melecio.

-¿Y su madre se llamaba Reme?

-Pues no lo sé… Nunca nadie me ha dicho quién fue mi madre.

Las charlas (ella en París, él en Valencia) se sucedieron hasta que, hace un año, el que fuera compañero de Melecio durante la guerra y Vicenta se encontraron cara a cara, en Paterna. En el cementerio, a medida que sus pasos se aproximaban a la tumba del militar fusilado, se cerró una larga, dolorosa y tristemente repetida historia. «Te recuerdo junto a tu padre. Él estaba encargado de la evacuación de los refugiados a través del puerto de Valencia.Hubiera podido subir a un barco y salvarse, pero no quiso. El deber le hizo quedarse hasta el final y lo pagó muy caro».

Muchos de los niños que tampoco pudieron huir, o que si lo hicieron terminaron repatriados por la Falange, corrieron la suerte de su pequeña Vicenta. «Siempre estabas subida a las piernas de tu padre, tenías un flequillo cortito… Me acuerdo de que una vez en una excursión te picó una abeja y tu padre te puso barro en la herida». También las palabras de Isidro Guardia, en aquel cementerio de Paterna, le sonaban a Vicenta reconfortantes. Le estaban hablando, por fin, de su verdadero padre. Su capitán.


TESTIMONIOS DE UNA VERGUENZA

ELLA ENCONTRÓ A SU PADRE
Hasta hace año y medio, Vicenta Flores, que tiene alrededor de 70 años y ahora vive en Francia, no pudo confirmar quién fue su padre y cuándo murió. En la foto, el momento en el que un viejo camarada la conduce hasta su tumba. Melecio Álvarez fue fusilado en Paterna (Valencia) unos meses después de que ella ingresara en un hospicio madrileño donde le dieron una identidad falsa.

REENCUENTRO EN «QUIÉN SABE DÓNDE»
Las hermanas Florencia (72 años) y María (70), que aparecen de niñas en la portada, fueron repatriadas desde Francia por la Falange y dadas en adopción.Florencia: «Cuando llegué pregunté a una monja por mi hermana.Me dijo: “Seguramente la tirarían por la ventanilla del tren”.Nunca lo creí». Se reencontraron en el programa de Paco Lobatón casi 60 años después.

SECUESTRO EN LA CALLE
José Murillo. Su hermana María Esperanza fue secuestrada e internada en un convento de clausura a la fuerza: «Le dijeron a mi madre: “Se han llevado a cuatro niñas que estaban jugando en la calle. A tu niña, a la de Josefa y a dos más…”».

«NOS LLAMABAN ESCORIA»
Hermanas Aguirre. Francisca (escritora), Susana y Margarita: «Las de Auxilio Social nos juntaron y nos dijeron que éramos escoria, hijas de horribles rojos, ateos, criminales, que no merecíamos nada y que estábamos allí por pura caridad pública».

EL POBRE NIÑO LENIN
Julia Manzanal. «Cuando fueron a detener a Justa Mir, su hijo lloraba y ella le llamó: “Lenin, ven hijo mío”. Los policías le dijeron: “¿Qué ha dicho, cómo se llama el niño?”. Cogieron al crío por las piernas y le estrellaron la cabeza contra la pared».

ROBO EN EL HOSPITAL
Emilia Girón. Hermana del guerrillero El León del Bierzo: «Me dijeron que se llevaban a mi niño para bautizarlo y ya nunca lo volví a ver… Y con esa angustia he estado toda mi vida, porque sé que lo parí. Me pregunto a cuántos más se llevaron».

UN AÑO DE CONMOVEDORA INVESTIGACIÓN

Era el año 2000. El Parlamento catalán acababa de aprobar una ley que permitía indemnizar a las personas que habían estado presas por culpa del franquismo. Un equipo del programa 30 minuts de la televisión catalana decidimos hacer un reportaje sobre aquellos hombres y mujeres que ahora, al final de sus vidas, recibían por primera vez un reconocimiento a su lucha. Así fue como supimos que la Dictadura tuvo otros presos de los que no se hablaba: los niños, las víctimas inocentes que habían cometido el delito de ser hijos de rojos. Fue el historiador Ricard Vinyes el primero que nos habló de niños en las cárceles, que morían o que no habían regresado jamás con sus familias. Sus palabras se nos grabaron en el cerebro. No éramos conscientes, entonces, de cuánto horror tendríamos que escuchar, de cuántas veces nuestras lágrimas se habrían de juntar con las de protagonistas como Julia Manzanal cuando contaba cómo vio morir a su hija en la cárcel de Amorebieta sin que ningún médico la atendiera, o Emilia Girón: «Se llevaron a mi hijo para bautizarlo, pero ya no lo volví a ver jamás». El Régimen dejó constancia escrita de muchas de sus barbaridades, pero sus herederos se encargaron de que los documentos no aparecieran nunca, como la Falange o la Fundación Nacional Francisco Franco. Muchas veces sólo nos quedan las palabras de las víctimas, y muchas han desaparecido porque nuestro interés por ellas llegó demasiado tarde. Otras no quieren hablar, aún tienen miedo. Fuimos sumando el testimonio de quienes están dispuestos a pasar un mal rato recordando momentos dolorosos para que quede constancia. Ésta es la desconocida historia de los niños perdidos del franquismo. Teresa Martín, que estuvo presa con su madre, nos decía: «Muchas cosas han desaparecido pero la Historia está ahí. Si alguien quiere que la memoria perdure, no tiene más que preguntar. Tengo 62 años, es la primera vez que hablo, es la primera vez que me preguntan».

MONTSE ARMENGOU y RICARD BELIS (autores del libro Los niños perdidos del franquismo, que el 24 de octubre publicará Plaza & Janés)

Envíado por Pedro. V. Romero

Fuente: Crónica «El Mundo»