Los grandes grupos empresariales y financieros durante la dictadura…

junio 8, 2010
Vicenç Navarro. El Plural, 07-06-2010 – 8 Junio 2010

Vicenç Navarro

Un aspecto de la dictadura que ha estado poco estudiado ha sido la relación privilegiada que el mundo de las grandes empresas tuvo con el estado dictatorial.

La juventud no conoce lo que fue la dictadura y hay que explicárselo. Un aspecto de la dictadura que ha estado poco estudiado ha sido la relación privilegiada que el mundo de las grandes empresas financieras (la Banca) e industriales tuvo con el estado dictatorial. La evidencia acumulada señala claramente que tal estado favoreció sistemáticamente a tales grupos económicos, promoviendo y defendiendo sus intereses a costa de los intereses de los trabajadores. Un ejemplo, entre miles, es el caso Uralita (propiedad de la familia March, la banca más importante de España en los años treinta, que financió el golpe militar fascista del 1936). Uralita fue durante muchos años el mayor productor de productos de amianto en España. El amianto es enormemente tóxico y mata a un porcentaje elevado de los obreros que lo trabajan, consumiendo su tejido pulmonar, que queda inmovilizado por las fibras del amianto, situación que es conocida en la literatura científica desde 1930. En Cataluña Uralita tiene su base en Cerdanyola del Vallés. Durante todos los años de la dictadura, Uralita negó que hubiera ningún trabajador en su fábrica enfermo como consecuencia de trabajar con el amianto. Y las autoridades franquistas, dirigidas entonces por el jefe-delegado del gobierno en Cataluña, el recientemente fallecido Sr. Antonio Samaranch, aceptaron tales declaraciones dando por ciertas tales afirmaciones. La Vanguardia (llamada entonces La Vanguardia Española), de la familia Godó, que colaboró activamente con la dictadura, nunca escribió, informó, y, todavía menos, denunció lo que estaba ocurriendo en aquella fábrica.

Los sindicatos clandestinos (Comisiones Obreras) pidieron ayuda a los médicos que trabajaban en el Hospital Clínico, uno de los centros sanitarios más importantes de Cataluña. Dos médicos de tal institución (jugándose su cargo) decidieron mirar si había sustancia o no en las quejas de los trabajadores. Y las había. Encontraron nada menos que 300 casos. Sus nombres eran Doctores César Picado y Roberto Rodríguez Roisin. En realidad, nada menos que el 25% de los trabajadores padecía alguna enfermedad relacionada con el amianto. Una persona clave, que ayudó a los trabajadores de Uralita a encontrar médicos que les ayudaran, fue el Dr. Josep Tarrés, que trabajaba en la atención primaria de Cerdanyola, donde se comenzaron a detectar los primeros casos de patologías respiratorias entre trabajadores de tal fábrica.

La resistencia de la empresa Uralita a reconocer estos casos fue radical. Tenía toda una batería de médicos de empresa que negaban lo que todos los neumólogos (expertos en el aparato respiratorio) en el mundo saben, es decir, que era imposible que se trabajara con amianto sin desarrollar asbestosis, la enfermedad pulmonar que se desarrolla como resultado de estar expuesto al amianto. Uralita negaba que hubiera casos de asbestosis en su fábrica. Es más, atemorizaban con dejar Cerdanyola si continuaban las quejas de los trabajadores, acusándoles de ser “agitadores comunistas”, acusación enormemente perjudicial para los supuestos agitadores, pues era causa de detención y tortura durante la dictadura.

Al llegar la democracia se pudo ya iniciar un estudio más extenso, dirigido por el mismo Dr. Josep Tarrés, detectándose casi mil enfermos de asbestosis. Lo que es sorprendente es que, a pesar de esta evidencia, no se prohibió la producción y utilización del amianto durante el periodo del gobierno conservador, CIU, y no fue hasta mucho más tarde, en 2002, que se prohibió.

El problema, sin embargo, es incluso más amplio que el de los trabajadores del amianto, por muy grave que éste sea, pues el amianto se desplazó a los barrios obreros cerca de la fábrica donde se trabaja con amianto, trasmitiendo sus fibras por el aire. Según estudios recientes, el 30% de los casos de asbestosis no son trabajadores del amianto, y al no haberse adquirido en su puesto de trabajo, no se les considera enfermos de patología laboral, aún cuando, frecuentemente, el que trasladó el amianto con su ropa haya sido un trabajador del amianto.

Una última observación. Nunca, ningún empresario de Uralita ha ido a la cárcel, y el Sr. Samaranch fue honrado recientemente con el honor máximo que se puede dar a una persona en Cataluña. Mientras, los trabajadores todavía están intentando que los tribunales fuercen a Uralita a pagar indemnizaciones a los afectados por asbestosis, y sólo hace unos días consiguieron algunas de ellas, en cantidades que eran claramente insuficientes. Varias conclusiones se derivan de este hecho. Una es que la dictadura era una dictadura de una clase (la clase de las grandes empresas financieras e industriales) en contra de otra clase, la clase trabajadora. Otra conclusión es que los enormes beneficios de la primera clase se consiguieron a costa de los intereses (salud y calidad de vida) de los segundos. La tercera conclusión es que los grandes medios de información de la derecha colaboraron con la dictadura, silenciando esta enorme explotación de clase, sacando pingües beneficios de tal colaboración. Y la cuarta conclusión es que tales grandes grupos empresariales y las derechas políticas continúan teniendo una gran influencia sobre los medios y sobre el estado, cuestionando la mal llamada transición “modélica” de la dictadura a la democracia, pues treinta y dos años después de que ocurriera la transición, todavía se celebra y homenajea a los responsables de aquella situación, y no se honra a los que lucharon para cambiarla.

Vicenç Navarro  es Catedrático de Políticas Públicas en la Universidad Pompeu Fabra. Y Profesor de Políticas Públicas de The Johns Hopkins University, U.S.A.

www.vnavarro.org

http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=47347


Los restos del alcalde fusilado en el 36 abrirán el Panteón de Ilustres…

junio 8, 2010

Torres Hurtado pedirá a la familia de Manuel Fernández-Montesinos autorización para honrar al edil socialista.

05.06.10 – 01:52 –

M. SÁIZ-PARDO | GRANADA.
La escultura de La Piedad que simbolizará la reconciliación en el cementerio de Granada. :: R. LOZANO
El alcalde popular de Granada, José Torres Hurtado, quiere que los primeros restos que se depositen en el lugar de honor del Panteón de Granadinos Ilustres sean aquellos del edil socialista fusilado en agosto de 1936, Manuel Fernández-Montesinos Lustau. Según publica hoy el diario IDEAL en una información adelantada por M. Sáiz-Pardo, el actual alcalde le pedirá en los próximos días autorización a la familia para trasladar los restos y saber si los descendientes del alcalde socialista ven acertada la iniciativa.
El Panteón de Granadinos Ilustres, que actualmente construye Emucesa en el cementerio metropolitano, será un lugar de honor y símbolo de reconocimiento, concordia y reconciliación. Los restos del alcalde Fernández-Montesinos se encuentran hasta ahora en el mismo cementerio pero en un viejo columbario que será derribado por su mal estado de conservación.
Manuel Fernández-Montesinos Lustau se incorporó a la política granadina como concejal del PSOE en las elecciones municipales del 1931. Un año antes, se casó con la hermana de Federico García Lorca, Concha, con la que tuvo tres hijos. Desempeñó el cargo de alcalde de Granada varias veces desde diciembre de 1934 hasta julio de 1936.

Un libro homenajea a los diplomáticos republicanos españoles durante la Guerra Civil…

junio 8, 2010

Madrid, 8 jun (EFE).- Movilizaron a la opinión pública mundial contra el asalto del franquismo, pero fracasaron en su objetivo principal: romper el vacío que hicieron los gobiernos occidentales a la España republicana en la Guerra Civil, refiere el profesor Ángel Viñas en su libro sobre los olvidados diplomáticos de la República.

Curiosamente la fotografía que ilustra la noticia en el enlace es la de nuestro amigo y compañero Jaume D'Urgell.

«La República no necesitaba hombres, aunque fueron bien recibidas las Brigadas Internacionales. Precisaba material de guerra, que nunca llegó, porque las potencias occidentales, salvo México, se negaron al unísono a suministrarlo», explica Viñas en una entrevista con Efe.

Este historiador, economista y diplomático español es el director del libro «Al servicio de la República. Diplomáticos y guerra civil» (Editorial Marcial Pons) un estudio de ocho expertos, entre ellos el propio Viñas, que ofrece una visión novedosa de ese trágico periodo de la historia española.

Este libro, destaca el historiador, parte de una idea del actual ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y pretende «recuperar los nombres de esos diplomáticos que sirvieron fielmente al Gobierno de la República y reponer su honor y dignidad» en el marco de la Ley de la Memoria Histórica vigente en España.

Hasta ahora, señala Viñas, se sabía en términos generales que la República atacada por las fuerzas rebeldes disolvió la carrera diplomática y que, tras el masivo abandono de funcionarios, tuvo que rehacerla «con apenas 37 diplomáticos, de un total de 390, es decir, menos del 10 por ciento».

Hasta ahora se desconocía, añade, «quiénes formaron los nuevos batallones de a pie de la diplomacia republicana», unos hombres que se vieron obligados a defender la legalidad en un ambiente hostil internacional.

«Esta reducidísima plantilla pondría en marcha la gran estrategia de política exterior de la República, que estribaba en romper en la medida de lo posible la ‘no intervención’ de países supuestamente amigos», es decir, «la imposibilidad de obtener apoyo político, diplomático y de material», agrega el catedrático.

Para poner peor las cosas, siete de esos diplomáticos eran agentes dobles -explica Viñas- y pasaban información clave a las fuerzas del general y futuro dictador Francisco Franco.

Sin apenas medios, los diplomáticos republicanos (muchos de ellos muy jóvenes y sin experiencia, tras cubrirse a marchas forzadas los huecos que dejó la desbandada inicial) volcaron sus esfuerzos en las Embajadas de aquellos países donde se podía obtener armamento.

El libro dirigido por Viñas subraya la importancia de las labores desarrolladas en Londres, Washington, París, Praga y Berna, aunque los resultados no fueron los deseados.

En Gran Bretaña, por ejemplo, «desde el año 1935 se miraba con hostilidad a la República. Hostilidad que no se manifestaba de forma abierta, pues las relaciones siempre fueron correctas», comenta.

Sin embargo, «había un mar de fondo adverso detrás, logrado por conspiradores españoles, civiles, que minaron las posiciones del Gobierno republicano e intoxicaron a los británicos», agrega Viñas.

Esa propaganda adversa contó además con las «mentiras» lanzadas por el propio Gobierno de Londres a sus súbditos, «siguiendo sus intereses nacionales, donde no había sitio para la República española».

En el caso de Francia, «era más complicado», y aunque hubo algunos acuerdos para el suministro de armas por parte del Ejecutivo de Leon Blum, éste «no quiso arriesgar la posición delicada de su Gobierno, que dependía mucho de la ayuda británica», dice Viñas.

«La República española pudo haber sido el aliado natural de Francia y así lo querían muchos políticos de ese país», pero «el error de Blum» no contempló que Francia «podía quedar encajonada entre dos frentes», el franquista y el nazi.

Además de la exitosa movilización a favor de la República de la opinión pública internacional, sobre todo en los ambientes intelectuales, los diplomáticos republicanos lograron otra victoria aparente: el respaldo a su causa de la Unión Soviética, que, en realidad, hacía su propio juego.

La URSS «apoyó a la República porque quería demostrar a las potencias fascistas que cualquier agresión sería contenida por las armas», señala Viñas, quien ha dedicado ya cuatro libros a estudiar la participación soviética en la Guerra Civil.

«No nos engañemos, los republicanos se habían quedado sin ejército, sin cuerpo diplomático y sin servicios de inteligencia. Hubo que montarlos de nuevo y los únicos que podían hacerlo entonces eran los soviéticos», de igual forma que en el campo franquista habían hecho los nazis «y nadie se tira de los pelos» al corroborarlo, concluye Viñas.

Juan Antonio Sanz

EFE via Yahoo! España Noticias


DE INTERÉS: ARAGÓN. Los archivos aragoneses abren sus puertas al público mañana en Aragón para celebrar su Día Internacional…

junio 8, 2010

ZARAGOZA, 8 (EUROPA PRESS) Los archivos aragoneses abrirán sus puertas al público durante la jornada de mañana, 9 de junio, Día Internacional de los Archivos, que lleva por título ‘Archivos e Investigación’. Además, en torno a esta celebración, los archivos aragoneses realizarán otras actividades para el público.

El director general de Patrimonio Cultural, Jaime Vicente, explicó que «el objetivo del Día Internacional de los Archivos es poner en valor y resaltar el papel que estas instituciones tienen en la conservación de nuestra memoria y de nuestra historia, y consecuentemente en la posibilidad de que los ciudadanos puedan acceder a esa memoria, a documentos importantes para conocer su historia pero también para su vida actual, de una manera fácil y ordenada».

En su opinión, celebrar este día, «persigue también resaltar la labor de los profesionales de los archivos, que son las personas que están a cargo de este importante legado documental e histórico».

Para celebrar el Día Internacional de los Archivos, «desde el Gobierno de Aragón, en colaboración con otras instituciones, se han programado un conjunto de actividades que van desde la jornada de puertas abiertas, que ofrece la posibilidad de que los ciudadanos entren y contemplen las distintas dependencias de los archivos, la restauración, almacenes y lugares donde se digitaliza y se catalogan los documentos, hasta conferencias y exposiciones que pretenden resaltar la importancia que tiene los archivos en la investigación», añadió Vicente.

En este sentido destacó que «los documentos son herramientas fundamentales para investigar: los que hacen referencia a nuestro patrimonio documental, a nuestro patrimonio musical, al pasado más reciente a través de los expedientes de responsabilidades políticas o de los juzgados militares» y se refirió a la participación en la celebración de este día de otras instituciones, «que con la muestra de sus archivos y la realización de actividades se han sumado a la iniciativa».

POR PROVINCIAS

En Huesca, el Archivo Histórico Provincial, expone ‘Los archivos musicales, fuente para la investigación’, entre las 10.00 y las 14.00 horas, y entre las 17.00 y las 19.00 horas. Y tiene visitas guiadas a las 11.00 y a las 18.00 horas. Además, organiza un concierto del Cuarteto de cuerda Sibelius a las 19.00 horas. Por su parte, el Centro de Documentación y Archivo de la Diputación de Huesca organiza en horario de mañana y tarde visitas guiadas. También tiene jornada de puertas abiertas y actividades para escolares el Archivo y Biblioteca de los Barones de Valdeolivos.

El Archivo Histórico Provincial de Teruel ofrece visitas guiadas a las 11.00 y 13.00 horas. También en Teruel, el Archivo Municipal de Teruel, el de Alcañiz, Calamocha y Santa Eulalia del Campo ofrecen jornada de puertas abiertas, visitas guiadas y exposiciones, dependiendo de los casos. El Archivo Universitario de la Universidad de Zaragoza en Teruel expone e informa sobre su contenido en una proyección que tendrá lugar cada hora en horario de mañana y tarde.

En Zaragoza, el Archivo Histórico Provincial ofrece entre las 10.00 y las 12.00 horas la actividad didáctica del calígrafo titulada ‘La oveja, el árbol y las letras. Documentos y archivos y aula de caligrafía histórica’, dirigida a los alumnos del C.P. Tenerías. A las 12.30 horas, la presentación del libro ‘Acta Curiarum Regni Aragonum. Actas del reinado de Fernando I’, y, por la tarde, a las 19.30 horas, la conferencia de Julián Casanova: ‘La Investigación sobre la Ley de Responsabilidades Políticas en Aragón’.

En el Archivo de la Diputación, una exposición muestra una selección de los fondos del archivo: La Investigación en el Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza (siglos XX y XXI). También el Archivo de Calatayud abre sus puertas y ofrece la charla ‘Los Archivos Locales de Calatayud y la Investigación Histórica’, así como una visita guiada en horario de mañana.

Cuentan asimismo con jornada de puertas abiertas y actividades el Archivo Municipal de Tarazona, el Archivo del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, Archivo de la Cámara de Comercio e Industria, Archivo de la Fundación Casa de Ganaderos de Zaragoza, Archivo del Colegio de Procuradores, Archivo y Biblioteca Capitular de la Seo y Archivo del Pilar.

La Ley de Archivos de Aragón señala que el patrimonio documental aragonés es parte del patrimonio documental español, y está constituido por todos los documentos que, de cualquier época, reunidos o no en archivos, constituyen testimonio de funciones y actividades sociales del hombre y de los grupos humanos, procedentes de las instituciones o personas, ubicados en Aragón.

Además, define archivo como el conjunto orgánico de documentos o la reunión de varios de ellos, completos o fraccionados, producidos, recibidos o reunidos por las personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, con fines de gestión administrativa, información o investigación histórica, científica y cultural. Asimismo, se entiende por archivos las instituciones culturales donde se reúnen, conservan, ordenan y difunden para los fines anteriormente mencionados dichos conjuntos orgánicos.

Con estas premisas, los archivos se convierten en verdaderos centros de estudio y de investigación que tanto a particulares, como a investigadores y profesionales e incluso a la propia administración les ayude a sumergirse en las fuentes vivas de la historia colectiva y en la atracción por nuestro pasado inmediato.

Europa Press via Yahoo! España Noticias

Archivos (Fotografía de Google Images)


PSPV exige a Barberá la retirada de símbolos franquistas en cumplimiento de la Ley de memoria histórica…

junio 8, 2010

El Ministerio de Defensa ya tiene licencia para retirar elementos de la dictadura en los edificios de Capitanía General y Gobierno Militar VALENCIA, 8 (EUROPA PRESS) El grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Valencia exigió hoy al equipo de gobierno que dirige la alcaldesa, Rita Barberá, la «retirada de los símbolos franquistas que perduran en la ciudad en cumplimiento de la conocida como Ley de Memoria Histórica».

Así, el concejal del PSPV Juan Soto anunció la presentación de una moción al respecto al próximo pleno municipal e informó de que la Comisión de Vivienda, Grandes Proyectos y Urbanismo celebrada ayer otorgó licencia al Ministerio de Defensa para retirar los símbolos de la dictadura ubicados en los edificios de Capitanía General y del Gobierno Militar.

«Sería deseable que Barberá tomara esta iniciativa por convicción democrática, pero hasta ahora ha sido imposible lograr su condena política a la dictadura. Por ello, si no quiere hacerlo desde la convicción, que lo haga al menos desde su responsabilidad como alcaldesa y en cumplimiento de la ley», afirmó el representante socialista.

Soto recordó que, de hecho, la Ley de Memoria Histórica, en vigor desde diciembre de 2007, establece en su artículo 15.1 que «las administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura».

Por tanto, explicó, «no se trata de algo discutible que dependa de la voluntad de cada gobernante, sino que es un imperativo legal retirar los vestigios anacrónicos de exaltación de un régimen autoritario y dictatorial y sustituirlos por símbolos democráticos».

Tanto es así –subrayó– que el Gobierno ya ha obtenido licencia para intervenir en el edificio de Capitanía General, donde ya ha retirado la estatua ecuestre y donde se retirará el escudo franquista y de sustituirá por uno constitucional, y Gobierno Militar, donde se eliminarán los elementos anticonstitucionales del escudo, como el águila de San Juan y el yugo y las flechas, y se añadirá la flor de Lys.

Además, el Gobierno retirará de la Capilla de San Vicente Ferrer, en el edificio de Capitanía, una lápida de mármol en la que se lee: «Esta capilla fue profanada y utilizada como polvorín por los marxistas (1936-1939) y restaurada por las fuerzas nacionales. A la liberación de Valencia, en desagravio al santo que habitó esta celda capilla y en memoria de nuestros caídos se dedica esta lápida. Valencia, 18 de julio 1943».

«El Gobierno ya ha cumplido su parte. Ahora le toca a Barberá», consideró Soto, para quien la retirada de símbolos «debería ser un proceso natural, pacífico y sin trauma, desde la aceptación de la simbología democrática».

«Cada vez más gobiernos municipales y autonómicos del Partido Popular aplican de manera normalizada la ley tanto en la retirada de simbología como de honores a Franco. Barberá esta cada vez más sola dentro de su propio partido», lamentó Soto.

El edil censuró que en la ciudad «perduran numerosos símbolos de la dictadura», como los escudos ubicados sobre las puertas principales de los colegios públicos Teodoro Llorente, Padre Manjón y San Juan de Ribera, el monolito situado en el grupo de viviendas Antonio Rueda, la cruz en memoria de los caídos ubicada bajo el arco de la plaza del Mar, o los escudos ubicados sobre los rótulos de las calles Colón, Marqués de Dos Aguas.

El representante socialista consideró «especialmente grave» la presencia de los escudos en colegios, «pues los centros educativos son espacios en los que los niños y niñas crecen y se forman en libertad y en democracia y respeto a los derechos humanos, por lo que carece de sentido que convivan con símbolos que agreden la conciencia democrática y representan la censura, la falta de libertades, la persecución, la tortura y que tienen un encaje imposible en una ciudad democrática», defendió.

«REDUCTO DE RESISTENCIA»

«El gobierno municipal de Barberá no puede continuar siendo un reducto de resistencia que se niega a condenar la dictadura franquista, a aplicar la ley y a normalizar la simbología democrática», afirmó el edil, para quien «la simbología de un país democrático como España tiene que estar plenamente identificada con los valores de la libertad, los derechos humanos, el respeto y la dignidad».

«Ya no puede alegar el valor patrimonial de los inmuebles en los que se ubican los escudos. El edificio de Capitanía General está declarado Bien de Interés Cultural y aún así el Gobierno ha demostrado que se puede retirar el escudo», concluyó.

Europa Press via Yahoo! España Noticias

Rita Barbera alcaldesa del PP en  Valencia...


¡FUERA LA DEMOCRACIA!

junio 8, 2010

EN  «EL PAÍS SEMANAL» 06 06 2010,aparece en «la imagen», p11, una rotunda reflexión de Juan José Millás.

Cuando vimos al Juez Garzón despedirse de sus colaboradores de la A.N. pudimos observar las lágrimas y las emociones de estos a flor de piel. Los manifestantes que vinimos a apoyar al Juez también estabamos indignados y dolidos, una palabra fué coreada delante de el CGPJ: ¡VERGÚENZA!

Al observar esta foto, como bien expresa Juan José Millás, podemos pensar :  Ver salir la reproducción de «el Guernica» del despacho de Garzón  nos pone los pelos de punta. «Y es que con el ,¡ que vergúenza!, era desalojada la democracia de nuestro sistema judicial. en el caso de que hubiera estado dentro alguna vez, claro

p.11 de "El País semanal" 06 07 2010