Poema de Luis Cernuda a un brigadista…

noviembre 13, 2011

03 nov 2011

José Iturmendi, ex decano de la Facultad de Derecho, aspiró al rectorado de la Universidad Complutense en las pasadas elecciones. Fue derrotado por José Carrillo, que el pasado 22 de octubre inauguró un monumento a las Brigadas Internacionales en el campus de la citada universidad, donde muchos de estos voluntarios perdieron la vida defendiendo a Madrid de los bombardeos nazis. En esa misma fecha, Iturmendi comentó en el diario La Razón que con ese monolito en honor de los voluntarios extranjeros que lucharon contra el fascismo en la Guerra de España, Carrillo pretendía “reescribir de manera unilateral la memoria histórica” y que tal monumento “no es pertinente, adecuado ni oportuno puesto que no conmemora algo pacífico”.

Las palabras del ex decano de la Facultad de Derecho parecen haber surtido su efecto el pasado fin de semana. Sobre el monolito apareció una pintada en la que sus autores califican de asesinos a quienes acudieron a defender la segunda República contra el golpe de Estado franquista y los regímenes fascistas de Alemania e Italia que lo apoyaron. Esa rebelión armada contra el estado de derecho legítima y democráticamente instaurado es lo que, como bien debería saber el señor Iturmendi, nunca se debió conmemorar, aunque aquí lo estuvimos haciendo y padeciendo durante casi cuatro décadas.

Pocos años antes de morir, como refleja Antonio Rivero Taravillo en su muy documentada biografía en dos tomos de Luis Cernuda (Ed. Tusquets), visitó el poeta una universidad de los Estados Unidos con objeto de leer allí algunos de sus poemas. Fue en ese acto, al terminar su recital, cuando Cernuda se encontró con un ex soldado voluntario de la Brigada Lincoln que lo vino a saludar con la emoción reverdecida por la evocación que los versos habían sembrado en su memoria.

No espero que quienes pretendieron enlodar la memoria de esos luchadores en el campus de la Complutense lean ese poema, escrito por Cernuda en su hotel la misma noche del encuentro con el brigadista, pues probablemente su sensibilidad esté embotada para tales menesteres, pero que un profesor de Derecho ignore, pase por alto o desprecie el significado de esos versos y los manche con su opinión acerca del proceder de aquellos voluntarios me parece desolador y vergonzoso. El poema se titula 1936 y termina así:

Gracias, compañero, gracias
por el ejemplo. Gracias por que me dices
que el hombre es noble.
Nada importa que tan pocos lo sean:
Uno, uno tan sólo basta
como testigo irrefutable
de toda la nobleza humana.

Público.es

http://blogs.publico.es/felix-poblacion/453/poema-de-luis-cernuda-a-un-brigadista/


Franco impuso su catecismo atómico…

noviembre 13, 2011

Una investigación detalla la propaganda pronuclear en las escuelas durante los años del nacionalcatolicismo para facilitar la construcción de reactores

MANUEL ANSEDE MADRID 13/11/2011 12:00

Seis de julio de 1965. El obispo de Sigüenza, Laureano Castán, engalanado con mitra y báculo, levanta su hisopo y rocía de agua bendita la tierra de Almonacid de Zorita (Guadalajara) en la que se levantará la primera central nuclear española, José Cabrera. A su lado, con gesto solemne, un sacerdote con gafas de sol estilo Porrina de Badajoz y el ministro de Industria del Generalísimo, Gregorio López Bravo, que coloca la primera piedra del reactor.

La imagen, hoy impensable, podría haber ilustrado ajustadamente cualquiera de los manuales escolares de la época: «El Creador ha puesto en las manos del hombre un caudal inagotable de energía que este va utilizando en su provecho en las formas más variadas: energía mecánica, calorífica, luminosa, eléctrica, química, atómica, etcétera», pontificaba, por ejemplo, el libro de Física y Química de cuarto de Bachillerato de la editorial Bruño, en 1962.

Los libros de texto del franquismo atribuían la energía atómica al «Creador»

«Estas expresiones religiosas y de misterio son las que se emplearon en los años del nacionalcatolicismo para difundir la energía atómica», explica el químico José María González Clouté, que acaba que terminar una vasta investigación sobre el imaginario social de la radiactividad y la energía nuclear creado a conveniencia con manuales escolares, literatura, cine, televisión y noticieros documentales durante la segunda mitad del siglo XX.

Su trabajo intenta desvelar qué personas y organismos intervinieron en la transmisión de los conocimientos nucleares, qué contenidos fueron seleccionados y quiénes lo hicieron. La investigación deja claro el adoctrinamiento al servicio de la política atómica del dictador Francisco Franco, empeñado en sacar adelante la nuclear de Zorita, esa «colosal aventura económica y científica, que en un principio pudo ser noblemente tachada de ilusoria y quijotesca», como describió en su portada ABC el día de su inauguración.

Durante los últimos cuatro años, González Clouté ha devorado 200 manuales escolares de la época, procedentes de la Biblioteca Nacional, el Centro Internacional de la Cultura Escolar y el centro de investigación MANES, de la UNED, con el que colabora. Durante el régimen de Franco, los textos sobre la energía atómica, como los demás, se sometían a una doble censura: la del Movimiento y la de la Iglesia católica. «Todos los manuales escolares necesitaban el níhil óbstat del obispo correspondiente», resume Miguel Somoza, profesor de Historia de la Educación en la UNED y director de esta tesis doctoral.

Los manuales escolares requerían el níhil óbstat del obispo de turno

Los libros que memorizaban los estudiantes reflejaban la política del régimen: exaltación de las innegables virtudes del átomo y negación de sus inconvenientes. En 1970, recuerda Somoza, decenas de litros de residuos altamente radiactivos se escaparon de las instalaciones de la Junta de Energía Nuclear en Madrid. En pocos minutos, a través de los desagües, las aguas contaminadas llegaron al río Manzanares, al Jarama y, finalmente, al Tajo. Muchas huertas quedaron regadas con estroncio-90, cesio-137 y plutonio.

«Fue un accidente absolutamente ocultado», lamenta Somoza. El reactor de Zorita ya se había inaugurado, con una inversión de 2.500 millones de pesetas. Y Garoña (Burgos) y Vandellós (Tarragona) estaban en camino. Nada podía frenar «la era atómica industrial en nuestra patria», como rezaba la placa clavada en la puerta de Zorita que descubrió Franco.

Mientras, los libros de texto recogían «informaciones sesgadas» sobre la comparación energética entre el uranio y el carbón, que tendían a «magnificar una proporción que ya es de entrada favorable al uranio, aunque no en tanta cuantía», señala González Clouté. Según el libro de Química de quinto de Bachillerato de la editorial Cabezas Serra, la energía liberada en la fisión de un solo gramo de uranio equivaldría a quemar 8.800 toneladas de carbón. Era 1958. Pero, en plena Transición, las cifras se trasmutaron. En 1978, los escolares ya estudiaban que un gramo de uranio desprende una energía equivalente a tan sólo la de tres toneladas de carbón, según el libro de Física de COU de Jaime Agulles. Los manuales franquistas multiplicaban por 3.000 la realidad.

Una fuga radiactiva al río Tajo fue ocultada por el régimen en 1970

La operación de blanqueo de la energía nuclear desplegada por el régimen bebía directamente de Atoms for Peace (Átomos para la Paz), una gigantesca campaña de propaganda iniciada por el Gobierno de EEUU en 1953 para borrar del imaginario colectivo el horror provocado por las bombas de Hiroshima y Nagasaki.

«Nuestro amigo el átomo»

Ese mismo año, General Electric, ya con 14.000 empleados en su división nuclear, coprodujo un cortometraje de dibujos animados de 15 minutos, A is for Atom, que se proyectó durante años en miles de colegios, mostrando la capacidad de la ciencia para «domeñar a la bestia y convertir la fuerza del átomo en un poderoso aliado del ser humano», según ha estudiado Alfredo Menéndez Navarro, historiador de la ciencia de la Universidad de Granada. Hasta Disney, en 1957, produjo un telefilme de dibujos animados, Nuestro amigo el átomo, que marcó a una generación entera de estadounidenses.

En los institutos se soslayaban los efectos negativos de la radiactividad

En poco tiempo, la campaña Átomos para la paz llegó a España, gracias al talonario de la Comisión de Energía Atómica de EEUU. Una exposición en la Casa de Campo de Madrid recordaba en 1958 «las infinitas aplicaciones que tiene el átomo en la medicina, agricultura en industria», como el tratamiento de los tumores malignos y la propulsión de buques mercantes. Hoy, en España, hay 32.000 instalaciones de rayos X para diagnóstico médico y veterinario. Radiactivas y esenciales.

La investigación de González Clouté también revela que los efectos biológicos de la radiactividad, conocidos por los escritores, no siempre fueron mencionados en los libros del periodo 1950-1975. «Sólo empezó a hablarse de los problemas de la energía nuclear coincidiendo con la Transición», señala el químico.

«La campaña de propaganda de las eléctricas, que querían poner centrales nucleares en España, llegó incluso a instalar un minirreactor atómico en la Ciudad Universitaria de Madrid para que lo vieran los jóvenes», recuerda González Clouté. Fue en 1964 y acudieron unos 7.000 estudiantes. Sólo sus hijos, a partir de la década de 1980, pudieron forjarse una opinión en libertad sobre la energía nuclear.

Público.es

http://www.publico.es/ciencias/406599/franco/impuso/catecismo/atomico


Cómo mataron en Galicia…

noviembre 13, 2011

De las 4.468 personas asesinadas durante la guerra, 800 siguen desaparecidas – Los fascistas organizaron ‘paseos’ en el 80% de los municipios

ÓSCAR IGLESIAS – Santiago – 13/11/2011

«Sembrar el pánico en la sociedad y en el círculo más íntimo del asesinado, preso o huido. De eso se trataba». Las conclusiones de Xeografía da represión en Galicia (1936-1939), último trabajo del proyecto interuniversitario Nomes e Voces, ya están en su web. En la guerra de exterminio contra civiles desarmados espeja la «limpieza necesaria» que Mola y Franco prescribían para el conflicto. Lo que faculta a los historiadores para hablar de genocidio. Las cifras, cuadros y mapas de la represión, incluyendo lugares de enterramiento, tipología y lugares de muerte en Galicia constituyen, además, la taxonomía más completa de la violencia fascista puesta a disposición del público en España.

«Los cadáveres se trasladaban para causar el mayor dolor posible»

Se mataba en todas partes, pero siempre había una iglesia cerca

En un contexto determinado. «No es lo mismo meter miedo aquí que en Castilla», resume en el trazo grueso el historiador Dionisio Pereira, que filtró los datos de la provincia de Pontevedra para un trabajo que se nutre de las aportaciones de Julio Prada (Ourense), María Jesús Souto (Lugo) o Emilio Grandío (A Coruña), entre otros investigadores. Utilizando siempre cifras «de mínimos», en Galicia, donde no hubo frente bélico -faltaron armas y acuerdo entre los gobernadores civiles y la posible resistencia-, está documentada la muerte de más de 4.000 personas solo entre 1936 y 1939. Fuera, 400 bajas más. Un recuento español, de circunstancias, a falta de datos de Aragón o Andalucía, formado sobre todo por los muertos del frente de Asturias.

Centrándose en las 4.000 personas asesinadas en el interior, Dionisio Pereira calcula 800 desaparecidos. En las tablas cuentan solamente los 169 con causa conocida, del resto no aparece nada en sentido estricto. Muchas de esas presencias se volatilizaron en cementerios removidos como el de Lugo, ahora Gran Hotel. Víctimas como el fogonero de la CNT Manuel Montes, que organizó hasta 20 fugas por mar, y su hijo Carlos. El barrendero coruñés Cipriano Amor, sin adscripción política, fue a recoger una citación y ya no volvió a casa. El coordinador de Nomes e Voces, Lourenzo Fernández Prieto, sitúa aquí la variable de los fascismos y totalitarismos del siglo XX: «Frente a la tradición de enterrar a los muertos, consolidada en las guerras contemporáneas, se inicia la lógica de la desaparición».

Sí se sabe donde fueron sepultadas 3.200 personas: en 447 cementerios, de los que solo 35 albergan los restos de 10 o más personas (a resaltar las 353 inhumaciones en el cementerio ferrolano de Canido, 343 en el vigués de Pereiró y 255 en Santo Amaro, en A Coruña). Arrimados a los camposantos, con los huesos entreverados de suicidas, represaliados o marineros devueltos por el mar, familiares y colectivos vinculados a la memoria histórica -sobre todo la ARMH- se las han arreglado para exhumar hasta 18 fosas. La mayor de las fosas comunes del franquismo, rías aparte, sigue estando en el cementerio de Vilarraso (Aranga). Sin excavar todavía, allí se calcula que podrían estar enterradas 35 personas, 11 de ellas con filiación documentada en los trabajos al respecto de Emilio Grandío y Eliseo Fernández.

En el escaso número (26) de fosas en campo abierto, casi la mitad en el entorno de los camposantos, sitúa también Pereira un cierto contraste entre aquella política que imponía la muerte y la cultura funeraria de la Galicia parroquial. «Solo 84 personas están enterradas en fosas comunes en campo abierto, que sepamos, nada comparable a los enterramientos masivos de Oviedo o Teruel. Tiene que ver con que Galicia no era zona de guerra, pero también con la dispersión poblacional». Se mataba casi en todas partes, pero siempre había una iglesia cerca. Si aquellos cadáveres acababan en el cementerio, dentro o fuera, lo explica «por la propia cultura de la muerte en Galicia». «Las mismas personas de derechas que tampoco veían bien que se enterrasen personas como si fueran cerdos».

La tipología de las muertes, sin embargo, no añade elementos de lo sagrado. Solo un tercio de las 4.000 personas asesinadas falleció en fusilamientos acordados por tribunales militares o en las ejecuciones derivadas de la aplicación in situ del bando de guerra, como la oficiada por el capitán Carreró y el teniente de la Guardia Civil Francisco Rodríguez, O Rabioso, en Vigo, saldada con 20 muertos y 50 heridos. Eso explica la concentración de las víctimas en capitales de provincia, ciudades y campos de concentración como los de Camposancos o Celanova, donde se formaron tribunales ad hoc. La Xeografía da represión desmenuza las muertes por categorías: además de los fusilamientos, muertes por confrontación armada (el mayor número, 44, es el que suman Vigo, Teis y Lavadores), en prisión o centros de detención (más de 180 sólo entre la Illa de San Simón, Oia, Celanova y Camposancos) o víctimas aleatorias, asesinadas en operaciones de castigo y limpieza.

Entre todas estas metodologías, la más importante es la represión paralegal. Hubo víctimas de sacas o de la Ley de Fugas, pero sobre todo hubo paseados. En más del 80% de los municipios hubo vecinos afectados o aparecieron ejecuciones paralegales. En el 56% de los ayuntamientos, el número de personas asesinadas lejos de su pueblo supera a las ejecutadas en el lugar de origen. «Se trasladaba a las víctimas para causar el mayor dolor y terror posibles», nomina Pereira. «Así nadie conocía al muerto, que podía estar pudriéndose tres o cuatro días, a la vista de todo el mundo».

La triste peregrinación de las familias, casi siempre a sabiendas de lo que iban a encontrar, favoreció otra geografía de la muerte. La fijó la memoria popular, adherida durante más de 70 años a los puentes, las curvas o las cunetas de las carreteras secundarias.

«No supimos aprovechar este tiempo»

Prorrogados en el último Consello de la Xunta bipartita, los 230.000 euros con los que contaba el proyecto Nomes e Voces se redujeron a 30.000 en 2010. Ahora se divide por dos. 15.000 a abonar todavía este año y otro tanto en 2012, según Cultura.

«A nosotros nos dijeron que estaban negociando», matiza con esperanza Lourenzo Fernández Prieto. «Es un fondo patrimonial que debemos conservar». El proyecto, con un catálogo de más de 6.000 imágenes y un fondo único de casi 500 testimonios orales a disposición de los investigadores, todavía percibe ayudas de la Diputación de Lugo y de Justicia.

A falta de cartografiar el franquismo, el futuro se refleja en el oscurecimiento en Cataluña del centro estable Memorial Democràtic, la primera institución oficial del Estado para la recuperación de la memoria histórica. Retirado en Galicia el apoyo para exhumar víctimas y con la Ley de Memoria Histórica esperando por el Gobierno entrante, Dionisio Pereira recuerda lo que costó normalizar, en forma de políticas públicas, el apoyo a la memoria. Y critica la tibieza del PSOE: «Perdimos la oportunidad de reconocer a las víctimas». Con la derecha apuntando al poder en la práctica totalidad del Estado, libre de expresar su desdén hacia algo «que no interesa a nadie», como afirma Rajoy, el historiador remarca «el diferente estatus de las víctimas de ETA y las víctimas del franquismo». «Habrá que decir que no supimos aprovechar este tiempo de manera que no hubiese vuelta atrás».

Los números de la represión

– Víctimas sentenciadas a muerte por los tribunales militares o derivadas de la aplicación del bando de guerra: 1466 personas

– Paseos, sacas o aplicación de la Ley de Fugas: 1839 personas

– Muertos en cárceles y campos de concentración: 765 personas

– Muertos en confrontación armada y resistencia al golpe: 229 personas

– Desaparecidos con causa conocida: 169 personas

– TOTAL: 4468 muertos (1936-1939)

El País.com

http://www.elpais.com/articulo/Galicia/mataron/Galicia/elpepuespgal/20111113elpgal_9/Tes


La fiscalía ordena exhumar las tres primeras fosas por el robo de bebés…

noviembre 13, 2011

La decisión busca aclarar la identidad de recién nacidos en Alicante y Alcoi

EL PAÍS – Alicante – 13/11/2011

Las críticas parecen haber sido escuchadas. Apenas un par de días después de que familiares de supuestos bebés robados se concentraran en toda España para exigir a fiscales y jueces que investiguen las denuncias y no las archiven sin realizar las diligencias oportunas, la fiscalía de Alicante ha decidido autorizar las primeras exhumaciones que se practicarán en la provincia. El ministerio público ordenará en breve la apertura de tres fosas -dos ubicadas en el cementerio de Alicante y la tercera en el de Alcoi- con la intención de esclarecer el paradero de tres bebés que podrían haber sido sustraídos tras su nacimiento, según denuncian sus familiares y contó ayer el periódico Información.

En Alicante se han abierto 16 diligencias por la sustracción de niños

La fiscalía de Alicante ha abierto un total de 16 diligencias por el supuesto robo de bebés en la provincia, seis de las cuales ya han sido archivadas, según han asegurado fuentes judiciales. De las 10 diligencias restantes, en tres casos se ha tomado ya la decisión de abrir las fosas de los presuntos niños robados, y quedan siete pendientes de una resolución del ministerio público. La decisión de exhumar las tres fosas ya ha sido tomada y se firmará en los próximos días, según las mismas fuentes. La lista de estas exhumaciones ordenadas por la fiscalía de Alicante podría ampliarse próximamente.

En otros puntos de España ya se ha procedido a exhumar diversas fosas para aclarar el supuesto robo de bebés y en algunos de los casos este paso ha confirmado las sospechas sobre estas desapariciones.

En el cementerio de Alicante, la fiscalía tratará de aclarar, a través del ADN si aparecieran los restos, el paradero de dos bebés: una niña nacida en el Hospital General de Alicante en 1962 y enterrada en una fosa común, cuya hermana gemela reclama ahora que se investigue su posible robo; y un niño nacido en el mismo hospital y que estaba sano, según asegura su madre. En el cementerio de Alcoi la decisión de la fiscalía intentará aclarar la desaparición de otro bebé.

En los tres casos investigados se repite la misma versión de los familiares: tras el parto los médicos informaron del fallecimiento del recién nacido sin que los familiares hayan logrado obtener a posteriori información clara y fiable sobre el fatal desenlace.

Las familias ni olvidan ni se rinden

Pocas informaciones han despertado tanta inquietud social como los robos de bebés en España entre los años cincuenta y ochenta del siglo pasado. Las primeras y tímidas denuncias iniciales fueron seguidas de un aluvión de casos boceados desde todos los rincones del país. Y la Comunidad Valenciana ha aparecido a menudo como origen o destino de estos bebés robados. «Creemos que Valencia y alrededores fue una especie de puerta de salida a otros sitios», opinaba una afectada que el pasado mes de mayo acudió al centro de cultura de Catarroja, donde se reunieron alrededor de 200 vecinos de Aragón, Murcia y de la Comunidad Valenciana para organizarse.

La Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir) estima que en la Comunidad Valenciana hay alrededor de 200 casos de niños robados, aunque la mayoría de ellos todavía no han sido denunciados. La fiscalía de Valencia, de hecho, apenas cuenta con 30 denuncias y en Alicante se han abierto 16 diligencias por este motivo procedentes de toda la provincia.

Esta semana se convocaron concentraciones en varias ciudades españolas, entre ellas Valencia y Alicante, ante la decisión de algunos fiscales de archivar masivamente los casos por falta de indicios o por prescripción de los posibles delitos. Pero los familiares de los bebés robados, convencidos de que fueron vendidos con la colaboración de quienes les atendieron en el parto, no se rinden.

El País.com

 


Miguel Hernández, de ida y vuelta

noviembre 13, 2011

El Ayuntamiento de La Zubia, del PP, borra al autor de ‘Nanas de la cebolla’ del callejero y, tras las críticas, propone rebautizar la biblioteca con su nombre

VALME CORTÉS – Granada – 13/11/2011

El Ayuntamiento de La Zubia, en el área metropolitana de Granada, ha decidido eliminar el nombre de Miguel Hernández de una de las calles más céntricas del municipio. Se vuelve a llamar calle Real, que es como la conocen coloquialmente los vecinos de más edad del pueblo. Las quejas por este gesto del equipo de gobierno municipal, donde desde mayo tiene el mando el PP con el apoyo de un grupo escindido de ese partido (APZ), proceden tanto de los grupos de la oposición de La Zubia como del Ayuntamiento de Orihuela (Alicante), de donde era natal el poeta. En el próximo pleno, los oriolanos decidirán si reprueban la iniciativa del Consistorio granadino que rige Antonio Iglesias.

El concejal de Urbanismo y primer teniente de alcalde en La Zubia, José Torregrosa, dice estar «sorprendido» por la trascendencia que ha alcanzado el asunto. Además del nombre de Miguel Hernández también se va a quitar del callejero al Che Guevara y al anarquista Buenaventura Durruti. El cambio no se hará hasta que pasen las elecciones autonómicas para evitar cualquier incidencia con las votaciones. Por tanto, será después de marzo cuando se inicie el trámite para renombrarlas, una decisión que ya se aprobó en pleno municipal. Las calles se volverán a llamar Real, Garzón y Atarazana, respectivamente.

Torregrosa justifica la decisión y explica que se trata de tener en cuenta «el uso y la costumbre» de la gente del pueblo. «No lo hemos cambiado por el de otra persona, político o gobernante, sino que volvemos al nombre con el que realmente se refiere a ella la gente de La Zubia». Esa denominación tiene siete décadas. Antes de llamarse Miguel Hernández su nombre era Queipo de Llano. Fue la primera corporación democrática la que acordó sustituir al general por el poeta alicantino. Después ha gobernado el PP en La Zubia y «no ha tomado esa decisión de cambiarlo, por eso no lo entendemos ahora», explica la exalcaldesa y actual portavoz socialista, Mercedes Díaz.

IU se opone también a la medida y cree que el gobierno «ha borrado por decreto su memoria, su vida dedicada a luchar por la democracia». La coalición de izquierdas ve en el gesto una «venganza de la derecha rancia» que elimina del callejero a «un símbolo de la batalla del pueblo español por alcanzar la democracia», según manifestó en el pleno el portavoz adjunto, Antonio Arquelladas. IU cuestiona además el coste económico de la iniciativa que no se va a traducir en una mejora en la situación «de miles de zubienses en paro».

La calle, que atraviesa el casco histórico, conserva todavía placas con la denominación calle Real sobre la puerta de algunas de las casas. Quienes ahí viven reconocen los dos nombres: «Es Miguel Hernández, pero también se le conoce como calle Real». El municipio, a solo cinco kilómetros de Granada, tuvo un gran crecimiento en las últimas décadas y ahora solo el tercio del total de sus habitantes (17.800) ha nacido en él. Por eso no tiene explicación que el cambio sea por el uso, agrega Díaz, quien incluso hubiera aceptado una denominación mixta «calle Real Miguel Hernández». Como protesta leerá un poema antes de cada pleno.

PSOE e IU aseguran que el PP quiere borrar al poeta pastor del callejero por lo que representa su figura. El actual gobierno municipal mantiene que solo pretende «recuperar nuestra identidad y no excluir a nadie». Los vecinos, en muchos casos, viven ajenos a la polémica, pero el Ayuntamiento, consciente del revuelo político, rectifica a su manera y va a proponer que la biblioteca municipal lleve el nombre del autor de Nanas de la cebolla para evidenciar, según el concejal, que en La Zubia no tienen «nada contra el poeta».

El País.com

http://www.elpais.com/articulo/andalucia/Miguel/Hernandez/ida/vuelta/elpepuespand/20111113elpand_5/Tes

 

 


Mis recuerdos de la División Azul…

noviembre 13, 2011

EL PAÍS desempolva los diarios de Luis García Berlanga durante su estancia en el frente ruso – Son cuadernos repletos de escritos políticos, poemas y dibujos

GREGORIO BELINCHÓN – Madrid – 13/11/2011

Luis García Berlanga, en primer plano y con bigote

Luis García Berlanga, en primer plano y con bigote, en el Ejército español en una imagen sin fechar ni localizar.-

Anotaciones, dibujos y un autorretrato de Luis García Berlanga

Anotaciones, dibujos y un autorretrato de Luis García Berlanga en uno de sus diarios.- LUIS SEVILLANO

Uno de los cuadernos ni siquiera tiene tapas y el hilo que cose las páginas vive sus últimos estertores. Es el más antiguo, porque en él están los apuntes del colegio y los poemas escritos aún en España, entre ellos el dedicado a Federico García Lorca. El otro, una libreta con las páginas pegadas por su borde superior, todavía conserva la contraportada. Le quedan algunas hojas en blanco y es menos abigarrado que el anterior. Además les acompañan unas hojas sueltas: un pequeño diploma para María García García del colegio Sagrado Corazón de Jesús, cuyo envés aprovechó su hermano para escribir, y un papel de carta en el que aparece impreso un membrete que dice: «Diputado republicano por Valencia». Recién sacados de la caja fuerte, y encima de una mesa para ser fotografiados, parecen papeles viejos sin más. Y sin embargo pueden ser considerados como una piedra Rosetta del cine español: son los diarios escritos por Luis García Berlanga durante su estancia en el frente ruso en la División Azul a sus 20 años. Tocarlos infunde temor y respeto: su autor los conservó durante 70 años. Por algo sería. En ellos está sus primeras berlangadas, sus escritos políticos marcados por una visión romántica de la Falange, críticas de cine, una novela, múltiples reflexiones, decenas de dibujos… y sobre todo poemas, muchos poemas, casi todos dedicados a su amor de juventud, Rosario Mendoza, una de las razones por las que Berlanga se alistó en la División Azul. «Porque, en el fondo, Luis quería ser poeta», cuenta Basilio Rodríguez, presidente del Pen Club en España, dueño de la editorial Sial, y responsable de la publicación de estos cuadernos. Hoy domingo se cumple un año del fallecimiento del cineasta español y es la primera vez que estos diarios salen a la luz pública.

 Hoy se cumple un año de la muerte del gran cineasta

Todo el material formará parte de un libro de próxima publicación

«En mi familia no sabíamos ni que existían», asegura José Luis García-Berlanga, el primogénito del cineasta. «Hasta que un día me llamó Miguel Losada, me habló de un editor que los tenía y que quería publicarlos y me sobresalté: ‘¿Quién los tiene y por qué?’. Yo los tengo porque me los dio su padre, pero siempre tuve claro que no eran un regalo, sino que me los había entregado para su publicación», cuenta Rodríguez. En 2006, él era uno de los amigos más jóvenes de García Berlanga. «Nos juntábamos a comer en una trattoria italiana enfrente de su despacho en Madrid en unos encuentros muy informales. Entre los comensales estaban escritores como José Alcalá-Zamora, Luis Alberto de Cuenca o Andrés Aberasturi, y en ocasiones se unían las poetisas Beatriz Russo, Sol de Diego y Pura Salceda, chicas carnales que tocaban el tema del erotismo en su escritura como a Berlanga le gustaba. En uno de esos almuerzos Luis me dijo que tenía mucho material poético, y creo que fue en el tercer o cuarto encuentro cuando ya me confesó que deseaba publicarlo, pero que antes necesitaba corregirlos: no quería caer en el ridículo. Yo me ofrecí a transcribirlos, para que él después los editara. Colaboré con él en el primer premio de literatura erótica de Madrid, en otros actos parecidos y un día me llevó a su casa, me enseñó estos materiales, metidos en una caja en el altillo de su casa de Somosaguas, junto a otras cosas, como una espectacular colección de literatura y revistas eróticas, o un montón de zapatos femeninos, como gran fetichista».

José Luis García-Berlanga corrobora esa visión del editor. «En ese desván hay una colección fascinante, de primera calidad. A mi padre le conocían en las principales librerías europeas por su afán coleccionador. Hasta tenía un carné especial de la librería neoyorquina The Strand, con el que le dejaban subir al piso donde guardan el erotismo. Pero no creo que haya mucho material cinematográfico, salvo muchas revistas de cine y algún guion más. Todo está a la espera de que iniciemos una fundación Berlanga».

Rodríguez recibió los manuscritos. «Desde el primer momento tuve conciencia de su gran valor: es historia viva de él y de España. Los llevó en su zurrón y los guardó durante siete décadas. Pero cuando empezamos la labor, cuando empezó a hablar de los poemas que quería publicar, se rompió la cadera, se enclaustró en casa y se nos impidió a los amigos acceder hasta él. Nos cortaron la comunicación». Los originales acabaron en la caja fuerte del editor. «Yo no podía editarlos sin un consentimiento».

Aquí entra Miguel Losada, el responsable de la sección de cine del Ateneo de Madrid, poeta publicado por Rodríguez y experto en cine. Ambos planean sacar una colección cinematográfica, la Colección Lumière, para otra editorial de Rodríguez, Pigmalión. Deciden arrancarla con estos cuadernos y aguardar a que Berlanga mejore. Esperan dos años. Pero Luis García Berlanga fallece el 13 de noviembre de 2010. «Tras el lógico duelo, Miguel, que conoce a José Luis, habla con él. Sí, recibí varias ofertas económicas muy jugosas; sin embargo, siempre fui consciente de que no eran míos, que me los dejó en depósito». Tras la primera sorpresa, la familia Berlanga accede a su publicación. «Yo solo he visto los facsímiles, nunca el original», dice García-Berlanga, «pero me parece un material fundamental para entender a mi padre». El libro se presentará el próximo día 23 en un acto en la Academia de Cine, donde Rodríguez devolverá los cuadernos a los Berlanga. «He editado 500 libros; este es para mí como un hijo», confiesa su responsable. La edición, cuidada, tiene la transcripción casi completa de los diarios y muchas de sus páginas, estallidos de dibujos, de color y de textos comprimidos, se reproducen en formato facsímil.

Losada ha estado seis meses leyendo con lupa esas páginas, en realidad sus facsímiles, porque los originales estaban a buen recaudo en la caja fuerte, para hacer la transcripción. «Conocí a Berlanga hace como poco 15 años y he realizado mi labor con todo el cuidado del mundo. No es una edición crítica, se han respetado incluso algunos errores y dejado en blanco las palabras ilegibles, sino que queda en manos de los investigadores esa labor de reflexión. Yo he sido fiel a lo que está ahí». Y lo que está muestra a un fascinante Berlanga poeta, al chaval que se va a Rusia el 14 de julio de 1941 por dos razones: intentar que condonen la pena de muerte impuesta a su padre, diputado republicano del partido de Alejandro Lerroux, y hacer méritos delante de una chica, Rosario Mendoza. «Es curioso. Un familiar mío en Valencia me contaba que conocía a una mujer, su tía Charo, que decía que había sido medio novia de mi padre. Y ahora ato los cabos: ¡era cierto!», recuerda García-Berlanga. Desgraciadamente, Mendoza falleció el año pasado. Hay también mucha escritura de creación; el famoso Soneto a una pistola, el único poema publicado en vida de Berlanga; textos sobre los hermanos Marx, Josef von Stenberg o Paul Valéry; una escaleta para un posible guion; bastantes hai-kais, que es como se denominaban en esa época a los haikus; greguerías; fragmentos de una alocución; un texto que sería la base de su corto El circo; dibujos y más dibujos con autorretratos e incluso un perfil de Rosario Mendoza… Y un artículo laudatorio de José Antonio Primo de Rivera. «Es lógico. Tenía 20 años y su mejor amigo era José Luis Colina, falangista antifranquista, que le mete en vena esa visión romántica de Primo de Rivera», explica Losada. A la vuelta de la guerra, Colina se convertiría en su coguionista.

Una de las cartas que Berlanga esbozó en sus cuadernos está destinada a Colina. Arranca con En campaña, a 1 de enero de 1942 y escribe: «Estoy sentado solo en la habitación, hace escasamente dos horas que ha empezado el año y acabo de bajar del servicio». Aunque Berlanga no pegó un tiro, su servicio entrañaba cierto peligro. Día sí, día no, subía a una torre, un gigantesco depósito de agua, en Kritivischchi, cerca de Stalingrado, y desde allí oteaba con prismáticos a los rusos que se encontraban a unos 500 metros, al otro lado del río Wolchov. En un año, no vio gran cosa. Pero justo en su día de asueto, los soviéticos derribaron a cañonazos la torre, matando al otro vigía, el también valenciano Eduardo Molero.

Los cuadernos confirman que Berlanga era un gran escritor. Que el cine ganó un genio, pero que la poesía perdió a un artista. Tanto Losada como Rodríguez repiten: «Él quería haber sido considerado poeta». Ahora ya podemos leer por qué.

LOS TESOROS DEL CINEASTA

Escritos sobre cine.

«El cine ha perdido su mejor cualidad: la violencia».

«El cine llegaría a la perfección el día en que Gabriel Miró llegara al alma del cinema».

«Los hermanos Marx nos hacen ver la verdadera naturaleza de las rígidas formas establecidas; así, si no llega a ser porque ellos nos lo han descubierto, una corbata hubiera seguido siendo un elemento de lujo en la indumentaria, en vez del suculento bocado que en realidad es».

«Hoy, más que nunca y ya para siempre, el cine ha dejado de ser ese simple espectáculo, ese puro entretenimiento de la tarde del sábado para convertirse en la más formidable fuerza de nuestra época; y su trascendencia llega ya a todos los sectores, tanto culturales como políticos, sociales o económicos de cualquier nación poderosa. Aquí está Von Sternberg que sin ser un vanguardista, lo que equivale a un fracaso económico, es un revolucionario del cine, pero de un cine francamente comercial, de fácil éxito en cualquier público. Y esta es la ventaja de Sternberg sobre los demás intelectuales del cine, su abierto camino hacia el gusto del gran público, sin ninguna concesión por su parte, que es lo más difícil. Cada uno de sus films, tiene ya la unidad artística suficiente para constituirse por sí solo en exponente completo del estilo, personalísimo y mágico, de este genio azul y violento, Von Sternberg, maestro de la fluidez cinematográfica».

Poemas a Rosario Mendoza

R O S A r i o = Belleza

r o s a R I O = Limpieza

r O S A R I O = Tristeza

r o s A R I O = Pureza

r O S A R i o = Valentía

r O S A r i o = Fortaleza

r o s a r I O = Independencia

r o s a r i o = Religiosa devoción

Aún no

huele a carbón el aire,

yo espero desde aquí

que tú pases,

que vengas y me digas el aire

necesario para amarte.

– La verde verdad

Por el cielo, amor, por el cielo

se cruzan,

blanco y velo, las palomas

del sueño.

Por el cielo, sí.

Por el cielo, no.

Ay que bajan.

Ay que vienen.

Ay que las tengo yo.

Ay sueño de recién casada.

Fabuloso ojo determinado

y ciego.

¿Cómo verás, caleidoscopio

del mar

a la ciudad

desnuda?

¿Cómo verás, cómo, la lenta verdad

en la ciudad?

No, es más allá

junto a lo que es campo y viento

desconocido.

Silencio. A callar,

que veo, que ya estoy viendo

la ciudad.

Otros textos

[Extraído de una novela]

Podía haber hecho contigo un cuento, quizá un libro, otros lo hicieron con menos motivos; pero he preferido guardar para mí solo, este trozo doloroso de esa vida que se desenvuelve paralela a la mía y que en tantas ocasiones llega a encajar perfectamente.

[Extracto de

El circo]

Es por esto por lo que los viejos deportistas no conformes con los nuevos modos, decidieron seguir practicando el «sport» a su manera. Y como todos los estados del mundo estaban guardados por viejas bayonetas del Marne y de Verdún, no tuvieron otro remedio que construirse sus campos. Y nació el circo.

Porque el circo no es otra cosa que el olvidado estadio de 1900 cubierto con una lona.

Texto político

Se es falangista o no se es. Este dilema fundamental surge inconscientemente ante cualquier problema con el que nos tropecemos. Y la manera de reaccionar define, si es que se puede definir, el estilo.

En campaña, a 1 de enero de 1942

Yo también tengo muchas cosas que decirte. Pero yo no puedo escribir 25 cuartillas. Estoy sentado solo en la habitación, hace escasamente dos horas que ha empezado el año y acabo de bajar del servicio. Leí tus cartas hace dos o tres días cuando las recibí; ahora quería releerlas pero no lo he hecho. Prefiero escribirte así, con más espontaneidad, sin estar demasiado sujeto a tus palabras.

El País.com

http://www.elpais.com/articulo/cultura/recuerdos/Division/Azul/elpepicul/20111113elpepicul_1/Tes