Aparece el archivo oculto de los Machado…

marzo 6, 2011

Los herederos descubren 3.000 documentos que incluyen la primera carta que escribió Antonio y textos censurados de Manuel. Acaban de publicar una obra de teatro inédita escrita entre los dos hermanos

P. CORROTO / M. SERRANO MADRID 06/03/2011

Son 72 folios escritos a puño y letra con dos diferentes caligrafías. Ambas irregulares, con trazos picudos y sin ningún tipo de control sobre los márgenes. Los textos están plagados de anotaciones, de tachaduras. Es una obra de teatro con casi todas sus piezas,excepto el título. Y nadie sabía absolutamente nada de ella.

Esta es una parte del tesoro que se encontraron los herederos de Antonio y Manuel Machado hace un año y medio, durante uno de los trabajos de recuperación de los manuscritos de los escritores por parte de la familia. «Vimos que un 60% estaba escrita por Antonio y un 40% por Manuel. Es una obra de teatro en prosa completamente inédita», cuenta a este periódico el sobrino-nieto de los hermanos, Manuel Álvarez Machado.

«Un 60% de la obra la escribió Antonio y un 40% Manuel», dice su familiar

El texto apareció entre un cúmulo de más de 3.000 documentos, además de poemas, artículos y cartas. Es el material que se quedó en Madrid una vez estalló la Guerra Civil, el 18 de julio de 1936. Manuel y Antonio habían abandonado la ciudad en julio y noviembre de aquel año, respectivamente. Los dos tenían pensado regresar, pero cuando acabó la guerra todo había cambiado. Antonio había muerto en la ciudad francesa de Collioure, en febrero de 1939, y Manuel fue el encargado de recoger el material de la casa de su hermano entonces en la madrileña calle General Arrando y llevárselo a la suya, en Churruca, muy cerca de la Biblioteca Municipal, en la que había trabajado durante la República. Tras la muerte de Manuel, en 1947, y la del único hermano que permanecía en España, Francisco, todo el material pasó a manos del resto de descendientes.

Rescatar la memoria

Los trabajos de recuperación y digitalización del material machadiano comenzaron hace 12 años. Sin embargo, fue la obra de teatro la que mayor impacto causó en la familia. «Nadie sabía nada y suponemos que la escribieron entre los dos hacia 1934 o 1935. No tiene título, pero la llamamos como su protagonista, Adriana Lecouvreur», afirma Álvarez Machado. En realidad, era bastante habitual que los dos hermanos titulasen sus obras teatrales con el nombre de sus protagonistas, como Juan de Mañara, La condesa de Benamejí y La prima Fernanda.

Entre los documentos hay poemas, artículos y cartas

Adriana Lecouvreur, que acaba de publicar la editorial Alupa, es una obra de intriga policiaca y un homenaje al teatro con grandes dosis de denuncia social. La protagonista es una actriz que existió y que fue primera figura de la Comedia Francesa en el siglo XVIII. Amiga del filósofo Voltaire, su triste final en 1730 por disentería motivó que ya en 1850 el dramaturgo Eugène Scribe compusiera una obra dedicada a ella, en la que introducía como causa de su muerte el envenenamiento. En 1902 la historia era tan conocida que Francesco Cilea montó una ópera con este argumento.

Los hermanos Machado, sin embargo, imprimieron su sello en la historia trágica de la joven actriz. Entre las diferencias, Lecouvreur no es hija de una familia humilde que alcanza el estrellato, sino una noble a la que su padre repudia por dedicarse al teatro y que por diversos azares acaba en la ruina. Tampoco muere por envenenamiento, sino que se ve envuelta en una trama en la que, jugando con el vodevil, el enredo y el thriller, aparecen bandidos y prostitutas con el único afán de matar a la actriz. Los dramaturgos también introdujeron a una princesa celosa como principal instigadora del crimen. Al final les quedó una tragicomedia española costumbrista, que bebe de los mismos instintos que su otra obra teatral, la conocida La Lola se va a los puertos.

«A ellos siempre les interesó más la cultura popular que la de los clubes universitarios», afirma Manuel Álvarez. De hecho, su teatro alcanzó bastante eco entre el público y los dos escritores mantuvieron amistad con actrices muy reconocidas de la época, como la gran intérprete Margarita Xirgú, y dramaturgos como Jacinto Benavente.

«Manuel criticó el franquismo siempre que pudo», explica su sobrino-nieto

La cara política de Manuel

Esta obra estaba mezclada con otros papeles que incluyen los artículos que Manuel escribió para la prensa del régimen franquista. Según sostiene su sobrino-nieto Manuel Álvarez, son las cuartillas en las que su tío hacía anotaciones a las expresiones que la propaganda había añadido a sus escritos. «Cuando lees estas cuartillas te das cuenta de que tachaba frases enteras, y no por la censura, sino por todo lo contrario. Son expresiones como por eso hay que aplaudir a la Falange Española’. Hay muchos Arriba España’ y Viva Falange’ tachados», dice Manuel Álvarez.

El único texto que carece de correcciones pertenece a 1946. Manuel consiguió dar esquinazo a la censura con un artículo titulado El quinto no matarás. «En él dice claramente: Se puede morir por una idea, pero no matar por ella’. E insistía en que el fascismo y el falangismo habían utilizado la violencia y por eso habían fracasado rotundamente. Los pone de vuelta y media», señala Álvarez.

Las instituciones han dado la espalda al archivo de los Machado

A pesar de estos artículos, la imagen de Manuel Machado ha sufrido «una controversia, con la que no tuvo que lidiar Antonioporque su postura siempre quedó bastante clara», relata su sobrino-nieto. Sin embargo, según él, Manuel Machado intentó huir en varias ocasiones, «pero le pillaron y otros escritores como [José María] Pemán le advirtieron de que no lo volviera a intentar, porque podría traerle serias consecuencias. Mi opinión es que se quedó en España y criticó el sistema siempre que pudo».

Entre los documentos que pertenecen a la familia también figuran muchas cartas, que se enviaron entre los hermanos y también entre el resto de la familia y los amigos. Sin embargo, permanecen todavía bajo llave. Sólo hay una accesible que escribió Antonio a su padre en 1893, cuando sólo tenía 17 años. Es el primer documento escrito que se posee del autor de Campos de Castilla.

Antonio Machado Álvarez se había marchado en 1892 a Puerto Rico en busca de trabajo. Su hijo, que entonces tenía «una letra peculiar, pequeña y grande, nada homogénea y nada bonita», dice su sobrino-nieto, le escribió una carta en la que le hablaba de los estudios de sus hermanos. Era todavía la voz de un adolescente.

Desinterés institucional

A pesar de estos más de 3.000 documentos de los hermanos Machado, Manuel Álvarez cree que la figura de sus ilustres familiares ha pasado por un periodo de desinterés. «Y parece que hay cosas que se quieren obviar. Yo tengo un vídeo de Antonio en el congreso del 14 de enero de 1937 de las Juventudes Socialistas Unificadas. Allí aparece con Santiago Carrillo y La Pasionaria, y con el puño derecho levantado. Porque Antonio estaba más a la izquierda que los partidos tradicionales de la izquierda», lamenta su familiar. Como también le sorprende que ni el Ministerio de Cultura ni el Ayuntamiento de Sevilla ni la Junta de Andalucía mostraran su disposición hacia el archivo machadiano.

El material aún inédito, dice Manuel Álvarez Machado, saldrá publicado próximamente. Aunque si ninguna editorial se interesa, es posible que lo cuelgue directamente en internet.

La recámara de dos clásicos

Teatro
Entre el material que los hermanos dejaron en Madrid al inicio de la Guerra Civil destacan los manuscritos de la obra inédita, ‘Adriana Lecouvreur’, pero también otros textos escritos de puño y letra como ‘Las adelfas’, obra que había sido estrenada en 1928. Otro de los manuscritos es el del drama ‘El hombre que murió en Madrid’, de Manuel Machado (1941). Además, existen tres manuscritos de las versiones que los hermanos realizaron de obras de teatro clásico de Lope de Vega y Calderón de la Barca.

Poesía
También se han documentado multitud de poemas. Muchos de ellos fueron publicados y conocidos por el público, pero entre el material de trabajo hay anotaciones y estrofas de algunos de los poemas más conocidos que ambos no quisieron publicar en su momento. Por ejemplo, se han encontrado muchas hojas de trabajo de ‘Juan de Mairena’, de Antonio Machado.

Artículos
Principalmente se conocen las cuartillas de Manuel Machado sobre los artículos que escribió para la prensa franquista. Son textos tachados y con expresiones escritas al margen en las que Manuel insiste en que fue la propaganda del régimen la que escribió frases como ‘Arriba España’ o ‘Viva Falange’.

Cartas
Las cartas entre los hermanos, la familia y los amigos no se han dado a conocer por deseo de los herederos. Sin embargo, sí se sabe que existe una carta que Antonio escribió con 17 años a su padre cuando este se marchó a Puerto Rico en 1892.

Estudios
Otro de los documentos son las once cuartillas de un trabajo sobre ‘El Quijote’. Hay bastante material de estudio de los Machado. Por eso, según los familiares, en un principio no se prestó mucho interés al legado puesto que se pensaba que eran elementos de trabajo.

Público.es


ESCUCHE, SR. JUEZ.”

marzo 6, 2011

Ante el Supremo mientras cae la nieve…

Madrid, jueves , 3 de marzo de 2011

Ayer mientras pedíamos,

una vez más, Justicia

caían cuatro copos

–     espundias, que diría

mi buen amigo César.

Los policías con pasamontañas

calado nos llevaban

–     mano suave esta vez – de calle en calle

igual que a los ganados

los arrea el zagal de pago en pago.

Arreciaba la nieve

y el Alto Tribunal se acorazaba

detrás de sus maderos – hoy azules -.

No desmayaba el personal – treinta o cuarenta – :

“Contra la impunidad” – contra el Olvido –

“tenemos la Memoria”

–     y la Tenacidad y la Paciencia;

rebosa la Razón de nuestra parte –

“sólo nos falta, oiga,

escuche Sr. Juez, solo nos falta

al cabo la JUSTICIA;

tan sólo la JUSTICIA

¿es demasiado tras de tantos años?

ESCUCHE, SR. JUEZ ¿ES DEMASIADO?

Francisco Redondo

Madrid, viernes, 04 de marzo de 2011


CAUSA GENERAL. ¿CAUSA COMÚN? CONDENADOS AL OLVIDO. ¿CONDENADOS A REPERTIR?

marzo 6, 2011

El olvido es la condena

La libertad y la democracia se construyen con el trabajo de cada día. No son estados permanentes de status social y colectivo garantizados por un sistema político determinado o por la estructura del Estado, más bien éstos son herramientas que deberían ayudar a mantener  dichos logros.

Un modelo de sociedad madura avanzada y fundamentada en los principios de la libertad, la igualdad y la fraternidad de sus componentes, debería ayudar a ése trabajo de mantenimiento de la libertad y la democracia y, que ésta, se efectuara a través de la propia conciencia cívica. Esto que puede parecer el ideal del pensamiento utópico para algunos, es sin embargo para mí una obviedad, en la que además, yo creo firmemente. Creo en él y  lo defiendo basándome en la razón y el trabajo fomentados en las mejoras personales e individuales que conducirán en el futuro a las colectivas, es decir, crear mejores personas cimentadas en los principios del conocimiento, la educación, la solidaridad y la razón del pensamiento libre.

Para ello no hay mejor modo que conocer quiénes somos para saber hacia dónde nos dirigimos. Y ése, es o debería ser el “leit motive” de la recuperación de la memoria histórica de una sociedad dispuesta a afrontar su futuro. La historia nos enseña a mirar hacia adelante; pero actualmente lo hace como una guía estéril de nuestras propias actuaciones, ya que el tiempo recorrido hasta la fecha sólo nos demuestra que no somos capaces de mejorar y aprender de nuestras propias actuaciones pretéritas.

Independientemente de voluntades, de ideologías o dogmas está por encima de todo el bien común, el bienestar de todos y ello supone capacidad de análisis, de reflexión y sobre todo de generosidad y entrega obviando individualismos.

Pues parece ser que dentro del mundo memorialista para no ser excepción y como en el resto de ámbitos humanos, a veces nos olvidamos de que hay una gran CAUSA COMÚN, que no sólo afecta a las víctimas del franquismo o a los familiares de las mismas sino que también concierne a la propia historia del país, y por tanto, al interés general de todos los españoles, mal que les pese a algunos.

Eso conlleva o debería conllevar actuaciones generales por parte del propio Estado y de las personas que lo conformamos para que de un modo u otro prevaleciera un método consensuado de trabajar que facilitase que nuestro pasado no hipotecase nuestro futuro, y para ello, es necesaria la memoria colectiva, la justicia y el derecho que permitan cerrar las heridas sangrantes de nuestra propia historia.

Ciñéndome al panorama del memorialismo y sin que mi opinión sea una crítica destructiva, sino todo lo contrario, una invitación a la reflexión, debate y autocrítica que nos permitan mejorar nuestro modo de operar a nivel general sin más endogamias que las propias de aquellos que no creen en el  objetivo de la CAUSA GENERAL como medio de completar la historia, preservarla y enseñarla aplicando los principios generales del derecho y  justicia.

Al memorialismo de hoy en día le pueden más los propios egos que los bienes comunes, y digo esto, porque parece imposible que con tantas personas afectadas, tantas asociaciones, agrupaciones presentes en todo el territorio nacional e incluso allende de nuestras fronteras seamos incapaces de generar un efecto de causa común y, que  se pierdan todos los grandes esfuerzos en pequeñas actuaciones voluntariosas e inútiles, mientras prevalecen las disensiones partidistas, parcelistas o intereses inducidos por directrices nada claras y que sólo demuestran una vez más que la debilidad republicana en su día (la de diseminar esfuerzos más que la de aunarlos) prevalece setenta y cinco años después. No se trata de estar siempre de acuerdo, de adhesiones gratuitas, de consignas unilaterales, todo lo contrario, sólo de debate y acuerdo en las metas por las que trabajar. Hablando se entiende la gente.

Tengo la impresión que estamos no sólo condenados al olvido, sino que también lo estamos a ser condenados a repetir una vez más los yerros del pasado, perdiéndonos detrás de directrices dogmáticas, banderas miles, grandilocuentes lemas y símbolos varios a la vez que obviamos desmemoriadamente los rostros, nombres y apellidos de los que son los verdaderos actores principales de esta historia, la nuestra, la de todos. La verdad, la justicia y la reparación empiezan por la capacidad de trabajar juntos sumando y aportando todas las pequeñas acciones, olvidándonos de las grandes intenciones individuales y creando sistemas que permitan la colaboración y la participación de todos. ¿El modo?  Seguramente habrán muchos, pero el primero es olvidar lo único olvidable, los individualismos y personalismos que acentúan más las diferencias que aproximan las similitudes. Lo segundo es hablar, debatir y consensuar.

No olvidemos que las personas pasamos y que sólo queda nuestra obra, y bajo mi punto de vista, esta es la obra más importante, la de todos trabajando para la historia, para la memoria colectiva. Si nos olvidamos de lo fundamental no recordaremos nunca el objetivo.

 

¡Salud y memoria!

Jordi Carreño Crispín

Vicepresidente de la A. I. La Memoria Viv@

 


Hijo busca madre; madre busca hijo…

marzo 6, 2011

Miles de personas dudan: ¿y si yo fui también un niño robado? Esta es la historia de las redes ligadas durante años al tráfico de bebés. Dónde y cómo. Por cuánto dinero. Por qué motivo.

JESÚS DUVA Y NATALIA JUNQUERA 06/03/2011

El doctor Eduardo Vela Vela pasea el 23 de febrero de 2011 por una calle de Madrid.- J. D.

 

Durante décadas miles de bebés en España fueron sustraídos o separados irregularmente de sus padres. EL PAÍS inicia hoy una serie sobre este tráfico de niños y ofrece el relato de las víctimas y de quienes participaron en las tramas. | Consulta el especial: Vidas robadas. | Participa en Eskup.

Hasta 1950, ocurrió en las cárceles franquistas y en los hogares de maquis o republicanas: les arrebataban a sus hijos como un método más de la represión. A partir de entonces y durante las cuatro décadas siguientes, el robo o apropiación de niños se perpetraron de forma más sutil, en clínicas y casas cuna, la mayoría ligadas a organizaciones religiosas. Las madres ya no eran presas, rojas o esposas de rojos, sino mujeres en camisón que intimidadas por un médico, aturdidas por el dolor de haber perdido supuestamente al hijo recién nacido, lamentan hoy no haber insistido más para que les enseñaran el cadáver. Generalmente eran madres solteras, muy jóvenes y con pocos recursos, incapaces de reaccionar frente a la presión de médicos, monjas y funcionarios.

«Las víctimas eran herederas de los vencidos de la guerra, personas incapaces de protestar», dice González de Tena

«El bebé estaba helado. Dijeron que había muerto, que ya lo habían bautizado y era un ángel de Dios», recuerda Elsa

En muchos casos, tales mujeres fueron inducidas o coaccionadas a dar en adopción a sus hijos a redes irregulares, fuera de cualquier control estatal. «Había un mercado que demandaba niños en adopción y hubo mucha gente que creó un sistema para satisfacer esa demanda», explica con crudeza el sociólogo Francisco González de Tena, que lleva años entrevistando a las víctimas.

Durante el último lustro, aquellos niños dados en adopción se han ido organizando a través de Internet, en un movimiento que ha estallado como un tsunami y ha forzado a la Fiscalía General del Estado a actuar. Aquellos niños -hoy ya hombres y mujeres- buscan afanosamente a sus madres biológicas. «Nos sentimos como un árbol sin raíces, como amputados», confiesa María. Esta joven fue dada en adopción en la clínica San Ramón de Madrid, una de las mayores fábricas de bebés que funcionaron hasta hace 30 años, bajo la dirección del doctor Eduardo Vela, que hoy, a sus 77 años, sigue ejerciendo. También las madres que en su día dieron a sus hijos en adopción o se los arrebataron han empezado a buscarlos. Niños que buscan a madres; madres que buscan a niños.

En una primera fase, en la posguerra, estas tramas de tráfico de bebés tuvieron no solo una cobertura legal, sino el amparo del psiquiatra de cabecera del franquismo, Nicolás Vallejo-Nájera, quien ideó una suerte de «eugenesia positiva», casi hitleriana, para «multiplicar a los selectos y dejar que perezcan los débiles». Ese siniestro plan incluía el robo de niños para entregárselos a familias del Régimen. El sociólogo González de Tena, que redactó para el juez Baltasar Garzón un informe sobre el robo de niños, asegura que tras esa primera etapa en la que los bebés eran sustraídos a puñados en las cárceles (hasta 30.000 según el cálculo del juez), llegó una fase que tuvo como víctimas principales a las madres solteras, las jóvenes o las humildes, herederas de los vencidos de la Guerra Civil, «incapaces de protestar». Superada la posguerra, el tráfico de niños continuó durante el tardofranquismo y la Transición. El nexo de unión entre un periodo y otro, el telón de fondo común, aunque sin conexión entre sí, son tramas formadas por sacerdotes, monjas, médicos ultracatólicos y probablemente jueces y notarios. La mayoría de los casos conocidos se produjeron en clínicas o casas cuna controladas por instituciones como las Hijas de la Caridad.

La Asociación de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir) llevó el pasado 27 de enero al fiscal general del Estado 261 casos de supuestos robos de niños registrados en todas las comunidades, la mayoría en Madrid, Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana y País Vasco. Apenas un mes después ya tienen 482 más. En total, 747. Por su parte, la asociación de San Ramón, Santa Cristina y Belén ha reunido a unos 300 afectados (la mayoría son hijos que buscan a sus madres biológicas). Y la plataforma de afectados por robo de niños en clínicas de España que coordina Mar Soriano, acumula otros 400.

En casi todos los casos, a las madres les dijeron que el bebé al que acababan de dar a luz había muerto y las convencían de que ver el cadáver era un trauma innecesario. Cuando, al escuchar a otras madres, han dudado si su bebé había fallecido o se lo habían quitado, han acudido a los cementerios y muchas han comprobado que no constan en los registros, lo que indica que las tramas podían tener compinches en cementerios y funerarias. Las sospechas se han visto reforzadas ahora con el caso de una mujer de Barcelona que ha hallado viva a la hija a la que dio a luz hace 40 años. A ella le dijeron que la chiquilla había muerto al nacer, pero el ADN ha demostrado que aquello fue una gran mentira: fue dada en adopción.

La poetisa Elsa López recuerda: «Yo di a luz a una niña el 5 de febrero de 1981 en la clínica San Ramón. De repente me dijeron que la niña estaba muy malita, que tenía malformaciones, y me entregaron un envoltorio que parecía un sudario. ¡El bebé estaba helado! Luego me dijeron que había muerto y que no me preocupase porque le habían bautizado y ya era un ángel de Dios». Elsa se enteró al cabo de los años de que en San Ramón se guardaba el cadáver de un bebé en el congelador y sospecha que ese cadáver fue lo que ella vio. Desde entonces está convencida de que le robaron a una hija.

Otras veces, las menos, las monjas acallaron a jóvenes madres diciéndoles que habían dado a sus hijos a alguien con quien iban a estar «mucho mejor» que con ellas.

El trabajo estaba repartido. Había captadores de padres y captadores de niños. Mujeres con contactos y dinero, adeptas al Régimen, monjas y curas que se intercambiaban información sobre los respectivos «compromisos» adquiridos con las familias adoptivas. Las madres eran llevadas, en algunos casos, a una especie de «pisos patera», como los define González de Tena, donde culminaban el embarazo, y en otros, a las mismas instituciones religiosas donde luego iban a dar a luz. A muchas las coaccionaron durante ese periodo para que entregaran a su hijo, sin darles la oportunidad de rectificar (la ley les concedía un plazo para hacerlo). Alguna arrepentida que intentó recuperar a su bebé luchó en vano durante años hasta estrellarse contra un férreo muro formado por padres adoptivos ricos o poderosos, asesorados por buenos abogados.

El Teléfono de la Esperanza fue uno de los canales a través de los que fueron captadas muchas embarazadas, que acabaron cediendo a sus hijos en adopción, obligadas por una sociedad dominada por un fuerte nacional-catolicismo. En no pocos casos, tales procesos estuvieron rodeados de presiones, amenazas, engaños e irregularidades.

El Teléfono de la Esperanza fue creado en 1971 por fray Serafín Madrid, quien un año después murió en accidente de tráfico. Ligada a la Iglesia, esta institución pretendía «prestar soluciones de emergencia ante los nuevos problemas sociales y psicosociales» surgidos en España.

Los padres adoptivos pagaban, en concepto de gastos de hospitalización de la parturienta, entre 50.000 pesetas y 150.000 (esta última cantidad equivaldría a unos 18.000 euros de hoy). Enrique Vila, abogado de la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares asegura que el precio de los niños iba de las 50.000 pesetas al millón.

Los demandantes podían escoger si querían niño o niña. Y en el caso de las casas cuna, incluso qué niño o qué niña, pues las monjas organizaban con frecuencia desfiles de candidatos, que eran escrutados a conciencia (pelo, dientes, arqueo de las piernas) antes de elegir. Hasta la promulgación de la ley de 1970, los padres adoptivos podían inscribir a los niños como hijos propios, lo que conllevaba eliminar de un plumazo a la madre biológica y hacer que la madre adoptiva figurase en todos los papeles como la mujer que lo había engendrado en su vientre. Esos son los llamados niños apropiados.

En muchos de estos casos intervinieron personas ligadas a la Asociación Española para la Protección de la Adopción (AEPA), una entidad fundada en 1969 por Gregorio Guijarro Contreras, padre adoptivo de dos gemelas y ex fiscal del Tribunal Supremo, con el respaldo del Consejo Superior de Protección de Menores y Cáritas Española.

Guijarro declaraba a EL PAÍS en julio de 1979: «Nosotros somos una asociación que ve en la adopción una solución final en esta sociedad cuando los mecanismos de encuadramiento del niño en el ámbito familiar propio no se han logrado».

En esas fechas ya se hablaba mucho de la existencia de un mercado ilegal de compraventa de bebés y de adopciones irregulares. Pero Guijarro replicaba: «Esta teoría la potencian muchas veces los propios padres adoptantes con su temor a que se conozca la situación familiar nueva que crea la adopción, aunque actualmente esta empieza a perder su carácter vergonzante. Estos padres, temerosos de que se sepa que su hijo es un niño adoptado, llegan a límites tales como simular un embarazo falso e inscribir al niño adoptado como hijo legal».

La adopción a través de la Diputación Provincial de Madrid, por ejemplo, era larga y en la mayoría de los casos, imposible. Los solicitantes solían recibir al cabo de un año o más un simple escrito denegatorio en el que se les informaba de que había «muchas solicitudes y muy pocos niños disponibles». En 1980, la Diputación tenía acumuladas 6.000 solicitudes y llevaba años sin dar en adopción ni a un solo bebé. Sin embargo, durante ese año -y los anteriores y posteriores- hubo miles de menores dados en adopción, a través de una oscura estructura que constituía «una mafia buena», según la calificó en su día uno de sus integrantes.

«En cuestión de adoptantes, un buen fichero está en poder de sor María Gómez Valbuena», encargada del servicio social de la maternidad de Santa Cristina, según aseguraba Guijarro en julio de 1980. En esa fecha, sor María admitía que en solo tres años habían pasado por sus manos 3.000 peticiones de adopción y se manifestaba en contra de que tal proceso fuese gestionado por la anquilosada Diputación Provincial.

«Hoy por hoy, y tal como están las cosas, el sistema más rápido y eficaz para conseguir un niño en adopción es meterse en el bolsillo o ganarse la simpatía, de las personas relacionadas directamente con el tema. Asistentes sociales, monjitas encargadas de maternidades, etcétera. Si se logra caer mejor que los demás de su lista, el resto es fácil», reconocía abiertamente Guijarro, quien murió poco después en accidente de tráfico.

Habría que esperar a la Ley de Adopción de 1987 para que el Gobierno pusiera orden y acabara con esta red de adopciones.

El País.com


El rapto de los niños…

marzo 6, 2011

La justicia debe investigar con el mismo tesón que las víctimas el robo de recién nacidos

06/03/2011.

La búsqueda y el tesón de las familias se ha adelantado a la justicia en la resolución de algunos de los casos de niños sustraídos a su madre al nacer con engaño y falsedad en los últimos años del franquismo y los primeros de la democracia. Una madre, a la que hace 40 años le dijeron que su bebé había muerto, ha logrado hallarlo vivo gracias a una prueba de ADN. Otra madre ha podido reunirse con su hijo nacido en los años setenta en una maternidad religiosa de Bilbao y entregado sin su consentimiento a una familia con el pretexto de que estaría «mucho mejor».

Son casos humana y familiarmente resueltos, pero que desvelan una actuación delictiva -desde falsedad en documento público a coacciones, engaño, secuestro, suposición de parto y abuso de poder- que no puede quedar impune. La fiscalía debe investigar lo que ocurrió a lo largo de años, identificar a los culpables todavía vivos y ponerlos a disposición de la justicia. A los 261 casos denunciados ante la Fiscalía del Estado se añaden 482 más. El fraude puede alcanzar una magnitud considerable. Algunas madres han podido descubrir ahora -¡tantos años después!- que su niño muerto no está en el ataúd donde creía haberlo enterrado o no figura en el registro del cementerio.

La decisión de que los robos se investiguen en las fiscalías territoriales y que un fiscal especial coordine la tarea es en principio correcta. Pero habrá que estar a lo que la indagación determine. El robo de niños en el último franquismo no parece tener el cariz- ni por su carácter sistemático y alevoso, ni por sus motivaciones- del que tuvo por víctimas a presas republicanas en los años cuarenta, ampliamente documentado por el juez Garzón en uno de sus autos en la fallida causa penal sobre los crímenes del franquismo.

Pero aunque el móvil sea distinto- ideológico en un caso y crematístico-caritativo en otro- y los actores no sean los mismos, puede haber una continuidad en las estructuras profesionales, asistenciales y religiosas que los propiciaron. Las víctimas son las mismas: personas vulnerables a las que se puede dominar, engañar, manipular. Se trata de un escándalo que, más allá del cúmulo de delitos que encierra, constituye un gravísimo atentado a la dignidad humana. Y no está tan lejano como para que la sociedad actual y el Estado no se sientan concernidos.

El País.com

Niños robados del franquismo (foto google images)


El franquismo sobrevive a la ley…

marzo 6, 2011

Las principales ciudades mantienen vestigios del régimen – A Coruña es el municipio con más calles dedicadas a Franco y a los militares golpistas

EL PAÍS – Santiago – 06/03/2011

Cumplidos más de tres años desde que entró en vigor, los principales ayuntamientos gallegos cumplen sólo a medias la Ley de Memoria Histórica, que obliga a retirar de los espacios públicos todo símbolo o mención «conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura». El caso más flagrante es el de A Coruña, pero no el único.

A Coruña Incumplimiento

El gobierno bipartito (PSdeG-BNG) presume de monumentos y homenajes a la República, pero la ciudad sigue plagada de símbolos del franquismo, que solo en parte desaparecerán tras el acuerdo adoptado por el pleno, sin el apoyo del PP, en septiembre de 2009. Año y medio después, sigue sin cambiar ninguna de las más de 20 calles que se acordó rebautizar, pese a que el concurso para las nuevas placas adjudicado en julio de 2010 preveía un plazo de dos meses. Las denominaciones franquistas permanecerán en el callejero. Bajo el nuevo nombre de cada vía, como la avenida de Oza, la primera prevista, habrá una segunda placa que recordará: «Antes, avenida General Sanjurjo». Lo mismo ocurrirá con el general Mola, la División Azul o Los Caídos. Otras calles con nombres de la dictadura o de golpistas ni siquiera están en la lista.

A Coruña derogó distinciones y honores a Franco y sus colaboradores y suprimió la estatua de Millán-Astray, fundador de la Legión. El bajo relieve dedicado al dictador que presidía en el salón de pleno los bancos de los concejales del PSOE también fue remplazado. Pero ni siquiera cumplirá íntegramente la propuesta de la comisión de expertos a los que el alcalde, el socialista Javier Losada, encomendó detallar todo lo que había que retirar para cumplir la ley.

Vigo Cruz de los caídos

La cruz erigida en O Castro en homenaje a los caídos en la División Azul es el testimonio más evidente de incumplimiento de la ley en Vigo, ciudad que hace años que eliminó de su callejero la huella franquista. El alcalde, Abel Caballero (PSdeG), lleva años sin responder a las peticiones de la Asociación pola Memoria Histórica do 36 para que sea derribada, pese a las más de 4.000 firmas presentadas. También negó a esta asociación la colocación de una placa conmemorativa en el cementerio de Pereiró, en cuyas fosas comunes está documentado el entierro de 740 represaliados, con las últimas palabras de Heraclio Botana, fundador de la UGT en Vigo.

Ha sido retirado el víctor grabado en el frontispicio de la Casa das Artes, pero no otros en fuentes públicas. También se han retirado de las iglesias las placas con la relación de caídos, aunque no el nombre, cincelado, de Primo de Rivera. El alcalde promovió la constitución de un Consejo de la Memoria Histórica, del que formaban parte portavoces municipales, empresarios, sindicato y la asociación específica. Los empresarios ni siquiera comparecieron al acto de constitución y el consejo nunca más fue convocado para elaborar el catálogo de actuaciones.

Santiago Tabla rasa

Santiago no esperó a la ley para hacer tabla rasa de sus símbolos franquistas. A finales de los ochenta, el entonces alcalde, el socialista Xerardo Estévez, borró toda referencia del callejero a la dictadura. Nada recuerda que O Hórreo, donde se asienta el Parlamento, era avenida del Generalísimo, que la vía central de la Senra estaba dedicada al general Mola o que la Praza Roxa se llamaba José Antonio. En las sedes de Correos y Renfe no se retiraron los escudos franquistas, pero sí se taparon las águilas.

Lugo Alcalde honorario

El Ayuntamiento de Lugo aprobó una moción en el mes de abril de 2006, a iniciativa del BNG, para retirarle a Francisco Franco la consideración de Alcalde Honorario (1942) y Alcalde Honorario Perpetuo (1954). Aún no se ejecutó, lo que ha servido para que los autores de la moción denunciaran una situación «anacrónica e inaceptable». Recientemente se reavivó la polémica, cuando la Comisión del Callejero había acordado dotar a cuatro calles de nombres de alcaldes de la dictadura franquista. De momento, el acuerdo todavía no se ha refrendado por el pleno.

Ferrol Adiós a la estatua

Borrar la extensa huella de Franco de su ciudad natal no ha resultado fácil en Ferrol. El bipartito PSdeG-IU dio los primeros pasos a finales del 2007, poco después de aterrizar en el Gobierno, con la retirada de un escudo franquista de la biblioteca municipal y la vidriera preconstitucional de la entrada al consistorio. Pero el pacto local se rompió y los planes para erradicar los vestigios del régimen se atascaron un par de años. El mayor obstáculo fue, otra vez, la estatua ecuestre de Franco que el ayuntamiento retiró de la plaza de España en 2002. La efigie pasó ocho años aparcada en un patio del arsenal, a la vista de turistas y curiosos. En enero de 2010, el Ministerio de Defensa ordenó al ayuntamiento que la retirase. Se trasladó a una zona militar de acceso restringido, bien cubierta con una gran lona gris. Fue un traslado rocambolesco.

En julio del 2010, el equipo del alcalde socialista Vicente Irisarri echó abajo la Cruz de los Caídos de Amboage, una mole de granito que recordaba a los muertos del bando nacional y el último de los grandes símbolos en la ciudad. Su retirada se costeó con fondos del Plan E (500.000 euros). La corporación también le retiró a Franco y a su familia todos los títulos honoríficos en noviembre de 2008, con la abstención del PP, y restituyó la memoria del último alcalde republicano y del contralmirante Antonio Azarola, fusilados durante la Guerra Civil, con sendas plazas públicas. Izquierda Unida sigue reclamando a Defensa que suprima el callejero franquista del Arsenal ferrolano, que luce placas que honran a los almirantes Carrero Blanco y Francisco Moreno. La última, el 15 de febrero, a través de una iniciativa en el Congreso que firmó Gaspar Llamazares.

Pontevedra Un caso dudoso

En Pontevedra apenas quedan vestigios desde la llegada del BNG a la alcaldía, en 1999. En poco tiempo desaparecieron de las placas los nombres del general Mola o de la avenida de los Alféreces Provisionales. «A partir de los ochenta se empezaron a retirar nombres», relata el concejal Cesáreo Mosquera, responsable de Urbanismo cuando se cambiaron las denominaciones. La excepción es la avenida Fernández Ladreda, ministro de Obras Públicas de la dictadura. La placa lo define como «científico y político». «Era un caso dudoso», explica Mosquera.

Ourense Cambio reciente

En Ourense, mientras la Diputación eliminaba vestigios franquistas, su presidente, José Luis Baltar, mantenía la disciplina del grupo de gobierno del Ayuntamiento, en el que es concejal. Votó siempre en contra de las mociones de PSdeG y BNG demandando el cambio de nombres. El cambio llegó hace tres años, con el bipartito. El PP aludió a un supuesto perjuicio para los empresarios locales, pero acabo aceptando la iniciativa. Desde entonces, las calles de Ourense suenan al pasado anterior a la dictadura.

Diputaciones Cara y cruz

Franco sigue siendo hijo predilecto y medalla de oro de la provincia de A Coruña, honores concedidos por la Diputación que su actual presidente, el socialista Salvador Fernández Moreda, no tiene en cartera derogar. El organismo, con gobierno bipartito PSOE-BNG, ni se plantea cumplir la Ley de Memoria Histórica. En la Diputación de Lugo se aprobó una moción del BNG para retirar todos los privilegios protocolarios para personajes del régimen franquista, pero no se ha ejecutado por no reunir los dos tercios de la corporación que exige el Reglamento de Honores de la institución. Casos distintos son los de la Diputación de Pontevedra, en la que no quedan emblemas franquistas, y de Ourense, que puso coto hace largos años a las reminiscencias del régimen, con José Luis Baltar como presidente. Ni un retrato, ni una alusión, ni un expediente en el que figurara recuerdo alguno del dictador.

Con información de P. ObelleiroP. CarbajoA. SilvosaL. BustabadV. HonoratoC. Huete.

El País.com


«Venían matrimonios y nos miraban los dientes, las piernas…. como si compraran caballos»

marzo 6, 2011
REPORTAJE: VIDAS ROBADAS. Liberia Hernández Robada a los ocho. años en la casa cuna de Tenerife.

Fue entregada a un matrimonio de Alcoi que quería una sirvienta, más que una hija. Le cambiaron de identidad y de vida, pero ella nunca olvidó. Un pequeño anuncio publicado en una revista del corazón permitió a esta mujer reencontrarse con su familia biológica de Canarias

NATALIA JUNQUERA Y JESÚS DUVA 06/03/2011

Durante décadas miles de bebés en España fueron sustraídos o separados irregularmente de sus padres. EL PAÍS inicia hoy una serie sobre este tráfico de niños y ofrece el relato de las víctimas y de quienes participaron en las tramas. | Consulta el especial: Vidas robadas. | Participa en Eskup.

Con el dinero que me has costado! ¡Podría haber comprado una piara de cerdos!». Liberia Hernández escuchó durante muchos años este reproche de su madre adoptiva. «Con el tiempo, cuando le pregunté por qué me habían adoptado para tratarme tan mal, me confesó que le habían pedido a su sobrina, sor María Soler, que les buscara a alguien para que les cuidara el día de mañana, cuando fueran mayores. Y ese alguien fui yo».

La casa de los horrores

LIBERIA HERNÁNDEZ, NIÑA ROBADA

FOTOS – Cedida por Liberia Hernández – 05-03-2011

La casa de los horrores. Imagen de la casa cuna de Tenerife, en la que Liberia vivió hasta los ocho años cuando fue entregada a un matrimonio de Alcoi.- Cedida por Liberia Hernández

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«Olvídate de ella. Donde está y con quien está, está mucho mejor», le dijeron las monjas a su madre biológica

«Me dijo que ya no me llamaría Liberia. Sor María me golpeó en la cabeza hasta que aprendí mi nuevo nombre»

Liberia nunca sintió a aquella pareja de Alcoi (Alicante) como sus padres y ellos nunca la trataron como una hija. «Este es el contrato decompraventa», cuenta con sorna, mientras muestra el documento de su adopción. Lo firman Juan Rabira Méndez y Bernardo Acuña Dorta. Este último, condecorado por el régimen franquista por haberse sumado al golpe militar el mismo 18 de julio de 1936, era el administrador de la casa cuna de Tenerife, donde fue recogida y trasladada a Alicante cuando tenía ocho años. La que no aparece por ningún sitio es la firma de su madre biológica, que jamás autorizó la adopción y que durante meses acudió a la casa cuna preguntando por el paradero de su hija, hasta que le dijeron que estaba «con alguien mejor» y le prohibieron volver a entrar en el centro regentado por la Hermanas de la Caridad.

La madre biológica de Liberia se había visto obligada a ingresarla en la casa cuna. Se había quedado viuda durante el embarazo, y para sacar a sus siete hijos adelante se casó cuando pudo con otro hombre de Arafo (Tenerife) que le dijo que no quería bebés que no fueran suyos en la casa. «Creemos que a mi padre lo mataron por orden del cacique del pueblo por un asunto de tierras. Lo tiraron por un barranco cuando mi madre estaba embarazada de mí. Ella volvió a casarse enseguida, con un hombre al que no quería, Camilo, para sacarnos adelante. Pero él dijo que no quería bebés. Así que mi madre me llevó a la casa cuna de Santa Cruz de Tenerife para que me cuidaran hasta que creciera un poco. Iba a verme todos los días. Ella me decía: ‘Ya queda poco, pronto te reunirás con tus hermanos’. Jamás pensó abandonarme», relata Liberia, que hoy tiene 56 años. Tuvo que esperar casi tres décadas para volver a verla. Un anuncio en una revista del corazón permitió el reencuentro de ambas.

En la casa cuna, Liberia padeció una pesadilla interminable. «Vivíamos aterrorizadas por las monjas. Había niñas que se golpeaban contra la pared igual que hacen los enfermos mentales. Te castigaban por cualquier cosa. Si te hacías pis en la cama, las monjas te ponían las bragas en la cabeza y te hacían pasear con un cartelito que decía: ‘Se ha orinado en la cama. Meona’, por delante del resto de niñas, que se reían de ti. Para castigarnos, otras veces nos arrastraban adonde tenían a las gallinas y los conejos, recogían excrementos y nos los pegaban a la boca con esparadrapo. Sor Milagros siempre llevaba colgando de una parte del cinturón el rosario y de la otra las tijeras con las que cortaba el esparadrapo. Te dejaban así hasta que se acordaban de ti y te decían que podías a ir a lavarte…».

De vez en cuando, recuerda, la vestían de punta en blanco. «Entonces sabías que ese día había exposición. Nos llevaban al despacho de sor Juana a cuatro o seis niñas y nos ponían en fila. Venían matrimonios y nos miraban los dientes, el pelo, te levantaban la falda para ver si tenías las piernas torcidas… Era como si compraran caballos. Recuerdo perfectamente el olor de los cigarrillos de ellos, y lo bien vestidas que iban ellas. A los pocos días siempre desaparecía alguna de la fila, generalmente la niña más pequeña».

A Liberia nunca la escogieron. Acabó a los ocho años en una casa de Alcoi por intermediación de una monja, sor María Soler, que quiso complacer a sus tíos y pidió una niña a las monjas de su congregación. «Entonces ella trabajaba en un psiquiátrico de Tenerife. Me llevaron allí y ella me dijo que ya no me llamaría Liberia Hernández Rodríguez sino María Nácher Guerola. Yo decía que no me llamaba así… Me dio golpes en la cabeza hasta que vio que decía bien mi nuevo nombre».

Sor María la llevó en barco hasta Valencia. «Estos son tus padres», le dijo ya en el puerto. «Me dieron miedo», recuerda Liberia. «Era un matrimonio mayor. Ella iba de luto riguroso y él estaba medio desdentado. Me escondí bajo el hábito de la monja y ella me dio empujones para que les diera un beso. No entendía nada de lo que decían porque solo hablaban valenciano. De ahí fuimos a casa de la monja. Estaba abarrotada de gente. Luego supe por qué. Sor María se había hecho monja después de que sus padres le impidieran que se casara con su novio. El padre, al enterarse, dijo que no quería verla más y aquel día era el reencuentro. Mucha gente había ido a la casa por el morbo de ver cómo reaccionaban y también para verme a mí. De ahí nos fuimos a Alcoi».

En Alcoi arrancó su nueva vida como María Nácher Guerola. «Cada vez que les decía que me llamaba Liberia y no María, me castigaban. Al final tenía tal lío que repetía todos los nombres juntos. Cuando decía que quería ver a mi madre, no me respondían. Al poco tiempo, mi padre adoptivo empezó a acosarme. Entraba en la habitación y…». Liberia se emociona. «Una vez le conté a una monja lo que me pasaba y me dijo que no se lo contara a nadie y que rezara mucho».

En aquel hogar fue siempre una especie de criada. Fregaba, cocinaba… Con 14 años sus padres adoptivos la pusieron a trabajar limpiando en otras casas y en una panadería. Una de las clientas habituales, que trabajaba de comadrona en el hospital civil de Oliver, le preguntó un día por qué le asustaban tanto los hombres. «Cuando entraba alguno en la tienda me escondía. Al final terminé contándole lo que me pasaba en casa y me propuso quedarme a trabajar de interna en el hospital. Fue mi pequeña salvación, aunque los fines de semana tenía que volver a casa. Entré de limpiadora, y después estudié y fui auxiliar. El dinero que ganaba se lo quedaba mi madre adoptiva».

Cuando, ya casada, tuvo la oportunidad de desentenderse de aquella pareja que nunca la había querido, Liberia no lo hizo. Cuidó hasta que murió a su madre adoptiva y también al hombre que la había acosado durante años, después de que este sufriera una embolia. Nunca le denunció. De su madre biológica no volvió a saber en mucho tiempo. «Pero yo nunca olvidé que me llamaba Liberia y gracias a eso pude reencontrarme con mi familia», cuenta. Hace 26 años que volvieron a verse.

«Mi hermano Quico puso un anuncio en la página SOS de la revista Pronto buscando a su hermana Liberia. Fue en 1986. Al verlo, una amiga mía que conocía mi historia pensó que esa Liberia podía ser yo y le llamó para darme una sorpresa. Era yo. Organizamos el reencuentro. Todos mis hermanos y sobrinos fueron a buscarme al aeropuerto de Tenerife. Ellos lo llaman La reconquista de Liberia. Fue muy emocionante. Mi madre aún vivía. Yo entonces pensaba que me había abandonado y tuvimos un enfrentamiento. Ella me dijo: ‘¿Pero tú crees que alguien que cría 10 hijos -con Camilo había tenido otros tres- abandona a uno?’. Lo dijo con tanta emoción que la creí. Luego me explicó que había ido muchísimas veces a preguntar por mí a la casa cuna, hasta que le prohibieron la entrada, y siempre le decían: ‘Olvídese, donde está y con quien está, su hija está mucho mejor».

A Liberia y a su madre solo les dio tiempo a conocerse y disfrutar una de la otra durante dos años. «Antes de morir, me hizo una petición. Me dijo: ‘¿Por qué no te cambias los apellidos y vuelves a ser mía?». A Liberia le costó años conseguirlo. En el proceso descubrió que tenía tres partidas de nacimiento diferentes, con fechas diferentes y con nombres de padres diferentes. «Escribí a la Casa del Rey y todo para que me ayudaran. Al final lo logré. Ya vuelvo a ser Liberia Hernández Rodríguez».

LA MUJER QUE NACIÓ TRES VECES

Nací el 12, el 14 y el 15 de septiembre de 1954″, relata Liberia Hernández, casi entre risas, con naturalidad. Pero no es una broma. Cuando al reencontrarse con su madre biológica, en 1986, esta le pidió que se cambiara los apellidos -«para que vuelvas a ser mía», le dijo-, Liberia empezó a requerir documentos al Registro Civil y vio que no solo estaba inscrita en tres días diferentes, sino también con apellidos y padres diferentes. Le costó tanto tiempo y papeleo cumplir la promesa que le había hecho a su madre que cuando por fin recuperó su identidad en el registro su progenitora ya había fallecido.»Venían matrimonios y nos miraban los dientes, las piernas… como si compraran caballos

El País.com

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La Transición provocó la ausencia de «libertad para recordar»

marzo 6, 2011

Alfonso Guerra considera que en el camino de la dictadura a la democracia se gestaron las lagunas sobre el pasado que existen hoy en día

PUBLICO.ES / EFE Madrid 03/03/2011

Alfonso Guerra ex-presidente del Gobierno con Felipe González (Fotografía google images)

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El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra cree que España vive una democracia «normalizada, pero incompleta», porque «no se ejerce con naturalidad la libertad de recordar», lo que se debe, a su juicio, a una «carencia democrática de la transición: la ausencia de un proceso político a la dictadura».

En una conferencia titulada Exilio, memoria y olvido, en la Universidad Nacional de Educación a Distancia, el también presidente de la Fundación Pablo Iglesias ha negado que exista un pacto de silencio o de olvido, pero ha hecho hincapié en que no se ejerce con normalidad el ejercicio de recordar. Tampoco, a su juicio, se asumen actos del pasado ni se llevan a cabo sanciones morales de los mismos.

La causa de que durante años se haya ocultado el pasado y «la tragedia de centenares de miles de españoles expulsados de su país» tras la guerra civil estriba «en la forma en que se hizo la transición de la dictadura a la democracia», sostiene Guerra.

La «generosidad» de las víctimas de la dictadura supuso olvidar a los exiliados, a los defensores de la democracia

Después de aclarar que la transición ha tenido muchos aciertos, que han permitido cambios fundamentales para la convivencia pacífica de los españoles y el progreso de la nación, Guerra ha estimado que sí tuvo una «carencia democrática», que fue la ausencia de un proceso político a la dictadura.

Opina Guerra que no fue un error, sino que lo que pasó es que la «presión psicológica» que ejerció sobre ellos la guerra civil primó sobre una visión a corto plazo.

Generosidad olvidadiza

«Se pensaba más en los nietos que en los que realizaban la transición, para que los nietos no vivieran nunca aquellas experiencias» como la guerra civil, ha apuntado.

Pero esa «generosidad» de las víctimas de la dictadura supuso olvidar a los exiliados, a los defensores de la democracia.

«Tan injusta laguna democrática la estamos pagando los españoles con una reescritura de la historia, de tal manera que si no hubiera personas que dedican sus esfuerzos a proclamar la verdad de lo que sucedió en la guerra y en la dictadura, la historia volverían a escribirla ahora en la democracia los que ya escribieron ayer en la dictadura una burda falsificación de la historia», ha avisado.

Por todo ello, ha reivindicado la libertad para recordar y la memoria de los vencidos «frente a la larga memoria de los vencedores» y ha pedido que se destierre para siempre el exilio «como forma de no convivencia en el que domina la barbarie»

Memoria pública. Público.es


«La tarea de recuperar memoria sirve para reforzar la democracia»

marzo 6, 2011

El forense Francisco Etxeberria inaugura una muestra de imágenes que ilustran el trabajo de los arqueólogos, técnicos y voluntarios en las fosas del franquismo

PATRICIA CAMPELO Madrid 01/03/2011

Exposición, 'Exhumando fosas, recuperando dignidades', en el campus de Getafe de la Universidad Carlos III de Madrid.

Exposición, ‘Exhumando fosas, recuperando dignidades’, en el campus de Getafe de la Universidad Carlos III de Madrid.

«El alcalde de Fontanosas (Cuidad Real) recibió una carta anónima que le señalaba el lugar de una fosa común del franquismo. El autor de la misiva aseguraba ser un integrante del pelotón de fusilamiento que dio muerte a varios civiles inocentes».

Esta es una de las historias que hasta el 15 de marzo se podrán escuchar en la exposición itinerante Exhumando fosas recuperando dignidades, una muestra que, tras visitar varias ciudades, acaba de recalar en Getafe y en la que se realizarán talleres paralelos con testimonios directos de víctimas de la dictadura. (Ver fotogalería).

El acto inaugural ha contado con una visita guiada por el forense y profesor de la Universidad del País Vasco, Francisco Etxeberria, quien ha incidido en la necesidad de que los jóvenes tomen conciencia de lasvulneraciones de derechos humanos.

«La democracia se construye todos los días», ha señalado, para explicar que la tarea de recuperar la memoria histórica que se hace en España sirve para construir democracia «reforzando unos determinados valores».

Etxeberria ha sido galardonado con la Medalla al Mérito Ciudadano 2011 de San Sebastián

En ese punto, se ha detenido a subrayar el carácter actual de su trabajo. «No tratamos de revisar la historia; hablamos de sentimientos y de recuerdos que nos llevan a la verdad, es decir, a la fosa». «La memoria histórica no persigue reconstruir la historia sino hablar del presente sin buscar venganzas», sostiene Etxeberria.

Los elementos de interés humano afloran cuando el equipo de investigadores pregunta a los familiares. Un interés que, según indica el forense y profesor de la UPV, han demostrado multitud de estudiantes y voluntarios que han llegado hasta la universidad del País Vasco para colaborar con el equipo de Ciencias Aranzadi, el grupo que dirige Etxeberria y que ha identificado a más de 5.000 personas rescatadas de fosas comunes.

Reencuentros esperados

La muestra, organizada por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, la conforman una treintena de fotografías tomadas a pie de fosa y en los laboratorios donde se realizan los trabajos de identificación. Cada imagen congela una historia de reencuentro y de derechos reparados. «Verdad, justicia y reparación son las patas sobre las que se asientan los derechos humanos», observó Etxeberria , una materia que a su juicio «debería tratarse en la Universidad».

«Para esto sirven exposiciones como ésta», indicó el forense galardonado con la Medalla al Mérito Ciudadano 2011 de San Sebastián, quien añadió cómo las personas que visitan una fosa común de víctimas de la dictadura «acaban entendiendo muchas cosas».

Las imágenes muestran todo el proceso de exhumación, desde la demanda del familiar a la entrega de restos

El epicentro de la exposición es una fotografía a tamaño real del enterramiento ilegal de La Andaya (Burgos), donde se encontraron los restos de 85 personas fusiladas en el verano de 1936. Alrededor de esta imagen, conviven otras tantas que cuentan historias como la de Teresa, la primera viuda de un fusilado que el equipo Aranzadi conoció visitando la fosa de su esposo. «No hablamos de relatos tan lejanos en el tiempo», afirmó Etxeberria.

Otras imágenes ilustran todo el proceso de exhumación: desde la prospección del terreno con el georadar, que analiza irregularidades del subsuelo, a la excavación y extracción de los huesos. La serie de fotografías se completa con el trabajo de los técnicos en el laboratorio y con la ceremonia de entrega de restos del ser querido a sus familiares. Un emotivo homenaje final con el que muchos logran cerrar sus heridas.

La exposición, que ya ha visitado lugares como Ponferrada, San Sebastián, Ansoáin, Miraflores de la Sierra y Álava, podrá verse hasta el 15 de marzo en el campus de Getafe de la Universidad Carlos III de Madrid.

Memoria pública. Público.es


La derecha y la memoria democrática…

marzo 6, 2011

03mar 2011

El Memorial Democràtic de Cataluña fue uno de los proyectos más ambiciosos del anterior gobierno tripartito de la Generalitat. Con su creación se pretendía dar acogida a la conservación, preservación y difusión de la memoria histórica en aquella comunidad, por la que tanta bulla se montó a cuenta de los llamados Papeles de Salamanca. Que el nombre del nuevo centro fuera tan explícito, da por obvia la identidad de su contenido y los fines de su gestión.

La actividad desarrollada por el Memorial Democràtic a lo largo de los últimos tres años, bajo la dirección de Miquel Caminal, ha sido prolífica y magnífica. De ello dan constancia los múltiples actos organizados en su sede y la permanente tarea educativa y cultural verificada por el centro a través de sus distintas secciones.

Sin embargo, a raíz de la victoria en las pasadas elecciones autonómicas de la derecha catalanista, dos circunstancias han venido a poner en entredicho el porvenir del Memorial. La primera fue el cese el pasado 25 de enero de Miquel Caminal, que tan meritoria y comprometida labor con los objetivos del centro estaba realizando. La segunda, el cierre hace unas fechas de la sede, ubicada en Vía Laietana, al parecer porque el Ayuntamiento de Barcelona detectó problemas estructurales en el edificio, dependencia durante años del departamento de Interior de la Generalitat.

Dado que CiU, el partido gobernante, se abstuvo en su día a la hora de la creación del centro y que la actual vicepresidencia de la Generalitat, de la cual depende, ha mostrado una cierta incomodidad ante esa herencia del tripartito, es muy posible que el Memorial acabe en el Museu d’Historia de Catalunya, con el presupuesto económico y la facultades de actuación mucho más mermadas. Nada mejor que musear la memoria democrática para hacerla inoperante como materia cívica primordial para la cultura de la convivencia.

Ante la posibilidad de que así sea en un país que tanto ha peleado por conservar en las dependencias de su administración el material de la Generalitatat republicana, trasladado con ese fin desde el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca (CDMH), cabe preguntarse qué será de esta entidad, dependiente del Ministerio de Cultura, cuando Marino Rajoy llegue a La Moncloa. Si la civilizada derecha catalanista pretende difuminar así el Memorial Democràtic, ¿qué no hará con el CDMH la extremada derecha españolista, para quien esa memoria sobra?

 

Voz de memoria

Voz de memoria

Por Félix Población

La derecha y la memoria democrática (Público.es)


DE INTERÉS: Entre Dios y la Policía…

marzo 6, 2011

A lo largo de diez siglos, los papeles han pasado de ser un privilegio a una obligación que crea nuevas exclusiones

BRAULIO GARCÍA JAÉN MADRID 05/03/2011

Aparentemente sin misterio, la identificación de las personas supone, además de un asunto de vital importancia práctica en nuestra época, un campo cuyo estudio descubre las profundas transformaciones de las mentalidades que han hecho falta para que hoy nos parezca natural, por ejemplo, que nuestro número de DNI nos represente legalmente.

Algunas de las transformaciones más importantes de los últimos diez siglos están recogidas en Historia de la identificación de las personas (Ariel), una excelente síntesis apenas 150 páginas de las investigaciones más relevantes de este ámbito escrita por dos historiadores franceses, Ilsen About y Vincent Denis. La mayoría de los trabajos citados han sido escritos en los últimos 20 años a rebufo del fenómeno de las migraciones internacionales y de la extensión del control de seguridad.

En la Edad Media, los sellos podían llevar pelos y uñas de los representados

La síntesis, centrada en el marco europeo, arranca en el año 1000. Las transformaciones de la época medieval son las que mejor revelan las resistencias que los distintos dispositivos han tenido que vencer para evolucionar desde el reconocimiento cara a cara a otros basados en signos que representan a la persona a distancia. El mejor ejemplo, una vez recuperado el sistema de nombre y apellidos en el siglo XI, es el del sello: «Una oblea de cera o una bola de metal presionada por una matriz que imprime su huella», que conoció una rápida extensión con el auge de la escritura y servía, entre otras cosas, para garantizar las transferencias de propiedades.

«El éxito del sello se explica [en parte] por su función de sustituto de la persona, a la que vuelve presente’ en el acto», explican los autores. Una conversión en signo, sin embargo, a la que no dejaban de resistirse las partes contratantes. Quizá temiendo que el mundo se les fuera a ir de las manos, insertaban «cabellos, uñas o una huella del dedo en el reverso de la cera», como si de una «prolongación física de la persona» se tratara.

Por supuesto, nada de este desapego fue posible sin el permiso de Dios, una vez su hijo se hizo pan en la hostia consagrada. «Una mutación tal, que hacía del signo un sustituto de la persona legal, se hizo posible por la transformación del concepto que tenían los teólogos de los signos, mediante los debates sobre la eucaristía y la presencia real’ de Cristo que tuvieron lugar en los siglos XI y XII», se lee.

Las marcas jurídicas se inscribían en la piel mismade los condenados

Esa misma concepción acabó permitiendo también separar al cuerpo de la escritura. Las marcas judiciales, que primero se inscribían directamente sobre la piel del condenado, casi como en La colonia penitenciaria de Franz Kafka, evolucionaron luego hacia el expediente y los archivos donde se describía el aspecto de los fichados: ahora los cuerpos eran captados en los textos, y no a la inversa. La huella digital manchada de tinta nos recuerda todavía ese umbral entre el nombre y el cuerpo.

La nacionalización

Cuando la soberanía dejó de ser un atributo divino de los monarcas y empezó a emanar del cuerpo de la nación, y los estados consolidaron sus fronteras territoriales, surgió también la necesidad de definir y controlar a sus poblaciones. «Bajo el nombre de policía’ los gobiernos ponen en marcha dispositivos para enmarcar la vida de las poblaciones, […]y permitir su coexistencia en el marco urbano», resumen los dos historiadores.

En ese contexto se generalizaron los pasaportes, que fueron obligatorios antes para los ciudadanos que para los extranjeros, y los registros de nacimientos, matrimonios y defunciones, durante siglos anotados por las autoridades eclesiásticas, se convirtieron por fin en un registro civil centralizado por el Estado. El primero, el de Francia, en 1792. Hoy, el documento nacional de identidad es casi un certificado de existencia.

Los dispositivos de identificación hace crecido hasta volverse omnipresentes y por eso mismo imperceptibles. El desarrollo tecnológico multiplica esa capacidad de perfeccionamiento e invisibilización. Pero, como bien subrayan los autores, eso no significa que en la actualidad no quepan otras épocas. En muchas estaciones de metro y autobuses de Madrid, sin ir más lejos, se ha vuelto habitual que la policía, uniformada o de paisano, paren a inmigrantes sospechosos de serlo y no tener papeles. El primer indicio, de nuevo, vuelve a ser el rostro.

Público.es


 


Asociaciones piden a las Cortes de C-LM que hagan cumplir la ley en lo referente a la retirada de símbolos franquistas…

marzo 6, 2011

TOLEDO, 3 (EUROPA PRESS)

La Asociación de Familiares de Ejecutados en el Cementerio de Ocaña (AFECO), el Foro por la Memoria de Castilla-La Mancha, y la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Cuenca han enviado una carta al presidente de las Cortes, Francisco Pardo, y a los presidentes de las cinco diputaciones de la región, a fin de instarles a hacer cumplir la Ley de Memoria Histórica en lo referente a la retirada de la símbolos y monumentos en homenaje al franquismo.

En esta misiva, que también ha sido remitida a los medios, los representantes de estas asociaciones piden a Pardo que como máximo representante de la Institución que representa la llamada soberanía popular dentro de esta Comunidad Autónoma «le pedimos que inste a los miembros de esta Cámara de representación para que dentro de sus competencias haga cumplir la ley a todas aquellas administraciones públicas de la región.

«Dado que en nuestra Comunidad Autónoma cientos de localidades siguen exhibiendo en sus calles, plazas, edificios públicos y privados alegorías, nombres y monumentos en homenaje a aquellos que violentaron la soberanía popular expresada democráticamente y que provocaron un golpe de estado y una cruenta guerra civil que desembocó en una larga dictadura de corte fascista, creemos que desde las más altas Instituciones de la región se debe hacer una apuesta clara para hacer cumplir la ley y para que se honre a los que dieron su vida por defender la legalidad que en esos años representaba la República», han defendido desde estas asociaciones.

Europa Press via Yahoo! España Noticias

 


Memoria Histórica pide a los candidatos que se comprometan a retirar símbolos franquistas…

marzo 6, 2011
GRANADA, 4 Mar. (EUROPA PRESS) –

La Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica (Agrmh) ha pedido a los candidatos que concurrirán a las próximas elecciones del 22 de mayo que incorporen en sus programa la retirada de símbolos de exaltación al franquismo que aun subsisten en «numerosos pueblos» de la provincia de Granada.

En un comunicado firmado por su presidenta, Maribel Brenes, la asociación recuerda a los responsables políticos «la obligación de defender el cumplimiento de nuestro ordenamiento jurídico, proponiendo a la ciudadanía asumir nuestro pasado con naturalidad y con normalidad democrática, demostrándolo al eliminar de los espacios públicos cualquier símbolo que ensalce el enfrentamiento, la represión y la victoria de unos españoles sobre otros».

Asimismo, Brenes ha mostrado su agrado y apoyo ante el anuncio del candidato a la Alcaldía de Granada por el PSOE, Francisco Cuenca, de retirar el monolito existente en la Plaza de Bibataubín en honor a José Antonio Primo de Rivera si es elegido primer edil. Una iniciativa, señala en su comunicado, que comenzó la Agrmh años atrás «en cumplimento de la demanda ciudadana y que actualmente espera ser resuelta en los Tribunales».

Europa Press vía google noticias

 


Santiago Carrillo, en el programa ‘Salvados’, de La Sexta…

marzo 6, 2011
Carrillo, Leguina y Gervasio Sánchez

El domingo 6 de marzo, a las 22:25 horas, en la Sexta, Jordi Évole sentará frente a frente a Joaquín Leguina, ex presidente socialista de la Comunidad de Madrid y contrario a la Ley de la Memoria Histórica, y Gervasio Sánchez, fotógrafo que ha documentado el drama de los desaparecidos en varios países en conflicto. Además, entrevista a Santiago Carrillo.

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La Memoria Histórica es un tema que sigue levantando ampollas y Jordi Évole se ha propuesto escuchar opiniones de uno y otro lado. Para ello va a recoger las opiniones de Joaquín LeguinaGervasio Sánchez, dos personas con una visión distinta de lo que debe ser la Memoria Histórica.

Además, visitará dos localidades de Ávila en las que la búsqueda de los restos de desaparecidos se ha vivido de forma muy diferente: en una de ellas con el apoyo de los vecinos, en la otra con su oposición.

Para completar la mirada, Jordi entrevistará a Santiago Carrillo, ex secretario del Partido Comunista, con quien hablará de éste y otros temas como, por ejemplo, el incidente de los fusilamientos de Paracuellos.

El Norte de Castilla

ENLACE DE AVANCE:

http://www.lasexta.com/sextatv/salvados/en_el_proximo_programa__memoria_historica/213651/505

NOTA DE LA A. I. LA MEMORIA VIVA:

Así mismo recordamos la participación de nuestra compañera Ana Fuentes contando la experiencia de la apertura de la fosa de Casavieja.  Horario: 22:25h.