HOMENAJE A ANGELITA CUESTA, HOMENAJE A TODOS LOS REPUBLICANOS: «LAS ROSAS QUE NUNCA SE MARCHITARON»

enero 9, 2011

LAS ROSAS QUE NUNCA SE MARCHITARON

Si consabida es ya mi admiración y respeto por el sexo femenino, por lo que es y representa, mucho más lo es, cuando las mujeres son el ejemplo a seguir en lo que se refiere a entrega, dignidad, honorabilidad y lucha. No creo que no haya mujer que encaje en alguno de estos calificativos, pero hay algunas (creo que muchas) que son además excepcionales. Y entre ésas mujeres excepcionales están (con todos mis respetos por las demás), las mujeres republicanas.

Aquellas que sufrieron la represión franquista de un modo brutal y desmedido, que fueron víctimas no sólo por ser y representar unos valores, sino que lo fueron por el mero hecho de ser mujeres, y además, de ser mujeres capaces de poner en evidencia la incapacidad del hombre en su total y ladina condición. Fueron asesinadas, violadas, vejadas, encarceladas, perseguidas, marginadas, les robaron a sus hijos (quizás la peor, o una de las peores aberraciones cometidas contra ellas) por la simple razón de ser militantes o seguidoras de los preceptos republicanos, de la libertad, de la voluntad popular, o tan siquiera ni eso. Muchas de ellas lo fueron tan sólo por ser la madre, la hija, la hermana, la esposa, la tía, la prima, la amiga de… Fueron las rosas tricolores, el último bastión del republicanismo.

De entre todas ellas, hay un ramo muy especial de rosas que las representa a todas como un icono imborrable, como un símbolo de identidad propia, las llamadas trece rosas. Aquellas trece  mujeres que el 5 agosto de 1939 eran fusiladas por la sinrazón de un régimen exterminador y genocida juntamente a los 43 hombres, todos ellos acusados de pertenecer al J. S. U. y, como medida represiva por el asesinato del comandante de la Guardia Civil Isaac Gabaldón, inspector de policía militar de la 1ª Región Militar y encargado del «Archivo de Masonería y Comunismo». De las trece mujeres asesinadas por el procedimiento del fusilamiento  y por medio de sentencia sumaria, cayeron siete que en aquél entonces eran menores de edad todavía. (La mayoría de edad estaba en los 21 años).

Después de ellas, otras muchas rosas quedaron plantadas en el oprobio de la represión y la dictadura, pero también, todas ellas, sin excepción alguna, fueron rosas bellas, dignas de los colores tricolores, hermosas representaciones de la lucha libertaria y de la dignidad humana.

Intentaron cercenar el jardín aplastándolas, sometiéndolas, eliminándolas. Probaron doblegarlas hasta romperlas  como varas secas de avellano, sin embargo, ellas eran como los juncos de la ribera de la libertad, la razón y el honor, y no se rompían, seguían de pie. Fueron rosas que nunca se marchitaron, porque siempre estuvieron regadas con el recuerdo de aquellos que creyeron una vez en un mundo mejor. Y son rosas que nunca se marchitarán, porque siempre estaremos alguno de nosotros para recordarlas y abonar la memoria de su recuerdo.

La tricolor sigue después de 75 años con el crespón negro y cada vez que la vida corta una rosa tricolor, o la cruel parca se lleva a alguien que la defendió con honor y valentía, nos va dejando más huérfanos si cabe, a todos aquellos que de un modo u otro fueron víctimas directas o todavía lo son indirectamente, como los familiares de los represaliados o desaparecidos del franquismo.

El jardín republicano está en la obligación de conservar y replantar de nuevo su memoria, de seguir su lucha y de no abandonarlos, porque de hacerlo, es como si los condenáramos nosotros por segunda vez, y no hay peor condena que el olvido, porque éste, representa que no han existido y eso, es una vil falacia y una injusticia. Ellos y sobre todo ellas, estuvieron aquí e intentaron darnos como testimonio de sus vidas el legado de un mundo mejor que el que ellos pudieron vivir.

Hoy en la persona de Angelita Cuesta, quedan todas(os) homenajeados, porque ella, la rosa más pequeña de todas, ha sido cortada de la vida, para que TODOS recordemos que hay que replantar en su lugar la rosa de la memoria. La rosa eterna, la que no se marchita. Ella, que a sus 91 años, todavía continuaba su lucha y la búsqueda de su padre, ella que vio no hace mucho como su rosa hermana se iba, ella que no cejó ni abandonó nunca su batalla por la libertad y la pelea contra la impunidad del régimen sátrapa y asesino, nos deja el ejemplo y el testimonio de su vida como significado de lo que debemos hacer, y para mi está muy claro. No dejar que se nos marchite ninguna de nuestras rosas, no dejar que el olvido borré la imagen del jardín de las flores más hermosas de este país, de nuestra historia. Ellas son las rosas que nunca se marchitaron. Descansa en paz compañera, nosotros seguimos tus pasos.

Jordi Carreño Crispín

Vicepresidente de la AI La Memoria Viv@

El último adiós a la «Rosa que nunca se marchitó»

Fallece Angelita Cuesta a los 91 años de edad, compañera de las «trece rosas» en su lucha contra el franquismo.

EFE Valencia 08/01/2011

Angelita Cuesta, compañera de 'Las Trece Rosas', fallecida en Valencia. Asociación de la memoria histórica. 

Angelita Cuesta, compañera de «Las Trece Rosas», fallecida en Valencia. Asociación de la memoria histórica.

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Angelita Cuesta, fallecida el miércoles a los 91 años y quien fuera compañera de las trece jóvenes conocidas como «Las trece rosas»que fueron fusiladas en 1939 por ser militantes de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), ha sido enterrada hoy en Valencia.

Según ha explicado el coordinador del Grupo valenciano para la recuperación de la memoria histórica, Matías Alonso, Cuesta, hermana de Carmen, otra de las compañeras de «Las trece rosas», también sufrió los «avatares de aquellos días de plomo y venganza» al final de la Guerra. En una nota de prensa, ha dicho que «Angelita fue la rosa que nunca se marchitó. Se fue entera, fresca y luchadora, arrancada de repente por la fatalidad. Murió por un accidente, pero no sin plantear su última lucha encarnizada frente a la muerte durante trece días».

La república en el féretro

«Ella misma nos dijo en vida que en su último viaje quería llevar consigo la bandera republicana, y así ha sido. Por lo menos eso no se le ha negado», ha proseguido Alonso en el comunicado. El coordinador, que ha asistido al entierro, ha afirmado que el testigo de Angelita lo toman ahora sus nietos, porque «esta historia no puede terminar aquí».

«Las hermanas Cuesta merecen este último gesto hacia su memoria y la de otros centenares, miles, de personas que junto a su padre, Alfonso, pagaron con sus vidas su lealtad al régimen legítimo y su defensa de ideales de libertad hoy plenamente vigentes en toda Europa», ha considerado.

«Descansen en paz las hermanas Cuesta, desaparecidas con escasos dos meses de diferencia. Nosotros seguiremos en el empeño de que, como ellas, puedan descansar otras miles de víctimas y familiares que tampoco tienen sitio donde honrar la memoria de sus difuntos desaparecidos», ha concluido.

Público.es

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Angelita, una de las rosas de las JSU

 


«Yo también fui militarizado»

enero 9, 2011

Bajo el mando del ejército. Desde 1968 son varias las empresas que, por decisión gubernamental, han sido controladas por las autoridades castrenses

IÑIGO ADURIZ MADRID 09/01/2011

Carteros, ferroviarios, policías municipales, conductores de metro y, por último, controladores aéreos. Todos comparten una misma experiencia: en algún momento los militares se han convertido en sus máximos jefes.

La tajante decisión del Gobierno de militarizar a los gestores del espacio aéreo con la declaración del estado de alarma el pasado 5 de diciembre fue la última, pero no la única medida de estas características adoptada en España. Durante los últimos años del franquismo, y en los primeros de la Transición, la militarización se convirtió en un instrumento de presión recurrente por parte del Estado para sofocar las movilizaciones que reclamaban mejoras salariales y laborales, por un lado, y nuevas libertades y avances sociales, por otro.

En la Transición el Gobierno intentó evitar protestas en sectores esenciales

Entre 1968 y 1979, los militares estuvieron en algún momento al frente de Correos, Renfe, los astilleros Bazán, la eléctrica Endesa, la Guardia Urbana de Barcelona y la Empresa Municipal de Transportes de Madrid.

«Negociábamos el primer convenio de la empresa, que hablaba de libertad y de amnistía y, en respuesta, la dirección decidió no dejar entrar a los astilleros a los miembros de la junta sindical», explica el histórico dirigente de CCOO Ángel Porto, que trabajaba en la ferrolana Bazán cuando fue militarizada. Aquel mes de marzo de 1972, la plantilla del astillero respondió a la decisión de la dirección con un plante que la policía repelió «con disparos al aire».

Los cargos sindicales fueron despedidos y la fábrica se llenó de carteles que explicaban «con detalle» la equiparación del rango militar con las distintas categorías profesionales, agrega Porto. Él y otros siete compañeros fueron condenados a cuatro años de cárcel por un consejo de guerra que les atribuyó un delito de sedición. «Durante nueve días recibí tres palizas diarias en las que estaba presente incluso el juez militar que me había condenado», recuerda.

Algunos afectados debían llevar una insignia con la M de militar

De los profesionales militarizados consultados por PúblicoPorto fue el que recibió mayores represalias. En los demás casos la militarización se quedó en un susto, pero consiguió paralizar sus reivindicaciones, aunque sólo mientras duró la situación excepcional.

El 9 de enero de 1976 Francisco Benítez y sus compañeros de Correos recibieron un carné militar en cuyo reverso les recordaba que sus actuaciones estaban sujetas a la jurisdicción militar. Llevaban nueve días de huelga «ilegal», reconoce, en protesta por los bajos salarios que recibían, las horas extras que jamás llegaban a cobrar y los duros castigos a los que estaban sometidos «a veces incluso por hacer bromas». No vieron a los militares en las instalaciones de sus oficinas, aunque desde la dirección les insistieron en que al mando estaba un coronel.

Mantuvieron las protestas

Pese al miedo, una vez desmilitarizados, «después de varios meses», mantuvieron sus protestas y ya en 1978 celebraron las primeras elecciones sindicales. Algo similar sucedió en Renfe un año antes. A fuerza de movilizaciones, finalmente se creó el Pleno de Representantes Ferroviarios que fue el organismo encargado de negociar con la empresa los sucesivos convenios colectivos.

A los afectados se les obligaba a llevar una insignia con la «M de militar»

«Nuestra generación fue a la que le tocó luchar y la que consiguió los derechos de los que ahora disfrutamos», reivindica Luis Muñoz, por aquel entonces oficial de telecomunicaciones y actual miembro de la ejecutiva federal del sector ferroviario de CCOO. La militarización de Renfe, en enero de 1976, llegó por el temor de la dirección de la empresa ante las primeras negociaciones colectivas.

Según relata Muñoz, cada ferroviario recibió una «M de militar» que debía llevar en todo momento en un lugar visible. «De todas formas la gente mantuvo sus protestas. Hubo incluso quien se ponía la insignia del revés, para simular la W de water«, recuerda. Al cabo de unos seis meses, todo acabó con un laudo «que establecía unos acuerdos mínimos entre trabajadores y patronal».

«Una vez fallecido el dictador Franco, hubo una ebullición de movilizaciones», añade Julio Varela, que en 1978 trabajaba en el mantenimiento de Endesa, creada tan sólo dos años antes. En octubre de ese año, dos meses antes de la aprobación de la Constitución, los empleados secundaban una huelga indefinida y, «con la intención de garantizar el abastecimiento de electricidad», Endesa se militarizó. «De vez en cuando aparecían algunos militares en las centrales, pero su presencia era muy discreta», rememora Varela.

Donde se produjo una movilización masiva fue en las empresas municipales de Madrid y Barcelona entre 1976 y 1979. El caso más llamativo fue el de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de la capital. Se dio la curiosa situación de que, desde el 27 de octubre de 1976 y durante varias semanas, los autobuses de la capital estuvieran conducidos por militares. El motivo de ello fue que los trabajadores no acudían a sus puestos.

La militarización de Renfe o Correos pretendió evitar mejoras laborales

«Se creó una plataforma sindical unitaria para negociar mejoras salariales que no fue aceptada por la dirección y los trabajadores reaccionaron», rememora Julián López, que en los años de la Transición participaba activamente en la negociación de las mejoras salariales de sus compañeros conductores. En Metro de Madrid esas mismas protestas provocaron su militarización en 1976.

La Policía Municipal de la capital estuvo bajo la autoridad militar al menos en dos ocasiones, según explica Miguel Gómez Orcajo, quien durante años se encargó de vigilar la llamada zona azul de pago de aparcamiento de la ciudad. La primera se produjo en 1968. «Existía un malestar general y empezaban los movimientos en las fábricas», señala. Pero antes de que llevaran a cabo cualquier tipo de protesta los militares de Franco se apoderaron de los cuarteles. «Nos leyeron el Código Penal militar y nos amenazaron con condenarnos a pena de muerte si protestábamos», lamenta. La segunda militarización llegó en 1977 por la negociación del convenio.

En 1976, en Barcelona, las reivindicaciones de Guardia Urbana y bomberos finalizaron en militarizaciones. El consistorio se había negado a aceptar los convenios que proponían las juntas sindicales y se agudizaron las protestas, relata Fabriciano Alepuz, líder sindical en el momento. Tres años más tarde, la negociación de las condiciones laborales en el metro de la capital catalanaacabaron también con la empresa en manos del ejército.

Público.es

 

El control militar durante la dictadura e incluso la Transición fue otro modo de represión desde los estamentos e instituciones públicas


Cádiz: «La ciudad celebra la primera Jornada de la Memoria Histórica»

enero 9, 2011

Exposiciones, conferencias y música conforman un programa que se desarrolla esta semana

Cádiz celebra su primera jornada de Memoria Histórica

REDACCIÓN/ CHICLANA | ACTUALIZADO 09.01.2011 –
Bajo el lema ‘Recuperar la memoria…. una cuestión de justicia‘, desde este martes y hasta el próximo sábado la localidad acogerá la I Jornada Memoria Histórica en Chiclana.
Un evento que, a lo largo de cuatro días, contará con diversas exposiciones, charlas, conferencias y un concierto.

La programación se abrirá el martes con la inauguración de la jornada y de las exposiciones que llevan por título ‘Campo de concentración de Castuera’, a cargo de la Asociación Memorial Campo de Concentración de Castuera, y ‘Esclavitud bajo el franquismo: Carreteras y fortificaciones en el Pirineo Occidental’, del colectivo Memoriaren Bideak.

Dichas exposiciones se podrán visitar en el Teatro Moderno hasta el sábado.

Esta primera jornada contará con un cierre musical, concretamente con la actuación de Francisco Narváez, cantautor memorialista.

Reseñar que el acto inaugural contará con la presidencia de Pedro Jiménez, presidente del colectivo local; Juan Gallo, comisario para la Recuperación de la Memoria Histórica de Andalucía; José María Román y Nadine Fernández.

El miércoles el acto central de la jornada será la presentación del libro ‘Cautivo de la gestapo’. Legado y tragedia del dirigente republicano y masón gaditano Manuel Muñoz Martínez, natural de Chiclana, del autor Fernando Sigler Silvera.

‘Individuas de dudosa moral’ será la conferencia que el viernes, a partir de las siete, ofrecerá Pura Sánchez, licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Granada y en la actualidad profesora de Lengua castellana y Literatura en el IES Velázquez de Sevilla.

Por lo que se refiere al sábado, jornada de clausura, a partir de las once de la mañana se desarrollará una charla-coloquio bajo el título ‘Recuperar la Memoria….una cuestión de justicia’ en la que intervendrán representantes de colectivos de la memoria de Sevilla, Castuera, Marchena, Guillena, Sierra de Cádiz y Chiclana.

La música de la joven cantautora Lucia Sócam (‘Verdades escondidas’) y de Francisco Narváez cerrará dichas jornadas.

Diario de Cádiz vía google noticias


«Que haya víctimas del franquismo sin identificar enterradas en cunetas dice muy poco de un Estado que se hace llamar democrático»

enero 9, 2011

«No sirve de nada una ley de Memoria Histórica si no se vigila que se cumpla»

 

Javier Moreno Díaz, en Madrid. modem press

 

Javier moreno Díaz Presidente de la Asociación Foro por la Memoria, responsable de las excavaciones en Felechosa

Mieres del Camino,
C. M. BASTEIRO

Javier Moreno Díaz (Madrid, 1972) es el Presidente de la asociación Foro por la Memoria de Madrid. Dirigió con firmeza y desde la sombra, pero siempre en el campo de trabajo, la excavación de la fosa de Cabacheros, en Felechosa. Ahora que los restos van a ser analizados genéticamente para entregarlos a sus familiares, aún no ha dejado de trabajar. Sigue en contacto con las familias y lucha para involucrar a las administraciones públicas en el respeto por la Memoria Histórica y las víctimas del franquismo. Quiere que se termine «esta falta de higiene democrática».

-¿En qué momento se encuentra la identificación de los cuerpos de Cabacheros?

-Nosotros hicimos entrega de los restos al departamento de Antropología de la Universidad Autónoma de Madrid, siguiendo la cadena de custodia. Ellos serán los que realicen una datación antropológica, pero los resultados tendrán que esperar.

-¿Cuándo podrían estar listos?

-En un principio, se dio un plazo de entre seis meses y un año. Nos consta que la Universidad tiene que analizar más restos de otras fosas comunes. Por el momento, aún no se han puesto en contacto con nosotros por lo que creemos que la datación de los cuerpos de Felechosa aún no ha comenzado. Mientras tanto, seguimos en comunicación con los familiares, para darles apoyo y mantenerlos al tanto de las novedades.

-¿Qué es la cadena de custodia?

-Los restos de Cabacheros, y los de cualquier fosa común que se exhuma, tienen que estar controlados en todo momento y exigen mucho cuidado. Hay que tener en cuenta que son los últimos vestigios, las últimas pruebas y la única huella de un crimen, por lo que se extrema el cuidado.

-Los restos de Cabacheros hicieron un viaje de más de 500 kilómetros.

-Nos preocupaba especialmente ese tema, el del transporte. Hay mucha distancia desde el cementerio de Oviedo hasta Madrid y esas horas las vivimos en vilo. Cogimos las cajas en Asturias y llegaron, tal cual estaban, a la Universidad Autónoma. Nadie puede tocar los restos hasta que se inicie el análisis en el laboratorio.

-Mientras tanto, las denuncias que interpusieron sobre la fosa, para reconocer los crímenes en Cabacheros e involucrar a la administración siguen avanzando. ¿En qué momento se encuentran?

-No hay novedades, todo está muy parado. Sólo nos queda esperar a ver lo que dicta la Audiencia Nacional. En el caso de que la respuesta no nos satisfaga, llegaremos a los tribunales europeos.

-El municipio de Aller es el concejo con más fosas comunes en Asturias, ¿proyectan volver a excavar en la zona?

-Sí, concretamente en Felechosa tenemos más fosas localizadas. El concejo de Aller es uno de los puntos geográficos más afectados por la represión, por su situación, y manejamos datos sobre los desaparecidos y su posible ubicación. Por el momento, tenemos que esperar a que se terminen los análisis de Cabacheros y saber qué porcentaje de desaparecidos, dentro de los que tenemos datados, estaban allí enterrados. En cuanto este proceso termine, habrá que empezar a pensar en excavar nuevos enterramientos.

-Lena está en una situación similar, ¿han trabajado en el municipio?

-Sí, hemos mantenido relación con un descendiente de una víctima que, presuntamente, podría estar enterrado en la fosa de Parasimón, en Pajares. Por el momento, lo único que hemos hecho es una visita visual, por así decirlo. Nos guiamos por lo que cuenta un testigo, como ocurre en la mayoría de los casos en los que se busca a los desaparecidos, y creemos que es muy probable que el enterramiento esté donde el testimonio señala.

-¿Es importante contar con la ayuda de los testigos?

-Por supuesto. Para ponerle un ejemplo, en Córdoba pudimos datar un cuerpo sin necesidad de análisis de ADN. El hombre que nos guió, un pastor, dijo que, durante la represión, vio saltar de un camión a un hombre que conocía, y que le mataron dándole un culatazo con la escopeta. Cuando excavamos en esa fosa, el primer cuerpo que descubrimos presentaba una fractura en la pierna, lo que demostraba la teoría de que había saltado del camión y, además, tenía la clavícula rota por el golpe con la escopeta. Pudimos contactar con los familiares sin falta de ir a un laboratorio.

-También en Lena, la Comisión de Memoria Histórica acaba de denunciar que hay peligro de que se pierda una fosa por una construcción cercana. ¿Es algo habitual?

-No es la primera vez que se pierde una fosa y nosotros exigimos cuidado. Defendemos un modelo total de respeto por la Memoria Histórica. Esto abarca desde la protección de las fosas hasta que se involucren las administraciones públicas en excavaciones y en el reconocimiento de los cuerpos para que los familiares puedan encontrarse con sus ancestros.

-¿Ve muy difícil alcanzar este objetivo?

-En este momento se ve muy difícil y cuanto más se separan de nuestro trabajo y de las distintas actuaciones es peor. No sirve de nada una Ley de Memoria Histórica si las administraciones no vigilan que se cumpla. Tampoco ayuda que no se involucren.

-¿Hace falta un cambio?

-Creemos que el hecho de que haya víctimas del franquismo enterradas en cunetas, sin identificar, dice muy poco de un Estado que se hace llamar democrático. España vive ahora una situación muy llamativa en cuanto a la higiene democrática. Como digo, no sirve de nada crear leyes si no se vigilan.

«Los restos de Cabacheros exigen un sumo cuidado porque son la única huella de un crimen»

«Seguiremos trabajando en Aller cuando se identifiquen a las personas enterradas en la fosa»

La Nueva España vía google noticias


La ‘Plataforma de Niños Robados durante el franquismo’, dispuesta a acudir a la justicia internacional…

enero 9, 2011

En España la Audiencia Nacional ha descartado la vía judicial pero ha abierto la puerta a la investigación y la identificación por la vía administrativa, a través de la creación de una oficina de búsqueda a nivel nacional.

MARTA DEL VADO   08-01-2011

La Plataforma de Niños Robados durante el franquismo está dispuesta a ir a la justicia internacional para que se investiguen los casos de desapariciones de menores durante la dictadura. En España, la Audiencia Nacional ha descartado la vía judicial pero ha abierto la puerta a la investigación y la identificación por la vía administrativa, a través de la creación de una oficina de búsqueda a nivel nacional.

Las 300 familias que denuncian, a través de la Plataforma de Niños Robados, casos de desapariciones de menores durante el franquismo quieren que sea la Justicia la que lleve a cabo las investigaciones, identificaciones y posibles condenas a los responsables de los casos de robos de menores durante la dictadura. El fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, descartó en diciembre esta vía pero los afectados insisten en que van a agotar todas las instancias posibles, tanto a nivel nacional como internacional, para que se esclarezca lo que ellos describen como una «trama organizada de tráfico de niños».

Mar Soriano, afectada y portavoz de la Plataforma asegura que «la prioridad es encontrar a sus familiares desaparecidos» pero que «no es justo que tengan que renunciar a una investigación judicial». Por eso van a agotar todas las instancias en España donde puedan denunciar y, si no sale adelante, «recurrirán a la justicia internacional».

Todo esto a la espera de que el Ministerio de Justicia abra una Oficina a nivel nacional para que esas investigaciones se lleven a cabo por lo administrativo, tal y como les dijo el fiscal. Según Soriano, «será la que coordine todo el tema de búsquedas.

Zaragoza nos dijo que se abriría una base de datos donde se recogerán los ADNs, tanto de los que buscan como de los buscados». La oficina, que se tendrá que poner en marcha previo Real Decreto, se encargará también de facilitar a las familias el acceso a información en cualquier organismo público, administración u hospital. Los afectados están a la espera de reunirse con el ministro Francisco Caamaño durante las próximas semanas.

http://www.cadenaser.com/sociedad/articulo/plataforma-ninos-robados-durante-franquismo-dispuesta-ir-justicia-internacional/csrcsrpor/20110108csrcsrsoc_2/Tes