Diferencia entre niños robados durante el franquismo…

abril 2, 2010

Las prácticas de apropiación de niños en el régimen franquista se hicieron a la “luz pública”, fueron a diferencia de lo ocurrido en Argentina que se efectuaron de forma clandestina

MADRID, 29 (ANSA)- Las prácticas de apropiación de niños en el régimen franquista se hicieron a la “luz pública”, fueron respaldadas por una legislación y presentadas como medidas de “protección”, a diferencia de lo ocurrido en Argentina durante la dictadura militar (1976-1983), que se efectuaron de forma clandestina. “Una de las diferencias básicas con Argentina es que ahí todo ese proceso es oculto, clandestino. En cambio, aquí se hace a la luz pública y el estado se enorgullece de hacerlo, pues el discurso es que está salvando a los niños del mal”, dijo el historiador Ricard Vinyes a ANSA. Otra diferencia es que, en España, “hay indicios de que pudo haber adopciones ilegales, aunque no certezas, porque la documentación no es clara”, sostuvo Vinyes. En su obra “Irredentas”, el historiador afirmó que “la intencionalidad política de sustracción de los hijos de encarcelados y represaliados era una evidencia misma de la propaganda del régimen”. Así, citó una declaración del Patronato de la Merced en 1944: “miles de niños han sido arrancados de la miseria moral y material, miles de padres de esos niños, distanciados políticamente del nuevo estado español, se van acercando a él agradecidos a esta obra de protección”. De ese modo, el estado presenta como modelo las acciones de segregación, que no hubiesen sido posibles sin la “activa” intervención de la Iglesia Católica.

Según planteó Vinyes en “Irredentas”, en Argentina “las desapariciones fueron resultado de practicar la guerra sucia contra aquellos que eran considerados incómodos por el régimen, bajo el nombre global de izquierdistas”. “En España no. La pérdida y desaparición fue resultado de la purificación pública del país”, por lo que “la clandestinidad de las actuaciones argentinas no existió”, precisó. “Jamás hubo centros clandestinos de detención en nuestro país. Al contrario, fue el estado quien constituyó” el proceso legal y administrativo “que facilitó las desapariciones, especialmente desde la cárceles de mujeres”, completó el historiador en “Irredentas”. Después de 34 años de cometido el golpe, en Argentina siguen las investigaciones para encontrar a niños que fueron apropiados por los represores y que en muchos casos fueron entregados a otros militares o a civiles cómplices de la dictadura. GAT

29/03/2010

http://www.ansa.it/ansalatina/notizie/notiziari/argentina/20100329200435053810.html

Noticia y fotografía extraídas del Foro por La Memoria:

http://www.foroporlamemoria.info/2010/03/diferencia-entre-ninos-robados-durante-el-franquismo/


Torturadas por Franco y olvidadas por la Historia…

abril 2, 2010

Fotografía del libro presas políticas de R. Vinyes, extraída de la página del Foro por La Memoria

http://www.foroporlamemoria.info/2010/03/torturadas-por-franco-y-olvidadas-por-la-historia/

El intento de la Junta por resarcir a las mujeres víctimas de la represión con ayudas de 1.800 euros es calificado de “inútil” por los familiares. Juliana Sánchez, sobrina de tres de ellas, exige que la verdad vea la luz y se haga justicia

Laura Pérez
l.perez@lacalledecordoba.com

http://www.lacalledecordoba.com/noticia.asp?id=19305

Algunas tuvieron la valentía de desafiar al fascismo y a la sociedad de la época, y otras, la gran mayoría, eran madres, esposas, hijas y hermanas de rojos. Todas ellas sufrieron la represión del franquismo, fueron torturadas, rapadas y despojadas de sus derechos y sin embargo, ni la Historia ni la memoria han sabido encontrarles su lugar y aún menos, resarcir su daño. El tiempo ha hecho que muchas de ellas hayan muerto sin contarle al mundo su calvario y las pocas que aún viven, siguen silenciadas.

Justo ahora, la Consejería de Justicia acaba de anunciar que está ultimando un decreto con el que, a través de ayudas de 1.800 euros, se intentará reparar la injusticia que sufrieron todas esas mujeres que fueron torturadas, rapadas y represaliadas durante el franquismo. Una iniciativa que para historiadores de la talla de Arcángel Bedmar, resultará ineficaz no sólo porque la gran mayoría de las víctimas del franquismo ya han fallecido sino porque además, les será prácticamente imposible demostrar el calvario que vivieron.

Por ser hermanas de un rojo

Araceli, Manuela e Isabel Sánchez Montes vivían en Rute y durante años sufrieron en su piel los golpes con los que la dictadura mutiló de por vida a miles de mujeres. Ellas no eran militantes, ni anarquistas, ni socialistas, ni nada por el estilo. Como asegura Juliana Sánchez, su sobrina, su delito no fue otro que ser hermanas de Vicente Sánchez Montes, un barbero ruteño, perteneciente al Partido Socialista desde 1925, que huyó a la sierra cordobesa al comienzo de la contienda como miliciano de las Federaciones Anarquistas y terminó condenado “injustamente” a muerte el 9 de marzo de 1937 y fusilado, sólo tres días después. “Sólo por ésto, el franquismo se cebó con ellas al igual que con otras muchas mujeres y las marcó de por vida”, asegura Juliana.

Tanto es así que los años en los que Vicente, padre de Juliana, permaneció huído fueron los más duros para sus hermanas y para su propia madre. Juliana que entonces apenas tenía seis o siete años, recuerda como a diario la Guardia Civil venía a casa de sus tías y las llevaba al cuartel para obligarlas a limpiar y a beber aceite de recino pues, en teoría era la mejor forma para purgar su alma comunista. “Parece que las estoy viendo llegar rotas de dolor. El aceite les descomponía el vientre y se retorcían, querían que mis tías les dijeran dónde estaba escondido mi padre y no dejaron de torturarlas mientras estuvo huído”.

La represión que sufrieron las mujeres de Vicente, incluída su mujer y madre de Juliana, incluso llegó a desterrarlas de Rute y al igual que otras muchas familias, tuvieron que abandonar sus hogares y empezar de cero en otro punto de Andalucía. En su caso, tal y como recuerda su sobrina, “fue la única forma que encontraron para escapar de la persecución. Tuvieron que huir para salvarse, como tantas familias”, asegura.

El maltrato que sufrió la madre de Juliana Sánchez no fue físico aunque sí tan doloroso y temible como las torturas y las persecuciones que sufrieron sus cuñadas. “Constantemente la amenazaban con quitarle a sus hijos si no confesaba dónde estaba mi padre e incluso la intentaron obligar a que firmara que él había muerto por enfermedad cuando ni tan siquiera sabíamos que había pasado”.

Las heridas no se han cerrado

El miedo a la represión que sintieron durante años las mujeres de Vicente Sánchez se mantiene vivo a día de hoy en las pocas mujeres represaliadas que quedan vivas y de hecho, será uno de los motivos, junto con la falta de pruebas documentales, por los que las ayudas económicas con las que la Junta de Andalucía pretende resarcir sus daños quedarán “en papel mojado”, tal y como asegura el coordinador del grupo de Memoria Histórica de CGT-A, Cecilio Gordillo. “No quieren ni dinero ni ayudas. El decreto es algo necesario pero quedará como símbólico”.

La propia presidenta del Foro Ciudadano por la Memoria Histórica de Córdoba, María del Mar Téllez, asegura que muchas de las pocas mujeres que aún viven siguen sintiendo vergüenza, “no quieren admitir lo que sufrieron ni revelar sus nombres”. Una de ellas estuvo sentada frente al historiador Arcángel Bedmar en Montilla cuando éste recopilaba información para uno de sus libros. “Su familia me contó que le raparon la cabeza con sólo catorce años, algo que no era habitual. Ahora tiene unos ochenta y pese al tiempo que ha pasado, ni quiere revelar su nombre ni contar su experiencia”.

Además, junto a todas las víctimas que vivieron de cerca las agresiones, hay centenares de mujeres que, tal y como denuncia el Foro por la Memoria de Andalucía, “sufrieron el hambre y la miseria, que tuvieron que levantar a sus familias después de que asesinaran a sus maridos o sus hijos, y sufrieron el desprecio y la humillación de las autoridades y allegados al régimen franquista”. Y para éstas, como denuncia la responsable del Foro por la Memoria Histórica en Córdoba, Isabel Amil, no hay nada.

Si bien, no hay mejor ejemplo de la herida de por vida que el franquismo dejó en las mujeres que la que encontró Juliana al visitar a su tía Isabel justo unas semanas antes de que muriera. Enferma de alzheimer y con cerca de noventa años, apenas logró reconocer a su sobrina. Si bien, bastó que ésta le tarareara La Internacional anarquista para que la anciana la silenciara mientras le decía “calla, calla, que si te oyen me quitan mis niños”.

Luz a la verdad y justicia

El auténtico y real resarcimiento al terror y a los daños que hubieran querido todas las mujeres represaliadas, y que exigen sus propios familiares, es que las cientos de historias que sufrieron no caiga en el olvido. Juliana sólo reclama “justicia, ni dinero ni ayudas. Lo importante es que se sepa toda la verdad. Incluso deberían dejarnos contarlo en los colegios tal y como ocurrió para evitar que nuestros hijos y nuestros nietos vuelvan a repetir algo tan horrible”.

En la misma línea Bedmar insiste en que sería muy positivo que las administraciones sigan fomentando las publicaciones y exposiciones del tipo a la recientemente mostrada en Córdoba, Las presas de Franco, para rescatar de la amnesia colectiva a las mujeres pues, fueron ellas quienes sufrieron la barbarie fanquista incluso con mayor dureza que los hombres. Además, sostiene, “es importante que se facilite a los historiadores el acceso a las fuentes oficiales que tienen información sobre cómo ocurrieron los hechos, como por ejemplo a los archivos militares de Sevilla”.

Araceli, Manuela e Isabel Sánchez han muerto, al igual que centenares de mujeres represaliadas, sin que nadie les reparara su dolor ni les recompensara por la barbarie franquista. Si bien, tal y como asegura su sobrina, “los familiares seguiremos luchando para que la Historia los ponga en el lugar que merecen”.

Las indemnizaciones de la Ley de Memoria tampoco las beneficia
El avance que supuso para las víctimas del franquismo y sus familiares el que la Ley de Memoria Histórica reconociera una indemnización para los represaliados durante la época del franquismo, no tuvo en cuenta a las mujeres que sufrieron una violencia incluso más dramática que la que vivieron aquellos y aquellas que estuvieron en la cárcel pues, apenas una minoría de ellas han tenido acceso a éstas.

Tanto es así que de las 2.742 indemnizaciones concedidas a represaliados en Andalucía, únicamente un cinco por ciento han sido recibidas por mujeres, pese a que, como ya ha denunciado el Foro por la Memoria Histórica en reiteradas ocasiones, son el colectivo con el que más se ensañaron los falangistas en todas las provincias de la región.

Ahora, este nuevo intento de la Junta de Andalucía por resarcir los daños que el franquismo ocasionó a cientos de mujeres, vuelve a caer en saco roto pues, tal y como ya han denunciado los distintos colectivos, pese a suponer un avance, la gran mayoría de víctimas ha fallecido y las que aún están vivas no podrán certificar los abusos.


Solidaridad con el Juez Baltasar Garzón…Comunicado conjunto de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) y de la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT)

abril 2, 2010
Federación Internacional de Derechos Humanos, – 1 Abril 2010

Paris-Ginebra-Madrid, 23 de marzo de 2010.

El Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos, programa conjunto de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) y de la Organización Mundial Contra la  Tortura (OMCT), ha finalizado hoy en España una misión de solidaridad con el Juez  Baltasar Garzón.

Esta misión ha presentado una Carta abierta a las autoridades judiciales españolas en solidaridad con el Juez Baltasar Garzón ante la querella por los crímenes del  franquismo. Dicha iniciativa ha sido avalada por 59 organizaciones de derechos humanos de numerosos países y por más de 150 juristas, abogados, jueces, académicos y defensores de derechos humanos de distintas nacionalidades.

La misión de solidaridad ha estado compuesta por el Sr. Louis Joinet, Abogado General Emérito de la Corte de Casación francesa, antiguo experto de las Naciones Unidas y antiguo Relator Especial de las Naciones Unidas en la lucha contra la impunidad, el Sr. Luis Guillermo Pérez Casas, Secretario General de la FIDH, y el Sr. Francisco Soberón, Director de la Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH – Perú).

La misión ha solicitado que se sobresea el proceso penal abierto por un presunto delito de prevaricación contra el Juez Baltasar Garzón, por ser la actuación del Juez Garzón conforme al derecho internacional y al derecho internacional de los derechos humanos.

La misión también ha requerido que se dé a conocer que la Ley de Amnistía de 1977 no se aplica a crímenes de lesa humanidad y que el Estado español cumpla con la obligación que tiene pendiente de investigar estos crímenes cometidos durante la dictadura franquista, en particular los crímenes de desaparición forzada.

La carta presentada muestra la perplejidad de los firmantes frente al auto de 3 de febrero de 2010 del magistrado instructor de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, en la causa especial contra el Juez Baltasar Garzón, que decidió continuar la investigación judicial manteniéndolo como imputado de un presunto delito de prevaricación judicial. Según la querella abierta contra el Juez Garzón, éste habría “prevaricado” al asumir la competencia para investigar crímenes del franquismo. Se le acusa de ignorar conscientemente la ley de amnistía de 1977, el principio de la irretroactividad de la ley penal, el principio de legalidad y la prescripción de la acción penal.

Resulta desconcertante la utilización del tipo de prevaricación judicial en contra del Juez Baltasar Garzón, puesto que “el operador judicial siempre tiene un margen de interpretación en la aplicación de la ley y, si lo hace a favor de las obligaciones del Estado en derechos humanos, sus actuaciones no podrían considerarse como irrazonables o antijurídicas, so pena de afectar los principios básicos de la administración de justicia penal para investigar, sancionar, reparar y prevenir frente a todo tipo de crímenes y en particular frente a aquellos que revierten el carácter de internacionales”, tal y como declaran los firmantes de la carta.

También los firmantes recuerdan que es un imperativo de justicia que España salde su deuda pendiente con las víctimas de la dictadura franquista y con sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos.

La misión ha tenido conocimiento igualmente, de otras querellas abiertas contra el Juez Baltasar Garzón [1], en asuntos que cuestionan también su interpretación de la ley penal.

Lo común frente a las decisiones de los operadores judiciales es que las mismas se cuestionen, anulen, cambien o confirmen a través de los recursos ordinarios disponibles.

Acudir a la persecución penal del Juez para sancionar lecturas diferentes en la aplicación de la ley, sienta un peligroso precedente que afecta la independencia de los jueces, pilar esencial de la administración judicial en una democracia y en un Estado social de derecho.

La misión ve con preocupación que estas querellas tienden a minar la credibilidad del  juez, su honorabilidad y su compromiso profesional y que por su concurrencia pueden dejan entrever una persecución orquestada por intereses distintos a los de la búsqueda de justicia. La misión ha preguntado cuántos operadores judiciales en España han sido objeto de persecución penal por presuntas prevaricaciones judiciales al tener criterios diferentes en la aplicación de la ley penal. Las querellas contra el Juez Garzón mostrarían un afán sin precedentes en su admisibilidad, que nos dejan serias dudas sobre las motivaciones en que se fundamentan las causas en su contra.

Finalmente la misión  y los firmantes han manifestado su reconocimiento al Juez Baltasar Garzón por su actuación en favor de los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación aún más allá de las fronteras de España, convirtiéndose en un importante baluarte que en los últimos años ha hecho evolucionar el derecho penal internacional.

Para mayor información, por favor contacten:

· FIDH: Gaël Grilhot / Karine Appy: + 33 1 43 55 25 18

· OMCT: Eric Sottas: + 41 22 809 49 39

Notas

[1] Auto 28/01/2010 admisión a tramite de la querella contra Baltazar Garzón (Banco Santander) – causa n°00339/2009 : prevaricación y cohecho, y Auto 25/0 2/2010 admisión a tramite de la querella contra Balthazar Garzón (caso Gürtel) : prevaricación por presunta interceptación ilegal de comunicaciones.

http://www.fidh.org/Solidaridad-con-el-Juez-Baltasar-Garzon


‘El proceso a Garzón nos retrata como país’…

abril 2, 2010
Fernando Holgado.
Sant Pere de Vilamajor

Estoy sorprendido y entristecido por las maniobras del Tribunal Supremo para castigar al juez Baltasar Garzón por su osadía al pretender investigar los crímenes del franquismo. Sorprendido, por cómo se ha desmontado la operación de maquillaje de la transición y el mito creado sobre ese período; hicieron la transición aquellos que no lo necesitaban, mientras que los verdaderos destinatarios de dicho proceso se limitaron a formar una pantalla de impunidad y olvido obligado, habitual en cualquier régimen dictatorial. Repugna la prisa con la que a esta operación de derribo se han adherido políticos adictos al régimen y aprovechados que buscan anular las pruebas obtenidas de sus actividades corruptas mientras mantienen su apoyo electoral en las encuestas, haciendo bueno aquello de que tenemos lo que merecemos.
Garzón ha pecado de soberbia y vanidad en muchas ocasiones, pero su hoja de servicios a la democracia es intachable. Es uno de los nuestros, de los que no etiquetamos las dictaduras como buenas o malas según la ideología teórica del régimen. La persecución que sufre Garzón nos retrata como país y deja claro que tenemos una crisis. Pero no una crisis exclusivamente económica, sino una mucho más profunda, de base, moral, que nos hace ser un Estado de segunda por la incapacidad de honrar a ciudadanos que fueron eliminados por su ideología. Este país tiene que despertar y empezar a exigir que queremos ser dueños de nuestro destino, superando los intentos de los púlpitos, de las televisiones sectarias, de las ondas envenenadas y de las palabras cínicas de políticos corruptos que quieren convencernos de que seguimos siendo la España eterna.

Carta destacada del día del Periódico.Com

Fotografía de archivo.


Avilés: “Memoria y República” pide al juez que pare las obras de acceso al polígono de la ría…

abril 2, 2010

Los investigadores quieren proteger una fosa de víctimas de la represión franquista.

Lugar en el que se presume que está ubicada la fosa de Llaranes donde están enterradas víctimas de la represión.

S. F.
La Federación Asturiana «Memoria y República» ha presentado una denuncia ante el juez al objeto de paralizar las obras de acceso al polígono de la ría desde la autopista «Y». Según los republicanos, existe a la altura de Llaranes Viejo una fosa común en la que están enterradas al menos cuatro víctimas de la represión franquista y que se verá afectada por los trabajos de construcción de la carretera.

«Memoria y República» considera que se cometieron varios crímenes contra la Humanidad en la zona y que las víctimas, según los testimonios recogidos, fueron enterrados ilegamente. Consideran, asimismo, que es «imprescindible» investigar esos hechos y, por eso, piden que se paren las obras para permitir que se esclarezcan los delitos presuntamente cometidos tras la guerra civil. Los republicanos recuerdan que los crímenes contra la Humanidad no prescriben y no pueden ser amnistiados; por ello, piden que se facilite su labor.

lne.es

http://www.lne.es/aviles/2010/04/01/memoria-republica-pide-juez-pare-obras-acceso-poligono-ria/894831.html


Eva, la cómplice inquebrantable…

abril 2, 2010

Una biografía bucea en la vida de la compañera de Hitler – La obra niega la leyenda que pinta a Braun como una rubia frívola ignorante del horror nazi.

Eva Braun y Adolf Hitler con sus perros en 1942.- ADN-ZB ARCHIV

JUAN GÓMEZ – Berlín – 02/04/2010

El delirio nazi era muy mirado con el papeleo. Cuando el funcionario Walter Wagner llegó al búnker de la Cancillería el 28 de abril de 1945 para celebrar la boda entre Adolf Hitler y Eva Braun, se encontró con que faltaban documentos para tramitarla. Hubo que posponer la ceremonia para darle tiempo a conseguirlos. Tras constatar Wagner horas más tarde que la «ascendencia aria» y la salud genética de los novios permitía un enlace conforme a las leyes racistas del régimen, los casó en la madrugada del 29 entre paredes de hormigón de cuatro metros de espesor. Esa mujer bávara de 33 años sólo despertaría dos mañanas como Eva Hitler. El «imperio de los mil años» se había desmoronado en apenas doce, las grandes ciudades alemanas ardían bajo las bombas y el Ejército Rojo pisaba ya las grandes avenidas berlinesas. El 30 de abril, el matrimonio Hitler ingirió sendas cápsulas de ácido prúsico. Adolf, 23 años mayor que su ya difunta esposa, se pegó además un tiro en la cabeza. Ella prefirió dejar «un cadáver hermoso».

«Ella quería pasar a la historia fuera como fuera», explica la autora.

El nombre de Eva Braun quedó asociado a esta historia truculenta. Su figura, desconocida por los alemanes en vida de Hitler, se ha visto envuelta en numerosos mitos. El más persistente de ellos la pinta como una joven fatua, incapaz de cualquier juicio político y de reparar en los crímenes de su amante. Rubia, deportista, inocente y más interesada en bailar con tipos uniformados que en la realidad política, la imagen que ofrecen de ella películas como El hundimiento (2004) se parece a la que los alemanes de posguerra querían tener de sí mismos. Así lo reconoce la historiadora Heike Görtemaker, que acaba de publicar una biografía (Eva Braun. Vida con Hitler) en la que trata de desmontar estas ideas «superando las leyendas y los lugares comunes».

En un coloquio celebrado en Berlín, la autora reconocía en marzo la dificultad principal de su trabajo, la «muy escasa documentación» original sobre Braun. Si bien «pidió a su hermana que conservara las cartas del Führer», estas no se han encontrado nunca. A juicio de Görtemaker, Braun «quería pasar a la historia fuera como fuera y también que se conociera su relación con Hitler». Las mujeres del círculo más cercano al dictador, Braun y las esposas de Martin Bormann y Rudolf Hess, «se enteraban de todo lo que pasaba». La propia Braun se convirtió paulatinamente en la anfitriona de la casa de Hitler en Obersalzberg, el Berghof constantemente visitado por los gerifaltes nazis. Allí, con intención propagandística, tomó muchas de las fotos privadas que se conservan en los archivos de Heinrich Hoffmann.

Hoffmann, el fotógrafo de Hitler, pertenecía al círculo de amigos que este mantuvo en Baviera. En Múnich y sus inmediaciones, lejos de la pompa y la megalomanía que cultivaba el régimen en Berlín, Hitler conservó parte de su antiguo estilo de vida bohemio. Allí se dedicaban dinero y tiempo a los asuntos de la vida diaria; se discutía de música, de arte y también sobre la política criminal nacionalsocialista. Las mujeres estaban presentes. Precisamente en el estudio de Hoffmann se habían conocido Braun y Hitler en 1929. Ella tenía 17 años y él, 40. La joven amante ganaría confianza en si misma e importancia en el entorno de Hitler según pasaban los años.

La principal virtud del libro de Görtemaker es la sobriedad. Evita interpretaciones psicológicas, ideológicas o sentimentales. El material conservado en los archivos no da para grandes revelaciones históricas. Preguntada sobre las responsabilidades de Braun en los actos de Hitler, la historiadora se mantiene cauta. ¿Autoridad política? Ninguna. ¿Influencia en las decisiones del tirano? Tampoco. Pinta más bien la imagen de una mujer convencida que brindó a Hitler su complicidad inquebrantable. Una entusiasta que no quería ser madre, que se lucró gracias a su situación «inatacable» y muy dada a los caprichos y los gustos caros mientras Alemania se desmoronaba y millones de sus compatriotas pasaban hambre.

El País.com