Maestros leoneses, carne de cañón

noviembre 24, 2012

Josefina García, de 100 años, pasó casi la mitad de su vida en México, adonde huyó con su padre tras el fusilamiento de su hermano a principios de la Guerra Civil

 León 24 NOV 2012

Salió de su casa con lo puesto, en mitad de la noche, al monte, caminando por el reguero para no dejar pisadas en la nieve. Josefina García tenía aquella madrugada de 1936, 24 años. No volvería a su hogar, en Truébano de Babia (León), hasta los 47, y de visita. El pasado marzo cumplió un siglo y ha pasado casi una vida entera desde aquella huida, pero el miedo de verdad se pega a la memoria como un traje de buzo al cuerpo. No ha olvidado un detalle.

Los falangistas acababan de fusilar a su hermano, Justiniano, el único varón entre siete chicas. “Lo mataron de los primeros, por ser de izquierdas. Vinieron a buscarle, se lo llevaron en un camión con otros hombres y no le vimos más”, recuerda. “Estaban matando a mucha gente. Maestros no dejaban ni a uno”. Y esa era, precisamente, la profesión de Josefina y de su padre, Mariano. Carne de cañón. Él huyó primero. Se escondió con otros maestros en un pajar de Taverga (Asturias). No supo que a su mujer la habían metido en la cárcel por no querer revelar dónde estaba hasta que su hija se reunió con él en aquel pajar y se lo contó. Josefina había estado llevándole comida a su madre a la prisión: tres kilómetros a pie cada día. Cuando pidió permiso para ir a ver a su tía, también presa, en otro pueblo, en el cuartel pensaron que era una espía. Y decidió huir antes de intentar dar las explicaciones que a tantos otros no les habían servido de nada.

Josefina, cuarta por la izquierda, con sus padres y cuatro de sus hermanas antes de la guerra.

Asturias fue solo la primera parada. “La guerra nos fue llevando. Fuimos a Cataluña, donde dimos clases de castellano a los que solo hablaban catalán y temían problemas. Y después, a Francia. Me quedé con las ganas de ver París”, dice aún con verdadero fastidio. “Me invitó una amiga francesa, pero no pude ir por la razón más tonta. ¡No tenía ropa interior! Solo tenía una muda y cuando la lavaba tenía que estar todo el día en cama esperando a que secara”.

La huida continuó. Terminaron en México porque así se lo aconsejó a la familia de Félix Gordón Ordás, natural de León, entonces embajador español en México. Se lo explicaba el tío de Josefina, Elías, en una carta el 14 de marzo de 1939 al embajador mexicano en París, Narciso Bassols, rescatada ahora del Acervo Histórico Diplomático de la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana. David Rubio, sobrino nieto de Josefina, se la lee —no le falla la memoria, pero sí la vista— y ella recuerda enseguida que si terminaron en México fue por aquel consejo de quien terminaría siendo el presidente del Gobierno de la República en el exilio. “Si no, habría sido cualquier otro país. Lo importante era salir. Si nos hubiéramos quedado en España, a mi padre lo habrían matado con toda seguridad y a mí quizá también”. El 13 de julio de 1939, ella, su padre, su tío y sus primas zarparon de Puillac (Burdeos) rumbo a México. Les acompañaban 2.000 españoles que huían de lo mismo y viajaban, como ellos, con lo puesto.

“Yo nunca había visto el mar. Lo vi por primera vez desde aquel barco”, recuerda. Su padre escribió un diario a bordo que David recuperó y publicó en el Diario de León: “Al subir nos dijeron que retrasásemos nuestros relojes 30 minutos cada uno de los 14 días que pasáramos a bordo y que así estaría en hora cuando atracáramos en Veracruz”, escribió en sus primeras líneas. La hora le inquietaría durante muchas páginas. “Me carcome la curiosidad de saber si será cierto que mi reloj marcará la hora mexicana una vez ponga el pie en tierra…”.

Mariano escribía mucho sobre su hija. “Estoy preocupado y orgulloso de ella a partes iguales. Ha perdido mucho peso (…) No soporta ni la nostalgia de nuestra familia, ni, supongo, la ausencia del novio que debió dejar en Truébano y por el que no quiero preguntarle…” —Se llamaba Pepe. “Era muy guapo. No nos pudimos ni despedir”, lamenta Josefina—. “Josefa se preocupa por mí a todas horas. Creo que me acompaña por miedo a que me ocurra algo, para cuidar a su padre, un viejo maestro de casi 70 años al que, en lugar de la jubilación, le ha llegado el exilio…”. El 27 de julio llegaron a México. “Las cinco marcaba mi reloj, exactamente la misma hora que todos los relojes de Veracruz”, escribió sorprendido Mariano en su diario. Se adaptaron pronto. “Todo funcionaba con la mordida. Me apunté a clases para aprender a manejar (conducir) —a Josefina aún se le escapan palabras en mexicano y sigue respondiendo al teléfono con un exótico ¿Bueno?—, y el primer día me dijeron que si les daba cien pesos, me daban el carné. ‘¡Pero si no sé nada!’, les dije. Les daba igual”.

El Comité de Ayuda a los Españoles les dio dinero, ropa y un puesto de trabajo en un pueblo llamado Roque para formar a profesores rurales. “¡Nos preguntaban cómo habíamos llegado desde España, si a pie o a caballo!”, recuerda Josefina entre risas.

Luego se reunieron en México DF con el resto de la familia y otros que se incorporaron a ella. “Fuera de tu país, los españoles somos familia”, explica. También hizo un amigo famoso. “Conocí a Plácido Domingo. Cantábamos rancheras y él tocaba el piano”.

Josefina recuerda que a su padre le extrañaba ver a las mexicanas esperar a sus maridos en las fábricas. Pensó que eran mucho más agradables que las españolas hasta que un día, hablando con una, averiguó la verdad: iban para interceptarles y que no se gastaran el jornal en la taberna. Josefina volvió a España en 1959: “Mi madre me dijo que a los hijos que están fuera, siempre se les quiere más”. Y en 1986, definitivamente. Estaba un poco cansada de los terremotos de México y del picante, al que nunca se acostumbró.

http://elpais.com/politica/2012/11/23/actualidad/1353702344_075242.html


Los Schindler Mexicanos

noviembre 24, 2012

La actividad de cuatro diplomáticos fue crucial para salvar la vida a miles de republicanos españoles

 

Republicano español en uno de los barcos que llegaron a México. / ACERVO HISTÓRICO DIPLOMÁTICO

LUIS PRADOS México 22 NOV 2012

La generosidad sin precedentes del presidente Lázaro Cárdenas con los republicanos españoles no hubiera sido posible sin el talento y el esfuerzo de un grupo de intelectuales y diplomáticos mexicanos que, superando unas circunstancias políticas extraordinariamente difíciles, lograron que unos 20.000 refugiados encontraran la libertad y una nueva patria en este país. De figuras como Alfonso Reyes y Daniel Cosío Villegas, pero sobre todo de Luis I. Rodríguez, Gilberto Bosques, Isidro Fabela y Narciso Bassols bien puede decirse una vez más que nunca tan pocos salvaron a tantos.

Su actividad diplomática durante la posguerra española y la II Guerra Mundial tiene todos los ingredientes de una novela de aventuras. Luis I. Rodríguez, embajador mexicano en Francia entre julio y diciembre de 1940, cumplió con creces la orden de Cárdenas de lograr que el Gobierno de Vichy permitiera a México “acoger a todos los refugiados españoles de ambos sexos residentes en Francia”, la mayoría de ellos internados en campos de concentración.

A primera hora de la tarde del lunes 8 de julio de ese año, Rodríguez llegaba en su Buick al Hôtel du Parc donde sería recibido por el mariscal Pétain. Durante media hora los dos hombres, “él sentado en una butaca y yo al borde de su lecho”, como relató el diplomático en las notas de su diario, discutieron el caso de los exiliados españoles:

-“¿Por qué esa noble intención –me dijo- que tiende a favorecer a gente indeseable?”.

-“Le suplico la interprete usted, señor mariscal, como un ferviente deseo de beneficiar y amparar a elementos que llevan nuestra sangre y nuestro espíritu”.

Al final, el mariscal accedió y un convenio firmado el 22 de agosto hizo posible la reanudación del embarque de exiliados a México. Las virtudes y entrega del diplomático mexicano superarían a lo largo de aquellos meses tremendas dificultades como la falta de transporte y recursos económicos, la división entre los republicanos españoles, las dudas sobre la conveniencia de la medida en el interior del propio Gobierno mexicano, la indignación de la derecha de este país ante la llegada de miles de “rojos” y la animadversión de la prensa francesa. Le Petit Journal de Marsella celebraría el acuerdo, en un artículo publicado el 3 de septiembre de 1940, con estas palabras: “Buen viaje, señores, háganse colgar en otra parte”. Y días más tarde en Le Journal, Max Massot firmaba un reportaje sobre los campos de concentración, que comenzaba así: “Los despojos del Ejército español van a salir de Francia (…) huéspedes indeseables, soldados inútiles”.

La acción de Luis I. Rodríguez fue también crucial para sacar del territorio francés a Juan Negrín, dar protección jurídica a Luis Nicolau d’Olwer, exministro de Hacienda y exgobernador del Banco de España y enterrar con dignidad a Manuel Azaña.

Aquella mañana del martes 5 de noviembre de 1940, el prefecto de Montauban quiso impedir la presencia de españoles en el cortejo y enterrar al último presidente de la II Republica con la bandera de Franco. Rodríguez se enfrentó a él, negándose a semejante “blasfemia”, y al no poder hacerlo con la republicana, desafío al representante de las autoridades francesas con estas palabras: “Lo cubrirá con orgullo la bandera de México; para nosotros será un privilegio; para los republicanos, una esperanza, y para ustedes una dolorosa lección”.

En 1973, Luis I. Rodríguez, de quien Pablo Neruda escribió que tenía “algo de domador popular y algo de gran señor de la conciencia”, fue enterrado en México en un féretro cubierto con la bandera de la República española.

Otro gigante de la solidaridad internacional fue Gilberto Bosques, cónsul general de México en París en aquellos años, quien rescató a Max Aub del campo de concentración de Vernet y más tarde de otro del norte de África. Amigo de Negrín, a quien califica de “gran gourmet” en el libro Gilberto Bosques: el oficio del gran negociador, resumen de ocho entrevistas realizadas al diplomático por Graciela de Garay en los años ochenta, Bosques trasladó el consulado a Marsella tras la rendición de Francia. Allí se las ingenió para alquilar dos castillos que convirtió en residencias de asilo para los exiliados españoles. En el castillo de Reynarde se alojaron 850 refugiados de todas las profesiones y oficios. En el de Montgrand, 500 mujeres y niños. Bosques organizó la vida de los republicanos en esta especie de purgatorio antes de embarcarlos para México, vía Marsella o Casablanca, creando un servicio médico, una oficina jurídica, una escuela e incluso montando obras teatrales y competiciones deportivas.

La actividad de Bosques se complicaría tras la evacuación de refugiados judíos y la consiguiente ruptura de relaciones de México con el régimen de Vichy en noviembre de 1942. La legación fue asaltada por la Gestapo y las 43 personas que la integraban con el cónsul y su familia a la cabeza fueron detenidos y trasladados en febrero de1943 aun hotel prisión de Bad Godesberg, en Alemania, donde permanecerían un año.

Una vez liberados, de regreso a México, Bosques sería nombrado embajador en Portugal tras el fin de la II Guerra Mundial. Allí continuaría la labor realizada en Francia. “Se me encargaría de auxiliar a los refugiados españoles que atravesaban la frontera de España y Portugal y eran capturados por la policía portuguesa para ser entregados a Franco. Regularmente su destino era el cadalso”.

Tras pasar por Suecia y Cuba, el diplomático se retiró de la vida pública en 1964 con la llegada a la presidencia mexicana de Gustavo Díaz Ordaz. “No quería verme en el caso de colaborar con ese señor”, se justificó.

Antes, Isidro Fabela y Narciso Bassols, se habían erigido, desde su posición de delegados de México en la Sociedad de Naciones, en defensores morales de la II República, denunciando en Ginebra la intervención de la Italia fascista y la Alemania nazi en la guerra civil española y la hipócrita neutralidad de las democracias. Con discursos y obras –Bassols sería embajador en Francia al comienzo de la crisis de los refugiados españoles en febrero de 1939- ambos articularían la iniciativa humanitaria de Cárdenas.

Fabela adoptaría dos huérfanos españoles y sería entre 1942 y 1945 gobernador del Estado de México donde formaría dentro del futuro PRI el influyente grupo de Atlacomulco, su pueblo natal y el mismo de Peña Nieto. Bassols rompería con Cárdenas tras acoger este a Trotsky y en 1944 sería nombrado embajador en la URSS. Pero eso ya son otras historias. Sus acciones, junto con las de Rodríguez y Bosques, no solo salvaron la vida a miles de españoles. Consagraron el derecho de asilo como una actitud internacional de México.

http://politica.elpais.com/politica/2012/11/22/actualidad/1353542637_397026.html


Suspendido el homenaje a Franco en un edificio público el 2 de diciembre

noviembre 24, 2012
  • La empresa encargada del catering cancela el acto «ante la alarma causada»
  • La Fundación Franco asegura que lo mantiene y que prohibirlo «sería un delito»

 Madrid 22 NOV 2012

 

Cartel de la convocatoria del acto de homenaje a Franco el próximo 2 de diciembre. / FUNDACIÓN FRANCISCO FRANCO

Bajo el lema 120 años después, Francisco Franco, ¡presente!, la Fundación Francisco Franco había convocado un «acto de afirmación» el próximo 2 de diciembre en el Palacio de Congresos de Madrid, un edificio público, perteneciente al Instituto de Turismo de España (Turespaña), adscrito a Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. El coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, registró en el Congreso una iniciativa parlamentaria en la que pedía al Gobierno del PP que explicara si tenía previsto ·prohibir dicho acto que atenta contra la ley de memoria histórica y la memoria democrática de España» y  que aclarase si le parecía que tal homenaje «ensalza la dictadura franquista».

La noticia se publicó en la edición digital de varios medios de comunicación, incluido este, y a última hora de la tarde, el grupo Husa, que preside el expresidente del Barça, Joan Gaspart y que iba a encargarse del catering del acto, emitió un comunicado en el que asegura que ha decidido suspender el evento en el Palacio de Congresos de Madrid «dada la alarma causada, renunciando a sus derechos de negocio». «La reserva de dicho evento», añaden, «se realizó a través de la red comercial del Grupo con un particular y ya se ha notificado la decisión pertinente al cliente, sin más consecuencias». El ministro de Industria, Jose Manuel Soria, afirmó después que el lugar donde iba a celebrarse el acto, la cafetería del Palacio de Congresos, no lo gestiona Turespaña, sino el grupo Husa, informa Efe.

«Prohibirlo sería delito»

La Fundación Francisco Franco, no se dio por aludida, y respondió con otro comunicado también a última hora de la tarde manteniendo la cita: “El pasado mes de octubre se contrató con la empresa explotadora del Palacio de Congresos de Madrid la celebración de dicho evento el día 2 de diciembre, confirmándose dicha reserva por parte de la citada empresa. En contra de lo afirmado por el comunista Cayo Lara, no existe motivo legal alguno por el cual pudiera prohibirse la celebración de dicho almuerzo, y ni siquiera la Ley de Memoria Histórica contiene precepto alguno que pudiera amparar la prohibición de un acto de dichas características en un lugar público. Es más, la eventual prohibición de dicho acto constituiría un delito de discriminación por motivos ideológicos, por lo que entendemos que el acto se debe celebrar con normalidad, tal y como se realizó en el mes de julio de este año en el mismo lugar, una cena en conmemoración del 18 de julio”. En su web, la fundación mantenía la convocatoria, con fecha, lugar, hora y precio del cubierto: 30 euros por cabeza.

En esa misma web, Blas Piñar López firma un artículo orientativo sobre el espíritu de la convocatoria en el que asegura: “Franco está, a la vez, ausente y presente. Ausente porque concluyó su vida en el tiempo, y presente, aunque no le vemos ni oímos, porque, sin embargo, la verdadera memoria histórica, que es colectiva, nos lo hace cercano. (…) Entiendo que la memoria histórica auténtica (ante la dramática situación que vivimos y que como, además de la crisis económica, está descristianizando a nuestro pueblo, cambiando su mentalidad y sus conciencias y poniendo en juego la unidad de España) nos permite comparar la España que Franco configuró como una monarquía sin corona, con la España de la Transición, que es una corona sin contenido monárquico, como remate de un Estado antinacional”. Piñar lamenta la retirada del nombre del dictador de calles y lo que llama “el proceso liquidador de la obra de Franco”.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica acaba de pedir al presidente Mariano Rajoy, que las víctimas del franquismo “dejen de pagar con sus impuestos la tumba del dictador”. “En países como Portugal o Italia las tumbas de sus dictadores son responsabilidad familiar y no son tratadas como un bien público”, denunciaron en un comunicado. “En España, la tumba de Franco, dentro del Valle de los Caídos, forma parte del patrimonio del Estado y se mantiene con fondos públicos a los que contribuyen los familiares de los 113.000 desaparecidos como consecuencia de la represión”.

http://politica.elpais.com/politica/2012/11/22/actualidad/1353590253_597911.html


“Señor embajador, escribo a lápiz porque no tenemos tinta más que para el sobre”

noviembre 21, 2012

Extractos de las cartas enviadas por los republicanos españoles solicitando asilo en México

«Es muy triste tener que esconderse como si uno fuera una mala persona y el único delito que tengo es haber defendido a la República española”, escribe desde París un exiliado en una carta dirigida el 4 de abril de 1939 a la Embajada de México solicitando asilo en este país. Como miles de compatriotas, la inmensa mayoría internados en campos de concentración del sur de Francia, los refugiados exponen en ellas el drama de la derrota, las precarias condiciones de vida en la que se encuentran, la pérdida de familiares y bienes y la imposibilidad de volver a la España de Franco donde solo les espera el cadalso. Gente de todos los oficios y profesiones, que relatan su desgracia, desde quienes no tienen “más tinta que para escribir el sobre” hasta el muchacho de 14 años que quiere emigrar “para ser un hombre y no un golfo”. Unos testimonios prácticamente inéditos a los que ha tenido acceso EL PAÍS y de los que hoy publica la segunda entrega.

» Carlos Sala Franqueza, 48 años, Alicante (Champs du Bigné). “Sr. Embajador: Mil perdones por escribirle con lápiz (…) No tenemos tinta más que para escribir el sobre, debido a que no disponemos de moneda francesa y la española no la quieren (…) Dentro de la desgracia, si es que esto lo es, he forjado una ilusión: poder ir a Méjico para ensayar el cultivo del arroz (…) Soy hijo de Pego, donde se cultiva el arroz bomba de tanta fama en España (…)”. (Ver página 1 de la carta | Página 2 | Página 3 | Página 4)

 

» Miguel Samitier Rodríguez, Campo 13 (Depósito de Intendencia de Saint Cyprien). “No quiero cansarle con mi narración, porque vd. sabrá positivamente qué son estos campos de Concentración. Privados de la libertad. Aquí estoy, sr. Cónsul, esperando el día feliz, que un país quiera recogerme. Mientras tanto espero esa gran felicidad, yo, sinceramente y sonrojándoseme la cara, le pido me envíe algún dinero para poder vestirme”. (Ver página 1 de la carta | Página 2)

 

» Francisco Seut Vidal, 57 años (Hospital de Greqier, Cotes du Nord). “Sin pensamiento de bolber a mi patria por allar e enbadida por el fascismo ya que alli nos espera la orca o el precidio, pido que semire aber si se me puede dar modo de vida en este pais o trasladarme para Mejico o Rusia ya que en dicho refugio me allo solo sin familia ninguna ya que no tengo la suerte de encontrar a mis 2 hijos que (…) se allan en algun campo de concentracion o refugio de Francia (sic)”. (Ver página 1 de la carta | Ver página 2)

 

» Conrado Álvarez, 14 años. “Muy señor mío: me perdonarás en que metome hesta poca de libertá, en pedirle un pasaporte para Méjico. Pues me encuentro solo y le agradecería mucho. Soy agustador en mecánica tengo 14 años. Pues uste vera, quiero ser un hombre i noser el dia de mañana un golfo. Perdoneme y agame este pequeño fabor (sic).” (Ver la carta)

 

» Victoriano Allende Simón. “Me encuentro en este campamento en condiciones de vida verdaderamente inhumanas, durmiendo en la arena al aire libre, sin cama ni techo alguno, como miles de españoles que nos hemos jugado la vida defendiendo la democracia del mundo en nuestro país y deseo salir cuanto antes para la gran nación mejicana”. (Ver la carta)

 

» Emilio Ruiz. “El campo de concentración, tal como lo han concebido y realizado los franceses, nos inspira poca confianza, por temer que Francia termine por entregar a Franco a los combatientes de la República (…) Elevamos a usted nuestra angustiada súplica”. (Ver página 1 de la carta | Página 2 | Página 3)

 

» Francisco Ramón Olivar. “Soy un pobre literato, sin otra arma que su pluma y otro ideal que el de expandir la cultura a las mentes de sus hermanos”. (Ver página 1 de la carta | Página 2 | Página 3 | Página 4)

 

» Laudelino Moreno, director general de Comercio en el primer bienio de la República. “Haber sido educado en un hogar laico y republicano, manteniéndose toda la vida, con palabras y actos, fiel a los ideales de Justicia social y de Libertad; no he servido ni serviré jamás a un régimen basado en otros principios: haber estado emigrado de España los tres últimos años de la Dictadura de Primo de Rivera y durante la de Berenguer tener nueve procesos por delitos contra el régimen monárquico, dos por la ley de Jurisdicciones”. (Ver página 1 de la carta | Página 2)

 

» Salvador Marín. “Nuestras mujeres, que no quisieran caer en manos de los traidores e invasores de España, sufren en los campos de concentración los rigores del tiempo, las vicisitudes propias del exilio y lo que es peor, el trato soez e indecente de la Gendarmería y senegaleses franceses. Compañeros nuestros han muerto de frío y de hambre…”. (Ver página 1 de la carta | Página 2)

 

» Remedios Manzanares Marlasca y Josefina González (Ambas de 21 años, de la Agrupación de Mujeres Antifascistas y Sindicalistas de la UGT). “Ambas tenemos el firme convencimiento de que nuestra convivencia con el fascismo es imposible y no estamos dispuestas a volver a España”. (Ver página 1 de la carta | Página 2)

 

» Emilio González. Comandante de Infantería. “Desgraciadamente los que solamente nos hemos dedicado desde pequeños a la carrera de las armas no servimos para otra profesión y por eso con toda franqueza expongo mi situación pues soy hombre curtido en la guerra pero que solo entiendo de esta y no puedo decir que voy a desempeñar otra profesión ni oficio que no entiendo”.

» Isaías de Haro. Profesor Mercantil. Funcionario del Ministerio de Trabajo (Campo de Saint Ciprien). “Soy hombre que jamás ha granjeado el favor del amigo y por consiguiente ni ahora ni nunca me he valido de buscar influencias para conseguir lo que siempre he considerado justo. Hoy que el tiempo ha pasado y que he visto que otros que posteriormente a mi solicitud han marchado ya, me permito a V. rogarle si fuera posible incluir mi nombre en las futuras expediciones. Si me conociera y viera la fe y el entusiasmo con que se lo pido tengo la seguridad absoluta que no dudaría en hacer cuanto estuviera en su mano por complacerme”.

 

» Antonio Gómez Zapatero, ingeniero (Residente en el Mediodía francés). “Obligado a salir de España con mi familia ante el avance de las tropas fascistas sobre Barcelona, me encuentro en Francia sin medios ni posibilidades de trabajo en Europa, teniendo la convicción de que mis ideales democráticos sinceramente sentidos han de impedirme toda actividad profesional en la España sometida a poderes totalitarios y creyendo posible el desenvolvimiento de mi citada actividad como Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos en la noble nación mexicana acudo a V. E.”

 

» Carmelo Pérez Ramos. (Campo de concentración de Argeles sur Mer). “Soy hobrero y tengo experiencia en el cultivo de árboles albaricoques, melocotoneros o durasnos, peras, ciruelas y piña y otras muchas facilidades de la agricultura. Pues aquí me tienen como prisionero en un campo de concentración sin el menor motivo…”. (Ver página 1 de la carta | Página 2 | Página 3)

 

» Licesio Domínguez Lorenzo (París). “Verdaderamente es muy triste de tener que esconderse uno como si fuera una mala persona, y el único delito que tengo es de haber defendido la REPÚBLICA ESPAÑOLA”. (Ver la carta)

¿Conoces a algún protagonista de las cartas? Escríbenos a cartasexiliomexico@gmail.com

Elaborado por Luis Prados, Bernardo Marín, Inés Santaelulalia, Pablo de Llano, Raquel Seco, Paula Chouza y Mari Luz Peinado.

más información

http://politica.elpais.com/politica/2012/11/18/actualidad/1353272386_125431.html

Nota de La Memoria Viva:

-Sobre los campos de los refugiados republicanos en Francia  (nuestro blog): https://lamemoriaviva.wordpress.com/2009/01/25/homenaje-a-los-exiliados-en-francia/

-No olvideís : el viernes 23 de noviembre 2012 proyección de dos documentales y debate sobre » La retirada» del 39: https://lamemoriaviva.wordpress.com/2012/11/19/el-exilio-republicano-espanol-en-francia/


EL EXILIO REPUBLICANO ESPAÑOL EN FRANCIA

noviembre 19, 2012

INVITACIÓN A LA PROYECCIÓN DE DOS DOCUMENTALES:

L´exode d´un peuple(Louis Llech y Louis Isambert). (25mn. Mudo)

La valise égarée(Paul Rousset) .(12mn. En francés con traducción simultanea.)

VIERNES 23 DE NOVIEMBRE A LAS 20:00H

TEATRO DEL INSTITUT FRANÇAIS

(C/ Marqués de la Ensenada, 10 – MADRID)

ENTRADA LIBRE HASTA COMPLETAR AFORO

La valise égaréede Paul Rousset :

Un refugiado español que huye del franquismo pierde su maleta en el andén de la estación de Perpignan…

Ganó varios premios, como la Medalla de Plata del Festival internacional de Luxemburgo 2011. Con presentación de Paul Rousset.

L´exode d´un peuplede Louis Llech y Louis Isambert :

Los exiliados cruzan el puerto del Perthus y se instalan en los campos de concen­tración de Argelès y Saint Cyprien.

A continuación tendrá lugar una CONFERENCIA y un DEBATE con el público, a cargo de Placer Thibon,

Profesor de la Universidad de Toulouse-le-Mirail

www.institutfrancais.es        www.adfe-espagne.org      adfemadrid@yahoo.es

Asociación de Descendientes del Exilio Español

www.exiliados.org

asociacion_exiliados@yahoo.es

tel +34 913085394 (tardes)

—————-

Constituída en Noviembre 2002 en Madrid.

Registro de Asociaciones Nº 1711108

Del Valle de los Caídos al Ibex 35

noviembre 18, 2012

37 años después de la muerte de Franco, las empresas que se enriquecieron con la construcción de su mausoleo están entre las más poderosas e influyentes del país…

ALEJANDRO TORRÚS Madrid 18/11/2012

El Valle de los Caídos durante su construcción

El Valle de los Caídos durante su construcción

El régimen les dio poder, patrimonio y mano de obra casi esclava. La transición y la democracia, benevolente como con un hijo pródigo, no les pidió explicaciones por su pasado ni por el origen de sus riquezas. Su pasado se diluyó en el presente de la España democrática como un azucarillo en agua hirviendo y el futuro quedó a sus pies. Son las grandes empresas que apoyaron a Franco ensu cruzada, se beneficiaron de las concesiones estatales, utilizaron mano de obra casi esclava de presos republicanos y sentaron en sus consejos de administración a los exministros del régimen. Esta es la historia de los que una vez que el caudillo de España murió se autodefinieron como “demócratas de toda la vida”.

En agosto de 1936, el diario británico The Sunday Express publicó: “Franco se mantiene en la lucha. Pero, ¿cuál es el poder que lo dirige desde detrás de las sombras? Cuando un hombre levanta la mano, Franco obedece.Ese hombre es Juan March”.

Nadie puede imaginar que un golpe de Estado puede triunfar sin el apoyo de los grandes empresarios y Franco, juntos al resto de golpistas, encontró en Juan March al mecenas de su cruzada. March aseguró la vida de los familiares de los militares rebeldes, financió los aviones que trasladó a Franco al norte de África con la inestimable ayuda de varios responsables del diario ABC y negoció con alemanes e italianos la compra de armamento. ¿A cambio de qué?

“A cambio, en plena guerra civil, desde el cuartel general de Burgos, obtuvieron el control del sector bancario, su statu quo, las claves de la economía, el monopolio del sector financiero”, escribe Mariano Sánchez en la obra publicada en 2005 ‘Los banqueros de Franco’.

Nadie puede imaginar que un golpe de Estado puede triunfar sin el apoyo de los grandes empresariosEste pacto de Franco con March y el resto de banqueros significó la primera gran traición del general a los principios de Falange: la Banca no sería nacionalizada. Lo importante para el Generalísimo no era mantener su integridad ideológica. Franco no tenía ideología. El caudillo tenía poder político, adquirido mediante las armas, y no lo iba a perder bajo ningún concepto y mucho menos por programas políticos.

Al amparo de la dictadura franquista, Juan March realizó diversas operaciones financieras de gran calibre, como la compra de la Barcelona Traction, tras la que fundó Fuerzas Eléctricas de Cataluña, S. A (FECSA), quien se hizo con la práctica totalidad de la producción eléctrica en Cataluña.  FECSA construyó centrales térmicas y entró en el campo de la energía nuclear, motivado por las crisis del petróleo de los años 70.

Así, participó, junto con Électricité de France, Hidroeléctrica de Cataluña y ENHER en la construcción de la central nuclear de Vandellós, puesta en servicio en 1972. En 1983, FECSA instaló en solitario la central nuclear de Ascó, que comenzó a funcionar en 1983.

El rastro de March en el presente

 Todas estas operaciones convierten a FECSA en una empresa al alza, que comienza a cotizar en el IBEX 35 de la Bolsa española. Su camino en solitario llega hasta 1996 cuando el Grupo Endesa se hace con el 75% de las acciones de la compañía y su control absoluto.

Juan March falleció en 1962 pero sus nietos han sabido cumplir su legado. En 1988 la revista Forbes sitúa a los March entre las tres fortunas más importantes de España, junto a Ramón Arces, creador de El Corte Inglés, y los Botín. Su notoriedad en la democracia española y en las finanzas internacionales es ya indiscutible.

“La Fundación March, creada en 1955, cuenta con un patrimonio superior a los 15.000 millones de pesetras y recibe una inversión anual que rebasa los 1.000 millones. En la actualidad el patrimonio de los March se sitúa entre en el medio billón de pesetas, participan en el accionariado de 150 empresas y comandan un grupo empresarial que ha sido vanguardia en España en cuanto a bancos de negocios y que goza de una gran liquidez”, escribe Mariano Sánchez en su obra Los banqueros de Franco.

Entre la larga lista de empresas en las que la familia March está presente en el accionariado hay algunas muy reconocibles para el gran público como la constructora ACS (18,3%), presidida por el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez; Acerinox (24,2%), una de las compañías líder a nivel mundial en la fabricación de acero inoxidable o la empresa de seguridad Prosegur (10,0%).

La construcción del Valle de los Caídos

Ningún otro símbolo como el Valle de los Caídos refleja el funcionamiento de la oligarquía empresarial que rodeaba el régimen. Una obra faraónica que costó a las arcas públicas a lo largo de sus veinte años de construcción 2.421 millones de pesetas de la época, según datos de Mariano Sánchez. “Para entender la magnitud de la obra conviene comparar el coste con otras partidas de los Presupuestos. Así, hasta 1970 el Estado había dedicado 2.339 millones de pesetas para Educación, explica Mariano Sánchez, autor de obras como Los Franco S.A. o Los banqueros de Franco a Público.

El Valle de los Caídos refleja el funcionamiento de la oligarquía empresarial que rodeaba el régimenFranco eligió el 1 de abril de 1940, primer aniversario de la victoria de la entonces conocida como “Victoria de las armas de España”, para dar a conocer su proyecto. Fernando Olmeda, autor de El Valle de los Caídos. Una memoria de España, recoge en su obra las palabras pronunciadas aquel mismo día por  el coronel Valentín Galarza, subsecretario del a jefatura del Estado, en la lectura al Decreto que dispone la construcción del futuro monumento:

“La dimensión de nuestra cruzada, los heroicos sacrificios que la victoria encierra y trascendencia que ha tenido para el futuro de España esta epopeya no pueden quedar perpetuados por los sencillos monumentos con los que suele conmemorarse en villas y ciudades los hechos salientes de nuestra historia. Es necesario que las piedras que se levanten tengan la grandeza de los monumentos, que desafíen al tiempo y al olvido y que constituyan lugar de meditación y reposo en que las generaciones futuras rindan tributo de admiración a los que legaron una España mejor”.

La ejecución del gran sueño del generalísimo requirió un enorme financiero, pero sobre todo de personal. En 1942 el régimen se da cuenta de que además de obreros libres será necesario emplear batallones de presos en un país que continúa desangrando tras la cruenta guerra civil. Ese mismo año llega al Valle la Compañía del Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores Penados nº 95. Los presos visten gorro a rayas azules y blancas con una P que les identifica como presos. El periodista Rafael Torres, autor de Los esclavos de Franco, cifró en 20.000 los presos republicanos que participaron a precios muy por debajo del mercado y en condiciones de semiesclavitud en la construcción del sueño de Franco.

Los presos «alquilados»

Fernando Olmeda recoge en su obra dos testimonios de presos republicanos que detallan las condiciones de la obra. Trinitario Rubio lo describe de la siguiente manera:”Picábamos un metro cúbico de piedra, cargábamos vagonetas y empujábamos entre varios. Trabajábamos en condiciones difíciles, nos trataban de hijos de puta y rojos, cosa peor que los malos tratos”.

Segundo Fernández, de familia de agricultores de izquierdas, y condenado por tres consejos de guerra, resume en una frase su experiencia en la construcción del Valle de los Caídos: “Raro era el día que no morían uno o dos, y hasta tres, más por el hambre que por accidentes, porque la construcción del túnel casi no había empezado”.

La utilización de presos políticos como mano de obra ahorró al régimen 780 millones de euros

Nicolás Sánchez-Albornoz, director del Instituto Cervantes de 1991 a 1996 y condenado a trabajos forzados por el régimen en 1947, puso cifras al negocio redondo de las empresas y el régimen de Franco con los presos trabajadores. «El Valle era un gran negocio«, explica, «los que estábamos condenados a trabajar allí estábamos alquilados a las empresas que hacían la obra, Huarte y Banús, por 10,50 pesetas al día. A nosotros nos daban 50 céntimos a cada uno. Los patronos tenían obreros a precio de saldo y disciplinados», según recoge José María Calleja en un artículo publicado en el diario El País. De esta manera, Sánchez-Albornoz, actual miembro de la RAE, confiesa que estuvo “alquilado” a la empresa Huarte y Banús.

El periodista Isaías Lafuente se atrevió a cuantificar en su libro Esclavos por la Patria los beneficios obtenidos por el franquismo a costa de utilizar presos políticos para la realización de obras: más de 130.000 millones de pesetas, unos 780 millones de euros. Ello se deduce del estudio de las detalladas memorias anuales remitidas a Franco por el Patronato para la Redención de Penas entre 1939 y 1970, conservadas aún en los archivos de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias. en su libro Esclavos por la patria.

Las empresas adjudicatarias y su beneficio

En sus inicios la obra se adjudica a tres grandes empresas, San Román, filial de Agromán, se encargará de la perforación de la roca para abrir en ella el agujero gigante que albergará la cripta,Estudios y Construcciones Molan se ocupará de la construcción del monasterio y Banús, gestionada por los dos hermanos Juan y José, se responsabilizará de la carretera que unirá la entrada con el Risco de la Nava.

Estas tres empresas, junto a la constructora Huarte y Cía que se uniría a las obras en 1952, dispusieron de mano de obra semiesclava para sus negocios privados por concesión del régimen de Franco. Así, en 1943 Agromán disponía de 250 presos republicanos trabajando en el Monumento, 100 en las obras de el Escorial Aguas y Escorial Arca de Juan y otros 140 en diversas obras repartidas en cuarteles y monasterios.

Banús, por su parte, disponía de 125 presos trabajando en la carretera que da acceso al Valle de los Caídos, 90 presos construyendo la estación de trenes de Chamartín (Madrid) y a 50 más en la base militar de Torrejón. En total llega a haber 141 batallones de presos republicanos repartidos por diferentes obras sólo en 1943, según recoge Olmeda en su obra.

¿Qué ha sido de estas empresas?

En 1943 había 141 batallones de presos republicanos realizando trabajos forzadosLa constructora Huarte, que acumulaba en 1975 un volumen de venta de 16.000 millones de pesetas, se fusionó en 1998 con Obrascón. Un año después, se incorpora al grupo la empresa Lain conformando el gigante constructor Obrascón- Huarte- Laín u OHL, como es más conocido. El grupo está presidido por Juan-Miguel Villar Mir, más conocido por haberse presentado a las elecciones a presidente del Real Madrid de fútbol. Aunque en su currículum figuran otros muchos cargos en la estructura del Estado franquista como haber sido Director General de Empleo en 1964 o presidente del Fondo Nacional de Protección del Trabajo en 1967.

Por su parte, la constructora Agromán fue fundada por José María Aguirre Gonzalo y José San Román en 1926, en tiempos de Primo de Rivera.  Gracias a sus negocios, Aguirre Gonzalo saltó pronto al mundo de la banca y presidió el Banco Guipuzcoano desde 1956 hasta que falleció en 1988. Además, ocupó la presidencia del Banco Español de Crédito desde 1970 hasta 1983 y del Banesto,  desde 1970 a 1984. No obstante, la estirpe familiar no terminó ahí ya que su hijo José María Aguirre González le sustituyó en el cargo de presidente del Banco Guipuzcoano hasta 1999.En 2010, este banco fue absorbido por el Banco Sabadell.  

Tras la construcción de la carretera, los hermanos Banús siguieron caminos diferentes siempre bajo el amparo del régimen. José Banús, conocido como el constructor del régimen, es el artifice de barrios emblemáticos de Madridi como el de la Concepción o el Barrio del Pilar, donde urbanizó una gran extensión de terreno, y de cuyos pisos sacaba un beneficio de unas 115.000 pesetas. De Madrid saltó a la Costa del Sol donde, en el verano de 1970, inauguró su proyecto más ambicioso: Puerto Banús. Su estrecha relación el régimen queda patente no sólo en sus negocios sino en sus distinciones: medalla al Mérito en el Trabajo, la gran cruz del Mérito Civil y la medalla de oro al Mérito Turístico. Sus descendientes heredaron un gran imperio con origen en la construcción del Valle de los Caídos y su amistad con el régimen de Franco.

Por otro lado, su hermano Juan Banús se quedó en Madrid y en su currículum figura la construcción de la lujosa ciudad satélite de Mirasierra, opulentas viviendas rodeadas de comercios y zonas de asueto. Sus hijos Juan y Antonio Banús Ferré tomaron el testigo inmobiliario de su padre y de su tío, especializándose cada uno en diferentes proyectos.

Juan Banús, fallecido en 2000, era el responsable de la lujosa área marbellí de Puerto Banús, lugar de veraneo de la jet set y de la familia real saudí, entre otras personalidades, mientras que Antonio Banús es propietario de un importante número de franquicias de la firma de moda italiana Benetton en España, gestor del hotel de cinco estrellas Mirasierra Suites y dueño de la bodega El Carabal, situada en Cáceres. Además, Antonio Banús posee el 100% del capital del grupo promotor inmobiliario Juban.

No obstante, en la larga lista de empresas que se beneficiaron de la barata mano de obra de presos republicanos figuran otras muchas sociedades que no participaron en la construcción del Valle de los Caídos o que su gran negocio con el régimen fue otro. Es el caso de Dragados y Construcciones, hoy también inversa en ACS, la constructora de Florentino Pérez.

Sin descuidar a amigos y los ministros

Pero no sólo empresarios se beneficiaron de las “bondades del régimen”. La democracia tampoco ha maltratado a los antiguos dirigentes franquistas, sus herederos directos o a los familiares de Franco. Hoy, muchos de estas personas tan cercanas al régimen, ya sea con lazos en el mundo de los negocios, familiares o políticos, siguen disfrutando de un papel importante en nuestra sociedad.

La democracia tampoco ha maltratado a los antiguos dirigentes franquistas, sus herederos directos o a los familiares de Franco

Así, según enumera Mariano Sánchez en su obra Los Franco S.A., las hermanas Alicia y Esther Koplowitz, a través del Imperio de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), poseen un patrimonio que ronda los 1.000 millones de euros; los descendientes de José Meliá Sinisterra, en el sector turístico (Hoteles Meliá), facturan anualmente más de 600 millones de euros, o Carmela Arias Díaz de Rábago, condesa de Fenosa y viuda de Pedro Barrié de la Maza, cuya fortuna personal alcanza los 240 millones de euros.

También llama la atención la puerta giratoria que unía a los ministros de Franco con los Consejos de Administración de las principales empresas españolas. De los 119 ministros de franco, 22 de ellos se sentaron en 29 consejos de administración de importantes entidades bancarias, nueve en bancos oficiales y cuatro en cajas de ahorros. Otros ocho ex ministros fueron presidentes y/o consejeros del Banco de España. En total, 43 ministros se convirtieron en destacados ejecutivos del sector bancario.

Pero no sólo ellos ocuparon esos puestos, también sus hijos. Sirve como ejemplo el reciente nombramiento de Nemesio Fernández Cuesta, hijo del ministro de Comercio en el penúltimo gobierno de Franco de igual nombre, como director General de Negocios de Repsol.

No obstante, no hay que buscar tan lejos para encontrar la alargada sombra del régimen. En la penúltima horneada de políticos de la derecha española se encuentran buenos ejemplos comoRodrigo Rato, hijo de Ramón de Rato, fundador junto a Millán Astray y Dionisio Ridruejo, entre otros, de Radio Nacional de España, así como propietario del Banco del Norte y del Banco Murciano.

José María Aznar, nieto de Manuel Aznar Zubigaray, periodista y político cercano a Falange que  fue director gerente de la agencia de noticias EFE y embajador español ante la ONU, Marruecos, y varios países de América.

http://www.publico.es/espana/446028/del-valle-de-los-caidos-al-ibex-35


‘Rojos’: veinte historias de víctimas del franquismo

noviembre 18, 2012

Un documental recoge los testimonios de guerrilleros, maestros republicanos, prisioneros de los campos de concentración, exiliados y brigadistas que combatieron al franquismo en la Guerra Civil y durante la posguerra…

María Sanz / EFE Alicante 17/11/2012

Cartel del documental

Cartel del documental

Más de veinte testimonios de represaliados alicantinos por el franquismo se reúnen enRojos, un documental promovido por la Asociación de Víctimas 17 de Noviembre, que se estrena este fin de semana en Orihuela (Alicante).

Los Rojos son, en palabras de la productora del documental y secretaria del colectivo, Amparo Pérez, quienes combatieron al franquismo en la Guerra Civil y durante la posguerra, y entre ellos se cuentan «guerrilleros, maestros republicanos, prisioneros de los campos de concentración, exiliados y brigadistas». El reportaje es un resumen de una serie más amplia de documentales en los que también se rinde homenaje al poeta Miguel Hernández como una víctima más y, aunque se centra en Orihuela, la ciudad de Alicante también ocupa un lugar destacado en el metraje como «el último reducto republicano».

De hecho, en 1939 zarpó del puerto de esta ciudad el carguero inglés Stanbrook, con el que partieron los últimos exiliados republicanos rumbo a Orán (Argelia). En este barco, con apenas cuatro años de edad, viajaba Helia González junto a su familia, quien recuerda que la misma tarde en que su padre, el republicano Nazario González Monteagudo, «llegó del frente, nos fuimos para elStanbrook«. «Recuerdo que el capitán me cogió en brazos para cruzar la pasarela y subir al barco. Era un hombre que parecía que estaba en todas partes, no se separaba de todos nosotros ni un momento», ha apuntado antes de añadir que al llegar a la costa argelina lo primero que recuerda es «el olor del pan recién hecho».

En el Stanbrook viajaba también José Escudero Bernícola, un abogado oriolano que había sido gobernador civil de la República en Salamanca, Zamora y Granada, y a quien perseguían los franquistas. Su nieto, el escritor Paco Escudero, participa en el documental leyendo una carta en la que su abuelo describe la travesía hasta llegar al puerto de Orán.

Según afirma Amparo Pérez, en Rojos predomina la parte emocional de los relatos personales. Ha insistido en que se ha intentado «dar una visión positiva» de las historias de los protagonistasya que «algunos de ellos se mostraban agradecidos por las experiencias que les había tocado vivir, por lo que habían aprendido» mientras que «otros se sorprendían de haber sobrevivido a los campos de concentración». Además, «los que se exiliaron siempre fueron optimistas porque valoraban que haber salido del país era una suerte enorme», ha agregado la realizadora.

http://www.publico.es/espana/446003/rojos-veinte-historias-de-victimas-del-franquismo


Mercedes de Vega: “Los papeles viven las convulsiones de los seres humanos»

noviembre 18, 2012

La Directora del Acervo Histórico Diplomático de México cuenta las peripecias de las cartas que los republicanos españoles enviaron en los años 30 y 40 para solicitar asilo

 México DF 17 NOV 2012 –

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Mercedes de Vega, directora del Acervo Histórico Diplomático. / PRADIP J. PHANSE.

El archivo de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México conserva unas 7.000 cartas de republicanos españoles que solicitan asilo, según cálculos de este periódico, de las que EL PAÍS ha revisado más del 30%. Cada una es la crónica de una o varias vidas truncadas por la Guerra Civil y de la esperanza por reconstruirlas. Pero la historia de esos documentos es, a su vez, otra novela. “Los papeles viven las convulsiones que vivimos los seres humanos. Cuando hay una guerra, los papeles también sufren. La historia de los archivos es la de las condiciones en las que les toca crecer y desarrollarse”, explica Mercedes de Vega, directora general del Acervo Histórico Diplomático, donde se custodian en 18 cajas. Con pasión cuenta lo que se conoce de ese otro relato, escrito a saltos, con capítulos borrosos y otros desaparecidos.

Antes de estallar la II Guerra Mundial, las cartas se custodiaban en la Embajada en París, adonde iban dirigidas, pero la invasión alemana forzó su traslado a la Francia de Vichy, donde se estableció el nuevo consulado general mexicano. Ahí estuvo a punto de concluir su historia, porque se decidió quemarlas para que no cayeran en manos de la Gestapo. “Delataban a miles de personas perseguidas”, explica De Vega, “y las represalias podían ser terribles”. Finalmente, los papeles no ardieron –al menos, no todos–, pero algunas de las lagunas que se evidencian al consultar las cartas podrían explicarse por ese momento dramático.

Las vicisitudes de la historia explican la cadencia de las solicitudes e, incluso, su disposición. En febrero de 1939, el Ejército de Franco ocupó Cataluña, y de ese mes son las primeras cartas conservadas. Las misivas de agosto y septiembre de 1939, coincidiendo con el estallido de la II Guerra Mundial, están clasificadas en carpetas aparte, como si las peticiones recibieran un tratamiento diferente. Después hay un vacío durante los primeros nueve meses de 1940. “La guerra imposibilitaba a los diplomáticos mexicanos atenderlas”, explica De Vega. A partir de septiembre de 1940, tras un convenio entre México y Vichy, las cartas volvieron a llegar por miles al menos hasta diciembre, el último mes del que se conservan solicitudes.

Las cartas estuvieron a punto de ser quemadas porque delataban a miles de personas perseguidas

Los documentos vivieron otra gran peripecia en 1942, cuando México rompió relaciones diplomáticas con Alemania. Se dividieron los papeles: parte fue a la Embajada de Suecia y parte la confiscaron los alemanes. “Se llevaron hasta dinero”, prosi­­gue De Vega, “así que el cónsul general, Gilberto Bosques, les pidió un recibo. Lo obtuvo, pero después fusilaron al que se lo dio. Lo más curioso es que después los alemanes devolvieron todo. Incluso el dinero”. Suecia devolvió también su parte tras la guerra, y las cajas con las solicitudes volaron de Francia a México a finales de los sesenta o a principios de los setenta. “La suerte que corrieron las cartas entre la guerra y su llegada a México tenemos que precisarla. Ha venido gente a verlas, pero no ha habido investigacio­­nes profesionales, aunque el acceso es libre. En ese sentido son un tanto inéditas”, ex­­plica. Entre las escasísimas referencias que existían hasta ahora de estas misivas se encuentra la publicación de extractos de unas 80 de ellas en el volumen Misión de Luis I. Rodríguez en Francia. La protección de los refugiados españoles, julio a diciembre de 1940, editado por el Colegio de México, la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Con­­sejo Nacional de Ciencia y Tecnología en 2000.

“Tenemos derecho a saber. Pero, en contrapartida, tenemos el deber de recordar”

Los documentos son una herramienta para comprender la historia. Pero nos generan una obligación, según De Vega. “Tenemos derecho a saber. Pero, en contrapartida, tenemos el deber de recordar. Este archivo es un instrumento privilegiado para eso. Es un ejercicio de memoria colectiva que rebasa un país: no te narra la historia de México, sino la del mundo. Al estudiarlo nos conocemos mejor como mexicanos, y los españoles también aprenderán de sí mismos”.

[A lo largo de la próxima semana EL PAÍS publicará más historias relacionadas con las cartas de este archivo]

http://elpais.com/politica/2012/11/16/actualidad/1353091660_119203.html


Las súplicas de los exiliados…

noviembre 18, 2012

El País Semanal revela las cartas que miles de republicanos españoles enviaron desde los campos de concentración franceses a la embajada de México en París solicitando asilo…

 México DF 18 NOV 2012

EDICIÓN DEL VÍDEO:

http://ep00.epimg.net/politica/imagenes/2012/11/16/actualidad/1353073460_440549_1353201547_noticia_fotograma.jpg

«Con España presente en el recuerdo / con México presente en la esperanza”, escribió el poeta Pedro Garfias a bordo del vapor Sinaia, uno de los primeros barcos que en junio de 1939 atracaban en el puerto de Veracruz con más de mil refugiados republicanos españoles tras la Guerra Civil. Atrás quedaban cientos de miles de exiliados atrapados la mayoría en los campos de concentración franceses. Anticipando el final del conflicto, el Gobierno del general Lázaro Cárdenas había puesto en marcha la mayor operación de solidaridad internacional que probablemente se haya visto nunca. México estaba dispuesto a dar pan, hogar y trabajo a todos aquellos para los que nunca habría paz ni piedad ni perdón en la España de Franco. En la oscuridad de los barracones, entre el hacinamiento, el hambre, la enfermedad y la desolación de quienes habían perdido familia, amigos, trabajo y posición, México brillaba como un sueño.

Las voces, las súplicas, de aquellos miles de personas derrotadas que querían escapar de la pesadilla quedaron registradas en las cartas que enviaron en 1939 y 1940 a la Embajada de México en París solicitando emigrar. Un material inédito, conservado en el Archivo Histórico Diplomático de la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana, al que ha tenido acceso EL PAÍS y del que emerge un relato colectivo de hombres y mujeres de todos los oficios y profesiones en cuya peripecia vital se mezclan la desesperación y el orgullo, la ternura y el valor.

Más de 7.000 cartas, correspondientes a muchas más vidas interrumpidas, escritas a lápiz y a pluma, con todo tipo de letra y clase de papel, redactadas por quienes en el invierno de 1939 cruzaron la frontera “a pie, sin fortuna, con las manos limpias”, como escribe el 14 de febrero de ese año el refugiado Fernando Pintado cerca de Perpiñán. En muchas de ellas, el autor añade el nombre de sus familiares, amigos del trabajo, compañeros de armas o de barracón.

Misiva de agricultores desde el campo de Saint Cyprien.

La mayoría dieron con sus huesos en los campos de internamiento, como era su nombre oficial, del sur de Francia, vigilados por gendarmes franceses y soldados senegaleses. En las cartas dan testimonio de las penalidades que sufren allí. José Pomés, redactor de Diario Gráfico yLa Noche, de Barcelona, cuenta desde el campo de Bram el 12 de junio de 1939: “Me encuentro en el más lamentable estado, sin ropa, ni salud, ni dinero francés… va para tres meses tirado en un montón de paja sin ni siquiera una manta”. Manuel Guiú Macía, que solicita “ingresar voluntariamente en el Ejército mexicano o en su legión”, exclama desde el pabellón 27 del campo de Septfonds: “Los días aquí transcurren lentos, eternos, y ¡¡¡la aurora de esa tenebrosidad tarda tanto en descubrirse!!!”.

Tres milicianos de la República firman el 2 de julio de ese año y desde ese mismo campo esta joya de humildad literaria: “No dudando de que la voz y los ruegos de estos sin patria suplicantes serán atendidos con la justicia que nuestro caso requiere. Nuestra profesión es la campesina”. A las lamentables condiciones materiales de los exilados había que añadir unas circunstancias políticas completamente desfavorables que solo la tenacidad en el mantenimiento de sus principios por parte del Gobierno mexicano y la habilidad de su cuerpo diplomático pudieron salvar.

Entre los documentos, ahora desempolvados, se encuentra este mensaje cifrado enviado el 27 de enero de 1939 por el embajador mexicano en París, Narciso Bassols, al presidente Cárdenas: “Política Francia seguirá invariable. Stop. Relaciones díceme no podremos recibir excombatientes ni refugiados políticos. Stop. Comprendiendo problemas únicamente me permito pedirle que México sostenga su ofrecimiento conocido universalmente de abrir puertas a republicanos españoles. Stop. Creo que tratándose personas filiación política bien definida estamos obligados recibirlos”.

Presos del hambre, veían a México brillar como un sueño

Hubo más dificultades, como la rivalidad de las organizaciones españolas que competían por ayudar a los refugiados, las diferencias de criterio en la selección de los asilados por parte del Gobierno mexicano e, incluso, la conveniencia o no de sacar de España a hombres en edad militar antes del fin de la guerra. El embajador Bassols expone este último problema con crudeza en otro telegrama ahora reencontrado, fechado el 1 de marzo de 1939 y dirigido a la cancillería mexicana: “Como lucha española no ha terminado trabajadores útiles no puedan alejarse definitivamente debilitando resistencia. Stop. En general todavía no llegan solicitudes de buena calidad excepción ancianos y niños. Stop. Hasta hoy gran mayoría corresponde gente derrotista sin sentido lucha social y con mezquino egoísmo. Stop”.

A la angustia de los exiliados se sumó el pavor ante un inminente reconocimiento de Franco por Francia e Inglaterra, con las consiguientes deportaciones y el estallido de la II Guerra Mundial, como reflejan las cartas de los republicanos, conscientes de que ya no podrían volver a su país. Juan del Hoyo escribe en septiembre de 1939 desde Burdeos: “Por mi cualidad de magistrado no puedo ni pensar en regresar a España; la policía francesa me apremia por tantas prórrogas de estancia que he solicitado”. Ramón Infante Varela, desde el hospital Civil-Asilo de Montauban, expone: “Debo decirle que la actuación política de mi esposa (Maruja Lafuente, de 25 años, de Gijón) en España ha sido muy significada, por haber ostentado cargos de responsabilidad máxima en el Partido Comunista de la Región Asturiana, pues se trata de la hermana de la heroína del Movimiento de Octubre de Asturias, Aída Lafuente, y por este motivo, bajo ningún concepto puedo volver a España”. Juan Ponsivell, de la Brigada de Carpinteros del campo de Barcarès, asegura: “Nada hay en mi actuación durante la guerra ni antes de ella de que pueda avergonzarme, pero no quiero volver a la tierra que ha hollado el fascismo extranjero con la ayuda de unos hombres que imitando al conde don Julián han traicionado a su patria y asesinado a sus hermanos”.

Un grupo de exiliados llega al puerto mexicano de Veracruz en el barco Vapor Flandes.

Los motivos varían, pero la urgencia por huir a México es la misma. El capitán de infantería Antonio Pascual Arnao, de 34 años, casado, de Barcelona, explica el 20 de abril de 1939 que “principalmente por ser francmasón es evidente que mi vuelta a España es absolutamente imposible sin exponerme a una cierta e irreparable represión (…) hay que tener presente que Franco ha jurado exterminar a los masones, cosa que cumple con inaudita crueldad”. Ese mismo día, el mecánico José Puig Bosch afirma desde el campo de concentración de Argelès-sur-Mer: “Renuncio a volver a mi patria, según noticias de mis familiares, en un registro en mi casa han quemado más de cien libros (…) por el solo hecho de ser republicanos-federales toda nuestra vida y el no haber bautizado a nadie de dos generaciones”. Otros alegan “incompatibilidad moral” con el régimen franquista, y otros, como Carmelo Perdigó Casanovas, de Esquerra Republicana de Cataluña, razones más concretas: “Siéndome imposible el regreso a España por haber pertenecido al Cuerpo de Seguridad (policía secreta) de Cataluña desde el año 34…”.

La situación internacional continuaría empeorando con la caída de París en junio de 1940, la ocupación alemana de Francia y la constitución del régimen de Vichy del mariscal Pétain. La acción solidaria del presidente Cárdenas se complicaría extraordinariamente. México, sin recursos ni marina, trataba el problema de una población de desterrados sin Estado con otro país ocupado militarmente y con soberanía limitada.

Además, la guerra pronto se extendería al Atlántico haciendo casi imposible la travesía, y la evacuación de españoles cesaría durante meses o se ralentizaría ese año, como muestran las cartas. Solo las dotes de persuasión del diplomático mexicano Luis I. Rodríguez permitirían relanzar el traslado de refugiados. En una memorable entrevista celebrada el 8 de julio de 1940 en Vichy, Rodríguez convenció a Pétain para que autorizase la operación, no sin antes tener que oír del mariscal preguntas como esta: “¿Por qué esa noble intención que tiende a favorecer a gente indeseable?”, o afirmar que los republicanos tenían que afrontar la suerte reservada “a las ratas en las grandes miserias”.

Pido ingresar en el ejército mexicano o en su legión

La esgrima verbal de Luis I. Rodríguez prevaleció, y tras el acuerdo del 22 de agosto de ese año, México aceptaba, bajo la protección de su bandera, a todos los españoles refugiados en Francia y costear parte de su sustento, que sobre todo corría a cuenta de las organizaciones republicanas de ayuda. Tras la derrota de la República, unos 450.000 españoles huyeron a Francia. Dos tercios de ellos acabarían volviendo a España después. A partir de 1939, cerca de 20.000 encontrarían un nuevo hogar en México. Ese año llegaron a este país 6.236 refugiados, y en 1940, tan solo 1.746. Las cartas demuestran que el número de solicitudes de asilo fue muy superior al de las personas que finalmente cumplieron su sueño.

Vicente Pausa Espí, en nombre de varios compañeros todos ellos de Villanueva de Castellón (Valencia) se ofrecen a México como técnicos especilizados en el cultivo del naranjo.

Las misivas, escritas por hombres en su mayoría entre los 25 y los 45 años y procedentes sobre todo de Cataluña, Levante, Asturias, Andalucía y Madrid, siguen una pauta: agradecimiento a México, enumeración de méritos antifascistas y profesionales, exposición de su futura contribución a la nación de acogida y relato de la desgracia caída sobre sus vidas.

Aun siendo un exilio en gran parte de profesionales y técnicos cualificados, muchas cartas sorprenden por su estilo elevado –“No deseamos regalo para nuestras vidas. Pedimos calor para nuestras aspiraciones”; “México, insignia liberal de la América hispana, hoy hacemos promesa de nuestro sacrificio”; “Que han tenido que huir de su tierra ante el fantasma negro de la reacción, sostenido por los militares perjuros, hijos de aquellos mercaderes de la espada que, en años remotos, solo tenían por oficio el robo, el asesinato y la befa de vuestras costumbres en sus aventuras coloniales”–, no exento a veces de pedantería: “Mi objetividad, que será anhelo de muchos, no dejará de ser estudiada por ese negociado que tan dignamente representa…”.

Renuncio a volver a mi patria, donde quemaron mis libros

Tampoco falta, dadas las condiciones de extrema necesidad en que se encuentran, cierta picaresca para conseguir el objetivo de emigrar. Desde quienes afirman hablar varios idiomas hasta el caso del periodista madrileño Ezequiel Enderiz Olaverri, de 49 años, quien asegura que “actualmente preparaba la biografía del presidente de México señor Lázaro Cárdenas”, o del abogado sevillano Ricardo Calderón, de 40 años, quien, entre sus méritos literarios, destaca “un poema tituladoSac…Nicte, que pudiera ser de extraordinario interés para el indio maya”.

Unos 20.000 españoles lograron un nuevo hogar en México

Ni un punto de resentimiento por ver embarcar a otros antes. El chapista socialista madrileño Federico Antonio de la Huerta, agente de policía durante la guerra, escribe al embajador mexicano desde el campo de Bram: “Usted fue sorprendido en su buena fe en el envío de emigrados con muchos señoritos, que no tienen oficio ni beneficio y máxime que donde se encuentran los verdaderos trabajadores, revolucionarios y honrados, es en los campos de concentración…”.

Buena parte de los refugiados exponen, a veces con dibujos y esquemas, cómo México podría aprovechar su experiencia profesional en la industria, la agricultura, el Ejército, la enseñanza, la academia, la prensa, el teatro e, incluso, en el mundo de los negocios. Algunos casos poseen una cómica ternura. Vitaliano Gómez, desde el barracón 44 del campo de Septfonds, propone a las autoridades mexicanas “crear una granja de 250 gallinas ponedoras y 20 conejos reproductores”, para lo que necesitaría “un crédito de 2.500 pesos a reintegrar en cuatro o cinco años”. Antonio Martínez, agricultor de Murcia, se ofrece para mejorar la calidad del pimiento en el país del picante, y Mariano Potó, de Barcelona, sugiere que “sería interesante la creación de una cátedra para difundir entre los intelectuales mexicanos la concepción sinóptica de la cultura…”.

Tarjeta de embarque del vapor ‘Ipanema’.

Pero las cartas cuentan sobre todo la tragedia de miles de vidas rotas. Carmen Planet expone así su caso: “… habiendo perdido a mi esposo en Madrid el 7 de noviembre de 1936 habiendo ido voluntario a luchar siendo militar retirado y a una hija de 17 años habiendo ido también a luchar voluntaria y murió el 20 de octubre de 1936 en el frente de Sigüenza y los tres varones que me quedan, también voluntarios y el de 18 años inútil de guerra y el de 22 años teniente de Sanidad de Líster que actualmente se encuentra en el campo de Argelès-sur-Mer…”.

Las cinco hermanas Pla Palleja, de Rubí (Barcelona), con edades entre los 20 y los 34 años, refugiadas en el campo de Berck Plage, dicen contar con 3.600 pesetas para el viaje “y “dos relojes de pulsera y uno de bolsillo, un anillo grande de oro y dos monedas argentinas de oro”. Como son sus únicas pertenencias y temen no poder pagar el pasaje, piden al embajador “que aunque sea en un rincón del barco y sin comer nos deje ir a México”. Antonio Paños Garrigues, madrileño, de 36 años, radiotelegrafista, encerrado en el campo de Bram, informa de que todos sus familiares han muerto “víctimas de la aviación durante la guerra” menos su hermano Pedro, “que murió fusilado por los fascistas en Málaga en 1937”.

Durante décadas, la cancillería mexicana ha guardado en estas páginas los gritos de auxilio de los miles de españoles –sastres, camareros, profesores, militares, campesinos, mecánicos, actores, periodistas, contables, funcionarios, médicos, electricistas, ingenieros, estudiantes…– que encontraron una nueva patria en México. Hoy son por fin rescatados, como escribió Juan Rejano, de la “férrea corona del olvido”.

[A lo largo de la próxima semana EL PAÍS publicará más historias relacionadas con las cartas de este archivo]

http://elpais.com/politica/2012/11/16/actualidad/1353073460_440549.html


14N, 2012: no publicaremos ni artículos ,ni comentarios. Huelga General.

noviembre 13, 2012

Este blog se une a la Huelga General del 14N 2012.

La Memoria Viva constata un constante atentado a la democracia de este país, el regreso a un tiempo oscuro contra el que luchamos para obtener Verdad, Justicia y Reparación para las víctimas del franquismo. Somos conscientes de las trabas que la administración nos pone frente a nuestras justas demandas. El Gobierno considera un despilfarro en tiempo de “crisis” conceder ayudas económicas para la divulgación de nuestra Historia reciente al igual  que para la búsqueda y exhumaciones de nuestros desaparecidos. Seguimos en desamparo  judicial por parte del Estado. Los Altos Tribunales y los gobernantes han demostrado seguir siendo descendientes ideológicos del franquismo (cuando no antiguos franquistas), podríamos hacer referencia a numerosos artículos aquí publicados para extendernos, pero hoy 13 N lo vamos a dejar así para cerrar nuestras páginas frente al 14N, conscientes de las dificultades que aplastan a numerosos españoles

Un abrazo, solidario con el Pueblo que lucha por sus derechos los más elementales.

Pedro-Vicente Romero de Castilla Ramos. Presidente de la A.I. La Memoria Viva.


PROPUESTA DE CAMBIO DE PARADIGMA EN VIVIENDAS EN ESPAÑA.

noviembre 6, 2012

Autor de la propuesta: Dr. Francisco González de Tena (paco_tena@hotmail.com)

CONCEPTOS GENERALES A TENER EN CUENTA

Placa en un edificio de 1957

Desde la irrupción del falangista y arquitecto José Luis de Arrese al frente del inicial Ministerio de la Vivienda en 1957, por elevación de lo que había sido el Instituto Nacional de Zonas Devastadas (más tarde I.N.Vivienda), se implantó la política de control social que acreditó en las llamadas Cortes franquistas: “Transformar un país de proletarios en un país de propietarios”. De aquellos viejos intereses de la oligarquía especulativa se viene arrastrando un sesgo diferencial que tanto ha influido en la actual situación de callejón sin salida al problema de la vivienda, hipotecada y desahuciada, con la que se enfrentan cientos de miles de familias angustiadas en estos momentos en España. Lo que comenzó siendo una obra para dotar de viviendas a familias, esencialmente las desplazadas a las grandes urbes y con especial impacto sobre el problema del chabolismo, liberando al mismo tiempo miles de metros cuadrados en sitios estratégicos alrededor de las grandes ciudades. No fue causalidad que irrumpieran en esos momentos los especuladores mejor situados junto al Régimen.

José Luis Arrese Magra.

Varios objetivos se unieron en esa estrategia, junto al indudable beneficio privado que se sigue ahora padeciendo. El control social arriba mencionado era, evidentemente, un tema central del franquismo, aunque en este caso además con la estrategia añadida de fijar la población en un espacio urbano más fácilmente controlable, en su doble vertiente de atemperar la movilidad social y lastrar la movilidad geográfica. Las migraciones inevitables desde el campo a las ciudades con mayor dinamismo estaban, por tanto, planificadas en lo que se conocieron como “polos de desarrollo”, forma eufemística para identificar la planificación característica de las dictaduras de economías al servicio de una planificación centralista.

La población española en régimen de alquiler de viviendas era superior al 60% en esos años, llegando muy cerca del 80% si se tiene en cuenta los

habitáculos y el chabolismo de los extrarradios. Si se contempla ahora el porcentaje de distribución alquiler / propiedad estaríamos justo al revés, muy alejados de los parámetros europeos. Esta situación supone un lastre para las movilidades sociales y geográficas ahora exigibles, lo que se ha demostrado como unas taras muy importantes para relanzar la economía. El argumento utilizado reiteradamente, tanto por los promotores privados como por los planificadores franquistas, era que “por el precio de un alquiler puedes tener una vivienda en propiedad”. Esto se ha evidenciado como una trampa insoportable para unas economías familiares degradadas y sujetas a ataques combinados económico / financieros.

El espíritu de la socialdemocracia, vista como un peligro cierto por parte del franquismo, propugnaba la superación de las fronteras en concordancia con el internacionalismo asumido por las izquierdas. En ese espíritu de futuro la movilidad de los trabajadores era casi una exigencia inherente al horizonte deseable. Se comprenderá la lógica de “una familia / una vivienda en propiedad”, con la secuela inevitable de una hipoteca casi vitalicia, como estrategia alternativa del franquismo frente a su enemiga emergente.

En un ambiente tan manipulable y proclive a la titularidad inmobiliaria, los parámetros estaban dados para una especulación galopante, en manos de los promotores y oportunistas, además de allanar el camino a la gran banca internacional que vio desde el primer momento el campo abonado para inflar al límite una trampa que se ha demostrado cuasi mortal.

Cuando el momento de dar el salto se mostró propicio, el castillo de naipes era perfectamente vulnerable al asalto de los eufemísticamente llamados “mercados”, que no son otros que las redes especulativas financieras de alcance internacional.

Llegados a la situación de un número muy importante de viviendas vacías, entre las promociones inacabadas y entregadas a los bancos y cajas en pago de las deudas impagables y los desahucios producidos por impago de las hipotecas, nos estamos acercando a la pavorosa cifra de medio millón.

UN PLAN DE SUMA CERO

En los años de la locura especulativa en España se ha vivido una dramática y colosal versión del antiguo juego del “baile de la silla”, en el momento en el que la música dejó de sonar cientos de miles de frustrados bailarines se encontraron materialmente sentados en el suelo y sin la ansiada única silla en la que sentar a su familia ante una mesa vacía. Todos miramos furiosos buscando a los culpables sin reparar que han estado todo el tiempo entre nosotros.

A las pocas fechas de aquél sueño rejuvenecedor del 15-M, sin duda también contagiado de la bocanada de aire fresco, aporté mi grano de arena en forma de propuesta para intentar lo que ya era un drama colosal: los desahucios encadenados unos a otros como los chorizos a los que tan reiteradamente se aludían en las algaradas callejeras. Esta propuesta, ya un poco retocada tras meses de intentar ser oído (y que por extraños caminos ha llegado a ser un punto de referencia sin mencionar su origen), es la que vuelvo a presentar de forma sucinta en las próximas líneas.

Primera evidencia: los bancos no son agencias inmobiliarias, aunque ahora se afanen a la fuerza por intentar desprenderse de sus activos tóxicos, es decir la masa inmobiliaria que lastran sus balances, valorados muy por encima del teórico valor real actual de mercado. Esa enorme diferencia tiene un nombre, que nadie quiere pronunciar, se llama riesgo hipotecario intencionadamente asumido en las alocadas tasaciones inmobiliarias. Visto desde esa óptica es indudable que los únicos responsables son los gestores bancarios, por cierto generosamente compensados en lugar de exigírseles responsabilidades patrimoniales e incluso penales. El siguiente error de esos gestores bancarios fue ignorar los repetidos avisos de que la insolvencia no era algo puntual que afectaba a unas cuantas familias con pocas previsiones sobre sus respectivas economías familiares, sino que era la consecuencia lógica derivada de una contaminación económica que venía de mucho antes del fatídico otoño de 2008. La pregunta que vale millones es, ¿no se ha evidenciado suficientemente que los que deben responder de ese monstruoso diferencial son las cúpulas bancarias?

Segunda evidencia: si el Estado acudió con generosos fondos públicos en socorro de los bancos con riesgo de quiebra (incluso sistémico), es lógico preguntarse, ¿no son los ciudadanos contribuyentes, en razón de esas aportaciones al Estado, los verdaderos accionistas de una parte sustantiva de esa banca socorrida in extremis? En otras palabras, la banca en su parte más vulnerable ha sido nacionalizada, para bien y para mal. Y corresponde al Estado, en el ejercicio responsable de esa representatividad, ejercer un control directo y proporcional sobre esa banca; por mucho que moleste a los que huyen como de la peste del anverso de la idea privatizadora, de tan gratas resonancias para los neoliberales.

Tercera evidencia: el derecho a una vivienda digna, no sólo es un principio constitucional casi olvidado bajo la hojarasca leguleya, sino un derecho humano básico. Así parece que lo han entendido, por delante de los políticos, algunos jueces haciendo honor a vieja técnica legal de estar atentos a la realidad social sobre la que deben actuar. La Ley Hipotecaria, promulgada para una sociedad de la que nos separa más de un siglo, no puede ser una norma de hierro a aplicar sin más. Pero cuando se ha producido esa saludable, aunque parcial y tardía reacción de una parte de la judicatura, ya estamos enfilando al parecer sin remedio al medio millón de familias expulsadas o en riesgo de serlo de sus viviendas sin alternativas.

A estas tres evidencias hay que añadir el coste oneroso e irrecuperable que representa, para las entidades financieras (y de paso para erosionar aún más las cuentas de resultados que debemos soportar entre todos) el mantenimiento ocioso y degradado de ese inmenso parque inmobiliario vacío, y además con costes de mantenimiento, y vigilancia para evitar saqueos, a veces en urbanizaciones inacabadas.

Para darle una salida a todo este caótico panorama se pone en marcha lo que se ha venido en llamar “banco malo”, Agencia Estatal de Liquidación de Activos. Lo cierto es que se trata de un atajo que resultará otra ruina añadida. Se pasarán a esta Agencia, procedentes de los balances bancarios, aquellos inmuebles calificados como activos tóxicos. Su valoración, a la baja como ha ocurrido en similares circunstancias en otros países, sólo podrá beneficiar a los inversores oportunistas, nacionales e internacionales. Y de

esa valoración depreciada se derivarán sin duda cuantiosos beneficios, otra vez en manos de los especuladores. Es decir, privatizaremos las ganancias tras haber, una vez más, socializado las pérdidas de unas tramposas y ruinosas gestiones bancarias, y algo más.

Por si todo esto fuese poco los anteriores propietarios de esas viviendas, despojados de todos sus recursos y patrimonio, arrastrarán por mor de esa antigua Ley Hipotecaria, de forma vitalicia y con intereses de demora a nivel de usura, la carga de unas viviendas de las que fueron despojados.

UNA PROPUESTA RAZONABLE

Trataré de simplificar en líneas generales mi propuesta, ya esbozada hace más de un año.

a) Cuando se demuestre que el impago hipotecario ha sido debido a unas circunstancias sobrevenidas, que han superado de forma evidente la buena fe contractual del hipotecado, se articulará la salida prevista en la Ley aunque lo fue de forma excepcional en su origen: la dación en pago del inmueble. Éste pasaría a ser de titularidad de la entidad financiera a todos los efectos legales y la deuda, con este mecanismo, quedaría anulada.

b) En negociación a tres bandas, es decir prestatario, prestamista y el Estado por medio de sus Agencias de mediación (representación del Banco de España, en su calidad de supervisor, o alguna de las instancias de reciente creación como la de Alquiler o la mencionada de Liquidación de Activos), se fijarían una condiciones razonables de alquiler social, en primera instancia a los desahuciados o, como alternativa, a familias en demanda de vivienda en alquiler de los anteriores desalojos. El alquiler debería estar gestionado por la Agencia Estatal de Alquiler para evitar en lo posible los problemas. Como es lógico el importe neto del alquiler se destinaría a la entidad bancaria o a quien detente la titularidad inmobiliaria.

Con este mecanismo se obtienen las siguientes ventajas:

1) Los desahuciados tienen una buena oportunidad, si han actuado de buena fe, de seguir viviendo en su hogar a cambio de un alquiler social razonable. Pierden la propiedad, pero ese era el riesgo menor. En el peor de los casos existiría una oportunidad de reposición para otra familia anterior en similares circunstancias de desalojo.

2) Las entidades financieras, o la Agencia constituida como banco para asumir esos inmuebles (y por lo mismo en su sustitución) reciben un interés por el capital inmobiliario, evitando la subasta. Equivale al riesgo estatal derivado de los fallos en la vigilancia y control bancario.

3) Se cambia de raíz el paradigma de propiedad inmobiliaria, como única forma de vivienda, por la forma extensiva de alquiler, más dinámica, en todos los aspectos, y equiparada al estándar europeo.

4) Se evita el ciclo continuista de especulación inmobiliaria, ahora en manos de muy posibles oportunistas que no garantizan en ningún caso la puesta en circulación en forma de alquiler y menos a precio social. La anunciada sangría fiscal que supone el que los inversores extranjeros del banco malo obtendrán ventajosos beneficios fiscales, puede ser conjurada o al menos controlada en su dimensión.

Hay un peligroso asunto no mencionado en estas notas. Los doscientos millones de metros cuadrados, inicialmente destinados a la especulación urbanística (ahora abortada, al menos temporalmente) que han quedado evidenciados el Exposuelo (foro celebrado en Madrid recientemente) no podrán ser desarrollados nunca, con lo que 50.000 millones ya se pueden dar por perdidos de forma definitiva como inversión especulativa. Ese lastre va a pesar y mucho. Nos podemos legítimamente preguntar ¿se ha abandonado de forma casi definitiva en España la posibilidad de una explotación racional, ecológica, rentable y vital para nuestra economía presente, y sobre todo futura, en energías renovables? Apuntábamos como una verdadera potencia mundial en ese campo vital para la supervivencia de la humanidad y ahora parece que se han enterrado todos los proyectos bajo siete llaves con el signo inevitable de las gaviotas carroñeras.

Nota de la Memoria Viva: Las imagenes son inicitiva de nuestra edición.

Otro analisis de Luis Bilbao Larrondo (Historiador) en : http://www.otxarkoaga.com/afo/2011/10/28/etxebizitza-vivienda/ en cuyas páginas he recogido la fotografía de José Luis de Arrese.


Un tarrito de cristal

noviembre 4, 2012

Justo a pocos metros de la entrada del cementerio de mi pueblo hay un pequeño monumento de piedra culminado por una cruz debajo la cual se adivinan casi borradas por el tiempo, unas letras esculpidas “caídos por España” y más abajo el escudo de la localidad. Hoy he visto algo diferente que en otras ocasiones: un simple tarrito de cristal con tres claveles, modesto al lado de las miles de flores que llenan el cementerio y otras decoraciones (las de “la visita obligada” en estos días), sencillo, ahí al lado de la cruz, el cristal empañado por la humedad y de gotas de lluvia. Alguien ha depositado un poco de Memoria. Gracias.

El tarrito de cristal. Foto PV RdC R.

También hoy he recibido imágenes de mis amigos de Pedro Bernardo y un interesante artículo sobre el cementerio de Badajoz aquí abajo (Gracias Manuel).

Mausoleo en PedroBernardo .Foto Isabel.

…Fuisteis voces acalladas por defender la Libertad…Foto Isabel.

Para nuestros antecesores, en su recuerdo con nuestro cariño.

Pedro-Vicente Romero de Castilla Ramos.

 

 

El cementerio de los masones

Por El Avisador – 3 de Noviembre, 2012, 22:10, Categoría: General

En pleno puente de los Santos y Difuntos, los pacenses están aprovechando los pocos claros del tiempo lluvioso que padecemos, para hacer una visita obligada a los camposantos locales, al objeto de estar más cerca de los que ya se fueron, de recordar y orar por sus seres queridos. Y en estos días tan especiales, las tumbas, los nichos y los panteones de nuestros dos cementerios –el Viejo o de San Juan, y el Nuevo, o de Ntra. Sra. de la Soledad– se nos muestran repletos de elementos religiosos y decorativos, a veces barrocos y recargados, con flores, miles de flores, cirios encendidos, lámparas votivas, crucifijos, estampas e imágenes sagradas, capillitas, angelotes, altares, fotografías de los difuntos en plenitud de la vida, con sus trajes de gala o de ceremonia…

Y el cementerio Viejo –abierto en 1839– ofrece al espectador atento la posibilidad de recrear, de alguna manera, el pasado decimonónico de la ciudad, visitando las tumbas y panteones del sector romántico del camposanto pacense –departamentos 1 y 2–, además de adentrarse en un espacio reducido –el departamento 5–, el antiguo cementerio civil de Badajoz, donde se enterraban los alejados de la Iglesia católica, entre masones, ateos profesos, pastores protestantes y suicidas. Lugar que, en la actualidad, ocupan sólo 42 nichos –25 con lápida y 17, anónimos, tapiados y pintados con cal blanca– y 9 panteones, algunos, monumentales. Y allí pueden verse enterramientos de finales del XIX –1882, 1884, 1886, 1887, 1890, 1899– y principios del XX –1900, 1903, 1908, 1905, 1916, 1918, 1919, 1921, 1928, 1929–, además de algunos pocos, más tardíos, de 1932, 1933, 1936, 1945, 1955 y 1976. Y llaman la atención, entre los primeros, los de signo masónico, por los grabados en las lápidas –dos columnas, escuadra y compás, badila y martillo, estrella brillante en la cúspide…–, junto con la sigla LIF, que, en el vocabulario de la Masonería, significa «Libertad, Igualdad, Fraternidad».

Un espacio, por cierto, que ofrece un aspecto triste y desconsolador, que desentona de los demás, pues carece de jardines, setos y arreates con flores, además de accesos urbanizados. Esperemos que, más pronto que tarde, el popularmente conocido como cementerio civil o de los masones deje ser un gueto, un puro anacronismo, y quede incorporado al resto, por cierto, bien urbanizado y exornado por los operarios del Ayuntamiento, con jardincillos, setos y flores que, de alguna manera, coadyuvan a mitigar la estancia de los pacenses y forasteros que lo visitan por estas fechas.

Pedro Montero Montero

http://elavisadordebadajoz.zoomblog.com/

Mausoleo en el Cementerio de San Juan (Badajoz). Foto Enrique Vidarte.

(Nota de La Memoria Viva: en este cementerio descansa Don Tomás Romero de Castilla y Perosso, Teólogo. 16/04/1833 Olivenza (Badajoz) .  22/01/1910 Badajoz
Cementerio de San Juan. Departamento 1, Nicho 4, Sepulcro)