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Nuestra madre, Pilar Ramos Curiel, ha fallecido este 15 de febrero de 2021.
Nació el 31 de marzo del 31. Su primera infancia se desarrolló al advenimiento de la Segunda República; su padre, nuestro abuelo Eustaquio Ramos Muñoz, fue concejal y finalmente alcalde republicano de Jaraíz de la Vera, los meses de abril, mayo, junio y hasta el 18 de julio del 36.
El golpe de Estado franquista truncó su infancia y tuvo que sufrir la ausencia de su padre y su posterior encarcelamiento (hasta el 1942). Siendo niña soportó el escarnio de ser de una familia “roja”. Así empieza su trayectoria vital con la impronta de la lucha, una actitud que nunca dejará. Se casó en el 54 con Vicente Romero de Castilla Lorente, nuestro padre, hijo de Wenceslao, ferroviario asesinado y desaparecido en Mérida en el 36… Esas nupcias, fueron felices (lo puedo comprobar en las fotografías del evento, en blanco y negro) y nos tuvo a mi hermana y a mí. Eso duró hasta que nuestro padre tuvo que emigrar a Alemania y posteriormente a Francia, dónde fuimos a parar los cuatro el primero de enero de 1966. Su propósito era de dar a sus hijos la posibilidad de tener una escolarización y educación libre, gratuita y laica en el país de “ la Liberté , Egalité et Fraternité” (otra vez lejos de su familia, de su pueblo, de sus amigos). En Besançon, con ahínco y fuerzas se forjó como mujer trabajadora en una empresa de relojería, autodidacta aprendió el francés, y participó activamente en la lucha por mantener la empresa LIP, en crisis, en una ejemplar autogestión por sus trabajadores. Entre tanto nació mi segunda hermana. Tengo recuerdos de una vida familiar feliz, con dificultades económicas (dos sueldos de obrero base) pero logrando lo que tanto añoraba y esperaba a nivel educativo para nosotros sus hijos, llegar a la educación segundaria y posteriormente a la de la Facultad.
Una vez de regreso a España, en Madrid, empezó otra lucha en el agitado periodo preconstitucional. Y nuevamente a empezar desde cero, trabajando en una tintorería mientras que nosotros sus hijos seguíamos viviendo en Francia.
Posteriormente, habiendo fallecido nuestro abuelo Eustaquio, nuestros padres se trasladaron de Madrid al pueblo con el propósito de cuidar de nuestra abuela, Lorenza Curiel Castañera hasta 2001.
En estos tramos de vivencia, marcados por las ausencias, las idas y vueltas y los traspiés, se forma una mujer con carácter y calado de combate permanente. Al fallecimiento de nuestro padre, ella, Pilar Ramos Curiel, cogió el testigo por la Verdad, Justicia y Reparación que habían iniciado conjuntamente.
Desde entonces, un halo de dignidad ha envuelto a nuestra madre. En Mérida , en Casavieja , en el Congreso de los Diputados y en su vida cotidiana ha dado las muestras de su espíritu combativo, Numerosos amigos y familiares lo han expresado calurosamente en su definitiva ida hacia los suyos, los justos, en el lugar que le corresponde a una gran mujer , una magnifica esposa y Madre.
Nosotros somos porque tú fuiste, mamá. Gracias.
SIEMPRE EN NUESTRA MEMORIA.
Pedro-Vicente Romero de Castilla Ramos.
(Fotos cedidas por Ana Fuentes, Jesus Blanco y Alfonso Sobrino)
Escrito por dropev 
La Memoria Viva 