Joaquín Leguina, sus declaraciones y una posible respuesta de Vicenç Navarro:»La resistencia a conocer el pasado»

abril 30, 2010

Leguina tacha de «miserable» decir que la derecha es heredera del franquismo.

«¿Qué pasa, que la mitad de los españoles votan al franquismo?», se pregunta

Joaquín Leguina , Aguirre y Gallardón. EFE.

EFE – Madrid – 29/04/2010 10:11

El ex presidente de la Comunidad de Madrid y ex diputado socialista Joaquín Leguina considera que decir que la derecha española es «heredera» o «añora el franquismo» es «miserable» y «sobre todo es mentira».

«¿Qué pasa, que la mitad de los electores españoles votan al franquismo? Es algo maniqueo que a mí me repugna», ha dicho el primer presidente autonómico madrileño en una entrevista en Telemadrid recogida por Efe.

Leguina cree que «es un mensaje muy peligroso lo que hemos sacado fuera con este asunto de Garzón«, en relación a las reacciones en apoyo al juez de la Audiencia Nacional, y ha dicho que ve «poca contundencia en el Gobierno a la hora de cortar, de decir hasta aquí hemos llegado».

Si el Gobierno hubiera actuado con más contundencia, ha señalado, «por lo menos no hubiéramos visto a algunos despistados del PSOE manifestándose el sábado en la Puerta del Sol» (para denunciar la «impunidad» del franquismo y apoyar a Baltasar Garzón, encausado por el Tribunal Supremo por declararse competente para investigar los crímenes de la dictadura).

Ha reconocido que el acto celebrado el pasado día 13 en la Universidad Complutense en apoyo del juez no le gustó y ha anunciado que si los sindicatos dedican a esta causa sus movilizaciones del próximo 1 de mayo no acudirá, aunque seguirá pagando la cuota de la UGT.

En todo caso, el ex presidente madrileño, que ha dicho que «durante la Guerra Civil hubo una cosa que es mejor olvidar, lo de la limpieza étnica de Yugoslavia pero a lo bestia», ha afirmado que «da un poco de vergüenza decir que todavía hay mucha gente enterrada en el campo, en las cunetas», y ha declarado que «los familiares tienen derecho a desenterrarlos y llevarlos a los cementerios».

Preguntado por la voluntad de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, de ayudar a los madrileños que deseen encontrar los restos mortales de familiares muertos durante la Guerra Civil española ha afirmado que está «de acuerdo» aunque «lo podía haber dicho hace tiempo y hubiéramos evitado algunos problemas».

http://www.publico.es/espana/308893/leguina/tacha/miserable/decir/derecha/heredera/franquismo

La resistencia a conocer el pasado

Ilustración de Mikel Jaso

VICENÇ NAVARRO

 La movilización de amplios sectores progresistas en contra del enjuiciamiento de Baltasar Garzón por parte del Tribunal Supremo, como consecuencia de su investigación de los crímenes del fascismo, ha dado lugar a una respuesta de condena por parte de la derecha española acompañada de los “compañeros de viaje” que han hecho de su anti izquierdismo la marca de su labor periodística.

Un argumento utilizado por el PP –que evidencia una carencia de sensibilidad democrática– es el de acusar a tales manifestaciones de ser “antidemocráticas”, pues presentan las críticas y presiones al Tribunal Supremo como comportamientos que no respetan las reglas democráticas. Tal argumento desconoce que el poder de cualquier parte del Estado deriva de la soberanía popular y, como tal, puede ser sujeto de crítica y presión por parte de la ciudadanía. Tal acusación de antidemocrática tiene también un componente elevado de incoherencia, pues la dirección de aquel partido nunca ha criticado a la Iglesia católica por amenazar con la excomunión a los jueces que aplicasen la Ley del Aborto, amenaza que representa el máximo grado de presión e interferencia en una judicatura en la que la mayoría de sus miembros son católicos.

Otro argumento planteado no sólo por las derechas sino también, entre otros, por Joaquín Leguina, Fernando Savater y Santos Julià, en sendos artículos publicados este mes en El País , es que tales movilizaciones están rompiendo la reconciliación nacional, que asumen estuvo plasmada en la Ley de Amnistía, ignorando que tal norma fue resultado de la movilización popular liderada por las izquierdas y cuyo objetivo primordial (en el momento de su aprobación, en el periodo preconstitucional) era sacar de las cárceles a los que lucharon en contra de la dictadura. En realidad, las derechas (Alianza Popular) no la apoyaron. De reconciliación tuvo poca. Y esta todavía no ha llegado, como bien lo muestra el hecho de que casi 150.000 personas asesinadas del bando republicano continúan desaparecidas como consecuencia de la oposición de las derechas a que sea el Estado el responsable de encontrar a tales desaparecidos, tal como instruyen las leyes internacionales, por mucho que Joaquín Leguina lo niegue en su artículo (ver los escritos del magistrado José Mª Mena sobre este tema).

Tal oposición imposibilita la reconciliación, como también la dificulta la oposición al reconocimiento de aquellos que perdieron la vida como consecuencia de su lealtad a la República. El juez Adolfo Prego, miembro del Tribunal Supremo, que está a favor de la penalización del juez Garzón por la ayuda que este intentó proveer a los familiares de los desaparecidos para encontrar a sus seres queridos, se opuso con gran contundencia al reconocimiento de los jueces republicanos asesinados o desterrados por la dictadura. Como escribió The Guardian (20-04-10),  “a las izquierdas ni siquiera les dejaron encontrar y enterrar a sus muertos”. Tal nivel de crueldad (y no hay otra manera de definirlo) no tiene equivalente en la Unión Europea. La gran mayoría de los medios de información de la derecha europea han condenado que se haya llevado a los tribunales al único juez que ha querido analizar la represión fascista. No así las derechas españolas, cuyos homólogos en Europa son la ultraderecha.

Pero el argumento que se da con mayor intensidad en la denuncia de las manifestaciones es el mismo que se ha dado durante el periodo democrático para justificar el olvido y la injusticia que ello conlleva. Es el argumento de la equidistancia, indicando que ambos bandos del conflicto civil hicieron las mismas salvajadas (lo cual ha permitido afirmar a Arturo Pérez-Reverte que “todos [vencedores y vencidos] hemos sido igual de hijos de puta” (El Mundo, 26-02-10). De tal equidistancia se concluye que es mejor no reavivar la memoria, pues abriría las heridas, asumiendo erróneamente que estaban cerradas. No por casualidad, la mayoría de los que sostienen tales posturas son hijos de vencedores, independientemente de que hayan pasado el sarampión de haber sido de izquierdas en su juventud. Es frecuente que para lavar tal pasado acentúen ahora sus sarcasmos e insultos a las izquierdas.

El hecho de que hubiera casos de asesinatos políticos en el Estado republicano (muchos menos que los cometidos por el Estado fascista), no niega, sin embargo, la justicia de la causa de la República, de la misma manera que el injusto bombardeo de la ciudad de Dresde (Alemania) por parte de las fuerzas aliadas en su lucha contra el nazismo y el fascismo no niega, tampoco, la bondad de su causa. Tampoco el hecho de que existieran personas no democráticas entre los asesinados republicanos significa que la mayoría de asesinados no hubieran luchado o se hubieran identificado con un gobierno democráticamente elegido. De ahí que tal equidistancia no sea tanto una explicación, sino una justificación para sostener aquella profunda injusticia. El definir como “hijos de puta”, como hace Pérez-Reverte, a los que lucharon defendiendo la República, la mayoría de los cuales no cometieron “salvajadas”, es un insulto injusto e inmerecido, excepto en su propio caso, pues no es de bien nacido ofender a los que sufrieron enormemente por una causa noble, de la cual el que insulta se ha beneficiado ampliamente.

Lo que está ocurriendo en España no es “inexplicable”, como se ha escrito. Es muy explicable, pues es consecuencia del enorme dominio de las derechas en el proceso de la Transición inmodélica que determinó una democracia muy incompleta y un bienestar muy insuficiente. Su oposición a conocer el pasado se explica porque el que controla la visión del pasado controla la hegemonía intelectual del presente. Y esto es lo que ocurre en nuestro país.

Vicenç Navarro es catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra

http://blogs.publico.es/dominiopublico/1985/la-resistencia-a-conocer-el-pasado/

Comentario de La Memoria Viv@ sobre la ilustración de Mikel Jaso: Imprime esta imágen en una camiseta, pontela delante un espejo y veras  al derecho lo que está impreso. Si  algun «predicador» que se ha adelantado (Leguina por ejemplo) mirase hacia atrás en su retrovisor también podría leer «MEMORIA»… ¡Magia potagia!…

 


Desde mi rinconcito del mundo, también apoyo al juez …

abril 30, 2010

Desde nuestro blog amigo “(Re) generando memorias” un apoyo internacional más al Juez Garzón.

Desde que cursaba el doctorado, siempre me fascinaba la figura del juez Garzón. Tengo que decir que no es necesariamente él mismo, sino lo que representa. Y es que el juez ha terminado encarnando, quererlo o no, la lucha entre la memoria y el olvido, la justicia y la impunidad. Por mi parte puedo decir que cuando hablo de apoyar al juez Garzón, no hablo tanto de Baltasar Garzón mismo, sino de la investigación que se atrevió a poner en marcha contra los crímenes del franquismo. Desde mi rinconcito del mundo, también apoyo al juez porque apoyarlo es demostrar a la vez mi oposición a políticos corruptos, al revisionismo histórico, a partidos fascistas y a jueces imparciales. Es entender que este es un momento clave en la democracia española, pero bien podría estar sucediendo en cualquier otro país….

Kathy Korcheck

Kathy, apoyo a Garzon desde Estados Unidos

Para leer el artículo completo pinchar aquí: http://seminario485.blogspot.com/2010/04/desde-iowa-tambien-asisto-la.html

Gracias Kathy por tu compromiso, tu valentía , tu esplendido blog ( http://seminario485.blogspot.com/) y tu constante trabajo (re) generando memorias.

Un abrazo fraternal desde La Memoria Viv@.