La asociación «Ahaztuak 1936-1977» celebra un acto en Bilbao en recuerdo de las víctimas del franquismo…

agosto 23, 2009

ahaztuakLa plataforma por la memoria histórica, Ahaztuak 1936-1977 celebrará hoy domingo un acto en Bilbao en recuerdo a las víctimas del franquismo, con el objetivo de exigir «la verdad, justicia y reparación» para ellas. A la celebración acudirá la txupinera, Sonia Polo, perteneciente a esta asociación, a la que mostró su apoyo y solidaridad tras ser objeto de «una vergonzante» campaña.

Según informó Ahaztuak, el acto se celebrará a la una del mediodía en la zona lateral del Teatro Arriaga, junto a la txosna de «Pa..Ya», y realizó un llamamiento a participar a todas aquellas personas que estos días se encuentran disfrutando de la Aste Nagusia.

Además, destacó «la importancia» de desarrollar actos como el de mañana y que ya vienen desarrollando desde anteriores ediciones de las fiestas de Bilbao, con la pretensión de conseguir «el máximo» de implicación de la ciudadanía y de los movimientos sociales.

En este sentido, explicó que «un año mas» quieren hacer «mención especial» a la necesidad de no quedarse «exclusivamente» en lo recordatorio o lo simbólico, «por más que esto sea tambien necesario».

«Deben de darse pasos concretos y firmes en torno a conseguir en cada lugar y de cada estamento público o institucional hechos, actuaciones concretas que aporten a esa justicia y a esa memoria democrática que aún se les adeuda a las victimas del franquismo, tanto en lo individual de cada una de ellas como en lo colectivo», destacó.

En el acto de mañana, pretenden expresar y dar publicamente su apoyo y solidaridad a la txupinera Sonia Polo, miembro de su asociación que recientemente ha sido objeto de «una vergonzante» campaña contra su persona, a la que, posteriormente, siguió el envió de una carta anónima que contenía una bala.


IU de El Espinar (Segovia) rendirá homenaje esta próxima semana a los segovianos presos del franquismo…

agosto 23, 2009

Izquierda Unida de El Espinar (Segovia), en colaboración con el Foro por la Memoria Histórica de Segovia y la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de la localidad, homenajeará a partir del próximo jueves, día 27, a los segovianos que sufrieron en primera persona las represalias del bando vencedor en la Guerra Civil que asoló España entre el 36 y el 3 del pasado siglo.

El municipio de El Espinar y su comarca, Villacastín, Zarzuela del Monte, Valdeprados, Vegas de Matute, Otero de Herreros…sufrieron con una violencia sin duda desproporcionada las represalias en forma de prisión, destierro, fusilamientos con y sin consejo de guerra, entre otras, de sus ciudadanos y ciudadanas en una provincia en la que apenas hubo enfrentamientos armados, según denunció IU a través de un comunicado recogido por Europa Press.

Más de 200 espinariegos fueron encarcelados, de los cuales una docena murió entre rejas y mas de medio centenar fue fusilado, lo que da una idea de la dureza de los años de guerra y postguerra en El Espinar.

El historiador segoviano Santiago Vega Sombría ha realizado un estudio reconocido a nivel nacional e internacional sobre todo lo ocurrido en esos años oscuros de nuestra historia. Este estudio se traduce en el libro ‘Tras las Rejas Franquistas, Homenaje a los Segovianos Presos’, que da nombre a los actos que se han programado y contiene, además de una detallada explicación de todo lo ocurrido en la provincia, un minucioso censo de todos los segovianos presos, los fallecidos en prisión, los fusilados por sentencia de consejo de guerra y los ejecutados extrajudicialmente.

Los actos consistirán en una exposición que tendrá lugar en el Centro Cultural de El Espinar entre el jueves, día 27, y el domingo, día 30. El segundo de ambos días tendrá lugar el acto central que será la proyección del documental que lleva el mismo nombre, acompañado de una posterior charla-coloquio dirigida por el autor del documental y del estudio, Santiago Vega Sombría.

«El único objetivo de este homenaje es el de pagar una deuda impagable que los demócratas tenemos con los paisanos y paisanas que pagaron caro, carísimo, defender unos valores universales de libertad y justicia social que significaban estar del lado de la II República Española en aquellos momentos de nuestra historia», concluye IU.

Fuente: Yahoo. Noticias /EFE.

http://es.wrs.yahoo.com/_ylt=A0WTTkuEZZFKY0QBrB.Y.Qt.;_ylu=X3oDMTBjcXBoZjEwBHBvcwMzBHNlYwNzcg–/SIG=13hddsuca/EXP=1251129092/**http%3a//es.noticias.yahoo.com/5/20090822/tlc-iu-de-el-espinar-segovia-rendir-home-24eefc8.html


Un canadiense escarba en el pasado de La Vera. El forense Derek Congram ha buscado restos humanos enterrados en varios países del mundo; ahora lo hace en la provincia de Cáceres…

agosto 23, 2009
El forense observa atentamente el trabajo de una máquina. / E. G. R.

El forense observa atentamente el trabajo de una máquina. / E. G. R.

La primera vez que el forense canadiense Derek Congram visitó España lo hizo para trabajar, ayudando en las exhumaciones de Uclés (Cuenca) en el año 2006, donde la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica recuperó restos pertenecientes a más de 400 cadáveres.
Desde entonces ha continuado colaborando con la asociación, admirado por su dedicación y la peculiar coyuntura nacional, diferente al resto de países en los que ha buscado fosas comunes procedentes de contiendas militares.
Ahora, se encuentra en la comarca de La Vera, excavando para encontrar restos de desaparecidos en la Guerra Civil.
Cuenca, Cáceres… Parece claro que España le resulta interesante. «El contexto de estos trabajos me interesó porque es distinto de lo que hago normalmente. Suelo trabajar para el Estado de Canadá o para las Naciones Unidas», asegura este experto en una pausa en su labor. «Aquí vi que estaban intentando hacer el mismo trabajo, pero sin el apoyo del Estado. Incluso, en algunas circunstancias, en contra de él. Socialmente me interesó mucho, ya que es un contexto muy distinto, a pesar de tratarse del mismo trabajo», añade.
Viejos testimonios
Para Congram, una de las mayores dificultades de su labor actual es el tiempo que ha pasado desde la contienda. «Es una labor complicada, principalmente porque estamos dirigidos por testimonios de personas que en aquella época tenían pocos años de edad y vivieron una experiencia muy traumática. Ahora, estas mismas personas son mayores», afirma.
En cambio, cuenta que en otros países «solemos hablar con testigos de eventos que ocurridos hace uno, dos o tres años».
Esto hace que en ocasiones el testimonio que les guía no sea muy fiable debido al paso del tiempo o a otras circunstancias. «Pero seguimos buscando de la misma manera y con los mismos métodos, pero con menos información», incide’
Excavar en La Vera tiene además un plus de dificultad, debido a la composición de su subsuelo. «Cada lugar tiene diferentes características. Después de 80 años los huesos, suelen estar muy bien conservados, pero he hablado con gente con mucha experiencia en este lugar y me dicen que, por la composición del subsuelo, los restos se descomponen muy rápidamente».
En esta situación, el desánimo es otro enemigo a tener en cuenta. «Puede ocurrir que encontremos una fosa sin nada, solo esté el hueco. No es la primera vez que se encuentra una fosa con una suela, monedas,… y nada más».
Robos
Los problemas no son sólo naturales, también pueden tener forma humana. «Se han dado otros casos, como en Bosnia. Quienes mataron a las víctimas o sus colaboradores robaron los cu erpos para esconderlos mejor. Nosotros encontramos una fosa, un hueco donde sólo había zapatos y pies dentro. Utilizaron una máquina para excavar y llevarse los cadáveres, pero los cortaron a la altura de los tobillos, donde claramente estaban marcados los dientes de la pala de la máquina. Por eso supimos que allí hubo cuerpos».
Pero hay más posibilidades. «En el caso de la suela puede ser que los propios familiares exhumaran el cuerpo para darle sepultura en otro lugar, por lo que solo puedes decir que ‘tal vez’ hubo cuerpos».
Fuente: Hoy.es

http://www.hoy.es/20090816/regional/canadiense-escarba-pasado-vera-20090816.html


Monumento a los represaliados del franquismo…

agosto 23, 2009
Laura Rivero Carnicero

Laura Rivero Carnicero

LAURA RIVERA CARNICERO

Algo está cambiando en la ciudad para hacerla más de todos.

Las placas de las calles ya recogen tres nombres de zamoranos, nacidos o vividos aquí, muertos por vil asesinato tras el golpe de estado que rompió la legalidad republicana que el pueblo español había decidido democráticamente.
Felipe Anciones, los hermanos Barayón y Antonio Pertejo han recibido el pequeño homenaje del recuerdo de la ciudad donde vivieron y murieron, que les había olvidado como se pretende olvidar la infamia, porque no otra cosa fue su muerte.
Su nombre en las placas de sencillas calles de la ciudad, puestas con sigilo administrativo y político, sin inauguraciones, corte de cintas ni discursos oficiales, es un pequeño símbolo de una vida tan sencilla como la de la gente sencilla a la que defendían con sus ideas. Gente como muchos zamoranos que tuvieron que sufrir primero y callar después la pena y la indignación durante muchos años.
Puede que los nuevos vecinos no sepan quiénes eran, como no saben quiénes fueron los nombres de otras calles más céntricas e importantes. Pero su nombre es nuestra memoria, la memoria colectiva que fue arrebatada para que en la ciudad habitase el olvido de sus personas, de sus obras, de sus ideas… de las nuestras.
El tiempo se está llevando los testimonios vivos de los que vivieron el horror del franquismo y su labor de aniquilación de las ideas de igualdad y libertad, y de las buenas gentes que las defendían.
Por eso en Zamora la comisión pro homenaje a los represaliados del franquismo —una buena idea de unos buenos amigos que cada vez es más de todos— ha trabajado por conseguir un espacio donde colocar un símbolo que represente a los que no se callaron ni se resignaron, a los que lucharon abiertamente o en su fuero íntimo por mantener la verdad histórica del tiempo que condenaron al olvido colectivo.
Su actividad ha ido levantando pequeños monumentos de homenaje en el corazón de cuantos han participado: poetas, artistas, actores y actrices… y todos los que han colaborado asistiendo a los actos programados o comprando una postal para materializar esa idea de justicia que ya ha crecido en cada uno de nosotros.
Ahora sólo falta que se haga realidad palpable en un pequeño monumento, sencillo como los hombres y mujeres a los que quiere homenajear, cargado de dignidad, y sea colocado en la ciudad para que sea más de todos.
Tardará más o menos en ocupar un lugar en la ciudad, pero en nuestro corazón y en nuestra memoria se ha ido construyendo un monumento que es un homenaje a quienes defendieron con su vida, a veces con su muerte, esas mismas ideas que en nosotros crecieron porque alguien antes las pensó y las fue transmitiendo.
Los muertos de los caminos y las cunetas están gritando bien alto para que se oigan sus palabras de esperanza. Y serán realidad un día de estos, cualquier día, porque cada vez somos unos pocos más los que las pensamos, y sobre todo porque son muchos más los que las necesitan.
Están por ahí y crecen aunque hayan querido enterrarlas en el olvido.
Tres placas en las calles de la ciudad y un monumento serán testigos de la barbarie, que se irá olvidando cuando podamos decir que su muerte mereció la pena: porque nos dejaron el ejemplo de su lucha para seguir viviendo en nosotros; porque no murieron del todo.
Han querido arrebatarnos la memoria histórica del tiempo de la victoria de la barbarie —una más de las muchas de la historia—, pero los derrotados han resistido el tiempo del olvido y se vuelven a oír sus voces de esperanza.
Sus nombres en la calle nos recuerdan que un mundo mejor es posible. Un sencillo monumento será un lugar para reconocernos en ellos, los que lucharon, nosotros los que estamos obligados a intentarlo.

Fuente: La Opinión de Zamora.es (El Correo de Zamora)

http://www.laopiniondezamora.es/opinion/2009/08/22/opinion-monumento-represaliados-franquismo/378977.html


Los agentes visitan el lugar del crimen 73 años después…

agosto 23, 2009

La Guardia Civil hace fotografías en una fosa de León de cuatro cráneos con balazos para llevarlas al juzgado.

Fosa_Leon

Agentes de la Guardia Civil visitaron ayer el lugar de un crimen cometido hace 73 años. En Quintana de Rueda (León) el equipo de arqueólogos y antropólogos forenses de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica les mostró las pruebas inequívocas de cuatro asesinatos: «Hemos encontrado los cráneos agujereados por impactos de bala y las balas. Seguramente, en el laboratorio, los expertos detectarán alguna fractura en los huesos producto de los golpes. Es lo habitual en estos casos», relató Santiago Macías, vicepresidente de la asociación.

La noticia en otros webs

«Cuando se hizo de día aún seguían vivos pero ya no se pudo salvarlos»

Tres de las víctimas murieron sin hijos. Sólo Pulpino peleaba por abrir esta fosa

Los agentes fotografiaron los esqueletos que yacían al aire 73 años después de haber sido enterrados y los proyectiles que les habían matado. Todo está ahora en manos de un juzgado de León, que deberá decidir si asume la investigación de este caso que le remitió el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón o si se lo devuelve.

Tres de las cuatro víctimas -Victorino Tejerino Reyero, Antonio Pérez Reyero y Domingo Largo Rodríguez- eran solteros y no tenían hijos. Sólo Pulpino, hijo de Gumersindo González, ha seguido los trabajos de exhumación con la inquietud del que busca algo que es suyo. «Lo mataron a los 34 años. Yo tenía entonces cinco, una hermana de siete y otra de tres. Pasaba siempre por esta carretera, sabiendo que estaba por aquí, pero hasta que la asociación me ha ayudado no lo he podido sacar», relata.

Pulpino lleva queriendo rescatar el cuerpo de su padre de una fosa anónima toda la vida. «Al principio, nadie en el pueblo quería contarme nada, porque aún tenían miedo, pero al final un hombre me contó que su padre, que trabajaba cerca, vio las luces del camión y oyó los tiros de noche. Cuando se hizo de día y fue al sitio al día siguiente algunos aún seguían vivos. No sé si alguno de ellos sería mi padre, pero ya no pudieron hacer nada por salvarles y les enterraron los propios vecinos».

Gumersindo González era zapatero. Vivía en Santa Olaja de la Acción, un pueblo cercano. Las otras tres víctimas, que murieron sin hijos, eran gente de campo afiliada a sindicatos agrarios. Victorino y Antonio eran primos y naturales del municipio de Prado de la Guzpeña. Domingo Largo Rodríguez era vecino de Taramilla. Es prácticamente todo lo que se sabe de ellos tres, «porque, desgraciadamente, les asesinaron antes de que pudieran formar una familia» y en este caso, no ha habido hijos, como Pulpino, para contar quiénes eran.

En 73 años, Pulpino le ha dado muchas vueltas a lo sucedido. Hoy está convencido de que su padre acabó donde acabó por un enfrentamiento ridículo con un vecino. «Creemos que fueron a por mi padre porque le denunció un vecino con el que se había enfrentado por el regadío. El enfrentamiento había sido de soltero, pero debió de darle igual denunciarle cuando era padre de tres hijos», lamenta.

Pulpino está un poco decepcionado porque entre los objetos personales hallados en la fosa -un par de gemelos, un peine, un mechero…- no ha aparecido el reloj de su padre. «Después he sabido que, además de matarlos, los falangistas les quitaban todo lo que tenían de valor. Me han contado la historia de un hombre del pueblo que tenía una chaqueta muy elegante y cómo un día un falangista apareció con ella puesta. Le había matado».

El equipo de expertos que ha trabajado en esta exhumación, encabezado por el arqueólogo René Pacheco y el antropólogo forense Derek Congram, que ha venido desde Canadá para ayudar a exhumar fosas de la Guerra Civil, recogía ayer los restos hallados para llevarlos al laboratorio. Allí analizarán las lesiones de los huesos y sabrán en qué condiciones murieron. Aunque los cráneos agujereados por impactos de bala revelan ya un dato: los asesinos miraron de frente a sus víctimas antes de matarlos. Uno de los cráneos tiene el orificio de entrada del proyectil sobre los ojos.

Pulpino ya tiene planes para su padre si le confirman que uno de los esqueletos hallados en esta fosa es él. «Lo enterraré en un nicho, con el resto de la familia, y le haremos un funeral». No le dio tiempo a acumular muchos recuerdos de él porque tenía cinco años cuando se lo llevaron, pero cuando piensa en su padre le ve en bicicleta: «Tenía una de carreras preciosa, y ¡entonces nadie tenía bici!».

Fuente: El País.com / Natalia Junquera.

http://www.elpais.com/articulo/espana/agentes/visitan/lugar/crimen/73/anos/despues/elpepiesp/20090821elpepinac_10/Tes