El Proceso 1.001

junio 24, 2010
José Manuel López. Fundación Juan Muñiz Zapico, – 24 Junio 2010

El 24 de junio de 1972 serían detenidos los dirigentes de la Coordinadora General de Comisiones Obreras

El 24 de junio de 1972, en el Convento de los Padres Oblancos de Pozuelo de Alarcón serían detenidos los dirigentes de la Coordinadora General de Comisiones Obreras, iniciándose el denominado Proceso 1001. Un juicio represivo contra la libertad sindical con repercusión estatales e internacionales y que suscito amplios movimientos de solidaridad, institucionales y publicas, con el consiguiente desenmascaramiento del seudo reformismo del régimen. Un juicio a la Clase Obrera y una demostración tangible de la falta de libertad en España.

Los 10 de Carabanchel: Marcelino Camacho, Nicolás Sartorius, Eduardo Saborido, Francisco García, Fernando Soto, Juan Muñiz, Francisco Acosta, Miguel ángel Zamora, Pedro Santiesteban y Luís Fernández; serían detenidos por la Brigada Regional de Investigación Social que tras rodear el convento y realizar a su exhaustivo registro. Nunca quedara claro si la detención y descubrimiento de esta reunión de la Coordinadora de CC.OO. fue debida a un chivatazo o al mero seguimiento de los implicados en la misma. Pero lo cierto es que el resultado fue un despliegue policial que dio como resultado la detención de la cúpula estatal de Comisiones Obreras.

La acusación de los implicados se baso especialmente en sus antecedentes penales, ya que buena parte de ellos ya habían sido condenados por asociación ilícita y manifestación no pacifica, lo que les sitúa como reincidentes y vagos. Por no enumerar todos los adjetivos y denominaciones utilizadas por la Dictadura para justificar la condena y persecución a sus detractores. Eran por tanto ya habituales del Tribunal de Orden Publico (TOP) y de las cárceles franquistas. Conocidos y relevantes en sus ámbitos laborales y organizativos, pero desconocidos para el gran publico nacional e internacional. Su juicio y condena les convertiría en figuras públicas, victimas de la persecución a todo un movimiento sindical.

El perfil de los encausados es variopinto, pero en general se trataba de trabajadores que habiendo participado del entrismo en el oficial Sindicato Vertical habían llegado a ocupar diferentes grados de representación en el mismo, como instrumento para la organización y el desarrollo de las Comisiones Obreras. Eran muy al contrario que los epítetos de la acusación, trabajadores comprometidos con sus compañeros y compañeras y que de forma abnegada luchaban y dedicaban su vida a la defensa de los intereses de la clase obrera sufriendo por ello la persecución, despidos y cárcel. Trataba por tanto la acusación de justificar su juicio en su carácter subversivo ligado al PCE, como agitadores profesionales del mismo. Los acusados, siguiendo lo habitual en estos casos, negaron el fin y realidad de su reunión y responsabilidad, inventando todo tipo de argumento para justificar su presencia en el Convento.

La defensa de los encausados estuvo desarrollada por un grupo de abogados y abogadas pertenecientes a todas las tendencias del antifranquismo del momento. Desde prestigiosos juristas como Marcial Fernández Montes, Alfonso del Cossío y Corral, democristianos como Joaquín Ruiz Giménez, socialistas como Enrique Barón, comunistas del PCE como Manolo López , Cristina Almeida y la ORT como Francisca Sauquillo, abogados como Adolfo Cuellar, Guillermo García Lacunza (sustituido por Jaime Sartorius) y el mismísimo José Maria Gil Robles.

El desarrollo del juicio y sus resultados se vio bruscamente alterado por la muerte del Presidente del Gobierno, Carrero Blanco, cuyo atentado coincidió con el juicio; lo que marco sobremanera el desarrollo del momento y las sentencias, con su consiguiente endurecimiento. Condenados por asociación ilícita y justificado por el TOP su pertenencia a CC.OO. y vinculación al archilegal PCE. Sus ejemplarizantes penas constituían todo una clara demostración de represión e intolerancia contra el movimiento sindical. Con penas de veinte años a Camacho y Saborido, Sartorius y el Cura Paco con diecinueve años, Juanín a dieciocho años, Soto a diecisiete años, Acosta, Zamora, Santiesteban y Costilla a doce años cada uno.

Las exorbitadas sentencias marcaron el multiplicador de la importancia y difusión del Proceso 1001, no solo a escala nacional sino internacional. Nace el símbolo, primero como Los 10 de Carabanchel, para ser finalmente denominados como El Proceso 1001. Desarrollándose una imagen de grupo, que mas haya de la jerarquía interna de los enjuiciados, rompió la dinámica tradicional de un &Úacute;nico cabeza principal de estos procesos. Los 10 procesados lo fueron por ser dirigentes obreros con capacidad organizativa y movilizadota. Dejando al descubierto las miserias políticas y judiciales de un régimen ya en decadencia. Se persigue a CC.OO. por su exitoso desarrollo entre los trabajadores y su capacidad de representación y lucha.

Comienza a partir de aquella sentencia, el 27 de diciembre de 1973, una auténtica batalla legal y pública por su libertad, judicial y mediática; así como la solidaridad internacional con el resultado de importantes manifestaciones y apoyos públicos. La vista del recurso de casación contra la sentencia del TOP que tendría lugar el 11 de febrero de 1975, suscito por tanto un amplio interés internacional, incluso con la presencia en la misma de juristas y sindicalistas de todo el mundo. Consiguiéndose en la misma una reducción sustancial que solo conllevo la excarcelación de los encausados con menor pena. No seria hasta la muerte del dictador y el posterior indulto cuando los restantes encarcelados saldrían de la cárcel; pero ya convertidos en personajes públicos de reconocido prestigio como sindicalistas y luchadores por la libertad.

José Manuel López López, abogado antifranquista (1930-2008)

La Nueva España, 16 de septiembre de 2008

http://www.fundacionjuanmunizzapico.org/masInf/proceso1001.htm

Noticia vía Foro por La Memoria:

http://www.foroporlamemoria.info/2010/06/el-proceso-1-001/


Los otros episodios nacionales…

junio 24, 2010

Almudena Grandes editará en septiembre su obra más ambiciosa – ‘Inés y la alegría’ es la primera novela de un ciclo de seis sobre la resistencia antifranquista.

Un grupo de maquis, retratados en los Pirineos en 1948.-

JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS – Madrid – 24/06/2010

¿Qué se puede escribir después de escribir una novela de mil páginas? Almudena Grandes (Madrid, 1960) se enfrentó a esa pregunta cuando en junio de 2006 puso el punto final a El corazón helado. La propia escritora aventura respuestas: «¿Otra de mil páginas? Un poco cansino, ¿no? Te conviertes en el pesado de las novelas de mil páginas. ¿Una de doscientas, de chicas o negra?». La respuesta fue esta: una película. Grandes se lanzó a escribir un guión a partir de la imagen de una mujer montada a caballo y cargada de rosquillas que se unía a los 4.000 guerrilleros antifranquistas que en octubre de 1944 atravesaron los Pirineos para invadir el valle de Arán, en Lleida.

El proyecto arranca en 1939 y acaba en 1964, con el inicio del aperturismo

«Pensé: esto es un western», recuerda la escritora. Trabajó el guión junto a su amiga la cineasta Azucena Rodríguez, pero ningún productor se animó con un filme que iba a durar casi tres horas y a necesitar miles de extras. Grandes barajó una obra teatral. Tampoco. «Finalmente pensé que lo que yo sé hacer es escribir novelas», dice. Y se dio cuenta de que no solo tenía aquella invasión silenciada durante décadas, tenía también otras muchas historias de resistencia y clandestinidad, maquis, topos y desterrados. La cosa daba para las seis novelas de un ciclo, Episodios de una guerra interminable. El título general era un homenaje al precursor de aquella mezcla de historia y ficción, los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós, un autor por el que Almudena Grandes siente devoción: «Es el otro gran novelista de la literatura española de todos los tiempos». El único que puede medirse con Cervantes.

Como Galdós, quiso contar el cruce entre la historia inmortal y los cuerpos mortales, «construir una historia de ficción que encaja en el molde de un hecho real en el tiempo y en el espacio, un relato en el que los personajes reales de la Historia con mayúsculas interactúan con los de la historia con minúsculas».

Empezó por un hecho poco trabajado por la historiografía -«como todos los españoles, yo creía que sabía mucho sobre la guerra»- que se le había ido apareciendo intermitentemente mientras se documentaba para El corazón helado. El resultado es Inés y la alegría, la primera del ciclo, que llegará a las librerías el 3 de septiembre, una novela de más de 700 páginas que narra la historia de amor de una muchacha de familia conservadora que se une al ejército organizado por el Partido Comunista para liberar España después de la victoria de los aliados sobre los alemanes. La vida imaginaria de los personajes inventados por Almudena Grandes se cruza con la vida real de Jesús Monzón, el motor de aquella aventura, y con la de los dirigentes comunistas en el exilio que, como Dolores Ibarruri, habían dejado Francia por Moscú siguiendo las órdenes de Stalin. Aquella invasión fue «el hecho de armas más importante de la resistencia antifranquista durante la dictadura y, tal vez, la crisis más grave por la que pasa Franco desde que llega al poder».

Lo paradójico es que ni un bando ni el otro escribieron una versión oficial de los hechos. ¿Por qué? «A Franco lo que menos le gustaba era proyectar una imagen de debilidad. Y para el PCE no era bueno porque la dirección estaba fuera de Francia y era difícil de aceptar que en su ausencia alguien había montado una organización tan admirable como para invadir España. Además, muchos militantes no les perdonaban que se hubieran largado de Francia. Los que se fueron no podían hacer otra cosa, pero para los militantes que se quedaron aquello fue un sálvese quien pueda. Aquí vinieron 4.000 desgraciados más solos que la una. Desamparados por la dirección de su partido y por la Unión Soviética. De los aliados ni hablamos: las decisiones que tomaron a corto plazo en octubre de 1944 apuntalaron a Franco en el poder a largo plazo».

Para Almudena Grandes «en la historia del PCE hay suficiente gloria como para no ocultar sus miserias». Ella, de todos modos, no ha tratado de juzgar sino de comprender. «Yo no me considero ninguna autoridad en este tema. Me he tomado la libertad de dar mi primera versión porque no hay una versión oficial. Si al menos los protagonistas hubieran completado ese relato yo no lo hubiera intentado». Todo el mundo pasaba sobre aquel hecho como por sobre ascuas. ¿Así que no es una frase hecha eso de que la literatura llena los huecos que deja la Historia? «Es una frase tan perfecta que parece de mentira ¿verdad?»

«Tengo trabajo hasta 2017»

A Almudena Grandes le hubiera gustado titular su serie Nuevos episodios nacionales para que el homenaje a Galdós fuera aún más evidente, pero no pudo: «Nacional es un adjetivo machacado y desvirtuado. El franquismo secuestró muchas cosas. Además, secuestró muchas palabras (España, patria…). Un título así no se entendería en un país en el que todavía mucha gente usa la palabra nacional para referirse a los franquistas». La novelista tiene ya escrita El lector de Julio Verne, la entrega que seguirá a Inés y la alegría. Las siguientes serán Las tres bodas de Manolita, Los pacientes del doctor García, La madre de Frankenstein y Mariano en el Bidasoa. Cada novela es independiente, pero varias comparten personajes. Todos terminan en 1964 – «los 25 años de paz y el comienzo de la apertura»– y todos tienen un epílogo en 1977 o 1978. «Quería vincular las historias con el presente y enfrentar al lector actual con su pasado», dice. «Tengo trabajo hasta 2017».

La escritora Almudena Grandes, fotografiada esta semana en su casa de Madrid.- CLAUDIO ÁLVAREZ

El País.com:

http://www.elpais.com/articulo/cultura/otros/episodios/nacionales/elpepicul/20100624elpepicul_1/Tes


IU pide que Aguirre cumpla su compromiso de ayudar a encontrar desaparecidos de la Guerra Civil…

junio 24, 2010

Granados muestra toda la disposición de la Comunidad MADRID, 24 (EUROPA PRESS) El diputado de IU Juan Ramón Sanz reclamó hoy que la presidenta regional, Esperanza Aguirre, cumpla su compromiso de ayudar a las familias de desaparecidos durante la Guerra Civil a encontrar los restos de sus familiares, ya que ya se han registrado peticiones concretas.

Durante la sesión del pleno de la Asamblea de Madrid, el diputado de IU tomó la palabra a Aguirre, que hace unas semanas avanzó que se crearía un registro en la Comunidad de Madrid para ayudar a encontrar a fallecidos en la Guerra Civil, y dijo que ya hay una petición concreta, que es el caso de los familiares de 79 víctimas que yacen en una Fosa de San Lorenzo de El Escorial.

«La Comunidad de Madrid tiene una deuda pendiente», afirmó Sanz, que señaló que la presidenta dijo que «en cuanto se recibieran peticiones de familias para recibir ayudas en cuanto a la restitución de restos de las personas asesinadas por el Franquismo, ella se pondría a la labor». «Creo que en este momento ya existen ese tipo de peticiones», aseveró Sanz, que apuntó que ya hay muchas comunidades autónomas que ya han firmado los convenios para llevar a la práctica la ley de Memoria Histórica.

Sanz se refirió a la fosa de Sanz Lorenzo de El Escorial, donde hay al menos 79 personas identificadas, pero dijo que estiman que puede haber «millares de víctimas en la Comunidad de Madrid». «Le propondría que abriera la puerta a que eso a lo que la presidenta se comprometió comience a ser una realidad», apostillo.

En su turno de réplica, el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granandos, mostró «toda la disposición del Gobierno para ayudar a los familiares de todas las víctimas y en la medida de lo posible a localizar los restos de sus familiares».

«Todo lo que sea poner en marcha iniciativas, los permisos que sean pertinentes, allanar el terreno y cualquier obstáculo para que eso se ponga en marcha, incluido ese registro, toda nuestra disposición. Todo lo que esté en nuestra mano para que se solucione en la medida de lo posible esas inquietudes de algunos madrileños que son muy importantes», sostuvo Granados.

El consejero indicó que además, es necesario que el Gobierno lleve a cabo el desarrollo reglamentario de la Ley de Memoria Histórica y que se firme el convenio con la Comunidad.

«El Gobierno tiene extraordinarias dificultades para elaborar un mapa de fosas sin contar con la información que esta más en los archivos históricos dependientes del Gobierno de la Nación, de la que no dispone el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Tampoco sabemos cómo se articula todo lo relacionado con los médicos forenses ni con los expertos», concluyó.

Esperanza Aguirre (Presidenta de la CC. AA. de Madrid)

Europa Press via Yahoo! España Noticias

NOTICIA RELACIONADA: Enlace Nueva Tribuna

¿Abrirá Aguirre la fosa de El Escorial?

Familiares de víctimas del franquismo toman la palabra a la presidenta de la Comunidad de Madrid para que promueva la exhumación de 79 cuerpos enterrados, entre ellos el que fuera alcalde republicano de la localidad.

Gobierno cree que ya ha habido suficientes condenas del bombardeo de Gernika…

junio 24, 2010


(Comunidad Autonómica Vasca) POLITICA,PARLAMENTO |  AREA: Política
22-06-2010 /

Madrid, 22 jun (EFE).-

El senador del PNV Iñaki Anasagasti ha instado hoy al Ejecutivo a pedir perdón por el bombardeo de Gernika de 1937, como el Gobierno británico ha hecho con el «domingo sangriento» de 1972, pero el ministro de Justicia ha estimado que ya ha habido suficientes gestos de condena de ese crimen.

El principal, según ha manifestado Francisco Caamaño al responder a Anasagasti en el pleno del Senado, está contenido en la Ley de la Memoria Histórica, que declara el carácter «radicalmente injusto» de cualquier forma de violencia por razones políticas, ideológicas o religiosas durante la guerra civil y la dictadura.

«Sin duda alguna, dentro de esas injusticias estaba el bombardeo de Gernika», ha manifestado antes de subrayar que ninguna declaración puede tener mas valor que un precepto de una ley aprobada por el Parlamento.

Anasgasti ha llevado el asunto del bombardeo de Gernika al Senado al hilo del discurso pronunciado la semana pasada por el primer ministro británico, David Cameron, en el que tachó de «injustificada e injustificable» la muerte de 14 manifestantes norirlandeses a manos de soldados británicos en 1972.

En este contexto ha reclamado al Gobierno un gesto similar para «tratar de cerrar una herida» y ha aprovechado además la ocasión para criticar que el Gobierno rechace trasladar el «Guernica» de Picasso a la villa foral para una exposición temporal con el argumento de que el cuadro se puede estropear.

«Cuando el hombre llega a la luna, cuando se hacen trasplantes de corazón, ustedes nos mienten con una cuestión muy concreta, con el cuadro; y nos niegan un gesto, queremos un gesto», ha subrayado.

Caamaño ha pasado por alto la reclamación del cuadro y se ha centrado en las numerosas condenas que ya ha habido del bombardeo.

Además de la Ley de Memoria Histórica, ha recordado el perdón pedido por el Gobierno alemán, que reconoció que el bombardeo fue obra de la Legión Cóndor enviada por Hitler en apoyo del general Franco, y la resolución aprobada por el Congreso tras el debate del estado de la Nación de 1999, en la que se ratificaba esa autoría y se libraba de toda culpa a los vascos.

ABC.es vía Google Noticias

Fotografía propiedad de Jordi Carreño (Viaje a Euskadi)-Guernica