Atención para las víctimas del franquismo…

enero 8, 2010
Guillermo Fouce

Con cierta frecuencia, cada vez que se habla de memoria histórica, se suele atribuir este movimiento a un asunto del pasado, a oscuros intereses de manipulación y política en el peor sentido de la palabra, cuando no suele argumentarse que en esta materia esta ya todo hecho.

Sin embargo, los principales protagonistas de esta historia con mayúsculas, siguen reclamando, como otras víctimas de dictaduras y represiones, lo que aún queda por hacer en los tres pilares básicos que constituyen los derechos humanos: verdad, justicia y reparación. Verdad, justicia y reparación para que se conozca lo que ocurrió, para que se rompa la espiral insoportable y patológica de tanto miedo aún presente, pese a todo, para que la historia no borre los nombres, para que se recuerde a las víctimas y lo injusto y cruel de su situación, para no repetir errores y reflexionar, para que las víctimas sean homenajeadas como merecen, para que sean enterradas donde corresponde, para que su dignidad sea reparada y su dolor acompañado, para que se respete la voluntad de los familiares y se haga justicia, para que se repare, al menos una parte del daño.

En España, como antes en otros lugares, como antes también en España con otras víctimas iguales como las víctimas de ETA o del 11 M, las victimas piden respeto, empatía, ser tratadas con dignidad, ser reconocidas como víctimas, ser reparadas y recordadas, por eso hoy seguimos hablando de fosas, de exhumar cadáveres para sacar de las cunetas los cuerpos de los impunemente asesinados, para identificarlos, para enterrarlos donde sus familiares deseen, para homenajearlos y conocer lo que les ocurrió; seguimos hablando de romper la espiral del miedo y, por fin, hablar, contar lo que ocurrió, desahogarse, hacer también, por qué no, pedagogía con lo ocurrido; seguimos hablando de dignidades, de reconocimientos, de homenajes, de víctima y sus necesidades, porque como decía hace un tiempo Forges: “El tiempo todo lo cura, menos las injusticias que las agrava” justicia, para que se repare, al menos una parte del daño.

Por eso hoy, diferentes asociaciones que formamos parte del movimiento de memoria histórica en nuestro país seguimos uniéndonos para responder a la demanda de las victimas proporcionándoles espacios donde hablar, donde investigar lo ocurrido, donde exhumar e identificar si es posible, las condiciones lo permiten y así lo desean los cuerpos de sus seres queridos, espacios donde empatizar y donde se posibilite que las nuevas generaciones conozcan lo que ocurrió mediante programas de sensibilización y educación en valores.

Por eso, y porque aún queda mucho por hacer, mucho por conocer, mucho por contar, mucho por desenterrar en nuestro olvidado pasado; por eso y porque para nosotros todas las víctimas son importantes y es vital responder a sus necesidades de verdad, justicia y reparación, desde la ARMH y Psicólogos sin Fronteras Madrid hemos decidido dar un paso más en el trabajo con los familiares, del que tanto estamos aprendiendo estos años, y hemos creado una oficina de atención para ellas, para recibir, apoyar y acompañar sus necesidades de verdad, de justicia y de reparación que compartimos plenamente y con las que nos comprometemos sin duda para defenderlas.

José Guillermo Fouce, Doctor en psicología. Profesor Universidad Carlos III. Coordinador Psicólogos sin Fronteras Madrid

Enlace:

Atención para las víctimas del franquismo
Nota: Enviado por nuestra compañera al correo de nuestro faceboock: Jennifer Guerra Hernández

El dictador cobraba 800.000 pesetas al mes de dos sueldos…

enero 8, 2010

Pedro Arnuero | 13:00 – 20/11/2008

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Lea aquí el documento sobre los ingresos de Franco

¿Sabe usted cuánto ganaba al mes Francisco Franco Bahamonde? ¿Cuántos sueldos cobraba el dictador cuando falleció hace exactamente hoy 33 años? Éste ha sido uno de los secretos mejor guardados del franquismo durante casi cuarenta años. Vea aquí el documento oficial de sus ingresos.

Según desvelan documentos inéditos de la Ley de Memoria Histórica y archivos de la Fundación Franco, a los que ha tenido acceso elEconomista, el dictador Franco cobraba mensualmente cerca de 800.000 pesetas provenientes de dos sueldos. El primero, como Jefe del Estado, de más de 600.000 pesetas líquidas a cargo de los presupuestos del Estado, que le pagaba religiosamente el Ministerio de Hacienda por orden del Gobierno franquista.

El sobresueldo

El segundo era un sobresueldo de 154.710 pesetas (14 pagas) como Capitán General y Generalísimo de los Ejércitos, que le enviaba también religiosamente el Jefe de la Pagaduría de la Casa Militar. En total, catorce pagas anuales de cerca de 800.000 pesetas netas. Pero eso no era todo. Según el Boletín Oficial del Estado, Gaceta de Madrid del 20 de diciembre de 1974, justo un año antes de la muerte del dictador, que obra en poder de este periódico, la Jefatura del Estado tenía asignadas 30.900.000 pesetas y la Jefatura de la Casa Civil tenía un presupuesto anual de 20.987.000 pesetas. En total 51.887.000 millones de pesetas.

Pero, ¿cómo era la España de aquella época? ¿cuál era el sueldo medio? ¿ganaba mucho o poco el Caudillo? El sueldo del dictador Francisco Franco se utilizó durante décadas como un elemento propagandístico del Régimen, y una especie de lección moral, que se impartía a diario en las escuelas franquistas. El lema repetido a los escolares era claro: «Nuestro Caudillo, como buen militar, es austero. Cobra en un mes menos de lo que ganaba en un día el presidente de la República».

Dos sueldos elevados

Todo propaganda franquista. Las 800.000 pesetas de la época contrastan con las 90.000 al mes que podía cobrar un director de ventas de una gran multinacional, las 35.000 de un funcionario de la administración pública, las 34.200 de un empleado de banca o las 30.000 de un oficinista. Todo ello teniendo en cuenta, por ejemplo, que un piso podía costar en la época entre 600.000 y un máximo de 3 millones de pesetas.

Según el documento al que ha tenido acceso elEconomista, el dictador se asignó oficialmente un sueldo mensual de 168. 477 íntegras (brutos), que se quedaban tras los descuentos propios de entonces (Impuesto de Rendimiento sobre las Transacciones Personales, IRTP, y por Huérfanos, al ser militar) en un total líquido de 154.710 pesetas por 14 pagas anuales, es decir 2.166.000 netas ó 2.359.000 pesetas brutas anuales.

Se trata del último sueldo de Franco fechado el 2 de diciembre de 1975, doce días después de su muerte, y de gran valor histórico, según los expertos consultados por este periódico, que el dictador nunca llegó a cobrar. Pedro Fernández, teniente coronel de Intendencia, y jefe de la Pagaduría de la Casa Militar, entregó a la entonces ya viuda de Franco, Carmen Polo, la que sería la última nómina militar de su marido. Semanas después, con el cadáver del dictador caliente, las Cortes votaron y aprobaron la asigna- ción mensual de pensión militar de viudedad, que no superaba las cien mil pesetas.

Eco diario


Nuestro particular cementerio de SS…

enero 8, 2010

JOSÉ MARÍA IRUJO 08/01/2010

La tumba de Anton Galler, la número 12, en el cementerio de Denia (Alicante) todavía recibe misteriosas visitas. Murió a los 80 años, en 1995, y casi nadie supo que su nombre esculpido en el mármol negro del estuche mortuorio representa a uno de los criminales de guerra nazi más buscados. Su esposa Elfe reposa a su lado. La enterraron tres años después, según consta en los viejos libros de registro anotados a mano, con una preciosa letra de redondilla y a pluma estilográfica.

La noticia en otros webs

Franco convirtió España en uno de los territorios más seguros para cientos de criminales nazis.

El viejo Galler no era lo que parecía. Nadie es lo que aparenta, pero en el caso de este anciano su secreto era tan inconfesable que sorprende que sus vecinos no sospecharan que aquel jubilado austriaco que vivía en el número 45 de la calle Partida Florida, aquel tipo afable y educado, había vestido en su juventud el uniforme de las SS y dirigido como comandante el batallón que protagonizó durante la ocupación italiana, en 1944, la masacre en el pueblo montañés de Sant’ Anna en la que murieron 400 civiles, en su mayoría mujeres y niños.

Denia es un lugar mágico y sereno donde parece posible olvidar. Eso creyeron Galler y la cohorte de ex miembros de las SS que eligieron este pueblo de pescadores para refugiarse de su pasado y de la justicia que los acechaba. Por allí pasó en 1946, camino hacia Suramérica, Martin Bormann, el brazo derecho de Hitler, procedente de Roma y oculto bajo el manto protector de la Iglesia. Los monasterios españoles acogieron a importantes espías como Reinhard Spitzy, el refinado agente de Abwehr disfrazado de monje en el monasterio de San Pedro de Cardeña (Burgos) en 1947 antes de de huir a Argentina en un barco de la naviera Aznar.

La hospitalidad y ayuda que recibieron de Franco los centenares de agentes y criminales nazis refugiados en España convirtió las costas y ciudades españolas en uno de los territorios más seguros para no caer en las garras de los Aliados.

Las listas negras entregadas al Gobierno franquista con los nombres y direcciones de los huidos no sirvieron de nada. La policía les avisaba de que iban a detenerlos y los informes de ministros y colaboradores del régimen como Alberto Martín Artajo y Emilio de Navasqüés para que entregaran a algunos no fueron escuchados. Bajo ese clima de complicidad antes que Galler llegaron a Denia otros SS que se quedaron para siempre entre nosotros: Gerhard Bremer, ex miembro del estandarte personal de Hitler reconvertido en promotor inmobiliario; Otto Skorzeny, el hombre que liberó a Mussolini en el Gran Sasso cuando el Duce estaba preso de los Aliados; y otros muchos que se han llevado sus secretos a la tumba.

De la avioneta de Albert Speer, el arquitecto y ministro de Guerra de Hitler, descendió en la playa de la Concha en San Sebastián en 1945 León Degrelle, el llamado hijo adoptivo de Hitler; y tras él vinieron Otto Remer, el general que salvó al jefe nazi del atentado en julio de 1944, y Wolfgang Jugler, un ex SS que todavía cuelga su uniforme nazi en el armario de su coqueto apartamento marbellí. Ninguno fue entregado y las peticiones de extradición a los gobiernos de la UCD y el PSOE no fueron atendidas. Todos descansan en nuestro particular cementerio de las SS. Otros como Jugler todavía pasean a Tiffany’s, su perrito.

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José María Irujo es autor del libro La lista negra. Los espías nazis protegidos por Franco y la Iglesia (Aguilar, 2003)

El País.com


HOMENAJE A TORU, el japonés de la memoria histórica…

enero 8, 2010

REPORTAJE: Un japonés en la fosa de la guerra

Muere Toru Arakawa, que viajó a Galicia desde 2006 para exhumar represaliados.

SILVIA R. PONTEVEDRA – Santiago – 08/01/2010

Mucho antes de que en España se empezase a hablar de memoria histórica, en su casa de Niigata, al pie de la montaña volcánica de Yahiko, el japonés Toru Arakawa soñaba con jubilarse para venir a abrir fosas de la guerra. Nadie llegó a entender bien por qué le dio por ahí. Pero él lo tenía muy claro cuando aquí aún no nos aclarábamos, cuando aquí todavía daba miedo hablar de ciertas cosas, y se pasó diez años practicando español a domicilio con unas cintas que compró para escuchar por las mañanas.

La noticia en otros webs

Había prohibido a su familia contar que estaba enfermo del corazón

La pareja que había en la fosa llevaba puestas las alianzas. Toru se echó a llorar

Después su hijo, que viajaba mucho, le regaló el primer libro en castellano. Era de Manolito Gafotas, y parece ser que lo entendió, porque se rió leyéndolo. Al final se ventiló la colección entera, y cuando se sintió preparado se atrevió con Machado y Lorca, y empezó a coleccionar libros de la Guerra Civil hasta juntar unos cincuenta.

Un día de 2006, en un periódico japonés, apareció una noticia sobre las fosas que se estaban empezando a abrir aquí. El artículo hablaba de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) que se había fundado en Ponferrada. Toru recortó la página, mostró la noticia a su mujer y le anunció su plan para los próximos meses: «Me marcho a España a trabajar en las fosas». Entonces tenía 68 años y ya estaba jubilado. Había sido durante años profesor de inglés, y él reía a carcajadas cuando lo contaba, porque era evidente que lo suyo no eran las lenguas. Aquí siempre se hizo entender con paciencia, y muchas señas y sonrisas. Cuando llegó a Ponferrada, después de recorrer 20.000 kilómetros en avión y autobús, se presentó en el ayuntamiento y le sacó el recorte a una funcionaria. Resultó que la mujer era hermana de un miembro de la asociación por la memoria.

El 22 de agosto de 2006, en As Pontes, Toru hizo su primera fosa de la guerra. Era la exhumación de la familia Ramos Ferreiro, que dirigía el arqueólogo forense Javier Ortiz. Los habían tiroteado en su propia casa, y sólo una hija logró escapar al monte, aunque le atravesaron la mano con una bala cuando saltaba por la ventana. Unos días después, el cura de Seixas (As Somozas) la acogió en su casa y prohibió a los falangistas que la tocasen.

En el hoyo aparecieron los otros dos hijos y el matrimonio. La pareja llevaba puestas las alianzas de boda, y Toru se echó a llorar. Después de aquello y hasta el año pasado, viajando por su cuenta todos los veranos, el japonés participó como voluntario en una treintena de excavaciones por todo el territorio estatal, pero nunca dejó de emocionarse. Siempre que relataba aquel primer encuentro con unos huesos de la guerra volvían a empañársele esos ojos tan pequeños que tenía.

Después, en Galicia, participó en el levantamiento de las fosas de A Fonsagrada y de Cereixido (Quiroga). Era un hombre muy menudo, pero cavaba como el que más, como si quisiese acabar de una vez con todos los agujeros negros que había dejado la Guerra Civil en la tierra de España. Toru no comprendía cómo las fosas no llevaban abiertas ya muchos años. Cuando al fin se cansaba, si había cerca un árbol dejaba la pala y subía a descansar. «Trepaba como un mono», recuerda con cariño Antonio Castro, de la ARMH.

Castro le proporcionó cama y comida el tiempo que estuvo en As Pontes, y se hicieron muy amigos. «Era un paisano excelente, para él no había religión ni frontera. Contaba que los japoneses de su generación habían quedado muy marcados por la II Guerra Mundial, y quizás por eso se interesó tanto por este conflicto nuestro. Al llegar a nuestra casa, primero le costó bastante comer la carne que le dábamos, pero luego se aficionó a todo, y hasta bebía aguardiente». Le gustaba el jamón, le gustaba la morcilla, pero sobre todo le gustaba la causa. Cuando la ARMH finiquitaba su temporada, buscaba otros grupos que estuviesen en ello y se ofrecía para trabajar, como siempre, gratis. Al dejar As Pontes, le regaló a la hija de Castro un bonsai. Desde entonces, más o menos todos los meses, la chica se escribía con él por correo electrónico y le planteaba dudas acerca del abonado y la poda. Pero a principios de octubre, el correo de Toru dejó de contestar. Preocupados, los Castro llamaron en fin de año al hijo del voluntario, que vive en Chicago, y éste les contó que había muerto. «Lo siento, no tengo la clave de mi padre y no pude entrar en el correo para avisaros», se disculpó. Toru sólo era robusto de espíritu, y le había prohibido a su familia contar que estaba enfermo. En España nadie sabía que tenía resquebrajado el corazón. Y el 5 de octubre se le rompió del todo.

El País.com

Foto de archivo de Toru Arakawa


El Gobierno concede cuatro millones para proyectos ‘light’ de memoria histórica…

enero 8, 2010

@Alberto Mendoza.- 08/01/2010 06:00h

El Gobierno volverá a aplicar en 2010 su particular visión de la Memoria Histórica. Por un lado, subvencionará con 4 millones de euros a más de un centenar de asociaciones para llevar a cabo proyectos pintorescos en recuerdo de las víctimas de la Guerra Civil y el franquismo; y, por otro, continuará eludiendo  la tarea de localizar, exhumar e identificar a los desaparecidos. Desde 2006, antes de que se aprobara la polémica ley de Memoria Histórica, el Ministerio de Presidencia ha destinado más de 15 millones a este tipo de actividades, que pueden llegar a ser tan específicas como celebrar un simposio titulado “Eslovenos en la guerra de España” por 24.500 euros. Mientras, las partidas para encontrar y abrir las fosas disminuyen, pese a acciones mediáticas como la búsqueda de Federico García Lorca.

El departamento que dirige María Teresa Fernández de la Vega ha duplicado las subvenciones para la memoria, pasando de 2 millones en 2006, a 3.983.771 euros en 2010, según quedó reflejado en el BOE del pasado 2 de diciembre. No obstante, la cantidad dedicada a exhumaciones sigue siendo una mínima parte. Este año, en torno a 1,5 millones irán dirigidos a trabajos que tengan que ver con las fosas, unos 100.000 euros menos que en 2009. Así, la mayor parte de las subvenciones se destinan a proyectos que, en palabras de Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), podrían ser financiados por el Ministerio de Cultura.

Se trata de asociaciones que realizan documentales, exposiciones, libros y conferencias sobre cuestiones tan diversas como las mujeres gitanas en la guerra, el bombardeo del madrileño barrio de Vallecas, los segovianos al servicio de la República o fotografías de los últimos guerrilleros de la Agrupación de Levante y Aragón. Aunque también hay otros casos, como los 20.000 euros para un monumento en Madrid en recuerdo de las víctimas españolas del Nacional Socialismo; los 18.500 euros para la memoria de los protestantes en Galicia; o los 27.000 euros para un diccionario del republicanismo catalán en el exilio mexicano.

“Certificado de víctima”

Para Silva, cuya asociación trabaja actualmente en 8 fosas, no se trata de una cuestión de subvenciones, sino de responsabilidad política, aunque en el último año han pasado de recibir 120.000 euros a 45.000. “Lo triste es que el Estado no se responsabilice, y sean los familiares los que se tienen que organizar y procurar su propia reparación, porque va en contra de los derechos humanos”, indicó. Asimismo, Silva recordó que el Gobierno no financia las identificaciones, proceso que puede requerir hasta análisis de ADN. De los 144 proyectos subvencionados para 2010, sólo 12 prevén practicar identificaciones, aunque es muy probable que no puedan llegar hasta esa fase, dadas las dificultades previas para localizar y exhumar a las víctimas.

Por ello, desde la ARMH se sigue reclamando que sea una comisión estatal quien busque a los desaparecidos, como sucede en otros países. De acuerdo con su presidente, la oficina de atención a las víctimas que depende del Ministerio de Justicia no cumple su función, y en muchos casos se limita a expedir un certificado de víctima. “Lo que los familiares quieren es saber qué pasó y dar una sepultura digna”, expresó Silva.

El destino de los desaparecidos en la justicia española está unido al proceso que Baltasar Garzón afronta por prevaricación ante el Tribunal Supremo por su instrucción de la llamada ‘causa general’ contra el franquismo. Sin embargo, según señaló Silva, continuará en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, si la vía judicial se agota en España.

El Confidencial / Googler noticias


Cataluña dedica a recuperar la memoria histórica tanto como todo el Estado español…

enero 8, 2010

Cataluña dedica a recuperar la memoria histórica tanto como todo el Estado español

El conseller de Interior y Relaciones Institucionales del Gobierno catalán, Joan Saura (Efe).

Que el consejero de Interior de Cataluña, Joan Saura, es un entusiasta de la memoria histórica no es una novedad, pero desde que la fiebre histórica llamó a su puerta ha dedicado ímprobos esfuerzos a mantenerla y recuperarla. Prueba de ello es la enorme cantidad de recursos que dedicó su departamento a estos menesteres durante el ejercicio del 2008: en total, unos 3,6 millones de euros en ese año, mientras el Gobierno dedicará 4 millones en 2010. Saura publicó en el Diario Oficial de la Generalitat el pasado 30 de diciembre un pormenorizado detalle de las subvenciones que había concedido en aquel ejercicio, incluidas las más insignificantes, de pocos cientos de euros. Y todo ello aún cuando la normativa le obliga solamente a publicitar las subvenciones de más de 3.000 euros. Pero el gesto de visualizar la transparencia de que hace gala su departamento le pudo en esta ocasión.

Uno de los mayores pellizcos se lo llevó el Ayuntamiento de La Jonquera, en la raya con Francia: Saura le concedió 200.000 euros para los gastos relacionados con el Museo Memorial del Exilio de esta localidad, punto clave del paso de miles y miles de exiliados hacia Francia después de la Guerra Civil. El consistorio recibió, además, 52.094 euros para “exposiciones temporales y actividades paralelas” del museo. En la misma línea de potenciación de la memoria, la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) recibió 120.000 euros por una investigación sobre el movimiento vecinal durante la transición, mientras que la Universidad de Barcelona (UB) se hizo con una subvención de 75.416 euros para “la continuación del Atlas de la Guerra Civil en Cataluña” y otros 13.000 euros por diversos cursos de verano sobre el cine en las postrimerías del franquismo y los inicios la transición. La Universidad Pompeu Fabra, por su parte, se llevó 73.111,70 euros por la continuación de “la construcción de una base de datos de catalanes que fueron prisioneros en Mauthausen y otros campos nazis”.

Solamente en investigaciones similares -que inluyen también varios trabajos de recuperación de la memoria histórica de la dictadura militar chilena, de recuperación de archivos de las dictaduras del Cono Sur o el primer Congreso de la Batalla del Ebro -por el que la Universidad Rovira i Virgili percibió 75.000 euros-, entre otros, Interior destinó más de 630.000 euros.

Para las actividades conmemorativas que realizaron entes locales, Saura repartió más de 550.000 euros. Entre las acciones subvencionadas, se encuentran la “publicidad y vídeo sobre la historia de un refugio de la Guerra Civil de Benissanet”, para lo cual entregó al ayuntamiento de esta localidad 2.461 euros. El consistorio de El Prat de Llobregat recibió también 2.100 euros para un “estudio de los nidos de ametralladora en la playa”. Y Olesa de Montserrat, 1.386 euros para la inauguración de la plaza Fèlix Figueras i Aragay, primer alcalde de Olesa durante la II República.

En este apartado, el Consorcio Memorial de los Espacios de la Batalla del Ebro (Comebe) recibió 42.000 euros para los actos de conmemoración del 70 aniversario de la célebre batalla. Es de destacar también una partida de 30.000 euros al Ayuntamiento de Figueres para los actos conmemorativos, celebrados el 1 de febrero del 2009, de los 70 años de la última sesión de las Cortes Españolas en territorio español.

Subvenciones a fundaciones

En el apartado de subvenciones para actividades conmemorativas, de investigación y difusión de la memoria histórica destinadas a entidades sin ánimo de lucro, Saura gastó más de 950.000 euros. En este capítulo, por ejemplo, el consejero de Interior subvencionó con 9.310 euros a la Associació per la Cultura i la Memòria de Catalunya con el fin de mantener y ampliar su web (presodelescorts.org), aunque también destinó 8.800 euros a un homenaje a Joan Comorera realizado por la Fundació Nous Horitzonts, vinculada a Iniciativa per Catalunya (ICV), su propio partido. La Fundación Ramon Trias Fargas, vinculada a Convergència i Unió (CiU), fue subvencionada con 7.200 euros por un programa que lleva el sonoro título de Revisitar la memoria, mientras que el Institut d’Estudis Humanístics Miquel Coll i Alentorn, vinculado a Unió Democràtica (UDC) recibió 7.014 euros por un programa sobre las “lagunas de la memoria histórica”. Esta misma entidad obtuvo otros 5.466 euros por un “audiovisual sobre la historia de Unió Democràtica de Catalunya bajo la dictadura franquista”.

La Fundación President Joserp Irla i Bosch, perteneciente a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), se llevó 5.400 euros por un homenaje al hasta hace poco presidente de este partido, Jordi Carbonell, además de 1.900 euros por un “trabajo de investigación sobre Marc-Aureli Vila”. Por su parte, la Fundación Rafael Campalans, vinculada al PSC, obtuvo 1.500 euros por la edición de un libro homenaje para conmemorar el 75 aniversario de la muerte de Campalans..

La Fundació Pere Ardiaca, vinculada a Esquerra Unida i Alternativa (EUiA) y al PCC, socios de ICV, obtuvo 3.300 euros por una publicación de tres cómics y un audiovisual basados en las historias de tres mujeres. La Fundación l’Alternativa, que preside el senador ecosocialista Joan Josep Nuet, -que también forma parte del patronato de la fundación Pere Ardiaca- fue agraciada, asimismo, con 2.400 euros por la “recuperación de la memoria democrática: valores republicanos, exilio y lucha antifranquista. Exposición y coloquios sobre los campos de concemtración en España”.

La Fundación Josep Comaposada, vinculada a la UGT, obtuvo 7.000 euros por un trabajo que lleva por título Memorias: 50 años de acción política, social y cultural catalana de Miquel Ferrer (1920-1970). La propia UGT realizó otro trabajo de “recuperación y conservación de la memoria democrática ugetista y su aportación a la lucha por las libertades”, por lo que se embolsó 5.651 euros. La Confederación General del Trabajo de Cataluña (CGT) también tuvo una ayuda de 3.371 euros por el trabajo El sindicalismo libertario durante la transciión, de viva voz. 1976-1979. Y la Intersindical-CSC, 1.400 euros por el 50 aniversario de la creación de Solidaridad Obreros de Cataluña (SOC).

Saura no se olvidó de la Comisión de la Dignidad, que recibió 6.000 euros por la “campaña por el retorno de los documentos de Salamanca en la conmemoración del 70 aniversario del retorno de los documentos (sic)”.

Un último capítulo de subvenciones, destinado a “recuperar y poner en valor el patrimonio memorial democrático”, representó un gasto de casi 1,5 millones de euros. Entre las acciones subvencionadas se encuentran la creación del Centro de la Memoria de la Guerra Civil Española en los Pirineos, con sede en la Pobla de Segur, al que se destinaron 200.000 euros. También recibió ayudas el proyecto de recuperación del espacio de las baterías antiaéreas del Turó de la Rovira, en Barcelona (para lo que se destinaron 61.868 euros) o la documentación y señalización de las Rutas del Exilio (primera fase), para lo que Interior concedió 57.418 euros.

El Confidencial/Google noticias