La familia de otro fusilado quiere que se busque a su padre en el parque Lorca…

octubre 30, 2009

El hijo de un quiosquero cree que pudo ser enterrado en una de las seis fosas.

Maribel Brenes, de la asociación de Recuperación de la Memoria Histórica en Granada, con Manuel Jiménez.

«He venido porque van a empezar las excavaciones y yo creo que mi padre puede estar aquí. Al menos eso es lo que se comentaba en aquellos tiempos. Por eso necesito hablar con Maribel Brenes -presidenta de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) de Granada-, por si acaso aparecen sus restos durante la exhumación». Así se presentaba Manuel Jiménez Espígares, de 81 años de edad, a las puertas del parque García Lorca, en Alfacar, en la mañana de ayer.

El granadino, que tenía once años de edad cuando fusilaron a su padre, Antonio Jiménez Ruiz, recuerda que a su progenitor le quitaron el quiosco que tenía en los jardincillos del Triunfo, le apresaron en la delegación de prensa a la que acudía cada mañana para recoger los periódicos y lo fusilaron el 16 de agosto de 1936. Su madre, ya viuda, tuvo que vender periódicos en la calle para sacar adelante a su familia.

El asesinato de su padre está recogido en el Registro Civil de Granada y su nombre forma parte del listado de fusilados aportados por la asociación de Memoria Histórica en el libro Jaque a la República.

En este listado consta que Antonio Jiménez Ruiz, jornalero de 42 años, falleció por «herida de arma de fuego». Tanto el estado civil como el municipio aparecen en blanco, si bien se señala que era natural de Huéneja y que murió el 16 de agosto de 1936.

Después de que Maribel Brenes le atendiera, Manuel explicó que la responsable le pidió los datos por si su padre pudiera estar enterrado en el parque.

El anciano, que indicó que desconocía que existiera un plazo -ya extinguido- para presentar las solicitudes de identificación, aseguró que su padre «no era político ni militaba en ningún partido». «No sé por qué razón vino esto. No tenía enemigos, era muy tranquilo. Tampoco sabemos quién lo denunció», afirmó.

Aunque Manuel señaló que en un principio no quería que se buscaran o movieran los restos de su padre, valoró que «ni mi familia ni yo tenemos poder para parar todo esto».

Su deseo de que, tras más de 70 años, no se toquen los restos de su padre ya se le ha comunicado al alcalde de Víznar por si finalmente no aparecen en el parque y resulta que se encuentran en el barranco. En este sentido aseguró estar tranquilo porque el regidor de Víznar le ha asegurado que «en el barranco no se tocará».

De momento, los trabajos arqueológicos en las fosas del parque de Alfacar, que comenzaron en el día de ayer, siguen su curso. Fuentes de la Consejería de Justicia explicaron que tras el desbroce del terreno en el que se ubican las cuatro supuestas fosas que se abrirán en primer lugar (hay un total de seis), los arqueólogos han cuadriculado la zona y continúan efectuando las señalizaciones oportunas.

Las mismas fuentes recordaron que los trabajos de esta fase se efectúan de forma manual, por lo que serán «lentos» y «complejos» y no es posible determinar de forma exacta el momento en que los expertos procederán a la apertura de las fosas con pico y pala. Los arqueólogos, que también cribarán la tierra, trabajan con total privacidad, ya que la instalación de la nave metálica impide el acceso al área a cualquier persona no autorizada o ajena al equipo que acomete los trabajos.

La excavación, según las previsiones se prolongará al menos durante dos meses.

Diario de Sevilla/Google Noticas

San Simón acogerá un centro cultural al margen de la memoria histórica…

octubre 30, 2009

«¿Le gustaría dedicar Auschwitz a la cultura?», espetó el BNG al conselleiro.

DANIEL SALGADO – Santiago – 30/10/2009

La presentación parlamentaria de los presupuestos de la Consellería de Cultura derivó ayer en un agrio debate alrededor de la memoria histórica de las víctimas del franquismo. Fue después de que el titular del departamento, Roberto Varela, anunciase que la Illa de San Simón, campo de concentración en la ría de Vigo donde el ejército fascista de Franco recluyó a miles de republicanos, acogerá un «centro de arte vivo, no será un mausoleo».

 

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El conselleiro incluso aseguró que no pensaba «cargarse nada de la memoria histórica, pero la mejor manera de honrar a los muertos es dedicar la isla al estudio, a la cultura y a la espiritualidad». Durante el Gobierno bipartito, en la isla funcionó una exposición permanente con la historia del lugar, de la que un tercio se centraba en la represión franquista. Además, las instalaciones de San Simón albergan una biblioteca sobre memoria de la barbarie franquista y lo que se proyectó como un centro de documentación.

Los planes de la Xunta para San Simón causaron un serio enfado en los bancos de la oposición. La portavoz cultural del PSdeG, Concepción Burgo, acusó a los populares de «borrar sus fantasmas, la memoria histórica y los escritores del exilio» a través de la consellería del ramo. Por el BNG, Ana Pontón recriminó a Roberto Varela su «gravísima frivolización en el tema». «San Simón fue un campo de concentración y un centro de tortura del fascismo», expuso, y continuó con una analogía: «¿Le parecería bien que en Auschwitz creasen un centro de alegría y cultura?». La Fundación Illa San Simón, que en este ejercicio se integra por vez primera en los presupuestos del departamento de Cultura, contará con 290.000 euros.

Socialistas y nacionalistas lamentaron la ausencia de fondos en las partidas de la consellería dedicados a actividades de recuperación de la memoria. El Gobierno autónomo ha eliminado el apoyo económico nominativo a la Cátedra Alexandre Bóveda de la Universidade de Vigo. El conselleiro lo reconoció, aunque precisó que la desaparición del apartado específico «no quiere decir que no podamos llegar a un acuerdo por otras vías». Del convenio que, por 270.000 euros, la predecesora de Varela, Ánxela Bugallo (BNG), firmó con las tres universidades para el proyecto As vítimas, os nomes, as voces e os lugares de investigación sobre la represión franquista no se supo, nada en ningún sentido.

Durante el último año de mandato del bipartito, la Consellería de Cultura gastó sobre 600.000 euros, incluyendo el acuerdo con las universidades, en actividades de temática memorialística, según declaró a este periódico el ex director general de Creación e Difusión Cultural, Luís Bará.

El País.com/Google.Noticias

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Los barrancos de la memoria…

octubre 30, 2009

Un hijo de exiliados firma el primer gran filme sobre las fosas de la Guerra Civil.

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Fotogramas de Los caminos de la memoria, de José Luis Peñafuerte. Arriba, una ficha del futuro Centro de la Memoria de Salamanca, abajo, una excavación de la fosa de la Andaya.-

JESÚS RUIZ MANTILLA – Madrid – 30/10/2009

Recordar, desenterrar a los muertos es una cuestión de piel. De regenerar los huesos que inundan esas fosas anónimas, de cerrar heridas para no reabrirlas, de volver a revestir el olvido de dignidad. Con ese propósito, José Luis Peñafuerte, cineasta belga, hijo de exiliados españoles, se ha echado la cámara al hombro para rodar durante tres años un emocionante documental que se estrenó ayer en la Seminci de Valladolid. Se titula Los caminos de la memoria y es la primera gran película surgida al amparo de la Ley de Memoria Histórica. Un recuento del empeño por devolver la dignidad de los represaliados en el franquismo.

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Semprún: «La balanza está todavía del lado de los vencedores»

«Fuera de España no se entiende el acoso a Garzón», dice el director

Peñafuerte es un tipo de principios. Un artista de esos a los que les gusta husmear sobre las injusticias pestilentes. Mezcla de asturiano y sevillana, engendrado en la diáspora, nació en Bruselas hace 36 años. Allí fue a parar gran parte del exilio y 5.000 niños despojados de sus familias que le sirvieron para hacer su primer documental. «Se titulaba Niños, y es de 2001; aún me piden que vaya a dar charlas por toda Europa con él».

Cuando lo terminó, creyó que había cumplido con la deuda con su parte española. No era suficiente. Con el proceso de desenterramiento de fosas comunes -en las que yacen, según los que saben del asunto, 130.000 muertos de la posguerra fascista- algo se le removió dentro. «Algo que iba acompañado de una necesidad. Se acababan los testimonios directos de aquellos años. Había que contarlo todo de viva voz. Era una cuestión de urgencia biológica. Se mueren», comenta Peñafuerte. Así, fue hablando con gentes que lo sufrieron en propia carne. Desde Jorge Semprún a Marcos Ana u otros presos políticos. Con ellos ha compuesto este sutil y certero fresco de la memoria rota por la guerra y la represión, el más ambicioso de los que se han rodado hasta la fecha con ese telón de fondo. En la digna estela de otros anteriores como Santa Cruz, por ejemplo, de Günter Schwaiger, La mala muerte, de Fidel Cordero y José Manuel Martín, o Las fosas del silencio, de Montse Armengou y Ricard Belis.

También le ayudaron quienes se colocan a pie de campo. Como el forense Francisco Echeverría, uno de los personajes claves en el documental y en todo el proceso de recuperación de las víctimas. O Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de Memoria Histórica. «Éste es el trabajo en el que más tiempo y recursos se han empleado hasta el momento. Parte de las fosas, pero lo proyecta de una forma intergeneracional. Va de los abuelos a los bisnietos que lo estudian ahora en los institutos, aunque no como debería hacerse. Es un horror lo que se hace con este asunto en la educación», comenta.

Entre todos han tratado de hacer un ejercicio de, define el director del documental, «reequilibrio de la memoria». Es algo que comenta Semprún en el filme: «La balanza está todavía en el lado de los vencedores». Lo asegura después de contemplar la verja de Buchenwald, donde el escritor español estuvo encerrado. El desnivel entre los bandos a la hora de resolver las cuentas es claro. Más si se tiene en cuenta que hay cientos de miles de muertos sin identificar en las cunetas. Los vencedores nunca han tenido que apartar las telarañas del miedo, ni esconderse, ni reivindicarse. Incluso en la España democrática, como muestra el documental cuando acude a actos de exaltación franquista en el Valle de los Caídos o en la plaza de Oriente. «Allí se hace la apología del terror que en otros países europeos está prohibida por ley», denucia Peñafuerte. «No es de recibo».

Es una cuestión de higiene democrática, cree Silva. «Más cuando muchas de esas defensas y muchos monumentos se mantienen con nuestros impuestos», asegura el presidente de la Asociación de Memoria Histórica.No es pesimista Peñafuerte en cambio con los últimos avances de reparación histórica que se están consiguiendo en España. En cierto modo, pese a que estos procesos de dignificación de las víctimas se han bordado en algunos países latinoamericanos, en Europa hay mucho por andar. «En el fondo, dado que yo creo que estos procesos se deben llevar desde la sociedad civil, España está resultando pionera en muchos casos. En Italia, el fascismo renace ahora porque nunca se ha abordado como debía, en Francia tampoco se ha entrado a fondo y no hay más que ver lo organizados que están, y en Alemania, la condena del nazismo se hizo por obligación», comenta.

Y añade: «Es fundamental atravesar estos procesos para consolidar el sistema de libertades. España vive la edad de su madurez democrática. Ya ha cumplido más de 30 años en libertad. Es un buen momento para afrontarlo», comenta. Se trata de una cuestión de valores. Valores primordiales, irrenunciables, esos que descansan en las declaraciones de derechos universales. «Por eso me interesaban especialmente los discursos de Marcos Ana o Semprún, porque no hablan de revancha, sino de principios. De alerta para que no se repita la historia», asegura Peñafuerte.

A pesar de las trabas, frente a los malos tragos y a las injusticias palpitantes. Que se lo pregunten al juez Garzón. El magistrado se atrevió a pisar una línea dentro de uno de los poderes del Estado no elegidos democráticamente y se lo quieren hacer pagar. «No hay nadie en los ámbitos judiciales europeos e internacionales que entienda la persecución que sufre Garzón». A no ser que se les hable de una perversa lógica de manos negras… «Si no es por eso, no entra en la cabeza».

El País/Google.Noticas

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Marcos Ana y Semprún contemplando el derribo de la cárcel de Carabanchel.-

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Presentación del documental «Las Brigadas Internacionales: 70 años de memoria histórica»…

octubre 30, 2009

laRepúblicaCultural.es

Los Brigadistas Internacionales fueron voluntarios de numerosos países del mundo que decidieron venir a luchar por la justicia, por la paz, por la democracia española, frente al fascismo que amenazaba y que derrocaría a la II República Española de la mano del dictador Franco y de numerosos seguidores que, a título personal o moviendo poderes fácticos, le apoyaron hasta 40 años en una de las más sangrientas dictaduras de la historia que, aún hoy, no ha sufrido las condenas y las revisiones históricas que debieran.

Mientras gobiernos de nuestro entorno se lavaban las manos ante las atrocidades de los golpistas, estos héroes de países cercanos y lejanos, se negaron a aceptar el hecho de la condena al silencio de uno de los países más avanzados en libertades y derechos de todo el entorno occidental en los años ’30. Por eso, y pese a la oposición de muchos políticos, tomaron la iniciativa de acudir a luchar en defensa de aquellos valores, y el gobierno de la II República creó las unidades que unificarían a estas personas en las Brigadas Internacionales. No serían muchos más de 30.000, pero en muchas batallas significaron la inclinación de la balanza, la elevación de la moral ante un apoyo inesperado y que parecía mucho mayor, la fiereza de su lucha de corazón y un importante freno a la barbarie fascista que, en muchos casos, continuaría después en la Guerra Mundial de la que nuestra guerra fue una preparación con un toque de experimento armamentístico y táctico.

En el año 2006 acudieron a ese 70º aniversario, y a una serie de homenajes que se realizarían entorno al Congreso celebrado en la Universidad de Salamanca, cerrando los eventos con un paseo por los frentes de guerra en los que estuvieron, y un gran acto organizado en el municipio de Rivas Vaciamadrid, donde numerosos supervivientes se reunieron en su escenario para recibir ese homenaje de tanta gente. En el año 2008, a instancias de la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales, de la Universidad de Salamanca y con parte de financiación del Ministerio de Cultura, se realizó un pequeño documental para recoger parte de estos momentos, especialmente el de su intervención en la Universidad de Salamanca, y para dejar constancia de quiénes son y quiénes fueron.

La finalidad del documental que lleva por título Las Brigadas Internacionales: 70 años de memoria histórica. Brigadistas en Salamanca y Madrid , es su difusión y presentación allá donde se quiera llevar a cabo, y esta es una de las labores a realizar en adelante.

Presentación del documental «Las Brigadas Internacionales: 70 años laRepúblicaCultural.es