Un tiempo de sangre y fuego…

septiembre 1, 2009

Los mitos siguen impidiendo analizar por qué Stalin pactó con Hitler y se inició hace 70 años la II Guerra Mundial. Los republicanos españoles acertaron: lo que pasó aquí fue el preludio de lo que sucedió en Europa.

Hitler desfile nazi

ÁNGEL VIÑAS 01/09/2009

El 1 de septiembre de 1939 es la fecha convencional del estallido del segundo conflicto mundial cuando las tropas alemanas invadieron Polonia. Y, 48 horas más tarde, Reino Unido y Francia declararon la guerra al Tercer Reich. El mundo en que vivimos es tributario de las repercusiones de la época que entonces dio comienzo.

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La Unión Soviética consiguió, con el pacto Molotov-Ribbentrop, permanecer al margen

Aunque abandonados, los republicanos hicieron ver que detener al fascismo no era del todo imposible

En términos numéricos la historiografía sobre la II Guerra Mundial ha sobrepasado la generada por uno de los conflictos que le precedieron, el español, pero todavía subsisten autores que disminuyen la relación entre una y otro. Suelen ubicarse entre quienes defienden la racionalidad de la política de apaciguamiento de los dictadores fascistas que impulsó uno de los más desastrosos políticos británicos del siglo XX, Neville Chamberlain, o entre quienes sobreenfatizan el trastocamiento de frentes que se produjo en la escena europea en comparación con la española.

La diferencia sustancial suele ligarse en el último caso al cambio de alineación de la Unión Soviética, que pasó de oponente de la expansión fascista a presunta promotora del pacto Molotov-Ribbentrop del 23 de agosto de 1939. Éste, innegablemente, permitió a Stalin mantenerse al margen de lo que no tardó en caracterizar, de forma mendaz y camelista, como guerra intra-imperialista.

Se trata de una explicación favorecida por los historiadores franquistas y neofranquistas, empeñados en presentar ayer y hoy el conflicto español como una pugna grandiosa contra el comunismo. Tal interpretación se mantuvo del principio al fin y la propagaron policías, soldados, clérigos, periodistas y académicos complacientes. Fue la pieza esencial para defender la contribución de Franco a la defensa del mundo libre durante la guerra fría. Un centinela de Occidente. El primero y más preclaro.

Es labor del historiador sustituir el mito por el dato, la construcción político-ideológica por la reconstrucción documental. En los archivos que han ido abriéndose en los últimos años surgen evidencias que permiten contrastar aquellos planteamientos.

Investigadores ingleses, norteamericanos, alemanes, franceses e italianos, entre otros, han analizado la génesis del pacto Molotov-Ribbentrop. No respondió a un proyecto oculto que el Kremlin hubiese acariciado mientras los españoles se entremataban. Fue el resultado de una valoración muy fría de Stalin en tres circunstancias precisas: a) La profunda suspicacia ante el comportamiento de Chamberlain unida al desencanto por el fracaso del apoyo a la República dada la timidez de las potencias democráticas en generar una respuesta robusta a la expansión fascista. b) La renuencia de Londres y París en llegar a un acuerdo de defensa mutua, nuevo objetivo tras el mero fortalecimiento de la política de seguridad colectiva, hundida después de los acuerdos de Múnich en septiembre de 1938. c) Los intensos esfuerzos nazis de seducción del Kremlin para llegar a un acuerdo, primero en el plano económico y comercial pero desde julio de 1939 también en el plano político y de seguridad.

Dado que sus espías tenían al corriente a Stalin de las reflexiones que iban desarrollándose en Alemania para conseguir su neutralidad ante el ataque contra Polonia, en un rasgo de supremo jugador oportunista optó por aproximarse a Hitler y echar por la borda la estrategia que había seguido durante los cinco años precedentes. La mutación produjo una conmoción inmensa en los partidos comunistas nacionales. Muchos de los españoles no la soportaron. En Francia los comunistas fueron objeto de una colérica persecución, que también afectó a los exiliados republicanos.

El resultado, desde el punto de vista de los inmediatos intereses soviéticos, fue espectacular: dividida la Europa oriental en zonas de influencia respectivas a tenor de lo previsto en dos protocolos secretos (el primero anejo al pacto), los rusos invadieron Polonia y no tardaron en extender su incipiente glacis imperial también a los países bálticos, algo que estos nuevos miembros de la UE no han olvidado. Les costó sudor y lágrimas, eso sí, vencer la tenaz resistencia finlandesa. Al avanzar sus fronteras hacia el oeste, en teoría, aunque no en la práctica, la URSS hubiera debido estar en mejores condiciones para hacer frente a la máquina de guerra nazi. Stalin no las aprovechó. Dos años después la Wehrmacht lo comprobaría.

¿Y desde el punto de vista opuesto? La versión convencional afirma que fue el pacto Molotov-Ribbentrop la clave que hizo posible la agresión alemana y, por ende, el conflicto que el apaciguamiento había tratado de evitar. Sin embargo, la decisión de Hitler de atacar Polonia estaba tomada en firme. El pacto con Stalin cumplió no sólo funciones externas sino también internas. Dos fueron fundamentales: a) Tranquilizar a los sectores todavía no suficientemente nazificados. b) Asegurar el suministro ininterrumpido de materias primas, pues la hambrienta economía alemana no aguantaría sin ellas el ritmo de rearme dado el estrangulamiento exterior. Lo que dio el tono fue que Hitler temía que la ecuación estratégica terminaría tornándose en contra suya si esperaba. Contaba con que las potencias democráticas no hicieran efectiva sus garantías a Polonia, pero incluso cuando fue acumulándose la evidencia de que tal no sería el caso no se echó para atrás.

Quienes tuvieron razón fueron los republicanos españoles. Desde principios de septiembre de 1936, cuando confirmaron que de los triunfos militares de Franco eran partícipes las potencias fascistas, no se cansaron de subrayar que lo que pasaba en España era el preludio de lo que tarde o temprano terminaría ocurriendo en Europa. No era propaganda. Fue una valoración genuinamente sentida por la mayor parte de quienes conocían las realidades internacionales de la época, ya fuesen políticos, funcionarios o dirigentes de partidos. Nunca tuvieron éxito. Como señaló Orwell, los escenarios que la izquierda británica aclaraba en panfletos de tres peniques no penetraron en la conciencia de los decisores últimos de las potencias democráticas y, en particular, de Chamberlain y su guardia pretoriana. Las voces discrepantes, que hubo y muchas, tampoco lograron nada. Ni las dimisiones, a veces sonadas.

El caso francés fue igualmente emblemático. Hace ya años que Duroselle acuñó el concepto de «decadencia» para caracterizar su política exterior y de seguridad. El temor ante y la fascinación por el fascismo corroyeron la capacidad de decisión autónoma, debidamente trabajada por los británicos. Uno de los más nefastos políticos de la época, Georges Bonnet, ilustra hasta qué punto vivir en dependencia se había convertido en el destino de Francia.

Sólo los republicanos, abandonados a su suerte, hicieron ver que la contención del fascismo no era del todo imposible. Cinco meses después de que la época de sangre y fuego individualizada llegara a la inevitable conclusión a que la condujo en España la no intervención, para empezar otra más solapada bajo la Victoria, tocó el turno a franceses y británicos. Sus estrategias fueron un fracaso total. No se doma a un tigre hambriento por el mero hecho de echarle carnaza.

Nada de lo que los historiadores han ido desentrañando ha impedido que continúe la manipulación del pasado. Las conveniencias del presente se imponen en el mundo político e ideológico cuando no mediático. El pacto Molotov-Ribbentrop es un ejemplo. La Guerra Civil española otro. Hay que penetrar en lo que hubo detrás de los hechos y derribar los mitos.

Un historiador británico, Adam Tooze, se ha «cargado» algunos de los relacionados con el Tercer Reich y su conducción de la guerra. No es otro el destino que aguarda a las interpretaciones neo-franquistas sobre el conflicto español. En el plano científico está en juego cómo en el futuro deberá presentarse una historia que sigue manipulándose. En el plano ético el antecedente de los valores democráticos, entonces ahogados con sangre y fuego. Y en el ámbito metapolítico la determinación de cuál sea la experiencia colectiva con que cabe entroncar los orígenes de nuestra democracia. No fue la franquista.

Ángel Viñas es historiador y autor, con Fernando Sánchez, de El desplome de la República, de próxima aparición.

Fuente: El País.

http://www.elpais.com/articulo/opinion/tiempo/sangre/fuego/elpepuopi/20090901elpepiopi_11/Tes


70 años del inicio del horror…

septiembre 1, 2009

Europa, EE UU y Rusia conmemoran en la ciudad de Gdansk el inicio de la invasión nazi de Polonia, primer acto de la II Guerra Mundial.

Un veterano polaco de la II Guerra Mundial presencia la ceremonia de recuerdo ante el monumento a los defensores de Westerplatte, en la ciudad polaca de Gdansk.- AFP

Un veterano polaco de la II Guerra Mundial presencia la ceremonia de recuerdo ante el monumento a los defensores de Westerplatte, en la ciudad polaca de Gdansk.- AFP

AGENCIAS / ELPAIS.com – Gdansk – 01/09/2009

A las 4.45 de esta madrugada (2.45 GMT), han vuelto a sonar cañonazos en Gdansk, la antigua ciudad libre de Danzig. Como hace 70 años, cuando el buque de guerra alemán Schleswig-Holstein disparó contra la base militar de Westerplatte, en las afueras de la ciudad polaca, los primeros disparos de la II Guerra Mundial, el mayor conflicto armado de la historia de la humanidad, que se saldó, seis años más tarde, con casi 60 millones de muertos. Con esos disparos han dado comienzo los actos conmemorativos del 70º aniversario del comienzo del conflicto, marcado este año por las relaciones entre Polonia y Rusia.


70 años del inicio del horror

FOTOS – REUTERS – 01-09-2009

Una rosa para Sucharsky. El mayor Henryk Sucharski murió en la defensa de Westerplatte en septiembre de 1939. Los disparos del buque alemán ‘Schleswig-Holstein’ contra la base polaca en esta península cerca a a Gdansk a las 4.45 de la mañana del 1 de septiembre de 1939 marcan el inicio de la II Guerra Mundial, el conflicto bélico más sangriento de la Historia. Una rosa artificial descansa sobre la tumba del militar polaco Sucharski pocas horas antes de comenzar los actos del 70 aniversario del comienzo de la II Guerra Mundial.– REUTERS

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En fecha tan señalada, el presidente ruso, Vladímir Putin, invitado a los actos, ha rechazado que todas las críticas recaigan contra Rusia por el pacto de no agresión firmado por Stalin con la Alemania nazi de Hitler en agosto de 1939 y que dio manos libres a Hitler para invadir Polonia y para que poco después hicieran lo propio los rusos. Para Putin, no fue ese pacto el único desencadenante de la guerra y ha aludido a la responsabilidad de Francia y Reino Unido por pactar con Hitler -los acuerdos de Munich, por los que Alemania se anexionó la región checa de los Sudetes- , lo que eliminó toda «esperanza de crear el frente único de la lucha contra el nazismo», ha escrito en un artículo en la polaca Gazeta Wyborcza.

«Si vamos a hablar objetivamente de historia, debemos comprender que no es sólo de un color. Todas las partes cometieron multitud de errores. Todo ello puso las condiciones para la gran agresión de la Alemania nazi», ha dicho en rueda de prensa tras reunirse con el primer ministro polaco, Donald Tusk, con quien ha acordado la puesta en marcha de equipos conjuntos de historiadores que arrojen luz sobre los puntos oscuros de la historia común, en particular la matanza de militares polacos a manos de los rusos en el bosque de Katyn, en la URSS, en1940, un hecho que envenena desde entonces las relaciones ruso-polacas.

El presidente polaco, encargado, junto a Tusk de abrir los actos conmemorativos con una ceremonia en la base de Westerplatte, donde cayeron los cañonazos del Schleswig-Holstein y donde se levantó un monumento conmemorativo del evento, ha comparado el suceso de Katyn con el genocidio judío a manos de los nazis. Se espera que Putin, que pronunciará un discurso en Westerplatte, ofrezca un gesto conciliador a los polacos, aunque no es previsible que se disculpe por el episodio de Katyn.

Recuerdo

La primera ceremonia, con el amanecer de fondo, ha abierto un día cargado de conmemoraciones en Gdansk en el que están presentes numerosos jefes de Gobierno, entre ellos Putin y la canciller alemana, Angela Merkel, que tomarán la palabra. Tusk y Kaczynski se han unido a las 4.45 de la madrugada a veteranos de guerra polacos para marcar el inicio de la jornada en una sobria ceremonia en Westerplatte, la base cercana a Gdansk que sufrió el ataque del Schleswig-Holstein -amarrado en el puerto de la ciudad, en teoría en una visita amistosa-, junto al monumento a los 182 defensores del puesto, que resistieron a 3.000 alemanes durante siete días cuando estaba previsto que cayeran en 12 horas. A la misma hora que disparaba el buque de guerra, el ejército alemán iniciaba la invasión polaca. Dos días después, Reino Unido y Francia declaraban la guerra a Alemania, que se había anexionado Austria meses antes.

En su discurso, Tusk ha dicho que no deben olvidarse las lecciones de la historia. «Hacemos este recuerdo porque sabemos bien que el que olvida, o el que falsifica la historia y tiene el poder o lo va a asumir traerá la desgracia, como hace 70 años».

El grueso de los actos, no obstante, se desarrollará por la tarde, con la participación de una veintena de jefes de Gobierno y representantes gubernamentales, como el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt; el holandés, Jan Peter Balkenende; el checo, Jan Fischer; el italiano, Silvio Berlusconi, el francés, Francois Fillon, y el finlandés, Matti Vanhanen. En representación de Reino Unido acudirá el ministro de Exteriores, David Miliband. Por parte de EE UU, tras algunos titubeos sobre el nivel de la representación, acudirá el consejero de Seguridad Nacional, James Jones. Tras una entrega floral en homenaje a los soldados enterrados en el cementerio de Westerplatte y una visita a una exposición, se espera que tomen la palabra los líderes polacos, la canciller alemana y el primer ministro ruso, en cuyo discurso se espera un gesto de amistad hacia Polonia.

Fuente: El País

http://www.elpais.com/articulo/internacional/anos/inicio/horror/elpepuint/20090901elpepuint_3/Tes


La memoria selectiva del Ayuntamiento de Granada…

septiembre 1, 2009
La tapia del cementerio de Granada donde el PP se opone a que luzca una placa dedicada a los fusilados. - A. ZURITA

La tapia del cementerio de Granada donde el PP se opone a que luzca una placa dedicada a los fusilados. - A. ZURITA

El PP retira una placa a los fusilados y mantiene una estatua a Primo de Rivera.

PURA RAYA/OLIVIA CARBALLAR – GRANADA / SEVILLA – 01/09/2009

Aquién le molesta una placa pequeña ubicada en un rincón de una tapia mientras existe un monolito al fascismo en pleno centro de la ciudad?», se pregunta Francisco Vigueras, vocal de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Granada (ARMH). A juzgar por los últimos acontecimientos, la respuesta es clara: al PP. El equipo que gobierna el Ayuntamiento de Granada ha retirado una placa de la tapia del cementerio, colocada el pasado 24 de julio por familiares de víctimas de la Guerra Civil. Allí fueron fusiladas más de 2.500 personas, según la asociación.

Sin embargo, la diligente actuación del PP en este caso contrasta con su insistente rechazo a retirar una estatua dedicada a Primo de Rivera instalada en una céntrica plaza en 1953, como han solicitado IU, PSOE y la Abogacía del Estado en aplicación de la Ley de Memoria Histórica. «En vez de histórica, la memoria del PP granadino es selectiva, nos parece un gesto de nula sensibilidad hacia las víctimas», denuncia el portavoz del PSOE en el consistorio, Isidro Olgoso. Su partido presentará este mes una moción para que la placa sea colocada oficialmente por el ayuntamiento.

El PP alega que ya existe una zona para el recuerdo de todos los fallecidos

¿Por qué se suprime un símbolo y se mantiene otro? El alcalde en funciones, Juan García Montero (PP), insiste a Público en que se trata de dos casos distintos. La retirada de la placa afirma se debe a la existencia de una zona dentro del cementerio, «acordada por consenso de todos los grupos políticos», en homenaje a todos los fallecidos: «También los que durante la guerra perdieron la vida en aquel entorno», explica. «El monolito, sin embargo, tiene un valor escultórico y artístico, una de las excepciones que recoge la Ley de Memoria Histórica, y eso justifica mantenerlo», añade.

La explicación del ayuntamiento ni convence a la oposición ni satisface a la ARMH, que califican de provocación su actuación. «Cada cementerio es un espacio para el recuerdo, pero cuando existe una circunstancia especial, como es la guerra, hay que hacer un homenaje; lo que demuestra el PP es que quiere poner silencio y olvido», explican los defensores de la placa.

Dos sensibilidades

La Junta estudiará declarar lugar histórico la tapia del cementerio

La ARMH exige, además, que esa tapia, donde hubo hasta 80 fusilamientos al día durante tres meses, sea declarada lugar histórico. En los próximos días, la Junta de Andalucía, a través de la delegación de Cultura en Granada, estudiará si es factible. García Montero aseguró ayer que el ayuntamiento acatará cualquier decisión administrativa, pero advirtió: «En estas cuestiones, las instituciones deben actuar con sensibilidad». La misma que pide la ARMH para las víctimas de la Guerra Civil.

La lucha por esta causa puede ser tan larga como la emprendida por el monolito del dictador, que ha terminado en los tribunales. La ARMH y la Abogacía del Estado han presentado sendos recursos contra el acuerdo plenario del ayuntamiento en el que el PP desestimó retirar la escultura por ser «una obra de arte». La supuesta «obra de arte» son cinco brazos que saludan con la mano extendida y unas alas de águila que se abren sobre ellas.

El abogado de la ARMH, Antonio José Vélez-Toro, señaló que los informes de especialistas han desechado el supuesto valor artístico de la pieza, entre otras cosas, porque no aparece ni en guías ni en los libros de historia del arte. Además, afirma que su instalación contravino los procedimientos administrativos del franquismo, pues no contó con el correspondiente acuerdo municipal que la autorizara. «En el mejor de los casos, estamos ante un ilícito urbanístico», concluyó.

Fuente: Público.es

http://www.publico.es/espana/247357/memoria/selectiva/ayuntamiento/granada

OPINIÓN:

Sólo se puede añadir un comentario al titular de la noticia: Por sus hechos los conocerás…


«Si no se certifica la muerte, el delito continúa»…

septiembre 1, 2009

Raúl Zaffaroni. Juez de la Corte Suprema de Justicia Nacional de Argentina.

Raúl Zaffaroni juez de la Corte Suprema Argentina

Raúl Zaffaroni juez de la Corte Suprema Argentina

D.B. – Madrid – 01/09/2009 08:00

Su currículo luce 15 investiduras universitarias como doctor honoris causa. El juez de la Corte Suprema de Justicia Nacional de Argentina, Raúl Zaffaroni (Buenos Aires, 1940), defiende estos días una polémica sentencia que legaliza en su país el consumo de marihuana siempre que no se haga proselitismo. Este juez especializado en criminología es fuente de inspiración para aquellos juristas y asociaciones de víctimas que aspiran a que España copie el modelo argentino y también juzgue los crímenes de un pasado fascista predemocrático. El prestigioso magistrado analiza en la distancia su experiencia como partícipe de la abolición en 2003 de las leyes de Punto Final y Obediencia debida.

El dictador Jorge Videla será juzgado próximamente por la muerte 32 presos políticos ¿Existe un consenso social en su país para estos juicios?

Creo que la amplia mayoría de la población está de acuerdo con los juicios a los culpables. La dictadura argentina terminó sus días muy desprestigiada y sólo grupúsculos muy minoritarios reivindican el terrorismo de Estado.

¿Cuáles fueron los argumentos jurídicos que utilizó la Corte Suprema para anular las leyes de amnistía?

Fundamentalmente, el caso Barios Altos de Perú de la Corte Interamericana de Derechos Humanos [por el que Fujimori fue juzgado en 2001]. Otro argumento importante fue el reclamo de España y de Francia de la extradición de los infractores. El principio de justicia universal funciona cuando no operan los tribunales locales. Por tanto, no podíamos violar el derecho internacional y negar la extradición y aparecer ante el mundo como un país de segunda categoría. La jurisdicción es una emanación de la soberanía nacional y la Constitución es la esencia de la distribución de poder para ejercer esa soberanía.

La ley anulada de Punto Final es similar a otros marcos jurídicos que surgieron en otros países, incluido España, como métodos para acabar con una dictadura. ¿Qué opina de que en la Transición democrática se acudiera a una ley de amnistía?

Personalmente, no creo que exista eso que hoy se denomina justicia transicional. Sí creo en la política transicional. Es decir, cuando hay que acabar con una dictadura y se tiene en cuenta que hay que evitar males mayores, se suele acudir a esa justicia. No obstante, cuando esa necesidad cesa, por el paso del tiempo u otra razón, lo que queda es la operatividad normal de los tribunales ordinarios.

Otro de los argumentos de la Corte Suprema en 2003 fue que los delitos de lesa humanidad no prescriben ¿Por qué?

La desaparición forzada es un delito que continúa en el tiempo mientras dura la privación de libertad de la persona. La prescripción empieza a correr desde el momento en que ésta no cesa o desde que se certifica la muerte, no por vía de ficción (ausencia con presunción de fallecimiento), sino realmente.

¿Puede un Gobierno derogar o anular unaley de Amnistía?

Se puede declarar inconstitucional, como ocurrió en el caso argentino. Aquí hubo una ley que no derogó la amnistía, sino que la anuló. Dudo de que un poder legislativo pueda anular una ley, como no sea por defecto de forma, pero la situación aquí comprometía la soberanía nacional. Personalmente, estoy más tranquilo sabiendo que la decisión fue de la Corte Suprema, pero apoyada por los otros dos poderes del Estado.

Fuente: Público.es

http://www.publico.es/espana/247352/certifica/muerte/delito/continua

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La justicia internacional saca los colores a España…

septiembre 1, 2009

Excavación de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en Milagros (Burgos). - REYES SEDANOsedano

Excavación de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en Milagros (Burgos). - REYES SEDANOsedano

La justicia española es la única que deja impunes los crímenes de una dictadura. Argentina, Chile, Brasil o Alemania marcan la vía jurídica para investigar las desapariciones forzadas.

DIEGO BARCALA / ERIK LÓPEZ – MADRID – 01/09/2009

El terrorismo de Estado produce investigaciones judiciales en Brasil. La dictadura argentina cumple condena. Augusto Pinochet murió en Chile acosado por los jueces. Y Alemania acaba de anular las sentencias de los tribunales militares nazis. En cambio, para la justicia española, Franco y sus generales no cometieron ninguno de esos crímenes.

Sólo el magistrado que desató en 1998 el proceso a Pinochet, Baltasar Garzón, hizo el año pasado un intento fallido de juzgar al frasquismo. En su instrucción, registró 114.000 desapariciones forzadas. Los familiares de las víctimas, juristas y ONG de prestigio e incluso la ONU reclaman a España que juzgue su pasado.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica reclamó el pasado domingo, día internacional de los desaparecidos, que España cumpla con lo firmado en 1992 en la Asamblea General de la ONU: «Los Estados actuarán (…) para contribuir por todos los medios a prevenir y a eliminar las desapariciones forzosas». La ONU, a través del grupo de trabajo sobre las desapariciones forzadas, se lo ha pedido sin éxito desde 2005, según reclama Amnistía Internacional.

El magistrado emérito del Tribunal Supremo, José Antonio Martín Pallín, explica porqué el Gobierno o los jueces deben colaborar en la investigación de las fosas: «Cuando escucho hablar, por ejemplo, de la fosa de Lorca veo la necesidad de recordar que son asesinatos extrajudiciales. Por tanto, los jueces que no investiguen podrían estar prevaricando al incumplir la ley actual de Enjuiciamiento Criminal, que exige al juez que reconozca los cadáveres y si luego decide que el caso ha prescrito, lo hará a posteriori«.

«Inhumano y cruel»

El investigador de Derecho internacional de la Universidad de Castilla-La Mancha Miguel Ángel Rodríguez Arias añade que «el Gobierno viola los derechos humanos de los familiares de las víctimas al no investigar». «Es inhumano y cruel que se torture a las familias de estas víctimas que quieren saber donde están enterrados sus seres queridos», agrega.

El dictador Videla será juzgado en Argentina por 32 desapariciones

Rodríguez Arias cree que, tras el portazo a Garzón en la Audiencia Nacional, la única opción de los familiares es acudir «a buscar justicia fuera de España, en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos».

Los argumentos que han impedido hasta ahora investigar el franquismo tienen dos bases: los crímenes han prescrito y la Ley de Amnistia de 1979 elimina la búsqueda de culpables. Sin embargo, la jurisprudencia internacional destruye ambos conceptos.

En 2003, la Corte Suprema de Argentina anuló el perdón legal de los militares. Los juicios se reabrieron y el propio dictador Jorge Videla será juzgado en los próximos días por la desaparición de 32 presos políticos en 1976.

La justicia argentina anuló por «inconstitucional» las leyes creadas por la dictadura para evitar a la justicia.

En 1979, seis años antes de la llegada de la democracia a Brasil, la dictadura aprobó una ley de amnistía que permitió el retorno de exiliados y la liberación de presos políticos. Los culpables del asesinato de 383 presos políticos se escudaron en esa misma ley para quedar impunes.

Martín Pallín: «Alguno todavía defiende la ley de Amnistía»

La Justicia brasileña actual ha decidido reabrir la investigación para que los crímenes no queden impunes.

La ley de Amnistía española fue aprobada en 1979, pese a que dos años antes España firmó en la ONU tratados de protección de derechos humanos que exigían la investigación de la represión política. «Sin embargo, algunos sostienen que la ley de Amnistía es lo más grandioso de la Transición», sentencia Martín Pallín.

Por su parte, Rodríguez Arias insiste en que «los crímenes contra la humanidad no prescriben. Otra cosa es que luego cumplan sus penas. Además, según el investigador, no sólo se trata de delitos cometidos en el fragor de la Guerra Civil, sino «de prácticas que se prolongaron durante las décadas de 1940, 1950 y 1960, como fue el robo de bebés por parte del Estado».

No obstante, Rodríguez Arias considera que «estos crímenes no fueron, sino que son», ya que sus víctimas aun sufren las consecuencias.

Fuente: Público.es

http://www.publico.es/247355/justicia/internacional/saca/colores/espana