Los cuerpos de los 28 fusilados hallados en una fosa común en Alcaudete de la Jara serán enterrados en la primera semana de agosto.

julio 2, 2010

Los trabajos para exhumar los cuerpos de 28 personas que yacían en una fosa común situada en la localidad de Alcaudete de la Jara (Toledo) han concluido.

Fosa de Alcaudete de la Jara, una vez finalizada la exhumación. Foto cedida por Sergio de la Llave Muñoz

Los cuerpos de los 28 fusilados hallados en una fosa común en Alcaudete de la Jara serán enterrados en la primera semana de agosto. Así lo confirmó ayer en rueda de prensa el arqueólogo que ha dirigido esta actuación, César Pacheco, quien avanzó que ahora ruedan un documental con testimonios de familiares directos de las víctimas, que se presentará a finales de año en el municipio al colectivo de allegados.
Según explicó Pacheco, los trabajos arrancaron a finales del pasado mayo promovidos desde Alcaudete por una agrupación de familiares de estas personas ejecutadas el 25 de abril de 1939, un total de 28 individuos que fueron enterrados en una fosa distribuida en dos puntos próximos en la finca La Pradera de Santa Teresa.
En una zona se encontraron 10 cuerpos y los 18 restantes unos metros más allá, localizados con la ayuda de un georadar. La mayoría de los cuerpos fueron hallados con el tiro de gracia, en su mayoría en el tórax, y junto a ellos se encontraron elementos y objetos personales como hebillas, medallas, anillos, gafas, monedas, navajas y cucharas, así como restos de cuero y de tejido.
Los trabajos de campo duraron alrededor de un mes y medio, y han dado paso al a actual estudio de los restos óseos y la elaboración de la memoria histórico-arqueológica. sin identificar. Por decisión de los propios familiares no se realizarán análisis de ADN para identificar los restos, sino que su deseo es que se entierren todos en urnas dentro de una misma sepultura en el cementerio municipal de Alcaudete, con una placa en la que figuren los 28 nombres, dijo Pacheco.
«Lo que los familiares querían era sacarlos, se conformaban con que estuvieran todos, aunque juntos, pero en el cementerio», explicó la presidenta de este grupo de allegados, Maribel Montes.
Lo que sí se hará es proceder a determinar la franja de edad en la que se encuentran los restos, indicó por su parte Marisa Hoyos, miembro de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH).
Montes señaló que los fusilados eran en su mayoría agricultores, a excepción de dos tenderos y el último alcalde republicano del municipio, junto a su hijo de 17 años. En algunos casos, fueron a buscarlos a sus casas y, antes de ser asesinados, estuvieron detenidos varios días en una troje, donde algunos sufrieron malos tratos, como han evidenciado las lesiones de los huesos.
Esta actuación sirve para «cerrar el duelo» de los familiares, según Pacheco, quien indicó que llevaban «más de 71 años esperando para tener los restos mortales» de sus allegados, lo que ha supuesto también «un choque sentimental y emotivo bastante fuerte».

01-07-2010 / 15:20 h

Talavera de la Reina (Toledo), 1 jul (EFE).- El equipo de cinco personas que durante mes y medio ha estado realizando un trabajo de campo en un paraje de Alcaudete de la Jara (Toledo) para recuperar los restos de 28 fusilados en los primeros días de la posguerra está elaborando un documental en el que recogen diversos testimonios.

La intención es recoger las impresiones, opiniones y la vivencia experimentada por familiares, entre ellos de algunos hijos de las víctimas, personas ya muy mayores, en estos días de apertura de fosas y con ello de recuerdos, que se refrescan.

El arqueólogo coordinador de los trabajos, César Pacheco, ha indicado hoy en una rueda de prensa que la intención es mostrar la película a finales de año en la localidad jareña de donde eran los 28 asesinados.

 Con el documental se recordará también el perfil de estos hombres, entre ellos muchos agricultores, algún tendero y el último alcalde republicano del municipio, fusilado junto a su hijo de 17 años.

 Según ha indicado Pacheco, algunos fueron sacados de sus casas, otros del campo donde trabajaban, y tras varios días de retención, fueron ajusticiados tras haber sufrido torturas, como demuestran los restos óseos.

A finales de 2008, los familiares de las víctimas, fusiladas el 25 de abril de 1939, formaron una agrupación y solicitaron una subvención para poder recuperar los restos de sus seres queridos.

En abril de 2010 recibieron el ingreso y con esos fondos han sufragado los trabajos, que ahora siguen en el laboratorio.

El deseo expreso de todas las familias es no recurrir a la identificación de cada cuerpo mediante el ADN, pues es un proceso largo y costoso económicamente, por lo que han decidido proceder a un entierro en el cementerio municipal, donde cada cuerpo tendrá su propia caja, pero compartiendo todos la misma sepultura, y una placa con los 28 nombres servirá como lápida.

Para los familiares, según ha apuntado la presidenta de la asociación, Maribel Montes, que ha recuperado a su abuelo de la fosa, lo fundamental era rescatar los restos del campo, de un lugar indeterminado, y darles una sepultura digna.

La excavación en la pradera baja de Santa Teresa, empezó a finales de abril y conllevó la aparición de dos fosas, con diez y dieciocho cuerpos cada una, tras el uso de un georadar para identificar el lugar exacto tras la ubicación aproximada que apuntaron algunos familiares.

Entre los huesos se han encontrado también objetos personales como gafas, anillos, medallas, botones y hebillas de cinturones.

Según Pacheco, para los allegados que vivieron los hechos en primera persona, tras 71 años de espera, ha llegado el momento de «cerrar el proceso de duelo», aunque también ha supuesto «un choque sentimental y emotivo». EFE 1011085

http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=439591