Desde La Memoria Viva os mandamos un fraternal abrazo para empezar con el 2011.
Nuestro anelo de Justicia, Verdad y Rerparación son los que queremos compartir con vosotros, quienes habeis luchado contra vientos y mareas este año 2010. Le quedadan unas dos horas y media y nuestro recuerdo se empapa de memorias.
Gracias por estar ahí, al otro lado de la red.
Pedro Vicente Romero de Castilla Ramos
Presidente de la AI La Memoria Viva
2011
diciembre 31, 2010Familiares de víctimas piden que se modifique la Ley de Memoria Histórica…
diciembre 30, 2010
Imagen de una de las concentraciones que se celebran todos los jueves en la pta. del Sol de Madrid por familiares de víctimas del franquismo
Las asociaciones de familiares de víctimas de la Guerra Civil y el franquismo han exigido al Gobierno que modifique la Ley de Memoria Histórica en el tercer aniversario de su entrada en vigor, al considerar que se ha quedado «pequeña».
El estado de salud de la ley es «bastante débil», según el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Emilio Silva, quien ha criticado el incumplimiento de algunos de los «deberes» que asumió el Gobierno en esta norma.
Silva ha explicado a Efe que queda mucho trabajo pendiente para contar con un mapa de fosas en España y ha censurado que el Ejecutivo haya adquirido un compromiso a través de una ley y luego lo «rebotara» a las comunidades autónomas, provocando «una bronca política artificial».
También ha opinado que el Valle de los Caídos está «en una especie de limbo» y «no acaba de convertirse en un centro que recuerde a quienes lo construyeron».
Además, el portavoz de la asociación ha lamentado la pasividad del Gobierno a la hora de eliminar los símbolos y la nomenclatura de calles y espacios públicos en distintas ciudades de España que «exaltan a los responsables de los asesinatos de miles de personas durante la Guerra Civil y el franquismo».
Ha reclamado al Ejecutivo que se responsabilice de la búsqueda de los desaparecidos en este periodo, de acuerdo con la Convención de Naciones Unidas sobre Desapariciones Forzadas, al considerar «no es posible que las familias que sufrieron el daño se hagan cargo de las exhumaciones».
Por su parte, la secretaria de la Plataforma de Víctimas de Desapariciones Forzadas por el Franquismo, Paqui Maqueda, ha estimado que la Ley de Memoria Histórica se ha quedado «pequeña» para dar respuesta a los colectivos memorialistas que se están transformando en un movimiento de lucha contra la impunidad de los crímenes fascistas.
Maqueda ha pedido al Gobierno que modifique la ley para que recoja la anulación de las sentencias fascistas y el Estado asuma la responsabilidad de localizar, exhumar y entregar los cuerpos a los familiares.
España es el único país del mundo, según Amnistía Internacional, donde los familiares reciben subvenciones para buscar a sus desaparecidos, ha asegurado a Efe la representante de la plataforma.
Asimismo, ha recordado que el fiscal jefe de la Audiencia Nacional Javier Zaragoza en su auto contra el juez Baltasar Garzón por declararse competente para investigar los crímenes del franquismo citó la Ley de Amnistía de 1977 y la Ley de Memoria Histórica de 2007.
Estas dos leyes, ha agregado, han contribuido a sentar el banquillo a Baltasar Garzón, el único juez que ha dado respuesta a las familias de las víctimas y ha tratado de hacer justicia, para juzgarlo por un presunto delito de prevaricación.
La presidenta de la Asociación de Descendientes del Exilio Español, Ludivina García, ha comentado a Efe que la Ley de Memoria Histórica se ha desarrollado de manera «dispar» según sus contenidos.
García ha valorado la concesión de la nacionalidad a los descendientes de los exiliados y ha considerado escaso el millar de certificados otorgados para reconocer la contribución de las víctimas a la lucha por la democracia.
Tras indicar que en otros países europeos las fosas comunes se convierten en lugares de memoria, ha criticado las prisas y la ligereza con que se han llevado a cabo algunas exhumaciones, en las que algunos restos que se han quedado sin identificar han terminado en el osario de algún cementerio condenados a «una segunda muerte
Valedor Pobo admite a trámite la queja de la CRMH sobre apertura pazo Meirás…
diciembre 30, 2010- El Pazo de Meirás edificio icono de la simbología franquista y fascista nacional- fotografía imagen extraída de Google images
A Coruña, 30 dic (EFE).-
El Valedor do Pobo ha admitido a trámite la queja presentada por la Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica (CRMH) de A Coruña en la que exige la apertura al público del Pazo de Meirás.
En este escrito, la CRMH lamenta que «después de dos años desde la declaración del pazo de Meirás como Bien de Interés Cultural (BIC) y de las sentencias judiciales, la Xunta no haya tomado ninguna medida para que se cumpla la Ley» y «parece que actúa, no para defender los intereses colectivos, sino los intereses particulares de la familia Franco».
30-12-2010 /
Por ello, la CRMH solicita al Valedor do Pobo que pida a la Xunta «información sobre las razones del incumplimiento» de la apertura gratuita al público cuatro días al mes -preferiblemente los fines de semana- del pazo de Meirás.
Además, la CRMH reclama a la administración autonómica que no abone los gastos derivados de esta apertura al público, así como la realización de un inventario para conocer los objetos que desaparecieron
Identificados tres maquis de leyenda…
diciembre 30, 2010Sus restos fueros recuperados de una fosa común el pasado marzo. Se trata de tres reconocidos guerrilleros antifranquistas abatidos en una emboscada en 1949
EFE Ciudad Real 30/12/2010
Honorio Molina Merino (c) «El Comandante»; José Méndez Jaramago (i), conocido como el «Manco de Agudo», y Reyes Saucedo Cuadrado «El Parrala» (d).EFE
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Los restos exhumados el pasado 18 de marzo en una fosa común en Retuerta del Bullaque (Ciudad Real) se corresponden con los tres maquis que estaban siendo buscados por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH).
Se trata de los guerrilleros antifranquistas José Méndez Jaramago, Honorio Molina Merino y Reyes Saucedo Cuadrad, que fueron abatidos a tiros por la Guardia Civil durante una emboscada en el monte que tuvo lugar el 12 de marzo de 1949.
La ARMH ha concluido la identificación forense de los restos de esos tres maquis, ha informado Juan Pedro Esteban Palmero, miembro de la ARMH y una de las personas que impulsó los trabajos de búsqueda de los restos de los tres hombres.
Palmero ha señalado que durante el descubrimiento de la fosa se pudo «constatar, por los rasgos físicos y los objetos encontrados, que se trataba de las personas que estábamos buscando».
El 22 de enero se entregarán los restos a sus familiares
No obstante, ha señalado, los trabajos de identificación de los restos llevados a cabo en el laboratorio de la ARMH de Ponferrada (León), lo han confirmado ahora por un proceso científico.
Maquis ilustres
Los tres guerrilleros identificados formaban parte de una partida de maquis que fue muy conocida en esta comarca y en torno a cuyas figuras fue creciendo una gran leyenda que se extendió por las comarcas donde llegó su actividad.
Méndez Jaramago, conocido como el Manco de Agudo, de 34 años, era natural de Higuera de Vargas (Badajoz) pero vecino de Agudo (Ciudad Real); Molina Merino, conocido como el Comandante Honorio, de 31 años, era natural de Villarta de los Montes (Badajoz) y también residente en Agudo y Saucedo Cuadrado, El Parrala, de 31 años, había nacido en Agudo.
La información aportada por vecinos de Retuerta del Bullaque permitió ubicar los restos en el antiguo cementerio de la localidad, propiedad del obispado de Ciudad Real, donde arqueólogos y forenses trabajaron hasta localizarlos.
La leyenda de los tres maquis se extendió por toda la comarca
La entrega de los restos a los familiares de los guerrilleros tendrá lugar el próximo 22 de enero, en un acto que se celebrará en el municipio de Saceruela (Ciudad Real).
Las familias de los asesinados ya han decido donde enteraran los restos de sus familiares. En concreto, Méndez Jaramago será enterrado, junto a los restos de su madre, en Higueras de Vargas (Badajoz).
Los familiares de Molina Merino lo enterrarán en Villarta de los Montes (Badajoz) también junto a los restos de sus familiares más cercanos y los de Saucedo Cuadrado recibirán sepultura en Saceruela junto a los restos de su mujer.
AMHYJA MUESTRA SU INDIGNACIóN POR LA MARGINACIóN DE LAS ASOCIACIONES EN LA PRESENTACIóN DEL MAPA DE FOSAS.
diciembre 29, 2010Asociaciones memorialistas muestran «su indignación» por no ser invitadas a la presentación del Mapa de Fosas
comunes.
Afirman que se tenía que haber planificado conjuntamente con aquellas organizaciones que han participado en su elaboración
SEVILLA, 29 Dic. (EUROPA PRESS) –
La Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia ha manifestado «su indignación y malestar» por la presentación del Mapa de Fosas Comunes en Andalucía, realizada este martes por el viceconsejero de Gobernación y Justicia, José Antonio Gómez Periñán y el comisario de la Memoria Histórica, Juan Gallo, ya que, apuntan, «los datos se han presentado a los medios de comunicación sin que las Asociaciones hayan sido informadas de ello, ni invitadas a tal presentación».
Por ello, a través de un comunicado, las Asociaciones memoralistas quieren hacer llegar a la opinión pública «su malestar e indignación por tal hecho» y solicitan «formalmente» a la Junta de Andalucía que «aclare a la sociedad y a ellas mismas el motivo de tanta precipitación en un presentación que se tenía que haber planificado conjuntamente con aquellas organizaciones que han participado en su elaboración».
En este sentido, han querido dejar claro que los resultados de este Mapa de Fosas «son el fruto del trabajo que subvencionado por la Junta y avalado por la Universidad, ha sido realizado por diferentes Asociaciones de Memoria Histórica de la comunidad andaluza», que, han añadido, «desde hace tiempo están esperando que de manera oficial se les comunicara los resultados de este trabajo, entregado a la Junta de Andalucía hace ya más de dos año».
Además, han apuntado que este trabajo no es propiedad de la Junta de Andalucía, ni de la Universidad, ni siquiera de las Asociaciones que «con gran esfuerzo lo hemos realizado», sino que pertenece a la sociedad civil y «forma parte de la deuda moral e histórica que este país les ha negado hasta ahora a las víctimas del golpe de estado fascista del año 1936 y a sus familiares».
«Las Asociaciones hemos realizado el trabajo de campo y nos hemos recorrido todos los municipios de Andalucía, para que entre familiares y víctimas, a través de la documentación oral, preferentemente, componer el puzzle del Mapa de Fosas de Andalucía, que ha estado olvidado más de 70 años. Es un trabajo de muchos que no deben capitalizar algunos», enfatizan.
Asimismo, y de cara a 2011, las asociaciones de Memoria Histórica esperan que el nuevo año «traiga la Verdad, la Justicia y la Reparación que las víctimas de la represión fascista se merecen y que la Administración Pública y los partidos políticos estén a la altura de ello», concluyen.
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NOTA DE PRENSA DE LA ASOCIACIÓN MEMORIA HISTORICA Y JUSTICIA ANTE LA PRESENTACIÓN DEL MAPA DE FOSAS
Con respecto a la presentación del Mapa de Fosas Comunes en Andalucía realizada por el viceconsejero de Gobernación y Justicia, José Antonio Gómez Periñán y Juan Gallo González, Comisario de la Memoria Histórica, la Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia manifiesta lo siguiente:
– Que los resultados de este Mapa de Fosas son el fruto del trabajo que subvencionado por la Junta y avalado por la Universidad, ha sido realizado por diferentes Asociaciones de Memoria Histórica de nuestra comunidad andaluza.
– Que hace tiempo que las asociaciones estamos esperando que de manera oficial se nos comunicara los resultados de este trabajo, entregado a la Junta de Andalucía hacer ya más de dos año.
– Que este trabajo no es propiedad de la Junta de Andalucía, ni de la Universidad, ni siquiera de las Asociaciones que con gran esfuerzo lo hemos realizado. Que pertenece a la sociedad civil y que forma parte de la deuda moral e histórica que este país les ha negado hasta ahora a las víctimas del golpe de estado fascista del año 1936 y a sus familiares.
– Que con gran sorpresa para las Asociaciones memorialistas, los datos de este ingente trabajo se han presentado a los medios de comunicación sin que las Asociaciones hayamos sido informadas de ello , ni invitadas a tal presentación, que sin duda obedece a intereses desconocidos por nosotros.
– Que a través de este comunicado hacemos llegar a la opinión pública nuestra malestar e indignación por tal hecho y que solicitaremos formalmente a la Junta de Andalucía que aclare a la sociedad y a las Asociaciones memorialistas el motivo de tanta precipitación en un presentación que se tenía que haber planificado conjuntamente con aquellas organizaciones que hemos participado en su elaboración.
-Las Asociaciones hemos realizado el trabajo de campo y nos hemos recorrido todos los municipios de Andalucía, para que entre familiares y víctimas, a través de la documentación oral, preferentemente, componer el puzle del Mapa de Fosas de Andalucía, que ha estado olvidado más de 70 años. Es un trabajo de muchos que no deben capitalizar algunos.
Los hombres y mujeres que formamos las asociaciones de Memoria Histórica esperamos que el año que entra 2011, nos traiga la Verdad, la Justicia y la Reparación que las víctimas de la represión fascista se merecen y que la Administración Pública y los partidos políticos estén a la altura de ello.
Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia.
Noticia proviene de : http://www.todoslosnombres.org/
Artículos combinados: «El terror franquista en Andalucía…»
diciembre 29, 2010Andalucía desvela pueblo a pueblo el terror franquista
La Junta publica un mapa con 614 fosas comunes en 359 municipios
F. ARTACHO / F. GRIMALDI SEVILLA 29/12/2010
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El goteo de puntos negros mancha el mapa más al oeste que al este, más al sur que al norte, en un dibujo que ilustra la ferocidad del avance inicial de las fuerzas golpistas. Todos los puntos son redondos y de igual tamaño. Pero unos esconden más muerte que otros. En Órgiva (Granada) hay 11 puntos. Se desconoce el número de muertos que hay tras la mayoría de ellos. Sí se cree que tras uno hay 196 víctimas. Tras otro, más de 5.000. Órgiva tiene hoy 5.800 habitantes. Quizás sume casi tantos muertos en sus fosas como vivos en sus casas. Para comprobarlo, habría que excavar.
La Consejería de Justicia de Andalucía presentó ayer su mapa de fosas comunes de la Guerra Civil y la represión franquista. Le salen 614 más que en ninguna otra comunidad en 359 de los 711 municipios andaluces. La mayoría son enterramientos de los primeros meses de la guerra. Pero hay posteriores. El último, en Sierro (Almería), es de 1947.
El dato oficial de víctimas asciende a 47.349, pero se queda corto
La Junta pone sobre la mesa como dato oficial 47.349 víctimas de la represión franquista [ver infografía], de las que se conocen los nombres y apellidos de aproximadamente la mitad. «Seguramente sean más», opina Arcángel Bedmar, historiador especializado en el caso cordobés. En las dos fosas de la capital cordobesa la Junta sitúa 1.473 y 811 cuerpos. Bedmar advierte que estos datos, sacados de los libros de cementerio, son aproximaciones «por debajo de la realidad». «Así se comportan las dictaduras, borrando huellas», concluye. Se calcula que en España hay unas 2.000 fosas. En Violencia roja y azul, el historiador Francisco Espinosa cifra en 130.199 los represaliados por el franquismo en España.
Los datos del mapa andaluz salen de archivos civiles y judiciales, ayuntamientos, cementerios, testimonios… Han sido recopilados por las asociaciones de memoria, que han cargado con el grueso del trabajo. El resultado es aproximativo. Hay fosas que no están en la lista porque hay pueblos donde la represión no se ha estudiado. Tampoco es seguro que cada uno de los puntos identificados sean fosas. «Para saberlo con total certeza, hay que abrir», explica Cecilio Gordillo, coordinador de Todos los Nombres. Pero el trabajo sí es una aproximación fidedigna y un buen punto de partida.
Hay localizadas incluso fosas, como la de El Rubio (Sevilla), que figuran en el mapa aunque los cuerpos ya han sido trasladados a otro lugar. Otras, también en el mapa, podrían estar vacías si fueron excavadas para llevar los restos al Valle de los Caídos.
«Para tener certezas, hay que excavar», recuerda Cecilio Gordillo
El mapa de la Junta, en un formato digital interactivo que pronto se publicará en la web de Justicia, permite al usuario consultar las fosas pueblo a pueblo. Con un link en un punto rojos todos ellos en el mapa de la Junta se despliega un menú con fotografías del lugar e información sobre el episodio represivo, la fecha y el número de víctimas. El trabajo supone un avance en cantidad, profundidad y accesibilidad de la información sobre víctimas del franquismo en España. Andalucía se suma a Catalunya, País Vasco y Asturias, las tres pioneras.
«Terroristas de Franco»
Un punto corresponde, por ejemplo, al mayor enterramiento ya excavado en España, el del cementerio de San Rafael, en Málaga, con más de 4.000 cuerpos y casi 3.000 a la espera de identificación. Otro, al de la fosa del cementerio de Huelva, donde se cree que hay 5.000.
«Hay pueblos en los que los terroristas de Franco mataron en un día tantas personas como los terroristas de ETA en toda su historia», afirma Juan Gallo, comisario andaluz de Memoria Histórica. Ahí está mayor fosa de Nerva (Huelva), donde se cree que hay 1.500 cuerpos. O la de Los Pozos, en Alfacar (Granada), donde podría haber 900, no lejos de donde hace un año se buscó a Lorca.
Localizadas en Andalucía 614 fosas con 47.399 asesinados en la Guerra
La mitad de las víctimas enterradas en 359 pueblos están identificadas
RAÚL LIMÓN – Sevilla – 29/12/2010
Cientos de días de documentación e investigación de los horrores de la Guerra Civil a partir, en el 90% de los casos, de testimonios de supervivientes, familiares o investigadores locales han dado resultado: la localización de 614 fosas en 359 pueblos donde fueron asesinados y enterrados 47.399 andaluces.
La Recuperación de la Memoria Histórica
Mapa de las fosas comunes en Andalucía
La mayoría de paredones se hallan en Sevilla, Huelva y Cádiz
La mayoría de paredones (350) se encuentran en Sevilla, Huelva y Cádiz, donde primero ganó el golpe militar fascista. Pero también hay del otro bando. Casi todas las fosas (80%) son de 1936, cuando la ley imperante era el «bando de guerra» y la ejecución se sucedía al denominado «paseo», que consistía en sacar a los vecinos de sus casas o escondites, llevarlos al cementerio (el 71% de los enterramientos han sido localizados en los camposantos o sus alrededores) y fusilarlos.
Estos son algunos de los datos del Mapa de fosas de las víctimas de la Guerra Civil y la posguerra en Andalucía, el trabajo finalizado por las asociaciones memorialistas y las universidades andaluzas a través del Comisariado para la Memoria Histórica de Andalucía. En este trabajo se detallan una a una las fosas localizadas, el contexto histórico en el que se crearon, imágenes y actuaciones realizadas.
El objetivo del trabajo es claro, evitar que el miedo, la represión o la autocensura dejen ocultos episodios clave para conocer un conflicto que, según el estudio que acompaña el mapa, «se convirtió en un deliberado y metódico exterminio del enemigo político (…) que se sirvió de la guerra como contexto y pretexto (…) y dejó un legado de miles de víctimas». En Andalucía, los represaliados por el franquismo suman 130.199.
El resultado ha sido un necesario mapa del horror en el que se detallan asesinatos, violaciones, escarnios, saqueos, esclavitud, exilio y muchas otras formas de represión. «La más cruel», explica el informe, «y la más directamente orientada a borrar la memoria del enemigo fue la del asesinato sin causa judicial y el enterramiento en fosas comunes».
Una de las conclusiones de este ejercicio de memoria es que la guerra dibujó su propio mapa y calendario de muerte. De esta forma, la instauración de los consejos de guerra y del Tribunal de Responsabilidades Políticas, a partir de 1937, supuso que el número de fosas se redujese de 565 a 49. La distribución geográfica también tiene las huellas de la evolución del enfrentamiento. Por eso las provincias occidentales concentran más enterramientos que las que quedaron al Este de la línea entre Peñarroya (Córdoba) y Motril (Granada), donde se estabilizó el frente de guerra.
La mayoría de estas ejecuciones, consideradas penalmente como «desapariciones forzosas», tuvieron lugar en lugares públicos, como los cementerios. Pero un 30% ocurrió junto a carreteras, caminos y vaguadas. Sobre 17 de ellas se edificó posteriormente.
El mapa es significativo porque el 40% de estas fosas han permanecido ignoradas hasta ahora.
Tribuna de Féliz Azúa: «Los privilegios del fósil»…
diciembre 27, 2010FÉLIX DE AZÚA 27/12/2010
Durante la Transición se publicó en Barcelona y en catalán una influyente revista, Taula de Canvi, donde escribía buena parte del aparato ideológico del comunismo regional. Su promotor y director era Alfons Comín, un cristiano castrista ya fallecido, con mucho predicamento entre las élites barcelonesas. En el número de julio-agosto de 1977 figuraba un consejo de redacción compuesto por 18 miembros. Todos ellos, con alguna excepción, han hecho importantes carreras dentro de la Administración y buena parte de los mismos aún sigue, 30 años más tarde, entre los directivos más influyentes de la vida oficial catalana. Puede decirse sin miedo a error que esa revista fue el núcleo del mando intelectual de la izquierda revolucionaria catalana que tomaría el poder en la casi totalidad de los centros decisorios de la comunidad.
La maquinaria cultural catalana exige una adhesión total a los que escriben en castellano
Los nacionalistas catalanes desean la capacidad de decidir quién es y quién no es catalán
Josep Benet, Jordi Borja, Josep M. Castellet, Josep Fontana, Cirici Pellicer, González Casanova, Melendres, Molas, Ramoneda, Solé Tura, Vázquez Montalbán y otros miembros del consejo de redacción se cuentan entre los principales responsables de que la vida cultural catalana haya sido lo que es. Treinta años más tarde solo habría que añadir los aliados independentistas con quienes compartieron el poder a partir de la presidencia de Maragall. Cuando los futuros historiadores escriban el relato de la deriva catalana hacia la secesión deberán leer esta olvidada revista.
El número mencionado iba dedicado a un asunto:Escribir en castellano en Cataluña, cuestión que puede parecer cultural, pero que no ha sido nunca sino el fundamento mismo de la ideología nacionalista. En su presentación Jordi Carbonell, coordinador del número, decía: «Escribir literariamente en castellano en los Países Catalanes ha sido siempre un acto con claras connotaciones políticas; por lo menos tantas como escribir en catalán». Lo de escribir «literariamente» es sugestivo: el juicio político iba contra los escritores «literarios» porque a los demás no era necesario decirles nada, ya sabían cuál era la orden, aunque no la cumplieran: a pesar de las consignas casi todos los camaradas escribían en español en diarios como La Vanguardiao Tele/Express. Treinta años más tarde sigue sucediendo lo mismo.
Carbonell, medalla de oro de la Generalitat en 2001 y presidente de Esquerra Republicana entre 1996 y 2004, añadía más adelante: «El simple hecho de ‘radicar’ en Cataluña o en los Países Catalanes sin la voluntad de devenir (esdevenir) catalán no convierte a una persona en ‘catalán de radicación». Esta es la ambición suprema de los nacionalistas catalanes: poseer la capacidad decisoria que determina quién es y quién no es catalán, herramienta totalitaria que nunca han soltado. Treinta años más tarde la segregación sigue intacta. El propio Montilla lo dijo en más de una ocasión: no basta con nacer y trabajar en Cataluña, hay que manifestar una voluntad pública de «ser catalán» para que el poder te considere catalán. Los comisarios controlan la exclusión y otorgan la integración según un metafísico «querer ser catalán» definido oportunamente por el mando.
El fondo de esta dictadura nacional se sustenta en el mito del invasor. Decía Carbonell en su artículo: «El castellano es justamente la lengua que el poder opresor ha querido imponer en un intento de genocidio cultural consecuencia de una política imperialista». Treinta años más tarde nada ha cambiado, excepto que ahora el mito se enseña en los manuales del Bachillerato. Aunque nadie dude de que la imposición franquista del español sobre el catalán fuera real, lo del «poder opresor» parece que se refiera al Ministerio de la Gobernación y no a lo que antes se llamaba «la burguesía catalana» (auténticos ejecutores del supuesto genocidio), así como a la llegada de los inmigrantes sureños que cargan con la responsabilidad de ser instrumentos de la opresión. La deshonestidad de culpar a los «extranjeros» no solo es una forma insidiosa de xenofobia, sino una mentira que descalifica a quien la dice.
La anterior deshonestidad se completaba con la siguiente frase de Carbonell: «No cabe duda de que los escritores que, viviendo en nuestro país, se expresan literariamente en castellano constituyen un fenómeno cultural inimaginable sin la victoria del fascismo en 1939«. No tener ninguna duda de que el español nunca existió en Cataluña antes de 1939 es el fruto de una ignorancia monumental, de un cinismo rotundo, o de ambas cosas. Sin embargo, 30 años más tarde, esta sigue siendo la verdad oficial.
Tras la introducción, la redacción daba la palabra a los inculpados. Pocos fueron los que contestaron. En tono atemorizado, Carlos Barral aseguraba que él había nacido en una familia bilingüe, pero que tras la muerte de su padre le habían impuesto la lengua materna la cual era «el castellano de la Argentina», pero que de todos modos él se consideraba «irreductiblemente nacionalista». Quienes le conocimos sabemos lo que opinaba Barral sobre el nacionalismo catalán. Más audaz, Gimferrer reivindicaba a los escritores en español siempre que, decía, «hagan suyas las reivindicaciones catalanas» de manera que puedan ser aceptados. Vázquez Montalbán reaccionó dignamente. Allí escribió aquello de que asumía su papel de «judío que vive en Praga y escribe en alemán» y que la encuesta le parecía de orden zoológico más que ideológico. Treinta años después, nada ha cambiado.
Los demás encuestados, todos ellos activistas de la Causa, apoyaban con mayor o menor agresividad la liquidación de los catalanes que escribían en español. Triadú, comisario del ala más totalitaria, afirmaba que quienes escribían en español eran franquistas, pero también lo decía Montserrat Roig cuya inteligencia era algo superior a la de Triadú. «Estos escritores nunca han ayudado voluntariamente a que la literatura catalana se desarrollara y han caído en la trampa política del franquismo», nos sermoneaba Montserrat. El más disparatado era Pedrolo: «Querer pasar por escritor catalán mientras se escribe en castellano equivale a aceptar los planteamientos franquistas». ¿Querer pasar? ¿Y quién quería pasar? Treinta años más tarde, todo sigue igual.
Que todo sigue igual quiere decir que continúa habiendo gente que escribe en español aunque viva en Cataluña, pero que solo si muestra su inquebrantable adhesión al Régimen es aceptado por la maquinaria cultural catalana. Semejante rareza (o semejante chavismo) solo tiene importancia para el contribuyente. A los que escribimos en español no nos afecta porque ya estamos habituados a los insultos del poder. A quienes escriben en catalán esta situación les favorece. La doctrina política oficial solo tiene como consecuencia un gasto desorbitado, el parroquianismo cultural y la ausencia de oposición o competencia. El resultado es que no por ello ha aumentado la lectura de literatura catalana y que la cultura oficial es de uso exclusivamente local y clientelar. Los sueños de cosmopolitismo cultural, de la Cataluña internacional, de la Barcelona destacada en el mapa europeo y demás quimeras se han fundido en el aire exactamente igual que los miles de millones de euros que ha costado fundirlas.
Hay algo, sin embargo, sobresaliente. Que la así llamada «izquierda catalana» no haya superado ni un milímetro sus posiciones totalitarias de hace 30 años, que mantenga programas culturales que en Europa ya solo defiende la extrema derecha, ofrece algunas indicaciones de por qué el tripartito ha perdido cientos de miles de votos el mes pasado. Sin embargo, no enmiendan: para esta gerontocracia todo ha de seguir como en Taula de Canvi. En cuanto se supo la magnitud del fracaso salieron en tromba los más derechistas del Partido Socialista Catalán a decir que todo había sucedido por no haber sido lo suficientemente nacionalistas. Estos ideólogos delirantes querrían mantener intactas las estructuras de poder de hace 30 años porque garantizan su dominio sobre los demás ysus privilegios por encima de todo el mundo. El arrogante menosprecio con el que se dirigen a sus (ex) votantes indica que jamás aceptarán la realidad social catalana. Es muy chocante ver a un por así decirlo socialista envuelto en la bandera catalana. Es un oxímoron viviente. O quizás agonizante.
Félix de Azúa es escritor.
«No tuvimos miedo. La prioridad era la acción»…
diciembre 27, 2010MARIANGELA PAONE 27/12/2010
El 11 de mayo de 1960, mientras un grupo de agentes del Mosad capturaba en Buenos Aires a uno de los principales responsables del Holocausto, el oficial de las SS Adolf Eichmann, un veinteañero de origen judío, Serge Klarsfeld, cruzaba su mirada en el metro de París con una joven alemana. Beate, ese era su nombre, se convertiría en su mujer e inseparable compañera en la búsqueda de criminales nazis por el mundo. «Era muy guapa. Yo me acerqué y tres años después nos casamos», recuerda Serge, sentado al lado de su esposa en un ruidoso restaurante del centro de Madrid. En aquel lejano mayo parisiense, ninguno de los dos sabía que acabarían formando parte del puñado de individuos que dedicaron sus vidas a perseguir a los autores de los crímenes del Tercer Reich.
El matrimonio dedicó su vida a la búsqueda de los criminales nazis
Siete años más tarde de su primer encuentro, Beate, protestante e hija de un soldado de la Wehrmacht, que trabajaba para la oficina franco-alemana para la juventud (un organismo ideado por el presidente Charles de Gaulle y el canciller Konrad Adenauer para acercar a los jóvenes de los dos países), escribió, con la ayuda del marido, una serie de artículos en los que atacaba al canciller alemán Kurt-Georg Kiesinger por su pasado nazi y pedía su dimisión. Quien salió despedida fue ella. «Juntos preparamos un informe», comenta Serge. Su mujer deja que él cuente cómo se convirtieron en cazanazis.
Medio siglo después de cruzarse en el subterráneo de la capital francesa, no dejan de coincidir. Piden el mismo menú, ensalada de tomate y pollo asado. Serge teje el relato y Beate añade los detalles que llenan la historia. Cuenta así cómo en noviembre de 1968 irrumpió en el congreso del partido cristianodemócrata y montó una escena que quedaría para la historia. «Me acerqué a Kiesinger y le abofeteé», afirma, enfilando otro bocado, como si fuera lo más normal del mundo golpear en medio de sus seguidores al canciller de la Alemania federal y enfrentarse después a una condena de un año de cárcel. «Fue un acto muy simbólico», comenta el marido. «Como si hubiera abofeteado a su propio padre». El suyo, Serge lo perdió en Auschwitz en 1944.
No era atrevimiento juvenil lo que movía a los Klarlsfeld. «Tampoco venganza», asegura Serge. Gracias a ellos cayeron personajes como Klaus Barbie, el Carnicero de Lyon, al que encontraron en Bolivia, y Kurt Lischka, jefe del servicio antijudío de la Gestapo. Dicen que nunca tuvieron miedo. «La prioridad era la acción», repiten. Y no pararon. Ni cuando a Beate le detuvieron en Bolivia, en Argentina o en Siria, donde intentaba encontrar al nazi Alois Brunner, el segundo de Eichmann. Ni cuando en 1979 una bomba destruyó su coche. Ni cuando, para protegerles, la policía tuvo que vigilar durante año y medio la casa en la que vivían con sus dos hijos.
Ya no cazan nazis -«no quedan cazanazis porque los nazis tendrían 100 años hoy», dicen-, pero se dedican a conservar la memoria de lo que fue y viajan sin parar para atender a conferencias y dar su testimonio. Mientras terminan el postre -un flan para él y un helado de vainilla para ella, lo único en lo que no coinciden- el marido vuelve sobre lo que alimentó durante más de cuatro décadas su labor: «Si no nos hubiéramos conocido, no hubiéramos hecho lo que hicimos. El amor nos animó».
El brazo de la izquierda en Argentina…
diciembre 27, 2010La Federación de Sociedades Gallegas mantiene su lucha tras 89 años de vida
JOSÉ LUIS ESTÉVEZ – Buenos Aires – 27/12/2010
Acercarse a los 90 años de vida y mantener coherencia con los principios que inspiraron su fundación es algo que no consiguen muchas instituciones. Sí lo ha logrado la Federación de Sociedades Gallegas de la Argentina (FSG), que nació con una declaración de principios que denunciaba la explotación del campesinado en Galicia a principios del siglo XX por parte de la «clase caciquil gobernante». La historia de la FSG siempre estuvo vinculada al pensamiento político de izquierdas y en su seno se registraron importantes controversias entre las diversas facciones que la integraban. Su papel fue fundamental para apoyar a la República y para acoger a miles de perdedores de la Guerra Civil que se exiliaron en Argentina. Hoy las luchas son otras, pero la federación sigue en primera línea de fuego.
Nació en Buenos Aires para denunciar la explotación de los labriegos en Galicia
El colectivo apoya que se investiguen las dictaduras de los dos países
Ruy Farías, historiador y responsable de Investigación del Museo de la Emigración Gallega (Mega) de Buenos Aires, explica que la FSG es un claro exponente de la importancia que ha tenido la emigración en el desarrollo político y social de Galicia a lo largo del siglo pasado. «Hay que tener en cuenta que un 50% de los gallegos que emigraron a Argentina acabó volviendo a Galicia y eso contribuyó a generar intercambios de todo tipo entre ambas orillas», señala Farías. La FSG nace a finales de octubre de 1921, después de un congreso constituyente que duró más de un mes, su primer secretario general fue Ángel Martínez Castro, dirigente socialista y agrarista.
Una de las primeras decisiones de la directiva de la institución fue la puesta en marcha de un periódico que inicialmente se llamó El despertar gallego y que posteriormente tomó el nombre de Galicia. A través de sus páginas se puede comprobar la variedad de posturas ideológicas que convivieron en la federación a lo largo de los años. «El diario no es solo una herramienta de concienciación, sino que también se convierte en un elemento fundamental para la vida social de la colectividad gallega en Argentina. Además, era muy leído en Galicia», apunta Farías.
«La federación nace con una vocación claramente agrarista para apoyar al campesinado en Galicia, pero enseguida llegaron otras ideas, como el galleguismo, el comunismo y el socialismo, que tendrían una gran presencia en la vida de la institución», explica Farías. Apenas ocho años después de su creación hubo una escisión entre galleguistas y socialistas, que volvieron a unirse en el seno de la FSG en 1936. Con el estallido de la Guerra Civil, la federación se convierte en un instrumento de apoyo permanente a la causa republicana. Se crea la Central Gallega de Ayuda al Frente Popular Español, que sirve para canalizar la ayuda. «Argentina es el tercer país del mundo que más apoyó a la República después de Francia y Suecia, y en gran parte se debe a la ayuda de los gallegos encabezada por la FSG», indica el historiador.
Tras la derrota republicana se presta apoyo a los perdedores y se facilita la llegada de los que quieren exiliarse en Argentina. Llegan muchos intelectuales y algunos de ellos tuvieron un papel importante en la vida de la federación. Una de las disputas más célebres tuvo lugar entre Castelao, partidario de la creación de centros provinciales que debilitarían a la federación, e intelectuales como Eduardo Blanco Amor, Arturo Cuadrado y Luís Seoane, que estaban en contra de esta posición. Con la dictadura franquista, a la federación se le cierran los caminos para actuar en Galicia, pero alguno de sus miembros, como Antonio Seoane, deciden cruzar el océano para tomar las armas y combatir al enemigo desde dentro. Murió ejecutado a garrote vil en A Coruña en 1948.
En las décadas de los cuarenta y cincuenta, la FSG llegó a agrupar a medio centenar de sociedades y a unos 10.000 miembros. En la actualidad, esa cifra se ha reducido a 11 sociedades y unos 4.000 afiliados. Su actual presidente es Francisco Lores, quien destaca que la entidad sigue luchando por los principios que llevaron a su creación y que se resumen básicamente en «la lucha por la dignidad del hombre». Una de las asignaturas pendientes es la incorporación de jóvenes para reemplazar a los mayores que han llevado el peso de la FSG a lo largo de varias décadas. Iniciativas como la creación del Museo de la Emigración Gallega han permitido abrir la institución a nuevas generaciones.
Como las banderas siguen siendo las mismas, cada año se organiza en abril un homenaje a la República y se apoyan causas como la investigación de los crímenes del franquismo en España, la persecución de los represores en Argentina o la lucha contra la restricción del voto a los emigrantes. «Seguimos de cerca lo que pasa en Galicia y estamos contra el ahogamiento de nuestro idioma. Con la Xunta actual mantenemos una relación de respeto e incluso hay alguna ayuda de ellos para el museo», explica Lores, quien, cuando se le pregunta por las protestas contra el voto emigrante, vuelve a exhibir el espíritu guerrero que forma parte del ADN de la FSG: «Soy partidario de tomar medidas contundentes. Para hacer otra manifestación y sacarnos una foto que no cuenten conmigo»
El chantaje del testigo…
diciembre 27, 2010JAVIER CERCAS 26/12/2010
No falla: cada vez que, en una discusión sobre historia reciente, se produce una discrepancia entre la versión del historiador y la versión del testigo, algún testigo esgrime el argumento imbatible: “¿Y usted qué sabe de aquello, si no estaba allí?”. Quien estuvo allí –el testigo– posee la verdad de los hechos; quien llegó después –el historiador– posee apenas fragmentos, ecos y sombras de la verdad. Elie Wiesel, superviviente de Auschwitz y Buchenwald, lo ha dicho con un ejemplo: para él, los supervivientes de los campos de concentración nazis “tienen que decir sobre lo que allí pasó más que todos los historiadores juntos”, porque “sólo los que estuvieron allí saben lo que fue aquello; los demás nunca lo sabrán”. Esto, me parece, no es un argumento: es el chantaje del testigo.
Javier Cercas
“La memoria es frágil, interesada: no siempre se acierta a separar el recuerdo de la invención”
Tomo la cita de Wiesel de un necesario alegato en favor de la historia publicado por Santos Juliá en la revista Claves (nº 207). Necesario porque, en un tiempo saturado de memoria, ésta amenaza con sustituir a la historia. Mal asunto. La memoria y la historia son, en principio, opuestas: la memoria es individual, parcial y subjetiva; en cambio, la historia es colectiva y aspira a ser total y objetiva. La memoria y la historia también son complementarias: la historia dota a la memoria de un sentido; la memoria es un instrumento, un ingrediente, una parte de la historia. Pero la memoria no es la historia. Elie Wiesel tiene razón, aunque sólo a medias: los supervivientes de los campos nazis son los únicos que conocen de verdad el horror incalculable de aquel experimento diabólico; pero eso no significa que entendiesen el experimento, y sí más bien que, demasiado ocupados con su propia supervivencia, quizá se hallan en la peor situación posible para entenderlo. Tolstói afirma en Guerra y paz que “el individuo que desempeña un papel en el acontecer histórico nunca entiende su significado”. En la un décima parte de Guerra y paz, Pierre Bezujov se adentra en la batalla de Borodino; va en busca de las glorias que ha leído en los libros, pero lo único que encuentra es un caos absoluto o, como escribe Isaiah Berlin, “la confusión habitual de los individuos, ocupados en satisfacer al azar tal o cual deseo humano (…) una sucesión de accidentes cuyos orígenes y cuyas consecuencias, en general, no se puede rastrear ni predecir”. Treinta años antes de Guerra y paz, Stendhal concibió una escena semejante: al principio de La cartuja de Parma, Fabrizio del Dongo, ferviente admirador de Napoleón, toma parte en Waterloo, pero, igual que Bezujov en Borodino, no entiende nada o sólo entiende que la guerra es un caos absoluto y no “aquel noble y común arrebato de almas generosas que él se había imaginado por las proclamas de Napoleón”. Claro que hay en el testimonio de Bezujov y de Del Dongo una verdad profunda, según la cual la guerra no es, para quienes intervienen en ella, más que un cuento lleno de ruido y de furia, que no significa nada. Pero la verdad de Bezujov y de Del Dongo no es toda la verdad; precisamente porque no participó en Borodino ni en Waterloo, el historiador puede silenciar el ruido y aplacar la furia, inscribir Borodino y Waterloo en la serie de las guerras napoleónicas y la serie de las guerras napoleónicas en la serie de la historia del siglo XIX o de la historia a secas, y de ese modo darle un sentido al cuento. A menos que sea muy ingenuo (o muy soberbio), el historiador no pretende alcanzar así la verdad absoluta, que es la suma de infinitas verdades parciales, y como tal inalcanzable; pero, a menos que sea muy inconsciente (o muy perezoso), el historiador sabe que tiene la obligación de acercarse al máximo a esa verdad perfecta, y la posibilidad de hacerlo más que nadie.
Un historiador no es un juez; pero la forma de operar de un juez se parece a la de un historiador: como el juez, el historiador busca la verdad; como el juez, el historiador estudia documentos, verifica pruebas, relaciona hechos, interroga a testigos; como el juez, el historiador emite un veredicto. Este veredicto no es definitivo: puede ser recurrido, revisado, refutado; pero es un veredicto. Lo emite el juez, o el historiador, no el testigo. Éste no siempre tiene razón; la razón del testigo es su memoria, y la memoria es frágil y, a menudo, interesada: no siempre se recuerda bien; no siempre se acierta a separar el recuerdo de la invención; no siempre se recuerda lo que ocurrió, sino lo que ya otras veces recordamos que ocurrió, o lo que otros testigos han dicho que ocurrió, o simplemente lo que nos conviene recordar que ocurrió. De esto, desde luego, el testigo no tiene la culpa (o no siempre): al fin y al cabo, él sólo responde ante sus recuerdos; el historiador, en cambio, responde ante la verdad. Y, como responde ante la verdad, no puede aceptar el chantaje del testigo; llegado el caso, debe tener el coraje de negarle la razón. En tiempo de memoria, la historia para los historiadores.
Listado provisional de víctimas republicanas de la Guerra Civil y la Posguerra enterradas en el cementerio de Cáceres…
diciembre 27, 2010La Asociación Pro Memorial en el Cementerio de Cáceres (PROMECECA) persigue, entre otros objetivos, el reconocimiento y homenaje público de las víctimas republicanas de la Guerra Civil y la posguerra que fueron enterradas en el cementerio de Cáceres.
Desde PROMECECA ponemos a disposición de toda persona interesada un LISTADO PROVISIONAL para confirmar, completar o corregir estos datos. Esperamos la colaboración de todos.
Enviar datos a: memorialcaceres@gmail.com
Este enlace lo encontraréis también en nuestras páginas en: «Listados de desaparecidos»
Enterrar a los muertos,desenterrar la memoria
diciembre 27, 2010Una crítica al programa de TVE sobrela Memoria Histórica…
por Vicenç Navarro
Televisión Española ha presentado un documental, “Tengo una pregunta para mí: ¿vivimos en deuda con elpasado?”, que consiste en cuatro entrevistas a cuatro personas a las que se les pregunta su opinión sobre lo que ha venido a llamarse en España “recuperación de la memoria histórica”.
Los entrevistados son José Álvarez Junco, una de las personasque escribió la ley conocida por tal nombre; otros dos son Javier Pradera y Santos Julià, que han sido muy críticos con aquellos sectores de las izquierdas que quieren recuperar la memoria de los vencidos, exigiendo responsabilidades; y Julián Casanovas, historiador que critica lo que él define como intento de politizar la memoria, hecho que considera criticable,pues cree que se debiera dejar tal labor de recuperar y conocer el pasado a los historiadores. Todos ellos expresan preocupación por como se está llevando este proceso, atemorizados de que pueda desembocar enunas tensiones que consideran innecesarias e improductivas. Piden que se encuentre a los muertos desaparecidos y, si susfamilias así lo desean, los entierren y se les honre. Pero están preocupados por que este proceso se desmadre y vaya ahora a reavivar lo que ellos llaman “los fantasmas de la Guerra Civil”.
Creo que ésta es también la postura del gobierno socialista y la del mayor partido de la oposición, el PP. Antes de expresar mi desacuerdo con tales posturas, creo justo intentar resumir la postura de cada uno de los entrevistados. De los cuatro entrevistados, el más interesante y más sorprendente considero que es José Álvarez Junco. Éste explica que cuando la Oficina de la Presidencia del Gobierno de España le pidió que escribiera la Ley (como miembro de una Comisión encargada de prepararla) se le instruyó que hiciera una ley que satisficiera tanto a los descendientes políticos de los vencedores, como de los vencidos. Era una ley, según le dijeron en Presidencia, “para cerrar heridas”, aceptable por parte de los dos bandos. (Por cierto, un elemento común en las respuestas de los cuatro entrevistados, es que todos definen lo que llaman la Guerra Civil como una guerra entre dos bandos, definición que no comparto y a la cual me referiré más adelante). La ley, por lo tanto, tenía que satisfacer tanto a las derechas (al PP), como a las fuerzas democráticas herederas de las que existieron en las Cortes Republicanas y de las que lucharon contra la dictadura, de las cuales las izquierdas eran la gran mayoría. No era, aclara José Álvarez Junco, una ley de la memoria histórica, sino una ley de reconocimiento a las víctimas de los dos bandos de la Guerra Civil y de la dictadura. Ahora bien, este reconocimiento tenía límites, según José Álvarez Junco. El nuevo estado democrático –dice él – era continuista del estado anterior, y por lo tanto no podía anular juicios aprobados por el estado anterior. Es más, de hacerlo tendría que conllevar pagos, compensaciones y reivindicaciones que el nuevo estadono estaba dispuesto a realizar. Por lo demás, José Álvarez Junco considera el mandato que había recibido de la Comisión suficientemente complejo como para desanimarle a ir mas allá de reconocer a las víctimas, pues ello nos llevaría a considerar cuál es la memoria, de las muchas que hay, que merece ser recuperada. De ahí que la mejor solución era dejar tal decisión a las familias de los desaparecidos y que éstas –las que así lo desearan – recuperaran la memoria de sus seres queridos. Por otra parte –añade José Álvarez Junco–no es fácil definir quién es una víctima, o si la víctima merece el reconocimiento y/o el homenaje. ¿Es, se pregunta José Álvarez Junco, merecedor de reconocimiento como demócrata un maquis comunista, cuando –según José Álvarez Junco– tal maquis intentaba establecer una dictadura estalinista? Creo haber resumido correctamente las posturas de José Álvarez Junco. Y, repito, considero sorprendente que el gobierno socialista español quisiera hacer una ley en la que se intentara honrar a las víctimas y a la vez satisfacer a los victimizadores. Incluso numéricamente, los golpistas crearon muchas más víctimas que los que defendieron la República Democrática y lucharon más tarde para reinstaurarla de nuevo, incluyendo, por cierto, al Partido Comunista y los maquis. Como bien ha documentado el Catedrático Josep Fontana, el Partido Comunista tenía como objetivo restablecer la democracia parlamentaria existente durantela República. Es más, las víctimas de los republicanos no hubieran existido si no hubiera habido un golpe militar que desencadenó toda la violencia.
Considerar como un proyecto factible el desarrollar una ley de reconocimiento que satisfaga por igual a vencedores y vencidos asume erróneamente que lo que ellos llaman los dos bandos comparten las mismas responsabilidades en lo ocurrido en aquel periodo de nuestra historia, lo cual es obviamente falso.
Una recuperación justa con homenaje a las víctimas, lleva inevitablemente a denunciar a los vencedores. De ahí la continua oposición a tal proceso por parte de sus sucesores. Creer que se puede satisfacer a vencedores y vencidos es asumir y reproducir esta imagen tan generalizada hoy en España, de que la mal llamada Guerra Civil era una lucha entredos bandos que, llevados por ideologías extremas (como subraya Julián Casanovas), cometieron barbaridades, que es importante recordar y conocer para no reproducirlas en el futuro.
Pero la realidad, fácilmente documentable, fue distinta. En realidad, lo que se requiere no es sólo la recuperación de la memoria de los vencidos, sino la corrección de la historia que se ha enseñado a la juventud en este país. José Álvarez Junco indica que ha habido “silencios” sobre la historia de España. Pero, por lo visto, no se pregunta porqué ha habido tales silencios. En realidad, estos silencios se deben precisamente al enorme poder que los sucesores de los vencedores tienen todavía sobre el estado español continuista del anterior y sobre la sociedad. ¿Cómo se explica que los primeros documentales que se presentan en la televisión española (el medio de educación popular más importante del país) sobre las atrocidades del franquismo (documentales como “Els Nens Perduts del Franquisme”), sin acompañarlos de los “horrores”cometidos por el otro bando (como siempre había ocurrido) no se hiciera hasta casi un cuarto desiglo después de que se inaugurara la democracia? La función de este silencio es reproducir la versión “oficial” que se enseñó durante muchos años, que fue transformándose desde presentar a los golpistas como los buenos, a la versión existente hoy de que no hubo ni buenos ni malos, pues los dos bandos eran culpables.
Esta versión de los dos bandos es la versión “oficial” que adquiere su relevancia, no por sanción del estado, sino por la ausencia de otras versiones que la cuestionen, al estar excluidas en los mayores medios (incluyendo los públicos) de información y persuasión. José Álvarez Junco niega que haya una “historia oficial” y tampoco desea que exista. Ninguno de los cuatro entrevistados quiere hacerla, denunciando a aquellos que lo desean. Si visitan cualquier país democrático verán, sin embargo, que en las escuelas públicas se explica una única historia, resultado de unos valores democráticos definidos por las instituciones representativas gobernadas por las fuerzas democráticas.En cualquier país democrático, los libros de textoen las escuelas son aprobados por los representantes de la población. Y, en su mayoría, promueven valores democráticos, incluidos en la versión de sus historias. En España, los silencios son reflejo del miedo y/o el deseode no mirar atrás, pues el estado actual es, como José ÁlvarezJunco reconoce, un estado continuista de un estado dictatorialbasado en un golpe militar. De ahí el énfasis en no mirar al pasado, pues este no mirar al pasado es una manera de silenciar una visión democrática de nuestro pasado, promoviendo así indirectamente la versión de los dos bandos que comparten responsabilidades en lo acaecido. Pero este silencio también tiene su función, según Álvarez Junco: permitir la convivencia entre los herederos de los dos bandos, cada uno con su propia memoria.
El estado actual es continuista de un estado dictatorial basado en un golpe militar. No mirar al pasado es una manera de silenciar una visión democrática de nuestro pasado….
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La CRMH de A Coruña pide retirar a Fraga la distinción de «hijo adoptivo»
diciembre 27, 2010A Coruña, 27 dic (EFE).- La Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica de A Coruña (CRMH) ha reclamado hoy la retirada al ex-presidente gallego Manuel Fraga de su distinción como «hijo adoptivo» de la ciudad, «por los servicios prestados a la dictadura franquista».
En el tercer aniversario de la aprobación de la Ley que regula la retirada de la simbología franquista de las calles de las ciudades españolas, la CRMH ha difundido un comunicado en el que afirma que «queda mucho por hacer».
Los escudos franquistas de la fachada del cuartel de Atocha; las placas en las calles Mola, Sarjurjo, División Azul, Caídos; los retratos de alcaldes franquistas; o la calle Calvo Sotelo, «uno de los instigadores del levantamiento en la ciudad», son algunos de los elementos que todavía no han sido retirados.
La CRMH valora en el comunicado la retirada de elementos como la estatua de Millán Astray o el bajorelieve de Franco del salón municipal de plenos.
La ARMH de Palencia ha realizado en 2010 cinco exhumaciones en fosas comunes…
diciembre 27, 2010El colectivo dice que pocos ayuntamientos cumplen la Ley de Memoria Histórica cambiando o eliminando nombres o símbolos alusivos al régimen franquista…
El Gobierno tiene pendiente decidir si demole el antiguo edificio de Loterías, donde lucen símbolos franquistas…
diciembre 26, 2010MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El Gobierno tiene que tomar una decisión sobre el futuro de la antigua sede de Loterías y Apuestas del Estado (LAE), sita en la calle Guzmán el Bueno de Madrid, un edificio perteneciente a Patrimonio Nacional obra de Manuel Ródenas, que fue inaugurado en 1963 y en cuya fachada luce un escudo franquista.
Los orígenes de la antigua sede de Loterías, que hasta el año pasado acogió el Sorteo Especial de Navidad, se remontan a 1958, año en el que se celebró un sorteo especial cuyos beneficios fueron destinados a la construcción de la sede. Desde 1963 hasta el año 2000, el personal de LAE compartió sus instalaciones con el Servicio de Aduanas.
A mediados de 2009 la sede de Loterías y Apuestas del Estado se trasladó a una nueva sede en la calle Capitán Haya de la capital, pero el Gobierno aún no ha decidido qué hará con el histórico edificio de Guzmán el Bueno.
«AGUILUCHOS FRANQUISTAS»
Así es lo ha explicado el Ejecutivo al diputado de Izquierda Unida en el Congreso, Gaspar Llamazares, quien presentó una pregunta oral interesándose por los «dos aguiluchos franquistas» que aún lucen en el edificio del número 137 de Guzmán el Bueno.
El Gobierno ha confirmado que ese símbolo preconstitucional está catalogado en el mapa que se elaboró para aplicación de la conocida como Ley de Memoria Histórica, que prevé la eliminación de la simbología franquista, pero vincula su pervivencia a la decisión que se adopte sobre el futuro de la edificación.
A este respecto, informa a Llamazares de que recientemente se ha finalizado un estudio y que, en base a su informe final, se evaluará si se construye un nuevo edificio, se acomete una rehabilitación integral del actual o se opta por otras opciones. En cualquier caso, la decisión se adoptará en coordinación con la Dirección General del Patrimonio del Estado.