Por primera vez en los últimos 60 años víctimas de los campos de exterminio nacionalsocialistas son aceptados como querellantes por la justicia española…

marzo 27, 2009

Información
Caso Mauthausen

Listado de acusaciones particulares en el caso de las víctimas españolas de los campos de exterminio del III Reich.

Introducción:

El Equipo Nizkor presentó el 19 de junio de 2008 la primera querella interpuesta en España por las víctimas españolas en los campos de exterminio nacional-socialistas durante la II Guerra Mundial. Esta querella fue admitida por el Juzgado de Instrucción Núm. 2 de la Audiencia Nacional el 17 de julio de 2008.
La estrategia jurídica en este caso ha sido dar lugar a que los familiares y sobrevivientes de los campos de concentración, especialmente los de Mauthausen, estén representados directamente en el procedimiento, de manera que sean ellos directamente los actores del mismo. Con esta finalidad, todas las personas que a continuación presentamos como acusaciones particulares han otorgado poderes al Equipo Nizkor a efectos de garantizar la unidad procesal y el nombramiento de abogados y procuradores. De esta manera la dirección jurídica del caso es llevada directamente por nosotros con nuestro propio equipo jurídico y nombrando además abogados que, o bien han actuado en el caso Scilingo, o que son integrantes de otras asociaciones de víctimas del franquismo que tienen abogados, como es el caso de la Federación de Foros por la Memoria.
Asimismo, bajo la dirección y coordinación del Equipo Nizkor, han colaborado y colaboran en el procedimiento: la International Human Rights Law Clinic (American University, Washington College of Law), la Allard K. Lowenstein International Human Rights Clinic de la Facultad de Derecho de la Universidad de Yale y la firma internacional de abogados Cleary Gottlieb Steen & Hamilton LLP (Oficinas de Nueva York y Moscú).
Han otorgado también poderes al Equipo Nizkor para su representación como acusaciones populares AFAR II Rep y AGE como forma de apoyar este histórico procedimiento.
Por primera vez en los últimos 60 años víctimas del nacional-socialismo alemán y, especialmente del campo de exterminio de Mauthausen, pueden presentarse ante los tribunales españoles a efectos, no sólo de exigir justicia, sino también de lograr su reconocimiento jurídico negado sistemáticamente por el Estado español, tanto por el régimen franquista como por los gobiernos democráticos surgidos después de la constitución de 1978.
En este caso concreto la Audiencia Nacional, y especialmente los fiscales asignados al caso y el juez instructor, tienen en sus manos, no sólo hacer justicia, lo cual por sí solo ya sería suficiente, sino que exista un reconocimiento de tales víctimas y de la colaboración española con el III Reich.

Gregorio Dionis
Presidente del Equipo Nizkor
Charleroi y Madrid, 20 de marzo de 2009
MAS INFORMACION:
Tfono: +32.71.798.634

Fuente:    logonizkor


El Proyecto de la Memoria ya lleva recopilada el 70% de la información…

marzo 27, 2009
«La Guerra Civil española ha sido el acontecimiento más importante del siglo XX en España», aseguró ayer Etxebarría.
jchaves
Sus consecuencias en Extremadura, que fueron «dramáticas», fueron recordadas ayer en Badajoz durante el Congreso Internacional que organizó el Proyecto de la Memoria Histórica, que pretende recopilar esta parte de la historia reciente «con distanciamiento, como exige la ciencia historiográfica», explicó su director, el profesor Julián Chaves.

En estos seis años de investigación, la Universidad de Extremadura ya ha recopilado «el 70% de la información», contrastada en todos los registros civiles de la región, los de las prisiones, buena parte de los municipales, y casi todos los nacionales.

En total, se tienen datos de 14.000 represaliados del bando republicano y franquista en las dos provincias, y se sigue trabajando con la recogida de testimonios por todos los pueblos entre los familiares de las víctimas y testigos aún vivos de lo que ocurrió. El siguiente paso, en su opinión, es el de generar documentos e información que pueda ser consultada libremente por ciudadanos e investigadores en el futuro con el fin de aclarar, «hasta donde se pueda», las circunstancias de la Guerra Civil en la región.

En este sentido se pronunció también ayer Francisco Etxebarría, que aseguró que en Extremadura se está abordando de forma correcta la investigación de esta parte de la historia, pero consideraba necesarias dos cosas más: que se cree un centro histórico público de documentación sobre la memoria histórica, similar al que ya existe en otras comunidades; y una oficina de atención a las víctimas de la represión, para que los familiares o herederos de estas víctimas tengan un sitio de referencia al que acudir, bien en demanda de información, aportar datos, o solicitar su búsqueda.

En la actualidad, existe mucha desinformación respecto a qué lugares se debe acudir, y muchos ciudadanos siguen confundiendo el Proyecto de la Memoria con las diferentes asociaciones.


Iniciativa pide que se retire el libro ´España, sueño imposible´ de las bibliotecas…

marzo 27, 2009

Memoria Histórica

Sorribes denuncia que el libro publicado por la Diputació de Castelló supone «una apología del franquismo»

EFE El dirigente de Iniciativa Vicent Enric Sorribes ha pedido a la Conselleria de Cultura la retirada del libro publicado por la Diputación de Castellón, «España, sueño imposible», de José Luis Lapeña, de la red de bibliotecas públicas valencianas por constituir «una apología del franquismo».

Según ha asegurado Sorribes en un comunicado, en este libro se hace también «apología del genocidio, justifica el golpe de Estado y menosprecia y humilla la memoria de los demócratas víctimas de los crímenes, persecución y represión del franquismo».

Según ha expuesto Sorribes, este libro «está repartido por toda la red de bibliotecas públicas de las comarcas de Castellón, así como en las agencias de lectura», por lo que «pueden existir cerca de un centenar de un ejemplar de este panfleto repartidos en la demarcación de Castellón».

Ha recalcado que la distribución de esta publicación «no sólo se limita a la voluntad de exaltados extremistas y negacionistas como Carlos Fabra o Miguel Ángel Mulet, sino que también afecta a la Conselleria de Cultura, que ha de pronunciarse como responsable máximo de la red pública de bibliotecas valencianas».

Por ello Iniciativa ha pedido a la Conselleria la retirada de todos estos ejemplares, por suponer «un atentado a las víctimas del franquismo».


La naturaleza del suelo extremeño dificulta la identificación de los restos…

marzo 27, 2009
EFE
Actualizado 25-03-2009 13:01 CET

Badajoz.-  El forense de la Facultad de Medicina y Odontología del País Vasco, Francisco Etxeberría, ha dicho hoy que los investigadores tienen dificultades en Extremadura al tratar de identificar en los laboratorios los restos de los represaliados en la Guerra Civil ya que el suelo granítico «los conserva muy mal y aparecen disgregados».

El forense de la Facultad de Medicina y Odontología del País Vasco, Francisco Etxeberría. EFE/Archivo

El forense de la Facultad de Medicina y Odontología del País Vasco, Francisco Etxeberría. EFE/Archivo

Así lo ha explicado antes de inaugurar en Badajoz el Congreso Internacional «Extremadura y la Guerra Civil 70 años después de su final. 1939-2009», que se celebra hasta mañana jueves, día 26, en la Facultad de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad extremeña (UEX).
Etxebarría, que intervino en 2000 en la primera exhumación de este tipo de restos en Priaranza del Bierzo (León), ha ofrecido en Badajoz la ponencia inaugural, «Los problemas referentes a la localización de fosas apertura e identificación de los restos de los represaliados», un temas que es abordado desde una perspectiva forense, técnica y científica, y que es «una oportunidad más de hablar de la memoria histórica».
Al respecto, ha señalado que desde 2000 se han abierto unos 170 enterramientos y recuperado unos 4.000 esqueletos, aunque ha precisado que «no se van a recuperar todas las víctimas, entre otras razones porque hay fosas que ya están desbaratadas o porque, sencillamente, no las vamos a poder encontrar».
Ha agregado que «casi en cada pueblo hay una fosa o toda España es una fosa».
El forense ha manifestado que también tienen dificultades al tratar de identificar restos en Extremadura ya que el granito extremeño «conserva muy mal los restos humanos, que aparecen disgregados y de los que es dificilísimo extraer el ADN».
Por contra, ha continuado, en otras zonas de España «la conservación es perfecta y se pueden encontrar hasta trozos de periódico en el bolsillo de la chaqueta de la víctima y podemos hasta leer ese papel».
El congreso también incluye la presentación de testimonios de personas represaliadas en la Guerra Civil, entre ellos Joaquín Fernández López-Alegría, nieto mayor por vía materna de Eladio López Alegría, «que fue el primer alcalde republicano de Badajoz elegido por sufragio popular en las elecciones del 12 de abril de 1931».
Esta persona, ha agregado, «estuvo un mes recluido en casa por miedo» cuando entraron en Badajoz las tropas franquistas el 14 de agosto de 1936.
Según ha manifestado, un mes después, el 15 de septiembre, salió a trabajar a la Cámara Urbana, donde ejercía como secretario, y «allí fueron a por él y lo secuestraron, podemos decir que violentamente, tras lo que el día 16 lo fusilaron en la pared del Cementerio, tristemente famosa».
El congreso está dirigido por el también experto Julián Chaves Palacios, que ha dicho que la Guerra Civil «fue un episodio más de nuestra historia» y ha pedido que «pese a la carga de tragedia que conlleva, nos acostumbremos a verlo ya como pasado», una época que «es necesario estudiar».
En esta labor ha insertado el Proyecto de Recuperación de la Memoria Histórica en Extremadura.
El foro de Badajoz, tiene como fin hacer balance mediante factores que «son más susceptibles de ser tocadas», para lo que han programado ponencias sobre represión, las actividades de retaguardia y operaciones militares, la proyección de los documentales «Los refugiados de Barrancos» y «Libertad enterradas», y la mesa redonda «Memoria Histórica y Asociaciones».
Asimismo, se presentan 25 comunicaciones sobre estudios efectuados en Extremadura a cargo de profesores e investigadores españoles y portugueses.
Ha dicho que, «curiosamente, setenta años después de finalizar la Guerra Civil, todavía sigue concitando la atención» por lo que considera que «tenemos un momento coyuntural estupendo para que profundicemos en el conocimiento de lo que fue la Guerra Civil».


Nota:

marzo 27, 2009

El TS pregunta al fiscal si debe admitirse otra querella contra Garzón por investigar los desaparecidos del Franquismo

www.elEconomista.es Puedes leer la noticia completa en la siguiente dirección: http://www.eleconomista.es/legislacion/noticias/1116778/03/09/El-TS-pregunta-al-fiscal-si-debe-admitirse-otra-querella-contra-Garzon-por-investigar-los-desaparecidos-del-Franquismo.html

«El Valle de los Caídos», la historia completa del símbolo del franquismo…

marzo 27, 2009

fernando-olmeda

El próximo 1 de abril se cumplen 50 años de la inauguración del Valle de los Caídos, en cuya historia indaga el periodista Fernando Olmeda en un libro que pretende combatir «el desconocimiento» existente en torno al más emblemático símbolo de la dictadura franquista.

El periodista Fernando Olmeda indaga en la historia del Valle de los Caídos, que el próximo 1 de abril cumple 50 años de su inauguración, en el libro «El Valle de los Caídos. Una memoria de España» que pretende combatir «el desconocimiento» existente en torno al más emblemático símbolo de la dictadura franquista.

EFE
«Era una labor necesaria y un reto, porque el problema que ha habido es el desconocimiento», afirma Olmeda en una entrevista con Efe, tras constatar que no había ningún libro monográfico completo.
«El Valle de los Caídos. Una memoria de España» (Editorial Península), rescata, según su autor, «episodios absolutamente inéditos y aporta nuevos datos sobre los más controvertidos» gracias a que tuvo un acceso completo a los archivos existentes.
Olmeda atribuye a Francisco Franco la idea de su construcción «para honrar la memoria de los caídos del bando vencedor», edificación que comenzó en 1940 según un proyecto de Pedro Muguruza y Diego Méndez, y en la que trabajaron miles de presos republicanos, junto con obreros y también presos comunes.
Allí reposan los restos mortales de 33.846 combatientes de ambos bandos enfrentados en la Guerra Civil (1936-1939), junto a los de Franco y José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange Española.
Para recibir sepultura, entre los requisitos era obligado ser español y católico (estar bautizado), pero, según recoge el libro, hay al menos dos extranjeros sepultados en el Valle de los Caídos, el legionario holandés Lamberto Dellmijn Chenalaar, fallecido en el frente de Aragón el 26 de octubre de 1936, y el chileno Juan Francisco Jiménez, ejecutado en el castillo de Montjuic el 25 de junio de 1938.
Para Olmeda «la enorme carga simbólica del monumento ha provocado que los españoles nos acerquemos con el corazón más que con la cabeza al monumento», además de haber recibido información del mismo solo a través del NO-DO durante 40 años, desde la perspectiva del régimen.
Luego, «no se ha completado esa perspectiva del monumento en los últimos años» y de alguna manera «ese peso enorme, simbólico, ha disuadido a los investigadores a acercarse con normalidad».
«Yo intenté acercarme sin ideas preconcebidas, predispuesto al hallazgo, y encontré», destaca el autor, que dice que lo que más le impresionó en su investigación fueron las cartas de los familiares de desaparecidos enviadas a las autoridades o al propio Franco para pedir ayuda para encontrar a sus seres queridos.
Olmeda recorre siete décadas de la historia reciente de España desde el momento en el que Franco concibe la idea de «construir un gran monumento nacional que desafiase al tiempo y al olvido».
«Si en algún momento Franco o el régimen pensaron que iba a ser un monumento a la reconciliación, creo que se equivocaron de modo estrepitoso, porque realmente el monumento ha sido fuente de conflicto a lo largo de la historia».
Sostiene que «hay una abrumadora mayoría de documentos en los que se habla de caídos por Dios y por España, caídos (en el frente) y mártires (asesinados en zona republicana).
«Sólo cuando a Franco le interesó -añade Olmeda- cambió el discurso y se apropió del término reconciliación que ya estaba manejando la oposición política e introdujo en la propaganda oficial el término reconciliación. Ese es el origen de que posteriormente se haya hablado de un monumento para todos los caídos».
«Media España lo cree así, pero la otra media no, por lo tanto no parece que esa idea calase en el pueblo español», agrega.
La Ley de la Memoria histórica, aprobada en 2007, y que contempla el uso religioso del recinto y prohíbe las manifestaciones políticas y la exaltación del régimen franquista, «no es el final del camino, sino el principio», sostiene Olmeda, que opina que «tanto el monumento como la sociedad española merecen soluciones a futuro», como la instalación de «un museo que cuente su historia» como ocurre en otros «lugares de la memoria» de distintos países.
Cada año, decenas de miles de personas visitan el Valle de los Caídos, ubicado a 57 kilómetros de Madrid, y que en 2008 recibió un total de 369.877 visitantes, según cifras de Patrimonio Nacional.
El libro incorpora datos nuevos, como los intentos de fuga, incluida la evasión simultánea de once presos en la mañana del 11 de septiembre de 1944, más allá de la ya conocida protagonizada por Manuel Lamana y Nicolás Sánchez- Albornoz.
También recoge el paso de ilustres visitantes, como el actual Papa Benedicto XVI, quien lo visitó el 7 de julio de 1989, entonces como Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Y describe la profunda admiración que despertó en el dictador chileno Augusto Pinochet cuando éste asistió en 1975 al funeral de Franco, según recuerda -y recoge el libro- Lorenzo Olarte, que en su calidad de presidente del Cabildo de Gran canaria y Gobernador Civil en funciones recibió en el aeropuerto grancanario al mandatario chileno que hizo escala allí.
Fernando Olmeda (Madrid, 1962), ejerce el periodismo desde hace 27 años y ha desempeñado principalmente esa labor en la Cadena Ser, Telemadrid y en los informativos de Telecinco.
María Luisa González

Fuente: Agencia EFE


BADAJOZ: ESTE AÑO ABRIRÁN Y DOCUMENTARÁN UNA DOCENA DE FOSAS DE FUSILADOS EN LA REGIN…

marzo 27, 2009

El Proyecto de Recuperación de la Memoria Histórica acumula 300 peticiones de familiares de desaparecidos que piden saber dónde están Un Congreso Internacional presenta en Badajoz los últimos avances

Hoy.es/ CELIA HERRERA

La foto de un sencillo lapicero sirvió ayer para reivindicar «verdad, justicia y reparación» para las miles de víctimas de la represión franquista que aún yacen sin nombre en cientos de pozos, cunetas, minas, agujeros y parajes apartados en toda España, recordó ayer en Badajoz Francisco Etxebarría en el transcurso de un congreso internacional sobre lo ocurrido en Extremadura desde el fin de la Guerra Civil hasta nuestros días.

«Este lapicero- hallado en una de las fosas excavadas por Etxebarría en el País Vasco- nos pide que contemos la historia» destacó Etxebarría, que advirtió que en cada pueblo de España hay una fosa, o «toda España es una fosa».

Con esta idea se lleva trabajando en Extremadura desde hace seis años con el Proyecto de la Memoria Histórica, que lleva localizadas, excavadas, y documentadas una veintena de fosas en la región y que proyecta abrir otra docena este año, anunció ayer su coordinador Cayetano Ibarra.

Inmediatas

De forma inmediata, y probablemente después de Semana Santa, se abrirán las que están ya localizadas, y confirmadas por un georadar en Bodonal de Ibor, Cadalso, Puebla de Alcocer, y Villasbuenas de Gata.

En la fosa de Bodonal de Ibor, donde ya se han recogido casquillos de bala, los investigadores esperan encontrar los restos de tres vecinos de una aldea cercana, y que estaban emparentados entre sí (dos hermanos y un tío).

En Cadalso confían hallar vestigios del alcalde republicano de la localidad, que fue asesinado y enterrado en una fosa junto a otro vecino.

Como curiosidad, Cayetano Ibarra destacó que esta fosa se encuentra en medio de una finca particular, propiedad del actual alcalde de Collado, que es del PP.

«En este caso concreto no hemos pasado el georadar. El alcalde nos ha enseñado el lugar exacto que conoce bien porque, de toda la vida, su padre le ha dicho dónde estaba», comenta Ibarra con satisfacción.

En Villasbuenas de Gata se quiere abrir tres fosas ya localizadas y documentadas, en las que se espera encontrar también los restos de vecinos de pueblos de alrededor que fueron trasladados hasta ese enclave.

También se intervendrá de forma inmediata en Puebla de Alcocer, donde se actuará en dos fosas que se corresponden con dos antiguas trincheras de la Guerra Civil, y que fueron utilizadas como tumba improvisada de muchos fusilados. Con todas las cautelas, los investigadores del Proyecto estiman que podrían encontrar en ellas los restos de medio centenar de personas.

Cuatro más

En la actualidad, también se está gestionando conseguir los permisos para intervenir en otras cuatro fosas más situadas en Zorita, Fregenal, y Escurial.

La de Zorita está localizada en un pasillo asfaltado del cementerio de la localidad, en el que diversos testimonios aseguran que fueron enterrados 14 vecinos de la vecina Garciaz.

En Escurial se pretende excavar otras dos fosas: una en la que se previsiblemente encuentra el cuerpo de un vecino que fue tiroteado por el capitán Gómez Cantos «casi de broma, por una apuesta», contó ayer Cayetano Ibarra; y otra situada en la dehesa boyal ‘Los Arenales’, en la que podrían encontrarse los cuerpos de vecinos fusilados en otros pueblos.

Además de estas excavaciones, ya programadas, este año podrían abordarse otros proyectos si se agilizan los trámites y la investigación de otras fosas pendientes, como la de Feria, donde ya se ha desarrollado todo el proceso previo de documentación.

Cada una de estas investigaciones puede durar meses, y el hallazgo de restos no está además garantizado, advierte Ibarra, que ya cuenta con la suficiente experiencia como para abordar todos estos temas con prudencia.

El año pasado, por ejemplo, de todas las excavaciones realizadas, sólo en cinco se encontraron restos, y no siempre los esperados: en Salvatierra de los Barros se hallaron cuatro cuerpos; en Villar del Rey se buscaba a seis, y sólo se encontraron los restos de dos y medio; en Llerena aparecieron alrededor de 40; y en Mérida, al lado del Cementerio, sólo se halló los restos de la parte superior de un cuerpo.

Mérida resultó, en cierto modo decepcionante por todas las expectativas creadas en los años anteriores a la excavación, pero la investigación sirvió para confirmar que allí se habían enterrado los cadáveres de muchos fusilados en las tapias del Cementerio, que fueron luego incinerados; y que años después fueron desenterrados, como aseguraban numerosos testimonios.

Dificultades

Hasta el momento, el Proyecto de la Memoria Histórica lleva recibidas 300 peticiones de familiares que quieren saber dónde se encuentran los desaparecidos.

En muchos casos, advierte Ibarra, no se podrán recuperar o hallar jamás sus cuerpos por muchos esfuerzos que se hagan.

El mismo Etxebarría alertó ayer de las dificultades que ofrece el trabajo de excavación e investigación de fosas en Extremadura por la acidez del terreno, y su composición granítica, que deteriora mucho los restos óseos.

Mientras tanto, los investigadores siguen ahondando en diverso aspectos de la represión, y algunos de los últimos estudios fueron presentados ayer en el Congreso Internacional, que termina hoy.

Juan Ángel Ruiz Rodríguez habló, por ejemplo, de los 253 vecinos que fallecieron en Castuera víctimas de la represión, muchas de ellas mujeres: 182 del bando republicano, y 71, nacionales.

La portuguesa Maria Dulce Antunes avanzó sus estudios sobre la relación entre Portugal y los que huían de Andalucía y Extremadura, y José Hinojosa se centró en el PCE de Cáceres en 1936, que en ningún caso se preocupaba entonces de iniciar «la revolución», advirtió el historiador.

El Proyecto de la Memoria ya lleva recopilada el 70% de la información

«La Guerra Civil española ha sido el acontecimiento más importante del siglo XX en España», aseguró ayer Etxebarría.

Sus consecuencias en Extremadura, que fueron «dramáticas», fueron recordadas ayer en Badajoz durante el Congreso Internacional que organizó el Proyecto de la Memoria Histórica, que pretende recopilar esta parte de la historia reciente «con distanciamiento, como exige la ciencia historiográfica», explicó su director, el profesor Julián Chaves.

En estos seis años de investigación, la Universidad de Extremadura ya ha recopilado «el 70% de la información», contrastada en todos los registros civiles de la región, los de las prisiones, buena parte de los municipales, y casi todos los nacionales.

En total, se tienen datos de 14.000 represaliados del bando republicano y franquista en las dos provincias, y se sigue trabajando con la recogida de testimonios por todos los pueblos entre los familiares de las víctimas y testigos aún vivos de lo que ocurrió. El siguiente paso, en su opinión, es el de generar documentos e información que pueda ser consultada libremente por ciudadanos e investigadores en el futuro con el fin de aclarar, «hasta donde se pueda», las circunstancias de la Guerra Civil en la región.

En este sentido se pronunció también ayer Francisco Etxebarría, que aseguró que en Extremadura se está abordando de forma correcta la investigación de esta parte de la historia, pero consideraba necesarias dos cosas más: que se cree un centro histórico público de documentación sobre la memoria histórica, similar al que ya existe en otras comunidades; y una oficina de atención a las víctimas de la represión, para que los familiares o herederos de estas víctimas tengan un sitio de referencia al que acudir, bien en demanda de información, aportar datos, o solicitar su búsqueda.

En la actualidad, existe mucha desinformación respecto a qué lugares se debe acudir, y muchos ciudadanos siguen confundiendo el Proyecto de la Memoria con las diferentes asociaciones.


Esp – El caso de la Fosa de Benagéber sirve como modelo para comprender las perversas consecuencias sociales, políticas y jurídicas de la denominada «Ley de la Memoria»…

marzo 27, 2009

rafael-darijo-benageber

Caso Fosa de Benagéber


Memoria versus Justicia

El caso de la Fosa de Benagéber (Valencia) ha sido adoptado por el Equipo Nizkor con motivo de la solicitud que Sebastiana Ortega Torres nos dirigió para que la representáramos jurídicamente a través de nuestros abogados y a causa de su oposición al desenterramiento de su tío, Manuel Torres Hervás, de la fosa en que está enterrado legalmente y donde fue inhumado tras su ejecución sumaria y extrajudicial por parte de la Guardia Civil. Sebastiana posee la documentación legal suficiente, a la cual tuvo acceso a través del programa sobre desaparecidos que, hace unos años, realizó el periodista Paco Lobatón en TVE, y no por la vía legal correspondiente, a la que nunca tuvo acceso. Además, le fue denegada la documentación pertinente existente en los archivos de la Guardia Civil, dado que los «guerrilleros» fueron siempre considerados bajo la Ley de Bandolerismo, y, hasta la fecha, nunca fueron reconocidos jurídicamente.

Esta página nos permite hacer el seguimiento jurídico de un caso concreto que afecta tan solo a una de las aproximadamente 1.400 fosas que se han desenterrado en España sin que haya existido asistencia judicial, ni se haya seguido un protocolo forense concordante con el tipo de crímenes contra la humanidad y, en muchos casos, ni siquiera el protocolo forense ordinario en los casos de asesinatos o levantamiento de cadáveres o necropsias de restos humanos por parte de la justicia penal.

Es evidente que el Gobierno español, a través de la Ley de la Memoria, tiene la intención, no sólo de consolidar lo que denominamos «el modelo de impunidad español», sino que además y mediante una forma perversa de utilización del poder, tiene la pretensión de enfrentar memoria a justicia como forma de obviar la aplicación del derecho penal internacional y del derecho europeo, así como de la práctica seguida en toda Europa con las víctimas del nacionalsocialismo y del fascismo, convirtiendo los desenterramientos bajo esta ley en una forma legal de destrucción de pruebas penales y de fortalecimiento del negacionismo histórico.

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Podéis consultar los archivos de comentarios, enlaces, archivos de prensa relacionados con esta noticia en la página del EQUIPO NIZKOR:

Fuente:

www.derechos.org/nizkor





Franco prefería una guerra rápida y limpia…

marzo 27, 2009

el-arte-de-matarJorge M. Reverte publica una nueva versión de las intenciones del general

MADRID – 27/03/2009 08:00

El periodista Jorge M. Reverte anuncia en las dedicatorias de su nuevo libro sobre la Guerra Civil que El arte de matar. Cómo se hizo la Guerra Civil española (RBA) es su «definitivo libro» sobre el asunto, o al menos eso cree. Todo puede pasar porque a fuerza de trastear en archivos va añadiendo documentación inédita a sus futuros libros. En este caso ha juntado un tesoro sobre las cartas que aclaran la visión de la guerra del general del Ejército Popular Vicente Rojo. En el Archivo Histórico Nacional (AHN), los documentos del EMC y del Archivo General Militar de Ávila aclaran la visión estratégica del general: «Resulta chocante su obsesión por la batalla decisiva, por el desarrollo de alguna ofensiva que acabara la guerra de un plumazo», escribe el autor en el prólogo del libro.

En El arte de matar Reverte confirma que uno de los fallos más graves del Ejército Popular fue la visión tan distante que mantenían Manuel Azaña, presidente de la República, y Juan Negrín, presidente del Gobierno. El primero quería resistir como fuera para que las potencias europeas obligaran a un cese de las hostilidades al Ejército Rebelde y el otro lanzar ofensivas decisivas. Tan ingenua una como la otra al mirarlas hoy. «Azaña nunca perdió la esperanza de que las potencias europeas plantaran cara a Hitler y ayudaran a la República», explica el escritor a este periódico.

Resistir como sea

Rojo fue el mejor general, según Reverte, pero cometió el error de creer que podría dedicarse a la actitud ofensiva con los escasos recursos que tenía. «Se queja constantemente de que no tiene oficiales preparados. Y con lo que tuvo hizo operaciones increíbles, como el cruce del Ebro y otros planteamientos mucho más ingeniosos que los de sus enemigos». Entre los logros, el periodista destaca sobre todo la defensa de Madrid y aprovecha las remontadas del Ejército Popular, para proponer una nueva teoría a la actitud de Franco: «No es que quisiera que la guerra durase más, es que Franco no pudo ganarla antes».

Franco demostró que su soberbia fue el origen de su torpeza en el campo, como quedo claro en el empecinamiento por conquistar una plaza inútil como Teruel. No fue un buen estratega militar, fue un «buen estratega político». Y no consiguió su batalla rápida porque la planteó mal: «En el ataque a Madrid echa todo lo que tiene, pero se encuentra con una gente que le resiste. En las interpretaciones que apoyan la idea de una guerra de desgaste y represión, se olvida del Ejército Popular, que consigue rehacerse una y otra vez. Madrid fue una obsesión para Franco y Madrid se le resistió siempre», explica Jorge M. Reverte.

La idea de que Franco quería alargar la guerra la formuló Dionisio Ridruejo y luego la adoptaron historiadores como Paul Preston o Ángel Viñas. «Pero es una teoría que no se sostiene sostiene el autor, porque está amparada por una ideología que describe a Franco como un asesino que quería matar más. Y Franco no necesitó guerra para seguir matando, porque lo hizo hasta el año 1943 de una manera sistemática y masiva». No olvida que, aunque Franco prefiriese una batalla rápida, la idea de Mola era «matar en pocas semanas a 100.000 personas».

http://www.publico.es/culturas/213355/franco/preferia/guerra/rapida/limpia

Historias bélicas de niños viejos

Un viaje, en forma de libro, a las vivencias infantiles de la Guerra Civil y el exilio

EL PAÍS  –  Cultura – 27-03-2009

La guerra pone las vidas patas arriba. Los niños se comportan como viejos y los viejos pueden parecer niños. Margarita García Zornoza (Madrid, 1935) se camuflaba en los portales donde las estraperlistas de cabezas rapadas vendían aceite y pan de contrabando y desplegaba todas las tácticas de contravigilancia de las que era capaz. «Tenía 8 años, pero uno deja de ser niño bajo esas circunstancias. Yo soy más niña ahora que nunca», aclara.

Demasiado pequeña para recordar la guerra, que pasó en Murcia con sus abuelos maternos, rememora nítidamente aquellas sesiones de mercadeo clandestino donde las estraperlistas le contaban las vejaciones que sufrían cada vez que eran detenidas durante la posguerra: «Les daban aceite de ricino a litros, les cortaban el pelo, las maltrataban y abusaban de ellas». Revive también el día de 1943 cuando «una bruja depauperada» intentó besarla y ella se negó. Era su madre, una republicana enferma y debilitada por las miserias de dos guerras consecutivas -la española y la mun-dial-, que retornaba de Francia gracias a los auspicios de la Cruz Roja Internacional. Volvía para morir. Pero no lo hizo. Se recuperó y en el 45, emocionada con el final de la guerra, marchó de nuevo a Francia con sus dos hijos usando un extraño pasaporte, que sólo le autorizaba a salir de España y no a regresar.

Por la infancia francesa de aquella niña de la guerra que fue Margarita Zornoza pasó Jorge Semprún, amigo de la familia, cuando era Federico González. Tras una nueva mudanza a Venezuela, a los 24 años descubrió que su padre no había desaparecido durante la guerra civil al leer en una revista que triunfaba en la radio y la televisión de Perú. Luciano García había sido uno de los 13 refugiados en la Embajada de Chile en Madrid en 1939, que abandonó hacia el exilio tras la mediación de Pablo Neruda. Margarita Zornoza tardó décadas en reencontrarle pero fue más afortunada que los que perdieron a sus padres.

Los niños, como ella, son también blanco de las bombas y de la propaganda en las guerras totales -y la española lo fue-. La historiadora Verónica Sierra (Guadalajara, 1978) ha rastreado en las vivencias infantiles durante la Guerra Civil y la posguerra en Palabras huérfanas (Taurus). Desmonta de entrada una errónea creencia: los niños soldado no son una anomalía moderna inventada en África. La historiadora recuerda que Garibaldi reclutó menores de entre 12 y 15 años y que Napoleón alistó adolescentes. España también tuvo sus niños soldado: la quinta del biberón, formada por jóvenes alistados con menos de 18 años, diezmada en la batalla del Ebro.

En los tres años del conflicto murieron por diferentes causas 414.000 niños, según cifras de Ramón Salas Larrazábal. Otro grupo herido por la historia fue el de los 30.000 evacuados hacia otros países (Francia, Reino Unido, Bélgica, Suiza, Dinamarca, Rusia y México) para librarse de los horrores bélicos. El hambre era uno de ellos. Eso explica las permanentes referencias a la comida que hacen los niños en las cartas que envían a los familiares que dejaron atrás. Eso explica el gesto de Laura García Pindado, que incluyó migas de pan en una carta desde Rusia dirigida a sus tíos. «Te mando unas miguitas de pan blanco, que en la de mi mamá no me he acordado», anotó en la parte interior del sobre.

Un gesto pueril y solidario que conmovió a la historiadora mientras preparaba el libro, que reconstruye historias de niños a partir de cartas, diarios, cuadernos, redacciones o dibujos. No fue el único que la sobrecogió. Las cartas de súplica firmadas por pequeños que desean averiguar el paradero de sus padres. Algunas de las cuales, según descubrió Sierra, jamás llegaron a su destino.

El 5 de febrero de 1938, Ignacio Ruano escribió: «Apreciable camarada Joaquín Bustos: la presente es para decirle en nombre de un niño español que se halla en Rusia por causa de la guerra de España, tuve que desalojar y llevamos un año en Rusia del cual no he podido hallar el paradero de mis padres, y deseo que ustedes podrán encontrarles. Mi madre se llama Magdalena Pajares. Mi padre Daniel Ruano y un hermano de 16 años, Alejandro Ruano».

La tercera historia que escoge la historiadora es la de una niña evacuada a Francia que se encuentra que la colonia infantil no es tal y escribe a sus padres rogando que la rescaten cuanto antes. Consciente de que eso, con la que está cayendo, tal vez sea una petición imposible, acaba pidiendo papel, lápiz y sellos para, al menos, garantizarse la comunicación con la familia.

Juego de moda: fusilar

El libro de Verónica Sierra refleja también la capacidad infantil para remontar traumas e integrar el horror en su cotidianeidad, como descubrió el general Mola, uno de los sublevados, en agosto de 1936 y anotó en su diario: «Me ha chocado el juego que se llevaban unos chiquillos. Dos de ellos iban con escopetas de juguete. Los demás cogían a otro prisionero y lo conducían ante los armados. Éstos le gritaban al preso: ‘¡Viva España!, ¡viva España!’, y como el preso no contestara (el juego era no contestar), los de las escopetas apuntaban y el pelotón imitaba el fusilamiento». Debió ser un juego de moda porque también lo captó la cámara del fotógrafo Agustí Centelles. La infancia fue además un arma de la guerra propagandística. El Gobierno republicano organizó evacuaciones para poner los niños a salvo y aireó imágenes de escuelas bombardeadas por la aviación franquista. Por parte franquista, la salida de menores se atacó como un «robo» y su vuelta a casa se consideró una acción estratégica, aireada en carteles como el siguiente: «La España rota y roja te arrebató ese hijo. La España de Franco te lo devuelve. Ellos y nosotros cumplimos nuestros designios diversos. Ellos destruyen la familia. Nosotros edificamos la sociedad sobre ella».

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