Sexo, circo y anarquía bajo las bombas…

junio 19, 2010

El historiador Juan A. Ríos Carratalá recupera en El tiempo de la desmesura’ los rodajes más insólitos y las películas malditas de la Guerra Civil española.

CARLOS PRIETO MADRID

La actriz francesa Marlène Grey en Carne de fieras’.FILMOTECA ESPAÑOLA

La actriz francesa Marlène Grey en Carne de fieras'.

Se abre el telón y aparecen un cineasta de la CNT y una vedette desnuda metida en una jaula. El director grita acción. Entran en escena un domador, un boxeador y un par de leones. Y la diva se echa un bailecito junto a las fauces de los felinos. ¿Cómo se llama la película? Carne de fieras. Bienvenidos al estrafalario mundo de los rodajes españoles durante la Guerra Civil, fenómeno analizado por Juan A. Ríos Carratalá en El tiempo de la desmesura, ensayo que publica ahora la editorial Barril & Barril.

Ríos, catedrático de la Universidad de Alicante y especialista en la historia del teatro y el cine en España, analiza en el libro las tribulaciones de tres rodajes Carne de fieras, El genio alegre y Rojo y negro porque «son tres películas malditas de nuestro cine. Todas tienen algo en común: la desmesura de aquel tiempo. En estas historias todo es exagerado y tremendo. El simple hecho de rodar una película en esas circunstancias se convirtió en una locura», explica Ríos a Público.

El filme salió adelante gracias al ardor sindicalista de la CNT

El negocio de los desnudos

Dentro de este clima hiperbólico sobresale por méritos propios Carne de fieras. Por un motivo muy sencillo: era un proyecto bizarro por sí mismo, sin necesidad de que viniera la guerra a disparatarlo más.

Su impulsor fue un avispado empresario catalán llamado Arturo Caballero. El hombre se había quedado extasiado tras ver actuar en el madrileño Teatro Maravillas a la starlette francesa Marlène Grey. «Provista de un tanga como única defensa, la mujer danzaba en una jaula de leones cuya voracidad era mantenida a raya por un domador circunspecto», cuenta Ríos sobre una función que se repetía entre 10 y 14 veces al día en sesiones de 20 minutos y que había pasado antes por el Circo Price.

Carne de fieras’ se adelantó a su época con sus dosis de erotismo

A Caballero, propietario del cine Doré, actual sede de la Filmoteca Española, se le iluminó la bombilla. Aprovechando la permisividad de la República ¿por qué no rodar un filme sobre la bailarina rubia y su minino juguetón? El empresario contrató como director al valenciano Armand Guerra, un militante cosmopolita de la CNT que alternaba películas anarquistas con trabajos alimenticios. Guerra había rodado el cortometraje revolucionario La Commune!, estrenado en París en 1914 y producido por una cooperativa anarquista, pero también productos más convencionales para la UFA alemana.

«Era un encargo oportunista. Caballero le propuso rodar deprisa y corriendo una película en torno a la función. Y Guerra lo afrontó desde el pragmatismo: era una historia menor que apenas le interesaba más allá de las treinta mil pesetas del contrato como director, guionista e intérprete», razona el ensayista.

Trabajo para todos

«El simple hecho de rodar en esas circunstancias era una locura»

El rodaje de Carne de fieras arrancó en los jardines del Retiro el 16 de julio de 1936. Sí, mala fecha. Dos días después, a Armand Guerra le salió la bestia revolucionaria que llevaba dentro. Con la Guerra Civil en marcha, el director persiguiendo fascistas por ahí y el productor asegurando que no tenía más dinero, el rodaje parecía tener los días contados. Pero, contra todo pronóstico razonable, la CNT llegó al rescate.

«La dirección de la CNT recomendó a Armand Guerra que culminara su trabajo en el largometraje para no dejar en la estacada a los artistas y técnicos contratados. La CNT tenía entonces una fuerza tremenda en el mundo del espectáculo», cuenta Ríos.

La organización ácrata destacaba por un ardor sindical a prueba, literalmente, de bombas. En el libro se menciona un ejemplo contundente: la política de contrataciones del cine Avenida de la Gran Vía en 1938. La sala contaba con un representante, un contador, un jefe de cabina, un operador, un ayudante de cabina, dos taquilleras, un conserje, un sereno, dos porteros, un ordenanza, un encargado de limpieza, una mujer de lavabo, un electricista, un tramoyista y, como traca final, ocho músicos y once acomodadores. Y dos huevos duros, cabría añadir.

Pese a que todavía no habían empezado los bombardeos sobre Madrid y reinaba la euforia tras la victoria en el cuartel de La Montaña, el rodaje de Carne de fieras acabó desmadrándose. Parte del equipo técnico tuvo que marcharse al frente. Y los leones empezaron a morirse de hambre debido a las restricciones de alimentos. Ningún problema: la CNT movilizó al gremio de la alimentación para conseguir carne fresca para los felinos. El sindicalismo, desde luego, ya no es lo que era.

En septiembre de 1936 acabó un rodaje «cuyo único objetivo era terminar como fuera, porque había otras urgencias», razona Ríos. «No era un tiempo para los melodramas sentimentales con final feliz. La guerra había dado un vuelco a la realidad. En medio de tanta violencia y temores camuflados de entusiasmo, nadie se preocupaba de una película destinada a sacar provecho de la expectación causada por un desnudo. Ni siquiera Arturo Caballero, el desconcertado empresario que consideraba su inversión como un impuesto revolucionario», añade.

A finales de septiembre Armand se fue pitando a rodar documentales propagandísticos en la primera línea de frente. El montaje final de Carne de fieras quedó en manos de su ayudante de dirección, Daniel Parrilla, obligado a unir las piezas de una trama sin desperdicio. La mujer de un boxeador se lía con un cantante de cabaré con ínfulas de barítono. El púgil se consuela adoptando un huérfano y ligando con una vedette especialista en contonearse desnuda en una jaula.

En efecto, un delirio, aunque no exento de chicha histórica, según el historiador Román Gubern. «No puede pasarse por alto su sorprendente permisividad erótica para el año 1936, en una época en que eran muy raras, incluso en las cinematografías más avanzadas, las exhibiciones anatómicas tan francas y prolongadas». «Armand Guerra, en aquellos días revueltos, filmó al margen de una censura que imaginaba desaparecida», apunta Ríos.

Arturo Caballero intentó estrenar la película acabada la guerra. Como el franquismo no estaba preparado para ver a una domadora desnuda, el productor barajó la posibilidad de pintarle un bikini, aunque lo descartó por problemas de presupuesto. El muy inconsciente tuvo suerte: la cosa no estaba ni siquiera para bañadores de dos piezas. Aún habría que esperar 20 años para ver a una actriz en bikini.

Los españoles, pensaban algunos, no estaban preparados ni para eso ni para muchas otras cosas. Según Ríos, la censura también «podría haber incluido en su memorial de agravios la presencia de una esposa adúltera, un divorcio consumado de mutuo acuerdo y un protagonista dispuesto a convivir maritalmente con una mujer que, además de exhibirse desnuda, mantiene relaciones con su compañero de trabajo, un domador que acepta su suerte con la resignación de un hombre de mundo. Carne de fieras estaba sentenciada de antemano».

Los rollos del filme, guardados en el cine Doré, acabaron en el Rastro, donde los compró un coleccionista. La película fue restaurada por la Filmoteca de Zaragoza, que la estrenó el 15 de septiembre de 1991. Cinco décadas perdidas. Sin carne y sin todo lo demás.

Público.es


Una juez avala la retirada del título de alcalde honorífico de Madrid a Franco…

junio 19, 2010

Foto Oficial de Franco

La resolución respalda un acuerdo municipal basado en la Ley de Memoria.

MARÍA MARTÍN – Madrid – 19/06/2010

Un año después de que el Pleno del Ayuntamiento de Madrid votase por unanimidad despojar a Francisco Franco de su título de alcalde honorífico de la ciudad, hijo adoptivo y de sus medallas de oro y honor, una juez ha desestimado el recurso que, ante el acuerdo municipal, interpuso la Fundación Francisco Franco.

IU, PSOE y PP aprobaron el año pasado retirar los honores al dictador

Un recurso alegó que los títulos no tienen relación con la Guerra Civil

El 29 de junio de 2009 el grupo municipal de Izquierda Unida llevó al Pleno una propuesta para retirar al Caudillo todos los honores y distinciones que el mismo Ayuntamiento de Madrid le otorgó entre 1942 y 1964. La iniciativa estaba respaldada por el artículo 15 de la ley de la Memoria Histórica que obliga a las administraciones públicas a retirar todos los símbolos franquistas. El acuerdo contó con el apoyo de todos los grupos políticos (PP, IU y PSOE). Cincuenta y dos votos a favor de los 57 presentes. Cinco ediles se abstuvieron.

El acuerdo municipal no sentó nada bien en la Fundación Nacional Francisco Franco que, según recoge la sentencia a la que ha tenido acceso este periódico, contempla como parte de sus metas «dar a conocer la obra llevada a cabo en los años de mandato de Francisco Franco, que en lo que atañe a Madrid motivaron los honores que en su día le dispensó el Ayuntamiento, así como el enaltecimiento de su figura y obra y la defensa de su legado». Su presidente, Félix Morales Pérez, acudió seis meses después a los juzgados de lo contencioso-administrativo para defender el honor de quien da nombre a su fundación.

Los argumentos esgrimidos por la fundación para que se mantengan las medallas al dictador son bastante claros: los honores y distinciones concedidos a Franco no tienen relación con el alzamiento del 18 de julio de 1936, «sino que se le otorgan como reconocimiento a sus desvelos e interés por engrandecer la ciudad de Madrid».El escrito presentado por la Fundación Nacional Francisco Franco enaltece la figura del dictador, en su opinión «meritoria» de todo reconocimiento: «Los honores se le conceden por las ingentes obras públicas y servicios de que fue dotada la ciudad y no por su victoria en el frente popular». Varias líneas más abajo, tras recordar los supuestos «desvelos» de Franco por la ciudad, la fundación considera que «en el último cuarto de siglo el mejor alcalde de Madrid ha sido el propio jefe del Estado».

Además, la fundación rechaza que el artículo 15 de la Ley de la Memoria Histórica contemple la retirada de estos honores y menciones porque, dice, no estuvieron relacionados con «una exaltación de la sublevación militar o de la Guerra Civil».

La juez, sin embargo, discrepa. «Este artículo incluye no solo la retirada de objetos, sino también aquellas menciones, conmemoraciones o distinciones que supongan un reconocimiento a la Guerra Civil, a la dictadura, al franquismo y, por ello, también a la figura de Francisco Franco Bahamonde y a cuanto suponga un enaltecimiento de su figura». Y por esto, falla en contra de anular la decisión tomada en el pleno municipal, aunque no condena a la fundación al pago de las costas.

Félix Morales, el presidente de la fundación, aseguró a este periódico que no sabe todavía si recurrirá la sentencia. Tiene hasta el próximo día 26 para pensárselo. «Tendría que hablar con el resto de miembros de la fundación, así que no le puedo contestar», dijo por teléfono.

En Madrid, la Fundación Francisco Franco también recurrió la retirada de la estatua de Nuevos Ministerios. Cuatro años después, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid declaró nula la retirada de la efigie porque había detectado infracciones administrativas por parte del Ministerio de Fomento, aunque también estableció que no era necesario reponerla porque no tenía utilidad práctica, informa Natalia Junquera.

El País.com


En busca de las víctimas que nadie recuerda…

junio 19, 2010

Carteles de la campaña en busca de lal víctimas franquistas- GABRIEL TIZÓN

19/06/2010

La Comisión para la Recuperación de la Memoria Histórica (CRMH) de A Coruña ha emprendido un plan para rescatar las identidades de los represaliados por el franquismo en los ayuntamientos de la comarca cuyos nombres no constan en ningún listado oficial. La CRMH tiene ya una relación de 600 víctimas, pero ahora aspira a ampliarla con esta campaña, en la que se repartirán folletos, se pegarán 3.000 carteles por las calles y se organizarán sesiones informativas para explicar cómo se llevó a cabo la represión. En la imagen, familiares de las víctimas, junto al escritor Manuel Rivas (con barba), ayer en la calle Real de A Coruña.

El País. Edición Galicia

ARTÍCULO PUBLICADO EN LA MEMORIA VIVA@:

https://lamemoriaviva.wordpress.com/2010/06/17/memoria-a-crmh-de-a-coruna-inicia-unha-campana-para-solicitar-datos-sobre-vitimas-da-represion-franquista/


GARZÓN: «La indignación activa…»

junio 19, 2010

BALTASAR GARZÓN JUEZ 18/06/2010

Admiraba el escritor José Saramago desde hace muchos años, pero no le conocí hasta 1999, en un curso de verano de El Escorial dirigido por mí. Saramago habló ese día sobre la vida y el compromiso político de la juventud. Y satinó su intervención con sus clásicas teorías escépticas sobre el futuro del mundo. Veías a todos los jóvenes cautivados por su discurso, como él lo hacía: deslavazado en apariencia, pero con la fuerza suficiente para llevarles al final a donde quería: a escuchar el mensaje de esperanza en un hombre que ya entonces contaba con 77 años.

Era un hombre embarcado en la denuncia permanente

En uno de los últimos textos que escribió se refirió a la situación por la que estoy pasando. Hablaba sobre la incredulidad que le generaba todo el proceso, que va más allá de mi caso personal: pone en juego la memoria histórica del país y la impunidad del franquismo. Un ejemplo más del compromiso militante de José Saramago, de su indignación activa tanto por injusticias como por el abandono a su suerte de las víctimas.

Si le pedías que se implicara en una causa reivindicativa lo hacía sin dudarlo un instante. En el año 2007 escribí con Vicente Romero un libro El alma de los verdugos sobre la intensa represión de la dictadura militar en Argentina. José aceptó escribir el prólogo, y lo hizo a su manera.

Se trataba de un prólogo breve pero durísimo contra los dictadores que impulsaron la represión, pero también de un recuerdo sentido a las víctimas del régimen militar. Era un texto de denuncia pura y dura. Muy suyo. Porque el autor se dejaba llevar por el principio de la indignación activa. Era un hombre embarcado en la denuncia permanente. Un maestro en este sentido.

Era un referente ético indispensable en una sociedad sin referentes morales

Textos como este convirtieron a José Saramago en uno de los referentes éticos indispensables de una sociedad en la hay una grave ausencia de liderazgos morales. Una sociedad en la que se echa de menos la coherencia y el desarrollo ético de una actividad, no solo literaria, sino también política y social. Una sociedad en la que no sobran precisamente las personas decididas a ayudar a los más desfavorecidos y a apoyar las causas más necesarias.

Con su muerte se va uno de los escasos intelectuales comprometidos, uno de los más preclaros, por su coherencia y su capacidad para unir acción social, literaria y política. Siempre fue una persona fiel a sus principios. Hoy día, cuando se echan tanto en falta referentes de todo orden, su presencia pública era un lujo.

Público.es



ARCHIVO DE SALAMANCA: «Sinde replica al alcalde que el traslado se ajusta a la ley…»

junio 19, 2010

Centro de la Memoria. La ministra de Cultura defiende que el País Vasco es la única región que “ha reclamado la devolución de documentos en plazo”.

EFELa ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, manifestó ayer en Segovia que el País Vasco “es la única Comunidad que ha reclamado la devolución de documentos, en plazo y según estipula la Ley”, para recuperar documentos incautados durante la Guerra Civil y el franquismo que se conservan en el Archivo de la Memoria Histórica de Salamanca. La titular de Cultura ya anunció hace dos días al diputado Aitor Esteban, en la sesión de control del Congreso, que van a comenzar los trabajos para devolver la documentación privada del Archivo de Salamanca solicitada por PNV. En este sentido, matizó que, tal y como estaba previsto, se ha creado un grupo de trabajo con la Consejería de Cultura del País Vasco, y se ha comenzado con el estudio de cuáles son los documentos que se devolverán. González-Sinde insiste en que la petición “entra dentro de lo que la ley prevé” y ha matizado que “otras comunidades no han reclamado y podrían haberlo hecho igualmente”. La ministra ha eludido pronunciarse sobre las palabras del alcalde de Salamanca, Julián Lanzarote, que ha acusado al Gobierno de utilizar este archivo como “chequera para pagar favores”, y ha añadido que el regidor salmantino “ha sido muy colaborador en los últimos tiempos” con su departamento.Para González-Sinde, “ha existido un buen trabajo conjunto” entre el Ministerio y el alcalde, con temas como la ampliación del archivo y el traslado al nuevo edificio en la plaza de los Bandos. Lanzarote “sabrá comprender que cumplimos con la ley y que va a seguir siendo el archivo más importante de todo ese periodo” de la Guerra Civil. Asimismo la ministra de Cultura subrayó en Segovia que “lo importante es que es una institución tan seria y respetada que son constantes las nuevas cesiones de archivos particulares, por lo que, no sólo no va a mermar, sino que seguirá creciendo y aumentando en fondos”.

Tribuna de Salamanca vía yahoo noticias

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González Sinde - Ministra de Cultura