La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Granada elabora un catálogo de trincheras y refugios…
enero 3, 2010Sant Joan (Mallorca): El rector abre la posibilidad de que Franco desaparezca del cielo del altar…
enero 3, 2010En la polémica pintura obra de Pere Barceló de 1938 también hay un falangista y un requeté.
T. OBRADOR. SANT JOAN. El Generalísimo ´toca el cielo´ en Sant Joan. Junto a un falangista y a un requeté, Francisco Franco protagoniza la más elevada pintura del altar mayor, obra de Pere Barceló, que representa la gloria de Sant Joan Baptista en el cielo. No obstante, el dictador puede tener sus días o meses contados ya que el actual rector, Joan Martí, prefiere no posicionarse mucho al respecto pero deja caer: «Para mí no es interesante, es fruto de una época en que supongo muchos verían a Franco como el salvador, el que arreglaría el lío de esos años, de la época que se vivía… Si alguien quiere quitar los personajes conflictivos que haga los pertinentes pasos, obteniendo los permisos correspondientes y suba para eliminarlos. La Parroquia no puede asumir el coste de la operación y velaría porque estéticamente quedara bien».
En el libro El temple parroquial de Sant Joan, editado por el Col·lectiu Teranyines y basado en manuscritos de Sebastià Soler, Rafel Ginard y Bartomeu Bauçà, se detalla: «Este cuadro de grandes dimensiones –nueve metros de largo por cinco en la parte más alta– fue pintado antes de la bendición de la iglesia, durante la guerra civil española, aproximadamente el año 1938. Fue un regalo del pintor a la parroquia, a la cual estaba ligado por una amistad especial. Sólo quiso cobrar los materiales (3.000 pesetas». «Algunos años más tarde, en 1946, el mismo pintor pintó el tríptico de abajo, representando la vida de Sant Joan, nacimiento, predicación, martirio. Aquí ya cobró más: 15.000 pesetas cada uno».
El rector Joan Martí es consciente de la existencia de una ley de la Memoria Histórica aprobada por el Gobierno central. En este caso, Franco, un falangista y un requeté comparten espacio junto a Sant Sebastià, Santa Teresa, Sant Jordi, Santa Catalina, un cardenal, un Papa, un obispo, un rey, Sant Joan, Dios, el espíritu santo, la Mare de Déu, Sant Antoni, Sant Ignasi, Sant Alonso Rodríguez y Ramon Llull, entre otros ilustres nombres. Asimismo, junto al dictador hay una clara referencia a el Vaticano. En otra parte se detecta la basílica de el Pilar. Otros detalles curiosos son que el mismo autor de la pintura está reflejado a la izquierda de su obra, y en la parte opuesta hay dos hombres que podrían ser vecinos o sus ayudantes. En esta línea, la rumorología popular apunta a que el artista se inspiró en residentes de la localidad y que incluso aparece una criada.
Pere Barceló pintó siendo entonces rector Francesc Mas Galmés, desde hace unos años hijo ilustre de Sant Joan. Inició la construcción del Centre Catòlic y la reforma y ampliación de la iglesia. «Revolucionó toda la vida del pueblo de Sant Joan», se asegura en el libro El temple parroquial de Sant Joan. Fundó la Congregació Mariana y después los Exploradors.
La revista local Damunt Damunt, cuyo último número salió el 28 de diciembre y por eso se llama Davall Davall, ha abierto el debate gracias a su portada con Franco en el cielo del altar mayor santjoaner.
Diario de Mallorca
TRIBUNA: Morir en Alfacar IAN GIBSON. El Estado debe buscar de una vez a Federico García Lorca…
enero 3, 2010IAN GIBSON 30/12/2009
El hispanista Ian Gibson, que ha dedicado su vida al estudio de García Lorca, vuelve a Alfacar (Granada) tras finalizar sin éxito las excavaciones. En este texto denuncia las lagunas de la investigación, la ambigüedad de la familia y la ausencia del Estado en el proceso. El historiador ensancha el perímetro y señala nuevos emplazamientos de las fosas.
El Estado chileno ha exhumado y enterrado dignamente a Víctor Jara, torturado y asesinado por Pinochet. El húngaro, al bardo nacional Miklós Radnóti, ejecutado por los fascistas. Pero el español ni ha intentado localizar los restos de Lorca, el poeta y dramaturgo de este país más amado y más traducido de todos los tiempos, víctima de quienes se sublevaron en Granada contra la legalidad republicana en 1936. Porque, tengámoslo muy claro, en Alfacar la Junta de Andalucía (al fin y al cabo Estado) no ha buscado oficialmente al autor de Yerma, sino a alguno de los supuestamente enterrados con él en la misma fosa, o muy cerca. Ha sido una tentativa radicalmente ambigua desde el primer momento, y ello, en primer lugar, porque los seis sobrinos del poeta han estado en contra. Ni conseguida la recalificación del paraje, a petición de éstos, como lugar apto para enterramientos, fueron éstos capaces de prometer que, de encontrarse los restos de su tío, aportarían ADN para su identificación. No, se reservarían el derecho de hacerlo… o de no hacerlo. Mil veces habían manifestado que no querían un circo mediático. Con su negación han ayudado a provocarlo, así como un tinglado de secretismo, ofuscación y contratos de confidencialidad que han dado lugar a filtraciones, chismorreo y bulos.
La noticia en otros webs
Illescas dijo estar segura del lugar: los asesinos vivían en casa de su tía
El secretismo y la confidencialidad han dado lugar a chismorreos y bulos
A mi juicio, hay que incidir en el área cercana a la «barranquilla»
El autor de ‘Yerma’ podría convertirse en el símbolo de la reconciliación
José Roldán vio los cadáveres al lado de la carretera, cerca de Fuente Grande
No ha sido un fracaso, pese a todo, la excavación que, gracias a la iniciativa de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica local, con la colaboración de la Universidad de Granada, se ha llevado a cabo en Alfacar. Al contrario, ha sido muy útil, pues ha demostrado que allí donde el tan falible georradar parecía indicar fosas sólo hay una insolente capa de roca cubierta por unos pocos centímetros de tierra incapaces de haber albergado jamás cuerpos.
Para empezar a entender lo ocurrido hay que remontarse en el tiempo casi tres décadas.
A finales de 1979 la Diputación Provincial de Granada, bajo la presidencia de José Sánchez Faba, de la UCD, tuvo la magnífica iniciativa de formar una Comisión de Encuesta para identificar y adquirir el paraje más probable, entre los pueblos colindantes de Alfacar y Víznar, donde fue asesinado y enterrado el poeta. Como autor de La represión nacionalista de Granada en 1936 y la muerte de Federico García Lorca (1971), editado en París por Ruedo Ibérico e inmediatamente prohibido por el régimen franquista, fui uno de los invitados a aportar mi opinión al respecto.
Comparecí ante la Comisión el 29 de febrero de 1980. Me remití a la declaración de «M. C.», el supuesto enterrador del poeta, incluida en mi libro, que por más señas se acababa de editar, ampliado, en España. Expliqué que «M. C.» me había pedido que no facilitara su nombre, aunque mucha gente en Granada sabía que se trataba de Manuel Castilla Blanco, «Manolo el Comunista», que tenía 17 años en el momento de los hechos.
Castilla Blanco me había llevado en 1966, con riesgo para él, y no para mí, a los alrededores de la Fuente Grande de Alfacar. Me había indicado el sitio donde aseguraba haber enterrado a Lorca y a sus tres compañeros de suplicio (el maestro republicano Diós-coro Galindo González y los banderilleros Francisco Galadí Melgar y Joaquín Arcollas Cabezas). En 1978 habíamos vuelto juntos al lugar, donde Castilla me confirmó, en presencia de otros, todo lo que me dijera 12 años antes. De aquella visita queda una grabación que hoy se puede escuchar en la Casa Museo del poeta en Fuente Vaqueros.
Cuando declaré ante la Comisión de Encuesta acababa de recibir de William Layton los papeles inéditos de Agustín Penón, fallecido en 1976, que había llegado a Granada 10 años antes que yo para investigar la muerte de Lorca. Sus escritos revelaban que, en 1955, Castilla Blanco le había llevado al mismo sitio que me mostraría a mí una década después. Lo puse en conocimiento de la Comisión, que tomó nota.
Entre las nueve personas que comparecimos ante la Comisión había una señora llamada María Luisa Illescas Orantes. Lo hizo el mismo día que yo, acompañada de la escritora granadina Eulalia Dolores de la Higuera. Illescas aportó a la Diputación un documento fotográfico de extraordinario valor histórico: una imagen del lugar del crimen, sacada al parecer a las pocas semanas de la muerte del poeta. Indicaba el mismo paraje señalado por Castilla Blanco a Penón y a mí. Illescas declaró estar segura de que se trataba del paraje del asesinato «porque seis de los componentes de la llamada Escuadra Negra estaban alojados en casa de su tía, en Víznar, y la misma persona que lo fusiló mostró a su tío el lugar donde lo hizo, que fue delante del peñasco que se muestra en la fotografía; por consiguiente, deduce que el sitio de enterramiento lógicamente deberá estar próximo».
La fotografía se reproduce ahora por primera vez. La «barranquilla» que se encontraba al lado del olivo, señalada por Castilla tanto a Penón como a mí, se aprecia claramente en la imagen. Olivo y barranquilla juntos: eran para él la garantía de que no se equivocaba. En un radio (utilizó la palabra «rodal») de unos metros alrededor del olivo -cinco le aventuró a Penón- estaba la fosa donde enterrara a Lorca y las otras tres víctimas. Aseguraba, además, que allí no había más que aquella fosa.
Penón sacó, a raíz de su visita en 1955, una excelente fotografía del olivo y de la «barranquilla», publicada en 1990, por vez primera, en mi edición de sus papeles.
Para lo que sigue ayudará la contemplación detenida de estas dos imágenes y de la fotografía en color del lugar sacada para la Diputación de Granada en 1980. Las tres fotos ilustran esta pieza.
Muy importante para la Comisión fue el testimonio de José Roldán Cobos, funcionario del Ayuntamiento de Granada, que declaró haber visto los cadáveres de Lorca, de los dos banderilleros y del maestro cojo al lado de la carretera cerca de Fuente Grande en dirección a Víznar. En cuanto a José Luis Vila-San-Juan, autor de García Lorca, asesinado: toda la verdad (1975), acompañó a los comisarios al mismo rincón, que le había enseñado en 1973 un individuo que el escritor intuía que había sido uno de los asesinos.
Con la información de los nueve comparecientes en la mano, la Comisión recomendó la adquisición del paraje mayoritariamente señalado por nosotros como el lugar más probable del asesinato y enterramiento de Lorca.
Y fue entonces cuando, a mi juicio, se cometió un grave error: el no incluir en la compra del terreno destinado al parque Federico García Lorca la parcela del pinar que se ubica inmediatamente a la izquierda de la «barranquilla» y del olivo señalados con tanta insistencia por Castilla Blanco. Pinar, dicen algunos vecinos de Alfacar, plantado precisamente para enmascarar fosas de la represión. ¿Trató de hacerlo la Diputación? ¿No quería vender el propietario? Sea como fuera -y no sería difícil averiguarlo-, el terreno adquirido no comprendía aquella zona de pinos, sino que empezaba al lado mismo de la «barranquilla».
Ocurrió otro error muy serio cuando llegó el momento de vallar el recinto adquirido. Se decidió encauzar la «barranquilla», con fondo de cemento y flancos de piedra, también a su paso cerca del olivo.
Ello supuso una considerable remoción del terreno justo en el «rodal» indicado por Castilla.
Y ahora viene lo escandaloso. El 20 de octubre de 2008 se publicaron en el diario granadino Ideal unas declaraciones de la persona que, cuando se preparaba la inauguración del parque, en 1986, ocupaba el puesto de vicepresidente segundo de la Diputación Provincial de Granada, ya por entonces dirigida por el PSOE. Se llamaba Antonio Ernesto Molina Linares. Molina manifestó a los periodistas Rafa López y Quico Chirino que «se sabía que al hacer allí el parque era posible que a lo largo de las obras aparecieran restos, y así ocurrió». ¡Y así ocurrió! Para que las obras pudiesen seguir con buen ritmo, los huesos, según parafrasean a continuación los periodistas las declaraciones de Molina Linares, fueron vueltos a enterrar dentro del parque en una localización «bien controlada, por lo que, llegado el caso, podría exhumarse esa segunda fosa en caso de que los restos de los fusilados con Lorca no aparezcan en los lugares previstos».
Se trataba de unas afirmaciones de extrema gravedad. Ideal había recibido la confirmación de las mismas, además, de labios de un conocido político local, José Antonio Rodríguez Salas, alcalde del pueblo de Jun -no lejos de Alfacar- y antes, durante muchos años, «mano derecha» de Juan de Loxa, director de la Casa Museo de Lorca en Fuente Vaqueros (que depende del Patronato Provincial Federico García Lorca de la Diputación de Granada). Según Rodríguez Salas, que lleva años preparando un libro titulado El cuerpo perdido de Federico García Lorca o Federico en la Fuente Fría, «los huesos aparecieron junto al olivo donde fue fusilado Federico, por lo que la fosa podría ser la suya». Los periodistas de Ideal aclaran: «Según este relato, la aparición de los restos fue como consecuencia de la apertura de zanjas para construir el muro perimetral del parque, situado justo al lado del olivo. Rodríguez indica que la aparición de los cadáveres hizo a los responsables de la obra replantearse la continuación del muro ante la posibilidad de que se toparan todavía con más restos. Por este motivo, y así se puede apreciar a simple vista en el lugar de los hechos, se interrumpió la obra del muro y en su lugar se colocó una alambrada».
Rodríguez, según los mismos periodistas, había hablado del asunto con la ex alcaldesa de Alfacar, Carmen Vélez. «Ella decía que lo importante es que los huesos estuviesen a salvo», les manifestó.
El que este asunto no se investigara en su momento, ni se haya investigado todavía, constituye un escándalo.
Más recientemente, José Antonio Rodríguez ha venido manteniendo que, a los pocos días del crimen, los restos de Lorca fueron sacados de su fosa al lado del olivo por los sublevados y enterrados bajo hormigón en una cercana propiedad privada. Señala el supuesto lugar exacto en su vídeo El cuerpo perdido de Federico García Lorca (www.granadablogs.com/joseantoniorodriguezsalas, 8 de octubre de 2009). Es otra afirmación que pide a gritos ser corroborada.
Antonio Eduardo Molina Linares no sólo hizo en Ideal aquellas tremendas declaraciones, sino que se expresó en los mismos términos ante otros periodistas e incluso ante uno de televisión. Hoy, conseguir una puntualización suya al respecto resulta imposible. No quiere hablar, ni para ratificar lo dicho ni para desmentirlo. Tiró la piedra y ahora esconde la mano. Me ha enfatizado que no es especialista en Lorca, que ahora hay que dejar todo en manos de los científicos.
Y otra cosa. Sin que yo se lo preguntara me ha confirmado algo que ya sabía: que no sólo es gran amigo del sobrino del poeta Manuel Fernández-Montesinos, tan enfáticamente contrario a la apertura de la fosa, sino que éste es padrino de su hija. Con lo cual hay que deducir que, si realmente salieron huesos de la zona del olivo, Fernández-Montesinos, diputado del PSOE por Granada entre 1977 y 1979, se encontraría entre los primeros en saberlo. Sería muy interesante conocer sus comentarios al respecto.
Se trata de un asunto extremadamente grave, de todas maneras: la posible ocultación ilegal de huesos humanos encontrados durante los trabajos en el parque de Alfacar. Juan Hurtado Gallardo, presidente de la Diputación Provincial en aquellos momentos, me ha asegurado que, de haberse enterado de lo que ahora se alega, habría parado inmediatamente las obras. Pero que nunca se le dijo nada y que se enteró 20 años después por la prensa. Creo que dice la verdad. Según Hurtado, Molina Linares tiene la obligación de explicarse. Y uno se pregunta: ¿No debería de haber, ya, una investigación judicial?
Se impone seguir la búsqueda. A Federico García Lorca lo asesinaron, según la mayoría de quienes comparecieron en 1980 ante la Comisión de Encuesta, en las proximidades de la hermosa Fuente Grande de Alfacar, el Ainadamar («Fuente de las Lágrimas») de los árabes granadinos. Ya se sabía en 1937, además, como demuestra el libro Siete romances, de Joaquín Romero Murube, impreso a título privado en la Sevilla de 1937, donde se encuentra la emocionante dedicatoria: «¡A ti, en Vizna [sic], cerca de la fuente grande, hecho ya tierra y rumor de agua eterna y oculta!».
Siete años antes, en los escalofriantes versos finales del poema Ronda y fábula de los tres amigos, el «yo» lorquiano había imaginado o previsto no sólo su violenta muerte («Cuando se hundieron las formas puras / bajo el cri cri de las margaritas / comprendí que me habían asesinado…»), sino la búsqueda desesperada e infructuosa de su cuerpo («¿No me encontraron? No, no me encontraron»).
Todavía no se ha encontrado pero hay que seguir la búsqueda. Primero, a mi juicio, cerca de la «barranquilla» del parque de Alfacar, a ambos lados de la linde, e incluso debajo de ella. De haber pedido mi opinión, antes de empezar la excavación, se lo habría aconsejado así a la Junta de Andalucía o a la Asociación granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica.
Pero no se trata sólo de los restos del poeta. El escritor Antonio Ramos Espejo recomendó a la Comisión de Encuesta que se acotara toda la zona de fusilamientos y entierros que se extiende desde las inmediaciones de Fuente Grande hasta el «barranco» de Víznar, pasando por el paraje conocido como El Caracolar, donde al parecer también hay desaparecidos, «con una plaza a la entrada y otra a la salida, en las que se explique el significado que tiene el lugar». No le hicieron caso, y las obras para la construcción de un campo de fútbol a dos pasos del «barranco», y quizás encima de fosas, fueron paradas en el último momento, a finales de 1998, por la Junta de Andalucía -que había dado los pertinentes permisos- ante la airada protesta de Isabel García Lorca y otros. El peligro sigue, aunque parte del valle es ya parque natural. Por ello más de cien escritores y artistas granadinos acaban de publicar un manifiesto en el cual piden la protección y dignificación de la totalidad de estas laderas, donde yacen miles de víctimas de la vesania fascista.
Yo creo que el Estado tiene la obligación de escucharles, en el interés común y en nombre de la verdad histórica. Y de buscar de una vez al poeta. Si lo hace, Lorca podría convertirse en el máximo símbolo de la tan largamente esperada reconciliación de los españoles.
Tres imágenes claves en la historia
– El olivo, en 1936. Fotografía -inédita- entregada por María Luisa Illescas Orantes a la Comisión de Encuesta de 1980. Al parecer se sacó en 1936, poco después del asesinato del poeta. En ella se aprecian claramente el olivo y la «barranquilla» señalados por el enterrador, Manuel Castilla Blanco. Nótese también, al fondo, el «peñasco» o «peña» del lugar.
(Cortesía de la Diputación Provincial de Granada).
– El olivo, en 1955. El mismo paraje de Fuente Grande fotografiado por Agustín Penón en 1955. Todavía no se ha plantado el pinar -se dice en Alfacar que para enmascarar fosas- al otro lado de la «barranquilla». La imagen
se publicó por primera vez en 1990.
– El olivo, en 1980. Otra vez el escenario del crimen, en una fotografía de la Diputación Provincial de Granada sacada en 1980. A la izquierda se aprecia el borde del pinar.
(Cortesía de la Diputación Provincial de Granada).
El País.com
OTRAS NOTICIAS RELACIONADAS:
Los familiares de Miguel Hernández exigen la retirada de «toda referencia» al poeta en el poemario anti Zapatero. Consideran una «utilización partidista y oportunista» del nombre de Hernández por parte del Ayuntamiento de Orihuela…
enero 3, 2010PÚBLICO.ES/AGENCIAS – ALICANTE – 29/12/2009 17:00
De «tormenta de piedras, rayos y hachas estridentes» calificaría Miguel Hernández el escándalo que se está generando en torno al homenaje pretendido por el Ayuntamiento de Orihuela con la presentación del polémico poemario El canto del cisne de un poeta, escrito por Miguel Barcala, y en el que se descalifica a Zapatero, Carrillo y Gallardón.
Es por ello que los herederos del poeta han exigido en un comunicado que se elimine «toda referencia» a Miguel Hernández en ese poemario, presentado ayer en un local cedido por el ayuntamiento oriolano, gobernado por el PP, ante el cual se movilizaron centeneares de personas en protesta por su contenido.
La obra de Miguel Barcala lleva como subtítulo «Homenaje a Miguel Hernández» y es considerado por los familiares como «una utilización partidista» de los poemas de Hernández. «La utilización oportunista del nombre de Miguel Hernández para atraer la atención pública con clara intención de provocación es un hecho reprobable», aseguran.
El poemario de Barcala, además de criticar en sus líneas al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a Santiago Carrillo y al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, alaba la gestión de Esperanza Aguirre. Para los familiares y la sociedad Centenario Miguel Hernández, este libro no respeta «el mensaje que el mismo poeta transmitió en sus escritos a lo largo de su vida» y «en nada tiene que ver con la memoria de Miguel Hernández».
Por último, denuncian «una vez más al consistorio» de Orihuela por promover «acciones de dudosa o ninguna aportación» al centenario del nacimiento de Miguel Hernández, que se conmemora el próximo año.
«Espantoso y vergonzoso»
La nuera de Miguel Hernández ha declarado que la publicación del libro es «espantosa» y que es «más vergonzoso» que la alcaldesa de Orihuela, Mónica Llorente, del Partido Popular, «haya apoyado este acto» que «ofende» al poeta y en el que se «insulta a un presidente del Gobierno y a un miembro del Partido Comunista» que «merecen todo el respeto, como todo el mundo».
Los familiares rechazan que Barcala califique su obra de «Homenaje a Miguel Hernández» cuando en realidad es «una ofensa al honor y la memoria» del poeta oriolano.
Público.es (Acceso al video pinchando en el enlace)
http://www.publico.es/281742/familiares/miguel/hernandez/piden/retirada/poemario/anti/zapatero
Apego a los escudos franquistas…
enero 3, 2010El diputado socialista catalán Daniel Fernández aseguraba hace unos días en la Comisión Constitucional que en dos meses desaparecerá el escudo franquista del palacio de la antigua Capitanía de Barcelona. Era cierto. El 17 de diciembre comenzaron las obras para sustituirlo por el original, de 1929. Sin embargo, todavía quedan escudos preconstitucionales en las torres norte y sur del acuartelamiento del Bruch, un monumento granítico a los caídos franquistas en la residencia militar de Pedralbes, tres escudos con el águila imperial (de San Juan) en el cementerio de San Andrés y otro más en el interior del Castillo de Montjuic, que un día decoró el casino militar de la Plaza de Cataluña. Dos años y medio después de la aprobación de la ley que ordenó eliminar los símbolos de la dictadura, el Gobierno ha realizado el catálogo de la parafernalia en las dependencias de la Administración del Estado y ahora tiene que evaluar su interés artístico para conservarla en museos o destruirla. Algunos mandos militares, sobre todo de la Armada, se han anticipado a este examen pendiente y han alegado que la retirada de los escudos dañaría las fachadas. Otros han dicho que algunos emblemas se hallan incluidos en los planes municipales especiales de protección del patrimonio arquitectónico. Y en un caso han propuesto cortar la cabeza al águila y dejar el resto. Eso es apego.
Público.es
El Run Run Por Luis Díez
Apego a los escudos franquistas
La Capilla Laica del cementerio de León en memoria de los represaliados prevé inaugurarse antes del 14 de abril de 2010…
enero 3, 2010La Capilla Laica del Cementerio de León en memoria de los represaliados prevé inaugurarse antes del 14 de abril de 2010, con los nombres de unas 1.600 personas fusiladas durante el franquismo cuyos cuerpos yacían en la fosa común del camposanto.
La Asociación de Estudios sobre la Represión en León (Aerle) y el Foro por la Memoria impulsaron este proyecto, con la colaboración de la Concejalía de Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de León.
Con esta actuación, cuyo presupuesto asciende a 203.420 euros, se saldará la «deuda histórica» con los represaliados de la fosa común en el cementerio de León, ubicado en Puente Castro.
A finales del pasado mes de marzo se adjudicó la obra para la construcción de la Capilla Laica sobre la fosa común del Cementerio de León, en la que fueron enterradas más de 2.000 personas a lo largo de la Guerra Civil y los años posteriores, represaliados por el alzamiento triunfante, según se informa en el blog creado por las entidades en el que figura el listado, http://capillalaica.wordpress.com.
El recinto está planteado a modo de Capilla Laica, un espacio en el que las familias y la sociedad en general puedan «rendir tributo» a la memoria de aquellos que sufrieron la represión por la defensa de sus ideas.
Dos muros de hormigón convergentes formarán sus paredes laterales y servirán para separar este espacio del resto del cementerio al cerrar un recinto destinado a la meditación y el recuerdo. En el exterior se recortará un grupo de siluetas de personas entrelazadas como parte de una colectividad de destinos similares por las ideas que defendieron, las de los represaliados que sufrieron el mismo destino, la fosa común.
«LA MEMORIA QUE AFLORA DESDE EL OLVIDO»
Las siluetas recorrerán el muro hasta hundirse en el suelo y en la convergencia de los dos muros se situará un motivo escultórico realizado en metacrilato blanco que simbolizará «la memoria que aflora desde el olvido».
En cuanto al interior del conjunto, estará recubierto de lamas de madera en las que se intercalarán las placas de metacrilato donde irán los datos de cada represaliado hasta un número total de 1.873 nombres.
La Capilla Laica es un proyecto del arquitecto Óscar García Luna, quien declaró durante la presentación de la iniciativa que el monumento se realiza en memoria de las personas «olvidadas» y para los familiares que han sido «extremadamente activos» a la hora de reivindicar las memorias de sus mayores.
Las abuelas olvidadas de la Memoria Histórica se rebelan en Cuba…
enero 3, 2010La ley arrebató la nacionalidad a las emigrantes casadas con extranjeros.
MAURICIO VICENT – La Habana – 03/01/2010
La ley de Memoria Histórica arrasa en Cuba. Un año después de entrar en vigor la llamada ley de nietos, cerca de 52.000 cubanos con abuelos españoles han presentado expedientes ante el Consulado de España en La Habana para reclamar la ciudadanía. Hasta la fecha, 23.256 casos han sido aprobados, 2.001 se han denegado y el resto está en trámites. Cerca de 190.000 cubanos han solicitado turnos para presentar sus documentos. Un récord absoluto.
La ley de Memoria Histórica arrasa en Cuba. Un año después de entrar en vigor la llamada ley de nietos, cerca de 52.000 cubanos con abuelos españoles han presentado expedientes ante el Consulado de España en La Habana para reclamar la ciudadanía. Hasta la fecha, 23.256 casos han sido aprobados, 2.001 se han denegado y el resto está en trámites. Cerca de 190.000 cubanos han solicitado turnos para presentar sus documentos. Un récord absoluto.
OTRAS NOTICAS RELACIONADAS:
Las abuelas olvidadas de la Memoria Histórica se rebelan en Cuba lainformacion.com
Memoria Histórica recuerda a los marinenses fusilados el 31 de diciembre del año 1936…
enero 3, 2010El acto se celebró, una vez más, ante el monolito ubicado en el paseo marítimo.
J.S.P. / MARÍN La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica cumplió un año más con el rito tradicional de rendir homenaje de recuerdo a los marinenses fusilados el día 31 de diciembre de 1936 por las fuerzas franquistas siendo éste el acto más importante y cargado de emotividad entre los que este colectivo organiza a lo largo del año.
La amenaza de lluvia no impidió que un buen número de personas se dieran cita ante el monumento a los represaliados que pagaron con su vida la defensa de sus propias ideas. El monumento se ubica en el paseo marítimo Alcalde Blanco Solla, nombre que encabeza la relación de fusilados en aquella aciaga noche de fin de año que todavía perdura en el recuerdo de sus familiares, hijos, hijas y nietos que mantienen en la memoria el momento en que sus padres y abuelos respectivos fueron sacados de sus casas o del propio ayuntamiento para poner fin a sus vidas en tan señalada fecha sin esperar a que llegase el indulto para prácticamente todos ellos que, según aseguran en «Memoria Histórica» estaba ya dictado.
La principal intervención corrió a cargo de Jorge Gómez Gude, párroco de San Xulián e hijo de una persona perseguida durante el franquismo y sobre la que recayeron hasta tres penas de muerte que, milagrosamente salvó otras tantas veces aunque no se libró, ni él ni su familia, de una presión constante con registros domiciliarios, arrestos y otras cosas de mal recuerdo para todos.
También intervinieron miembros de UGT y CNT que recordaron a los sindicalistas represaliados en este grupo.
Terminó el acto con la intervención del alcalde Fran Veiga Soto quien hizo votos por que nunca más se repita semejante injusticia contraria a la libertad de las personas y de las ideas. «Os Chaneiros» interpretaron los himnos mientras los familiares colocaban la corona de laurel como remate del acto.
Memoria, huida y muerte…
enero 3, 2010Aparecen en Granada fosas relacionadas con milicianos malagueños que trataban de huir por la Alpujarra cuando fueron sorprendidos y fusilados.
Encarna Maldonado / Málaga | Actualizado 02.01.2010 –
Hallazgo de restos en Vélez de Benaudalla.
A comienzos de febrero de 1937 la ciudad estaba rodeada. Las tropas franquistas se aproximaban por la costa occidental, mientras que una columna italiana de la Brigada Manzini se encontraba en Zafarrraya. La huida hacia Antequera, adonde había llegado el general Franco en esos días, era inviable.
A pesar de la cercanía de las fuerzas franquistas e italianas, las autoridades de la República habían descartado la evacuación de la ciudad «quizás porque esperaban una ayuda militar que nunca llegó. Días antes todavía hablaban de resistir, de Numancia, de armas de Rusia… Mientras que la prensa era triunfalista e incluso se habían programado mítines para el día en el que finalmente se produjo la ocupación». Toda esa población se vio sorprendida por el cerco, explica Encarnación Barranquero, que desde hace más de 20 años estudia la desbandá de la Carretera de Almería.
Cuando se hizo evidente la caída de Málaga, milicianos, población civil y refugiados salieron en desbandada por la Carretera de Almería, el camino que parecía más expedito, con el objetivo de alcanzar Almería y la zona republicana. ¿Cuántos huyeron? Muchos miles. El Socorro Rojo Internacional que operaba en aquellos momentos en Almería apuntaba que 150.000. Encarnación Barranquero calcula que un tercio de la población malagueña intentó la huida, junto a otros 60.000 refugiados procedentes de Cádiz, Sevilla, Ronda y Antequera que se habían apilado en Málaga desde 1936. Esta historiadora de la UMA, que en la actualidad estudia la represión patronal en la posguerra, subraya entre los indicios en los que se sustentan estas estimaciones cómo tras la caída de la capital la mitad del medio millar de obreros de la fábrica textil de Los Guindos no acudió a su puesto de trabajo.
Bombardeos indiscriminados desde el aire y el mar sobre esta población que huía se cobraron miles de vidas en uno de los episodios más cruentos de la Guerra Civil. Algunos supervivientes de los bombardeos, ante la imposibilidad de alcanzar el frente a través de Motril, ya en manos de las tropas italianas, trataron de evitar las bombas alejándose de la línea de costa y atravesar las Alpujarras para llegar a Almería.
La Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica tiene testimonios orales de vecinos del Valle de Lecrín, Órgiva y Vélez de Benaudalla que señalan cómo estos milicianos eran sorprendidos por grupos falangistas y de tropas hispanomoras que iban limpiando las zonas tomadas por la columna italiana que bajaba hacia Motril. Esta asociación excavó la pasada primavera una fosa de más de 10 metros de longitud y entre 1,50 y 1,75 de profundidad, en Melegís, en el Valle de Lecrín (Granada), donde fueron enterrados 18 milicianos, casi todos menores de 30 años y casi todos ellos con un tiro de gracia recibido cuando ya habían caído en el enterramiento. Los cuerpos no han sido ni identificados ni reclamados por nadie, pero sí se pudieron individualizar y está previsto que se haga un banco de datos en el municipio.
De acuerdo con los testimonios orales recogidos por la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica, los milicianos procedían de la desbandá de la Carretera de Almería. Llegaron exhaustos y les fueron servidas patatas fritas antes de que un batallón los fusilara en una noche comprendida entre el 15 y 25 de febrero de 1937.
Esta organización, que preside la historiadora Maribel Brenes, también ha localizado restos humanos en Vélez de Benaudalla (Granada), donde de nuevo testimonios orales señalan que fueron fusilados y enterrados en una fosa común milicianos huidos de Málaga. La alcaldesa de esta localidad, Pilar Peramos, pidió a esta asociación en septiembre del año pasado que estudiara esta fosa de la que se hablaba en el pueblo pero de la que no había más rastro que los relatos orales.
A comienzos de diciembre del año pasado, tras unos días de intensas lluvias, miembros de esta organización localizaron durante un rastreo periódico cerca del cortijo El Noguerón un hueso que podría pertenecer a un húmero y un cráneo. Efectivos de la Guardia Civil retiraron los restos y el Juzgado de Instrucción número 3 de Motril abrió diligencias y determinó que el Instituto de Medicina Legal de Granada hiciera los estudios pertinentes para datar los vestigios. Al tiempo, el historiador de la Universidad de Granada y Vicepresidente de la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica, Rafael Gil Bracero, aportó un estudio con los indicios históricos que sustentan la existencia de esta fosa.
Los expertos forenses emitieron su informe hace unos días, es decir 12 meses después de la aparición, para indicar únicamente y sin más precisión que se trata de restos de más de 20 años de antigüedad, previsiblemente de un individuo de entre 55 y 60 años del que no se puede determinar ni siquiera el sexo, por lo que la jueza de Motril Claudia María López ha acordado el archivo de las diligencias. El abogado de la asociación, Antonio Vélez, reconoció ayer que la asociación aún no ha analizado qué hacer tras el carpetazo dado por la autoridad judicial al caso de las fosas de Vélez de Benaudalla.
La memoria oral también habla de malagueños supervivientes de la Carretera de Almería en la fosa granadina de Órgiva, que es la más grande de la provincia. A pesar de las masacres que se produjeron en la huida, miles de personas lograron llegar a Almería. Las historiadoras de la UMA Encarnación Barranquero y Lucía Prieto han reflejado en el libro Población y Guerra Civil en Málaga: caída, éxodo y refugio el rastro de los refugiados a lo largo del levante español. «Almería no tenía capacidad para atender a tantas personas, por lo que trataban de evacuarlas lo más rápidamente posible a otras zonas republicanas. Desde allí fueron llevados a Murcia, Alicante, Jaén, Ciudad Real y a todo el Levante hasta Cataluña», explica Barranquero.
Al término de la guerra sobre todo los que llegaron a Cataluña lograron traspasar la frontera francesa, donde no les aguardaba un futuro más prometedor con la II Guerra Mundial en ciernes. Encarnación Barranquero recoge en un artículo publicado en el séptimo número de la revista Sociedad que edita la Asociación de Amigos de la Cultura de Vélez cómo decenas de naturales de la Axarquía fueron recluidos en campos de exterminio nazis, donde perdieron la vida al menos otros 18 compatriot.