DIEGO BARCALA – Madrid – 07/03/2010 08:00
Pepe González, de 51 años, vivió el momento más feliz de su vida hace dos años, cuando su padre, meses antes de morir, le abrazó a los pies de la fosa del cementerio de Valdenoceda (Burgos). Fue en la celebración del funeral de su abuelo, Juan María González, condenado a muerte por los franquistas por «adhesión a la rebelión». Es decir, por ser el conserje de la Casa del Pueblo de Torralba de Calatrava (Ciudad Real). Pepe, junto a otras 14 familias, recibió ayer de manos de la Agrupación de Familiares y Amigos de Fallecidos en la Prisión de Castigo de Valdenocenda los restos de su antepasado represaliado.
Este acto de entrega de los cuerpos, celebrado en el Ateneo de Madrid, cerró el círculo de la memoria histórica que nietos, hijos y sobrinos como Pepe González comenzaron hace apenas 15 años, seis décadas después de que los presos de aquella fría cárcel murieran, en su mayoría, de hambre. «La comida era agua con tizones para teñirla de negro y un caldo con una habichuela que solía tener gusano y no se podía comer», relató ayer uno de los supervivientes, Isaac Arenal.
A los 153 presos enterrados en el cementerio de Valdenoceda no hacía falta fusilarlos. Bastaba con morir enfermos. Los antropólogos de la Sociedad Aranzadi han recuperado 116 cuerpos, entre ellos los 15 que ayer fueron entregados a sus familias. Otros diez están identificados sin prueba genética y el resto están a la espera de encontrar a sus descendientes. «La última familia apareció hace un mes. Esperamos entregar muchos más», señaló el antropólogo Luis Ríos.
OTRAS NOTICAS RELACIONADAS:
Quince familias reciben los restos de víctimas del franquismo – lainformacion.com
La Agrupación de Familiares y Amigos de Fallecidos en la prisión de castigo de Valdenoceda (Burgos) entregó ayer los restos de quince represaliados del …
Y 70 años después, volvieron – El País (España)
En este caso, los asesinos no mataron a sus víctimas, todos presos del penal de Valdenoceda (Burgos), sino que las dejaron morir de hambre y frío. …
Devuelven los restos de una fosa del franquismo a 15 familias – EiTB
A todos ellos, ya otras 152 personas, les dejaron morir en una cárcel de Valdenoceda (Burgos). Después de tres años de trabajo médicos forenses y …
Los primeros presos de Valdenoceda reciben sepultura en su localidad – Lanza Digital
… republicanos… que, por su ideología, sufrieron durante la posguerra la represión franquista en la prisión de castigo de Valdenoceda (Burgos). …
Quince familias reciben los restos de víctimas del franquismo – lainformacion.com
La Agrupación de Familiares y Amigos de Fallecidos en el Penal de Valdenoceda (Burgos) les entregará los restos de 15 de los presos que murieron en esta …
Acto de entrega en Madrid de los restos mortales de fusilados por … – Tercera Información
5 Marzo, 10:40
… de los restos identificados de los presos represaliados por la dictadura franquista, fallecidos en la Prisión de Castigo de Valdenoceda (Burgos). …
Identificados dos jiennenses enterrados en una fosa en Burgos – Diario Jaen
Los jiennenses Bernabé Ruiz Castillo y José Venzalá Carrillo murieron hace más de 70 años en la cárcel burgalesa de Valdenoceda, una de las más duras del …
Aldea del Rey – La Tribuna de Ciudad Real
Exhumación de los restos de los represaliados tras la Guerra Civil en la antigua cárcel de Valdenoceda (Burgos). Vuelven a casa después de 70 años y con su …
Los restos de ocho ciudadrealeños enterrados en una fosa en el … – La Comarca de Puertollano
… que permanecían enterrados en Valdenoceda, localidad del norte de Burgos. Valdenoceda alojó, desde 1938 a 1943, una de las prisiones de castigo más …
Noticias de Valdenoceda, Marzo del 2010
DISCURSO DE JAUME D’ URGELL:
Hoy, sábado, 6 de marzo de 2010, algo más de siete décadas después de concluir la Guerra contra la Población Civil Española, al Ateneo de Madrid le cabe el triste pero gran honor de abrir sus puertas para recibiros con respeto y humildad, y llevar a cabo un acto de decencia cívica.
No obstante, el rigor institucional y aún, la trascendencia histórica de lo que aquí hemos venido a conmemorar, no está reñido con el respeto a la verdad, por eso, además de daros la más fraterna bienvenida, me gustaría aprovechar la ocasión, para decir algunas cosas del modo más claro posible:
En primer lugar, expresar la más firme condena ante el atentado terrorista masivo que supuso el asesinato de decenas de miles de mujeres y hombres desarmados.
En segundo lugar, denunciar el genocidio desencadenado por el golpe de Estado del 17 de julio de 1936.
Además, señalar el deshonor criminal de la cúpula golpista, capaz de cometer el supremo acto de traición, al levantarse en armas contra la ciudadanía de su propia patria.
Asimismo, dejar patente la conculcación sistemática de los Derechos Humanos, Civiles y Políticos de las personas represaliadas por el dictadura militar encabezada por Franco. De las primeras víctimas entonces, y de sus familiares hasta hoy, pues, contrariamente a la voluntad de los criminales: ni el Derecho, ni el dolor, se extinguen con la aniquilación física del adversario. Aquí estamos, existimos y merecemos respeto.
Me gustaría decir también, que el compromiso democrático del Gobierno de España con la Verdad, Justicia y Reparación, no debería ceñirse a un ardid electoral, insuficiente e inaplicado, sino que constituye un imperativo ético incompleto e inaplazable.
No esperemos fortaleza de un árbol con las raíces podridas: hablar de una “Transición idílica”, cuando cerca de 150.000 españoles abonan las cunetas de nuestro país, es de una indolencia macabra.
No es de extrañar que todavía hoy, amplios sectores vinculados al partido político fundado por un ex ministro de Franco, se lancen a una miserable persecución política del magistrado juez que osó reparar el dolor de las familias.
Me gustaría señalar que el mero intercambio de poder por legitimidad y legitimidad por poder, no merece ser llamado “Transición”, sobre todo, considerando que –digan lo que digan–, buena parte de los objetivos políticos de los gopistas siguen vigentes: porque, el hecho es que llevamos 73 años sin poder elegir a nuestra Jefa o Jefe de Estado; y es igualmente cierto que todavía hoy, nuestras leyes las continúa firmando un militar… un militar no-electo, vitalicio, hereditario, irrevocable, bien financiado, inviolable, opaco, penalmente irresponsable y compatriota de Berlusconi y Amadeo de Savoya, pero no mío.
Bueno… paciencia… al fin y al cabo, todo lo antidemocrático es inmoral, y lo que es inmoral, más pronto que tarde, terminará por ser también ilegal.
Hoy hemos venido, para reafirmar que, por encima de todo, estas personas murieron por causa de su lealtad y compromiso con la defensa del orden constitucional, democrático y de Derecho de nuestro querido país.
Y una cosa más: no nos mueve el sentimiento de venganza, sino la convicción de que todas y todos viviríamos más seguros y con más decencia si se conociera la Verdad, toda la verdad y nada más que la verdad; nos mueve el hambre de Justicia, una hambruna larga y dolorosamente acumulada; y una gran necesidad de Reparación, una reparación que no puede reducirse a lo simbólico, sino que debe ser sincera, efectiva y exhaustiva.
Por eso, por que la Verdad es incompatible con la mentira, debemos dejar claro que las falsas equiparaciones son un insulto a la razón. No ha tanto, alguien hizo desfilar a dos soldados, en pleno 12 de octubre, por el Paseo de la Castellana: uno de ellos ataviado con el uniforme de soldado de infantería de la España de 1936, y el otro, con un disfraz de soldados de la “División Azul”… ¿Puede alguien imaginar una situación parecida en las calles de Berlín?
La Verdad es incompatible con la mentira. Pongamos por caso: si un terrorista fallece en un tiroteo, inmediatamente después de asesinar a un político municipal por la espalda… nos encontraremos ante dos cadáveres… ¿se imaginan que pasados setenta años, alguien afirmara que ambos cadáveres vienen a ser más o menos iguales? ¿que se trató de una “contienda entre hermanos”? Pues bien, lo siento si decir esto se considera un tabú por causa de una mala forma de entender la corrección política, pero las cosas hay que decirlas como son: no es lo mismo estar a favor que en contra del orden constitucional, democrático y de Derecho… y estas personas, estaban a favor:
Estas personas defendían la democracia; defendían la separación de poderes; estas personas murieron por defender el Sufragio Universal; fueron asesinadas por defender la libertad de cátedra; por defender el derecho de asociación; murieron luchando por mantener la libertad de expresión; por defender el derecho de reunión; por su defensa de la libertad de conciencia; fueron asesinadas por defender el respeto a la diversidad cultural de este maravilloso pueblo de familias, que es España.
Hoy hacemos un acto de Justicia, digno, pero insuficiente. Insuficiente, porque todavía quedan algunas cosas importantes en el tintero… el tintero de la “voluntad política”, un concepto estrechamente vinculado al de la “opinión pública”, y que nos recuerda la vigencia de uno de los valores característicos de lo mejor de los años treinta: hace falta hacer mucha pedagogía democrática, porque es muy difícil desear lo que se ignora.
Decía que restan algunas cosas pendientes, y de todas ellas, quizá la más urgente sea una Ley de Verdad, Justicia y Reparación, que venga a suplir las carencias de la llamada Ley de la Memoria Histórica, y que, como mínimo, declare –no ya la ilegitimidad–, sino la plena y efectiva anulación de todas las sentencias políticas dictadas durante el franquismo.
Y si alguien se atreve a repetir la falacia del “principio de seguridad jurídica”, que venga aquí, a mirarnos a los ojos, y que tenga el valor de decirnos donde está la seguriad jurídica de las personas represaliadas por la dictadura, donde está la seguridad jurídica de sus familias, que no sólo perdieron a sus seres queridos, no sólo no sabían adónde llevar flores cada primero de noviembre o cada catorce de abril, sino que en muchos casos, vieron cómo sus propiedades fueron confiscadas al margen de toda Ley justa. ¿Dónde está la seguridad jurídica de las víctimas del franquismo?
En fin… no es cuestión de fechas, como si se tratara de un examen de Historia… porque todavía no sabemos en qué mes, ni en qué día del mes caerá el próximo 14 de abril… todavía no sabemos qué nombre tendrá el próximo Niceto o la próxima Clara, tan sólo sabemos que si un sentimiento guía nuestros pasos, éste no es el de la nostalgia del pasado, sino mas bien la nostalgia del futuro… sabemos bien dónde tenemos los pies y en qué mundo vivimos, y por eso mismo, afirmamos que lo mejor de nuestra Historia, está por escribir.
Podrán cortar todas las flores, pero no podrán cortar la primavera. Hermanas, hermanos… nada fue inútil. Nunca moriréis.
DISCURSO DE NUESTRO COMPAÑERO PACO DE JEREZ:
“Quienes este acto impulsamos, no somos Forenses. No somos Arqueólogos, ni Médicos ni Antropólogos. Tampoco somos fanáticos demagogos ni perversos necrófilos. Y no todos somos familiares de los represaliados a quienes hoy aquí homenajeamos. Sólo somos amigos y compañeros que creemos en los Ideales que ellos defendían y que acabaron por hacer que sus asesinos les privaran de su libertad y de su vida. Ideales como los de un reino sin Rey, o con 45 millones de reyes, libres, no impuestos, todos similares, todos diferentes; Ideales como los de un mundo sin crueles patronos, con redistribución racional de la riqueza y de los excedentes; Ideales como los de una sociedad más justa, más libre y más igualitaria. Por eso, hoy estamos aquí. Para rescatar la dignidad de Gonzalo Muñoz Torres, cuyos restos recojo; para recobrar la memoria de los otros 160 asesinados en Valdenoceda por maltrato, hambre y abandono; y para recuperar las historias de vida y muerte de los 5.000 presos que allí sufrieron, de los 198.000 asesinados por el franquismo en todo el Estado, de los 500.000 encarcelados en la inmensa prisión en la que España se convirtió y de los 30 millones de personas que en este país gimieron bajo la bota de Franco y de sus cómplices hasta hace sólo 32 años. Hoy estamos aquí para eso. Para rehabilitar a las víctimas y para denunciar a los verdugos.
Sólo así evitaremos que la muerte y sus secuaces vuelvan a enseñorearse de nuestras vidas.”
A LAS FAMILIAS DE LAS VÍCTIMAS DE VALDENOCEDA: «SABER LO QUE SE SIENTE»…
Yo no pude asistir al acto de ayer sábado en el Ateneo republicano de Madrid por motivos personales, pero aún sin haber estado, no es necesario que me cuenten lo que allí pasó. No, no se crean que soy adivino, o que sé más que nadie, faltaría más. Simplemente, soy familiar de desaparecido, con algo ya de experiencia en estas lides memorialistas, miembro y vicepresidente de la Asociación Independiente La Memoria Viv@, y por tanto, y únicamente, por el conocimiento que conlleva saber lo que es un proceso de investigación para encontrar a un familiar, la lucha que supone trabajar para llegar hasta donde se llegó ayer en el Ateneo, supone un esfuerzo de trabajo personal y emocional titánico.
También sé, y ya lo he escrito en otros artículos, lo que se siente al pisar la tierra que esconde a nuestros seres queridos y la ignominia de su cobarde ocultación, tanto física , como documental e histórica. La mezcla de sentimientos y emociones que te recorren, la sensibilidad elevada a su máxima expresión. La pena abrumadora al conocer lo que les aconteció, la rabia contenida, el dolor y la angustia que finalmente se imbrican con la satisfacción del trabajo realizado, del encuentro esperado, la alegría de recuperarlos y la tranquilidad de tenerlos con nosotros de nuevo, para finalmente , poder sentir esa sensación triste de alivio y felicidad de haber cumplido con ellos y con la historia.
Lo que ayer vivistéis en el Ateneo, fue compartido por muchas más familias, más de las que ayer se dieron cita en propio centro y que quisieron daros su apoyo y estar con vosotros en esos momentos tan especiales, y que además, representaron a todos aquellos que quisieramos haber podido acompañaros y no nos fue posible. Ayer no sólo os entregaron a vuestros familiares, también nos entregaron a los demás un poco de los nuestros, de los que todavían quedan bajo tierra y el olvido, porque cada uno de los que se recupera simboliza a los de los demás. Son nuestros abuelos, padres, hermanos, tíos, primos, etc., son los abuelos, padres, hermanos, tíos, primos, etc., de todos los demás…, por eso, nos sentimos también orgullosos y nos solidarizamos con vosotros. Ayer la esperanza nos iluminaba a muchos, mientras a vosotros os era devuelta.
Y por todo ello, nos alegramos y celebramos con el dolor que supone volver a los tristes momentos y al recuerdo de su pérdida, que por fin ayer, quince de las víctimas de Valdenoceda volvieran a casa, junto a los suyos, donde siempre debieron estar.
Ayer la pena y la tristeza bailaron con la reparación y la alegría, y en un acto humilde y lleno de honorabilidad y emoción, la historia os devolvió una parte de la misma, aquella que os debía desde hace mucho tiempo. Ayer no se hizo justicia, pero si se reparo un mal histórico y anacrónico que os permitirá cerrar las heridas del tiempo. Ayer la indignidad de un acto pretérito, fue recuperada y revertida en la diginidad de un acto simbólico en nombre de todas las víctimas (ya que ellos nunca perdieron la dignidad) y dejaron que vuestras familias descasaran por fin en paz. Enhorabuena a todos os que habéis participado en la recuperación y habéis estado con las familias, enhorabuena a todos los familiares. Para nosotros hoy continúa la labor, nos quedan muchos más Casaviejas, Valdenocedas y demás.
¡Salud, Memoria, Reparación y Justicia!
Jordi Carreño Crispín
Vicepresidente de la Asociación Independiente La Memoria Viv@

Un familiar llegado de Francia con el presidente de la A. I. La Memoria Viv@, Pedro V. Romero de Castilla Ramos
Comentario de la redacción, lo importante en esta imagen:
Esta fotografía ha sido tomada por un miembro de La Memoria Viv@, el 06/03/2010, en el Ateneo de Madrid, al final del acto de entrega a los familiares de victimas del Penal de Valdenoceda de los restos de sus seres queridos fallecidos en esa prisión debido al hambre , frió y enfermedades que padecieron sometidos a la represión franquista hace unos 70 años .
Eric Fernández Quintanilla (a la izquierda en la imagen) venido de Libourne (Francia) ha recogido, en esa humilde urna cubierta con la bandera tricolor, los restos óseos exhumados de su abuelo José Antonio Quintanilla Pardo para darle un entierro digno con su gente.
El contacto solidario y fraternal, que se establece entre Eric y yo, tiene como propósito común la Verdad, Justicia y Reparación respecto a ambos abuelos y demás victimas de la represión y a sus familias correspondientes, dentro del marco general de lucha por la Memoria que compartimos.
Añado, aquí abajo, otra imagen esta tomada por mi, del momento en que Eric rinde homenaje a su abuelo, alzando el puño arropado, en e l fondo, por los aplausos de Jaume. D´ Urgell, Luis Ríos y Jimmy Jimenez (Aranzadi). En esta no hace falta ningún comentario más.
Un abrazo fraternal. PedroVicente Romero de Castilla Ramos.
(Todos los derechos de reproducción reservados «La Memoria Viv@»)