Memoria Histórica apoya al juez Garzón porque «sufre una persecución»…

marzo 14, 2010

Se han concentrado bajo una pancarta que pedía «Verdad, Justicia y Reparación para las víctimas del franquismo»

Una treintena de miembros de distintas asociaciones de Memoria Histórica han apoyado hoy al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que tiene tres causas abiertas en el Tribunal Supremo, y han considerado que el acoso que sufre el magistrado es una «persecución al movimiento memorialista».

Con una pancarta en la que se leía «Verdad, Justicia y Reparación para las víctimas del franquismo», la concentración ha comenzado a las doce del mediodía delante del Tribunal Supremo y en ella se ha escenificado una fosa común con una tumba hecha de tierra en la que se leían nombres de desaparecidos en la Guerra Civil y la dictadura.

Según ha explicado el presidente de la asociación Memoria Viva, Pedro Vicente Romero, las «circunstancias graves» que están ocurriendo en el alto tribunal, que ha procesado a Garzón por un delito de prevaricación al declararse competente para investigar las desapariciones en la Guerra Civil y el franquismo, les han llevado a movilizarse y mostrar su solidaridad con el magistrado.

«Los jueces provinciales y territoriales que han recibido el requerimiento de Garzón -que se inhibió de la investigación en su favor en noviembre de 2008- y que no se han pronunciado o han archivado las causas son jueces prevaricadores. El juez Garzón no prevarica, el juez Garzón es valiente», ha sostenido Romero.

Por su parte, el secretario de la Federación Estatal de Foros por la Memoria, José Luis Muga, ha señalado que, en realidad, el acoso que sufre el magistrado de la Audiencia Nacional es una «persecución al movimiento memorialista» y también a todos los jueces, para que, ha dicho, «ninguno de ellos tenga la más mínima intención de procesar a nadie del franquismo».

Por lo tanto, ha concluido Muga, «la Justicia está de nuevo del revés» porque se ha procesado al juez que intentó procesar a los franquistas, lo que, a su juicio, es «lo más parecido a lo que ocurrió a partir de 1939 en España».

http://www.publico.es/espana/301470/memoria/historica/apoya/juez/garzon/sufre/persecucion


TESTIMONIOS VIVOS: «Yo no hice nada malo, de verdad»

marzo 14, 2010

Antonia Moncayo.

A Antonia la obligaban a ‘pasear’ junto a su marido cada vez que lo detenían.

O.C. – Málaga – 14/03/2010 08:00

Antonia Moncayo fue una de esas mujeres a las que humillaron simplemente por ser mujer. Hoy tiene 90 años y vive para contarlo, pero aún le duele, y mucho, recordar aquellos días amargos. Cada vez que detenían a su marido, Antonio Aranda Arjona, afiliado a la CNT, la obligaban a seguirle hasta el cuartel de Álora (Málaga), donde vivían, para que viesen el espectáculo todos los vecinos. «Encima estuve en la cárcel durante cuatro meses, embarazada de mis mellizas, y de verdad que yo no hice nada malo», afirma. «Claro que no, abuela», la tranquiliza su nieta Paqui Pascual, con quien pasa ahora unos días.

Allí, en prisión, tuvo que dormir en el suelo hacinada con otras mujeres y tenía que despertarlas cuando quería darse la vuelta porque no tenía hueco con la barriga. «Su padre [que pertenecía al bando nacional] le ayudó a salir de la cárcel antes de dar a luz y cuando la vio en ese avanzado estado de gestación empezó a llorar», explica su nieta.

Antonia, que no ha recibido ninguna indemnización ni la va a pedir, no quiere volver a contar ese episodio. Sufre y siente pena cuando lo oye. «Luego tuve que ir a enseñarle a mis hijas a mi marido a través de las rejas», recuerda.

Y después de ese calvario, vino la posguerra. Antonia no sabe qué hubiera sido de ella sin la ayuda «inconmensurable» de su madre y su suegra viudas a su vez. «Que mis hijos sean hoy las persona que son es en gran parte mérito de ellas», añade Antonia. Su marido, tras ser torturado y herido, fue asesinado. Al menos, los falangistas tuvieron el «detalle» de permitirle velar el cuerpo.

Raquel Zugasti, que prepara un libro con este y otros casos, destaca el sufrimiento de estas mujeres: «Ni siquiera les daban trabajo; eso era otra forma de represión».

Público.es


El decano del Colegio de Madrid se suma a la caza de brujas…

marzo 14, 2010

Si  los especialistas de la judicatura no son capaces de ponerse de acuerdo en si el tema de las escuchas , si lo es o no por derecho, por modo y forma, por código ético , por indefensión o  inmoral,  porque sí estaban justificadas o no, o  simplemente, tan si siquiera por ninguna de estas causas, y el Decano del colegio de Abogados de Madrid, ya  se permite sentenciar al juez Baltasar Garzón con su afirmación de que lo que hizo Garzón es gravísimo, debería entonces el sistema judicial plantearse muchas cosas, entre otras, su mal funcionamiento, excepto en los casos donde por el motivo que sea, hayan  han sido mediatizados o politizados,  entonces las actuaciones son veloces y raudas, que no siempre eficientes y menos justas.

Yo no soy jurista, y tampoco voy a entrar en disquisiciones de un tipo u otro jurídicas,  precisamente por el hecho de no dominar la disciplina; pero sí y  como ciudadano,  creo que  mi opinión no está lejos de lo que piensa la mayoría del pueblo llano. Y es que…, lo único que están demostrando los jueces de corte conservador  y afines a la gaviota, es que la justicia de la piel de toro, además de no ser independiente, es partidista y se ha convertido en una herramienta de actuación política. Claro está que de eso pueden acusar también al Juez Baltasar Garzón, pero el hecho,  es que desde el Yakolev y el caso Gürtel la caza de brujas es una evidencia, lo demás  debería dictarlo el tiempo y el Estado de Derecho si es que existiera en este País.

Aquí y concretamente en este caso, nunca hubo presunción de inocencia para el juez y toda la maquinaria política de oposición lo ha fomentado, utilizado y  se ha volcado en desprestigiar al juez que más daño les ha hecho, evitando que quedaran impunes al menos las imputaciones de posibles delitos, unos ya confirmados y otros pendientes de sentencia. En el caso de conseguir anular las causas del magistrado, tendrían la oportunidad de  solicitar las anulaciones pertinentes relacioandas con las causas abiertas por el mismo, y por tanto, quedar impunes los acusadores. Y esa es la única verdad que hay detrás de la causa contra el franquismo, Gürtel y demás….¡La impunidad! de los que nunca se han acostumbrado a seguir más reglas que las suyas propias.

Si el derecho no es independiente, estamos obligados a solicitarle a nuestros políticos y en beneficio del sistema que así sea. Hoy domingo, compañeros del Foro por la Memoria, La Memoria Viv@ y otras asociaciones y amigos,  vuelven a estar concentrados frente al Tribunal Superior de Justicia, pero ellos solos no pueden hacer nada, es hora de movilizarse contra la nueva dictadura encubierta.

Jordi Carreño Crispín

Vicepresidente de la  A. I.  La Memoria Viv@

ENTREVISTA: ANTONIO HERNÁNDEZ-GIL Decano del Colegio de Abogados de Madrid

«Lo que hizo Garzón es gravísimo»

El decano del Colegio de Abogados de Madrid, Antonio Hernández-Gil, afirma que las escuchas ordenadas por el juez Garzón a los imputados de la red Gürtel que están en prisión y a sus letrados son nulas porque se ordenaron de forma genérica. Sostiene que no se debió escuchar a los abogados aunque el juez buscase evidencias de que varios de ellos podían ayudar a sus clientes a blanquear dinero y han sido imputados en la causa.

“No se puede escuchar a un abogado por si comete un delito”

Pregunta. ¿Por qué se ha personado el Colegio en el caso Gürtel?

Respuesta. Tras los primeros autos de Garzón, cuando conocimos la resolución que había dictado el magistrado instructor del TSJ, pensamos que si ese criterio se consolidaba, el derecho de defensa que nosotros como abogados queríamos habría resultado transformado en uno distinto. Con el aval de la Junta, yo tomé la decisión de personarnos. Decimos en el recurso que nosotros no tenemos interés más que en esto, no en el resultado del proceso. Por tanto, los temas de nulidades no tienen que ver con nosotros.

P. No buscan nada, pero si se cargan las escuchas, están buscando un resultado: la nulidad de las actuaciones y dejar impune la conducta de unos abogados y de unos imputados en un tema de corrupción…

R. Yo como institución no puedo dejar de actuar respecto de lo que causa la lesión al derecho de defensa. Las consecuencias procesales de eso, en las que yo no entro, pueden ser muy variadas.

P. No será de su interés, pero una cosa lleva a la otra… Los abogados ¿pueden delinquir o no?

R. Yo no defenderé la actuación de un abogado que da un paso más allá de lo que es el ejercicio de su profesión. Estará sujeto a lo que tenga que estar en función de su actuación. Pero aquí no estamos hablando de esto. Estamos hablando de la intervención de comunicaciones de «cualesquiera abogados», que lo sean hoy o que estén en el futuro. Imposible vincular la autorización con la situación de un abogado, porque se extiende a todos.

P. Se determinó respecto de unos abogados…

R. Se mencionó nominativamente a uno, pero en la misma resolución se extiende a todos.

P. Entre los que están el despacho De Miguel, del que dice el fiscal que intervino «en la creación de circuitos financieros para la ocultación y expatriación de fondos», y Blanco Balín, por la «creación de nuevos circuitos financieros en Holanda, las Antillas Holandesas y Suiza».

R. Pero la orden es respecto de todos, no respecto de esos…

P. Sí, pero esos están imputados en la causa ahora mismo.

R. Se ha escuchado a abogados sin ninguna imputación.

P. Pero están imputados De Miguel, Blanco Balín, y también Manuel Delgado Solís…

R. Yo no quiero mencionar nombres… No es ese el tema.

P. Es que no es sólo un abogado. Hay cuatro imputados y parece que son esos los que nombran a los que les sustituyen.

R. No se puede cercenar así el derecho de defensa.

P. En el caso del abogado y narco Pablo Vioque, ¿está justificada la intervención porque dio instrucciones de matar a un fiscal?

R. Si yo, sin saberlo antes, a través de las intervenciones averiguo eso, aunque sea una enormidad, si lo sé porque he hecho algo que la ley no me ampara a hacer, eso no puede ser.

P. Es que no podemos desconocer el caso concreto. No es el primero que ha habido.

R. Nada de esto se ha dicho en la resolución que combatimos nosotros. Cuando se ordena algo tan grave como intervenir la comunicación personal, hay que explicitar las razones, no se puede confiar en que el órgano de instrucción ya sabe suficiente.

P. ¿Eso justifica la querella? ¿Hay que buscar la condena del juez que ordena las escuchas?

R. Es una decisión de la Junta. Lo que ha pasado es gravísimo. Tenemos que tomar la reacción más enérgica.

P. ¿La inhabilitación del juez?

R. No, no…

P. Una querella no se pone por cariño…

R. No, no. Es la depuración de las responsabilidades en que pueda haber incurrido, pero quien tiene que hacerlo, desde luego, no es el Colegio. Nosotros tenemos la obligación de reaccionar con las armas que nos da el ordenamiento jurídico.

P. ¿Y eso no es un aviso a los demás jueces?

R. Es un acto de afirmación de la importancia del derecho de defensa.

P. ¿En un caso de corrupción que vincula al PP, y da la casualidad de que hay que querellarse contra Garzón?

R. Precisamente por la independencia no puedo dejarme llevar porque es el caso que es, ni porque tiene la implicación política que tiene, ni porque afecta a un juez que ha hecho, seguro, mucho bien al país en muchas cosas.

P. Ahora que el juez está en el banquillo del Supremo, y el principal implicado, Correa, se persona. ¿Todo eso no modifica nada?

R. A día de hoy, lo que hemos hecho ha sido actuar en el seno del proceso porque allí había una actuación necesaria. ¿Qué más vayamos a hacer? Pues iremos ponderando las circunstancias.

El País.com


REPORTAJE: Barracones para nazis y judíos…

marzo 14, 2010

Miranda de Ebro fue el último campo de concentración en clausurarse – En la II Guerra Mundial albergó a 15.000 extranjeros, entre ellos a dos futuros Nobel.

TEREIXA CONSTENLA – Madrid – 14/03/2010.

Prisioneros lavando.- LIBRO 'HISTORIA DEL CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE MIRANDA DE EBRO'

Julián Moreno tuvo la osadía de tener hambre y comer. En el basurero del campo de concentración de Miranda de Ebro descubrió un manjar: cáscaras de naranja. A los militares no les gustó. «Le ponían una moneda en la frente y contra la pared, teniendo que sostenerse en una sola pierna. Cada vez que se le caía tenía que recogerla y en ese instante los soldados le propinaban una paliza. Cada vez aguantaba menos, cada vez las palizas eran más frecuentes, así durante horas», contó el testigo Julián del Olmo, también prisionero. El otro Julián, el que tuvo la osadía de comer cáscaras, murió maltratado en Miranda de Ebro, el último campo que cerró sus puertas en España (1937-1947). Lo cuenta el periodista Isaías Lafuente en Esclavos por la patria (Temas de Hoy), una obra que destapó lo silenciado: los trabajos forzosos de presos políticos de los que se beneficiaron instituciones públicas y empresas privadas durante el franquismo.

Batallón de Trabajadores nº101

Campos de esclavos

Batallón de Trabajadores nº101. En el fondo del Tribunal de Cuentas se contabilizan 541 batallones de trabajadores. Eran unidades formadas por prisioneros republicanos, recluidos en los campos de concentración sin haber sido juzgados ni condenados. Cada mes se remitían listados con las altas y bajas al Tribunal de Cuentas para certificar los gastos de manutención y salarios.- FONDO DEL TRIBUNAL DE CUENTAS. CENTRO DOCUMENTAL DE LA MEMORIA HISTÓRICA

Otras fotografías

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Su diseño se parecía al de los campos alemanes, pero la finalidad, no

La documentación custodiada durante décadas en el Tribunal de Cuentas, hurtada a los investigadores hasta 2008, ayudará a esclarecer más aspectos de lo ocurrido en los 132 campos de concentración que se registran en ese fondo. Hubo alguno más: hasta 190, según el historiador Javier Rodrigo. Tal vez cuando se cruce la información del Tribunal de Cuentas, disponible desde esta semana en el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca, con la existente en los archivos militares de Ávila y Guadalajara se pueda trazar el mapa definitivo de los campos franquistas, a los que la historiografía ha comenzado a dedicar atención en los últimos años.

José Ángel Fernández López no es historiador, pero ha vivido 20 años obsesionado con el campo de Miranda de Ebro. En ese tiempo, ha rastreado las identidades de sus prisioneros, ha recopilado fotografías tomadas por extranjeros y ha narrado la evolución del recinto en un libro: Historia del campo de concentración de Miranda de Ebro (1937-1947). «Se construyó inicialmente con el material de un circo abandonado, cerca de la vía del tren y del río Bayas», explica. El tren facilitaba el trasiego de prisioneros en vagones de ganado y mercancías. El río impidió infecciones mayores. «No había letrinas al principio. Los presos construyeron un andamiaje hasta el centro del río para usarlo como letrina», describe.

En su diseño, Miranda de Ebro se asemejó a los campos alemanes, con sus barracones y alambradas para cercar cuatro hectáreas. En su finalidad, por fortuna, no. En los campos franquistas se recluía, se clasificaba y se reeducaba. A estos criterios se ajustó al principio Miranda de Ebro. Tiempos duros. Los de las cáscaras de naranja, el hambre, el frío, el tifus, la disentería, las palizas. Son los días en los que fallece Julián Moreno, cuando el campo acoge a derrotados que se clasifican -afectos, desafectos o indiferentes al nuevo régimen- antes de decidir si engrosarán los batallones de trabajo, quedarán en libertad o se someterán a un consejo de guerra.

Las altas y bajas mensuales de cada campo remitidas al Tribunal de Cuentas muestran un cambio en Miranda de Ebro durante la II Guerra Mundial. Sólo en agosto de 1943, el listado detalla la identidad de 3.265 extranjeros: alemanes, italianos, polacos, franceses, apátridas (la etiqueta aplicada a los judíos por el régimen español). Se desataron tales conflictos entre ellos que se delimitaron dos áreas. «Había una alambrada entre las zonas para evitar enfrentamientos, pero el trato que recibieron los alemanes era distinto, tenían incluso permiso para pasear por el pueblo», explica José Ángel Fernández.

Por el campo pasaron 80.000 prisioneros, en los que se incluyen 15.000 extranjeros, la mayoría de nacionalidad francesa. Entre ellos, José Ángel Fernández descubrió la presencia de Jacques Monod y François Jacob, que merecieron el Premio Nobel de Medicina en 1965 por sus trabajos en biología molecular, según la información que le facilitaron ex combatientes franceses de la II Guerra Mundial. También hubo «celebridades» del otro bando en Miranda de Ebro, como Walter Kutschmann, un criminal de guerra que tuvo varias vidas. En su vida de jefe nazi ordenó ejecutar a 1.500 judíos en Polonia. Cuando Kutschmann olfateó la derrota, aprovechó su traslado a Francia, desertó y cruzó los Pirineos. Y comenzó otra vida en el campo de concentración de Miranda de Ebro, que abandonó bajo la identidad de un carmelita. Llegó a Argentina en 1947 donde vivió como jefe de compras de la casa Osram sin llamar la atención hasta que el cazanazis Simon Wiesenthal le identificó en 1975.

El País.com

Y ADEMÁS EL REPORTAJE:

Reportaje – DERECHOS HUMANOS

Las siete vidas de Hessel

J. M. MARTÍ FONT

Quisó ser filósofo, combatió con la Resistencia, se escapó de un campo de concentración y acabó como diplomático siendo uno de los redactores de la Declaración de los Derechos Humanos en 1949. En la actualidad, a sus 92 años, milita por la paz en Oriente Próximo.


Las mujeres de la posguerra…

marzo 14, 2010

EUGENIO SUÁREZ 14/03/2010

En el penoso panorama se produjeron importantes fenómenos sociológicos y cambios de costumbres impuestos por la fuerza de las nuevas corrientes que movían al mundo, salido de la Segunda Guerra Mundial. La convulsión que supuso para nosotros, aislados por decisión de los vencedores, gestaba una profunda revolución. Con ánimo de reseñar lo menos trillado por los historiadores que se han cebado con nuestras desventuras, quiero recordar el cambio que se estaba produciendo en la mujer, algo que ha merecido poco cuidado al tratar de los años 40 y 50.

El acceso de las mujeres a la enseñanza media y superior se robusteció durante la República

No viví la zona republicana y mis recuerdos, a los 16 y 17 eran los pasacalles por el paseo de Recoletos y del Prado -vecinos a nuestro domicilio familiar- de bandadas de jóvenes de ambos sexos, muchas de las mujeres con monos de trabajo, que evidentemente les venían grandes, cantando en desordenadas filas de ocho o diez en fondo. Eras los «chíbiris» y las letras de sus cánticos no las habían escrito Alberti ni Miguel Hernández.

En la otra zona se había producido una silenciosa transformación, la de la Sección Femenina de Falange y Auxilio Social, que decidieron cambiar el signo de sus coterráneas. Las capitaneaban unas mujeres que, dígase lo que se quiera, entregaban tiempo y trabajo a elevar el nivel de las muchachas. Hicieron obligatorio el Servicio Social y ello trajo la alfabetización de la mayoría de las campesinas y chicas de clase modesta, que aprendieron, además, a coser, a ordeñar vacas, escribir a máquina, nociones de enfermería y no sé cuántas cosas más, pues yo me limité a exploraciones singulares y a lo que comentaban mis hermanas. Acorde con la estructura dictatorial del régimen, esa afiliación o servicio era ineludible e indispensable, por ejemplo, para obtener el pasaporte, equiparándolo al servicio militar masculino. El hecho de que la mujer casada precisase de la autorización del esposo para determinadas actividades creo que procedía del antiguo Código Civil.

Se le ha dado poca importancia, pero la tuvo. Las dirigentes solían ser solteronas, posiblemente con deseos irrefrenables de mandar, que salpicaron España de campamentos, crearon los Coros y Danzas, salvación cierta de mucho folclor casi extinguido. Los mandos, como se estilaba designar, colocaron en las Cortes algunas procuradoras, apelación arcaica de los modernos diputados y, en ciertos sectores, alcanzaron una influencia, discreta pero eficaz.

Era posible soslayarlo y para las personas privilegiadas se arbitró la prestación de tareas puntuales que sustituían al mandato imperativo. Una organización que supongo plagiada de las alemanas nazis o las fascistas italianas. Conocí pocas de esas muchachas, pero me dieron siempre la impresión de que lo pasaban bien en los campamentos, centros o castillos donde hacían vida en común, parece que, a veces, con cierto relajamiento. Sin duda supuso una liberación para muchas y la oportunidad de conocer gentes y pueblos distintos del lugar de origen, sin la necesidad esclavista del servicio doméstico. Era otra de las particularidades que procedía del imparable deseo de manumisión femenina, cuyo futuro, en un país rural, achicaba los horizontes de la gente joven. Aquellas adolescentes de los pueblos deberían pasarlo muy mal en el terruño a juzgar por su permanente jovialidad. En ese Madrid que los cronistas describen como una ciudad lóbrega, a falta de transistores de radio se escuchaba, por las mañanas, el trinar alegre de las domésticas en los patios de luces. Todas entonaban las maravillosas canciones de León y Quiroga, desde Ojos verdes a La Parrala y no había quien dejara de saberse de memoria el romance lorquiano de La casada infiel.

El acceso de las mujeres a la enseñanza media y superior, se había robustecido durante la República y si eran pocas las universitarias se debía a ser también escaso el número de hombres que tenían acceso a la titulación superior. Terminé mi bachillerato en el Instituto Velázquez, donde no pasaban de 25 los alumnos por clase y en mi curso recuerdo, entre las condiscípulas a Pilar Gaos, miembro de una dilatada familia de superdotados. Claro que eran contadas, y no había ni bomberos ni paracaidistas del género femenino, pero avanzaba inexorable la emancipación de las mujeres y su acceso al trabajo no era sólo una «sublime decisión» como reflejó Miguel Mihura.

El País.com

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Ellas hacen memoria

http://www.publico.es/espana/301363/memoria

Y ADEMÁS…

María de Maeztu dando clase en la Residencia de Señoritas- ARCHIVO INSTITUTO INTERNACIONAL, LEGADO EULALIA LAPRESTA

Maestras que cambiaron la escuela

Fueron las pioneras en el camino de las mujeres españolas hacia la igualdad

A finales del siglo XIX, las niñas que iban a la escuela compartían una amiga invisible: Flora. Flora. La educación de una niña, se publicó por primera vez en 1881. Su autora, la maestra navarra Pilar Pascual de Sanjuán (1827-1899), tomaba a Flora de la mano desde las primeras letras y la instruía hasta dejarla casada. Pionera como maestra, el discurso de Pascual de Sanjuán sobre la mujer seguía el modelo convencional. Algunas niñas, sin embargo, no sólo se miraban en el espejo de Flora; observaban a hurtadillas otro modelo: el de sus maestras.

Las maestras «son el primer grupo con una identidad femenina diferente. Eran autónomas, viajaban a otros pueblos, en el siglo XIX muchas todavía acompañadas, y escribían en revistas profesionales», afirma Consuelo Flecha, catedrática de Teoría e Historia de la Educación de la Universidad de Sevilla. Algunas solían casarse con otro maestro, pero otras permanecían solteras. Y se les permitía, a pesar de que la soltería de la mujer era denostada. De maestras, pioneras e investigadoras han tratado las jornadas sobre Las intelectuales de la edad de plata. El camino de la mujer hacia la igualdad civil, celebradas en la Residencia de Estudiantes. Además de recordar a las más insignes (María Zambrano, María de Maeztu, Clara Campoamor, Margarita Nelken, María Goyri, Carmen de Burgos o Rosa Chacel), los ponentes han recogido la aportación de muchas otras a la ciencia y las artes.

Margarita Comas, licenciada en Ciencias Naturales, Rosa Sensat y Magdalena de Santiago fueron algunas de las más innovadoras. Corrían aires renovadores y el boletín de la ILE (Institución Libre de Enseñanza) actuó de caja de resonancia para que el movimiento por una Escuela Nueva tuviera eco en España.

El ideal de Flora se difuminaba. Surgían otras voces, nacían otros escenarios. En 1915, la Junta de Ampliación de estudios creó la Residencia de Señoritas, versión femenina de la Residencia de Estudiantes (1910). Fue casi un experimento: alojar juntas a chicas que venían a Madrid a estudiar para maestras, enfermeras, o matronas. Y algunas pocas para ir a la Universidad. En 1915 sólo había 90 licenciadas.

«La Residencia se creó en clave liberal, pero con enorme rigor. Se trataba de aunar las virtudes morales de la mujer española con el trabajo», matiza Isabel Pérez-Villanueva, biógrafa de María de Maeztu. «Nada que ver con el ambiente de la Residencia de Estudiantes transmitido por Buñuel, Dalí y García Lorca», añade. El alma de la Residencia de Señoritas era su directora, María de Maeztu, un temperamento enérgico al que algunos rebautizaron como María, La Brava o Pico de Oro. Antigua maestra de párvulos en Bilbao, De Maeztu llegó a Madrid y se situó en la avanzadilla. Pronto dirigiría el Lyceum Club. Formó parte, además, de las primeras pensionadas por la JAE para formarse en el extranjero. Un selecto grupo de mujeres que logró el 4% de las becas entre 1908 y 1919. El porcentaje subió al 13% en los años treinta.

De Maeztu fomentó que sus residentes (Victoria Kent y Josefina Carabias entre otras) accedieran a la Universidad y que escucharan a los mejores conferenciantes. Desde 1917, tuvo el apoyo del Instituto Internacional.

María Sánchez Arbós, discípula de De Maeztu y maestra, fue el eslabón perfecto entre la Residencia de Señoritas y la escuela renovada. Becaria de la residencia desde 1915 a 1919, fue alumna de otra pionera María Goyri. En 1932, Sánchez logró su sueño: obtener con el número 1 la dirección del grupo escolar Francisco Giner. «Mi madre llevó un diario desde 1918 a 1959, y allí consignó sus ideales pedagógicos», evoca su hija, Elvira Ontañón. «Era contraria a la memorización y a las formas de enseñanza al uso», agrega Ontañón.

La rebelión militar de julio del 36 que, al no lograr su objetivo de acabar con la República, desencadenó la Guerra Civil, trastocó sus vidas. Tras la victoria franquista Sánchez Arbós fue denunciada y acusada de descristianizar las escuelas. Desde septiembre de 1939 hasta diciembre estuvo presa en la cárcel de Ventas. El abrazo que dio a Elvira al salir fue tan intenso que le pegó piojos y sarna. Expulsada del magisterio, se ganó la vida dando clases particulares.

Pasado el tiempo fue rehabilitada y tomó posesión primero en Daganzo (Madrid) y luego en el instituto Beatriz Galindo, en la capital. Para entonces, las maestras ya no eran las únicas mujeres de carrera. Tras la sangría de la Guerra Civil, las facultades empezaron a llenarse de chicas. ¿Cómo iban a quedarse en casa? María de Maeztu, Carmen de Burgos o María Sánchez Arbós les habían despejado el camino muchos años antes.

Señoras científicas

A finales del XIX, las puertas de la ciencia eran herméticas. La Sociedad Ginecológica española negó su entrada a Martina Castells, primera doctora en Medicina (junto con Dolores Aleu). Hasta 1910 tampoco hubo igualdad en el acceso a la Universidad. En 1881 surgió el debate: las Sociedades eran foros de trabajo u honores, sólo en el segundo caso las mujeres tenían cabida.

El siglo XX trajo nuevos aires. En 1912 la Sociedad Española de Física y Química admitió a Martina Casiano, y en 1926 sus actas felicitaron a «las señoritas Carmen Pradel y Felisa Martín Bravo», primeras doctoras en Física.

En 1920, Mary Louise Foster, ligada al Instituto Internacional, creó un laboratorio para las alumnas de la Residencia de Señoritas. Carmen Magallón, autora de Pioneras españolas en las ciencias, afirma que hacia 1930 hubo una eclosión visible en los equipos de Blas Cabrera y Miguel A. Catalán. Cita a Dorotea Barnés, Margarita Comas y Jimena Fernández de la Vega.

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REPORTAJE: «De la gloria a la agonía». Recorrido madrileño por la vida de Miguel Hernández…

marzo 14, 2010

Miguel Hernández-

RAFAEL FRAGUAS – Madrid – 14/03/2010

Miguel Hernández, poeta del pueblo en armas, que transformó la lucha en las trincheras en gesta imperecedera, halló en Madrid el arranque de su gloria y, también, el preludio lóbrego a su trágico fin. Al menos cinco escenarios, cuatro de ellos aún visitables, configuran la senda seguida por el poeta alicantino en la capital española.

A Madrid llegó en 1931 cargado de poemas e ilusiones, sin un duro en el bolsillo, pero deseoso de teñir con la impronta de sus versos aquellos tiempos cargados de vísperas y drama. En su bolsillo traía una carta para Concha Albornoz, hija de un ministro. No consigue nada. Regresa a Orihuela y vuelve pronto a Madrid. Hasta 1934 no logra abrirse camino, gracias a un escultor talaverano, Víctor González Gil, que le presenta al pintor Benjamín Palencia, de la Escuela de Vallecas, y éste a su vez al escritor católico filocomunista José Bergamín.

Los barrios madrileños donde Miguel Hernández enraizó por distintos motivos fueron Cuatro Caminos, Argüelles, Estrecho, Noviciado y Salamanca. En el primero, en la calle de Velintonia, 3, cerca de la Ciudad Universitaria, conoció a su maestro y amigo Vicente Aleixandre; en Argüelles, en la Casa de las Flores, residiría su amigo y también mentor, el poeta y diplomático comunista chileno Pablo Neruda, bien relacionado con la vida literaria de Madrid; en Estrecho, el antiguo convento salesiano donde naciera el Quinto Regimiento; allí Hernández se alista voluntario en julio de 1936 como comisario político y arengario de las tropas republicanas.

Tras culminar la guerra, en la prisión de Conde de Toreno, junto a Noviciado, fue encarcelado en septiembre de 1939 tras un frustrado intento de fuga hacia Portugal; y en el barrio de Salamanca, en la calle de Conde de Peñalver, 53, la cárcel de Torrijos donde, ya preso, escribió sus Nanas de la cebolla, sesgadas por el miedo a perder, además de a su primogénito, también a su segundo hijo, Manuel Miguel, y poco antes de emprender el último viaje hacia el penal-reformatorio de Alicante, donde Miguel Hernández murió preso el 28 de marzo de 1942. Un derrame pleural consecutivo a una tuberculosis, acentuado por la desnutrición y la pena por la derrota del pueblo en la Guerra Civil arrebató la vida a uno de los mejores poetas en español de todos los tiempos.

Nacido en hogar campesino en 1910 e hijo de un ganadero, Miguel estudió hasta los 11 años para verse obligado a cuidar las ovejas de su padre. Pero desde su primera mocedad, su vocación literaria, más precisamente poética, se despliega inmensamente. Tras varias visitas a partir de 1931 a un Madrid por él literariamente idealizado, mas sin dinero, ni oficio, ni horizonte, Miguel Hernández ve en el escaparate de una librería La destrucción o el amor, el poemario del consagrado Vicente Aleixandre. A su casa le escribe en papel de estraza una carta en la que le pide, tras explicarle su penuria, que le regale el libro. Aleixandre pregunta a Pablo Neruda si sabe quién es el corresponsal que le escribe. El chileno le cuenta lo que conoce del alevín oriolano: trabaja en Ríos Rosas, 26, sede de la editorial Espasa Calpe, como ayudante de José María de Cossío en la redacción de Los toros.

Al poco, Miguel Hernández se presenta en Velintonia, 3, desde 1927 domicilio de Vicente Aleixandre. Recibe el poemario en regalo. Conversan. Intiman. Traban entre ambos una amistad imperecedera. Desde entonces, el poeta veterano guía al aspirante por los vericuetos de la poesía española y le introduce, con éxito, en la vida literaria madrileña. La estela del jovencísimo poeta deslumbra ya de gloria.

Tras varios viajes sin suerte, en 1934 logró adentrarse en la élite literaria

Vicente Aleixandre fue, con Pablo Neruda, su principal mentor

Perteneció al Quinto Regimiento y arengaba a las tropas republicanas

Escritores fascistas le presionaron para que colaborara con el franquismo

Es julio de 1936. El golpe militar de Franco en Marruecos desencadena la Guerra Civil. En noviembre, comienzan los bombardeos de la artillería franquista contra la ciudad. «El chalé de Aleixandre resulta semidestruido por las bombas en 1937», explica el escritor Alejandro Sanz, experto en la obra del laureado poeta. «Precisamente entonces, Miguel Hernández, ya comisario político, tiene la sede de su Quinto Regimiento cerca de la Dehesa de la Villa y no lejos de Velintonia. Acude en ayuda de su amigo: el chalé sólo mantiene los muros en pie, la techumbre se ha hundido, pero conserva chamuscados muchos de los más preciados libros de Aleixandre». Miguel consigue una carreta de madera. «Con ella y con Vicente a cuestas, se acerca a la casa bombardeada y recoge de su interior todo cuanto su amigo enfermo le pide», explica Sanz. Ese mismo año Miguel se ha casado con Josefina Manresa y Aleixandre le regala un reloj de oro.

Tras recorrer los frentes de Guadalajara y Teruel, los de Andalucía y Extremadura arengando a las tropas republicanas, además de viajar a la Unión Soviética y sin dejar de escribir ni de recitar un solo día, Miguel asiste al fin de la guerra con la derrota de su bando republicano. Huye hacia la frontera portuguesa. Se adentra 70 kilómetros en el país vecino. Calza alpargatas, pero lleva consigo en su muñeca el reloj de oro regalo de bodas de su gran amigo. Alpargatas y oro. Levanta sospechas en la policía salazarista que, por la delación de un confidente, Tomás S., de Callosa de Segura, lo entrega a la Guardia Civil. Tomás cobra cinco pesetas de recompensa. Miguel es vejado y apaleado. De nada sirve que Aleixandre, cuyo libro dedicado Miguel lleva consigo, reconozca que el reloj fue un regalo suyo. Tras pasar por penales de Huelva y Sevilla le envían a Madrid, a la cárcel. Ya no será libre nunca más. El escritor fascista Ernesto Giménez Caballero, a quien Miguel conocía de sus primeros viajes a Madrid, le asegura que si colabora con Falange quedará en libertad. El poeta rechaza traicionar a los suyos, presos con él. Afronta un juicio militar sumarísimo con una veintena de compañeros, entre los que se encuentra el escritor Eduardo de Guzmán: pena de muerte para casi todos. El asesinato del poeta García Lorca proyecta sobre Franco la brutalidad más sustantiva: al poco, la condena a muerte de Miguel y Eduardo le es conmutada por la de 30 años de prisión.

Va a dar con sus huesos a un sórdido caserón situado en la trasera de la Universidad Central, en Noviciado. «La cárcel de Toreno era un antiguo palacio. Adentro permanecíamos detenidos varios miles de personas. Allí conocí a Miguel Hernández. Era muy afable. Fue simpático conmigo. Pero yo apenas tenía 15 años cumplidos y en las conversaciones de los camaradas mayores no pintaba mucho». ¿Era comunista Miguel Hernández? «Pues claro que sí. Él estaba junto con Girón, Mesón, Ascanio y otros dirigentes comunistas. El Partido Comunista de España funcionaba dentro de la prisión». Así lo explica Leandro González García, que entró en aquella cárcel franquista con apenas 15 años, hoy tiene 86, en una redada contra comunistas y socialistas tendida en agosto de 1939 tras la cual serían fusiladas las Trece Rosas y 150 varones más.

«Miguel conversaba mucho con Antonio Buero Vallejo, de quien yo sí pude ser luego buen amigo, porque los dos sobrevivimos a las condenas a muerte». Leandro era miembro de las Juventudes Socialistas Unificadas y comunista de la primera hora; comenzó en la misma prisión que Miguel Hernández un calvario que le llevaría a las prisiones de Santa Rita, en Carabanchel, desde donde construiría forzosamente el futuro penal, y Burgos entre otras, hasta que en 1948 salió en libertad.

El poeta de Orihuela sería trasladado desde la cárcel de Toreno, cerca de la Universidad de San Bernardo, hasta el barrio de Salamanca, concretamente a la cárcel de Torrijos, liberal fusilado en el siglo XIX por los absolutistas. La prisión es hoy un caserón de ladrillo y fachada neomudéjar, situado en la calle del Conde de Peñalver, que alberga un asilo de 112 ancianos regido por Hermanas de la Caridad. Fue edificado según un proyecto del arquitecto Zabala entre 1910 y 1914, como sede de la fundación Fausta Elorz, madrileña inmensamente rica con familia en Navarra y aficiones filantrópicas.

«Al comienzo de la Guerra Civil, el edificio fue incautado y al finalizar la contienda, tras ser destinado a cárcel de hombres hasta mediados los años cuarenta, se hizo cargo de él Auxilio Social [organización franquista de beneficencia] durante una década, para volver a su función primigenia a partir de entonces», explica Luis Sánchez, que colabora con la gerencia del establecimiento. «Todos los documentos de aquella etapa se los llevaron cuando Auxilio Social abandonó el edificio», explica.

La monja hoy más veterana llegó a la fundación hace 50 años, por lo cual no conoció la etapa entre 1939 y 1941 en la que un Miguel Hernández condenado a muerte y angustiado por la suerte de su esposa Josefina Manresa y su segundo hijo escribiera en la cuarta galería un conmovedor poema contra el hambre y la pena.

Una placa de la Sociedad General de Autores sobre el muro neomudéjar en marzo de 1985 así lo asegura. Pero la placa no dice que las Nanas de la cebolla fueron escritas por un hombre moribundo de enfermedad y de pena, que pasó los penúltimos días de su vida allí encarcelado.

Trasladado primero a Palencia, fue enviado luego a Alicante. Allí abraza por primera y última vez a su hijo de casi tres años el 24 de septiembre de 1941. Una delegación de escritores franquistas, entre los que figura José María Alfaro, le visita en la cárcel y le pide que colabore con el régimen. Se niega.

Sin apenas atención médica pese a haber sufrido un episodio pleural en el que estuvo expulsando dos litros de pus de un pulmón y tras negarse a aceptar la confesión ante un sacerdote, el 28 de marzo de 1942, a los 31 años, moría Miguel Hernández en el Reformatorio alicantino. Dejaba viuda y un hijo de corta edad. Una banda de música formada por reclusos lo despidió.

El País.com


Salamanca recibe los papeles sobre los esclavos de Franco. El Centro de la Memoria custodiará 150.000 documentos sobre los represaliados…

marzo 14, 2010

Los archivos del Tribunal de Cuentas atesoraban 4.987 expedientes.

OSCAR LÓPEZ-FONSECA – SALAMANCA – 13/03/2010 08:00

Miles de milicianos apresados por las tropas franquistas vivieron durante años una segunda condena. A sus largas penas de cárcel sumaron horas y horas de trabajos forzados por el único delito de haber permanecido fieles a la República. Tendieron vías férreas. Abrieron carreteras. Levantaron pantanos. Restauraron pueblos destruidos por la guerra. E, incluso, se incorporaron como mano de obra barata a empresas de personajes cercanos al régimen. Todo ello con jornadas de sol a sol y a cambio de ranchos de sardinas, pan, mermelada y un poco de carne. La mayoría albergaba la esperanza de que con su esfuerzo verían reducidos sus años entre rejas.

Todos estos hombres y mujeres cerca de medio millón, según algunos historiadores tendrán ahora un hueco en la historia. El primer paso lo dio ayer el Centro Documental de la Memoria Histórica, en Salamanca, que recibió de manos de la subsecretaria del Ministerio de Cultura, Mercedes Elvira del Palacio, y del director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, Rogelio Blanco, los 4.987 expedientes con miles de documentos sobre estos esclavos de Franco que el Tribunal de Cuentas albergó durante 35 años.

Medio millón de presos hicieron vías férreas, carreteras y pantanos

La cesión incluye 145 cajas de documentos sobre los movimientos mensuales entre 1936 y 1945 de los reclusos de 540 centros de retención, campos de concentración y «batallones de prisioneros trabajadores». Sus traslados de uno a otro. El costo de su alimentación y, en el caso de los batallones de trabajo, de sus salarios. Las órdenes de mandos reclamando más mano de obra… Toda una fría burocracia plagada de listados de presos sin fin y detalladas contabilidades del dinero supuestamente gastado que fueron enviados con todo el formalismo al Tribunal de Cuentas para su fiscalización y que ahora sirve para sacar a la luz el drama que vivieron aquellos republicanos.

Es el caso de Juan Campillo, un recluso del eufemísticamente llamada Batallón de Trabajadores Especialistas, con sede en Madrid, al que el jefe carcelero volvió a enviar a un campo de concentración por «haber atropellado a dos ciclistas» mientras ejercía de conductor a la fuerza. O el de David Miranda, quien, el 11 de mayo de 1939, ingresó en el Batallón de Trabajadores número 3, con sede en la capital, acusado de ser un desertor. O los de Julián Tomás, Esteban Gete y Pedro Arteaga, entre otros, a quienes «su mala conducta» les llevó a engrosar otro de estos batallones. Todo ello plasmado en largos estadillos con sus correspondientes sellos y pólizas, con el escudo del águila de San Juan como garante de su validez.

Una dura disciplina que se unía a las inhumanas condiciones de trabajo y que, según se deduce de la documentación ahora sacada a la luz, llevaba a muchos de estos trabajadores forzosos al hospital. El 15 de julio de 1939, la Inspección de Campos de Trabajo pide a un campo de concentración de Zaragoza «50 prisioneros para cubrir bajas».

Sirvieron de mano de obra barata para personajes cercanos al régimen

Dos semanas después reclama más presos con el mismo fin. En este caso, sendos grupos de 30 y 40 «trabajadores». A menudo, las bajas son definitivas. El Batallón Disciplinario número 11, con sede en Rentería (Guipúzcoa), emite el 1 de octubre de 1940 un escueto estadillo en el que señala cuatro «muertos por accidente». Ni siquiera pone nombre a todos ellos.

Sardinas, chuscos y membrillo

Todo ello salpicado con notas mecanografiadas o simplemente manuscritas por oficiales y suboficiales del Ejército vencedor en el que dan cuenta de la entrega de raciones «frías» y «calientes» para presos y «evadidos del campo rojo». El importe de las latas de sardinas, de las de ternera «a la jardinera», de las libras de chocolate, de los kilos de membrillo y de los chuscos de pan supuestamente dados a los presos se recogen con el único fin de que las arcas del Estado las sufragen. El «socorro alimentario» de uno de estos reclusos trabajadores era tasado en agosto de 1938 por los burócratas franquistas en 1,65 pesetas. En algunos batallones, como el número 111 de Valladolid, entraban al detalle, y reclamaban 20 céntimos por cada desayuno.

Son los años triunfales, como destacan todos los informes, en los que los reclusos van y vienen de un campo a otro. En uno, un coronel reclama presos republicanos para reforzar sus cuadrillas. Pero no vale cualquiera. Exige que sean enviados «convenientemente equipados, en perfectas condiciones higiénico sanitarias y con el pelo cortado». En otros casos se pide que conozcan determinadas profesiones. El 15 de septiembre de 1939, un alférez comunica el envío de dos prisioneros «debidamente custodiados» cuyo oficio es el de zapatero.

Algunos expedientes recogen los sueldos de los oficiales de los batallones, que van de las 916, 66 pesetas que cobraba un comandante a las 500 de un alférez. O las 600 pesetas de pensión extra a la que tenían derecho, en octubre de 1949, todos los que tuvieran la Cruz de San Hermenegildo.

Los documentos detallan algunos de los tajos a los que eran enviados los republicanos: las líneas de ferrocarril Soria-Castejón (Navarra) y Santander-Mediterráneo; la construcción del pantano de La Muedra (Soria); las minas de Utrillas (Teruel); la reconstrucción del puerto de Castellón o, simplemente, «la recuperación de chatarra en Huesca». Obras que cada poco tiempo necesitan nueva mano de obra. El 15 de abril de 1939, el coronel del Grupo de Trabajadores del Ferrocarril Soria-Castejón ordena al campo de concentración de Burgo de Osma (Soria) «un contingente de 150 prisioneros». El centro no puede cubrir el encargo y le comunica que 52 presos llegarán del Campo de Miranda de Ebro (Burgos). Al franquismo siempre parecía faltarle mano de obra barata.

Público.es


Historia Positiva…

marzo 14, 2010

Por Ian Gibson.

Así, según un reportaje de la BBC World News, la llaman en la nueva Rusia, recurriendo a un sarcasmo digno del Orwell de 1984, con su siniestro Ministerio de la Verdad encargado de la propagación metódica de la Mentira. Se trata de ocultarles a los niños rusos la cara oscura del estalinismo –aquella friolera de los millones de compatriotas exterminados por el sistema– y de hablarles sólo de los aspectos “positivos” del mismo, en primer lugar del milagro industrial soviético conseguido gracias a los desvelos de líder tan amante de su pueblo. Ello me ha hecho recordar momentos muy tensos vividos con un Rafael Alberti incapaz de tolerar que alguien arremetiera en su presencia contra el estalinismo y en cuya obra, si no me equivoco, no existe una sola crítica al respecto. Con los dogmáticos es casi imposible dialogar (y aún menos con los fanáticos). “Para dialogar, /primero preguntar; / después, escuchar”: Machado lo tenía claro.
En España la derecha está empeñada en la tarea de minimizar los horrores del franquismo. Los síntomas se aprecian por doquier. El último es el intento de blanquear la imagen del militar faccioso responsable de la terrible matanza de Badajoz en agosto de 1936, llevada a cabo con estricto arreglo a lo previamente acordado (véase el auto correspondiente del juez Garzón). No sé si los lectores lo saben, pero la sede en Oviedo del Premio Príncipe de Asturias se encuentra en la calle que se sigue llamando… General Yagüe. Es otra muestra de la lamentable insensibilidad de quienes nos gobiernan más de 30 años después de la muerte del dictador.

Ian Gibson

“Historia positiva

Inca: El PSM critica la ubicación final del monumento a la memoria histórica…

marzo 14, 2010

Los nacionalistas creen un error colocar la figura en una zona aislada del paseo de Reis Catòlics.

diariodemallorca.es » Part Forana

FRAU. INCA. El grupo municipal del PSM en el ayuntamiento de Inca ha denunciado la «falta de sensibilidad» del equipo de gobierno del PP a la hora de decidir la ubicación definitiva del monumento dedicado a la memoria histórica, que está en fase de construcción entre la Plaça Mallorca y la avenida Reis Catòlics de la ciudad del Raiguer, en el punto donde antes de las obras de reforma de la avenida se ubicaba una pequeña rotonda.

Según los nacionalistas, todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento habían consensuado que la ubicación idónea del monumento, obra del artista inquer Antoni Llompart Garreta, era la zona peatonal de la avenida Reis Catòlics, en un punto más cercano a la Plaça Mallorca. El portavoz del PSM, Antoni Rodríguez, explica que «todos los partidos estaban de acuerdo en que el monumento debía situarse en el interior del paseo y no sobre la rotonda, donde finalmente se levantará, porque es importante que en el entorno de la escultura hubiera unos bancos donde poder sentarse y se consiguiese un clima de una cierta espiritualidad».

Sin embargo, el Ayuntamiento se ha decantado finalmente por colocar el monumento en una zona separada de la avenida Reis Catòlics porque, según Rodríguez, «el arquitecto dice que no puede ubicarse donde estaba previsto porque tienen que pasar unos cables de electricidad».

Los nacionalistas creen que el entorno del punto donde se erigirá la escultura dedicada a las víctimas republicanas de la guerra civil no es el adecuado porque quedará aislado de la zona peatonal y se permitirá el paso de los coches a pocos metros. «En esta cuestión, el PP ha demostrado que sigue priorizando el urbanismo por encima de la persona», apunta Rodríguez.

Antecedentes

La construcción de un monumento dedicado a la memoria histórica se aprobó hace cuatro años por el Ayuntamiento a raíz de una moción presentada por el PSM. El acuerdo establecía la reserva de una partida presupuestaria de 60.000 euros para colocar una escultura en un lugar todavía no definido.

Sin embargo, el acuerdo municipal no empezó a materializarse hasta hace medio año, aunque los 60.000 euros previstos inicialmente quedaron reducidos a 30.000 euros procedentes de un remanente de los fondos del Plan E. Antoni Rodríguez explica que la propuesta de colocar el monumento en la avenida Reis Catòlics fue una decisión del equipo de gobierno.

Hace pocos meses la comisión de gobierno se decantó por el proyecto presentado por Antoni Llompart, uno de los nueve artistas que habían entregado sus diseños al Ayuntamiento.

La figura ganadora ha sido bautizada por su autor con el nombre de Silenci. Está elaborada con hierro y acero inoxidable y mide 3,60 metros de altura por un metro de ancho.

Diario de Mallorca/Google noticias


Un acto por la memoria histórica divide al Ayuntamiento de Castilblanco…

marzo 14, 2010

José Sánchez Badillo, ex combatiente republicano y escritor a sus más de noventa años de su autobiografía: 'Mis siete vidas. Memorias rebeldes', editadas por el anterior equipo de Gobierno junto a la Diputación de Sevilla en 2007. (Fotografía de Sevilla actualidad.com)

El Ayuntamiento de Castilblanco de los Arroyos cambió la fecha de una asamblea con vecinos de las urbanizaciones para hacerla coincidir  el mismo día en el teatro municipal con un acto público por la memoria histórica que pretendía homenajear a José Sánchez Badillo. El  PSOE local tacha de «provocación» que el ex alcalde y concejal de la oposición, Manuel Ruiz Lucas (NIVA), solicite el teatro para este acto con la intención  de reconocer a los castilblanqueños que padecieron la Guerra Civil y las represiones de posguerra.

Juan C. Romero. El equipo de Gobierno, formado por socialistas y populares, fijó a posteriori en el teatro municipal Miguel Fisac una asamblea general  con los vecinos de la urbanización Sierra Norte-Las Majadillas, haciéndola coincidir el día 20 de marzo con la celebración de un acto por la memoria histórica para el  que previamente se había solicitado el centro. La asamblea general de la urbanización con el Ayuntamiento estaba prevista para el pasado 27 de febrero.

En la solicitud a la que ha tenido acceso Sevilla Actualidad, dos concejales de Nueva Izquierda Verde Andaluza (NIVA) solicitan el teatro municipal Miguel Fisac «para rendir homenaje a las personas que sufrieron los efectos de la guerra y la posguerra» en Castilblanco, celebrando un acto público por la memoria histórica.

Así, el alcalde, Segundo Benítez (PSOE), ha evitado por el momento dar una respuesta a la solicitud formulada en el registro municipal el pasado 6 de febrero para la cesión del teatro municipal al acto público por la memoria histórica, según NIVA. Es lo que en derecho se denomina ‘silencio administrativo’; el hecho de que una administración pública no responda a una solicitud o a un recurso en el plazo establecido para ello.

El PSOE de Castilblanco en un comunicado publicado cinco días después en su web oficial tacha el acto de «provocación» y justifica el silencio de la Alcaldía. «No vamos a caer en provocaciones como la última de NIVA de convocar un acto político partidista en el Teatro Miguel Fisac, antes de haberlo solicitado siquiera. Deben saber que ningún ayuntamiento de España, cede locales públicos a partidos para actos propios» aseguran.

No es la primera vez que el alcalde socialista aborta una iniciativa relacionada con la  recuperación de la memoria histórica en Castilblanco. El verano pasado, el edil no permitió en el transcurso de una sesión plenaria el debate de una moción de la oposición por la que se proponía rotular una calle con el nombre de José Sánchez Badillo .

La batalla contra el olvido

Entre los homenajeados destaca la figura de José Sánchez Badillo, ex combatiente republicano y escritor a sus más de noventa años de su autobiografía: ‘Mis siete vidas. Memorias rebeldes’, editadas por el anterior equipo de Gobierno junto a la Diputación de Sevilla en 2007.

Al término de la Guerra Civil libró una dura posguerra, y a pesar de sus años libra hoy otra batalla de distinto calibre contra el olvido. Incansable, continúa escribiendo para recoger sobre el papel lo que le tocó vivir. Una crónica sin rencores, pues asegura que el tiempo lo enfría todo. Pepín ‘el sombrerero’, como cariñosamente le llaman en Castilblanco, sobrevivió a dos Consejos de Guerra durante la represión franquista antes de partir definitivamente al exilio en Alemania  junto a su familia, donde pasaría 24 años de su vida.  Después de tantos sacrificios en denfensa de sus convicciones democráticas y de las libertades, Badillo «acaba de cumplir sus lúcidos 93 años» indica la organización del acto, «y reside en la Vicente Ferrer siendo un testimonio de coherencia, de lucha por las libertades y claro protagonista de los años de la guerra del 36 y las duras represiones posteriores».

Por su parte, NIVA ha anunciado su intención de realizar la conmemoración conforme a lo previsto, el próximo sábado 20 de marzo a las 18:00 horas en otro lugar. «Ante la posibilidad de que no pudiéramos celebrarlo en nuestro teatro Miguel Fisac» se celebrará en la calle Nueva, «frente a dicho teatro», en la sede que la asociación de mujeres Digo y Hago «muy gentilmente nos ha cedido» concluye.

Enlace noticia:

www.SevillaActualidad.com


SAN ISIDRO: Memoria histórica, prisionera del olvido…

marzo 14, 2010

14.03.10 -JOAQUÍN ANDREU |

Uno de los superviviente del campo de prisioneros de San Isidro, aplaude ayer durante el homenaje que tuvo lugar junto al monumento. ALBERTO ARAGÓN

La localidad sanisidreña reúne a diversos colectivos en las jornadas en torno al campo de prisioneros.

Un homenaje a los pies del monumento a los prisioneros concentra a colectivos de izquierdas para rendir homenaje a los republicanos.
Una jornada emotiva la que se vivió ayer en torno al campo de prisioneros de Albatera, ubicado ahora en la localidad de San Isidro tras la separación de ambos municipios, y que concentró a colectivos agrupados en la plataforma Coamhi, la coordinadora de nueve asociaciones alicantinas que defiende la memoria histórica, pero sobre todo que quiso rendir homenaje a algunos prisioneros de la instalación represora.
Las jornadas se estructuraron en tres bloques de trabajo, una primera mesa analizó el sistema ‘concentracionario franquista’, que mostró cómo bajo la dictadura del general Franco se puso en marcha un método sistemático de represión que se mantuvo durante muchos años una vez consumado el éxito del golpe militar donde se muestran las experiencias del campo de concentración de Albatera, el de Castuera en Badajoz y el Fuerte de San Cristóbal en Pamplona a cargo, respectivamente de Enrique Cerdan Tato, Guillermo León, Koldo Plá y Fernando Mediola.
Tras los análisis llegó acaso el momento más sentido del encuentro, la visita y el tributo a las personas que permanecieron encerradas en las instalaciones de Albatera. Allí estuvo José Almudéver Mateo, que con 91 años de historia en el surco de su rostro dibujó con memoria precisa algunos de los episodios de la historia del campo, cómo los prisioneros eran vejados por los militares al frente del establecimiento o las vicisitudes de sus compañeros de penurias.
Un público en respetuoso silencio escuchó los retazos de los amargos tragos de un hombre que con doble nacionalidad francesa y española, guerrillero, republicano y maquis de la resistencia, conserva la lucidez respecto a los hechos acaecidos hace décadas. El relato de Almudéver es la cara humana de la Memoria Histórica, que también sufrió críticas por su laxitud por parte de algunos de los intervinientes en el acto.
Este anciano de voz firme y acento mixto entre francés y valenciano acercó la represión a los ideales juveniles de muchos de los presentes, adornados con banderas comunistas y de la CNT.
Paralelamente a lo largo de la jornada del sábado también tuvo lugar la apertura de una exposición inédita en la Comunidad Valenciana, ‘Manuel Azaña y la II república’, que incluyó la proyección de un documental también inédito sobre la figura del político. La muestra gira en torno a la figura de Manuel Azaña, presidente de la Segunda República Española y una de las personalidades más emblemáticas del siglo XX español. La exposición, que está subvencionada por el Ministerio de la Presidencia, consta de dos partes en las que se muestra abundante documentación original de la II República. Casi todo el material expuesto es propiedad de la Asociación Manuel Azaña de León, y parte de lo expuesto ha sido cedido por la Fundación Luis Bello y por el Archivo Histórico de Izquierda Republicana.
Encuentro de asociaciones
Para la jornada de hoy está previsto celebrar un encuentro nacional de asociaciones de memoria histórica al objeto de debatir diferentes líneas de trabajo en el campo de la memoria histórica en España, estando confirmadas hasta 18 asociaciones de todo el Estado, de las provincias de Navarra, Murcia, Badajoz, Alicante, Cuenca, Valencia, Castellón, Madrid, Guadalajara, León y Las Palmas de Gran Canaria.
El objetivo del encuentro en San Isidro no es otro que poner en marcha un Congreso Nacional que articule todas las iniciativas a nivel del Estado de este tipo para una mayor difusión y sensibilización acerca de lo que significa recuperar la Memoria Histórica en España.

DOS OPINIONES:

JOSÉ ALMUDÉVER EX PRISIONERO
Este hombre nonagenario explicó las vicisitudes de los prisioneros del campo albaterense y recordó las vivencias de sus compañeros, además de las carencias, el hambre y las torturas, físicas y morales a las que fueron sometidos por parte de los guardianes del campo, uno de los más conocidos de España.
AITOR LARRABIDE FILÓLOGO
Larrabide defiende la necesidad de este tipo de encuentros anuales para que no se pierda el bagaje de miles de personas que han forjado la historia española de las últimas décadas y su compromiso con sus ideales, la libertad y la democracia en tiempos de la opresión franquista hacia los republicanos vencidos.

Memoria histórica, prisionera del olvidoLa Verdad (Alicante)


COMUNICADO DE LA MEMORIA VIV@: PROPUESTA DE TRABAJO EFECTIVO Y DE GENERAL Y RAPIDA DIVULGACION.‏..

marzo 14, 2010

En estos momentos, el Consejo General de Poder Judicial y el Tribunal Supremo urden  la suspensión y el procesamiento del Juez Baltasar Garzón.

Garzón es reconocido internacionalmente por sus incesantes esfuerzos en la persecución de crímenes contra la humanidad. Pero sus investigaciones sobre las atrocidades cometidas en España durante el franquismo, junto a escándalos de corrupción, han desatado una escandalosa ofensiva política y legal dirigida a deshacerse de él y evitar que la verdad aflore.

El CGPJ y el Tribunal Supremo se enfrenta ahora a una decisión histórica: respetar la ley y las responsabilidades constitucionales, o permitir que la ideología y la impunidad prevalezcan sobre los criterios de justicia.

A las asociaciones memorialistas les incumbe la ineludible y transcendental responsabilidad de componer comprometidamente un soporte amplio y sólido, cuyo paso primero es la recogida de firmas en favor del juez Garzón y de la democracia.

Esta pelea se puede ganar o perder judicialmente, pero no se ha de perder en el campo de la opinión pública.

En definitiva, nos es obligada una actuación decidida y coordinada dentro de lo que constituiría la petición más grande de nuestra historia, alzando 1 millón de voces por la democracia y los derechos humanos:

El texto del apoyo es:

Ante el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Supremo:

Como ciudadanos comprometidos con la JUSTICIA A LAS VICTIMAS DEL FRANQUISMO y con la democracia en nuestras instituciones, les pedimos que preserven la autonomía de nuestro poder judicial, garantizando que cualquier decisión tomada en los procedimientos contra el juez Baltasar Garzón se base únicamente en la evidencia y en la legislación aplicable.

La idea inicial y la actuación primera nació de asociaciones memoralistas que, ya el 25 de Febrero pasado, entregaron firmas al propio juez Garzón y que fueron registradas ante el Consejo General de Poder Judicial y en el Tribunal Supremo; habían sido recogidas a través de la siguiente dirección

http://www.elconfidencial.com/ultima-hora/asociaciones-memoria-historica-presentan-firmas-apoyo-20100225.html
Recibido sendos  envíos  por  parte de Miguel Ángel Rodriguez Arias Y Jordi Grau. Gracias compañeros.