14/07/2022: se aprueba en el Congreso de los Diputados la Ley de Memoria Democrática

julio 14, 2022

Ha sido un día largo pero a las 20h28 finalmente se ha aprobado la ley de Memoria Democrática (166+7=173 a favor, 153+6=159 en contra, 14 abstenciones).

Un paso más para los Nuestros, para nosotros y para nuestros hijos.

Desde fuera del Congreso y desde dentro los familiares de víctimas del franquismo y asociaciones de Memoria hemos aguantado.

! VIVA ¡

Para darle mas cuerpo a este post aquí abajo la opinión de Jordi Carreño Crispín, Vicepresidente de La Memoria Viva AIRMH

Supongo que no gustará ni a Tirios ni a Troyanos pero es realmente lo que pienso y siento… #quizasescueza #MemoriaVerdadYJusticia #MemoriaHistorica #MemoriaViva

Sí a la memoria histórica, no a la memoria histérica.

Así lo escribió Jean Paul Sartre *Incluso el pasado puede modificarse; los historiadores no paran de demostrarlo” La historia nunca ha estado exenta de revisionismo, falta de objetividad y adulteración pues el mero hecho histórico como todo en esta vida, es relativo, y lo es, porque pese a que está datado, documentado y que deja huella las circunstancias por las que sucede y sus motivaciones pueden tener múltiples lecturas.

Normalmente la historia es la escrita por los vencedores lo que deja en sí ya un punto de partida complicado para científicamente, o sea, históricamente sea tratado, estudiado y concluido con la mayor certeza y objetividad que deje no sólo registrado con todo su valor el acontecimiento; o sea, cuándo, cómo y por qué ocurrió sino lo más importante, dejar en el conocimiento y la enseñanza el porqué debe o no tomarse como ejemplo para que se repita o no. Porqué y porqué no debe permanecer en el recuerdo colectivo con justica y reconocimiento para todos.

Yo, como memorialista convencido, no puede ser de otro modo pues para eso mismo estudié Historia e Historia del Arte, lo hice desde el punto de vista de recuperar la misma, de entender el presente a través del pasado o mejor dicho, testimoniar esas pequeñas pero grandes historias personales que forman parte de la propia historia común y, además, formé durante muchos años individual y colectivamente parte del movimiento memorialista llevando a cabo investigaciones, documentándolas, participando en actos reivindicativos y exhumaciones para recuperar parte de esta. De hecho aun soy miembro de la Asociación Independiente La Memoria Viva La Memoria Viva Airmh donde sigo ostentando sin ejercer el cargo de Vicepresidente hasta que se cambien los estatutos.

Dejé la memoria por. desmemoriada, politizada y partidista. No hay una memoria que busque el reconocimiento y perdón sino el reconocimiento de la razón particular como venganza. Mi modo de pensar y sentir no me permite participar de esa memoria.

Todo esto viene a colación de la controvertida Ley de la Memoria Histórica, algo más que necesario pero no como se ha hecho, o se pretende hacer y que no llevará a ningún lado porque su leitmotiv no se cumple, recuperar, reconocer un hecho y compensar la memoria de todas las víctimas

Es simplemente un acto anacrónico de venganza y no de reconocimiento, restauración y compensación jurídica (reconocimiento jurídico y anulación jurídica) del Estado convirtiéndose en una lucha de fuerzas políticas que la usan como arma y que más que cerrar heridas las abre; a unos por el oprobio de ser los perdedores olvidados y por ende los más reprimidos y a los otros por pasar página rápido como vencedores sin mirar atrás porque además de la añoranza de tiempos pasados esto les pone a muchos de ellos en sus orígenes estar en el lado del delito universal de crímenes de lesa humanidad, algo que afectó tanto a republicanos (mucho más por ser los derrotados) pero que no dejó exentos a los del bando nacional reprimidos por estos. Porque los hubo. y son tan injustificables unos como los otros.

La memoria Histórica sólo tiene una razón y sentido y este no es la venganza, no es el ajusticiamiento y tampoco es empatar el partido histórico en los despachos de los poderes institucionales o seguir reprimiendo desde ellos. Debe tener un sentido amplio, noble y reparador de reconocimiento de, uno, un Golpe de Estado Militar que llevó a una Guerra Civil; dos, el reconocimiento y reparación de todas sus víctimas; tres el reconocimiento y reparación que pasa por la aceptación y en la medida que sea posible por la recuperación y reparación de los muertos, la anulación de sentencias sumarias, de sentencias represivas, la compensación simbólica de las mismas en los males causados y cuatro, en el mantenimiento de la misma no borrando una parte sino manteniendo las dos vivas sin complejos, a modo de lección y prueba fehaciente de lo que nunca debió suceder.

La Memoria Histórica no tiene sentido si no hace honor a su propio nombre, es decir, recordar lo sucedido para reconocer el mal causado y reparar este con el fin de llegar al perdón que no olvido, a la reconciliación de aquellas dos Españas aun latentes por las heridas no cerradas y a la resolución colectiva del conflicto a través de la enseñanza, la educación y el respeto de las libertades, de la democracia y de la independencia de poderes para tener un país no anclado en el pasado y capaz de mirar al futuro respetándonos todos.

La libertad y la democracia son espacios multi plurales que solo se entienden desde el respeto a las normas y obligaciones comunes y no a las imposiciones de ideas, dogmas y partidismos.

Sí a la memoria histórica, no a la memoria histérica que no es más que legislar unos contra otros, aprobar leyes para que puedan ser derogadas, fomentar la separación y el enfrentamiento y seguir anclados en aquél 18 de julio de 1936 donde se paró el reloj de este país que sigue atrasando su hora en plena era digital. Para mi el 18 julio es el día de mi cumpleaños y coincide con la efeméride en cuestión y el mejor regalo sería celebrarlo con una memoria reparada.

Sí a la memoria histórica, no a la memoria histérica porque esta Ley vuelve a ser una ley de mínimos que no traerán más que disputas jurídicas y frustraciones territoriales, municipales y nacionales y que no resuelve más que temporalmente una pequeña parte del oprobio republicano y enerva el mal entendido sentido patrio del supranacionalismo rojigualda.

Sí a la memoria histórica, no a la memoria histérica que permite seguir ganando pequeñas batallas de una guerra perdida, de una posguerra represiva, de una Transición necesaria pero anquilosada y caduca y de una Constitución que necesita renovarse tanto como los partidos políticos que anclados en el siglo XIX en sus dogmas, prebendas y estatus son incapaces de avanzar a la sociedad del futuro tecnológico que ya está aquí avanzándoles por la derecha sin que se den cuenta.

Sí a la memoria histórica, no a la memoria histérica politizada que mezcla conceptos como el reconocimiento de la Guerra Civil, con el de las víctimas del terrorismo (Que deberían estar reconocidas en la Memoria Democrática del Estado y no en la de las Víctimas de la Guerra Civil, etc., etc.,)

Sí a la memoria histórica, no a la memoria histérica que hace que unos celebren y los otros esperen su momento de venganza para seguir celebrando ellos y así sucesivamente eternizando un daño de por sí irreparable pero que puede y aún estamos a tiempo de cerrar si las víctimas son víctimas y no partidarios de…

Sí a la memoria histórica, no a la memoria histérica que limpie solo partes, y no nombres, que reconozca a sus muertos y ajusticiados, a los expoliados y encarcelados, a los reprimidos y violadas, etc., etc.

Analizar el texto de la ley es laborioso pero para mí es fácil de leer, es una medida populista y no de reconocimiento del PSOE y socios que ni siquiera convencen en su totalidad a los socios nacionalistas, es una Ley para pasar de soslayo por la Transición y que deja en el aire la incógnita de uno de su principales objetivos, si la Justicia española investigará todos los crímenes pertrechados por el régimen franquista y por los republicanos algo que hasta ahora ha sido inviable y materialmente imposible. Nadie pagará ya por ellos pero pueden quedar jurídica e históricamente reconocidos y reparados.

Sí a la memoria histórica, no a la memoria histérica porque la historia es el progreso de la conciencia de la libertad como escribió Hegel y en palabras de Poncela “la Historia es, desde luego exactamente lo que se escribió, pero ignoramos si es lo que sucedió” Así que hay que descubrir lo que sucedió y repararlo porque sino se cumplirá la máxima de que el pueblo que no aprende de su historia está condenado a repetirla, Y sí ya es complicado recuperar una memoria cuánto más difícil será recuperar dos. enfrascados aun en la guerra no cerrada.

Sí a la memoria histórica, no a la memoria histérica “porque la historia es siempre una fantasía sin base científica, y cuando se pretende levantar un tinglado invulnerable y colocar sobre él una consecuencia, se corre el peligro de que un dato cambie y se venga abajo toda la armazón histórica” -Pío Baroja-

Sigo apoyando al memorialismo pero no puedo tener filiación con él y con sólo una parte de la historia porque hace mucho tiempo que dejé de tenerla políticamente lo que me ha hecho libre, mucho más que desde cualquier sigla y consigna. Sigo mi propio precepto ilustrado y sinceramente no necesito que nadie me dirija, sé equivocarme y rectificar yo solo en eso llamado evolución personal.

Sí a la memoria histórica pues siempre seré y me consideraré un memorialista a favor de todas las víctimas históricas y nunca actuaré como un represor y no a la memoria histérica que solo desea vencer sin convencer pues así, ni hay historia ni tampoco futuro.

Por Jordi Carreño Crispín @JordiCris
Participación en actos memorialistas como Vicepresidente de La Memoria Viva Airmh