Garzón ataca a la justicia española «agazapada en el rincón de la vergüenza»…

abril 15, 2012

El exjuez pide en un discurso enviado a varios actos de homenaje a fusilados una comisión de la verdad para los crímenes del franquismo.

Madrid 14 ABR 2012 –

Homenaje a las víctimas de la represión franquista hoy en la tapia del cementerio del Este en Madrid. / Cristóbal Manuel

Frente a la tapia del cementerio de La Almudena (Madrid) donde fueron fusiladas 2.684 personas, entre ellas las conocidas como 13 rosas, familiares y supervivientes han rendido hoy, 81 aniversario de proclamación de La República, un emocionado homenaje a las víctimas del franquismo. Durante el acto, se ha leído un discurso del exjuez Baltasar Garzón, quien ha propuesto la creación de una comisión de la verdad de los crímenes franquistas en España.

«La gran mayoría de las instituciones y en particular la justicia han permanecido silentes, agazapadas en el rincón de la vergüenza, acudiendo a los más diversos pretextos para no acudir en defensa de las víctimas», critica Garzón. «Ahora, después de haber perseguido y privado de su jurisdicción al juez que trató de investigar esos hechos y que se atrevió a calificar los crímenes como de lesa humanidad, lo único que queda es el calvario que tendrán que sufrir para conseguir hacer mínimante efectivo el derecho a la reparación que en forma universal e indiscutible les corresponde en el escaso margen que el Tribunal Supremo les ha dejado».

El juez añade que sigue «pidiendo justicia por la dignidad de las víctimas, contra la impunidad y contra la indiferencia de quienes quieren ser sordos y ciegos ante la necesidad de la reparación», aunque advierte: «el tiempo se agota y el olvido anida en las mentes de quienes no quieren saber nada de la memoria».

El discurso ha sido leído por Ana Messuti, abogada en la querella que los familiares de los fusilados interpusieron en Argentina contra los crímenes del franquismo «tras el portazo de la justicia española». Para Garzón, esa querella se ha convertido en «el faro de esperanza»  de las víctimas españolas, «como en su día lo fue para Argentina el juicio seguido en España por los crímenes horrendos de la dictadura de las Juntas Militares. Entonces, la justicia española fue ejemplo de compromiso y responsabilidad al aplicar los principios de jurisdicción universal, pero ahora, ese lugar de excelencia, imitado en otros países,  se ha convertido en una oprobiosa negación, de hecho, de la jurisdicción universal».

Familiares de víctimas de la Guerra Civil y la dictadura presentaron la querella contra los crímenes del franquismo hace hoy dos años. «La causa no se detiene. La juez argentina vendrá en junio a España para conocer los testimonios de las víctimas», ha dicho Messuti, antes de animar a los allí presentes (un centenar de personas) a sumarse a la querella en Buenos Aires. «No vamos a bajar los brazos».

En el acto estaban presentes varias supervivientes del campo de concentración nazi de Ravensbruck, que al abandonar el cementerio atravesaron muy emocionadas un pasillo de aplausos dispuesto por los asistentes. Después, Ángeles, de 94 años, compañera de prisión de las 13 rosas -«Yo estaba en la celda 6 y ellas en la siete»- ha leído un poema-homenaje a las 13 chicas fusiladas  el 5 de agosto de 1939 en la tapia del cementerio, que hoy se ha cubierto de claveles rojos.

http://politica.elpais.com/politica/2012/04/14/actualidad/1334408729_020506.html

 


Un pendiente entre 10 esqueletos…

abril 15, 2012

La joya hallada en una fosa permitió identificar a María Alonso, violada y fusilada en 1936

Madrid 14 ABRIL 2012

A la izquierda, pendiente de María recuperado en la fosa común de Izagre (León) y al lado, sortija que su hermana Josefina se hizo con el otro. / CLEMENTE BERNAD

María Alonso, bañezana de 32 años, llevaba el día que la mataron un solo pendiente porque tenía una infección en la oreja izquierda. Lo que parecería el detalle insignificante de un final salvaje —fue violada y torturada antes de morir— permitió en 2008, 72 años después, que su hermana Josefina pudiera identificarla entre el amasijo de esqueletos con los que compartía fosa común en un pueblo de 200 habitantes, Izagre, en León.

Los forenses que exhumaron los restos de aquellos 10 fusilados se volvieron locos buscando el otro pendiente. Hasta que Josefina llegó a la fosa y enseñó el que faltaba. “Con el que se dejó en casa yo me había hecho una sortija que no me he quitado nunca. Ver el otro aquel día entre los huesos fue el momento de mi vida. Al encontrar el otro pendiente y sacar a mi hermana de aquella cuneta, cerré mi herida”, explica, a punto de cumplir 91 años.

A María, la tercera de siete hermanos (seis chicas y un chico), la mataron el 9 de octubre de 1936. Ese año, antes de que estallara la guerra, le había tocado la lotería. Con el dinero había invitado a su hermana a un viaje a Madrid. «Fuimos a un museo y me contó la historia de todos los cuadros. Le encantaba leer».

Un grupo de labradores había descubierto su cadáver poco después de la matanza. Tenía la cabeza rapada. Los campesinos se la cubrieron con una boina. Así se lo explicaron a los forenses que casi una vida después abrieron la fosa donde quedó enterrada.

 

María Alonso Ruiz, de niña

http://politica.elpais.com/politica/2012/04/14/actualidad/1334430074_847081.html


Mariví Villaverde: ´Las cicatrices dejan huella y son difíciles de borrar´…

abril 15, 2012

«Mucha gente tiene memoria histórica pero otros no quieren recordar»

Mariví Villaverde, ayer, en A Coruña. / víctor echave

Mariví Villaverde, ayer, en A Coruña. / víctor echave

La escritora Mariví Villaverde será nombrada este año como Republicana de Honra. Su vida ha estado marcada por tres exilios: en 1936 de Galicia a Francia; en 1939 de Francia a Argentina; y en 1949 otra vez a Buenos Aires después de volver a Vilagarcía en 1944 para casarse.

ALEXANDRA MOLEDO | A CORUÑA

Una vida marcada por tres exilios y ser «memoria viva» de la República son algunos de los motivos por los que la Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica de A Coruña (CRMH) ha decidido nombrar este año a la escritora Mariví Villaverde como Republicana de Honra 2012, dentro de los actos que la asociación organiza para conmemorar el 81 aniversario de la proclamación del movimiento.

Hija del primer alcalde republicano de Vilagarcía, Elpidio Villaverde, y viuda del activista Ramón de Valenzuela, Villaverde recuerda a sus ochenta años su infancia durante la República. «Era una época en la que se vivía con ilusión y con la esperanza de que las cosas cambiasen sobre todo en mi entorno porque conviví siempre con gente involucrada en la política», explica. El levantamiento militar de 1936 cambió el rumbo de su vida y con 14 años vivió su primer exilio con su madre y sus hermanos en Marsella, adonde ya había viajado su padre unos seis meses antes. «Cumplí 14 años la noche que llegué a Francia», recuerda Mariví, para quien este primer viaje era «provisional» hasta que la situación mejorase.

Durante los tres años que vivió en el país galo conoció al que sería su marido, Ramón de Valenzuela, pero el encarcelamiento de este por luchar contra la represión franquista les mantuvo separados más de cinco años. Además, Villaverde emprendía al mismo tiempo otro periplo, en esta ocasión a Buenos Aires, porque «las cosas no habían terminado como pensábamos y no podíamos volver a España. La única solución era salir de Europa».

A los 15 días de llegar a la capital argentina le detectaron tuberculosis y gracias a la atención recibida en el Centro Gallego pudo salvarse tras un lustro dedicada a «la lectura y el tratamiento». Ese fue el tiempo que tardó en volver a ver a Ramón de Valenzuela, por quien no dudó en cruzar de nuevo el charco y casarse en Vilagarcía. No fue su última travesía, pues cuatro años después de su reencuentro en 1945, el matrimonio decidió hacer las maletas y volver a Argentina con sus dos hijos. «No estaba de acuerdo con la vida que me ofrecía mi país. Todavía faltaba mucha libertad», asegura la escritora.

Conocida como la voz del exilio gallego, define su última etapa y la más duradera -entre 1949 y 1966- en la capital argentina como la más «creativa». De su segundo exilio en Buenos Aires recuerda sus contactos con personajes como el pintor Luis Seoane o el escritor Arturo Cuadrado, con quien dirigió el periódico Galicia. Los años que dedicó a su trabajo en el Teatro Galego da Federación no los considera una «pérdida de tiempo», sino que, por el contrario, todas las muestras de los representantes de la cultura gallega exiliados en el exterior sirvieron para «poder mantener viva la memoria y defender ideales como la libertad».

Pese a que la represión seguía muy presente en España, y -afirma- «había que vivir siempre midiendo lo que se decía y sabiendo qué límites no se podían sobrepasar», a finales de la década de los 60 María Villaverde y su familia abandonan el exilio y se trasladan a Madrid. «Pocas cosas habían cambiado pero lo suficiente para iniciar una nueva vida», recuerda la periodista gallega, quien añade que no quería que sus hijos se criaran tanto tiempo fuera de España. Para la autora, hay muchos que tienen memoria pero otros tantos que «no quieren recordar». De sus vivencias, destaca que todas las cicatrices «dejan huella» y añade que no es fácil borrarlas y «hacer cómo que no pasó lo que sí pasó».

http://www.laopinioncoruna.es/coruna/2012/04/12/marivi-villaverde-cicatrices-dejan-huella-son-dificiles-borrar/598378.html