MIGUEL HERNANDEZ ESCRIBE SOBRE EL LOMO DE UNA CABRA EN LA SIERRA DE RUTE‏…

noviembre 2, 2009

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En la Mañana soleada de ayer, entre burritos y cabritas, en la  Casa del burro, situada en la sierra de Rute, paisaje natural, de inestimable belleza, se hermanan Rute y Málaga para homenajear  a la Cabra y al ilustre Maestro cabrero-poeta Miguel Hernández, dentro de las jornadas de homenaje a la cabra que se llevan realizando desde el día 30 de octubre y que tendrán su culminación el día 7 de noviembre.

Al  llegar podíamos observar la imagen de Miguel Hernández , presidiendo la exposición  del artista Ruteño Manu Molina, a sus pies sobre una enorme roca, la escultura de Cano Mancilla, rodeados de pinares, creando una postal de inigualable belleza, mientras la cabritas pastan a sus anchas y los burritos nos saludan con sus rebuznos.

El acto dio comienzo sobre las 12 de la mañana, con la presentación, de la escultura, realizada, por el escultor malagueño, José Cano Mancilla,  denominada  “el niño cabrero” que representa a Miguel Hernández  escribiendo sobre el lomo de una cabrita, escultura que con el viento, podemos observar como mece  la mano del  cabrero-poeta adquiriendo movimiento, simulando escribir sobre el lomo de la misma, tras la presentación de la escultura de manos de Pascual Rovira.

Alberto Cano nos deleita con un Rap, nuevo modelo de expresión poética, con ritmo de la juventud  del pueblo; elaborado con letras de Miguel Hernández entre mezcladas con expresiones actuales, que el mismo Albero había  elaborado.

A continuación tomó la palabra Ángeles Mora, poeta Ruteña, que no explicó cómo influyó en ella, el poeta cuando aún era una niña, nos deleitó con poemas de su juventud  y otros de Miguel Hernández.

Acto seguido tomó la palabra Juan Carlos Rodríguez, catedrático de la Universidad de Granada y gran conocedor de la vida y obra de Miguel Hernández, relatándonos algunas anécdotas de su  corta vida y lo extraordinario de su capacidad poética.

El Maestro Rural José Puerto Cuenca, nos leyó un escrito para la ocasión y un poema  a la cabra blanca, que hizo el deleite de los asistentes.

El cabrero Miguel Rodríguez Ruiz, nos cantó unos fandanguillos, al maestro de los cabreros, el   Alcalde Francisco Javier Altamirano, leyó unas cartas recibidas de las diferentes fundaciones del mundo de la poesía y la cultura, apoyando el acto que se celebraba.

María Luisa Izquierdo nuera del poeta, acompañada de su hija María José, agradeció a la fundación Adebo la iniciativa de este acto a si como a los asistentes a la mismo , a la vez que ponía en conocimiento, su intención  de que la sentencia que pesa aún sobre Miguel Hernández, al igual que tantos otros españoles que lucharon por país más justo y más libre, sean anuladas de pleno derecho, informándonos que ya habían comenzado los tramites, para que la causa por la que se le condenó sea revisada, ya que el juicio fue totalmente ilegal, careciendo de defensa , entre otras irregularidades; también nos explicó que Miguel no fue al frente pues consideraron que sería más útil con su pluma que con un fusil, algo que quizás para  el franquismo fuese más peligroso que los proyectiles, ya que unos matan vidas , mientras las otras  crean conciencia.

Los cabreros del pueblo junto al Alcalde, hicieron entrega, de una muestra de los nombres de las cabras mencionadas por Miguel Hernández, cuya corporación municipal, aprobó en pleno poner a cuarenta calles de esta localidad.

Como colofón final la Banda de música Municipal, con su Director Miguel Herrero Martos a la cabeza, nos deleito con el pasodoble “Lucerito”.

Dando por terminadas la jornada, con un refrigerio ofrecido por el Ayuntamiento de Rute.

Dese el día de ayer,” el niño cabrero” escribirá al ritmo del viento, entre burritos y cabritas, rodeado de pinares, en la sierra de Rute.

Rafi Torres.

Envío de al notica efectuado por nuestros compañeros de la Memoria Histórica de Málaga:

info@memoriahistoricamalaga.org


Caballero Bonald dice que no se debió prohibir el homenaje a Foxá, aunque no lo merezca…

noviembre 2, 2009

El escritor y poeta jerezano José Manuel Caballero Bonald ha dicho a Efe que no se debió prohibir la celebración del homenaje al también poeta Agustín de Foxá en Sevilla, aunque añadió: «no sé si se lo merece».

El escritor y poeta jerezano Caballero Bonald

Caballero Bonald, que esta semana ha pronunciado sendas conferencias en Sevilla en los congresos dedicados al cantaor Antonio Mairena y al poeta Antonio Machado, aseguró: «No me gusta que se prohíba a nadie nada».

«Aunque sea un escritor que no se merezca un homenaje, tampoco hay que prohibir ese homenaje», señaló Caballero Bonald después de que el Ayuntamiento de Sevilla, gobernado por PSOE e IU, denegara el uso de un centro cívico municipal para la celebración de este homenaje.

Con motivo de esta polémica, añadió el poeta jerezano, se ha hablado mucho de los «valores literarios» de Foxá, un autor que, confesó, «nunca me ha llamado la atención».

«Madrid, de corte a checa» es «un libro que sólo está bien escrito, nada más», dijo de esta novela de Foxá, tal vez su obra más conocida.

Por la denegación de un centro cívico de Sevilla para celebrar este homenaje, tras haber concedido el permiso en un primer momento, han sido denunciados tres concejales del Ayuntamiento de Sevilla, dos de IU y una del PSOE, quienes lo han justificado en la aplicación de la Ley de Memoria Histórica, al haber sido Foxa falangista.

Agencia EFE/Yahoo.Noticas


IU pide a Barreda un mapa de fosas de desaparecidos víctimas del franquismo…

noviembre 2, 2009

El coordinador regional exige a la Junta que tenga «valentía política» y termine de desarrollar la Ley de Memoria Histórica en CLM.

Mapa de Fosas en CAstilla León

Redacción

El coordinador regional de IU lamentó ayer que en estas fechas en las que muchas personas acuden a los cementerios a honrar y recordar a sus muertos y a depositar un ramo de flores en sus tumbas o nichos, todavía haya muchos castellano-manchegos que no pueden hacerlo con aquellos que fueron víctimas del franquismo y que, señaló, siguen en cunetas o campos, o en las tapias de los propios cementerios donde fueron arrojados a fosas comunes. Para Daniel Martínez, esta labor de recuperación de memoria histórica y de localización y exhumación de las personas fusiladas tendría que ser una responsabilidad de la Administración regional, que debería de colaborar y coordinarse con las organizaciones memorialistas y de familiares.

Seguir a Cataluña y Andalucía
El coordinador de IU exigió, por tanto, a Barreda un mapa de fosas de desaparecidos del franquismo. Pidió también que se desarrolle normativamente la Ley de Memoria Histórica como se está haciendo en otras comunidades autónomas como Cataluña o Andalucía.
«Barreda y su Gobierno no puede olvidar a estas víctimas y a sus familiares, que el día de los difuntos para la cultura cristiana, o cualquier día del año, no saben donde rendir su particular y humilde homenaje a sus muertos», lamentó.
Por tanto, Martínez pidió al presidente del Gobierno regional que tenga la «valentía política» para desarrollar por completo esta Ley. También demandó al PP que no sea ningún obstáculo para la aplicación de esta normativa. «A veces no entendemos su actitud y posición en los ayuntamientos cuando los concejales y alcaldes de IU proponen cumplir la Ley y dignificar la memoria de sus vecinos, como ya se hizo en su momento con las víctimas de la Guerra Civil que pertenecían al bando vencedor», comentó en alusión con la eliminación de nombres de calles y símbolos procedentes de la dictadura.

Tribuna Digital/Google Noticias


Ladrones de la memoria histórica…

noviembre 2, 2009

Dos jóvenes roban el cuadro de Franco que colgaba desde hace décadas en la sidrería La Cuadra de Alfredo de Noreña.

Franco sidrería

La pared de La Cuadra de Alfredo, con el cuadro de Franco en una esquina. manuel noval moro

Noreña,

Manuel NOVAL MORO

A pesar de críticas, comentarios y hasta peticiones casi formales, la sidrería La Cuadra de Alfredo mantenía desde la posguerra en una de sus paredes la foto de Francisco Franco. Formaba ya parte de su idiosincrasia. Su dueño, Luis Bobes, tenía a favor el refranero: «En mi casa mando yo, y si quiero rompo un platu, y si me da por la gana, echo-y de comer al gatu», y ni presiones ni leyes de la memoria histórica lograron hacerle descolgar el ya gastado retrato del Generalísimo. Hasta el pasado viernes.

La noche -imaginamos aciaga- de ese día dos individuos decidieron tomarse la justicia por su mano, y retirar del bar el símbolo franquista por excelencia. El establecimiento estaba a punto de cerrar y el personal estaba recogiendo. Fue entonces cuando, rápida y sigilosamente, entraron los dos individuos, descolgaron el cuadro y echaron a correr calle arriba.

Una camarera del bar de enfrente, La Antigua Estación, observó toda la maniobra. Dijo que habían sido dos jóvenes, uno moreno y otro rubio de perilla. El hijo del dueño a punto estuvo de pillarlos in fraganti, pero sólo pudo contemplar, impotente, cómo se alejaban con el preciado tesoro.

La intención del «asalto», que se ha convertido en la comidilla de Noreña, estaba bien clara. Los ladrones sabían a lo que iban, como quien entra en el Louvre directamente a por la «Gioconda». Tenían la oportunidad de robar otros cuadros, trofeos, bebida y hasta jamones, tesoros visiblemente más valiosos al margen de lo sentimental, pero no se llevaron nada. Fue un robo ideológico con todas las letras.

Ahora sólo queda esperar qué harán con el cuadro, si pasará a formar parte del tesoro secreto de un coleccionista clandestino, si se verá condenado a la destrucción o si alguien pedirá un jugoso rescate por su devolución. Por el momento, los hechos están denunciados y es posible que aparezcan los autores del robo.

Al igual que cuando el cuadro estaba colgado de la pared, seguramente ahora seguirá la controversia. Habrá quién lo eche de menos, no necesariamente porque extrañe al personaje retratado, sino porque formaba parte de la historia del bar, y habrá quien considere que el símbolo está bien retirado, aunque no por el método ilícito elegido. El caso es que con el robo del retrato se cierra una página de la historia de uno de los bares con más solera de Noreña, que ha cumplido ya 75 años, y que deberá plantearse la disyuntiva entre recuperar el símbolo perdido o buscar nuevos retratos en los que mirarse.

lne.es/Googel Noticas


Memoria Histórica propone variar el día de homenaje a las víctimas…

noviembre 2, 2009
Homenaje víctimas franquismo País Vasco

Con respeto se homenajeó a las víctimas. / A. GÓMEZ

Su portavoz anunció la posibilidad de cambiar la fecha de la cita para el día de la República.

02.11.09 –

MARÍA ÁNGELES CRESPO | MIRANDA DE EBRO
Medio centenar de mirandeses se dieron cita en el monumento del parque Alcalde Emiliano Bajo en respuesta a la convocatoria de la Asociación Memoria Histórica que, tal y como marca la tradición, eligió el 1 de noviembre para recordar a las víctimas del franquismo.
Ante todos ellos, su portavoz, Jesús Valle, anunció que en la próxima reunión se debatirá la posibilidad de cambiar la fecha para homenajear a todas esas personas porque, «son muchos los que nos han trasladado que en un día como hoy les resulta complicado poder estar aquí y, el presidente propondrá que sea el día de la República cuando celebremos este acto en recuerdo de nuestros familiares y amigos. Creemos que eso es lo suyo».
Nada se decidió, pero los que participaron en el sencillo pero emotivo acto, en el que se llevó a cabo una ofrenda florar y se guardó un minuto de silencio en su memoria, asintieron de modo unánime. De hecho alguno de los familiares de los homenajeados, evocó minutos antes el pretérito régimen de gobierno con un ¡Viva la República!, que fue coreado por todos.
El acto promovido por la asociación mirandesa con una ofrenda floral y la lectura de un manifiesto en el que lo primero que se puso de manifiesto fue la intención de mostrar «apoyo y respeto hacia todas las familias que sufrieron persecución y muerte durante la Guerra Civil y la posterior represión franquista».
De los homenajeados se dijo que eran hombres y mujeres que creían en la libertad, la democracia y la justicia y «fueron perseguidos por ello». También se hizo hincapié en que de muchos sigue sin saberse donde están sus cuerpos. Y por eso se reiteró que el homenaje se planteaba con el ánimo de «hacerles una reparación moral sobre la injusticia que supusieron sus muertes».
Antes de llegarse al silencio respetuoso para recordar y poner el punto y final al acto, se leyó el poema de Miguel Hernández ‘Vientos del pueblo me llevan’.
Correo Digital de Vizcaya/Google Noticias

Homenajean a los fusilados en la guerra civil en una jornadas sobre la Memoria Histórica…

noviembre 2, 2009

PAULA DÍAZ | JEREZ DE LOS CABALLEROS

La agrupación local del PSOE de Jerez de los Caballeros, en colaboración con la asociación para la recuperación de la memoria histórica ‘José Gómez Romero’, celebra durante esta semana unas jornadas sobre la Memoria Histórica con el objetivo de rendir homenaje a «todas aquellas personas de izquierda que cayeron en Jerez durante la Guerra Civil», según expresa Margarita Pérez, secretaria general de la citada agrupación.
Durante la semana se proyectarán varias películas y documentales en la sede del PSOE de Jerez y también se celebrará un acto de «homenaje a la Libertad» en el puente de las Colonias, el sábado a las 12.00 horas.
Las jornadas culminarán el domingo próximo en el cementerio municipal con un homenaje a los jerezanos que fueron fusilados durante la Guerra Civil.
Hoy.es (Extremadura)

El PEN Clube homenajeará al novelista Xosé Fernández Ferreiro…

noviembre 2, 2009

D. SALGADO – Santiago – 02/11/2009

Detrás de la primera novela en gallego con paisaje y personajes de western se encontraba la mano de Xosé Fernández Ferreiro (Nogueira de Ramuín, 1931). La tituló A morte de Frank González y llegó a las librerías allá por 1975. Más tarde, Fernández Ferreiro, periodista de profesión, se adentró en la ciencia-ficción, Reportaxe cósmico (1983), la narrativa de quiosco, Corrupción e morte de Brigitte Bardot (1981), o el realismo de denuncia, Morrer en Castrelo de Miño (1978). Jubilado desde hace años y retirado en Ourense, sus colegas del PEN Clube lo homenajean el 10 y el 11 de noviembre en el parador de Santo Estevo de Rivas do Sil.

La noticia en otros webs

La última obra de Fernández Ferreiro data de este mismo año. Tempo de centeo profundiza en una Guerra Civil a la que ya se había acercado en Agosto do 36 (1991) o Os últimos fuxidos (2004). Sobre el trabajo y la vida del escritor, perteneciente al grupo Brais Pinto que actuó de catalizador de la joven y proscrita liteartura gallega en el Madrid de los 50, hablarán Xosé Luís Méndez Ferrín y los poetas Víctor Campío Pereira y Manuel Álvarez Torneiro. Además se reunirán mesas redondas en torno al estado de la novela y la poesía en la actualidad.

La sección gallega acaba de asistir al 75º congreso del PEN Club internacional. Celebrado en Austria, el cónclave ha escogido nuevo presidente, el quebequés John Ralston Saul. La propuesta de Ralston Saul había partido de las delegaciones de Galicia, Cataluña, Japón y Colombia y se impuso a la escritora de Ghana, Margaret Busby.

El País (Galicia)

http://www.elpais.com/articulo/Galicia/PEN/Clube/homenajeara/novelista/Xose/Fernandez/Ferreiro/elpepuespgal/20091102elpgal_11/Tes


En memoria de las víctimas del franquismo en Paterna…

noviembre 2, 2009

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En memoria de las víctimas del franquismo en Paterna- SANTIAGO CARREGUÍ

Alrededor de trescientas personas participaron ayer en el cementerio de Paterna en el homenaje a los republicanos fusilados tras la Guerra Civil, y reclamaron un memorial en el que figuren los nombres de todas víctimas. El portavoz del Grupo para la recuperación de la memoria histórica, Matías Alonso, anunció la creación de la Agrupación de Familiares de las Víctimas de los Fusilados en el Muro de Paterna, que inicialmente ha quedado constituida por 28 familias. Los familiares de las víctimas acudieron, como muestra la imagen, al llamado paredón de España de Paterna, donde se realizaban los fusilamientos de republicanos. Después se trasladaron al cementerio general de Valencia, en cuya fosa común depositaron una corona de flores rojas.

La noticia en otros webs

El País (Comunidad Valenciana)


«Hay que recuperar sus legados académicos»…

noviembre 2, 2009

Jaume Claret, autor de ‘El atroz demoche’.

Jaume Claret

OLIVIA CARBALLAR – Sevilla – 01/11/2009 20:16

Jaume Claret, profesor de la Pompeu Fabra, describe en El atroz desmoche (Crítica, 2006) la depuración franquista en la Universidad.

Existe una Ley de Memoria Histórica entre su libro y esta entrevista. ¿Qué ha cambiado?

El cambio principal es, sin duda, el reconocimiento parcial desde los poderes públicos de que algo no se hizo bien durante la Transición, pues todavía existen heridas abiertas. Sin embargo, la ley surge a raíz de la presión ejercida por particulares y asociaciones, pero tras 30 años de democracia. Ese retraso, las propias insuficiencias de la ley y los intereses enfrentados, la convierten en una iniciativa que no satisface a ninguna de las partes afectadas.

¿Es suficiente esa ley para reparar a los represaliados?

Depende de lo que entendamos por reparación. Para mucha gente, reparación significa simplemente poder hallar los restos de sus personas queridas para darles sepultura, para otros será la anulación de los procesos condenatorios y para los últimos una condena retrospectiva de los represores. Desde mi punto de vista, ya es tarde para esto último e incluso innecesario. Ahora, lo más urgente es, por un lado, facilitar la resolución de los casos particulares –desaparecidos, condenados, etc.—. Y, por el otro, establecer un relato consensuado sobre lo acaecido durante la guerra y la dictadura, sin esconder los excesos cometidos por cada bando, pero sin tampoco esconder que la responsabilidad máxima recayó sobre los que se alzaron en armas contra una democracia –por muchas deficiencias que tuviera— y se perpetuaron, a través de la violencia, durante 40 años en el poder.

¿Cuál es la mejor forma de reparar a los profesores?

De la misma manera que debe repararse la memoria de los represaliados en general. Es decir, con medidas particulares que limpien sus nombres, y con medidas colectivas que reescriban y fijen lo que realmente sucedió. Además, en el caso de los profesores como en el de los intelectuales y científicos, se añadiría la necesidad de recuperar sus legados académicos, pues muchas de sus aportaciones o bien fueron eliminadas, como si nunca hubieran existido, o bien fueron aprovechadas por terceros, asumiéndolas y presentándolas como propias.

¿Cuánto perdió la Universidad y la sociedad en general con esa purga?

No resulta sencillo aquilatar qué se perdió, pues es muy complicado elucubrar sobre qué hubieran aportado. Sin embargo, tenemos una posible aproximación a través de lo que muchos de estos profesores purgados hicieron en el exilio. En la empresa privada, en Europa y, sobre todo, en América continuaron sus carreras académicas y científicas, convirtiéndose en personalidades relevantes. Además, debe recordarse que la represión se cebó, con especial saña, en los docentes con mayores inquietudes sociales y políticas. Inquietudes que, a menudo, coincidían con inquietudes científicas y académicas, pues la mayoría se habían podido formar en el extranjero, mantenían redes de contacto internacionales y combinaban tanto la implicación universitaria como la política. Por tanto, se cercenó sobre todo a los miembros más jóvenes y aptos de un par de generaciones científicas de españoles. Por último, a esa pérdida se añadió el hecho de que los que se quedaron o sustituyeron a los represaliados, se vieron obligados –por fuerza o por convicción— a someter sus horizontes científicos a los apriorismos ideológicos del nacional-catolicismo. Es decir, fue mucho lo que se perdió para la ciencia española por la represión y el exilio, pero todavía se perdió más por los 40 años de universidades franquistas. Aunque, lógicamente, con el transcurso de los años y la masificación, fuese quebrándose ese monolitismo.

¿Por qué existe aún esa reticencia a mirar atrás?

En ese sentido, la Universidad no es diferente del resto de la sociedad. En España no se produjo ningún movimiento de desfranquización similar a los procesos vividos en Alemania o Francia tras la Segunda Guerra Mundial. Entre otras razones, ello no fue posible porque el franquismo tan sólo finalizó cuando el dictador murió. Nadie hizo caer al franquismo. Además, cabe recordar que una dictadura sólo puede aspirar a perpetuarse durante 40 años, si cuenta con el apoyo de parte de la sociedad. El franquismo no fue sólo Franco. El franquismo fueron todos aquellos individuos y colectivos que vincularon sus intereses particulares con los generales del franquismo, consolidando así al régimen. La represión, sobre todo, cohesionaba a los vencedores. Porque tras cada sanción había decenas de personas implicadas (jueces, testigos, legisladores, etc.) y uno u otro beneficiado. En la época se decía: “¿Quién es masón? El que va por delante del escalafón”. Para medrar era necesario colaborar con el régimen y mucha gente participó activamente para conseguir prebendas… aunque ello significara, por tanto, ayudar a consolidar el régimen. En parte, pues, la actual sociedad española es más hija del régimen franquista que del régimen democrático de la Segunda República. No estoy diciendo que España sea ahora franquista, sino que sus orígenes son en buena parte éstos. De ahí la reticencia de mirar atrás.

¿Qué opina de la exhumación de la fosa de Lorca?

Me parece que el simbolismo del poeta exacerba las posiciones y complica, de forma exagerada, un caso particular. Mientras, miles de personas anónimas siguen enterradas en fosas que merecerían algo más de atención.

Público.es

http://www.publico.es/espana/265949/recuperar/legados/academicos


El ‘re-conocimiento’ de Unamuno…

noviembre 2, 2009

Un biznieto del escritor cree que la universidad aún no se ha repuesto de la «pequeñez mental» del franquismo.

Unamuno

Miguel de Unamuno, en su despacho de la Universidad de Salamanca. - EFE

MARÍA SERRANO – Sevilla – 01/11/2009 20:10

«La figura de Unamuno ha sufrido la dudosa suerte de ser reivindicada y denostada por casi todos, algo que le habría hecho feliz, imagino, una prueba de su complejidad y de su libertad a la hora de plantear los problemas”. Enrique Santos Unamuno, profesor de Literatura Comparada en la Universidad de Extremadura, responde sin pelos en la lengua sobre la figura de su bisabuelo, destituido como rector y concejal de Salamanca tras su enfrentamiento con Millán Astray –“¡Mueran los intelectuales!”, gritó el general–.

“Quizás ha llegado el tiempo de dejar de reconocerle y empezar a conocerle. El problema es que el conocimento es cosa de estudiosos; la imagen pública, para funcionar, tiene que ser reconocible, un cliché, una topografía de palabras y eventos memorables. Unamuno es, a día de hoy, un excelente reclamo turístico para Salamanca. Ironías del destino”, explica su biznieto.

A su juicio, el escritor vasco ha suscitado ya suficiente atención y reconocimiento como para que se hable de una reparación necesaria. “Prefiero confiar en que su ejemplo mediático y emblemático pueda arrastrar tras de sí otros nombres menos conocidos, además de la propia figura y consideración del profesor universitario (o de cualquier tipo) en relación con el funcionamiento de las instituciones”, defiende.

Crítico y “poco amigo de rituales”, Santos Unamuno considera que la universidad española aún no se ha repuesto de la “pequeñez mental” del franquismo: “Aún estamos recuperándonos de la instauración de la mediocridad, el servilismo y la mala fe (mucha fe y muy mala)”.

Y va más alla: “Una intrahistoria de la universidad estaría entre lo satírico y lo patético”. Su visión acerca de la ley de memoria histórica no es más alentadora: “Sólo respeto las memorias individuales y familiares. Huelga decir que los vencedores rentabilizaron y siguen rentabilizando su triunfo, pero también hay quien ha monopolizado la memoria de la derrota de forma fraudulenta”.

Con la misma rotundidad, define la figura de su bisabuelo: “A pesar de estar lleno de contradicciones vitales e ideológicas, era un hombre honesto, un estudioso hambriento de saber. Una buena persona que quizá se vio en la condición de hablar y escribir demasiado, envuelto, al final de sus días, en el desgarro vital de ver cómo toda una época tocaba a su fin a manos de lo que más detestaba: la cerrilidad y la violencia”.

Fusilados en Granada

El discípulo predilecto de Unamuno corrió peor suerte. El 7 de octubre de 1936, Salvador Vila, rector de la Universidad de Granada, fue detenido junto a su esposa y ya nunca volvieron a verse. Vila fue fusilado en el barranco de Víznar, muy cerca de la fosa donde supuestamente está enterrado Federico García Lorca. Aunque considera que la reparación moral es la más importante, su hijo, Salvador, cree que el Gobierno tendría que anular esas sentencias sin necesidad de que lo soliciten los familiares.

Cuenta su biógrafa, Mercedes del Amo, que la primera vez que colgaron un retrato de Vila como homenaje en la Universidad de Granada, hace tres décadas, fue acompañado de la leyenda “fallecido en Granada”. El cuadro fue dignificado hace unos años con una nueva inscripción. Su familia, evidentemente, quería que todo el mundo supiese que el rector Vila no falleció, sino que fue fusilado, que es completamente distinto.

En Granada, durante el verano del 36, fueron asesinados cinco catedráticos y un profesor auxiliar. Vila fue el último en caer, al marcharse con su familia de vacaciones a Salamanca, donde disfrutó sus últimos días con su maestro, Unamuno. “Vencer no es convencer”, que diría el escritor vasco.

Público.es

http://www.publico.es/espana/265947/reconocimiento/unamuno


La Universidad ajusta cuentas con el franquismo…

noviembre 2, 2009
El general Queipo de Llano, en el centro, junto al obispo Pedro Segura y el rector Mota Salado. - Público

El general Queipo de Llano, en el centro, junto al obispo Pedro Segura y el rector Mota Salado. - Público

Historiadores y familiares de los profesores represaliados impulsan la recuperación de sus figuras.

OLIVIA CARBALLAR – Sevilla – 02/11/2009 08:00

“Don Mariano, bueno, sencillo, docto en su disciplina, amigo como pocos y con buen corazón, era gran amante de la concesión de becas, consiguiéndose numerosas debido a su iniciativa y llevando una de ellas su nombre”. Es la definición que se hace de Mariano Mota Salado (1887-1959) en la página web de un colegio público de Sevilla que llevó su nombre durante medio siglo y hasta el curso pasado.

Hasta entonces, el colegio ignoraba que ese hombre bueno, sencillo y docto en su disciplina fue el rector que practicó la más salvaje purga en la Universidad de Sevilla en el franquismo. La contradicción, por insólita que parezca, no termina ahí. Ese colegio se sitúa en un barrio obrero, San Jerónimo, histórico feudo comunista donde el ensañamiento de los falangistas fue devastador.

Es sólo un ejemplo, según historiadores y descendientes de represaliados, de que la ignorancia del pasado es tan persistente que la recuperación de la memoria histórica debería ser un compromiso unánime de todo el país. Y la Universidad, que perdió al menos un tercio de los docentes en estas purgas franquistas –asesinados, encarcelados, coaccionados, inhabilitados y exiliados–, ha comenzado a ajustar cuentas con ese pasado: censos, homenajes o retiradas de los símbolos franquistas son algunas de las iniciativas con las que la institución, con más o menos retraso, con más o menos timidez, intenta sacar a la luz lo que todavía cuesta ver.

Elaboración de censos

La de Sevilla acaba de aprobar una declaración que condena la purga y busca reparar el honor de los docentes represaliados. Además, está elaborando un censo –no existe uno generalizado–, cuyo avance provisional lleva contabilizados 58 profesores sancionados, entre ellos el poeta Jorge Guillén.

“Sabemos desde 1939, ya que la propia Universidad publicó entonces un denominado Libro Áureo detallando sus biografías, quiénes fueron los estudiantes que murieron por Dios y por España durante la guerra. Pero desconocemos, 70 años después, cuántos estudiantes de esa misma Universidad fueron sancionados, expulsados o fusilados por pertenecer a algún partido republicano o a un sindicato obrero”, denuncia Leandro Álvarez, catedrático de Historia Contemporánea y miembro de la comisión para la recuperación de la memoria histórica. Editar las obras de los exiliados es otra de las recomendaciones.

Aparte de homenajes, la Universidad de Granada, según su vicerrector Miguel Gómez Oliver, ha extraído del olvido la figura del rector y arabista fusilado, Salvador Vila, cuyo nombre bautizó un aula de la Facultad de Filología. Su hijo, Ángel Vila, agradece la labor universitaria, pero admite que las reticencias por mirar atrás se deben a la “vergüenza y a que hay familias que aún creen en el fascismo”.

Las reticencias

Según el profesor de la Pompeu Fabra Jaume Claret, que describe en El atroz desmoche (Crítica, 2006) la depuración en las 11 universidades de aquella época, muchos referentes “aunque corrigieran su orientación e intentasen hacer olvidar su pasado, guardan en sus currícula un pecado original pues fueron ellos quienes colaboraron a reprimir a sus colegas”. Y añade: “Sus discípulos y/o sus descendientes se niegan a aceptar esa realidad pues creen, erróneamente, que se autodesacreditan”.

En Madrid se han publicado varias monografías centradas en el asunto. Carolina Rodríguez, historiadora de la Complutense, admite la dificultad para cuantificar la purga, aunque se calcula que un 44% del profesorado recibió alguna sanción en la capital. “Estoy convencida de que el mejor tributo es estudiar su trabajo”, reflexiona.

La retirada del honoris causa a Franco –e incluso el reconocimiento de los profesores que en su momento votaron en contra de la distinción– es una de las actuaciones emprendidas en Salamanca y Santiago de Compostela. “Se realizó también un homenaje a represaliados y familiares y se pidieron disculpas por mirar a otro lado”, resume el catedrático Lourenzo Fernández, vicerrector en Galicia cuando se le retiró el título al dictador.

Pero no es suficiente. “Las universidades no somos juzgados ni hacemos leyes; el Gobierno tiene que anular las sentencias de los asesinados”, exige Santiago López, profesor de Historia Económica de Salamanca. López considera que la Ley de Memoria fue cobarde y traicionó el Derecho de gentes que nació precisamente en esa universidad: “Gracias a esa ley y a la de Amnistía, el fiscal general puede paralizar la creación de una comisión de la verdad, que llevaría a un encausamiento general y a la restitución de la dignidad de los familiares vivos”, añade.

Néstor de Buen es uno de ellos. Su padre, Demófilo de Buen, una eminencia en Derecho Civil exiliado en Mexico, hizo vida republicana con amigos de la talla del que fuera presidente Diego Martínez Barrio y se dedicó en cuerpo y alma a la masonería. “Lo que más le dolió fue dejar en el camino cárceles y muertes de sus familiares”, recuerda su hijo al otro lado del Atlántico. Siente asco hacia Franco: “No ha existido ser más pernicioso. El problema es que tiene sucesores evidentes”, añade.

Laboratorio de los vencedores

Pese a que la represión más brutal se ejecutó en Granada y Oviedo, donde también fue fusilado el rector, Leopoldo Alas Argüelles, fue en Sevilla donde se ensayó lo que iba a ser la España de los vencedores en la guerra. “El virreinato de Queipo fue el laboratorio donde se elaboró el discurso ideológico del franquismo, donde primero comenzaron a actuar las comisiones de incautación de bienes, la persecución contra los masones y donde se depuró y se fusiló a mansalva para paralizar a quien tuviera a sus espaldas un pasado republicano”, explica Leandro Álvarez. Y Mota Salado personificó esa represión en la Universidad.

“Aquí nadie sabía quién era Mota Salado, y si la gente no se preocupa ni por los muertos de las cunetas, cómo se va a preocupar de cambiar el nombre a un colegio”, concluye Dionisio López, director del centro, ahora de nombre Buenavista. El consejo escolar aprobó la modificación y se realizó un referéndum en el barrio. Ganó Buenavista frente a Francisco Candil, el rector que Queipo destituyó para colocar en su lugar a “don Mariano”. La nueva web ya está en proyecto.

Público.es

http://www.publico.es/espana/265946/universidad/ajusta/cuentas/franquismo