Y seguirán algunos sin tener en cuenta la Memoria oral (pretextando poca objetividad), pero yo sigo escuchando y creyendo a una madre que dijo a sus hijos que «padre no volverá» que «la comida y la ropa que Ustedes traen a su familiar ya no las necesita» que «la barbarie fascista se llevó por delante las más modernas ilusiones de la República”, seguiré creyendo que las lagrimas de un huérfano son reales por ausencia de su madre humillada y su padre fusilado. Que no vengan con más gaitas historiadores bien pensantes amigos de una reconciliación ficticia cuando en este país tenemos la escalofriante cifra de 114.000 desapariciones forzosas, 30.000 niños robados por el franquismo, 500.000 exiliados, cunetas repletas de fosas comunes y… un juez acusado de prevaricación cuando quiso investigar todo esto.
Y llevamos 75 años sin que ningún Gobierno quiera sacar la Verdad a la luz del día. Y sin Justicia ni Reparación.
Y la RAH, y publicaciones que equiparan los muertos del bando sublevado con los de los defensores de la legítima República. Quieren deslegitimar nuestra Memoria por ser la de los perdedores y claro está poco objetiva, ¿A caso la de los ganadores lo fuese?
A mí me lo contaron mis familiares, que sobrevivieron al golpe fascista, con pelos y señales, también me lo dejaron escrito. No conocí a mi abuelo paterno, Wenceslao, pero si me creo lo que me contó mi padre y sus hermanas: desapareció, después de ser arrestado tres días y ser asesinado el 16 09 1936, delante de las tapias de un cementerio, desapareció porque sus restos mortales no figuran en ningún sitio. Creo en la cara de mi padre con lágrimas en los ojos delante un montón de tierra levantada por una obra donde pensábamos que estaban los restos de mi abuelo con otros muchos más.Solo habia restos calcinados y fraccionados.
Yo no soy testigo directo de la represión post bélica, pero he encontrado los documentos que acreditan que mi abuelo materno, Eustaquio, fue encarcelado en varias prisiones, juzgado por un tribunal militar franquista ilegitimo y condenado por “auxilio a la rebelión” primero le encarcelaron y luego le juzgaron…
¿Quieren Ustedes que me calle? 75 años son demasiado.
Pedro Vicente Romero de Castilla Ramos. ( de La Memoria Viva)