REPORTAJE: VIDAS ROBADAS: «Busco a mi hermano mellizo. ¿Podrías ser tú?»

mayo 22, 2011

Ana Vega lanza una web para localizar a un niño dado por muerto en 1977

N. JUNQUERA / J. DUVA 22/05/2011

«Tú eres impresionable. Te va a afectar. Tienes a tu niña, a tu mujer… Es mejor que no lo veas. Está deformado, te va a marcar para siempre. Hazme caso. Nosotros ya nos encargamos de todo». Y Luis Vega obedeció a aquel médico. Hoy se arrepiente.

Ana Vega y su hermano Luis, en una de las fotos que cuelga en la web.-

Era 20 de noviembre de 1977. Un matrimonio joven fue a la Clínica Nuestra Señora del Rosario de Madrid para tener a su segundo hijo. El parto les dio una sorpresa: venían dos, niño y niña, mellizos. «Mi abuela, que había sido matrona en su pueblo, se pasó todo el embarazo diciéndole a mi madre que llevaba dos bebés porque tenía la barriga muy alta. ‘Pero quién va a saber más, ¿usted o yo, que soy el médico? le decía, pero resultó que tenía razón», relata Ana, la niña nacida aquel 20 de noviembre. «El niño», prosigue su padre, Luis, «nació muerto. Eso fue lo que me dijeron los médicos. Y yo me lo creí porque la palabra de un médico entonces, al menos para mí, iba a misa».

Los doctores convencieron a Luis Vega de que ocultara a su esposa que había tenido dos bebés y que uno había muerto. «Al final terminé contándoselo. Y en la revisión de la niña, a los 10 días, mi mujer comentó: ‘Qué lástima el niño…’ El neonatólogo se puso como una fiera. Le dijo que se olvidara de eso, que aquel niño ya no existía y que nosotros ya teníamos la parejita».

Ana cuenta que siempre ha tenido a su mellizo muy presente. «En los cumpleaños mis padres siempre decían que podían haber sido dos, y preguntaban: ‘¿Cómo sería ahora tu hermano?’ …Mi madre siempre había tenido la sensación de que algo raro había pasado porque no le parecía normal que no hubiesen querido enseñarle el bebé a mi padre. Cuando escuchamos a otras familias repitiendo exactamente las mismas frases que nos habían pasado a nosotros, empezamos a sospechar. Mi padre fue a pedir papeles y comprobó que no había rastro de mi hermano por ningún sitio».

Vega pidió información al director de cementerios de Madrid, Manuel Torres Iribarne, que le aseguró que, tras comprobarlo en el registro, no había inhumación alguna «de un feto de padres llamados Inés y Luis» por aquellas fechas. Tampoco está el legajo de aborto en el Registro Civil. «Tengo la convición de que mi hijo vive y que fue vendido a otra familia. Para ellos no tengo ningún reproche. Solo quiero que mi hijo sepa que nadie le abandonó y que, si tiene interés en conocer a su familia biológica, aquí estamos para recuperar estos 30 años perdidos». Con esa esperanza ha creado Ana una web con fotos y vídeos de ella y de su hermano mayor, Luis, desde que eran niños hasta hoy. Y en la que hace un llamamiento: «Busco a mi mellizo. ¿Podrías ser tú?» Su dirección es http://buscoamihermanomellizo.weebly.com/


REPORTAJE: VIDAS ROBADAS: «A mis 39 años me acabo de enterar de que soy un niño comprado»

mayo 22, 2011

Vicente Martínez Gil, en la parafarmacia que regenta en L'Eliana (Valencia).- JESÚS CÍSCAR

Vicente Martínez ha conocido su pasado gracias al chismorreo de unas vecinas

JESÚS DUVA / NATALIA JUNQUERA – Valencia – 22/05/2011

«Mis amigos sabían que yo era un chico adoptado, que mis padres no eran mis padres biológicos. Eso era un secreto a voces. Pero yo me enteré por casualidad hace cuatro meses al escuchar una conversación de unas vecinas». Vicente Martínez Gil ha descubierto, a sus 39 años, que en su día fue «un niño comprado». Sus padres adoptivos, que jamás le revelaron ni media palabra de sus orígenes, han acabado admitiendo que lo recogieron un día de 1972 «en una casa particular», probablemente el domicilio de un médico.

«Quiero destapar a esa gente que se creían dioses y traficaban con bebés»

Tras destapar el engaño en el que había vivido, Vicente se puso a investigar y así supo que en realidad vino al mundo el 14 de marzo de 1972 en el hospital clínica Casa de la Salud, en Valencia, y no en el hospital La Cigüeña, como siempre le había hecho creer su madre adoptiva.

Siguiendo con sus pesquisas, logró arrancarles a sus padres la pista de que habían empezado la operación de «compra» a través de un íntimo amigo, que a su vez les había puesto en contacto con un médico. Sin embargo, Vicente averiguó que en realidad ese amigo íntimo había enlazado a sus padres con un cura, un tal don Salvador, quien a su vez les encaminó hacia unas monjas.

«Fui a ver a don Salvador, que solía venir a la casa de mis padres con ocasión de las comidas familiares. Me dijo que estaba esperando mi visita tras las informaciones que estaban saliendo en prensa y televisión sobre las tramas de adopciones ilegales», explica Vicente en la parafarmacia de L’Eliana, a tiro de piedra de Valencia, donde trabaja. «Ese sacerdote me espetó: ‘¿Qué andas buscando? Nosotros hacíamos una obra de caridad. Las madres seguramente serían jovencitas pudientes que no querían tener a sus hijos. ¿Por qué andas moviendo esto ahora, con la educación que te han dado tus padres?’ A mis padres, en efecto, les dijeron en su día que mi madre biológica era una chica que no quería quedarse conmigo», explica Vicente, sin perder de vista a su hijo Mario, de dos años, que corretea en derredor.

«Según me han contado mis padres, a ellos les llamaron por teléfono de madrugada, con prisas. Les citaron en una casa que ellos sospechan que era la casa de un médico. Fueron y pagaron unas 40.000 pesetas en el momento de recogerme. Yo estaba totalmente desnudo y les dijeron que fueran a comprarme ropita. Volvieron por la tarde y me recogieron. Al día siguiente me inscribieron como si hubiera sido mi madre adoptiva la que me había engendrado». El médico que figura en sus documentos es Julio V. I., que falleció hace 11 años.

Su padre, comerciante, y su madre, ama de casa, tenían unos 40 años cuando se decidieron a adoptar a un niño. ¿Cómo se tomaron ellos el hecho de que Vicente descubriera que le habían tenido engañado toda su vida? Él lo cuenta así: «Cuando me puse a buscar mis orígenes, ellos reaccionaron mal. Ahora se muestran indiferentes y no tenemos contacto. Ellos son ya muy mayores y no entienden que yo quiera averiguar quién soy y de dónde vengo. De nada vale que les insista en que lo único que quiero es conocer mis orígenes, pero que ellos van a seguir siendo siempre mis padres. Tienen miedo. Yo les respeto y no quiero que se asusten».

Pero este hombre también tiene otro objetivo: «Quiero buscar a esta gente que se consideraban que eran dioses y que traficaban con recién nacidos. En realidad eran gentuza: médicos, curas, monjas, matronas… hay gente que todavía ejerce la profesión y me gustaría desenmascararlos para que todo el mundo sepa lo que hacían y a lo que se dedicaban».

Sin embargo, su búsqueda está resultando complicada. Todos los papeles que posee son falsos. En el hospital donde se supone que nació le han dicho que destruyeron todos los archivos referentes a esas fechas. Por eso, ha pedido ayuda a todos los que, como él, están embarcados en una tarea que en la mayoría de los casos solo conduce a la frustración y a la melancolía. «Han venido madres a verme para pedirme consejo y otras con la creencia de que yo pudiera ser su hijo», dice Vicente.

Ya se ha hecho las pruebas de ADN en el laboratorio genético indicado por la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir), por las que ha pagado 133 euros. «Hace 20 días presté declaración ante la Fiscalía de Valencia. El fiscal me aseguró que llamará a testificar a mis padres adoptivos y al cura que intermedió en la operación», concluye.

El País.com


ENTREVISTA: NUEVO LIBRO SOBRE FRANCO Ángel Viñas Historiador «Creo que Franco ordenó un asesinato para empezar la guerra»

mayo 22, 2011

JUAN CRUZ 22/05/2011

Angel Viñas está convencido de que Franco ordenó asesinar al general Amado Balmes Alonso, responsable militar en Gran Canaria, para dejar expedito su paso e iniciar la Guerra Civil el 18 de julio de 1936.


«Hubo una entrevista a solas Balmes-Franco en torno al mes de mayo del 36. Balmes salió muy serio de esa entrevista»

«Al liquidar a Balmes Franco se hace con la guarnición. Con Balmes en contra se trastocaban los tiempos del golpe»

El historiador no tiene los documentos, pero mantiene que de otro modo sería inexplicable la versión que el franquismo dio desde un principio de que el militar se había disparado su pistola al desatascarla contra su bajo vientre.

Franco hizo que el Dragon Rapide, el avión que le sirvió para salir de Canarias y empezar la rebelión en África, aterrizara en Gran Canaria. Balmes murió el 16 de julio; Franco dejó Tenerife para estar en el entierro, y desde la isla de enfrente emprendió un viaje que cambió su destino, y el de la República.

Viñas es catedrático, ha ejercido la diplomacia, es autor de El escudo de la República (sobre el oro de Moscú), El honor de la República (sobre el acoso fascista, la hostilidad británica y la política de Stalin), y recientemente publicó la edición de las memorias de Paulino Azárate, político y diplomático muy ligado a Juan Negrín.

El libro en el que explica sus sospechas sobre el posible asesinato de Balmes que ordenaría Franco está publicado, como la mayoría de los suyos, por Cátedra, se titula La conspiración del general Franco y nació de su deseo de investigar la hostilidad británica hacia la República. Como tuvo que buscar en el origen inglés del Dragon Rapide y de su tripulación, halló que este avión voló a Las Palmas en circunstancias que permiten dudas; esas dudas le llevaron a hacer pesquisas que están a medias entre el historiador y el detective. Juntos en la misma persona el historiador y el detective, Viñas llegó a conclusiones que arrojan dudas muy serias sobre la versión oficial: la muerte de Balmes pudo haber sido un asesinato premeditado y alevoso.

En el libro, además, Viñas se muestra muy enfadado con parte de la historiografía española que dio por sentado que Balmes murió en un accidente sin hacerse las preguntas que hubieran incriminado a Franco, y también con la desfiguración interesada de los inicios de la guerra para ocultar lo más oscuro de la conspiración.

Pregunta. Está usted indignado, se ve en el libro.

Respuesta. Soy de los que creen que el franquismo montó una historia, un dogma, un corpus de doctrina para explicar los orígenes y el desarrollo de la Guerra Civil y sus consecuencias. Y ese dogma no tiene mucho que ver con la realidad.

P. Lo manipularon.

R. Sí, manipularon ese pasado un tanto mitológico en función de sus conveniencias políticas. Un poco como lo que pasó en la URSS en la época de Stalin. En el caso soviético fue mucho más exagerado porque también los crímenes eran de otra magnitud, pero en la sustancia, cuando rascas, el enfoque de Franco no es diferente del enfoque de Stalin, o de los servidores del poder en uno y en otro caso. Inventaron ambos una historia que sirviera para explicar lo que es difícilmente explicable. Por ejemplo, la muerte del general Balmes.

P. Dota usted a Franco de una enorme capacidad maquiavélica.

R. No, no. No es que Franco sea maquiavélico; es un hombre astuto. Tampoco es que sea un gran general; no tiene experiencia en el manejo de la guerra, la suya es una experiencia con la Legión en Marruecos, que es una guerra colonial completamente subdesarrollada. Es un general cortesano y un general político. Eso es lo que hace en la República. El hombre de Estado que sabe anticipar el futuro… eso son bobadas inventadas para alimentar su ego. En tiempos de la República tiene muy claros cuáles son sus intereses, a los que sirve con disciplina y rigurosidad. Un hombre disciplinado.

P. Que se subleva.

R. Si es cierto lo que Pedro Sainz Rodríguez ha dicho en varias ocasiones, toda la operación que Franco monta en Las Palmas está orquestada para ponerse al frente del ejército de Marruecos. Hace tiempo, antes de morir, don Pedro me contó que quizá lo que quería Franco era ser alto comisario de España en Marruecos y que ese era su objetivo inmediato en julio de 1936. Ponerse a la cabeza de esa poderosa máquina de guerra que le hubiera dado un peso muy importante en el conjunto de los sublevados. Luego las cosas no fueron como él pensaba. Le fueron mejor. Lo que le allana el camino es la muerte del general José Sanjurjo, en accidente. Ese sí que fue un accidente.

P. Porque usted cree que la muerte de Balmes no fue un accidente.

R. Yo estaba siempre con la mosca detrás de la oreja mientras estudiaba la imbricación de los servicios de inteligencia británicos en el vuelo del Dragon Rapide. Y empecé a buscar documentos hasta que llegué al suceso de Balmes…

P. Y ahí empezó su pesquisa, como un detective.

R. Sí, puede decirse así. Estaba muy sensibilizado con el tema de Balmes. Que se pegara un tiro en las condiciones que se lo pegó me parecía raro. Fui a Canarias, hablé con unos y con otros y me encontré con alguien emparentado con el ayudante de Balmes en julio de 1936. Este me contó que hubo una entrevista a solas Balmes-Franco en torno al mes de mayo de 1936. Fue a solas. Balmes salió muy serio de esa entrevista… En la familia del ayudante del general se comentó mucho esta circunstancia: qué le diría Franco a Balmes que salió tan circunspecto de una reunión supuestamente amistosa.

P. ¿Y qué le pareció raro a usted mismo?

R. Que habiendo tanta literatura sobre esa época, nunca se dijera nada de esa reunión secreta. Lo comenté con Gabriel Cardona, el extraordinario historiador militar que acaba de fallecer. «¿Cómo te suena?», le dije. «¡Me suena muy mal!», me dijo. Y me aconsejó que leyera el libro de Pinto de la Rosa, que era, cuando murió Balmes, el juez militar que se hizo cargo de aquel accidente. Claro, por el hilo tiras del ovillo. Y aquellos disparates que él cuenta, apoyados por las cosas aún más absurdas que publicaba la prensa de la época, me encendieron las luces. No fue una muerte casual. Alguien empujó la pistola, parece evidente.

P. Dice usted que Franco estuvo activísimo y una de sus actividades podría haber sido acabar con Balmes…

R. Su objetivo era sublevar las guarniciones de Tenerife y de Las Palmas. La de Tenerife la tenía en su mano porque él estaba allí, pero no disponía de la de Las Palmas, necesitaba hacerlo a través de personas interpuestas. Yo sospecho de las personas interpuestas. Por ejemplo, de Rafael Díaz-Llanos, que está en una misión de larga duración en Las Palmas, enviado por Franco. Eso aparece en la hoja de servicios de Díaz-Llanos. Podría haber ido para otras cosas, pero a mí me resulta sospechoso. La mayoría dice que todos los oficiales de Las Palmas estaban a favor de la sublevación. No, no, no. No lo sabemos. Es posible que algunos lo estuvieran, otros no lo estaban.

P. ¿Y Balmes?

R. Balmes era el general. Pues Balmes no estaba convencido. Luego se dice que sí, pero eso todo es a posteriori. Este es un asesinato, creo yo, bien planeado, bien ejecutado, pero hay que disimularlo. No solo el día 17 de julio. Pues al día siguiente es el alzamiento y ya hay que preparar argumentos para que la historia se diga como Franco quería. Así que cuando se decreta el bando de guerra (¡y qué bando!), a ver quién se mueve para explicar lo de Balmes.

P. Pero Franco va al entierro.

R. Va al entierro porque quiso matar a Balmes y quiere estar en su sepelio en Las Palmas. Allí lo espera el Dragon Rapide; él hace la carambola de obligar a que el avión británico aterrice ahí porque ese es su plan, y para eso ha de tener un pretexto que le lleve a Las Palmas.

P. Todo planificado, pues.

R. Exactamente, lo tiene todo planificado. Además, lo sabemos por el testimonio del marqués de Luca de Tena, que tiene que ir a Las Palmas a principios de julio. El marqués no tiene por qué saber lo que está pensando Franco, y Franco, naturalmente, no le diría nada. Lo que Franco sí dice es: «Quiero el Dragon Rapide en Las Palmas». Ahí es cuando puede planificar también su acción sobre Balmes.

P. ¿Y quién mata a Balmes, según sus sospechas?

R. Hay unos papelitos en el Gobierno militar. Dicen que ese día de la muerte Balmes está revistando armas de la sección de destino. ¿Un general revistando armas de los cuatro gatos que hay en esa sección? ¡Un general no hace eso! ¿Por qué lo hace? Probablemente porque se quiere cerciorar de que su guardia, los que están más cerca de él, estén armados. En el regimiento hay un oficial que se encarga de la gestión de armas. Su nombre no aparece. Por consiguiente, debería haber estado allí, y a él se dirige Franco unos días después, y acomete misiones ultrasecretas… Pudo haber sido él.

P. ¿Y por qué no dice el nombre?

R. Porque no tengo la certidumbre. Es que en realidad no sabemos cómo murió Balmes, pero sí sé que la versión que siempre se ha manejado no se sostiene bajo ningún concepto… Al liquidar a Balmes, Franco se hace con la guarnición y deja el camino expedito, pues con Balmes en contra se trastocan todos los tiempos del golpe, y ese era un riesgo grave.

P. Como el asesinato.

R. Por eso lo disimulan. Si trascendía el asesinato, era un asunto de importancia capital: mataba, o mandaba matar, a un compañero suyo antes de que se haya declarado el bando de guerra. Parece algo banal tal como fueron las cosas, pero no, ¡es un asesinato con premeditación y alevosía. Y punto!

P. Pues el silencio dura hasta hoy.

R. Convenía. Fíjate que cuando la viuda de Balmes pide la pensión completa, los juristas del Cuartel General se la niegan porque no murió en acto de servicio, sino por «una gran imprudencia» al ponerse el cañón de la pistola con la mano izquierda en el bajo vientre… ¡A quién se le ocurre! Y Franco se hace el distraído. Y a quién se le ocurre no indagar qué pasó con la pistola, que el chófer se deja olvidada en algún sitio…

P. Lo que llama la atención es que sus sospechas sean inéditas…

R. Sí ha levantado sospechas. Paul Preston se las hace en su biografía de Franco. ¿Por qué Balmes no tiene un monumento, ni está entre las víctimas de los caídos? Algunos desaprensivos dicen que esa manera de tratar la pistola era una técnica del general… ¡Pamplinas!

P. Trabajó usted como un detective.

R. Sí, he trabajado como un detective, pero que no me pidan la orden de asesinato. Eso se dice de palabra, se da una orden y ya está. Personalmente no tengo ninguna duda. Pero eso no lo puedo decir, no puedo decir que haya encontrado la orden de asesinato. Además, eso no se encuentra.

El País.com


Un poco de memoria…

mayo 22, 2011

Hoy millones de ciudadanos acudirán a las urnas. Con los años se está convirtiendo en una costumbre, en un rito. Puede que con el uso de la democracia se pierda la conciencia del poder que tenemos a la hora de trazar el rumbo del futuro, y también es posible, sobre todo para los que no han conocido otra cosa, que la libertad, como decía Pablo Guerrero, se acabe convirtiendo en una palabra escrita en la pared.
Por encima de otras consideraciones, y ahora que tenemos cerca las rebeliones de Oriente, donde salir a la calle a reclamar lo elemental se sigue pagando con cientos de muertos, hoy es un día festivo, se vaya o no se vaya a votar. Hoy, cuando esos muertos se mezclan con otras cifras en los periódicos y acaban ahogados en un mar de letras.
Yo festejo, decía, el hecho de poder escribir aquí sin que unos policías se presenten en mi casa y me lleven a comisaría. Hay que recordarlo de vez en cuando, como hay que recordar a aquellos que hicieron posible con sus años de cárcel que esta realidad fuera posible, y también a los que dedicaron todos sus esfuerzos a perseguirles, a encerrarles, a que sufrieran torturas, a que en España nunca hubiera libertad porque querían disfrutar eternamente de los privilegios que les concedía la injusticia y que, como los alienígenas, siguen entre nosotros.
Los he conocido, a unos y a otros, y los recuerdo porque todavía tengo memoria, ahora con la edad, memoria histórica, necesaria, imprescindible, y así no me confundo, los distingo bien, por desgracia, demasiado bien, y eso me hace subjetivo.

Público.es


Un dilema llamado Transición española…

mayo 22, 2011

El historiador Charles Powell analiza en ‘El amigo americano’ el papel de Estados Unidos en la llegada de la democracia

ANDREA RODES Barcelona 21/05/2011

Juan Carlos y Richard Nixon, en la Casa Blanca, en 1971.EFE

Charles Powell (Madrid, 1960) empezó a interesarse por la Transición española por casualidad. «Llegué a la Universidad de Oxford con la idea de escribir una tesis sobre Jovellanos y la política del siglo XVIII. Pero corría el año 1978 y algunos de los acontecimientos políticos del momento, como la redacción de la nueva Constitución, me motivaron a cambiar», reconoce el historiador, de padre inglés y madre española, y subdirector de Análisis e Investigación en el Real Instituto Elcano.

Powell ha dedicado la mayor parte de su carrera académica a estudiar la historia contemporánea y la política exterior de nuestro país. Pero no ha sido hasta en su último libro, El amigo americano. España y Estados Unidos: de la dictadura a la democracia (Galaxia Gutenberg, 2011), que el investigador ha logrado culminar uno de sus objetivos pendientes: revisar hasta qué punto apoyó Washington al régimen franquista y qué papel jugó «el amigo americano» durante la Transición.

El libro se apoya en documentos, cartas, telegramas y conversaciones

Su conclusión, después de diez años recopilando documentos diplomáticos descalificados, cartas, telegramas y conversaciones telefónicas entre España y Estados Unidos, es que la Casa Blanca tuvo «serias dificultades» para resolver el dilema que le presentaba favorecer una salida democrática a la dictadura franquista, sin poner en peligro el acceso a las bases militares de las que disponía en nuestro país desde 1953.

Bibliotecas presidenciales

La investigación le llevó a viajar continuamente a EEUU a medida que se iban descalificando los archivos en el Departamento de Estado norteamericano y en las bibliotecas presidenciales de Nixon, Ford, Carter y Reagan, los cuatro mandatos que coinciden con el periodo de su investigación, 1969-1989. Los documentos suelen descalificarse al cabo de 30 años, a no ser que un individuo exija consultarlos antes. «En EEUU, el conocimiento de la historia se considera un derecho del ciudadano», explicó esta semana Powell durante la presentación de su libro en Barcelona.

Estados Unidos «no hizo todo lo que pudo» para acelerar la Transición

Detrás de su actitud seria y comedida de profesor de Oxford, Powell se emociona al recordar sus viajes a las bibliotecas presidenciales de EEUU, «unos centros de investigación fascinantes, en los que tenía libertad para acceder a todo tipo de documentos y fotografías, y encima, ¡financiados con fondos privados!». «En España no existe la misma cultura abierta y transparente hacia la investigación histórica que en EEUU o el Reino Unido», se lamenta Powell. Y prefiere desvelar las dificultades con las que se topó para investigar en el Archivo de Asuntos Exteriores en Madrid. «Supongo que en España la actitud cerrada hacia la historia ha tenido mucho que ver con los cuarenta años de dictadura franquista, y a que muchos documentos fueron destruidos. No obstante, la presión ciudadana está forzando a cambiar la situación», recalcó Powell.

«¿Cómo pudo ser que un país como EEUU, el máximo defensor de los derechos y las libertades políticas de sus ciudadanos, no adoptase un papel más influyente en la Transición democrática española?», se pregunta el historiador. El amigo americano es un intento de documentar esta «paradoja» en la política de exteriores estadounidense. Según Powell, Washington «no supo gestionar bien» el deseo de democratizar España y el miedo a perder las bases militares en plena Guerra Fría y con la presencia de la Marina soviética en el Mediterráneo.

El autor centra una parte del libro en analizar detalladamente la negociación de los sucesivos acuerdos bilaterales entre Madrid y Washington y a partir de aquí concluye que la Administración estadounidense «no hizo todo lo que pudo» para acelerar la Transición. Los últimos años del régimen franquista coinciden con el reforzamiento electoral de los comunistas italianos y franceses y la Revolución de los claveles portuguesa de 1974.

«Sólo una España democrática podía ser aceptada en la OTAN y Europa»

No obstante, los americanos sabían que «sólo una España democrática podía ser aceptada en la OTAN y la Comunidad Europea. La transición democrática era una condición necesaria para mantener a España en el bloque occidental», observa Powell. A pesar de que las sucesivas administraciones norteamericanas «hicieron poco por debilitar a Franco», el autor defiende que «desde 1969 ya habían apostado por el entonces príncipe don Juan Carlos como líder del cambio político».

Una de las figuras que centran la investigación de Powell es la del secretario de Estado Henry Kissinger: un político «excesivamente ideologizado», cuyo miedo al comunismo le llevó a excluir a los eurocomunistas y a infravalorar el peso de los socialdemócratas a la hora de preparar una oposición democrática. La figura deKissinger y el impacto de la revolución portuguesa en la política de exterioresnorteamericana hacia España serán los dos temas principales de investigación de Powell en los próximos años.

Kissinger y el Sáhara

El amigo americano es una obra de rigor histórico «por eso está llena de notas a pie de página», sonríe Powell, que al margen de sacar a la luz documentación diplomática norteamericana recientemente desclasificada, comunicaciones e informes del Departamento de Estado y del Consejo de Seguridad Nacional, tiene como novedad el análisis del autor sobre la Marcha Verde de Marruecos en el Sáhara, en 1975. Powell asegura que no ha encontrado evidencias de que EEUU tuviese una participación activa en la anexión del Sáhara occidental (administrada hasta entonces por España) por parte de Rabat. «Kissinger creía que España no pintaba nada en África y que un Sáhara independiente corría el peligro de convertirse en un satélite de la Argelia comunista». Por otra parte, un conflicto con Marruecos hubiese desestabilizado la transición a la democracia en España.

Ahora, en cambio, «EEUU quiere que España juegue un papel importante a la hora de democratizar Túnez y acelerar las reformas en Marruecos, dado que Francia está desprestigiada y a otros países europeos no les interesa», explicó a Público el historiador. «Esta podría ser una buena oportunidad para volver a fortalecer las relaciones entre Washington y Madrid», concluye.

Público.es


Un juez del TS defiende la «nulidad radical» de los juicios franquistas…

mayo 22, 2011

La Sala de lo Militar del Supremo niega la revisión de una condena a 30 años por un delito de «adhesión a la rebelión» por tres atracos de 1941

ÁNGELES VÁZQUEZ MADRID 20/05/2011 08:20

Fondos documentales del Archivo General de la Administración, trasladados a Salamanca. gabriel pecot

Fondos documentales del Archivo General de la Administración, trasladados a Salamanca. gabriel pecot

El goteo de peticiones de revisión de sentencias franquistas sigue llegando al Tribunal Supremo, pese a la Ley de Memoria Histórica. Y no siempre se refieren a personas conocidas, como el poeta Miguel Hernández o el anarquista Salvador Puig Antich. El último intento planteado ante el Alto Tribunal para revocar una condena a 30 años de prisión, en la que sólo se tenían en cuenta los «antecedentes izquierdistas» del condenado, ha vuelto a caer en saco roto.

La Sala de lo Militar del Supremo ha negado la autorización para solicitar la revisión de una condena a 30 años de cárcel impuesta por el Consejo de Guerra Permanente número 4 de Madrid el 15 de diciembre de 1942. Lo solicitaba Teresa Albiñana Ramis, viuda de Gonzalo de la Fuente Muñoz, condenado a 30 años de cárcel por adhesión a la rebelión, un delito que casa mal con lo que la sentencia citaba en su contra: tres atracos.

El recurso veía «absurdo» castigar unos robos como un delito de rebelión

El auto cuenta con el voto discrepante del magistrado José Luis Calvo Cabello que considera el consejo de guerra que le juzgó «un órgano ilegítimo, dependiente y parcial», lo que, a su juicio, debía ser suficiente para declarar «la nulidad radical» de la condena impugnada.

En su recurso, la mujer pretendía que se anulara la sentencia, declarando inocente a su esposo, que falleció en 1989, y que se le absuelva con todos los pronunciamientos favorables. Alegaba que la condena, por la que De la Fuente permaneció 16 años encarcelado, se debió «exclusivamente a sus antecedentes izquierdistas» por «haber sido voluntario durante el dominio rojo» y haber «ascendido a sargento».

La mujer sostenía que «la sentencia es un desatino, pues si bien se establece en los hechos probados que De la Fuente cometió diversos delitos comunes», en concreto tres atracos en pueblos y caminos vecinales en 1941, se le termina condenando por «un delito de adhesión a la rebelión». Al «absurdo» se añadió lo que era una práctica habitual en los consejos de guerrafranquistas, es decir, se impidió al acusado presentar pruebas e, incluso, designar a su propio abogado.

El magistrado discrepante dice que el tribunal fue «parcial e ilegítimo»

La mayoría de la Sala de lo Militar del Supremo niega la posibilidad de solicitar la revisión de la condena porque no se alega ningún hecho nuevo que justifique la revisión de la sentencia y considera que la revisión no es un cauce «apto para obtener la reparación de una eventual lesión de derechos fundamentales».

La Sala aduce que la revisión sólo es posible si se plantea alguno de los motivos tasados previstos en la Ley Procesal Militar y en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, lo que no hace la recurrente, que considera un «absurdo» que unos atracos fueran juzgados por la justicia militar y no por la ordinaria.

La resolución alega que la «genérica alusión que la promotora de la revisión formula» no evidencia «la equivocación del fallo» y la inocencia del acusado, un requisito imprescindible para revisar la sentencia cuestionada.

Ilegítimos hasta para Franco

Calvo Cabello no comparte ese criterio. En su voto recuerda que en otras jurisdicciones se ha levantado la mano con las revisiones para cumplir el mandato constitucional de lograr que impere la justicia y que la propia Constitución serviría de hecho nuevo para la revisión.

Explica que el consejo de guerra que condenó a De la Fuente fue «un órgano ilegítimo» hasta para el propio régimen, al ser «continuidad» de los creados el 1 de noviembre de 1936, cuya «ilegitimidad vino a ser reconocida por la Ley de la Jefatura del Estado de 12 de junio de 1940». Sus miembros «no eran independientes de quien tenía el poder absoluto»: el general Franco. «Ni existía una independencia jurídica, ni podía negarse la posibilidad de que ese poder absoluto les beneficiara o perjudicara profesionalmente, según fueran sus decisiones».

Aunque ello ya debía ser suficiente para «fundar la nulidad radical del juicio», el voto añade que «no se practicó prueba alguna» en la vista que justificara la condena, lo que debía obligar a autorizar su revisión.

Una revisión y una declaración de injusticia

Ricardo Puente Rodríguez

La condena a muerte del propietario de Radio Málaga fue anulada por el Supremo porque se dictó después de una primera sentencia que lo absolvía. Se le acusaba de hacer interferencias para evitar las comunicaciones entre los sublevados. Fue la única revisión de sentencias franquistas autorizada en décadas por el Supremo.

Miguel Hernández

Con él se inauguró un nuevo criterio en la Sala Quinta del Alto Tribunal. La familia del poeta no podrá presentar un recurso de revisión contra la sentencia que lo condenó, pero la resolución de la Sala ya hacía lo que se habría conseguido con la revisión: declaraba «radicalmente injusto» ese fallo.

Público.es


Martín (CHA) propone levantar el Museo de la Guerra Civil de Teruel…

mayo 22, 2011

El candidato de Chunta Aragonesista (CHA) a la alcaldía de Teruel, Paco Martín, promoverá la creación de un Museo de la Guerra Civil durante la próxima legislatura. «Hay razones suficientes», ha dicho.

  • EUROPA PRESS. 16.05.2011
Martín (CHA) propone levantar el Museo de la Guerra Civil de Teruel

El Museo se ubicaría en un edificio de nueva planta que no solo tendría un área expositiva, sino que también permitiría investigar y consultar documentos, no solo de temas relacionados con la batalla de Teruel (1938), sino de toda la guerra civil.

Además, Martín ha reclamado este lunes la construcción de un auditorio, un conservatorio y ampliar el Museo Provincial. El candidato ha afirmado que la paralización de las obras de rehabilitación del asilo de San José, que será la futura sede del Conservatorio de Música, es un ejemplo de «la mala gestión y la descoordinación de las Administraciones en estos últimos años».

Además, ha asegurado que «hacen falta otras infraestructuras» en la ciudad para las que el consistorio, ante la imposibilidad de afrontar los proyectos con fondos propios «necesitaría financiación externa». Una de ellas, el auditorio de música, que «es una demanda importante de la ciudad».

En este sentido, Martín cree que «hay que retomar el proyecto que había para Cofiero, quizá no en la medida en la que salió el concurso de ideas, pero se puede hacer un buen auditorio en consenso con los grupos culturales de la ciudad y complementado con un aparcamiento subterráneo que, incluso serviría para el mantenimiento de las instalaciones».

Además, ha exigido que se acondicione el espacio del antiguo Conservatorio de Música de la calle Temprado, ahora en desuso, que se podría convertir en la sede de la Escuela Oficial de Idiomas (EOI).

http://www.20minutos.es/noticia/1052137/0/


Las 22 fosas comunes de la Guerra Civil localizadas en Mallorca se incorporarán al mapa de fosas del Estado…

mayo 22, 2011

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Foto: EP/RTVA

PALMA DE MALLORCA, 20 May. (EUROPA PRESS) –

   El Govern ha autorizado que las 22 fosas comunes de la Guerra Civil localizadas y documentadas en Mallorca se incorporen, mediante un convenio entre el Ejecutivo autonómico y el Estado, en el mapa de fosas de todo el país, tal y como ha informado la portavoz del gabinete autonómico, Joana Barceló.

   En rueda de prensa posterior al Consell de Govern, Barceló ha explicado que este documento permitirá la elaboración y aplicación del mapa integrado de fosas previsto en la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes sufrieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura.

   El acuerdo permitirá así que se sumen al mapa estatal (en el que aparecen cuatro localizaciones) las fosas localizadas gracias a la labor de la Fundación Balear de la Memoria Democrática, la Asociación Memoria de Mallorca y la Asociación Foro por la Memoria de Ibiza y Formentera.

   En concreto, las 22 fosas certificadas y documentadas en la primera parte del estudio que elaboran la Asociación Memoria de Mallorca y la Fundación Balear de la Memoria Democrática se ubican en Alaró, Algaida (tres), Bunyola, Calvià, Manacor (siete), Montuïri, Petra, Porreres, Santa Maria, Sencelles, Santanyí y Son Servera (tres).

Europapress vía google noticias


Buscarán en Ciudad Real los restos de seis maquis asesinados en 1941…

mayo 22, 2011
Ciudad Real, 21 may (EFE).-
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica comenzará la próxima semana los trabajos de búsqueda de los restos de seis maquis asesinados en 1941 en el municipio ciudadrealeño de Puebla de Don Rodrigo.
Juan Pedro Esteban Palmero, uno de los promotores de la iniciativa, ha explicado hoy a Efe que el comienzo de los trabajos está previsto para el próximo jueves en una fosa que será la primera que abra esta temporada la Asociación para la Recuperación de la Memoria Historia en España.
Palmero ha recordado que la fosa común de Puebla de Don Rodrigo es la tercera que se abrirá en la provincia de Ciudad Real, donde también se han realizado trabajos de exhumación con éxito, en las fosas de las que se tenía conocimiento en los núcleos poblacionales de Fontanosa y Retuerta del Bullaque.
Esteban ha señalado que la apertura de la fosa de Puebla de Don Rodrigo será posible gracias a los estudios que él y José Luis Rivero Rodríguez, también miembro de esta asociación, han venido realizando sobre este caso.
Ambos, han señalado, llevan varios años trabajando en la identificación de esta fosa junto con los hermanos Antonio y Rufino Ayuso Fernández, dos personas que fallecieron repentinamente y que estaban interesados en encontrar los restos de estos maquis.
El objetivo de los trabajos de exhumación es el de buscar los restos de José Méndez Carrasco, padre del mítico guerrillero conocido como el «Manco de Agudo», natural de Higuera de Vargas (Badajoz) y vecino de Agudo (Ciudad Real), que murió en el paraje conocido como «El Alcornocal de los Bonales» en Julio de 1941.
Según ha explicado Palmero, este hombre huyó al monte junto a cuatro de sus hijos (José, Manuel, Antonio y Asunción) en noviembre de 1940 y, a excepción de su hija Asunción, todos ellos fallecieron a manos de la Guardia Civil en distintos lugares y situaciones.
Junto a José Méndez Carrascosa, ha señalado, se encuentran enterradas otras cinco personas de las que se desconoce su identidad, aunque sus estudios revelan que podría tratarse de integrantes de la partida conocida como la del «Manco de Agudo».
Juan Pedro Esteban Palmero ha comentado que «ahora, 70 años después de su muerte, el objetivo marcado por la asociación es recuperar los restos de estos luchadores por la libertad». EFE

El Congreso debatirá si los miembros de grupos terroristas pueden beneficiarse de la Ley de Víctimas…

mayo 22, 2011

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MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) –

   El Pleno del Congreso tiene previsto debatir el próximo martes una proposición no de ley de Esquerra Republicana que plantea que los miembros de bandas o grupos armados que padecieron «persecución o violencia» puedan beneficiarse de las indemnizaciones que contempla la conocida como Ley de Memoria Histórica o, en su caso, de la futura Ley Integral de Víctimas del Terrorismo.

   Esta iniciativa, a la que ha tenido acceso Europa Press, es consecuencia de la interpelación que el diputado independentista Joan Tardà formuló el pasado miércoles al ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, y en ella se compendian gran parte de las propuestas realizadas entonces por los republicanos.

   Aunque Tardà llegó a proponer desde la tribuna de oradores que empresas, fundamentalmente constructoras, que «esclavizaron» a republicanos para construir embalses y carreteras corran con los cargos de las exhumaciones de los restos que aún se acumulan en fosas comunes del Valle de los Caídos, esta sugerencia no ha sido trasladada a la moción.

   Esquerra sí defiende que el Congreso inste al Gobierno a presentar en dos meses un informe sobre las víctimas que padecieron violencia política durante la Transición para que no queden fuera de las leyes sobre esta materia aprobadas hasta ahora o que puedan ver la luz en el futuro.

DOS COMISIONES DE SABIOS

   También reclama que una comisión de expertos forenses y arqueólogos, de acuerdo con las asociaciones de familiares de personas enterradas en el Valle de los Caídos, elabore un informe sobre las medidas necesarias para poder culminar la localización e identificación de todos los restos que sean posibles para facilitar su exhumación y traslado si así lo piden sus familias.

   Además, abogan por la creación de una comisión de juristas propuestos por el Gobierno y los grupos parlamentarios para proponer fórmulas que sirvan para resolver la contradicción jurídica existente entre las interpretaciones defendidas por la Fiscalía General del Estado y los tribunales de Justicia en relación con la nulidad de los juicios políticos del franquismo.

   Según recuerdan, mientras que la Fiscalía considera la declaración legal de ilegitimidad de esas sentencias y de quienes las impusieron equivale a una nulidad, los tribunales sean mostrado a la nulidad de pleno derecho.

   Por último, ERC pide que se adopten las disposiciones normativas necesarias para poder inscribir en el Registro Civil a aquellas personas desaparecidas cuyos datos no constaran en él, así como poder rectificar la información relativa a la causa de fallecimiento. A sus demandas añaden que se preste asesoramiento jurídico a las familias para poder realizar estos trámites.

Europapress vía google noticias


Rivas crea un parque temático para inculcar Memoria Histórica a niños…

mayo 22, 2011

El Ayuntamiento comunista de Rivas-Vaciamadrid lleva más de una década buscando fórmulas para glorificar la memoria de los combatientes republicanos que, en febrero de 1937, se enfrentaron a las tropas del general Varela en la Batalla del Jarama. La idea ha cuajado finalmente con la expropiación de unos terrenos en el cerro Los Migueles, frente al kilómetro 17 de la A-3, donde se han reconstruido unas trincheras republicanas. Poco importa que esas trincheras no tengan nada que ver con la Batalla del Jarama, que, como su propio nombre indica, no tuvo lugar a orillas del Manzanares, río que se une al Jarama en el Espolón de Vaciamadrid.

Aunque el Espolón fue tomado por las tropas de Varela el 8 de febrero de 1937, el grueso de la Batalla tuvo lugar varios kilómetros al sur, cuando los franquistas cruzaron el Jarama por los puentes Pindoque y de San Martín de la Vega (11 y 12 de febrero), enfrentándose a las brigadas internacionales. Aunque los de Varela ganaron terreno, no consiguieron el objetivo principal de cortar el abastecimiento de Madrid por la carretera de Valencia, aislando por completo a la capital.

Adoctrinamiento

Aunque los terrenos de la Batalla no están en su municipio, y el contraataque republicano se dirigió desde Arganda del Rey y Morata de Tajuña, el alcalde de Rivas, José Masa, no desaprovecha oportunidad de apadrinar, cada mes de febrero, las actividades en honor de los brigadistas internacionales que murieron al enfrentarse a legionarios y regulares en el lugar conocido como Colina del Suicidio o en el Pingarrón, en el camino entre San Martín y Morata.

En las trincheras del Parque temático de Los Migueles, el Ayuntamiento de Rivas lleva a los escolares –incluso a los extranjeros que llegan a los colegios de la localidad en intercambios– para adoctrinarles en su programa, que pretende fomentar “los valores de democracia y antibelicistas” y demonizar el “régimen dictatorial y privador de las libertades más elementales” instaurado por Franco.

Este proyecto de fines “didácticos” está apoyado por el Ministerio de la Presidencia, que en el ámbito del Jarama ha financiado otros más serios, como el descubrimiento, en febrero pasado, de tres grandes fosas en la zona del Pingarrón, con restos de cientos de muertos de las Brigadas Internacionales, marroquíes de Regulares e irlandeses que combatían en las filas de Franco. En virtud de la Ley de Memoria Histórica, sólo a los primeros –los del bando republicano– se les reconocen derechos, y a sus descendientes, la nacionalidad española.

Revolución en Rivas

De quienes no se acuerda para nada el Ayuntamiento de Rivas es de las víctimas de la revolución en zona republicana que fueron asesinadas en esa localidad. El único residente víctima de esos desmanes fue el sacerdote Luis Rodríguez Castro, de 30 años, asesinado el 25 de julio de 1936 en la Finca El Parral, donde se instaló el Comité y Casa del Pueblo de la Sociedad de Trabajadores de la Tierra.

Quienes en la postguerra fueron señalados como autores del crimen (legajo 1508 de la Causa General), Eustaquio de Bustos Rozalén y Eladio García Aparicio, así como el resto de personas que intervinieron en la quema de las tres iglesias del pueblo, aparecen hoy en el Memorial de víctimas de la guerra del Ministerio de Cultura como personas a las que se debe honrar “para siempre” por haber sido perseguidas por el franquismo.

Además del sacerdote, fueron asesinadas en Rivas 228 personas a partir del 20 de octubre de 1936, por obra de los chequistas que liquidaban a las personas sacadas de las cárceles de Madrid. La memoria del Ayuntamiento de Rivas no alcanza a recordarlas, aunque fueron enterradas en su cementerio.

La Gaceta (Intereconomía) vía google noticias



«Asalto a la Memoria» denuncia la «impunidad» de los gobiernos posfranquistas…

mayo 22, 2011
21-05-2011 / 11:20 h

A su juicio, «el Estado ha ido aplicando una política de ‘punto final’ que ratifica la impunidad para quienes impusieron la dictadura y los que la gestionaron y se beneficiaron de ella» a través de leyes como las de Amnistía de 1977 o la de la Memoria Histórica, o el rechazo a la investigación de los crímenes políticos.

Vinyes se refiere al «carácter protector fuera de toda duda a favor de los perpetradores de la Ley de Amnistía de 1977, aprobada por toda una izquierda que gozaba en aquella época de una gran autoridad moral».

Esta Ley extendía el perdón a los delitos cometidos por las autoridades, los funcionarios y agentes de orden público contra el ejercicio de los derechos de las personas, así como por motivo de la investigación de los actos incluidos en el propio texto legal.

«El modelo español de impunidad se constituye por la negativa del Estado a declarar la nulidad de las sentencias emitidas por los Consejos de Guerra y por los Tribunales especiales franquistas contra la disidencia, la oposición y su entorno», reflexiona el historiador.

Vinyes critica el comunicado del Gobierno de España de 1986 con motivo del 50 aniversario del inicio de la guerra civil, que convirtió la reconciliación en una «ideología de Estado».

«Tras honrar a los defensores de la democracia española que pagaron con su vida su sacrificio, el comunicado recuerda también con respeto a quienes, desde posiciones distintas a las de la España democrática, lucharon por una sociedad diferente, en la que también muchos sacrificaron su vida», detalla en «Asalto a la Memoria» (Los Libros del Lince).

En su opinión, «esta declaración es similar a pedir un minuto de silencio por los judíos gaseados y otro minuto del mismo silencio para las numerosas bajas del ejército alemán de ocupación», reflexiona.

«La cuestión es que si las instituciones con que se ha dotado este país son desposeídas de su huella humana y nadie es legado de nada, ¿cómo puede alguien sentir el orden democrático como algo propio», se plantea Vinyes en su libro.

Este libro denuncia también la ocultación de los símbolos de la democracia republicana y de la «resistencia» en la dictadura por parte de todos los gobiernos posfranquistas.

La búsqueda de un patrimonio propio de la izquierda y el derecho legítimo de los ciudadanos a participar en la construcción y gestión de la memoria pública resulta también motivo de reflexión para el historiador.

El autor critica asimismo el mantenimiento del Valle de los Caídos como un «parque temático sobre la victoria del crimen político», así como la «incapacidad del Estado de asumir el universo simbólico de la memoria democrática y la negativa a admitir que la democracia fue un bien adquirido coralmente y desde la calle».

Vinyes, historiador y profesor de la Universidad de Barcelona, reúne en «Asalto a la Memoria» una recopilación de sus artículos publicados en la prensa durante los últimos diez años sobre los procesos sociales de construcción y gestión de la memoria pública.

Premio Nacional del Patrimonio Cultural de la Generalitat en 2004 como comisario de la exposición «Las cárceles de Franco», Vinyes colabora en Chile y Colombia con los organismos defensores de la Memoria Histórica frente a las recientes dictaduras.

ABC.es vía google noticias