El presidente del Congreso, José Bono, dedica un homenaje al rey durante su discurso en el acto de conmemoración del bicentenario de la apertura de las Cortes de Cádiz.
EFE San Fernando 24/09/2010

El Rey junto al presidente del Congreso, José Bono, durante los actos del Bicentenario de las Cortes de Cádiz. EFE
El presidente del Congreso, José Bono, ha afirmado hoy que el Rey ha hecho más por España y por la Monarquía que todos sus antepasados juntos y le ha garantizado que los españoles le quieren, pese a que «algunos nostálgicos de la dictadura» no le perdonen que se pusiera al lado del pueblo.
Bono ha dedicado un homenaje a la figura deDon Juan Carlos durante su discurso en la sesión parlamentaria institucional conmemorativa del bicentenario de la apertura de las Cortes de Cádiz, una ceremonia clausurada por el jefe del Estado y en la que también ha intervenido el presidente del Senado, Javier Rojo.
«Habéis hecho por España y por la Monarquía más que todos vuestros antepasados»
Tras recordar que España disfruta del periodo de libertad continuada más largo de su historia, el presidente del Congreso ha destacado que para ello ha sido decisiva la decisión del Rey «a la hora de cortar con la herencia de la dictadura y ponerse al lado de su pueblo».
«Habéis hecho por España, y yo diría que por la Monarquía, más que todos vuestros antepasados juntos», ha recalcado Bono, dirigiéndose al Rey, antes de añadir: «Algunos nostálgicos del pasado, del viejo régimen o de la dictadura, no os perdonan que estuvierais con el pueblo», pero, frente a esas «decenas de gentes sin importancia, España os quiere».
Alusiones irónicas a los nacionalistas
Un grito de «¡Viva el Rey!» surgido de las butacas del público y seguido por todas las autoridades y representantes políticos invitados al acto, entre largos aplausos, ha subrayado estas palabras del presidente del Congreso. En una intervención en la que no han faltado alusiones irónicas a los nacionalistas o independentistas que «torpemente» llaman a España «el Estado», de manera «tan equivocada como ridícula», Bono ha advertido asimismo sobre la necesidad de «impedir que en España nazca un español que tenga más derechos que otros».
«Por más que se empeñen los derrotistas, España no es un edificio en ruinas ni un mero conjunto de normas jurídicas», ha proclamado el presidente de la Cámara Baja, antes de resaltar: España «es garantía de libertad y de igualdad para todos los españoles; no es por ello extraño que los enemigos de la igualdad también lo sean de la España que garantiza la igualdad».
Además, ha puesto el énfasis en el hecho de que, en los 166 años transcurridos entre la Constitución de Cádiz y la de 1978, España sólo disfrutó de 16 años de verdadera democracia, al tiempo que ha recordado que hubo que esperar a la Carta Magna surgida de la Revolución Gloriosa de 1868 para obtener el sufragio universal masculino, así como a la republicana de 1931 para lograr el femenino.
Juan Carlos valora el consenso sembrado por las Cortes de Cádiz
El Rey, acompañado de Doña Sofía, ha animado hoy a valorar y seguir el ejemplo de consenso sembrado hace 200 años por las Cortes de Cádiz para continuar la construcción de «una España moderna, unida, diversa y solidaria, en torno a una Constitución de todos y para todos». En la clausura de la ceremonia, Juan Carlos ha subrayado que el espíritu de la «semilla de libertad» nacida en esta ciudad hace 200 años inspiró a los padres de la actual Constitución, que proporciona a España «el más largo periodo de estabilidad y prosperidad en libertad».
Tras recordar que los diputados reunidos en la Isla de León el 24 de septiembre de 1810 adoptaron por vez primera reglas esenciales para «luchar contra la amenaza y la opresión» y empezar a edificar una nación «justa y solidaria», el jefe del Estado ha destacado la importancia de la Constitución de Cádiz como referente «permanente» para el progreso de España «en democracia y libertad».
«Entrada en la modernidad»
Javier Rojo ha recordado que en 1810 España demostró que es «cuna de acción y de pensamiento» y que «la simbología» de aquellas Cortes, que derribaron «los pilares del antiguo régimen» y supusieron «la entrada en la modernidad», marcó la Constitución de 1978. La sesión institucional se inició con la lectura, a cargo de la parlamentaria más joven, Sara Dueñas, del primer decreto que aprobaron las Cortes de la Real Isla de León y en el que fueron proclamadas la soberanía nacional, la separación de poderes y la inviolabilidad de los diputados.
La lectura de un fragmento de los Episodios Nacionales en el que Benito Pérez Galdós recreó la jornada del 24 de septiembre de 1810 ha servido para evocar un momento histórico en el que «todo respiraba alegría» porque se vislumbraba «una luz nueva». La conmemoración ha reunido a personalidades como la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, o la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, y ha permitido conversaciones distendidas entre oponentes políticos como Alfonso Guerra y Javier Arenas.
Un hito por la libertad, según Fernández de la Vega
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha subrayado hoy la importancia de las Cortes de Cádiz para la lucha por la libertad de los ciudadanos y el progreso del país. La vicepresidenta ha felicitado a todos los españoles y a los de Cádiz en particular por esta fecha especial, que ha recordado que fue el inicio de las Cortes que alumbraron dos años más tarde la primera Constitución española.
«Una conmemoración que nos recuerda la importancia de la política con mayúsculas, la que lucha por las libertades de los ciudadanos, por su bienestar y por el progreso del país», ha añadido. A su juicio, esos son valores imprescindibles en democracia y con los que renuevan su compromiso quienes, como ella, tienen el «privilegio» de ser parlamentarios en la actualidad.
NOTA DEL EDITOR:
Pepe Bono y la «ESPAÑA JUANCARLISTA»
Demasiado cansado y con la mente bloqueada para efectuar una disertación argumental que de respuesta a Pepe Bono sobre sus declaraciones elogiosas al Monarca, además de repetir lo expuesto en otros muchos artículos, pero no quiero dejar la oportunidad de exponer y puntualizar que:
España históricamente ha demostrado ser un país justo y agradecido con la panza llena y manduca en la mesa, sin importarle nunca el origen de la misma.
España es un país precisamente desmemoriado y muy proclive a la amnesia colectiva, máxime si esa memoria trae reminiscencias pasadas que nos enseñan quienes somos. Setenta y tres años de olvido del hecho histórico contemporáneo más importante de la misma así lo demuestran. Además nunca fuimos un país crítico consigo mismo, sólo nos gusta criticar a los demás y eso sí, despellejarnos entre nosotros entre risas y vinos. Pero España que siga siendo una, grande y libre, y más ahora, que estamos de moda y somos campeones de casi todo.
Juan Carlos I es el delfín impuesto por el Caudillo golpista que dirigió la parte más nefasta de nuestra historia, le pese a quien le pese. Los hechos fueron los que fueron. Y éste mismo juró fidelidad al Movimiento así como el respeto a su asesino mentor.
Juan Carlos I, usurpó sin escrúpulos el trono legítimo de su padre amparado por el sátrapa e inicio una instauración monárquica cobijada por una democracia descafeinada y una renuncia colectiva de la máxima expresión de libertad al exigir a cambio de la misma el cercenamiento de una posible república (gobierno legalmente constituido por el pueblo y derrocada por un golpe militar). Juan Carlos I, eliminó en su propio beneficio y por ende en el de la institución monárquica cualquier posibilidad de someterse a la aprobación mayoritaria del pueblo español.
Es cierto que ha hecho más que ninguno de sus antepasados por la monarquía, ya que la perpetuado entre cortinas de humo y un pueblo satisfecho de su propia ignorancia y panza llena.
Pero no se olvide que España siempre ha sido fiel a si misma, y que con hambre se despiertan entonces los fantasmas del pasado para reclamar que se les llene de nuevo el estómago y las ideas. Entonces se verá si España quiere o quería tanto a la monarquía, o simplemente era Juancarlista opr agradecimiento y comodidad, como el buen perro que se deja alimentar por la mano de su amo. No hay nostalgia del pasado, y menos de la dictadura. Lo que hay Sr. Bono, son ganas de recuperar la historia perdida, completarla y el derecho usurpado si así lo desea la mayoría del pueblo.
A Pepe Bono siempre le perdió la boca, la mala memoria colectiva y el revisionismo histórico como a otros muchos, y esj gue Pepe esj muy esjpañol y muy Juancarlijsta.
Jordi Carreño Crispín
Vicepresidente de la A. I La Memoria Viv@