Andalucía desvela pueblo a pueblo el terror franquista
La Junta publica un mapa con 614 fosas comunes en 359 municipios
F. ARTACHO / F. GRIMALDI SEVILLA 29/12/2010
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El goteo de puntos negros mancha el mapa más al oeste que al este, más al sur que al norte, en un dibujo que ilustra la ferocidad del avance inicial de las fuerzas golpistas. Todos los puntos son redondos y de igual tamaño. Pero unos esconden más muerte que otros. En Órgiva (Granada) hay 11 puntos. Se desconoce el número de muertos que hay tras la mayoría de ellos. Sí se cree que tras uno hay 196 víctimas. Tras otro, más de 5.000. Órgiva tiene hoy 5.800 habitantes. Quizás sume casi tantos muertos en sus fosas como vivos en sus casas. Para comprobarlo, habría que excavar.
La Consejería de Justicia de Andalucía presentó ayer su mapa de fosas comunes de la Guerra Civil y la represión franquista. Le salen 614 más que en ninguna otra comunidad en 359 de los 711 municipios andaluces. La mayoría son enterramientos de los primeros meses de la guerra. Pero hay posteriores. El último, en Sierro (Almería), es de 1947.
El dato oficial de víctimas asciende a 47.349, pero se queda corto
La Junta pone sobre la mesa como dato oficial 47.349 víctimas de la represión franquista [ver infografía], de las que se conocen los nombres y apellidos de aproximadamente la mitad. «Seguramente sean más», opina Arcángel Bedmar, historiador especializado en el caso cordobés. En las dos fosas de la capital cordobesa la Junta sitúa 1.473 y 811 cuerpos. Bedmar advierte que estos datos, sacados de los libros de cementerio, son aproximaciones «por debajo de la realidad». «Así se comportan las dictaduras, borrando huellas», concluye. Se calcula que en España hay unas 2.000 fosas. En Violencia roja y azul, el historiador Francisco Espinosa cifra en 130.199 los represaliados por el franquismo en España.
Los datos del mapa andaluz salen de archivos civiles y judiciales, ayuntamientos, cementerios, testimonios… Han sido recopilados por las asociaciones de memoria, que han cargado con el grueso del trabajo. El resultado es aproximativo. Hay fosas que no están en la lista porque hay pueblos donde la represión no se ha estudiado. Tampoco es seguro que cada uno de los puntos identificados sean fosas. «Para saberlo con total certeza, hay que abrir», explica Cecilio Gordillo, coordinador de Todos los Nombres. Pero el trabajo sí es una aproximación fidedigna y un buen punto de partida.
Hay localizadas incluso fosas, como la de El Rubio (Sevilla), que figuran en el mapa aunque los cuerpos ya han sido trasladados a otro lugar. Otras, también en el mapa, podrían estar vacías si fueron excavadas para llevar los restos al Valle de los Caídos.
«Para tener certezas, hay que excavar», recuerda Cecilio Gordillo
El mapa de la Junta, en un formato digital interactivo que pronto se publicará en la web de Justicia, permite al usuario consultar las fosas pueblo a pueblo. Con un link en un punto rojos todos ellos en el mapa de la Junta se despliega un menú con fotografías del lugar e información sobre el episodio represivo, la fecha y el número de víctimas. El trabajo supone un avance en cantidad, profundidad y accesibilidad de la información sobre víctimas del franquismo en España. Andalucía se suma a Catalunya, País Vasco y Asturias, las tres pioneras.
«Terroristas de Franco»
Un punto corresponde, por ejemplo, al mayor enterramiento ya excavado en España, el del cementerio de San Rafael, en Málaga, con más de 4.000 cuerpos y casi 3.000 a la espera de identificación. Otro, al de la fosa del cementerio de Huelva, donde se cree que hay 5.000.
«Hay pueblos en los que los terroristas de Franco mataron en un día tantas personas como los terroristas de ETA en toda su historia», afirma Juan Gallo, comisario andaluz de Memoria Histórica. Ahí está mayor fosa de Nerva (Huelva), donde se cree que hay 1.500 cuerpos. O la de Los Pozos, en Alfacar (Granada), donde podría haber 900, no lejos de donde hace un año se buscó a Lorca.
Localizadas en Andalucía 614 fosas con 47.399 asesinados en la Guerra
La mitad de las víctimas enterradas en 359 pueblos están identificadas
RAÚL LIMÓN – Sevilla – 29/12/2010
Cientos de días de documentación e investigación de los horrores de la Guerra Civil a partir, en el 90% de los casos, de testimonios de supervivientes, familiares o investigadores locales han dado resultado: la localización de 614 fosas en 359 pueblos donde fueron asesinados y enterrados 47.399 andaluces.
La Recuperación de la Memoria Histórica
Mapa de las fosas comunes en Andalucía
La mayoría de paredones se hallan en Sevilla, Huelva y Cádiz
La mayoría de paredones (350) se encuentran en Sevilla, Huelva y Cádiz, donde primero ganó el golpe militar fascista. Pero también hay del otro bando. Casi todas las fosas (80%) son de 1936, cuando la ley imperante era el «bando de guerra» y la ejecución se sucedía al denominado «paseo», que consistía en sacar a los vecinos de sus casas o escondites, llevarlos al cementerio (el 71% de los enterramientos han sido localizados en los camposantos o sus alrededores) y fusilarlos.
Estos son algunos de los datos del Mapa de fosas de las víctimas de la Guerra Civil y la posguerra en Andalucía, el trabajo finalizado por las asociaciones memorialistas y las universidades andaluzas a través del Comisariado para la Memoria Histórica de Andalucía. En este trabajo se detallan una a una las fosas localizadas, el contexto histórico en el que se crearon, imágenes y actuaciones realizadas.
El objetivo del trabajo es claro, evitar que el miedo, la represión o la autocensura dejen ocultos episodios clave para conocer un conflicto que, según el estudio que acompaña el mapa, «se convirtió en un deliberado y metódico exterminio del enemigo político (…) que se sirvió de la guerra como contexto y pretexto (…) y dejó un legado de miles de víctimas». En Andalucía, los represaliados por el franquismo suman 130.199.
El resultado ha sido un necesario mapa del horror en el que se detallan asesinatos, violaciones, escarnios, saqueos, esclavitud, exilio y muchas otras formas de represión. «La más cruel», explica el informe, «y la más directamente orientada a borrar la memoria del enemigo fue la del asesinato sin causa judicial y el enterramiento en fosas comunes».
Una de las conclusiones de este ejercicio de memoria es que la guerra dibujó su propio mapa y calendario de muerte. De esta forma, la instauración de los consejos de guerra y del Tribunal de Responsabilidades Políticas, a partir de 1937, supuso que el número de fosas se redujese de 565 a 49. La distribución geográfica también tiene las huellas de la evolución del enfrentamiento. Por eso las provincias occidentales concentran más enterramientos que las que quedaron al Este de la línea entre Peñarroya (Córdoba) y Motril (Granada), donde se estabilizó el frente de guerra.
La mayoría de estas ejecuciones, consideradas penalmente como «desapariciones forzosas», tuvieron lugar en lugares públicos, como los cementerios. Pero un 30% ocurrió junto a carreteras, caminos y vaguadas. Sobre 17 de ellas se edificó posteriormente.
El mapa es significativo porque el 40% de estas fosas han permanecido ignoradas hasta ahora.