Supervivientes españolas en el infierno nazi…

junio 13, 2010

MONTSERRAT LLOR 13/06/2010

Ravensbrück: el puente de los cuervos. Siniestro nombre para el campo de concentración alemán donde estuvieron presas unas 132.000 mujeres de 40 países. Entre ellas, 400 españolas, de las que ya casi no quedan supervivientes. Cuando se cumplen 65 años de la liberación del horror, hemos hablado con tres de ellas.

Neus català con el traje de deportada en Holleischen (Checoslovaquia)- ÁLBUM FAMILIAR FOTOGRAFÍA DE MONTSERRAT LLOR

  • «Nos pusieron a todas una inyección para eliminarnos la menstruación. decían que seríamos más productivas»
  • Tiene 94 años y dice cuando se despide: «recuerde, yo nunca tuve miedo, ¡jamás! yo era una luchadora»
  • «Vi mujeres con cicatrices horribles. Les operaron las piernas para experimentar. se les veía el hueso»
  • En ravensbrück fueron gaseadas unas 6.000. pero al mes morían unas 1.000 por enfermedades y falta de higiene

Con 22 grados bajo cero, a las tres de la madrugada del 3 de febrero de 1944, 1.000 mujeres entramos en Ravensbrück. Con 10 SS y sus 10 ametralladoras, con 10 perros lobos dispuestos a devorarnos, empujadas bestialmente, hicimos nuestra entrada triunfal en el mundo de los muertos. ‘de la resistencia y la deportación’, Neus Català.

Dantesca y cruel. Así fue la entrada de miles de mujeres en uno de los peores campos nazis durante la II Guerra Mundial: Ravensbrück, cerca del pueblo de Fürstenberg, un lugar pantanoso unos 90 kilómetros al norte de Berlín. Una gran mayoría fueron presas por motivos políticos: luchaban contra el fascismo. Las españolas también. Habían combatido para defender la libertad y los valores de la II República durante la guerra civil española, pero Franco ganó la batalla y el exilio fue inevitable.

Terminaba la Guerra Civil en febrero de 1939 y en septiembre de ese mismo año comenzaba la II Guerra Mundial y la expansión de Hitler. De una u otra forma, sin importar nacionalidades, todas lucharon por unos ideales: colaboraron con la Resistencia, sirvieron de enlaces o combatieron como antiguas brigadistas internacionales. Un día fueron capturadas por la Gestapo y conducidas a los campos de concentración.

De la deportación femenina siempre se ha hablado menos. Sufrieron todos, hombres y mujeres, pero a ellas habría que añadir otros sufrimientos adicionales, los que se desprenden de su propia condición de mujer: experimentos médicos, esterilización, eliminación de sus hijos ante su presencia e incluso prostitución.

El impacto físico y psicológico generado en ellas creó una larga etapa de silencio e introspección.

Acaban de conmemorarse los 65 años de la liberación de los campos nazis y muy pocas mujeres siguen con vida. Muchas viven en Francia, país que acogió a los españoles temerosos de las represalias del franquismo. Nos desplazamos hasta sus domicilios para conocerlas, recordar detalles inéditos de sus vivencias, ver cómo viven y cómo lo recuerdan todo. Incluso saber cómo lograron superar aquella experiencia tan traumática.

Tienen entre 85 y 95 años: Neus Català, que reside actualmente en Rubí (Barcelona); Conchita Ramos, en Toulouse, ciudad en la que ha vivido siempre, aunque nació en Cataluña, y Lise London, en París, una mujer francesa de padres aragoneses y con profundas raíces en nuestro país. En París fue imposible visitar, por su delicado estado de salud, a Carmen Cuevas, nacida en Sueca (Valencia), deportada también a Ravensbrück. No se tiene noticia de la existencia de más supervivientes españolas en campos nazis, según indica la asociación Amical de Ravensbrück, cuya sede en España se encuentra en Barcelona. Neus Català es la presidenta de honor de dicha asociación, y su hija, Margarita Català, igual de activa y solidaria que su madre, forma parte del Comité Internacional de esta entidad junto con Teresa del Hoyo, secretaria de la Amical Ravensbrück, y Anna Sallés, su vicepresidenta ejecutiva. La Amical rinde homenaje a estas mujeres dando la máxima difusión a aquellos acontecimientos y recuperando las voces de las supervivientes.

Entre 1939 y 1945, la fecha de su liberación, fueron presas en este campo unas 132.000 mujeres de más de 40 países, sobre todo de Polonia, Alemania, Austria y Rusia. Algunas, pocas, llegaron con sus hijos, la mayoría exterminados, al igual que los cerca de 20.000 hombres que a partir de abril de 1941 fueron destinados a un anexo construido para ellos.

Eran agrupadas en función de sus características o condición: delincuentes comunes, judías, gitanas, políticas, homosexuales o testigos de Jehová… Todas eran marcadas con un triángulo invertido de diferente color. Verde para las presas comunes, negro para las criminales, amarillo para las judías. Las españolas, unas 400, aproximadamente, de las que apenas existe información ni datos precisos, fueron señaladas con el color rojo destinado a las presas políticas más un número de matrícula. Ya no tendrían jamás un nombre. Sólo un número que las supervivientes recuerdan a la perfección incluso hoy.

Existen los grandes horrores de este campo. Como el quirófano donde el temido doctor Gebhardt y su equipo efectuaban horribles experimentos médicos con mujeres y niñas, las llamadas kaninchen o conejitas de Indias. Y el crematorio, inaugurado en abril de 1943, y la cámara de gas, a finales de 1944. Allí fueron gaseadas unas 6.000 presas, pero al mes morían, de promedio, 1.000 mujeres debido a las pésimas condiciones higiénicas, la tuberculosis, la disentería o el tifus.

Viendo el final de su imperio, a finales de marzo de 1945, Himmler ordenó la evacuación de los campos, y el comandante de Ravensbrück, Fritz Suhren, mandó salir a todas las mujeres que aún quedaban con vida y en condiciones de caminar. Eran las conocidas marchas de la muerte en las que tantos presos quedaron sin vida en la cuneta de las carreteras. Habían dejado en el interior del campo a cerca de 2.000 mujeres, muchas moribundas, que el Ejército Rojo encontró en el momento de la liberación, el 30 de abril de 1945.

Eran libres, pero muchas morirían a los pocos días, tan debilitadas y enfermas estaban. Las rusas padecieron después otro horror: su traslado a los gulags estalinistas. Las españolas tampoco pudieron volver en muchos años a España, donde gobernaba Franco.

NEUS CATALÀ

Neus català con 95 años, mantiene su energía.- ÁLBUM FAMILIAR FOTOGRAFÍA DE MONTSERRAT LLOR

«Ravensbrück aún me impresiona. En cuanto piso Alemania, me cambia la cara y no me doy cuenta. Me viene la entrada, es algo que nunca he conseguido explicarlo, la llegada a las tres de la madrugada por un camino de piedras y con un frío que pelaba.

En el Báltico era el infierno, pero helado y, día tras día, oscuro, tétrico… Siempre me viene aquello».

Lo cuenta sentada en el sillón de su casa en Rubí (Barcelona), mientras sostiene en sus manos una piedra pequeña y redonda. Le encanta la energía de la piedra. Es natural, Neus Català, a sus 95 años recién cumplidos, es una mujer fuerte, de carácter enérgico y rebelde, que sobrevivió por su dureza y su buen humor. Ella asegura que fue cuestión de suerte y tener un espíritu fuerte. Me dice que, en cierto modo, la ayudaron las golondrinas de su calle.

«Me gustaban mucho. Yo no sabía dibujar, pero allí en el campo lo hacía, y esto me ayudó a no pensar en otras cosas».

Nació en Els Guiamets (El Priorat, Tarragona). Hija de campesinos, adoraba a su padre, con quien compartió su pasión por el teatro. Organizó las Juventudes Socialistas Unificadas de Cataluña (JSUC) y fue miembro fundador del PSUC. Diplomada en Enfermería, al final de la Guerra Civil cruzó la frontera y se estableció en Francia. Junto con su primer marido, Albert Roger, fallecido durante la deportación, participó en actividades de la Resistencia francesa y llegó a ser enlace interregional con seis provincias a su cargo. Su casa era un punto clave donde escondía a guerrilleros españoles y franceses y a antiguos combatientes de las Brigadas Internacionales. Centralizaba la transmisión de mensajes, documentación y armas. Hasta que fue denunciada a los nazis.

Fue detenida junto con su marido y tres guerrilleros más el 11 de noviembre de 1943 por la Gestapo. Sufrió su primer interrogatorio a punta de pistola en cada sien y fue conducida a la cárcel de Limoges, en cuya komandatur recibió una gran paliza. Fueron dos largos meses y la última vez que vio a su marido.

Como todos los deportados, fue trasladada al campo de concentración a bordo de un tren de ganado en condiciones infectas. El recuerdo de aquellos vagones quedó imborrable en todos, hombres y mujeres. En su interior la situación era insostenible, imperaba el miedo: «Mil mujeres, muchos vagones y cuatro días de viaje sin parar, sin higiene, sin aire para respirar, sin saber qué sería de nosotras. No teníamos sitio para sentarnos, nos apañábamos, poníamos espalda contra espalda como podíamos. Éramos 90 o más en cada vagón con un cubo de basura en medio para hacer nuestras necesidades y que con el traqueteo se volcaba. Olía muy mal. Algunas salieron muertas ese 3 de febrero de 1944, cuando desembarcamos en Ravensbrück».

Comenzaba el ritual del terror que todas recuerdan. Duchas de «desinfección», pelo rapado al cero, inspección de todos los rincones del cuerpo, el traje de rayas y un número. El de Neus: 27.532. Antes que nada, eran encerradas para pasar la cuarentena, momento en que vio morir a varias compañeras. Una de las situaciones más humillantes para las mujeres era el exhaustivo control ginecológico, efectuado en condiciones vergonzosas y antihigiénicas. Con el mismo utensilio eran inspeccionadas todas las presas. «A todo mi grupo nos pusieron una inyección para eliminarnos la menstruación con la excusa de que seríamos más productivas. Ocurrió en 1944; no la volví a tener hasta 1951».

Las embarazadas tenían pocas o ninguna esperanza de sobrevivir. «Se salvaron muy pocas; los bebés nacidos eran automáticamente exterminados, ahogados en un cubo de agua, o los tiraban contra un muro o los descoyuntaban. Ellas agonizaban por las malas condiciones higiénicas del parto o se volvían locas por la impotencia de presenciar tales asesinatos».

Aun así, y aunque parezca imposible, consiguió robar algunas risas a sus compañeras. El domingo era el día destinado al despioje y, por la tarde, al ocio. Neus procuraba distraer a las demás, contar chistes, leer, «lo que fuera, con tal de no dejarse llevar por el abatimiento». «También recuerdo que al principio me dieron unos zapatos del 43 cuando yo calzo un 36, y claro, al ser tan largos, hacía la broma de ser Charlot. Así que le imitaba y nos reíamos un poco».

Una noche irrumpió de repente en su barracón un grupo de Aufseherinen con sus perros ladrando. Llamaron a gritos a varias mujeres, siempre por su número; entre ellas, a Neus. Las presas se despidieron con nerviosismo pensando que era su último adiós, que se trataba de una selección para la cámara de gas. Sin embargo, fueron introducidas en un tren y tras varios días de viaje llegaron a Holleischen, en Checoslovaquia, un pequeño campo dependiente de otro central de hombres, Flossenbürg. Allí fue destinada a trabajar en la industria armamentística nazi. Día y noche se fabricaban armas, obuses, balas, sin parar. «Mientras podías producir, te perdonaban la vida».

En este lugar recibieron un peculiar nombre: el Comando Faul, de las holgazanas, denominadas así por su baja producción de armas. Cada equipo debía fabricar series de 10.000 piezas cuyo funcionamiento correcto se probaba. «En las balas escupíamos o poníamos aceite, porque cualquier cosa mezclada con la pólvora las inutilizaba. No parábamos de escupir. Escupir y ¡sabotear, sabotear, sabotear! En nueve meses en nuestro comando la producción bajó de 10.000 piezas a la mitad. Dejamos 10 millones de balas inutilizadas».

El día de la liberación las encerraron en el barracón y minaron el campo para hacerlo saltar en pedazos a las doce en punto. «Bloquearon las puertas con barras de hierro y vimos que se escapaban las SS. Por la ventana observamos un frente de fuego enorme y supimos que algo pasaba. ‘¡Están entrando los rusos en Praga, estamos salvadas!».

El primer marido de Neus murió tras la liberación. Dos años más tarde conoció al que fue su segundo esposo en una casa de reposo; con él tuvo a sus dos hijos. Natural de un pueblo de Segovia, Juarros del Río Moros, fue comisario general de las guerrillas españolas.

Años después de la liberación, Neus tuvo el coraje y casi atrevimiento de llamar a la puerta de antiguas compañeras deportadas para entrevistarlas, escribir su testimonio y darlo a conocer a la humanidad. Algunas no quisieron hablar, pero ella no se dio por vencida y persistió. Así consiguió editar el libro De la resistencia y la deportación. 50 testimonios de mujeres españolas, que publicó casi cuarenta años después. La herida aún estaba muy abierta.

LISE LONDON

Sus padres eran aragoneses y ella, Lise Ricol, más conocida como Lise London por su marido, Arthur London, fue miembro de las Brigadas Internacionales en Albacete. Es francesa, pero habla español perfectamente y conoce nuestro país. En el portal de su piso de París hay una placa en recuerdo de su esposo, con quien compartió ideales y una convencida militancia comunista.

Lise estuvo en contacto con Santiago Carrillo, con quien mantiene aún hoy una excelente relación, y trabó amistad con Dolores Ibarruri, la Pasionaria, a la que conoció durante su estancia en Rusia cuando tenía 18 años.

Su casa es espaciosa e iluminada y parece un pequeño museo. Cuadros regalados por sus amigos, dibujos y pinturas que ella misma hizo a sus hijos y, en el salón, una gran fotografía en blanco y negro con el rostro de su marido, Arthur London, escritor y político checoslovaco que estuvo preso en Mauthausen. Lise o Elisabet es una mujer culta a la que le gusta escribir y pintar. Y que disfruta con su pasado, como militante de las juventudes comunistas, como resistente, como brigadista. Es fácil comprenderlo cuando uno lee su libro Memorias de la Resistencia, en el que narra miles de situaciones que parecen extraídas de una película de intriga y espionaje.

Lise London nació el 15 de febrero de 1916 en el pueblo minero de Monceau-les-Mines. Sus padres emigraron a Francia en pésimas condiciones económicas y a los 15 años era militante comunista, al igual que sus dos hermanos. En 1934 partió hacia la Unión Soviética, trabajó de mecanógrafa en el Bureau del Komintern y allí conoció a Arthur London, con quien se casó en segundas nupcias. En 1936 trabajó, hasta julio de 1938, en el cuartel general de las Brigadas Internacionales en Albacete. De vuelta en Francia, nació su primera hija y comenzó a trabajar en La Voz de Madrid, el órgano de los republicanos españoles refugiados en Francia, y más tarde, en el Centro de Documentación y Propaganda de la República española. En julio de 1940, Lise entró en la Resistencia y en agosto de 1942 encabezó una manifestación en pleno corazón de París en la que hizo un llamamiento contra los alemanes, pidió una Francia libre y apeló a la lucha armada. Con la llegada de los soldados alemanes, todo el mundo comenzó a gritar y a correr. Hubo disparos y una muerte. Lise fue arrestada, encarcelada durante más de un año, juzgada y condenada a muerte. El embarazo de su segundo hijo la salvó de la pena capital, pero fue dictada orden de trabajos forzados a perpetuidad. En 1944, Pétain firmó un acuerdo con Alemania según el cual los prisioneros políticos franceses debían ser trasladados a campos de trabajo alemanes porque necesitaban mano de obra. Fue deportada a Ravensbrück, adonde llegó el 15 de junio de 1944. Mientras Lise London entraba en los campos nazis, su marido Arthur y su hermano habían sido deportados al campo de Mauthausen, en Austria, donde permanecieron más de 8.000 españoles y salieron con vida apenas 2.000.

Era la responsable de mantener en orden y limpio su barracón. Esa función le permitió aportar algunos momentos de alivio a sus compañeras y reforzar su ánimo para seguir el día a día, sobrevivir y no desfallecer. «Organizamos todo tipo de actividades para animar a las presas. Hacíamos teatro, poesía, actividades, incluso llegué a ocultar una pequeña biblioteca, algo absolutamente prohibido. La moral es una herramienta básica». Pero el hambre las acechaba permanentemente. «Por la mañana tomábamos café aguado con una ración de pan. Comíamos una especie de sopa con alguna cosa dentro y poco más, alguna patata. El domingo daban pan y margarina con un poco de queso».

En su barracón consiguieron montar una estructura de supervivencia muy útil para las deportadas. Se organizaron en pequeñas familias de cinco o diez mujeres en las que una presa asumía el papel de madre. Era el apoyo directo moral, emocional.

En el momento de finalizar la entrevista, se despide diciéndome: «Y recuerde, yo nunca tuve miedo, ¡jamás! Yo era una luchadora».

CONCHITA RAMOS

Conchita Ramos a punto de cumplir 85 años.- ÁLBUM FAMILIAR FOTOGRAFÍA DE MONTSERRAT LLOR

Tiene un hablar dulce, buena memoria y una conversación convincente y repleta de detalles. La entrevista con Conchita Ramos se desarrolla en un lugar peculiar: el Museo de la Resistencia y la Deportación, en Toulouse, dirigido por Guillaume Agulló, descendiente de catalanes. Allí, varias tardes a la semana, Conchita se dedica a impartir charlas a los adolescentes. El espacio es sencillo pero interesante, repleto de fotografías, trajes de presos expuestos, dibujos y pinturas de prisioneros y diversos objetos, como máquinas de escribir o transmisores de radio de la guerra.

Al bajar por las escaleras precisa ayuda, un punto de apoyo. Una fuerte artrosis se le desencadenó a partir de los 50 años. Esta es una de las consecuencias más evidentes fruto de los siete interrogatorios que sufrió en manos de la Gestapo.

Conchita Ramos nació el 6 de agosto de 1925 en Torre de Capdella (Pallars Jussà, Lleida). De padre francés -Josep Grangé- y madre española -María Veleta-, en los primeros meses de vida fue trasladada a Toulouse, donde fue educada y criada por sus tíos. Por eso su historia está íntimamente unida a las dos mujeres más cercanas: su tía Elvira y su prima María; la familia Veleta.

Su tío participó en la Resistencia organizando grupos de maquis en la zona del Ariège; tras su huida -para no caer en manos de la Gestapo-, Conchita, una joven de apenas 17 años, se hizo cargo de la situación, reorganizó grupos de la Resistencia y fue integrada en la 3ª brigada de guerrilleros el mes de abril de 1943. Así fue como se convirtió en enlace. Siempre en compañía de las mujeres Veleta. Recibían los partes, propaganda, cartas y órdenes de misión que llevaban a ciertos jefes del maquis.

El 24 de mayo de 1944, a las nueve de la mañana, los milicianos, la policía de Pétain, rodearon su casa de Francia justo cuando tenían a un grupo de tres hombres escondidos preparado para ir, al día siguiente, hacia la frontera, y a un guerrillero, el capitán Ríos. Tras producirse un tiroteo, las tres mujeres fueron trasladadas a la prisión de Foix y, más tarde, entregadas a la Gestapo para ser interrogadas. En esta casa existe todavía hoy una placa en recuerdo a la memoria de las Veleta y su labor por la Resistencia.

Fue entonces cuando Conchita, muy joven, con apenas 18 años, recibió los primeros golpes y bastonazos de manos de la Gestapo. Su único objetivo era no hablar. Y lo consiguió. «Vi cómo les arrancaban las uñas de pies y manos a hombres y mujeres. Tenía miedo de hablar, pero no lo hice».

Las tres mujeres permanecieron juntas en su viaje hasta el campo de deportación a bordo del terrible Tren Fantasma, el gran tren de los resistentes que tardó dos meses en llegar a su destino en Alemania. A bordo había 700 hombres y 65 mujeres. «Dentro del convoy, en pleno mes de agosto, cumplí los 19 años».

Era un tren de ganado, maloliente, que recogió a presos de varias cárceles y de campos como el de Vernet o el de Noé, de donde salieron unas 200 españolas y volvieron unas pocas. Resulta casi una ironía que fueran enviadas a la muerte tantas personas justo cuando el fascismo comenzaba a perder su auge. Tras una parada y pocos días en Dachau para dejar a los hombres, las mujeres seguirían su camino inexorable e incierto hasta llegar a Ravensbrück el 9 de septiembre de 1944.

Nada más llegar se produjo la primera selección. Las jóvenes, fuertes y aptas para trabajar, vivían; las demás eran gaseadas. Las tres mujeres Veleta seguían juntas. «En Ravensbrück he visto a las SS pegar con saña por cualquier cosa, a mujeres mayores, a los niños, y hemos pasado horas inmóviles al pasar lista en la Apellplatz. Allí, quietas bajo un frío tremendo y débiles, algunas caían y no las podías ayudar o te echaban a los perros encima».

Ver a algunas mujeres brutalmente mordidas por los perros y la imagen de niños golpeados y asesinados son los dos recuerdos que más impactaron a Conchita durante años. La maternidad también es uno de los temas más sensibles y dolorosos. Hicieron barbaridades con las madres. «Muchas fueron detenidas y no supieron durante años qué pasó con sus hijos. Los buscaron después con la ayuda de la Cruz Roja. Algunas tuvieron suerte y los encontraron en orfelinatos. Otras jamás volvieron a saber nada más».

Conchita presenció el asesinato de tres niños. «Lo recuerdo perfectamente. Uno de ellos, el más pequeño, tenía sólo tres o cuatro años y corría por la calle de los barracones. Una de las Aufseherinen le gritó, pero el niño no la escuchó y ella le lanzó el perro. Lo mordió y lo destrozó. Después ella lo remató a palos».

La maldad llegó al paroxismo en los experimentos médicos. «Cuando me dijeron ‘te enseñaremos a las petites lapines’ -conejitas-, yo, inocente, preguntaba si acaso conseguiríamos conejos para comérnoslos. Nos llevaron a un barracón donde vi mujeres a las que les habían operado las piernas, cortado tendones, los músculos, rasgado la piel, se les veía el hueso, todo para experimentar con el cuerpo humano. Tenían unas cicatrices horribles. A otras les inoculaban productos químicos o las amputaban».

Al poco tiempo fue conducida, una vez más junto con su tía Elvira y su prima María, a un Komando de Auberchevaide, una barriada de Berlín, donde debían trabajar, día y noche, junto con otras 500 mujeres, en un gran barracón de madera. Fabricaban material de aviación, y también lo saboteaban. «Yo debía controlar las piezas, pero hacíamos sabotaje. Lo hacíamos todas. Me dieron muchos bastonazos y me cortaron el pelo al rape. De 650 mujeres quedamos sólo 115».

Conchita tiene muchas condecoraciones, como la Legión de Honor del Gobierno francés y la Medalla de la Resistencia; y posee el grado militar de sargento -lo recibieron las mujeres que hicieron de enlace-. Actualmente es la vicepresidenta de la Asociación de Deportados del Tren Fantasma.

En las navidades de 1946 se casó con el que hoy es su marido, Josep Ramos. La vuelta fue muy traumática y le costó superar el silencio; la ayudó su entorno y el nacimiento de su primer hijo, en noviembre de 1947.

El País.com


«…sobran las palabras si el argumento siempre es el disparate…»

junio 13, 2010

Como en un  calidoscopio la memoria histórica se distorsiona y deforma en colores varios según el ojo que la observa. Esto que ya es habitual en un debate cansino y estéril en un país que niega sus actos pretéritos y que pretende avanzar hacia el futuro con la rémora de su pasado anclado a una de sus piernas,  haciendo que éste, tenga un  paso cojo y lento. Pretende así y a través de una discusión distorsionada de los hechos  históricos fundamentales, justificar lo injustificable como un modo de garantizar y salvaguardar el «leit motive» de los salvapatrias, que lo único que consiguieron fue desmembrar al país y provocar el peor de nuestros episodios históricos.

Indudablemente los defensores del gobierno legitimado de la II República no están exentos de culpas y de actos reprobables ¿Pero quién lo está en una guerra? Y más si ésta, es entre hermanos. Nadie.

Lo que no quieren entender estos historiadores de tres al cuarto y cuya fórmula de investigación es el revisionismo puro y duro que encasilla el hecho a una visión particular, es que hay tres hechos básicos e indiscutibles que siempre irán en contra de sus teorías parciales y conspirativas: 1º. El bando sublevado preparó, organizó y orquestó un «Golpe de Estado»  contra un gobierno legitimado por su propio pueblo; 2º. Que el derrocamiento del mismo iba ordenado y precedido del derramamiento de sangre (aunque nunca pensaron en la resistencia popular ya que  lo pretendían de un modo rápido) y 3º Que esa mismas directrices llevaban como objetivo la eliminación y limpieza ideológica de cualquier alternativa que no fuera la del Movimiento Nacional. Eso nos conduce a la posterior y brutal represión de la posguerra y durante la dictadura de Franco. Por tanto, pretender centrar el debate en los posibles actos y acciones del republicanismo como excusa que pueda justificar no sabemos qué, no es más que moldear la historia para evitar el cargo de conciencia de pasar a ser de «héroe salvapatrias» a «villano asesino».

Sólo estoy de acuerdo en una cosa con el Sr. César Vidal, y es que la Ley de La Memoria Histórica es una tirita en una herida que requiere de cirugía y puntos de sutura para ser cerrada definitivamente. Y mientras haya ATS que además ponen la tirita adhiriéndola con saliva, la misma continuará sangrando. Todo es y depende del color con el que se mira, pero el único color que tiene este período histórico de 74 años de historia de nuestro Estado, es el del color NEGRO – alguna vez con matices grises – de los vestidos del luto de los familiares de las víctimas de la propia guerra y de la otrora posterior represión franquista. Por eso, sólo puedo comentar que cuando leo artículos como el adjunto a esta opinión, sobran las palabras si el argumento siempre es el disparate.

Jordi Carreño Crispín

Vicepresidente de La Memoria Viv@

El escritor e historiador (revisionista) César Vidal.

EDITORIAL ÍNTEGRO:

Los disparates de la «memoria histórica», según César Vidal.

César Vidal ha dedicado su editorial de este miércoles a desmontar los disparates de la llamada «memoria histórica». Por su interés, lo reproducimos de forma íntegra.

César Vidal

Cuenta la Historia que en cierta ocasión le preguntaron a Virgilio por la razón de ciertas contiendas que se extendían a lo largo de los años. El poeta respondió entonces: «Manet alta mente repostum, iudicem Paridis spretaeque iniuria formae«, lo que podría traducirse como «Descansa en lo más profundo del alma la memoria del juicio de Paris y de la injuria realizada a su belleza». Con aquellas palabras, Virgilio hacía referencia al rencor de la diosa Juno que, despechada contra el troyano Paris, había terminado por desencadenar la guerra de Troya. Sin duda, la resentida diosa había pensado que su rencor estaba más que justificado, pero el resultado de su desalmada acción no había sido la justicia sino una desgracia que había afectado a miles de inocentes. Es innegable que no pocas veces el resentimiento se convierte en motor de la Historia, pero cuando así sucede las consecuencias resultan siempre dramáticas.

En las últimas horas, hemos tenido nuevas noticias relacionadas con el disparate jurídico y moral que representa la Ley de Memoria histórica. Sin intención de agotar el tema, los hechos son los siguientes:

  1. En el año 2007, en medio de una notable controversia, fue aprobada la Ley de Memoria Histórica.
  2. De acuerdo con esta norma, el estado «ayudará a la localización, identificación y eventual exhumación de las víctimas de la represión franquista cuyos cadáveres se encuentran aún desaparecidos, a menudo enterrados en fosas comunes».
  3. Igualmente, la ley establece que «los escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación personal o colectiva del levantamiento militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura deberán ser retiradas de los edificios y espacios públicos…».
  4. A cuenta de estas disposiciones, se ha gastado escandalosamente el dinero del contribuyente en episodios como el intento, en contra de la opinión de la familia, de dar con la fosa en la que se encontrarían los restos de Federico García Lorca.
  5. Tras recibir la colaboración de personajes emblemáticos como el juez Garzón o Ian Gibson, el dinero de los ciudadanos sólo sirvió para descubrir que la fosa estaba vacía.
  6. De manera semejante, el Ministerio de Defensa se va a gastar más de un millón de euros para renovar las vidrieras de las cinco academias militares que conservan el águila de San Juan. Se producirá así la liquidación de extraordinarias obras de arte simplemente porque los partidarios de la mal llamada Memoria histórica suman al sectarismo político la ignorancia cultural.
  7. Esa escandalosa ignorancia quedó también de manifiesto cuando el diputado comunista (ICV) Joan Herrera pidió al Gobierno que cambiara el nombre de la Base Alfonso XIII porque suponía «una exaltación franquista». Herrera ignoraba, al parecer, que el abuelo de Don Juan Carlos reinó antes del inicio de la guerra civil.
  8. Otra clamorosa muestra de ignorancia fue la que se produjo en Alcalá de Henares cuando quisieron quitarle el nombre del teniente Ruiz a una calle, sin saber que se trataba, junto a los capitanes Daoiz y Velarde, de uno de los héroes del 2 de mayo.
  9. No menor demostración de ignorancia fue la que tuvo como escenario Sevilla donde se quitó el nombre de General Merry a una calle, sin percatarse de que el militar en cuestión era un héroe de la Guerra de Cuba. En este caso, la calle pasó a denominarse Pilar Bardem.
  10. Un dislate cultural semejante se produjo el pasado 25 de marzo cuando el Ayuntamiento de Cáceres, regido por la socialista Carmen Heras, sustituyó con gran aparato publicitario el escudo de un monolito que homenajeaba a los conquistadores. La razón era que se trataba de un símbolo «franquista» cuando en realidad era el escudo de los Reyes Católicos.
  11. También en Alicante se han dado muestras de la misma ignorancia pretendiendo eliminar la calle Luceros porque, supuestamente, «hace honor a una estrofa del Cara al Sol».
  12. Igualmente, en Alicante quieren borrar del mapa las calles de Alemania, Italia y Portugal porque fueron «países fascistas que ayudaron a Franco».
  13. De manera similar, en Alicante también desean quitar del callejero la calle del General Primo de Rivera, que nada tuvo que ver con el franquismo puesto que murió en 1930.
  14. De forma no menos ridícula, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica solicitó que el «Todo por la Patria» fuera sustituido por «Todo por la Democracia» de acuerdo con lo que denominaba «el espíritu de la conocida como ley de la memoria » y
  15. En los últimos días, el gobierno de ZP ha iniciado un subrepticio desmantelamiento del Valle de los Caídos comenzando con la escultura de la Piedad.

Entre los disparates legislativos de la era ZP pocos resultan más clamorosos que el de la mal llamada Memoria histórica. Lejos de intentar recuperar la memoria colectiva, la ley ha pretendido exactamente lo contrario, es decir, borrar una parte de la Historia reciente de España y substituirla con mitos absurdos e injustos, todo ello –eso sí– costeado con dinero de los contribuyentes.

Así, en estos años hemos visto como se perdía el dinero en buscar inútilmente el cadáver de Lorca mientras se negaba para exhumar los restos de unos 35 asesinados por el Frente Popular y arrojados al Pozo Camuñas o los de una fosa común cercana a Madrid en la que posiblemente se hallen los restos de Andreu Nin y otros izquierdistas torturados y muertos por los agentes de Stalin en España.

Pero, al mismo tiempo:

  • Hemos asistido a una obscena glorificación de siniestros personajes como Companys, Largo Caballero, Prieto, Negrín o incluso Santiago Carrillo al que la documentación soviética presenta como responsable directo de los fusilamientos realizados a las afueras de Madrid a finales de 1936.
  • Hemos asistido a un gasto público injustificado en época de recesión económica.
  • Hemos asistido a una falsificación sistemática de la Historia llevada a cabo no pocas veces por hijos de los vencedores de la guerra civil.
  • Hemos asistido a un intento de borrar el recuerdo de hechos más cercanos como los crímenes de ETA o el paso del PSOE por el poder marcado por la corrupción y el crimen de Estado y
  • Sobre todo, hemos asistido a un intento de deshacer la obra de la Transición que pretendía construir un futuro nacional común sin dejar que sobre él pesaran los crímenes cometidos en el pasado.

Pues bien, dejemos, como dijo Jesús, que los muertos entierren a sus muertos y pongámonos todos a la tarea de salvar una situación que hace aguas por todas partes y que lo que menos necesita es el rencor, la codicia y la ignorancia propia de los impulsores de la mal llamada memoria histórica, porque, como señaló Virgilio, cuando el resentimiento se convierte en motor de la conducta política sólo cabe esperar desgracias.


Las pruebas de los crímenes de Franco…

junio 13, 2010

Técnicos del Archivo General Militar trabajan para facilitar el acceso a los expedientes militares de miles de víctimas de la dictadura.

Una de las salas de depósito del Archivo General Militar de Madrid. – iguel G. Castro

Una de las salas de depósito del Archivo General Militar de Madrid. - iguel G. Castro

IÑIGO ADURIZ MADRID 13/06/2010 08:15 Actualizado: 13/06/2010

El Ejército de la democracia está intentando reconstruir la crónica del horror que provocó durante el franquismo. La memoria histórica salpica de lleno a unas Fuerzas Armadas que durante cuarenta años de dictadura promovieron ejecuciones de cientos de miles de españoles que actuaron o se manifestaron en contra del régimen franquista.

Pero los militares de Franco dejaron un exhaustivo legado de pruebas de sus ejecuciones y juicios sumarísimos en las sentencias, resoluciones, actas y testimonios de todos esos procesos judiciales, que se han mantenido almacenados durante años en los archivos históricos militares.

Se abrieron al público hace más de una década, pero víctimas del franquismo e investigadores han denunciado que siguen existiendo dificultades a la hora de acceder a ellos. Unas críticas que no han sentado nada bien a los trabajadores del Archivo General Militar de Madrid. El depósito, que recoge millones de documentos de la dictadura, abrió al público hace algo más de un año.

Las estanterías con millones de documentos dispuestas en línea recta sumarían 25 kilómetros

«Desde entonces, han llegado un millar de investigadores unos seis al día, a quienes se les han facilitado unos 10 o 15 expedientes cada jornada», destaca orgulloso el director técnico del archivo, Rogelio Pacheco. El 80% de los documentos que les fueron requeridos » han estado a disposición de los investigadores de forma inmediata», apunta Agustín Sánchez, responsable de referencias del depósito, en respuesta a las mencionadas críticas.

En un 15% de los casos, los investigadores salen con las manos vacías. Esto se debe a que «no existe un reflejo documental de las personas a las que se refieren los solicitantes», explica Pacheco. Se refiere a los numerosos crímenes ocultos del régimen de Franco, aquellos que provocaron la muerte a cientos de miles de españoles a los que se dio por desaparecidos, y que fueron tirados a las cunetas o enterrados en fosas comunes. Estas personas siguen sin tener hueco siquiera en los archivos militares de la memoria.

Mal estado de los papeles

Hay un 5% de las solicitudes que son denegadas. Se rechazan las peticiones que incumplen los plazos de la Ley Patrimonio Histórico de 1985, que prohíbe la consulta de los documentos hasta 25 años después de la defunción del represaliado o hasta los 50 del final del procedimiento. Otras muchas se deniegan porque los expedientes se encuentran en mal estado. Y es que la humedad y los hongos han provocado que muchos de los papeles que documentan la contundente represión de la dictadura hayan quedado prácticamente ilegibles.

El objetivo final es la digitalización de los papeles y su inclusión en una base de datos

«El trabajo de los restauradores resulta imprescindible para poder ir actualizando el archivo», señala Pacheco. «Pero es muy lento, porque hay que ir página por página», agrega. Respecto a la conservación, existen diferencias dependiendo de las zonas de donde vengan los documentos, según explican los especialistas del depósito. El de Madrid recoge los expedientes de la antigua Primera Región Militar, la que comprendía todas las zonas centrales de España, incluyendo lo que hoy delimitan las comunidades autónomas de Extremadura, Madrid, Comunitat Valenciana, Murcia y parte de las dos Castillas.

«Los valencianos son los que llegaron en peor estado», reconoce Ana Isabel Cerrado, responsable del área de descripción del depósito. Esos papeles, que fueron trasladados desde la Comunitat Valenciana, sufrieron el efecto de varias riadas en los años cincuenta y, desde entonces, no han sido tratados por los militares de la zona. «El papel tampoco era de los mejores», destaca, asimismo, la propia Cerrado.

Como ejemplo, la encargada de documentar las distintas referencias militares cita el complejo y grueso cuadernillo que constituye el expediente correspondiente al escritor Miguel Hernández. La del poeta es una compleja recopilación de actas, registros, resoluciones y testimonios impresos o redactados en distintos papeles de diferentes tamaños.

Por todas esas dificultades, los técnicos del archivo más importante de la dictadura por el número de documentos que almacena consideran que «hay mucho por hacer». Uno de los principales objetivos de sus responsables, a corto plazo, es la consolidación de una base de datos con los nombres de todas las personas cuyos expedientes están archivados en el depósito madrileño. «De momento, hemos conseguido almacenar 250.000», resalta Rogelio Pacheco. Para localizar el resto de nombres, los técnicos deben realizar una búsqueda manual en los cientos de archivadores que ocupan una de las salas del edificio.

La consulta de los históricos documentos es gratuita

El objetivo final es la digitalización de todos y cada uno de los documentos, otra ardua labor teniendo en cuenta que, dada la antigüedad y la calidad de los papeles, los escaneos deben realizarse uno por uno. Los 10.000 expedientes correspondientes a la provincia de Castellón ya han sido incluidos en la base de datos y las 750.000 referencias documentales que los componían también han pasado un proceso de digitalización.

Es un minúsculo paso en el camino hacia la modernización de los archivos militares. La información referida a los represaliados castellonenses que ya ha sido almacenada ocupa sólo una de las frondosas estanterías del archivo madrileño. Pero, según apunta el director técnico del depósito, «hay cientos de estanterías que, puestas unas detrás de otras, sumarían unos 25 kilómetros». En una de las salas, de unos mil metros cuadrados, tan sólo se recoge el 20% del total de documentos del depósito, tal y como afirmaron los responsables del archivo.

A falta de una orden específica de Defensa, la consulta de los históricos documentos es gratuita. Los datos de Castellón ya pueden reproducirse a través de un ordenador. Y, para hacerse con copias del resto, se permite a los investigadores hacer fotografías o, en los mejores casos, realizar fotocopias. «Todo depende del estado de conservación de los escritos», insiste Pacheco.

Los técnicos esperan que este año puedan volver a digitalizar otros 10.000 expedientes. Pero son sólo cuatro las personas que almacenan la información, la digitalizan y se encargan de facilitársela a quien la solicite. «Si fuéramos más, todo sería más fácil», reconocen.

Público.es


Fundación Agua y Progreso expone documento republicano que defiende trasvase…

junio 13, 2010
Noticias EFE
Alicante, 13 jun (EFE).-
La Fundación Agua y Progreso presentará el próximo martes en Alicante la exposición ‘El trasvase del Ebro: Gobierno de la II República Española‘, que recoge un informe de 1937 en el que se planificaba el desarrollo del citado trasvase.
El citado informe técnico es obra del entonces director general de Obras Hidráulicas de la II República Española, Félix de los Ríos, han informado fuentes de la citada Fundación.
La muestra contiene documentos originales en los que Félix de los Ríos planificaba el trasvase del Ebro al Levante peninsular.
Posteriormente, se presentará el libro del mismo título, editado por la Fundación y que recoge los documentos de la exposición.
La Fundación Agua y Progreso ha querido reunir en una exposición estos documentos que considera de «gran importancia histórica» para la Comunitat Valenciana con el fin de los ciudadanos puedan tener acceso directo a esta muestra gráfica que forma parte de la ‘memoria histórica’ de los valencianos.
Los documentos, adquiridos recientemente por la Fundación Agua y Progreso y autentificados mediante pruebas caligráficas, son originales de 1937 y contienen un minucioso informe sobre el trasvase del Ebro titulado ‘Aprovechamiento de parte de las aguas sobrantes del Ebro en ampliar y mejorar los riegos de Levante’.
El alto cargo del Gobierno republicano, que entonces tenía su sede en Valencia, realizó un plano detallado con la planificación del Trasvase del Ebro desde Cherta, en Tortosa, hasta la Región de Murcia -pasando por Castellón, Valencia y Alicante-, y que forma parte de la muestra que, tras ser presentada en Valencia, podrá ser visitada ahora en Alicante.
Además del plano, en la exposición que organiza la Fundación Agua y Progres podrá contemplarse un minucioso informe de Félix de los Ríos en el que se detallan los caudales sobrantes del Ebro que deberían destinarse a mejorar los riegos del Levante peninsular, con el fin de aumentar el agua disponible para regadío.
Por último, también forma parte de la muestra la carta que el entonces delegado del Gobierno de Servicios Hidráulicos de la Cuenca del Segura, Luis López Ambid, dirigió en 1937 al ministro de Obras Públicas de la II República, Bernardo Giner de los Ríos.
En la misiva, López Ambid solicita el Trasvase del Ebro al Levante español, basándose en el informe de Félix de los Ríos, ante el «agotamiento total de los caudales disponibles para riego de la cuenca del Segura y sus afluentes».

El Diario Vasco vía Yahoo noticias


«Que no nos pidan que olvidemos»…

junio 13, 2010

Familares de más de medio centenar de republicanos fusilados durante la Guerra Civil en El Puerto protagonizan un emotivo acto organizado por el Foro por la Memoria Histórica en el cementerio municipal.

Teresa Almendros/el Puerto | Actualizado 13.06.2010 –

El cementerio municipal se convirtió ayer en el escenario del homenaje que el Foro por la Memoria Histórica tributó a 54 republicanos que fueron asesinados en El Puerto durante la Guerra Civil, la mayoría de ellos en los primeros días tras el alzamiento. Los familiares de muchos de ellos no habían sabido hasta ahora qué fue de sus padres o abuelos, y no ha sido hasta ahora cuando el trabajo en archivos y documentos ha permitido seguir la pista del paradero de muchos de estos desaparecidos.

Más de 200 personas participaron en el acto de ayer, sencillo, emotivo y cargado de recuerdos, los de muchos de los hijos y nietos de los represaliados que bien por su propia experiencia o por las historias que han pasado de generación en generación, rememoraron aquellos días terribles en los que muchas familias quedaron destrozadas. Representantes de la mayoría de las formaciones políticas representadas en El Puerto se encontraban presentes en el acto, entre ellos el alcalde, Enrique Moresco, y los ediles Alfonso Candón, Pepa Conde, José Manuel Vela, Ángeles Mancha, Ignacio García de Quirós, Ouaicha Ouaridi, Juan Gómez o José Manuel Peinado Matiola, entre otros, además del parlamentario andaluz Ignacio García, el profesor José Petthengui, el presidente de la asociación pro derechos humanos, Rafael Lara o los sindicalistas José Rodríguez y Elías Py.

El encargado de abrir el acto fue el representante del Foro por la Memoria Histórica, Carmelo Ciria, que señaló que la lucha de la asociación no termina con la inauguración de este monumento, ya que como dijo «más de 600 presos murieron de hambre en el Penal y hemos de conseguir el reconocimiento de todas esas personas, que entregaron su vida en defensa de la República», dijo.

Entre los asistentes se podían ver varias banderas republicanas, algunas portadas por personas muy mayores, visiblemente emocionadas, lo mismo que sus familiares. Los miembros del Foro fueron nombrando a cada uno de los 54 fallecidos, cuyos familiares colocaban un clavel rojo sobre la lápida en la que estaban inscritos todos los nombres. Con cada nombre se daba a conocer una historia. La del padre de Francisco Artola, cuyo hijo recordó el último beso que le dio, antes de irse para no volver. La de Carlos de la Flor El cosita buena, que enseñaba a leer a los niños del sindicato, la del último alcalde de El Puerto antes del alzamiento, Manuel Fernández Muro, comerciante de la plaza de abastos. La de José García Joselete, que tenía 20 años cuando murió. La del padre de Rafael Gómez, Ceferino Gómez, que le dijo a su mujer cuando fue a verle a la prisión que se llevara unos pañuelos sucios «pero que no se los lavara, que ya no los iba a necesitar más». La del profesor Ángel Madrigal o la del médico Daniel Ortega, fundador del Partido Comunista en El Puerto. 54 historias dramáticas que ayer removieron los sentimientos de todas las personas que acudieron al acto de homenaje.

El nieto de uno de los fusilados leyó una carta escrita por su madre, que nunca llegó a conocer a su progenitor, en la que le decía que «no te dejaron ser un buen padre, pero sin estar, has estado siempre a nuestro lado. Que no nos pidan que olvidemos», reclamó. «Yo no conocía mi padre pero he vivido su vida entera por boca de mi madre, que no ha dejado de hablarnos de él», decía otra mujer, visiblemente emocionada. Hijos, nietos y bisnietos, algunos con fotos de sus familiares y muchos de ellos procedentes de otras localidades, tuvieron ayer al menos el consuelo de un reconocimiento a la memoria de sus seres queridos.

Diario de Jerez vía Google noticias

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Montilla defiende la memoria histórica como un «acto de responsabilidad»…

junio 13, 2010

José Montilla President de la Generalitat de Catalunya

El presidente catalán, José Montilla, ha inaugurado hoy el segundo Coloquio Internacional Memorial Democrático con un alegato en favor de la memoria histórica, que, en su opinión, es una herramienta necesaria y «un acto de responsabilidad» para «construir una identidad colectiva».

Para Montilla, las sociedades que han sufrido un régimen totalitario deben afrontar una revisión de su historia para establecer «un diálogo crítico y abierto sobre el pasado».

«No podemos confundir reconciliación con olvido, pero tampoco podemos mezclar el recuerdo con la venganza», ha aseverado el presidente de la Generalitat respecto a este tema.

Las críticas contra el proceso abierto por el Tribunal Supremo contra el magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón han marcado gran parte de las intervenciones en el acto, celebrado en el Palau de la Generalitat.

El conseller de Interior del Govern, Joan Saura, ha afirmado que el proceso contra Garzón es «un insulto a las víctimas» del franquismo, lo que demuestra que todavía queda mucho por hacer en la recuperación de la memoria histórica.

Por su parte, la subsecretaria de Justicia del Gobierno español, Purificación Morandeira, ha asegurado que «la amnesia de la transición no fue sino el acuerdo de la clase política y la sociedad civil para olvidar un pasado trágico», aunque también ha añadido que este pacto no implicaba un «silencio» que con los años debía acabar por romperse.

Esta conferencia, titulada «La represión franquista y la revisión jurídica de les dictaduras», contará con la participación de más de 20 expertos de varios ámbitos que analizarán «la investigación sobre la represión franquista, así como la revisión jurídica de las actuaciones judiciales de la dictadura contrarias al Estado de derecho», según el Memorial Democrático de Cataluña.

La inauguración ha contado también con los parlamentos del juez chileno Juan Guzmán, la presidenta de la asociación de víctimas de la dictadura argentina Abuelas de la Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y la presencia del director del Memorial Democrático, Miquel Caminal, y el presidente de la Asociación Catalana de Juristas Demócratas, José María Mena, entidades organizadoras del acto.

Guzmán ha repasado la evolución de la legislación internacional sobre los crímenes de guerra y contra la humanidad y ha lamentado que la persecución con éxito de estos crímenes continúe siendo hoy en día «una proeza casi imposible».

En cambio, de Carlotto, cuya hija fue asesinada por la dictadura en Argentina, ha explicado de forma muy emotiva su experiencia personal y ha analizado cómo ha afectado en su país la reparación de los crímenes tanto a las víctimas como a los culpables.

El coloquio continuará mañana y el viernes con una serie de conferencias en el Espacio Memorial Democrático de Barcelona.

EFE. ABC.es


HISTORIA: La Guerra Civil y el franquismo en Miranda…

junio 13, 2010

La Asociación por la Memoria Histórica de Miranda prepara, junto con el realizador mirandés Daniel Alonso, la edición de un documental en vídeo con testimonios de decenas de represaliados durante la Guerra Civil y el franquismo en Miranda.

El realizador mirandés trabaja ahora en el montaje del documental. G.A.T.

G.A.T. / Miranda de Ebro

La memoria es algo tremendamente preciado, pero también es tremendamente frágil. Lo es especialmente entre los que ya tienen una avanzada edad, personas que guardan en su cabeza hechos vividos en primera persona o relatos contados por sus padres, hermanos, tíos o abuelos y que ya sólo perviven en su cabeza, pero que inevitablemente de ahí se perderán.
Por ello, la Asociación por la Memoria Histórica de Miranda trabaja para que esos testimonios no se pierdan definitivamente, perduren y puedan ser conocidos por las presentes y las futuras generaciones como un valioso tesoro, que guste o no, forma parte de la historia de la ciudad.
Para ello el colectivo está realizando un documental en el que pretende recoger esa historia, esos testimonios que relaten los hechos ocurridos en Miranda durante la Guerra Civil y el franquismo, un trabajo que además le va a servir a la Asociación para elaborar un basto fondo documental integrado por toda esa documentación y testimonios que se están recogiendo.
El trabajo está en pleno proceso de creación, y para su realización y dirección, la Asociación ha dado los mandos al realizador local Daniel Alonso. «Le hemos aportado bastante material y un amplio listado de gente que de una u otra manera están vinculados con lo ocurrido», explica Luis Alberto Egea, presidente de la Asociación por la Memoria Histórica de Miranda.
De ese grueso de personas a las que se les ha solicitado el testimonio «algunos se han negado, probablemente por ese, llamémosle miedo, a que en Miranda nos conocemos todos y no quieren remover esos recuerdos», comenta. No obstante Egea deja bien claro que el objetivo de la Asociación con la realización del documental está totalmente alejado del revanchismo con el que algunos han asociado este tipo de trabajos históricos.
«Se trata de poner en evidencia un parte de la historia de la ciudad, testimonios de gente que sigue viva y que cuente en primera persona o segunda su experiencia, no se trata de crear rencillas, pero hay que plasmar algo que sucedió en Miranda y que es desconocido por muchos por haber estado silenciado» argumenta Luis Alberto Egea.

Dos partes

El realizador ha previsto el documental con «dos partes diferenciadas», explica daniel Alonso, que calcula que el metraje rondará los 60 minutos. Una primera parte «es más didáctico», y en ella se enmarca a la ciu
dad de Miranda en ese periodo histórico concreto: la declaración de la República, los años de la guerra y la represión. «Que sea para explicar cómo se encontraba Miranda ese momento», explicando que en este apartado se contará las explicaciones de historiadores y personas que hayan hecho trabajos o investigaciones sobre el tema.
El material visual, al margen de las entrevistas, se compone principalmente de fotografías de la época aunque también se incluirán imágenes actuales de lugares de los que se habla en la película.
Una segunda parte es la de los testimonios, una parte en la que habrá represaliados por el franquismo a base de testimonios de gente que vivió en la épocas «aunque ya quedan pocos», o gente que ha recibido las vivencias de sus familiares.
«Tenemos testimonios en primera persona como el de Félix Padín, que estuvo en el campo de concentración de Miranda, y otros de algunos familiares de los que en su día sufrieron en primera persona la represión, eran pequeños entonces pero tienen recuerdos y conocimiento de lo ocurrido por sus familiares», explica el realizador.
Esta parte es «especialmente dura», confiesa, aunque siguiendo las necesidades de la narrativa audiovisual se incorporan ‘alivios narrativos’ para que el espectador «no tenga una congoja constante», añade. En esta parte, además de las entrevistas, se van a incorporar algunas dramatizaciones de hechos singulares, para lo que se cuenta con un colectivo especializado.

Novedoso y completo

Egea reitera la necesidad de elaborar el documental: «Se trata de algo inédito, porque no se había hecho algo tan completo sobre este tema y en vídeo, y además es bueno que no se borre esa memoria, porque mucha gente ya ha muerto y otros son mayores, y es bueno que puedan contarlo para que esos testimonios no se pierdan; y que van a servir para enseñar a mucha gente joven de la ciudad qué es lo que sucedió, porque en Miranda hay gente que ni siquiera sabe que aquí hubo un campo de concentración».
Alonso calcula que se habrán rodado al final casi 400 horas de testimonios, con unas 100 entrevistas, por lo que la inmensa mayoría del material no saldrá a la luz en la película. Por ello la Asociación por la Memoria Histórica prevé hacer ese fondo documental con el material, que se unirá a lo ya recopilado desde hace años y que les permite calcular que en la ciudad hubo al menos 400 asesinados, «y eso que empezamos a investigar tarde, cuando ya se habían perdido algunos testimonios», comenta Egea.
El realizador está iniciando la fase de montaje, aunque todavía aguarda a la grabación de las escenas recreadas y algún posible testimonio más, confiando en que para septiembre el trabajo esté acabado. Un proyecto que cuenta además con una subvención del Ministerio de la Presidencia de 21.000 euros, que seleccionó la iniciativa de la Asociación mirandesa en el puesto 24 de 203 solicitudes presentadas.

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Diario de Burgos vía Google noticias


La causa de la memoria histórica no acabará con Garzón, el movimiento social es imparable´

junio 13, 2010

Entrevista a Carlos Slepoy. Abogado y secretario de Derechos Humanos de Fedear.

A raíz del procedimiento judicial contra Garzón por su actuación en la memoria histórica muchas voces en todo el mundo se han alazado para defenderle. Carlos Splepoy, abogado argentino que el viernes participó en un debate organizado por la Casa de América en el Club INFORMACIÓN, es una de ellas y lleva toda su carrera luchando para que los crímenes contra la humanidad no queden impunes.

POR MAGALÍ FERNÁNDEZ

¿Se puede pasar página con desaparecidos?
No creo que se vayan a detener las investigaciones de las víctimas del franquismo, lo que sucede ahora es que se impide la realización de los juicios y se está pretendiendo juzgar al juez que quiso investigar. Esto no va a durar mucho tiempo. Los tribunales españoles están haciendo algo contrario a toda su doctrina y práctica judicial en materia de crímenes lesivos contra la humanidad y al Derecho Internacional. Van a surgir y seguirán desarrollándose presiones de distintos lugares para que se modifique esta situación, se ejercerán acciones desde otros países para investigar los crímenes cometidos por el franquismo del mismo modo que la justicia española desarrolló una actividad judicial para investigar los cometidos en América Latina. Esto va a generar que las personas que no pueden declarar ante un juez español, lo harán en un tribunal extranjero, con todo el bochorno que ello significa para la justicia española.
¿La clase jurídica debe tener un compromiso social más allá del estricto cumplimiento de las leyes?
Hay algunos jueces que han decidido investigar los crímenes, como Garzón, y no olvidemos que tres miembros de la Audiencia Nacional determinaron que tenía competencia para juzgarlos. En cambio, hubo otros que consideraron que no la poseía, quienes actuaron de la peor manera, y le juzgan por ello. Esto se basa en la apreciación de que la Ley de Amnistia española impide este tipo de investigaciones. Sin embargo, la interpretación que realizó Garzón de dicha ley se dictó con el objeto de amnistiar a quienes habían cometido delitos con intencionalidad política y los crímenes contra la humanidad no pueden en ningún caso ser entendidos como tales. Hay jueces que no lo entienden así, algunos porque tienen una identificación con el franquismo, y otros porque son incapaces de pensar en la gravedad de que se dejen impunes este tipo de actuaciones. En este sentido va a cobrar un peso muy importante la presión social que se establezca, siempre que continúe realizando actividades, como lo que se está haciendo en la Puerta del Sol, donde todos los jueves hay una ronda a modo de la que hacían las «Abuelas y Madres de Plaza de Mayo».
¿Este movimiento social es suficientemente fuerte?¿Por qué en España esta cuestión genera más controversia que consenso?
Se trata de un proceso. ¿Quién podía pensar que se podía hacer una manifestación como la que se produjo en Madrid, con más de 60.000 personas reclamando estos crímenes? Es decir, que ha surgido un movimiento que a mi entender va a ser imparable y que encontrará las vías para hallar la verdad de lo que ha ocurrido. No olvidemos que el movimiento argentino de derechos humanos tiene más de 30 años de existencia y conquistó la posibilidad de que se realizaran los juicios tan sólo hace cinco. Tenemos un trayecto muy importante por delante.
¿Por qué el movimiento para investigar los actos del franquismo surge ahora y no antes?
Es muy difícil determinar por qué ahora y no antes. Muchos de los miembros de las asociaciones históricas españolas estuvieron ligados a los juicios que se realizaban por los crímenes cometidos en Argentina y Chile. Creo que había una gran avidez por parte de esas personas, que eran hijos y nietos de españoles fusilados, para comenzar un camino de búsqueda de sus seres queridos y para saber cómo podían encontrar la justicia. En gran medida, el movimiento surge porque toda una nueva generación quiere que sí se hable de esto, y además hay toda una experiencia internacional desarrollada. Mi pronóstico es que va a seguir creciendo y va a tener logros importantes.
¿Cuál es su opinión sobre el Tribunal Supremo tras la inhabilitación del juez Garzón?
Un juez que se niega investigar crímenes de esta naturaleza es un juez que los encubre y que prevarica. Creo que esto es aplicable a los jueces de la Audiencia Nacional que declararon que no había competencias de la Justicia española para juzgar a los asesinos del franquismo y cuanto más para los del Tribunal Supremo, que decidieron enjuiciar a Garzón. Ellos son los auténticos prevaricadores. Esta situación está siendo repudiada en todo el mundo, es algo totalmente inexplicable, yo diría que es obsceno lo que está sucediendo y espero el día en que Garzón sea rehabilitado y estos jueces sean juzgados.
¿Eso es posible?
Nunca hay que perder la esperanza. Hay un encubrimiento y unas resoluciones que se están dictando de forma injusta a sabiendas. Si ese día llegará o no, no puedo decirlo. Lo que si puedo decir es que en Argentina, cuando algunos planteábamos que había que derogar las Leyes de Punto Final y Obediencia Debida, dictadas por un parlamento democrático, se suponía que era imposible y en poco tiempo llegó a la nulidad. ¿Por qué cosas parecidas no van a suceder en España?
Sin Garzón , ¿las causas de las víctimas del franquismo tienen futuro?
En este momento el Tribunal Supremo tiene varios recursos que responder acerca de la jurisdicción de la justicia española y de quién es competente en cada caso. Estoy convencido de que acá va a haber jueces que van a llevar adelante estos procedimiento. Garzón, como ha ocurrido en otras oportunidades, ha sido el gran detonante de algo que estaba latente en la sociedad española y con seguridad habrá compañeros que tomen el testigo si Garzón no puede hacerlo.
¿Y lo van a permitir esta vez?
Dependerá de la correlación de fuerzas, del clamor y la presión social, de que se imponga el criterio de los jueces que quieren que se airee este tipo de crímenes; nadie lo puede asegurar pero creo que hay condiciones para que efectivamente suceda.
¿Piensa que le quita legitimidad al Tribunal Constitucional que esté funcionando con el mandato expirado de la mayoría de sus miembros?
Tal como está constituido no cuenta con la legitimidad que debería tener un órgano de esta naturaleza, que debería ser ejemplo de claridad, de transparencia, de legalidad, mucho más que cualquier tribunal de otro país. Se le hace un flaco favor a la Justicia española cuando esto ocurre en un tribunal como el Constitucional, con mandatos prorrogados de esta manera, o que haya una sentencia que lleve casi cuatro años sin ser dictada.
¿Las actuaciones contra Garzón se produjeron para apartarlo del caso Gürtel?
Evidentemente hay una vocación de sacarlo a Garzón de la carrera judicial desde varios sectores. Su trayectoria le ha granjeado muchísimos enemigos en ámbitos poderosos. El Partido Popular está afectado por esta historia y es inocultable su deseo de que Garzón sea definitivamente eliminado de la carrera judicial. De cualquier manera, el procedimiento de los crímenes del franquismo se inicia con anterioridad y creo que es el que reviste mayor perspectiva histórica porque revela que Garzón ha tocado algo muy profundo, es como si hubiera algo más, porque esta reacción visceral iracunda que se ha tomado contra Garzón demuestra que ha levantado una alfombra que tiene mucha suciedad debajo y que no se consiente de ninguna manera que sea levantada.
Un político imputado en un caso de corrupción, ¿debe dimitir o esperar a que haya una sentencia firme?
Esta es una cuestión en cada país se trata de un modo diferente. Una vez que una persona esta imputada por lo menos debería suspender su actividad hasta tanto no se resuelva, aunque en ello influye la entidad que tenga el delito y de qué se lo acuse.
¿Qué piensa del delito de cohecho impropio del que está imputado Camps?
El Tribunal Supremo ya lo ha dicho, con sólo el hecho de haber recibido esos trajes hay una forma de cohecho impropio. Nadie se puede chupar el dedo en esta cuestión, aquí no se trata sólamente de unos trajes, obviamente esto es una especie de postre de algo mucho más profundo que las investigaciones judiciales tendrán que determinar. Parecer ser que aquí huele muy a podrido. En todo caso, todas las personas relacionadas con esta trama increíble de corrupción política que estén imputadas deberían cesar en sus funciones.
¿Qué diferencias ve entre la corrupción en España y en Argentina?
En Argentina lo que ocurre es que la corrupción está a nivel estructural. El fenómeno de la corrupción o del «ventajismo» se instaló en la sociedad argentina. En cambio, en España esto no se encuentra a nivel social. Es casi imposible que en España un policía lo detenga a uno y le diga que le dé dinero para no ponerle una multa cuando en Argentina esto es muy común. Si hay cuestiones estructurales que existen a nivel social, ¿cómo no van a existir en los niveles políticos? Por el contrario, en España el fenómeno de la corrupción se ha centrado en la clase política. En la medida que la justicia actúe y se dicten sentencias contundentes seguramente va a ver menos posibilidades de que siga proliferando.
¿Tiene futuro la querella que usted ha presentado por los crímenes del franquismo tras la resolución del Supremo contra Garzón?
Inicialmente ha sido rechazada. En primer lugar hubo un informe del fiscal que opinó que efectivamente en España se habían cometido crímenes lesivos contra la humanidad, que era imprescriptibles, y que Argentina debía ejercer la jurisdicción universal. Sin embargo, finalmente entendió que la jurisdicción universal era subsidiaria de otra jurisdicción privilegiada que sería la del territorio donde se cometieron los crímenes y que entendía que estos ya se estaban investigando. Pero además nosotros afirmamos que la jurisdicción universal no excluye ninguna otra, y por tanto no es incompatible la eventual apertura de un procedimiento en España con otro en otro país. Lo cierto es que el fiscal no entendió esto y la juez procedió al archivo por estimar que si él no impulsaba la acción penal no podía ella hacerlo por si misma. Esto fue recurrido ante la Cámara Federal Argentina, el Tribunal Superior de allí. Hay quienes pueden llevar la acción adelante por sentirse y ser agraviados por los delitos y por ello creo que el recurso va a ser estimado y que se van abrir las investigaciones en Argentina.
¿Cree que el Gobierno argentino utiliza la memoria histórica como arma electoral?
En ese sentido hay distintas apreciaciones, es decir, si el gobierno ha utilizado esto para prestigiarse o fue si fue sensible a un reclamo social. La importancia que esto tiene en la medida que es opinable es relativo, lo importante son los avances que se están haciendo en Argentina, aunque no existe una verdadera política de Estado en esta materia. Creo que el gobierno ha dado pasos muy importantes, y hay que reconocerlo.
¿Se tendrían que endurecer las penas para los corruptos en el Código Penal?
No se trata tanto de endurecer las penas, sin perjuicio de que se pudiera hacer en un caso puntual, se trata de aplicarlas. En muchos de estos casos lo que ocurre es que son algunos los condenados pero muchos los que logran escapar de la Justicia. Todos conocemos los porcentajes que se pagan cuando se concierta una obra pública, cuando se otorga una concesión y ello está bastante generalizado. En mi opinión, no se llega muy al fondo de la cuestión y sólo se actúa cuando por algún motivo salta a la prensa.
En un artículo usted reclamaba a España el cumplimiento de los tratados comunes de inmigración ¿Cuál es su opinión sobre el trato que reciben los inmigrantes argentinos en España?
Desde luego los inmigrantes argentinos no son los peores tratados. Sin embargo, padecen muchas circunstancias que sufren el resto de inmigrantes: pueden ser detenidos, llevados a un centro de internamiento, expulsados o devueltos a Argentina porque así se le ocurra al policía de turno. En este sentido, planteo que existen entre Argentina y España diversos tratados en materia de inmigración aún vigentes. En cumplimiento de ellos, ningún español es retenido en los aeropuertos argentinos, ni devuelto a España, todos pueden circular libremente, conseguir la residencia, y, aún sin tenerla trabajar en el país, y esto no ocurre con los argentinos. Entonces reclamaba que hubiera una igualdad de trato pero no sólo por razones históricas o de justicia sino por las normas que existen entre ambos países. Sería importante que hubiera un pronunciamiento común entre los países de América Latina exigiendo que España trate a sus inmigrantes como han sido y son tratados los inmigrantes españoles en nuestros países.
¿La situación actual en Europa y en España le recuerda en algo a lo que se vivió Argentina en los momentos previos al corralito?
Hay similitudes con lo que ocurrió en aquel momento. Existe una zozobra generalizada y una inseguridad muy grande. En Europa y EE UU en general hay bancos que quiebran, hay deducción de derechos sociales, en España, el problema de las cajas de ahorros y la gran concentración de capitales. Sin embargo, el fenómeno del corralito como tal es muy difícil que se produzca aquí, pero que la gran pendiente hacia una situación de inestabilidad social y económica ya se está percibiendo en España. Tiene puntos de contacto pero es muy difícil mimetizar una situación a otra.

Información vía Google noticias


Los papeles privados de Franco…

junio 13, 2010

Portada de la revista Tiempo.

La fortuna millonaria que tenía el dictador al terminar la Guerra Civil, sus inversiones en bolsa o los secretos sobre la administración del Pazo de Meirás salen por primera vez a la luz con el acceso libre a su archivo personal.

JAVIER OTERO jotero.tiempo@grupozeta.es 11/06/10

Los papeles privados de Franco salen a la luz por primera vez sin restricciones cuando han pasado más de tres décadas de su muerte. La documentación, que mantuvo guardada la familia del dictador en la Fundación Francisco Franco, puede ser consultada ya en un archivo público, como es el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca. El compendio desordenado de 27.000 documentos permite descubrir detalles hasta ahora desconocidos de su vida íntima, la administración y el origen de su dinero e inversiones, pero también documentos oficiales, a menudo clasificados como secretos.

Estos documentos privados permiten contrastar objetivamente si el mito sobre la austeridad de Franco tiene fundamento. “Nuestro Caudillo, como buen militar, es austero”, decía el lema franquista. Las decenas de millones de sus cuentas e inversiones lo desmienten. Entre esta documentación se encuentran algunos resúmenes de las cuentas del Generalísimo, unos detalles que se muestran ahora por primera vez. Los microfilms con la reproducción de los documentos depositados en la Fundación Francisco Franco recogen algunos de estos estados de cuentas de varios años salteados. Aproximadamente un año después del fin de la Guerra Civil española, el 31 de agosto de 1940, las cuentas arrojaban un saldo de 34 millones de pesetas. Otro balance realizado en 1959 dice que Franco contaba con 22,7 millones de pesetas entre dinero en metálico e inversiones en valores. Por el camino, según aparece en sus papeles, realizó importantes inversiones, como por ejemplo en la finca de Valdefuentes en Madrid.

Para situar el valor que estas cantidades suponían en la época pueden compararse con algunos datos. Por ejemplo, hacia 1959 un piso en el barrio de Salamanca de Madrid costaba 275.000 pesetas, según la prensa de esos años. El edificio que la familia Franco compró en la calle Hermanos Bécquer de la capital en 1945, de cinco plantas y sótano, costó 4,2 millones. La finca de Valdefuentes, de casi 10 millones de metros cuadrados, le salió a Franco por 2,5 millones, según los documentos de su archivo. El Pazo de Meirás fue donado a Franco en 1938 tras una suscripción popular encabezada por Pedro Barrié de la Maza, conde de Fenosa, que adquirió la finca por 400.000 pesetas.

Tiempo de Hoy

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Manuel Monge : ´No se trata de exhumar por exhumar, lo fundamental es rendir homenaje a las víctimas…

junio 13, 2010

«Los avances en política de la memoria logrados por el bipartito fueron paralizados por el PP. En Galicia, no se abrirá ninguna fosa del franquismo con el actual Gobierno autonómico».

Manuel Monge, presidente de la CRMH, A Coruña. / eduardo vicente

«No se trata de ir a un sitio, levantar los restos y ya está». El presidente de la CRMH de A Coruña defiende otra forma de hacer memoria histórica: «Lo fundamental es que haya un reconocimiento a las víctimas y en esos lugares de represión, un recuerdo y un homenaje». Ese es el acto convocado para hoy por el colectivo coruñés, que ha organizado una ruta por las fosas del franquismo de Aranga, localidad donde está ubicado el mayor enterramiento de la dictadura de Galicia: el cementerio de Vilarraso, con al menos 29 ‘paseados’.

R. PRIETO | A CORUÑA -El suyo es un trabajo a contrarreloj por la edad de los testigos de la dictadura. ¿Tiene fecha de caducidad?

-La memoria histórica es un asunto a largo plazo. Sin memoria no hay futuro. Trabajamos para que no se repitan acontecimientos pasados. La gente tiene que estar muy atenta a actuaciones que pueden tener cierto tinte fascista. Este es un trabajo de largo recorrido.

-¿Quién tiene más miedo a recuperar la memoria histórica: las víctimas o los represores?

-Las víctimas tienen miedo a que haya una reacción como la de entonces. La represión también se extendió a gente que participó en un acto público. Por este simple hecho, fueron asesinados. Los represores pensaban que tras 30 años de democracia, aquello era un asunto cerrado y que tenía el candado puesto. Conseguimos recuperar esa memoria e informar de quién era quién. Decir que Millán Astray no era un coruñés de pro o que Juan Canalejo era un dirigente fascista y que actuaba como los terroristas, molesta a los nostálgicos del franquismo.

-¿Hay miedo en la derecha a deslegitimar el franquismo?

-Sí. A Coruña es un caso especial. El PP de la ciudad y Unión Coruñesa son la extrema derecha dentro del Partido Popular. Actuaciones que se ven con normalidad en otros lugares, aquí no son admitidas. Por ejemplo, el PP en Oviedo no tiene problema alguno para retirar la estatua y la calle del teniente coronel Teijeiro. Aquí, todo lo contrario. Pediría al PP de A Coruña que se comporte como los partidos de derecha en Europa, que condenan el fascismo. A lo mejor son antifranquistas en la intimidad, pero es necesario que lo digan públicamente y actúen en consecuencia.

-La izquierda tampoco dio los pasos que esperaban las víctimas. La ley de memoria histórica dejó en el cajón muchas reivindicaciones, como la anulación de los juicios sumarísimos.

-Es una ley insuficiente pero supuso un cambio cualitativo respecto a lo que había. Por primera vez, aparece en una ley una condena expresa a la dictadura franquista, así como una serie de indicaciones sobre cómo ayudar a familias que buscan a sus desaparecidos o de promocionar la investigación. El grave problema es que no hay voluntad política para desenvolver esa ley .

-¿Qué aspectos se han quedado fuera de la ley de memoria?

-Uno de ellos, fundamental, es la anulación de todos los juicios. Otro es el compromiso por parte del Estado para exhumar todas las fosas. Hay más de 100.000 desaparecidos. En España hay más fosas que en Bosnia y cinco veces más desaparecidos que en la dictadura argentina. El Estado ha adoptado una actitud hipócrita en este asunto, actuando contra los crímenes de la dictadura argentina y ahora no permitiendo a Garzón investigar el franquismo. Hay dos varas de medir: a nivel internacional somos muy progresistas, pero cuando estamos en casa impedimos que un juez investigue estos crímenes.

-¿Debe asumir el Estado la exhumación de las fosas del franquismo?

-La ley de memoria histórica jugaba con la ambigüedad al hablar de colaboración. Pero ahora el Congreso aprobó una iniciativa por parte de IU y del PSOE para que la localización, exhumación de las víctimas sea asumido por el conjunto de las administraciones y por la Administración del Estado con carácter subsidiario en el caso de que por ejemplo la Xunta no lo asuma.

-¿Confía en que la Xunta emule los pasos dados por Aguirre para buscar a las víctimas del franquismo?

-Aquí no se va a investigar absolutamente nada porque no hay voluntad por parte del PP para abrir esas fosas. Eso lo coloca en una posición muy próxima a la extrema derecha. Los pasos que está dando la Xunta a día de hoy no van en la dirección de los avances en Madrid. Desde el proyecto Nomes e Voces para investigar los crímenes del franquismo, pidieron una subvención para continuar con ese trabajo y la Xunta le dio el 10% de lo presupuestado. Eso indica que la Xunta no está por la labor de potenciar este tipo de investigación.

-PSdeG e BNG acusan a la actual Xunta de frenar el proceso de recuperación de la memoria histórica, pero el bipartito tampoco hizo los deberes durante su mandato, que acometió un par de exhumaciones y ya cuando estaba en funciones.

-Toda política de memoria puede ser mejorable. Lo que pasa es que los aspectos positivos superaron los negativos. Ante un tema paralizado, el bipartito declaró el Año de la Memoria en 2006. Luego llegó el recorrido del barco de la memoria, un centro de documentación y exposición permanente en la illa de San Simón… Y en noviembre de 2008 la Xunta aprobó una ley para asumir las exhumaciones. Había una voluntad expresa de apoyo y subvenciones a todas las asociaciones. Cuando llegó el PP, todos esos avances, fueron paralizados. Ahora estamos en retroceso. Por eso hoy nos reuniremos en Santiago los colectivos de la memoria histórica para concretar esas reivindicaciones.

-¿Qué es más prioritario: investigación o recuperación de los restos de los desaparecidos?

-Las dos cosas tienen que estar relacionadas. No se trata de ir a un sitio, levantar los cadáveres y ya está. Lo fundamental es que haya un reconocimiento de las víctimas y en esos lugares de represión, un recuerdo y homenaje. No se trata de exhumar por exhumar, que resulta muy llamativo y da publicidad, sino que hay que hacer un trabajo serio. Lo que hoy haremos en Aranga será homenajear a las víctimas y visitar los lugares.

La Opinión de la Coruña

http://www.laopinioncoruna.es/galicia/2010/06/12/manuel-monge–trata-exhumar-exhumar-fundamental-rendir-homenaje-victimas/392906.html