FRAGMENTO LITERARIO: LECTURA Historia de España en el siglo XX. La decisión del Rey…

noviembre 15, 2009
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Juan Carlos I pronuncia su primer discurso como rey tras prestar juramento ante las Cortes.- Europa Press

Julián Casanova y Carlos Gil Andrés profundizan en los hechos más relevantes de nuestro pasado reciente. Uno de ellos fue la opción tomada por don Juan Carlos desde su coronación.

JULIÁN CASANOVA Y CARLOS GIL ANDRÉS 15/11/2009

A las 12 horas y 35 minutos del 22 de noviembre de 1975, los acordes del himno nacional anunciaron la entrada del príncipe Juan Carlos de Borbón y Borbón, vestido con el uniforme de capitán general, en el hemiciclo de las Cortes. En su interior, puestos en pie, le esperaban los miembros del Gobierno, los procuradores y consejeros nacionales y los invitados que llenaban la tribuna superior. Después de ocupar el sitio de honor dispuesto en la presidencia del estrado, el presidente de las Cortes y de los Consejos del Reino y de Regencia, Rodríguez de Valcárcel, procedió a tomar juramento al nuevo rey según lo dispuesto en la Ley de Sucesión de la Jefatura del Estado: «Juro por Dios y sobre los Evangelios cumplir y hacer cumplir las Leyes Fundamentales del Reino y guardar lealtad a los principios que informan el Movimiento Nacional». A continuación, Juan Carlos I pronunció su primer mensaje dirigido a la nación, un discurso de apenas doce minutos que contenía referencias esperanzadoras. El monarca declaró el inicio de «una nueva etapa en la historia de España», manifestó su deseo de alcanzar un «efectivo consenso de concordia nacional» y su intención de integrar a «todos los españoles», admitió la existencia de «peculiaridades regionales», la necesidad de realizar «perfeccionamientos profundos», el «reconocimiento de los derechos sociales y económicos» y la apuesta decidida de la Corona por la integración en Europa.

 

 

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El recuerdo permanente de la Guerra Civil presidió el funeral por Franco, en el que destacó la presencia de Pinochet.

Pero esas frases no fueron las más celebradas por los concurrentes. La crónica de La Vanguardia recogió el detalle de la duración de los aplausos que interrumpieron el discurso del Rey. Treinta segundos cuando recordó con respeto y gratitud la figura de Francisco Franco, diez segundos después de invocar el buen nombre de su familia y la tradición monárquica de cumplimiento del deber y de servicio a España, diecisiete segundos cuando subrayó «las peculiaridades nacionales y los intereses políticos con los que todo pueblo tiene derecho a organizarse de acuerdo con su propia idiosincrasia». La interrupción más larga, treinta y cinco segundos, llegó después de que el Rey recordara la lucha «por restaurar la integridad territorial de nuestro solar patrio», una de sus más firmes convicciones. Los últimos aplausos no fueron para él. Al terminar el discurso, y después del grito unánime de «¡Viva España!», todos los procuradores y consejeros nacionales se volvieron hacia la tribuna de invitados para ovacionar durante veinte segundos a Carmen Franco Polo, «un último homenaje al Generalísimo Franco». En el mismo periódico, el dibujante Máximo San Juan publicó una viñeta con un mapa de España con terciopelo bordado sobre el que descansaba la corona y el cetro, y añadió un texto que resumía bien las esperanzas y las preocupaciones de quienes, fuera del hemiciclo, esperaban encontrar en las primeras palabras del Rey gestos que pudieran interpretarse como una apuesta por el cambio hacia una sociedad democrática.

(…) Pocos signos de cambio se pudieron ver en esos días. En el salón de columnas del Palacio de Oriente seguía abierta la capilla ardiente de Franco. Según las crónicas, ya habían pasado más de trescientas mil personas a despedir al dictador, y en las tiendas de confección de Madrid se habían agotado las existencias de corbatas negras. El mensaje del Rey a las Fuerzas Armadas, «salvaguarda y garantía» de las Leyes Fundamentales, volvía a hablar de las «virtudes de nuestra raza» y prometía la defensa «a cualquier precio de los enemigos de la Patria». Al día siguiente, el domingo 23 de noviembre, en el funeral de Estado, el cardenal primado de España y arzobispo de Toledo, Marcelo González Martín, recordó la comunión de la espada que Franco entregó un día al cardenal Gomá y la cruz que iba a coronar su tumba, dos símbolos que habían protagonizado «medio siglo de la historia de nuestra patria», y subrayó el deber de conservar la «civilización cristiana, a la que quiso servir Francisco Franco, y sin la cual la libertad es una quimera» y que el hombre muere «ahogado por un materialismo que envilece». Entre los mandatarios extranjeros, ausentes los representantes de las democracias europeas, destacaba la capa gris del general Augusto Pinochet. El dictador chileno alabó al «Caudillo que nos ha mostrado el camino a seguir en la lucha contra el comunismo», contra «el marxismo que siembra el odio y pretende cambiar los valores espirituales por un mundo materialista y ateo».

El recuerdo permanente de la Guerra Civil presidió el funeral del «Generalísimo«. El cortejo fúnebre que salió del Palacio de Oriente llegó hasta el Arco de Triunfo de la Ciudad Universitaria y desde allí emprendió el camino hacia la basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos. La multitud congregada en la explanada exterior entonó el Cara al sol, el Oriamendi y el himno de la legión, con la presencia destacada de grupos de ex combatientes, que iban a ser recibidos por el nuevo Rey en su primera recepción oficial. En el interior del templo, detrás del altar mayor, esperaba la fosa abierta junto a la tumba de José Antonio Primo de Rivera.

(…) Lo que entonces empezaba no tenía un curso fijo ni un plan determinado. Había tanta ilusión esperanzada y expectación como ambigüedad e incertidumbre. Todo el mundo, dentro y fuera de España, salvo los nostálgicos del espíritu del 18 de julio, reconocía que se iba a abrir una nueva época histórica, que a corto o a medio plazo el cambio político sería inevitable, pero eran muy pocas las coincidencias en torno a la manera de llevar adelante ese proceso, quiénes serían sus protagonistas y cuál sería su alcance y resultado final. Desde luego, el grueso caparazón del régimen franquista que controlaba el poder no contenía el embrión de la democracia y tampoco el nuevo jefe del Estado ofrecía las mejores garantías. Al PSOE no le había sorprendido el mensaje del Rey en las Cortes, que a su juicio renovaba su compromiso con la dictadura. En octubre del año anterior, el congreso del partido había subrayado su apuesta por la república como forma de Estado. Para Santiago Carrillo, el dirigente del PCE, el nuevo monarca pasaría a la historia como Juan Carlos «el breve». En aquellos momentos, la oposición democrática no se planteaba otro escenario que no fuera el de la ruptura política, la movilización social y la constitución de un Gobierno provisional sin ataduras con el pasado.

En el discurso de su proclamación, el Rey había basado su legitimidad en tres principios diferentes: la tradición histórica, las leyes fundamentales del Reino y el mandato del pueblo. Pero lo cierto es que la corona no le llegaba por sucesión real –el derecho al trono seguía en manos de su padre, don Juan, que permanecía en el exilio– y que los parlamentarios que le escuchaban en las Cortes no representaban, ni mucho menos, la voluntad de la soberanía nacional. Su única legitimidad en esos momentos, por tanto, procedía del testamento político del dictador, de la legalidad franquista vigente. Si quería salvaguardar la monarquía, tenía que servirse de ella para iniciar un proceso de reforma, controlado desde el interior de las instituciones, que permitiera la creación sin sobresaltos de un régimen representativo homologable dentro del marco político europeo. Un difícil equilibrio entre la continuidad y el cambio.

Historia de España en el siglo XX, de Julián Casanova y Carlos Gil Andrés. Ediciones Ariel. Fecha de publicación: 18 de noviembre. Precio: 29,90 euros.

El País.com


Lorca ensancha su fosa…

noviembre 15, 2009

Seis familias piden identificaciones de restos porque creen que sus muertos pueden estar enterrados junto al poeta.

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Técnicos preparan la carpa que protege la fosa de Alfacar.- AFP

Seis personas han solicitado exhumar e identificar restos ante la Consejería de Justicia de Andalucía para saber si sus familiares están enterrados en la fosa de Alfacar (Granada), donde se supone que yace el poeta Federico García Lorca. Manuel Jiménez, de 81 años, es uno de ellos. A finales de octubre se presentó ante la excavación para encontrar los restos de su padre, Antonio Jiménez, fusilado en agosto de 1936. «En aquellos tiempos se comentaba que habían traído aquí a mi padre. Ahora he venido a ver si podrían estar sus restos», dijo esperanzado.

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Existe un efecto llamada entre los mayores según avanza la excavación

Los trabajos para la excavación y exhumación pretendían identificar los restos de García Lorca, del maestro Dióscoro Galindo, los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, el inspector de tributos Fermín Roldán y el restaurador Miguel Cobo. Pero desde que comenzaron los trabajos y ya con el plazo que estableció la Junta caducado, han surgido seis personas, todas ellas de Granada capital y alrededores, que han aportado pruebas que acreditan que sus familiares también fueron enterrados en el paraje de Fuente Grande.

El Comisariado para la Memoria Histórica estudia las pruebas aportadas: testimonios orales y escritos, además de datos historiográficos basados en publicaciones y del Tribunal Penal Militar de la época, que reseñaba los fallecidos en la Guerra Civil. «Han aportado datos que hay que investigar. Ahora se verá si la documentación aportada tiene base, y posteriormente se les extraerá el ADN para su identificación», afirman fuentes de la investigación.

A medida que la excavación cobra más eco y es más difundida, es muy posible que salgan a la luz nuevas peticiones de exhumaciones. Los reclamantes son personas mayores que desconocen el funcionamiento de los plazos oficiales y la documentación requerida por la Administración. «Existe un efecto llamada entre la gente mayor. Todos nos indicaron que se decidieron a pedir la exhumación tras comprobar el nivel de seriedad de la excavación», afirman las mismas fuentes.

García Lorca fue fusilado el 18 de agosto de 1936. Estas seis personas han aportado pruebas de que sus familiares fueron ejecutados en una fecha indeterminada entre los meses de agosto y septiembre, por lo que pudieron haber sido enterrados en el paraje de Alfacar.

Las otras familias que junto a Antonio Jiménez han pedido la exhumación de los restos de sus familiares han pedido a la Junta que se respete su anonimato. Jiménez busca aclarar el desconcierto que le produjo la muerte de su padre. «Yo tendría 10 u 11 años. Le quitaron el quiosco de los jardincillos de la plaza del Triunfo a mi padre y le quitaron la vida. No militaba en ningún partido, no era político y no sé por qué razón vino esto. No tenía enemigos, era muy tranquilo», explica.

La excavación se encuentra aún en su primera fase. Tras los trabajos realizados por los técnicos del Instituto Andaluz de Geofísica, se identificaron los seis posibles emplazamientos con restos, movimientos de tierras señalados por el georradar. Una vez que se identifiquen los cuatro emplazamientos que ahora cubre la carpa, ésta se trasladará para proteger los otros dos.

El País.com

http://www.elpais.com/articulo/espana/elpepunac/20091115elpepinac_10/Tes


Mauthausen, el drama de los republicanos españoles…

noviembre 15, 2009

El escritor Andrés Pérez Domínguez se adentra en la tragedia con ‘El violinista de Mauthausen’.

EFE – Mauthausen (Austria) – 15/11/2009

MauthausenEl escritor Andrés Pérez Domínguez se adentra en la tragedia de 7.500 republicanos españoles en Mauthausen con El violinista de Mauthausen, primera incursión de la narrativa española en este campo de concentración nazi, con la que el autor quiere pensar que «es posible un mensaje de esperanza».

En una entrevista concedida a Efe en el transcurso de una visita al denominado «campo de concentración de los españoles», Pérez Domínguez ha dicho que «forma parte de la literatura el dar también un mensaje de esperanza».

Aunque su interés es contar la historia, en medio del drama, de la tragedia que se está viviendo, también pretende «contar sentimientos».

El propio autor recuerda que en sus novelas «siempre están presentes el amor, la lealtad, el fracaso, la culpa».

No puede ocultar un cierto interés por los años 30 y 40. «Tres de mis cuatro novelas giran en torno a la Segunda Guerra Mundial, y esos sentimientos que afloran en mis novelas los encontramos en la guerra en un grado superlativo».

Además, los personajes están «en una situación límite», algo que resulta interesante desde un punto de vista literario.

El punto de partida de «El violinista de Mauthausen», con la que ganó el último Premio Ateneo de Sevilla, fue «una imagen poderosa: una vez, en una estación de metro de Viena, vi a una joven pareja bailando un vals en el andén, sin música, ajenos a todo, como si nadie los estuviese mirando».

A partir de aquella imagen construyó la historia de una pareja a punto de casarse que vive en París, en la primavera de 1940.

Rubén, un republicano español, y ella, francesa, que acabará colaboando con el espionaje aliado para recuperar a su amado cuando los nazis lo envían al campo de Mauthausen.

Entre ambos se cruza un tercer protagonista, un ingeniero alemán que renuncia a su trabajo en Berlín para no colaborar con los nazis y se dedica a recorrer Europa con un violín bajo el brazo.

«Los republicanos españoles de Mauthausen vivieron -recuerda el autor- una historia muy triste: pierden la guerra; viven en condiciones terribles en Francia y cuando llegan los alemanes acaban en campos de concentración porque Serrano Suñer se desentiende de ellos y los condena a muerte, y los que sobreviven finalmente no pueden volver a España».

Saltos en el tiempo

Pérez Domínguez aclara que aunque gran parte de la novela transcurre en Mauthausen, la acción de la novela va dando saltos en el tiempo y también sucede en París y en el Berlín de la posguera.

«No es una novela tétrica sobre Mauthausen, no es truculenta, sino que tiene un mensaje esperanzador».

Al dedicar cada uno de los capítulos a los tres protagonistas, «la estructura literaria se enriquece, pues el mismo hecho se narra desde varios puntos de vista diferentes».

Para la preparación de la novela, además de visitar campos de concentración como Mauthausen o Büchenwald, el escritor sevillano ha leído muchos testimonios de supervivientes como el de Mariano Constante, y libros como el de Montserrat Roig o el de Pons Prades.

Sin embargo, Pérez Domínguez subraya que «se trata de una historia documentada, pero no de un documental novelado».

Mientras pasea por los barracones de Mauthausen, el autor de «El factor Einstein» indica que «los republicanos españoles formaban el núcleo duro del campo y la llegada de los rusos y de los judíos les liberó de las condiciones más duras, porque estos dos grupos fueron tratados todavía peor».

«No es una novela tétrica sobre Mauthausen»

«No es una novela tétrica sobre Mauthausen, no es truculenta», añade el autor, quien pretende ofrecer «un mensaje esperanzador».

La manera de escribir de Pérez Domínguez es «muy visual», dedica atención especial a la psicología de los personajes, y siempre teniendo en cuenta una divisa: «Se pueden hacer novelas entretenidas, pero que además estén bien escritas y que sirvan un poco más, pues la literatura, al igual que el cine, puede hacer que el lector se interese por algo como la Historia».

Pérez Domínguez confiesa su admiración por los libros de historia de Antony Beevor, por series sobre este período histórico como «Hermanos de sangre» de Steven Spielberg, clásicos del cine bélico como «El ojo de la aguja», basada en la novela «La isla de las tormentas» de Ken Follet, o películas recientes como «Valkiria», «Amen» o «Conspiración».

En la actualidad, Pérez Domínguez tiene «varios proyectos en la cabeza», aunque cree que su próxima novela «no estará ambientada en la Segunda Guerra Mundial».

Público.es

http://www.publico.es/269928/mauthausen/drama/republicanos/espanoles


El PNV exige quitar las subvenciones a quienes no retiren símbolos franquistas…

noviembre 15, 2009

La víspera del 20-N intentará que el Congreso fuerce al Gobierno a ser fiel al pacto que propició la ley.

Símbolo franquista

Símbolo franquista en un hospital militar.

EUROPA PRESS – Madrid – 15/11/2009 14:42

El PNV elevará el próximo jueves al Pleno del Congreso una moción con la intención de que los partidos que propiciaron la aprobación de la conocida como Ley de Memoria Histórica, tras pactar su contenido con el Gobierno y el PSOE, obliguen al Ejecutivo a mantenerse fiel a unos compromisos que, según los nacionalistas vascos, han sido «traicionados». Entre otras cosas, reclama que supriman ya las subvenciones a la entidades, ya sean públicas o privadas, que no retiren los símbolos franquistas.

Esta iniciativa se debatirá y votará en el hemiciclo el próximo 19 de noviembre, la víspera del trigésimocuarto aniversario de la muerte de Franco, y es consecuencia de la interpelación que el portavoz adjunto del PNV en la Cámara Baja, Aitor Esteban, formuló a finales de octubre al vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, sobre esta cuestión.

Una de las cosas que Esteban reprochó a Chaves fue la falta de firmeza del Gobierno para garantizar el cumplimiento de la ley, incluso en aquellos puntos que afectan exclusivamente al Ejecutivo. Por eso gran parte de la moción tiene como objetivo que Gobierno cumpla aquellos asuntos relacionados con las exhumaciones de víctimas y la retirada de símbolos franquistas.

Ayuntamientos también

El artículo 15 de la Ley de Memoria abre la posibilidad de retirar «subvenciones o ayudas a los propietarios privados» que no retiren los símbolos que contengan «menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura». El PNV quiere que el Gobierno aplique esta previsión aprobando en tres meses un decreto que «señale expresamente la retirada de toda subvención y ayuda» a aquellos propietarios «públicos o privados» que mantengan simbología franquista.

Es decir, los nacionalistas vascos van más allá de lo previsto en la ley pidiendo que se sancione también a las entidades públicas que no cumplan este precepto. El pasado miércoles Esteban apuntó ya la posibilidad de que se deje de subvencionar a los ayuntamientos que se nieguen a retirar estos símbolos. Además, fija un plazo de seis meses para que el Gobierno finalice el catálogo de vestigios que debe elaborar en colaboración con comunidad y ayuntamientos.

En relación con la localización e identificación de víctimas, el PNV exige al Ejecutivo que se convierta en «agente activo» en esta tarea y le impone una serie de plazos para que ponga en marcha lo previsto en la ley. En concreto, pide que en tres meses haya un plan de trabajo sobre localización de identificación, que de «impulso» y «coherencia» a las actuaciones que se realicen en ese ámbito, y un protocolo de actuación científica y multidiscipinar que asegure la colaboración institucional en estas tareas.

Un año para el mapa de fosas

Asimismo, da un plazo máximo de un año para que esté listo el mapa de enterramientos de todo el territorio nacional y un reglamento para la especial preservación de estas área por parte de sus propietarios.

También pide que en seis meses se elabore otro mapa sobre las actuaciones en esta materia que se han llevado a cabo en la última década.

El PNV insta al Ejecutivo a facilitar «económicamente las exhumaciones»

El PNV se limita a exigir y poner fecha para el cumplimiento de lo previsto en la ley en relación con las fosas, pero no alude a la iniciativa aprobada hace un mes en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados que da seis meses al Gobierno para censar a todas las personas enterradas en el Valle de los Caídos.

En ese texto también se insta al Ejecutivo a facilitar «económicamente las exhumaciones» y agilizar el traslado de los restos, cuando así lo soliciten los familiares o entidades representantes de los mismos.

Durante su debate con Chaves, el diputado del PNV acusó al Ejecutivo de haber fulminado los acuerdos que selló durante la tramitación parlamentaria de la ley reprochándole incluso que, al dictar las normas para su desarrollo, había recuperado la redacción original del proyecto que envió al Congreso y que luego se modificó.

Indemizar a familiares de etarras

Por eso, el PNV ha incluido en la moción un mandato para que se reforme el decreto relativo a las indemnizaciones aprobado hace un año para que, entre otras cosas, se permita acceder a ellas a los familiares de los presos de ETA que fueron asesinados entre el 1 de enero de 1968 y el 6 de octubre de 1977, día en el que entró en vigor la Ley de Amnistía.

También quiere que se retoque otro artículo con el objetivo de que puedan ser indemnizados los familiares de fallecidos en la Transición aunque no tuvieran dependencia económica de las víctimas. El PSOE ha registrado una enmienda a los Presupuestos en este mismo sentido.

Asimismo, el PNV pide que se garantice el acceso de cualquier persona, sean o no investigadores, a los libros de defunciones de los registros civiles y que, a más tardar en 10 días, el Gobierno resuelva las alegaciones presentadas por las asociaciones memorialistas a las subvenciones previstas para ser utilizadas en 2009.

Público.es

http://www.publico.es/269892/pnv/exige/quitar/subvenciones/retiren/simbolos/franquistas


¿Sólo Garzón puede abrir las fosas?…

noviembre 15, 2009

“El auto refuerza la confianza en el Estado de derecho, y pone de manifiesto que ningún ciudadano está por encima de la ley” -Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz del PP en el Congreso-

¡Qué vergüenza! ¡El Supremo defiende el franquismo! ¡Quiere empapelar al heroico juez que se atrevió a abrir un proceso contra la dictadura! ¡Solidaridad con Garzón! ¡Todos somos Garzón!

Qué va, no me sale natural. Lo he intentado, pero nada. Me encantaría solidarizarme con nuestro juez estrella, pero no lo consigo. Leo y releo el auto del Supremo, y no me conmueve.

En su día no vi clara la iniciativa de Garzón. Conocida su trayectoria, me parecía que lo mejor que le podía pasar al franquismo era que, ante el riesgo de que en algún momento se abriese una vía judicial, fuese Garzón el encargado de hacerlo. Era la garantía de que no llegaría muy lejos.

Antes de su actuación, había un debate abierto en España: expertos en Derecho sostenían que el blindaje judicial del franquismo no estaba tan atado y bien atado como creíamos, y que en el ordenamiento jurídico español sí cabía la posibilidad de abrir un proceso contra el franquismo.

En ésas estábamos cuando llegó Garzón e hizo de las suyas. Se enfrentó a la fiscalía, forzó la interpretación de la ley, tomó medidas ruidosas pero poco sólidas, y acabó comiéndose la investigación. Lo que ahora hace el Supremo es terminar de clavar el ataúd donde quieren enterrar para siempre la vía judicial.

Seguramente la querella quedará en nada, pero ya hemos recibido el mensaje: no cabe actuación judicial contra el franquismo. Pues vale. Y ahora, mientras discutimos si cabe o no, ¿qué tal si pedimos cuentas a otras instancias? Ya que las fosas no se abren desde los juzgados, ¿por qué no se lo exigimos a quienes hicieron una ley de la memoria que mantiene las fosas donde estaban?

Público.es

http://blogs.publico.es/trabajarcansa/2009/05/28/%C2%BFsolo-garzon-puede-abrir-las-fosas/


Las fosas se abren con cuentagotas…

noviembre 15, 2009

Un año después de que el juez Baltasar Garzón remitiera a los juzgados territoriales la investigación sobre los crímenes del franquismo.

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Los restos mortales de dos jóvenes, supuestamente los de Castor Cordal y de Ramón Barreiro, de 27 y 19 años respectivamente - EFE

SONIA LÓPEZ (EFE) – Madrid – 15/11/2009 19:32

Un año después de que el juez Baltasar Garzón remitiera a los juzgados territoriales la investigación sobre los crímenes del franquismo, los familiares de los desaparecidos en la Guerra Civil y la dictadura se debaten entre la decepción y el escepticismo ante la falta de respuesta de los tribunales.

El 18 de noviembre de 2008 el magistrado se inhibió y trasladó las denuncias de los familiares de las víctimas a Juzgados de Instrucción de toda España, que por lo general han archivado o ignorado el asunto.

Pasado un año, es Garzón quien está siendo investigado en el Tribunal Supremo por posible prevaricación por declararse competente para esta causa, mientras que se pueden contar con los dedos de la mano los casos en los que se han abierto fosas por orden judicial.

Pese a ello, los familiares de las víctimas no desisten y las asociaciones de memoria histórica siguen buscando por su cuenta y realizando excavaciones con la ayuda de miles de voluntarios.

Ya no es la batalla de los hijos. Ahora son los «nietos del franquismo», que no vivieron la guerra y apenas tienen recuerdos de la Transición, quienes ven cómo la Justicia les da la espalda.

«Nosotros hemos nacido de espaldas», dice el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), Emilio Silva, que añade que «ni la Política ni la Justicia han asumido su responsabilidad en este tema».

Vía administrativa

El «desamparo» judicial ha provocado que las familias de las víctimas hayan recurrido a la vía administrativa, que ha sido -por ejemplo- la que ha dado el visto bueno al inicio de las excavaiones en las fosas de Alfacar en Granada donde podrían estar los restos del poeta Federico García Lorca.

Incluso en este caso el proceso judicial está paralizado, pendiente de que el Tribunal Supremo decida si la competencia es de un Juzgado granadino o de Garzón, y ha sido la Consejería andaluza de Justicia la que ha autorizado la excavación.

La recuperación de sus restos no servirá para aliviar la angustia de los familiares de otros muchos desaparecidos -143.353, según la Plataforma de Víctimas de Desapariciones Forzadas por el Franquimo-, que no cuentan con apoyo suficiente para poder enterrar dignamente a sus muertos.

«Duele la cantidad de medios que se están poniendo en la fosa de Lorca, cuando a sólo unos pasos hay otra fosa en la que no se hace nada», dice Silva.

Justicia ciega

Al igual que en Granada, en Málaga la vía administrativa ha permitido la exhumación de los restos de 2.840 personas con autorizción del Ayuntamiento y sin intervención judicial.

Pero de los más de 60 Juzgados en cuyas manos depositó Garzón la investigación, la mayoría no han respondido todavía y si lo han hecho ha sido para dar «carpetazo» y archivar la causa.

En Galicia, desde 2003, se han abierto 11 fosas, ninguna con intervención judicial; en Asturias, la Fiscalía ha pedido a un juez de Laviana el archivo de la denuncia de la asociación «Todos los hombres de Asturias» pidiendo otras exhumaciones.

En Castilla y León se calcula que se han excavado 18 fosas, de las que sólo dos han contado con la autorización judicial.

A Emilio Silva sólo le consta un caso en el que las exhumaciones se hayan llevado a cabo por iniciativa judicial y es el de las dos fosas comunes de Santa María de Tera en Zamora.

La juez de Benavente Tania María Chico fue la primera en atender el requerimiento de Garzón y autorizar la apertura de las fosas, en las que se descubrieron los restos de siete personas.

«Las contestaciones de los Juzgados son de lo más variopintas», explica a Efe el presidente de la Federación Estatal de Foros por la Memoria, José María Pedreño, que dice que los jueces «se inhiben, archivan, lo declaran prescrito; nos están dando la espalda y no quieren saber nada del tema», asegura.

Reparación política

El Gobierno defiende los avances que ha supuesto la Ley de Memoria Histórica desde su aprobación el 10 de diciembre de 2007.

Gracias a ella se ha puesto en marcha una oficina de atención a las víctimas de la Guerra Civil, que ha recibido 9.290 consultas desde 2008 hasta septiembre de 2009, según los datos facilitados a Efe por el Ministerio de Justicia.

El Ejecutivo ha recibido también 831 solicitudes de declaración de reparación y reconocimiento personal.

De las que se han resuelto, sólo han sido rechazadas 17, mientras que se han concedido 237, entre ellas la del ex presidente de la Generalitat de Catalunya Lluís Companys, fusilado en 1940 por el régimen franquista.

Además, se sigue trabajando en la elaboración del mapa de los lugares de inhumación y la semana pasada se incluyó en los Presupuestos Generales del Estado para 2010 una partida de dos millones de euros para facilitar las exhumaciones de fosas y agilizar el traslado de los restos humanos si lo piden los familiares.

Prevaricación de las víctimas

De la intervención judicial «precaria y prácticamente nula» también se queja Emilio Silva: «Casi nadie se ha puesto a trabajar, la apertura de la causa contra Garzón en el Supremo ha asustado a más de un juez».

Ese ha sido el «efecto perverso, buscado o no», al que Silva contrapone la imagen de «esa gente de ochenta y pico años, su angustia porque se les va la vida y no han podido enterrar a su padre y su madre».

Su propio abuelo fue asesinado por las tropas falangistas la madrugada del 16 de octubre de 1936 en Priaranza del Bierzo (León), junto con otros trece hombres, y fue también la primera víctima desaparecida en la Guerra Civil identificada mediante el análisis del ADN.

Ahora él, como otros muchos familiares, ha visto como «el único juez que ha hecho algo colectivo por las víctimas» ha sido encausado por ello.

«Se está tratando a las víctimas como culpables. Es lo mismo que decir que los familiares de los desaparecidos estamos prevaricando», afirma.

Pedreño, por su parte, no deja de sorprenderse de que la Justicia española archive las denuncias sobre los crímenes franquistas mientras admite a trámite otras como la de los monjes budistas contra el Gobierno chino por crímenes de lesa humanidad en la década de los 50.

Frente a las voces de las víctimas, que hoy se tienen que «autoconstruir su reparación», otros piden pasar página.

La respuesta la dio Amnistía Internacional en el manifiesto, suscrito por medio centenar de juristas, que remitió al Gobierno tras la inhibición de Garzón: «para pasar página, primero hay que leerla».

Público.es

http://www.publico.es/269944/fosas/abren/cuentagotas


El Comisariado estudia «varias» propuestas de exhumación de más personas en la fosa de Alfacar…

noviembre 15, 2009

Alfacar

Foto de archivo

GRANADA, 9 Nov. (EUROPA PRESS) –

El Comisariado para la Memoria Histórica de la Junta de Andalucía está estudiando «varias» propuestas más de exhumación de represaliados durante la Guerra Civil que podrían encontrarse enterrados en el entorno en el que se ubica la fosa en la que supuestamente yacen los restos de Federico García Lorca, en Alfacar (Granada), según informaron a Europa Press fuentes de la Consejería de Justicia. Atiende así a la petición de algunos familiares que se han acercado a la zona, una vez que han conocido que se está excavando el paraje de Fuente Grande, asegurando que su padre o su abuelo podrían estar también bajo aquellas tierras.

De hecho, el mismo día que comenzó la excavación, el pasado 29 de octubre, Manuel Jiménez Espigares, hijo de un fusilado, solicitó a la presidenta de la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica, Maribel Brenes, la búsqueda de su padre, que fue asesinado el 16 de agosto de 1936 en la misma zona.

Según explicó hoy Brenes a Europa Press, la Asociación está investigando las circunstancias de esa muerte y las de las otras personas solicitantes, cuyos datos no han trascendido, por lo que, conjuntamente con el Comisariado, valorará si atender o no las peticiones, que deben estar documentadas. Según la Consejería de Justicia el estudio no se prolongará más de dos meses, que es la duración prevista de la excavación de las seis posibles fosas de Alfacar.

Un total de tres arqueólogos, auxiliados por dos personas, trabajan en el Parque de Alfacar que lleva el nombre del poeta, para encontrar, por ahora, los restos de los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, el inspector de tributos Fermín Roldán y del restaurador Miguel Cobo. La familia de García Lorca, contraria a la exhumación, se ha reservado sin embargo el derecho a identificarlo, al igual que los allegados del maestro republicano Dióscoro Galindo, que murió supuestamente también junto al autor de ‘Yerma’.

Los expertos, coordinados por Francisco Carrión, trabajan en el interior de la carpa metálica que cubre cuatro de las seis posibles fosas delimitadas por los investigadores del Instituto Andaluz de Geofísica, que peinaron el pasado septiembre el terreno con georradares. Las tareas iniciales se están centrando en retirar la tierra superficial de estos enterramientos, distribuidos en un perímetro de 200 metros, para comenzar a cavar hasta una profundidad de entre 0,60 y 1,80 metros.

Se trata de un trabajo delicado que los expertos han preferido realizar a mano, sólo con la ayuda de un pico y una pala, a fin de no dañar los restos óseos, que se prevén encontrar en malas condiciones «no sólo por los tiros que recibieron –los represaliados– sino por el peso que han soportado de tierra».

Las cuatro primeras fosas que serán excavadas durante estos días se sitúan en el Parque Federico García Lorca de Alfacar, dos a los pies de un ciprés y muy cerca de un peñasco y otras dos justo enfrente, donde la ladera se eleva.

Las otras dos restantes –de un total de seis– están cercanas al monolito del parque y a un olivo, y sobre ellas se trasladará la nave articulada, de 10 por 20 metros, una vez concluyan las tareas en las primera cuatro. No se excavará en el paraje del Caracolar, aunque también el georradar utilizado con carácter previo al inicio de la excavación peinó esa zona, que fue donde el escritor Agustín Penón ubicó la fosa del poeta.

Los arqueólogos exhumarán fosa por fosa y los restos óseos que se encuentren se irán trasladando al Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada, que dirige el forense José Antonio Lorente, para su posterior cotejo con el ADN de los familiares que han solicitado recuperar a sus allegados, en concreto los de Galadí, del inspector de tributos Fermín Roldán y del restaurador Miguel Cobo. En principio no se identificarán genéticamente los del poeta y los del maestro republicano, ni tampoco los de Arcollas –puesto que a éste no se le conocen ascendientes–.

No se permitirá en principio que los familiares de los fusilados presencien la exhumación, porque es «una cosa muy dura para ellos» ni tampoco se fotografiarán los restos óseos que se vayan encontrando, como sí se ha hecho en otras exhumaciones, si bien Justicia ya ha anunciado que facilitará una grabación oficial al final de cada fase.

Aunque las tareas de búsqueda se dirigen hacia Galadí, Arcollas –a petición de la CGT y de la Unión Nacional de Banderilleros–, Roldán y Cobo, se hará el análisis antropormófico a todos los huesos que sean encontrados, aunque sólo se les practicará la prueba de ADN a aquellos cuyos descendientes lo hayan solicitado.

Europa press Andalucía-Granada

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De Villada y Villamuera de la Cueza. ARMH exhuma los restos de tres vecinos desaparecidos en 1936…

noviembre 15, 2009

PALENCIA, 14 Nov. (EUROPA PRESS) –

Las Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) exhumará hoy a partir de las 9.00 horas, en el término municipal palentino de Cisneros, los restos de tres vecinos de la provincia desaparecidos durante la Guerra Civil.

Se trata de los restos de Donatilo de la Cea, jornalero de Villada; Mariano Salazar Aguayo, ferroviario natural de Paredes de Nava y vecino de Villada, y Valentín Valentín Herrezuelo, jornalero vecino de Villamuera de la Cueza. Los tres desaparecieron el 12 de agosto de 1936, según un comunicado de la asociación recogido por Europa Press.

La exhumación, que será dirigida por el arqueólogo Julio del Olmo y cuenta con la colaboración de la asociación ‘Justicia y Verdad’,  tendrá lugar en el kilómetro 30 de la C-613 (carretera Palencia-Villada), en el término de Cisneros.

Europa press Castilla León

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En Villarrobledo (Albacete): Veintidós familias piden recuperar los restos de sus familiares arrojados a una fosa…

noviembre 15, 2009

22 Familias

TOLEDO, 14 Nov. (EUROPA PRESS) –

Un total de 22 familias han pedido por escrito a la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) de Cuenca recuperar los restos de sus familiares que fueron arrojados a una de las numerosas fosas comunes que existen en la localidad de Villarrobledo, cuyos trabajos de recuperación se iniciaron hoy.

Así lo confirmó en declaraciones a Europa Press, el presidente de la ARMH de Cuenca, Máximo Molina, que explicó que entre el 9 y el 19 de abril de 1939, al menos unas 62 personas, según los datos recopilados por la asociación «fueron asesinadas arrojadas vivas a los pozos de las minas de arcilla, algunos de unos cincuenta metros de profundidad, llamados barreros».

«En concreto en esta fosa tenemos  62 personas documentadas pero creemos que hay más porque no sabemos cuántas puede haber en cada barrero», indicó Molina que señaló que en la jornada de hoy se han reunido con unos 15 familiares de los desaparecidos, para explicarles en qué va a consistir el trabajo que van a realizar.

También hoy iniciaron los trabajos de georadar, que tiene que cubrir una superficie de dos hectáreas, para localizar la boca de la mina e introducir después por ella la prospección geológica.

Por su parte, uno de los dos arqueólogos que participan en esta investigación, Ángel Fuentes, declaró a Europa Press que después de los trabajos de georadar, el próximo fin de semana, llevarán a cabo una prospección geotécnica en uno de los dos barreros que existen fuera del cementerio municipal de Villarrobledo «para saber hasta dónde llega ese pozo, sí hay restos humanos y en que condiciones están».

«Una vez que sepamos cuántos hay, y las condiciones qué presenta ese lugar para poder excavar, serán los familiares los que decidan sacar los restos o no, en función de los datos que tengamos», afirmó Fuentes.

«Los barreros son antiguas extracciones mineras de donde se sacaba barro para realizar las tinajas de Villarrobledo» explicó uno de los arqueólogos de esta investigación, que costea el Ministerio de la Presidencia, y autoriza el Ayuntamiento de este municipio albaceteño.

Respecto al número de personas que podrían haber muerto en estos pozos, Ángel Fuentes afirmó que la ARMH dispone de datos provisionales «y probablemente el número de represaliados que pudieran haber sido arrojados a esta fosa aumentará», agregando que casi todos ellos eran vecinos de Villarrobledo y de pueblos aledaños que fueron «asesinados inmediatamente acabada la guerra».

Europa press Castilla La Mancha

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El colectivo de la fosa de La Puebla de Cazalla clama por «exhumar cuerpos, antes que hacer monolitos»…

noviembre 15, 2009

Fosas puebla cazallaLA PUEBLA DE CAZALLA (SEVILLA), 14 Nov. (EUROPA PRESS) –

El colectivo de familiares de las víctimas de la represión franquista enterradas en las fosas comunes de la Guerra Civil descubiertas en el cementerio municipal de La Puebla de Cazalla (Sevilla), donde se ha agotado la segunda fase de las excavaciones con la recuperación de 43 cadáveres, clamó hoy por «exhumar y identificar los cuerpos de los familiares antes que dedicar las subvenciones a hacer monolitos, que no significan nada».

Un miembro de este colectivo, la historiadora María del Carmen España, en declaraciones a Europa Press, recriminó que «la Ley de Memoria Histórica se queda corta», debido a que, según la historiadora, «deja muy poco margen de movimiento para actuar a los familiares y se dedica mayor financiación a homenajes, monolitos, divulgaciones, investigaciones, antes que a exhumaciones», por lo que pidió «más ayuda, porque la historia siempre se termina cuando se recupera el cuerpo del familiar fallecido». Si bien, recordó que «Andalucía recibe el menor porcentaje de subvenciones».

Así, según informó España, hoy se presentó el informe técnico de la segunda fase de exhumación de las fosas en un acto al que asistieron el presidente de la Asociación Memoria Histórica y Justicia Social de Andalucía, Rafael López; el segundo teniente de alcalde de la Puebla de Cazalla, José Santos (IU-CA); y la arqueóloga responsable de la exhumación, Elena Vera.

En dicha comparecencia, se explicaron los trabajos de exhumación y «se pidió el traslado de los 140 nichos de osario, no de tumbas, el cual está encima de las cuatro fosas, situadas en la parte civil del camposanto, zona que se correspondía con una gran cantera de extracción de áridos y que tras perder esta función, se utilizó como zona de ocultamiento de los fusilados entre julio de 1936 y febrero de 1937», según indicó España.

Al respecto, explicó que «no se pueden desenterrar las fosas porque el osario se viene encima, junto con toda la tierra», a lo que añadió que «la postura del Ayuntamiento ha sido derribar el osario y trasladarlo a otro sitio, pero se necesita la aprobación de la Diputación».

«SE PIDE AYUDA DE LA JUNTA»

Asimismo, «también se pidió que, a través de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, se puedan efectuar las pruebas de ADN de los cadáveres encontrados, las cuales se pueden realizar en el Banco Genético de Granada que estudia el ADN, donde los familiares podrían conocer los datos para identificar los cuerpos», admitió la historiadora, quien advirtió de que «esto es urgente, porque hay familiares octogenarios a la espera de conocer resultados y, además, los restos hallados están metidos en cajas, si bien algunos llevan más de año y medio».

Del mismo modo, estimó que este cementerio podría contar con «unos 200 cadáveres de represaliados, procedentes de La Puebla de Cazalla, Morón de la Frontera, La Lentejuela o Marchena, entre otras localidades».

Por su parte, los autores de la segunda fase de la intervención estimaron «entre un mínimo de 159 y un máximo de 230 de personas que fueron ocultadas en este emplazamiento». De modo que, la exhumación de esta fosa es la intervención «más importante» realizada en la provincia de Sevilla, «por el número de cadáveres que alberga». Hasta el momento se han recuperado 60 cuerpos –17 en la primera fase y 43 en la segunda–.

NOTICIA Europa Press

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«Involucrado al máximo» en la memoria histórica Armhex celebra el galardón entregado a Ángel Olmedo…

noviembre 15, 2009

galardón OlmedoMÉRIDA, 14 Nov. (EUROPA PRESS) –

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en Extremadura (Armhex) celebró este sábado el galardón logrado por el vocal de la asociación Ángel Olmedo, premiado con el IX Premio Arturo Barea por su libro ‘Historia y memoria oral: guerra y represión en Llerena’, debido a que «está involucrado al máximo en recuperación de la memoria histórica en Extremadura»

Ángel Olmedo «ha estado involucrado siempre en apoyar al máximo el que se atiendan las legítimas demandas de los ciudadanos extremeños», destacó la Armhex en un comunicado de prensa.

Según la asociación, «aún existen extremeños que ignoran el paradero exacto de sus familiares desaparecidos, aún en fosas comunes», por lo que exigen «se haga justicia» y los restos de los desaparecidos «descansen en un lugar digno y no en el que eligieron sus verdugos».

La dotación del premio es de 9.000 euros más la publicación de la obra, que trata sobre la represión sufrida en la zona cercana a la localidad pacense de Llerena durante la Guerra Civil.

Olmedo es historiador y escritor y ha sido director de los campos de trabajo ‘Recuperación de la Memoria Histórica’, del Instituto de la Juventud de Extremadura y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de la región.

Europa Press/Google Noticias

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ARMH-Extremadura se congratula del IX Premio ‘Arturo Barea’ ganado Extremadura al día


Mayor acusa al Gobierno de recuperar la «memoria de la confrontación»…

noviembre 15, 2009
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El portavoz popular en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja. - EFE

El dirigente conservador considera que Zapatero ha recurrido a «la peor memoria histórica»…

El ex ministro de Interior y eurodiputado del PP Jaime Mayor Oreja ha acusado al Gobierno de haber recuperado «la peor memoria histórica» y de enfrascarse en «las confrontaciones de siempre» que obligan al país a vivir una «gran chapuza nacional».

Mayor Oreja ha hecho estas manifestaciones en una mesa redonda sobre Las oportunidades de España en un mundo global, celebrada en el marco de la Convención Nacional del PP.

Durante su intervención, Mayor Oreja ha apostado por «volcarse y vaciarse» en el exterior como la mejor forma de «fortalecer» la política interior del país y su cohesión.

«Las penínsulas europeas tienen que saber fortalecer su papel y su presencia continental, e incluso mundial, como mejor antídoto para hacer frente a la tendencia natural de división y de confrontación de carácter interno», ha subrayado.

No obstante, Mayor Oreja ha observado que en la segunda parte de esta década, con un Gobierno socialista, se ha hecho en España «todo lo contrario» y se ha recuperado la «peor memoria histórica», además de reabrirse un proceso territorial y «enfrascarnos en las confrontaciones de siempre».

«Nos hemos vuelto a contemplar a nosotros mismos, a preguntarnos quiénes somos y cuántas naciones tenemos…La conclusión es que hoy vivimos en una gran chapuza nacional», ha indicado.

Por ello, Mayor Oreja ha opinado que en lugar de plantearse el debate en España «mirando al exterior, algunos han preferido abrir un debate hacia dentro, introspectivo, sobre la identidad de España como nación».

Se trata, a su juicio, de un debate «equivocado en su planteamiento, estéril en su utilidad y profundamente distorsionador en sus consecuencias».

Recuperar la buena dirección

Ha considerado Mayor Oreja que si los políticos fueran capaces de volcarse en el papel de España en el exterior, se podría modificar «en la buena dirección» la política interior.

Mayor Oreja ha apostado por rectificar esos errores históricos

«Cuando uno se enfrasca en su propio problema, es incapaz de elevar la visión y de entender y comprender el nuevo mundo en el que estamos viviendo, que es algo más que una crisis», ha apostillado.

Mayor Oreja ha apostado por rectificar esos errores históricos, que se han «acentuado» en la actualidad «de forma rabiosa».

Por último, ha asegurado que la imagen que se proyecta ahora de España en el exterior es la de una nación con problemas, lo contrario que en la Transición, donde «España era una novedad positiva».

Público.es/Google noticas

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