24/10/2019: LA RESIGNIFICACION

octubre 25, 2019

Queridos abuelos, Wenceslao y Eustaquio.

Allí donde estéis, el lugar de los hombres justos.

Os escribo otra vez y en este caso para contaros que ayer 24/10/2019, por fin, tuvo lugar el acontecimiento que desde tantos años esperábamos, esperabais. Se sacó del triste mausoleo de Cuelgamuros a la momia del dictador cuya estancia en ese monumento insultaba desde hace 44 años la Memoria de vuestros compatriotas republicanos allí secuestrados, nos insultaba también a nosotros, a nuestra Democracia.

El agravio ha sido reparado, gracias a la pujanza de las asociaciones de Memoria Histórica, de particulares y de la decisión política del Gobierno (Psoe) en funciones. Se ha borrado la vergüenza de un país con un monumento pretexto a exaltaciones para los nostálgicos del tirano y de su dictadura. Hoy nuestro espacio democrático está un poco mejor.

Ahora toca seguir luchando para que muchos de mis compañeros puedan recuperar los restos mortales de sus seres queridos que aún yacen en los columbarios adosados a los altares de la basílica. Son 12800, sin nombre ni apellidos, solo identificados por una triste inscripción en sus cajas de pino indicando de dónde venían: los pueblos de procedencia, de las fosas comunes que fueron saqueadas, sin conocimiento de sus familiares; los asesinos, ellos si sabían perfectamente el lugar donde les habían dejado tirados y por orden del sátrapa se los llevaron en 1959 al monstruoso monumento, ideado por el dictador para gloria suya y la de los sus seguidores. (No consiguieron rellenar los columbarios con solo los fallecidos por su “Cruzada”, unos 22300, ellos identificados a su ingreso y constan en los documentos del patronato creado ad hoc.). Esta anomalía, agravada en 1975 con la sepultura del abyecto verdugo en medio de la basílica, ha empezado ayer a ser rectificada y ser el principio de la reconversión de ese espacio en un lugar de Memoria.

Tengo en la retina las imágenes ( de TV) que ayer han dado la vuelta al mundo y en esta misiva solo os pondré las que son significativas, las otras que nos han provocado alegría y rabia a la vez, se quedaran en los medios de comunicación.

Vuestro nieto, con todo el respeto y cariño que os merecéis, se despide de vosotros con un abrazo lleno de vuestra Memoria.

Pedro Vicente Romero de Castilla Ramos

Madrid a 25/10/2019.

Las autoridades, presentes para levantar acta ( Ministra Dolores Delgado)

¡Más solos que la una!

Eustaquio Ramos Muñoz

Eustaquio Ramos Muñoz , último alcalde republicano de Jaraíz de la Vera. Encarcelado en 1939

Foto de 1959 (aprox) de EFE: En ella se vé claramente la caja 198 procedente de Aldeaseca.

(Las imágenes del 24/10/2019 son captura de pantalla de la retransmisión en “Al rojo vivo” La Sexta.

La foto de la caja 196, cortesía de Pedro Fausto Canales, que contiene los restos de su padre y de 6 más del mismo pueblo, localizada en los columbarios detrás del altal  del Santo Sepulcro. Ver en este blog todo lo concerniente a este tema.

Los retratos son propiedad de la familia Romero de Castilla y  de la familia Ramos .)


«Los fusiles de la madre Carrar» de Bertolt Brecht (representación teatral en Madrid)

abril 29, 2016

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La Madre Carrar, después de haber perdido a su marido en la guerra civil española, disimula su mal trago y no quiere ni oír mencionar la lucha social.

Es por tal razón que esconde los fusiles de su difunto marido, y prohíbe a sus hijos seguir los combativos pasos de su padre. Por desgracia, los «generales» entienden sin cuartel a los niños de los «rojos» hasta «lograr la desaparición de esta peste de la superficie de la tierra.»

El mayor de los niños de la madre Carrar, ocupado en la pesca para alimentar a su familia, será asesinado por los militares. Sin más. Entonces, sólo la madre Carrar tomará conciencia de que la lucha contra el fascismo debe continuar, y desentierra los fusiles al mismo tiempo que su conciencia social, para actuar de manera fiel al combate de su marido y de todos los que luchan por la República.

Brecht escribe Los fusiles de la Madre Carrar con la guerra civil española como tela de fondo, y de rebote con el nazismo y el fascismo de los que tiene que escapar, como contexto histórico. Bajo la firma del mismo autor, los comediantes y artistas militantes, exiliados en París, tiñen su texto con emoción, ahogan las lágrimas de rabia causadas por los desentendidos.

Los «neutrales» rehúsan levantarse contra el avance del totalitarismo hacia las fronteras, dejando abiertas las puertas al fascismo y al nazismo en Europa.

A medida que uno avanza en el texto de Brecht, descubrimos un significado subyacente en cada una de las frases, que de entrada se parecen a una conversación animada entre militantes. La compañía confiere, así, una gran importancia a los silencios, indicados en las notas puestas en escena.

Esta aproximación de la obra no coincide con el pensamiento teórico brechtiano, pero da la prioridad al sentido de las palabras, y a los sentimientos que guían a los comediantes. Interpretar a Brecht no debe implicar ningún vacío sentimental, al contrario: los actores tienen que lograr conmover al espectador, sin olvidar transmitir el mensaje político y social de la obra.

El jueves 5 de mayo a las 20:00h en el Teatro del Institut français de Madrid. (Sobretitulado en castellano)

C/ Marques de la Ensenada , nº10. Madrid 28004.Mº Colón.

 

Por la Compañía del Teatro de l’Épée de BoisVenta anticipada on line: 10€. En taquilla 30 minutos antes de la representación: 12€.

http://www.institutfrancais.es/madrid/espectaculos/teatro-fusiles-madre-carrar-bertolt-brecht

 


CINE | JUEGO DE ESPÍAS

diciembre 4, 2014

El Jueves 04 de Diciembre a las 20:00, en el Teatro del Institut français de Madrid. Con la presencia de Germán Roda, y del nieto de uno de los espías protagonistas de la historia, el espía Juan Astier. 

Cartel Juego de Espias

Cartel Juego de Espias

SINOPSIS:

Documental basado en el libro de Ramón J. Campo, La Estación Espía

En 1940, España sufría una durísima postguerra y Europa estaba en plena Segunda Guerra Mundial. El Servicio de Inteligencia Británico escogió el paso fronterizo de la estación internacional de Canfranc (Huesca) para recopilar e intercambiar informaciones cruciales para la contienda bélica.

De este modo montó una red de espías formada por vascos, aragoneses y franceses que informaron acerca de los movimientos de las tropas alemanas y el paso de mercancías (el oro requisado por los nazis) que entraban y salían de España.

Establecieron una conexión semanal entre Canfranc, Zaragoza y San Sebastián para llevar los mensajes al consulado inglés de la capital donostiarra que cada lunes, los remitía por valija diplomática a Madrid. Gracias a las informaciones de esta red de espías se ayudó a la derrota de los nazis y su expulsión de los terrenos ocupados.

Estos acontecimientos históricos se entrelazan con los testimonios de los familiares de los hasta ahora anónimos espías. Y se realizan una serie de secuencias dramatizadas, siempre fieles a los acontecimientos descubiertos por el escritor. En especial a lo relacionado con la desarticulación de dichas redes de espionaje. Y el juicio y sentencia que acabó con el encarcelamiento de 30 espías condenados por un Tribunal Especial contra el Espionajes en 1943.


Borrar a Franco no es la solución

marzo 15, 2014

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Cada vez más España se aleja de su historia, renuncia a la justicia legal e histórica con la negación de su propio pasado, renuncia a un futuro sin complejos, libre y democrático con la aceptación de sus pretéritos acontecimientos históricos y a las efemérides negadas con la injusticia y el olvido.

La Guerra civil, la posguerra y los distintos procesos históricos de la dictadura franquista (la dictadura militar y represiva, la dictablanda o desarrollismo) no pueden quedar en meras anécdotas históricas, es una impunidad que no nos podemos permitir. El franquismo existió, y como consecuencia de él España se desangró durante y posteriormente al golpe de Estado militar africanista contra el gobierno legítimo e inoperante de la II República, Tuvo más que consecuencias políticas, económicas, sociales e históricas, tuvo desgraciadamente consecuencias humanas, vidas; y por tanto, tuvo consecuencias jurídicas irresolutas al día de hoy.

Para hacer justicia bajo mi humilde punto de vista y opinión es necesario recuperar la memoria histórica en su totalidad, es decir, mantener el recuerdo de los hechos acontecidos totalmente, lo que implicaría no únicamente a la documentación, información y difusión de los mismos, sino que también debería incluir la aplicación y el reconocimiento de las leyes internacionales al respecto de los delitos contra «lesa humanidad» de todos aquellos que estuvieran afectados por los mismos. Fomentar la conmemoración de las fechas más significativas y relacionadas con estos hechos,  y sobre todo, el mantenimiento del recuerdo a través de toda su simbología, documentación escrita, fotográfica y audiovisual, soportes artísticos, artículos y materiales, elementos sociales y antropológicos que formaron parte del período histórico. ¿Cómo? Fácil, con diferentes museos, zonas geográficamente marcadas o señaladas de interés histórico nacional, con bibliografía y sobre todo en la enseñanza a las nuevas generaciones de dicha etapa.

El Estado debería ser albacea, protector, garante y difusor de su propia historia y del derecho que a ella le asiste. Ése, es el único modo de hacer honor a la memoria histórica y al reconocimiento de la misma, a todos sus afectados y familiares, a todo un país. Para llegar al perdón no hay que olvidar, sino recordar por qué nos debemos perdón, y así, con el recuerdo permanente intentar evitar cometer los mismos errores del pasado y sobre todo sus consecuencias.

Para pasar página la solución no está en el olvido, en retirar sólo símbolos que nos ofenden más o menos, en esconder en archivos polvorientos vidas y sentencias, ocultar asesinatos en cunetas, barrancos y tumbas comunes, y en borrar de la memoria al mayor icono de esta tragedia, borrar a Franco. La solución pasa precisamente por todo lo contrario, por reconocer el mal, condenarlo, reinsertar las víctimas y su memoria y castigar jurídicamente, aunque sea por reconocimiento a los culpables de todas las tropelías e injusticias cometidas, mantener en el recuerdo y la memoria colectiva a las víctimas pero también a sus verdugos.

La historia no está completa si obviamos o cercenamos parte de ella, si además no le hacemos justicia, entonces estamos volviendo a condenar a todos los actores de la misma. Borrar a Franco y adláteres no es la solución.

 Jordi Carreño Crispín (Vicepresidente de La Memoria Viv@)


El Gobierno da luz verde a la extradición de dos torturadores franquistas

diciembre 1, 2013

Será la Audiencia Nacional quien decida en una vista pública si entrega a los dos presuntos torturadores a la Justicia argentina para que sean juzgados; rechaza la extradición pero juzga a los dos imputados en España; o, por el contrario, aborta el proceso.

ALEJANDRO TORRÚS Madrid 29/11/2013

Víctimas del franquismo se manifiestan frente al Consulado argentino en España (ARCHIvo)

Víctimas del franquismo se manifiestan frente al Consulado argentino en España (ARCHIvo)

El Gobierno de Mariano Rajoy ha dado luz verde para continúe el procedimiento de extradición a Argentina de los presuntos torturadores del régimen franquista Jesús Muñecas, ex guardia civil; y Juan Antonio González Pacheco, alias Billy El Niño, ex inspector de la Brigada Político y Social. Los dos imputados por la Justicia argentina deben pasar ahora a disposición judicial y será la Audiencia Nacional quien decida, en una vista abierta en la que puede personarse el Estado argentino, si entrega a los dos presuntos torturadores a la Justicia argentina para que sean juzgados; rechaza la extradición pero juzga a los dos imputados en España; o, por el contrario, rechazar la extradición y no celebra ningún juicio en España argumentando que los delitos por los que se imputa a Muñecas y a Billy el Niño ya han prescrito en España debido a la Ley de amnistía.

«Celebramos esta decisión del Gobierno. Es la que correspondía dada la gravedad de los crímenes imputados y confiamos en que por parte de la Audiencia Nacional se acuerde el juzgamiento en España de los reclamados o su extradición argentina», ha declarado Carlos Slepoy, abogado de la acusación, nada más conocer la noticia a Público.

«Celebramos esta decisión del Gobierno. Es la que correspondía», dice Carlos Slepoy, abogado de la acusación

Según el comunicado hecho público el Ministerio de Justicia, la petición de extradición argentina llegó a España el pasado 18 de noviembre y se dirigía contra cuatro personas: Juan Antonio González Pacheco, Jesús Muñecas Aguilar, Celso Galván Abascal y José Ignacio Jiralte González. La reclamación respecto a estos dos últimos fue archivada por fallecimiento por el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, al que le correspondió tramitar la petición. Por ello, la continuación del procedimiento de extradición decidida hoy sólo afecta a González Pacheco y Muñecas Aguilar.

La Justicia Argentina ha imputado a Juan Antonio González Pacheco, alias Billy El Niño, por un delito de torturas que cometió, supuestamente, sobre trece personas en el tiempo de su detención entre 1971 y 1975. A Muñecas Aguilar, por su parte, se le acusa de otro delito de torturas cometido contra Andoni Arrizabalada durante el tiempo que estuvo arrestado en el cuartel de la Guardia Civil de Zarautz (Guipúzcoa).

La continuación del proceso

La primera acción que debe efectuar el juez Ruz, según marca la legislación española, a partir de este momento será llamar a declarar a los dos acusados para que, acompañados de sus abogados, sean informados de que existe una orden de extradición contra ellos, así como de los delitos de los que se les acusa. Asimismo, la ley prevé que el Ministerio de Justicia comunique al Ministerio del Interior esta resolución para que los imputados sean detenidos y puestos a disposición del juez Ruz, que, también, debe determinar si acuerda que continúen detenidos mientras dura el proceso judicial o bien adopta alguna medida cautelar como prohibir la salida del país a los imputados, retirar el pasaporte o la custodia policial.

Acto seguido, la Audiencia Nacional debe celebrar una vista pública, en la que puede personarse el Estado argentino, en la que los magistrados de la Justicia española deben decidir qué hacer con las peticiones de extradición llegadas desde Argentina.

Una vez en este punto, las opciones de la Audiencia Nacional serían tres: entregar a los dos presuntos torturadores a la Justicia argentina para que sean juzgados; rechazar la extradición pero juzgar a los dos imputados en España; o, por el contrario, rechazar la extradición y no celebrar ningún juicio en España argumentando que los delitos por los que se imputa a Muñecas y a Billy el Niño ya han prescrito en España. Esta última posibilidad tendría como antecedente jurídico la sentencia del Tribunal Supremo sobre la causa instruida por Baltasar Garzón.

En el supuesto de que la Audiencia Nacional decida la extradición de los dos imputados, según marca la Ley de extradición pasiva española, la última palabra la volvería a tener el Gobierno, quien reunido en Consejo de Ministros, puede ratificar la decisión de la Audiencia o puede rechazarla alegando diferentes causas como el «interés público nacional».

Nuevas imputaciones

En tanto, una delegación de la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina (CeAqua), acompañados de varios diputados y alcaldes del Estado español, se encuentra ya en Buenos Aires donde se disponen a declarar en el marco de la causa que investiga la magistrada María Servini y pedirán nuevas imputaciones de mandatarios y funcionarios de la dictadura franquista.

http://www.publico.es/485895/el-gobierno-da-luz-verde-a-la-extradicion-de-dos-torturadores-franquistas


Las leyes de Franco para oficializar el miedo…

noviembre 24, 2013

La arquitectura jurídica y legal del franquismo penaba acciones de índole política y perseguía institucionalizar el miedo y la opresión.

PATRICIA CAMPELO Madrid 24/11/2013

Portada del Bando de Guerra de julio del 36, primera norma de la España franquista.

Portada del Bando de Guerra de julio del 36, primera norma de la España franquista.

Una manifestación «no autorizada» o que se desarrollara fuera de los límites «permitidos por la autoridad» podía versa sancionada con una multa de hasta 500.000 pesetas en la España de 1959, según la Ley de Orden Público publicada en el BOE del 31 de julio de ese año.

Esta norma fue el germen del Tribunal de Orden Público (TOP) -institución que comenzó su actividad hace 50 años, en diciembre de 1963- y penaba con dureza cualquier actividad «perturbadora del orden público» fomentada por asociaciones y particulares, entre otras. El concepto de actos contrarios a dicho orden era amplio e incluía los paros colectivos en empresas, cualquier iniciativa que provocara tumultos en la vía pública, desobedecer a las autoridades y las manifestaciones ilegales o que produjeran violencia, entre otros, tal y como se expone en el artículo dos de la ley.

La Ley de Orden Público contemplaba multas de hasta un millón de pesetas

Asimismo, otorgaba competencias a la «autoridad gubernativa y sus agentes», es decir, a los gobernadores civiles y fuerzas de seguridad franquistas para detener a quienes cometiesen o tan sólo intentaran cometer cualquier acto considerado contrario al orden público. Irrumpir en un domicilio sin orden judicial era un proceso rutinario. De hecho, esta normativa dio cobertura legal a las prácticas sistemáticas que la policía utilizaba desde hacía tiempo y se convirtió en un instrumento de la dictadura que posibilitaba la militarización del orden público.

«Fuera de contexto, la ley de Orden Público podría no parecer tan terrible, pero su aplicación lo fue, porque se daba en un régimen opresivo», explica el historiador Manuel Álvaro Dueñas a Público. «La propia naturaleza del franquismo es un sustancialmente represiva», matiza. Prueba de ello eran las astronómicas cuantías de las multas que, en el caso de la citada norma, variaban según la autoridad que las impusiese y la entidad territorial donde se cometieran los hechos. Es decir, un alcalde podía sancionar por importes de entre 250 y 5.000 pesetas en función del número de habitantes del municipio. En localidades de 10.000 vecinos, por ejemplo, se podían llegar a abonar 500 pesetas. En el caso de los gobernadores civiles, las cuantías de las multas llegaban a las 25.000 pesetas. Hasta 100.000 si la sanción provenía del ministro de Gobernación y 500.000 si la imponía el Consejo de Ministros. Estos importes, además, podían verse incrementados en un 50% en caso de antecedentes policiales o penales. Eran sanciones administrativas que se aplicaban arbitrariamente, dejando bajo el control de la Guardia Civil, de la policía y de los gobernadores civiles a todo desafecto al franquismo.

Una ley para oficializar el miedo

En febrero de 1939, un mes antes de que Franco proclamara en Burgos su victoria en la Guerra Civil tras el golpe de estado que dio contra la Segunda República, las autoridades franquistas consolidaban el terreno legal que iba a regir, con dureza y crueldad, la vida de los españoles durante los próximos años.

La Ley de Responsabilidades Políticas prohibió todos los partidos políticos y criminalizó de manera retroactiva comportamientos que eran legales en el momento en que se había cometido -durante los años de la Segunda República-. «Esa ley se concibió como un mecanismo represivo, dirigido a castigar y neutralizar al enemigo», subraya Álvaro Dueñas. La responsabilidad política se extendía desde 1934 y abarcaba tanto a quienes se opusieran a los militares sublevados como a quien mostrara «pasividad grave» al respecto.

En 1942, como consecuencia del ingente número de denuncias, el tribunal de responsabilidades políticas se colapsó

Dicha norma posibilitaba la creación de procedimientos para la imposición de sanciones, y constituyó la rama legal del expolio económico de los vencidos. Pero su finalidad era la perpetuación del miedo como sistema de represión, y no la recaudación de bienes. Prueba de ello es que en 1942, como consecuencia del ingente número de denuncias en tramitación, el tribunal de responsabilidades políticas se colapsó, y se decidió declarar insolventes a las personas que no tuvieran bienes que incautar, sobreseyendo sus expedientes. Un año antes, la subsecretaría de Presidencia, con Carrero Blanco a la cabeza, realizó una encuesta entre tribunales regionales y juzgados de responsabilidades políticas para conocer el número de expedientes en tramitación. En el verano de 1941, se publicaron los resultados con cerca de 150.000 expedientes y otros 100.000 en espera de iniciarse.

En 1945 se decretó la no apertura de nuevos expedientes, pero los antiguos continuaron su tramitación hasta mediados de los años 60, según un estudio de la Universidad de Castilla La Mancha publicado en 2007.

La legislación oprimía fundamentalmente a las mujeres 

El entramado jurídico y legal del franquismo comenzó en el propio Bando de Guerra, publicado en julio de 1936 y en vigor hasta 1948 con el pretexto de hacer frente a la guerrilla antifranquista. Con el posterior decreto 108 de septiembre de 1936, la junta de defensa nacional confiscó los bienes de los partidos políticos y comenzó la depuración de los funcionarios al servicio de la Segunda República. La ley para el empleo público, de agosto de 1939, reservaba el 80% de las plazas para oficiales, excombatientes, huérfanos y demás personas vinculadas a las ideas de los sublevados, según el estudio de la universidad manchega.

«También se anularon las reformas republicanas más avanzadas nada más comenzar la guerra, como los matrimonios civiles y el divorcio», apunta Álvaro Dueñas. «Era una legislación que oprimía fundamentalmente a las mujeres», añade.

Juicios militares para delitos de contrabando

En un estado militarizado, hasta los delitos relacionados con el mercado negro rendían cuentas en juicios sumarísismos. Es el caso de los bienes y alimentos que se introducían en las ciudades de estraperlo, como consecuencia del estricto régimen de racionamiento. «La ley asimilaba el mercado negro a la rebelión militar, pero lo importante es cómo se aplicó: «Acabaron siendo juzgados los pequeños extraperlistas, pero nunca aquellos que hicieron grandes fortunas con el contrabando«, detalla Álvaro Dueñas.

Con especial dureza se aplicaron también las leyes que perseguían la masonería y el comunismo (1940), la del bandidaje y terrorismo de 1947 y la de rebelión militar de 1943. Las dos últimas motivaron la gran mayoría de penas de muerte y años de cárcel.

http://www.publico.es/484494/las-leyes-de-franco-para-oficializar-el-miedo


Treinta y ocho años sin él…

noviembre 17, 2013

 

Portada del diario ABC de 1975

Portada del diario ABC de 1975

Sigue causándome la misma felicidad que aquél lejano 20 de noviembre de 1975 y que recuerdo junto a un hoyo de tierra excavado a mano y que podría haber sido la premonición de mi futuro memorialista; pero poco tenía que ver, ¡Estábamos en la calle jugando a las canicas porque no había colegio! El caudillo había muerto. La alegre inconsciencia ignorante pudiera haber sido también premonitoria de la algarabía y satisfacción de saber que el yugo del pueblo se marchaba con sus treinta y nueve años de aplastante presencia golpista y represora.

Con doce años, uno tenía suficiente con saber que aquel señor bajito y calvo, de voz afeminada y vestido de militar era el padre de la patria, el salvador de la ignominia de las huestes rojas, el baluarte de la cristiandad y el protector de una España grande y libre. Que los estíos, eran para muchos aquellos  veranos en los campamentos con la cara al sol y la camisa nueva,  o felizmente sin el rígido orden colegial y la presencia del susodicho en las aulas mirándote inquisidoramente; y que españoles éramos todos. ¿Por qué nos íbamos a preocupar de los más de 143.353 desaparecidos forzosos y reconocidos, o los más de 450.000 exiliados, o los 250.000 encarcelados en la posguerra, etc., etc.?

Treinta y ocho años después esa figura paternal que escondía al peor de los demonios nacionales sigue estando presente en nuestras vidas, sigue dejando volar su sombra entre los pilares de aquel pretérito imperio de terror y los actuales entresijos de una administración obsoleta y polvorienta custodiada por los fieles adláteres a su figura o al Movimiento Nacional, consolidados por un Jefe de Estado que fue delfín suyo bajo juramento perpetuo (a las hemerotecas me remito) y un sistema de control mimetizado de falsas libertades y reconocimientos demócratas que velan todavía por el legado  del “atado y bien atado”.

Treinta y ocho años sin él, treinta y ocho años tardó en morirse, pero al fin la palmó. Pero lo peor de todo es que tengo la impresión de que el tiempo anda todavía detenido en aquél día en el que jugábamos felices a las canicas porque no teníamos que ir al colegio. Que las cosas poco han cambiado en lo fundamental y no sólo en la apariencia.

Dentro de tres días, el 20 de noviembre, volverán los recuerdos para todos; los del yugo y flechas, las camisas azules, las águilas imperiales rojigualdas y el brazo en saludo cesariano para campar conmemorativamente en el recuerdo y añoranza memorial de aquel tiempo pasado en el que todos éramos felizmente ciegos, tristemente vencidos o simplemente cobardes y conformistas; mientras que ellos, los acólitos al pensamiento unidireccional dirigido eran la clase predominante, realmente feliz y ahora evocadora de otros tiempos mejores. Por otro lado, los falsamente felices enarbolarán sus puños al aire junto a sus banderas tricolores, rojas o rojigualdas constitucionales, para recordar y festejar al mismo tiempo que, con su marcha, todavía queda mucha España que limpiar y sobre todo que recuperar para poder pasar ésa página pendiente de nuestra historia.

Treinta y nueve años con él, más treinta y ocho sin él y, bajo tierra sigue estando su firma en bolígrafo de color rojo.

Jordi Carreño Crispín

Vicepresidente de la A. I La Memoria Viv@


Cielo para los mártires y tierra para las otras víctimas.

octubre 16, 2013
Julián Casanova

mime002A la Iglesia católica española le gusta recordar lo mucho que perdió y sufrió durante la guerra civil. Como el Partido Popular no puede oficialmente rendir culto a las víctimas de los rojos y el Ejercito, afortunadamente, está ahora para otros menesteres, la Iglesia católica española continúa siendo la única institución que, ya en pleno siglo XXI, mantiene viva la memoria de los vencedores de la guerra. Repasemos la historia y volvamos después a la actualidad.

El 1 de julio de 1937 la jerarquía de la Iglesia católica española selló oficialmente el pacto de sangre con la causa del general Franco. Ese día vio la luz la “Carta de los Obispos españoles a los de todo el mundo con motivo de la Guerra de España”. Redactada, a petición de Franco, por el cardenal Isidro Gomá, la apoyaron con su firma todos los obispos españoles, menos Mateo Múgica y Francesc Vidal i Barraquer, que se encontraban en ese momento en Italia. Múgica, obispo de Vitoria, había sido expulsado de su diócesis unos meses antes por la Junta de Defensa de Burgos por haber “amparado con excesiva transigencia a los sacerdotes nacionalistas” y excusó su firma alegando precisamente que no estaba en su puesto. Vidal i Barraquer, arzobispo de Tarragona, que había podido escapar de la violencia anticlerical del verano de 1936, le dijo a Gomá que ese documento colectivo podría servir de pretexto “para nuevas represalias y violencias” y para “colorear las ya cometidas” y que además le molestaba, en clara alusión a Franco, “aceptar sugerencias de personas extrañas a la Jerarquía en asuntos de su incumbencia”.

Nada nuevo, desde el punto de vista doctrinal, había en esa “Carta” que no hubiera sido ya dicho por obispos, sacerdotes y religiosos en los doce meses que habían pasado desde la sublevación militar. Pero la resonancia internacional fue tan grande, editada inmediatamente en francés, italiano e inglés, que muchos aceptaron para siempre la versión maniquea y manipuladora que la Iglesia transmitió de la guerra, del “plebiscito armado”: que el “Movimiento Nacional” encarnaba las virtudes de la mejor tradición cristina y el Gobierno republicano todos los vicios inherentes al comunismo ruso.

Además de insistir en el bulo de que el “alzamiento militar” había frenado una revolución comunista planeada a fecha fija y de ofrecer la típica apología del orden, tranquilidad y justicia que reinaban en el territorio “nacional”, los obispos incorporaban un asunto de capital importancia, que todavía hoy es la posición oficial de la jerarquía: la Iglesia fue “víctima inocente, pacífica, indefensa” de esa guerra y “antes de perecer totalmente en manos del comunismo”, apoyó la causa que garantizaba “los principios fundamentales de la sociedad”. La Iglesia era “bienhechora del pueblo” y no “agresora”. Los agresores eran los otros, los que habían provocado esa revolución “comunista”, “antiespañola” y “anticristiana”.

La “Carta colectiva” consiguió la adhesión de los episcopados de treinta y dos países  y de unos novecientos obispos. El respaldo sin contemplaciones al bando rebelde sirvió de argumento definitivo para los católicos y gentes de orden del mundo entero. Fundamentalmente porque iba acompañado de un descarado silencio acerca de la violencia exterminadora que los militares habían puesto en marcha desde el primer momento de la sublevación. La “Carta” demonizaba al enemigo, al que sólo movía la voluntad de persecución religiosa, y codificaba definitivamente el apadrinamiento de la guerra como cruzada santa y justa contra la disgregación patriótico-religiosa emprendida por la República.

Franco y la Iglesia católica salieron notablemente reforzados. La conversión de la guerra en un conflicto puramente religioso, en el que quedaban al margen los aspectos políticos y sociales, justificó la violencia ya consumada y legitimó a Franco para seguir matando. El entonces director de Propaganda del bando franquista, Javier Conde, le transmitió al jesuita Constantino Bayle, hombre de confianza de Gomá, lo satisfechos que estaban en los círculos políticos y militares con aquel milagroso documento: “Diga Ud. Al Señor Cardenal que se lo digo yo, práctico en estos menesteres: que más ha logrado él con la “Carta colectiva” que los demás con todos nuestros afanes”.

El ritual y la mitología montados en torno a esos mártires le dio a la Iglesia todavía más poder y presencia entre quienes iban a ser los vencedores de la guerra, anuló cualquier atisbo de sensibilidad hacia los vencidos y atizó las pasiones vengativas del clero, que no cesaron durante largos años.

El decreto de la Jefatura de Estado del 16 de noviembre de 1938 proclamaba “día de luto” nacional el 20 de noviembre de cada año, en memoria del fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera ese día de noviembre de 1936, y establecía, “previo acuerdo con las autoridades eclesiásticas”, que “en los muros de cada parroquia figurara una inscripción que contenga los nombre de sus Caídos, ya en la presente Cruzada, ya víctimas de la revolución marxista”.

Tal fue el origen de la colocación en las iglesias de placas conmemorativa de los “caídos”. Y aunque no aparecía así en el decreto, todas esas inscripciones acabaron encabezadas con el nombre de José Antonio, sagrada fusión de los muertos por causa política y religiosa, “mártires de la Cruzada” todos ellos. Los otros muertos, los miles y miles de rojos e infieles asesinados, no existían, porque no se les registraba o se falseaba la causa de la muerte, asunto en el que los obispos y curas tuvieron una responsabilidad destacadísima.

Acabada la guerra, los vencedores ajustaron cuentas con los vencidos, recordándoles durante décadas los efectos devastadores de la matanza del clero y de la destrucción de lo sagrado, mientras se pasaba un tupido velo por la “limpieza” que en nombre de ese mismo Dios habían emprendido y seguían llevando a cabo gentes piadosas y de bien.

Obispos y sacerdotes celebraron durante mucho tiempo actos religiosos y ceremonias fúnebres en memoria de los mártires. Bajo aquellos “días luminosos” de la paz de Franco, sus restos fueron exhumados y trasladados en cortejos que recorrían con gran solemnidad numerosos pueblos y ciudades, desde los cementerios y lugares de martirio a las capillas e iglesias elegidas para el descanso eterno de sus restos.

La Iglesia católica española quiso, no obstante, perpetuar la memoria de sus mártires con algo más que ceremonias fúnebres y monumentos y reclamó, apoyada por los dirigentes franquistas, su beatificación, un camino que tardó casi cuatro décadas en recorrerse y que, paradójicamente, empezó a encontrar frutos varios años después de muerto Franco, con la democracia ya implantada en la sociedad española. Pío XII se había opuesto a una beatificación indiscriminada y masiva de miles de “caídos por Dios y por España” y una actitud similar adoptaron sus sucesores Juan XXIII y Pablo VI, quien ordenó incluso la paralización de los procesos canónicos que desde el final de la guerra estaban llegando al Vaticano.

Las cosas cambiaron con Juan Pablo II. En marzo de 1982 comunicó a los obispos españoles que iba a impulsar la beatificación de los mártires de la persecución religiosa en España. El 29 de marzo de 1987 beatificó a tres monjas carmelitas de Guadalajara, asesinadas el 24 de julio de 1936. Fueron las primeras beatificaciones de mártires de la cruzada. A partir de ese momento, se aceleró la conclusión de procesos anteriormente paralizados y se abrieron otros muchos.

A la jerarquía eclesiástica española, sin embargo, los mil beatificados desde entonces le parecen pocos y reclaman que sean elevados a los altares muchísimos más: los cerca de siete mil eclesiásticos “martirizados” y unos tres mil seglares de ambos sexos, militantes de Acción Católica y de otras asociaciones confesionales, a quienes se quiere aplicar la misma categoría. La Iglesia católica española tendrá este domingo, 13 de octubre de 2013,  522  nuevos “mártires de la fe”, en una ceremonia de beatificación masiva que la Conferencia Episcopal ha preparado con todo detalle.

Nada ni nadie le impide a la Iglesia católica recordar y honrar a sus mártires. Pero con esas ceremonias de beatificación, la Iglesia católica sigue humillando a los familiares de los decenas de miles de asesinados por los franquistas, quienes todavía no han encontrado la reparación moral ni el reconocimiento jurídico y político después de tantos años de vergonzosa marginación. A la jerarquía de la Iglesia católica no le gustó la Ley de Memoria Histórica ni tampoco quiso que un parlamento democrático aprobara un reconocimiento público y solemne a las víctimas del franquismo. Prefiere su memoria, la de sus mártires, la que sigue reservando el honor para unos y el silencio y la humillación para otros. Como hizo siempre la dictadura de Franco.

http://www.juliancasanova.es/cielo-para-los-martires-y-tierra-para-las-otras-victimas/


Martín Villa sobre la querella de crímenes del franquismo: “Secreto de sumario”

octubre 16, 2013
Europa Press, 09-10-2013 – 11 octubre 2013

martin-villa-fascista-webEn la querella Argentina se solicitan órdenes de detención internacional contra él

 MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) –

QUERELLA INTERPUESTA EN ARGENTINA

“Secreto de sumario”, ha respondido el exministro y exvicepresidente del Gobierno Rodolfo Martín Villa, al ser preguntado por Europa Press sobre la querella interpuesta en Argentina en la que se solicitan órdenes de detención internacional contra él, que fue nombrado ministro tras la muerte del general Franco, así como dos ministros franquistas, dos jueces y cuatro policías por delitos de genocidio y lesa humanidad cometidos durante la dictadura española.

Así se ha expresado Martín Villa, al término de un coloquio organizado por la Asociación para la Defensa de la Transición en el que ha participado como ponente. Martín Villa fue ministro tras la muerte de Franco y miembro de los gobiernos democráticos de Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo-Sotelo para acabar siendo vicepresidente con este último.

Los querellantes piden a la Justicia argentina que impute también a los ministros José Utrera Molina –suegro del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón– y Fernando Suárez; así como a los exjueces Rafael Gómez Chaparro y Jesús Cejas Mohedano.

La acción judicial también está dirigida contra los exagentes de la Brigada Político Social (BPS) Juan Antonio González Pacheco, alias ‘Billy el Niño’, y José Ignacio Giralte González, contra el exescolta Celso Galván Abascal y el ex guardia civil Jesús Muñecas Aguilar por “consentir” torturas bajo el régimen. Todos ellos se enfrentan a penas de entre 8 a 30 años de cárcel.

El pasado mes de septiembre, la magistrada argentina María Servini dictó una resolución en la que recogía la orden internacional de detención preventiva, con fines de extradición, para Muñecas Aguilar, Galván Abascal, Giralte González y González Pacheco, alias ‘Billy El Niño’.

DEBATE EN EL SENADO

Precisamente hoy, representantes del PSOE, Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), ERC y Amaiur han reclamado en el Pleno del Senado que el nuevo Código Penal profundice en el castigo a la apología del franquismo, durante una moción promovida por CiU para equiparar la dictadura española con el nazismo y tipificar su exhibición o justificación.

Durante la sesión se ha debatido sobre la investigación abierta en Argentina por las desapariciones del franquismo y la libertad condicional concedida recientemente al exgeneral de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo.

http://www.europapress.es/nacional/noticia-martin-villa-querella-crimenes-franquismo-secreto-sumario-20131009191913.html / A través del Foro por la Memoria


Las víctimas de Ribadelago también son memoria histórica

septiembre 15, 2013
Público, – 14 septiembre 2013

La rotura en 1959 de la presa de la Vega de Tera, que acabó con la vida de 144 vecinos, se debió a fallos en la construcción. La empresa Moncabril tuvo que pagar casi 20 millones de pesetas en indemnizaciones, pero los responsables fueron absueltos tras recurrir la sentencia. El régimen mandó alzar un nuevo pueblo: Ribadelago de Franco.

Felipe el Ciego, con el bebé en brazos, y parte de su familia, que lograron sobrevivir.

Felipe el Ciego, con el bebé en brazos, y parte de su familia, que lograron sobrevivir.

FÉLIX POBLACIÓN Madrid 14/09/2013

Quienes visiten el atrayente Parque Natural del Lago de Sanabria y Alrededores y mantengan una mínima relación con sus lugareños, siempre encontrarán en sus charlas una referencia a la tragedia humana vivida en la localidad de Ribadelago una fría noche de enero de 1959. La rotura de la presa de la Vega del Tera, mientras el pueblo dormía, acabó con la vida de 144 vecinos, de los que solo se recuperaron 28 cadáveres. Los restantes quedaron sumergidos en las profundidades del lago glaciar, pues como expusieron públicamente las autoridades del viejo régimen, tan sagrada es la tierra como el agua para enterrar a los muertos. Eso sí, después de que los equipos de submarinistas se retirasen, esas mismas autoridades decretaron prohibir la pesca en el lago.

La rotura de la presa, colmada por las abundantes lluvias invernales, se debió a fallos en la construcción y a la mala calidad de los materiales empleados. Los propios vecinos del pueblo eran conscientes de la chapuza, pues se percibían filtraciones de agua de hasta 10 centímetros. Todo ello trajo consigo el estruendo que se dejó oír aquella gélida noche en que el termómetro marcaba 18 grados bajo cero. Más de ocho millones de metros cúbicos de agua se deslizaron como una ruidosa tronada por un desnivel de casi 400 metros, arrasando sobre todo la parte izquierda del pueblo -situado a ocho kilómetros-  bajo una ola de nueve metros de altura, cargada de barro, hielo y rocas. Quienes conozcan la zona y hayan observado la placidez de las noches de estío y la sonoridad que tienen en el valle las esquilas del ganado, se podrán imaginar el estruendo de aquel montaraz tsunami, así como lo repentino e intenso del pánico que asaltaría el sueño del vecindario para convertirlo en la más inusitada y atroz de las pesadillas.

 

Y después, la emigración y la pesadilla pegada a la memoria

Ángel, que tenía once años entonces, me cuenta in situ que perdió trece familiares esa noche y que él se salvó porque no durmió con el resto de sus primos en la casa de la abuela. “En aquellos años no se gastaban psicólogos, así que los que éramos chavales hemos tenido que vivir para siempre con el recuerdo muy vivo de aquella desgracia, bien pegado a la memoria. Mi mujer todavía tiene pesadillas por las noches y debo despertarla. Nunca olvidaré el aspecto del pueblo a la mañana siguiente, con los cadáveres flotando en el agua o tirados por cualquier parte. Hubo vecinos que se salvaron por subir a la espadaña de la iglesia. Murieron más mujeres y niños que hombres porque muchos hombres trabajaban de aquella en Galicia”

Los nombres femeninos, en efecto, son mayoría en la lista inscrita en el modesto monumento que recuerda el hecho, situado frente al mismo cañón del río Tera por donde les llegó la muerte. La empresa Moncabril fue condenada a pagar casi 20 millones de pesetas para indemnizar a las víctimas, pero muchas de esas indemnizaciones no se hicieron efectivas por la desaparición en el lago de la mayor parte de los fallecidos. Las que se entregaron se establecieron según un baremo que valoraba a los hombres en 95.000 pesetas, a las mujeres en 80.000 y a los niños en 25.000. Al director, dos ingenieros y un perito de la citada empresa se les condenó a un año de cárcel, pero tras recurrir fueron absueltos.

El viejo régimen hizo construir un nuevo pueblo, cercano al arrasado, al que puso por nombre Ribadelago de Franco, en agradecimiento al dictador, y que se supone debe llamarse ya oficialmente Ribadelago Nuevo, tal como figura en el rótulo de la carretera.

Su trazado urbano y tipo de construcción prefabricada responden con sus casas blancas y sus patios encalados al de cualquier pueblecito andaluz. Levantado en una zona donde no da el sol en invierno, y teniendo en cuenta las bajas temperaturas de la montaña, es lógico que una parte de la población haya retornado al viejo emplazamiento.

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Por un Museo de la Memoria en Ribadelago

Acuciados por la desolación y la atroz vivencia sobrevenidas, buena parte del vecindario de Ribadelago se vio obligado a emigrar a otros puntos del país, como la familia de Ángel que lo hizo al País Vasco. “Si esto de Ribadelago hubiese ocurrido en otro lugar de España -nada le digo si hubiera sido en Euskadi o Cataluña-, se recordaría mucho más, pero Zamora sigue siendo la provincia del olvido, antes y ahora, antes porque callábamos por fuerza y ahora porque los políticos no cumplen lo que prometen y la gente no se lo exige”.

Se había pensado en un Museo de la Memoria de Ribadelago, coincidiendo con los cincuenta años de la catástrofe. Para ello, la Asociación Hijos de Ribadelago dispone de un buen material documental que ya ha sido expuesto en varias ciudades del país. Tal museo, que debería haber sido inaugurado el año pasado, sería un homenaje a las víctimas y podría atraer a muchos visitantes de la zona, sigue pendiente. El alcalde pedáneo del pueblo, Alfredo Puente, recuerda que hasta vino el anterior delegado del Gobierno en Castilla y León hace un par de años para revisar el lugar donde se iba a montar, dado que el viejo albergue de la localidad fue cedido por la Diputación de Zamora al Gobierno anterior y este lo cedió a su vez al municipio con ese fin.

Mientras eso no ocurra, solo un pequeño y artesanal panel, en el centro de Interpretación del Monasterio de San Martín de Castañeda, informa al visitante  del Parque Natural del Lago de Sanabria de lo que ocurrió aquella fría noche de enero de 1959 en la vecina localidad sanabresa. En ese centro están las fotografías que tanto conmovieron a la opinión pública en su día, entre ellas la de la familia de Felipe el Ciego (Felipe San Román), que gracias a la ayuda de su mujer pudo salir con su bebé de catorce meses por un agujero abierto en la techumbre de pizarra, algo que la madre no pudo lograr. Es muy probable que esa fotografía haya inspirado el cartel del film de Mario Camus Los santos inocentes (1984). Más todavía que los desheredados personajes de la novela de Miguel Delibes, las víctimas de Ribadelago tienen bien merecido ese título. Rescatar su memoria sería como aliviar en parte el peso del olvido en que quedaron sumergidos, bajo las profundas aguas del lago, más de un centenar de cadáveres.

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http://www.publico.es/468068/las-victimas-de-ribadelago-tambien-son-memoria-historica


Cuando la ciencia era ‘una, grande y libre’ al servicio del franquismo

septiembre 8, 2013

Un estudio de la UNED revela cómo durante la dictadura franquista los libros escolares de ciencia se usaban para transmitir la ideología del régimen

«España, tu patria, está dotada por la naturaleza de todo lo que se requiere para ser una nación libre y grande». Así eran ensalzados los valores de la dictadura franquista en los libros de enseñanza de la ciencia con los que se adoctrinaba a los niños españoles entre 1939 y 1959.

Así lo ha comprobado una investigación de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) que analizó 19 libros de texto que abordaban cuestiones relacionadas con la naturaleza, durante la primera etapa del franquismo. «Estos libros eran una especie de catecismo político-religioso», resume la profesora de Historia de la Educación Kira Mahamud, autora del estudio.

Libros de texto del franquismo. | UNED

Libros de texto del franquismo. | UNED

Una de las explicaciones más llamativas, que resalta el estudio publicado en la revista ‘History of Education & Children’s Literature’, refleja el tipo de educación sexual que recibían los niños españoles en esos años. En algunos libros se atribuye la concepción de los niños a la divinidad, pero en otros incluso se llega a explicar un embarazo con estas palabras: «Y el milagro se realizó. Dicen que alguien vio volar una cigüeña muy cargada con un canastillo suspendido del pico».

Según Mahamud, ese tema en particular «fue uno de los conocimientos científicos más manipulados y alejados de la realidad, lo que evidencia que el libro de lectura era un instrumento al servicio del poder».

En esa línea se explicaban otros fenómenos naturales como el sonido de las olas: «¿Por qué suena así el mar? Ha dicho abuelita que el mar suena así porque Papá Dios cuenta cuentos a las gaviotitas, como ella a nosotros, y cuando los cuentos son de miedo o de ogros, el mar suena más y parece que se enfada».

Reivindicación del mundo rural

El estudio se detiene en cómo se abordaban los conocimientos de geografía en estos textos. Lejos de profundizar en sus explicaciones científicas, los paisajes y accidentes geográficos se exaltaban e idealizaban como creación de Dios y orgullo de la patria.

«La transmisión de conocimientos de ciencias naturales se hizo de tal forma que, lejos de constituir un peligro o una amenaza para la ideología nacional-católica, la reforzó. Estos libros eran un especie de catecismo político-religioso», resume la profesora.

El análisis de los textos muestra también la exaltación de la vida rural en detrimento de lo urbano, característico de las ideologías fascistas: «No huyas del campo tras el señuelo de una profesión liberal o fascinado por el brillo mentiroso de la ciudad».

La investigación explora la legislación educativa de aquella época, y revela que las materias de enseñanzas estaban dividias en tres grupos de conocimientos: instrumentales, formativos y complementarios. Mientras Geografía y Matemáticas pertenecían al grupo formativo, las Ciencias Naturales se encuadraban en el grupo complementario, concediéndoles una posición inferior.

En esta misma línea de investigación, el Centro de Investigación de Manuales Escolares (MANES) al que pertenece la profesora Mahamud está llevando a cabo un nuevo estudio financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad sobre el contenido de los manuales escolares entre 1959 y 1975 –el tardofranquismo y el principio de la Transición-.


Gerardo Iglesias: “España es el único país que sufrió el fascismo y no lo ha condenado”

septiembre 8, 2013

Público, 03/09/2013 – 4 septiembre 2013

Sucedió al mítico Carrillo al frente del PCE y se inventó Izquierda Unida, un proyecto en el que ahora cree mucha gente. Pero quedó fuera de juego. Ahora, vuelve para reivindicar la guerrilla antifranquista. Es Gerardo Iglesias.

 

Gerardo Iglesias, en la inauguración de la exposición sobre la guerrilla antifranquista en Asturias.

Gerardo Iglesias, en la inauguración de la exposición sobre la guerrilla antifranquista en Asturias.MARCOS VEGA.

Usted lleva veinte años fuera del mundo y, de pronto, se interesa por los guerrilleros antifranquistas, a los que les ha dedicado un libro y, ahora, una exposición. ¿Por qué?

Porque hay que reconocer lo que hicieron aquellas gentes. En Asturias, que es donde yo me centro, la guerra terminó en 1937 y la gente se echó al monte huyendo de la represión, con una mano atrás y otra delante, para escapar de una muerte segura. Anduvieron ‘fugaos’ (huídos, se dice en otras partes de España) hasta que quedó claro que la guerrilla era inútil, porque los aliados no iban a venir a España, tras Italia y Alemania, una vez derrotados Mussolini y Hitler.

¿Hasta cuándo dura la guerrilla?

Aquí, hasta 1952, que es cuando Ramón González, ‘Ramonón’, se pega un tiro porque está cercado en La Camocha. Pero en otros lugares de España, hasta bien entrados los sesenta.

¿Qué responsabilidad tienen los Cuerpos de Seguridad (el Ejército, la Policía, etcétera) y cuál la Falange en la represión?

Falange la tiene toda. Sus miembros eran gente de la zona e informaban sobre sus vecinos; también conocían el monte, así que con frecuencia el Ejército llegaba cuando los falangistas ya habían actuado.

Los falangistas y demás…

Hombre, sí; decir ‘los falangistas’ es una forma de hablar: los falangistas, los del Somatén, los partidarios de Franco, los de derechas…

Los fascistas, digamos; por usar un término más internacional.

Si, sí; los fascistas. España es el único país del mundo que sufrió el fascismo y no lo ha condenado.

Volvamos a los guerrilleros: ¿cómo vivía aquella gente, en su día a día?

Bueno, pues de forma muy distinta a como se lo imagina la gente, que ha sido educada por el Cine y piensa en los antifascistas como en los resistentes de Francia.

Pero no había una España libre, como había una Francia libre…

Claro que no; por eso digo que aquí las cosas eran distintas.

¿Más como en la guerrilla de Sierra Maestra, en la Cuba de Batista?

Si quieres verlo así…

No. Sólo trato de poner imágenes evocables por la gente…

Entonces sí.

Seguimos con la Historia y llegamos a la muerte de Franco. ¿Qué pasa con los guerrilleros?

Que son abandonados por el imaginario colectivo de los españoles, volcado en sacar adelante una Transición a la que, luego, se la considera modélica.

Pero que no lo es.

Claro que no, porque se basa en la desmemoria. Y de ahí esta exposición.

http://www.publico.es/466104/gerardo-iglesias-espana-es-el-unico-pais-que-sufrio-el-fascismo-y-no-lo-ha-condenado


La mujer, la memoria histórica y las dos caras de la moneda.

julio 20, 2013

Dos historias diferentes, un mismo padecer y sufrimiento. ¿Quién es el culpable? Da lo mismo, lo importante ahora es escucharlas a ellas para poder entenderlas; y quizás, los demás aprendamos algo y nos sirva para empatizar e iniciar ese proceso tan esperado de reparación, reconciliación, pero sin odios, sin olvido y con perdón. Dos mujeres dos historias, mil mujeres mil historias, millones de mujeres son la historia de un país, de nuestro país.

Hay un hecho innegable en la historia de nuestro país, hay una época de la misma a la que podemos considerar la etapa más oscura de ella; y eso, que ya desde tiempos pretéritos nuestra historia se escribe con sangre.

La “Guerra Civil” (a mí siempre me pareció un eufemismo y prefiero denominarla la…”Guerra incivilizada”) como todas las historias tiene un hechos irrefutables, los que sucedieron; pero los motivos, circunstancias, implicaciones y las visones que llevaron a esos acontecimientos pueden variar según le haya ido el baile a unos u otros, lo que sí está claro, es que hay como en casi todas las cosas de la vida difeerntes lecturas o  visiones, es como una moneda; y por tanto siempre hay dos caras. Pero, al fin y al cabo, la historia siempre la escriben los vencedores y,  los vencidos son las víctimas de estos mismos. Aún así, eso no significa que no hayan damnificados en ambas facciones, las vencidas y leales a la legitimidad vigente lo fueron en mayor número y forma y los partidarios de los golpistas salvapatrias también sufrieron en las zonas dominadas por el ejército popular republicano su particular calvario. Ambos sufrieron en sus propias carnes la insidia de la violencia, la sinrazón y el oscurantismo del ser humano, sea por interés, por dogma o váyase usted a saber el porqué ; y lo que es peor, por sendas partes se cometieron injusticias en inocentes, entre ellos los niños y, sobre todo las mujeres de este país. Eso no exime de responsabilidad a ninguno de los dos bandos, el golpista, y el gubernamental que tuvo el soporte de una mayoría de la población civil. La barbarie y la injusticia no entienden de colores.

Pero la “ilegitimidad del golpe de Estado”, la “represión salvaje” llevada a cabo durante y posteriormente a la Guerra Civil por los vencedores créó un nuevo orden con la instauración de un sistema de control civil basado en la falta de libertades, miedo, represión, adoctrinamiento  y el sistema de imposiciones entretejido en todos los estratos del poder por el llamado Movimiento Nacional, que han dejado a España sin poder cerrar una de sus etapas históricas más lamentables. No pretendo hacer juicio de valor al respecto, aunque haya dado mi visión a favor de la República de soslayo; entre otras cosas, porque el vencido es el que paga los platos rotos y el número de casos de violencia, represión, vejaciones, adoctrinamiento, exiliados, encarcelados, etc., ya sabemos a quién le corresponde por desgracia en saldo mayoritario y negativo. Ésa, también es una realidad. Como las de las cuentas, barrancos y fosas comunes sin reconocer todavía. Eso crea un hecho diferencial y agravio comparativo entre unos y otros que hay que solventar para pasar página.

Pero hoy os voy a presentar dos historias de las muchas que acontecieron en aquella España desde los fatídicos 17 y 18 de julio de 1936 y que se engloban en el período del enfrentamiento entre el bando sublevado y los defensores del gobierno legal de la II República (no voy a entrar a analizar las circunstancias, modos y formas que llevaron a tales hechos, simplemente me remito a lo objetivamente acontecido y demostrado por los datos y los hechos históricos); ya que posteriormente, el intervalo de espacio que supuso la posguerra con sus diferentes ciclos; desde la dictadura más cruel a la mal llamada «dictablanda» o era menos represiva del régimen franquista y que fue un intento aperturista del régimen caudillista de Franco que coincidió con su declive y final hasta llegar a la muerte del dictador y posterior transición a la democracia. Acciones que dejaron su impronta hasta el día de hoy.

Teniendo al día de hoy esta  cuenta pendiente por saldar todavía, me refiero al Estado con TODAS las víctimas de la Guerra, posguerra y represión franquista o republicana (aunque en este caso casi fue saldada). Y que nunca se saldará, ni habrá perdón si no se inicia un verdadero proceso de reparación y reconciliación con voluntad política. El tiempo ha pasado y todos nos merecemos descansar en paz, libertad y fraternalmente, pero sin olvidar lo acontecido. Es el único modo de que no vuelva a repetir.

Como siempre la moneda tiene dos caras, pero en esta moneda memorialista ambas caras son femeninas, quizás sea el modo de comprender mejor que la guerra las hacemos los hombres y que el coste lo pagan nuestras hacedoras. Insisto, la memoria no puede ser recuperada sino es completamente, y para ello, se deben reconocer y juzgar los hechos desde las dos facciones independientemente del resultado final que fue muy desfavorable por goleada al gobierno tricolor.

La memoria histórica en boca de las mujeres que la padecieron tanto o más que los combatientes, la memoria de las olvidadas, sufridas, vejadas, abandonadas, olvidadas, violadas, encarceladas, maltratadas, asesinadas, asustadas, huídas, etc., etc. Nuestras bisabuelas, abuelas, madres, tías, hermanas, las de ellas… las que en tiempo de guerra son dobles víctimas, las mujeres. ¡Por la justicia, verdad, reparación y la memoria…! Vaya en esta fecha tan señalada después de 77 años del alzamiento o golpe de Estado, del inicio de la “Guerra Incivil” mi más sincero y sentido homenaje a ellas, a todas las que fueron víctimas sin importarme si fueron rojas o azules, sólo el daño que padecieron. A ellas la historia no las juzgará, los juzgará a ellos, y con alguna excepción algunas serán oídas y recordadas, pero la mayoría seguirán olvidadas y muchas de ellas morirán en el silencio de sus malos sueños y temores sin que nadie se lo haya reconocido.

Soy memorialista, republicano confeso; pero ante todo soy un ser humano que cree en la libertad, la justicia y la igualdad, y hasta en esto, ellas pierden… ¡Por las mujeres, por todas las mujeres que padecieron la crueldad e inconsciencia del hombre! Sirva esto como mi pqueño homenaje a todas.

Jordi Carreño Crispín

Vicepresidente de la Memoria Viv@

1ª HISTORIA:

Ibón S.Rosales jueves, 18/07/13

La niña de la Guerra Civil que creció haciendo de espía para los franquistas…

  • A sus 93 años, María José del Pino recuerda el inicio de la Guerra Civil Española en el 77 aniversario del alzamiento nacional.
  • Llevó información a un prófugo franquista, soportó bombardeos y lo que llama «el amor libre de la República», esta es su historia.

 

Maria José del Pino Ferrer a los 17 años

María José del Pino tiene 93 años, pero aún recuerda con nitidez cómo un día hace hoy 77 años vio que, con patadas y empujones, sacaban de casa a sus vecinos en Málaga para nunca volver a verlos. Se los llevaron a dar ‘el paseo’. Su destino, una cuneta. Su final, una bala en la nuca. Había comenzado la Guerra civil.

El ejército liderado por el General Francisco Franco, que se levantó en armas contra el gobierno de la II República entre el 17 y el 18 de julio de 1936. Málaga pasó los nueve primeros meses con el bando republicano, nueve duros y catastróficos meses para esta abuela de familia conservadora.

«Mataron a dos amigos, los Barceló. Les pillaron repartiendo propaganda falangista y no lo dudaron ni un momento. Tenían solo 17 años», cuenta tranquila sentada en el sillón del salón de su casa en Madrid, donde lleva viviendo en Madrid desde que se casó con su ya fallecido marido, un oficial del ejército del aire.

Poco a poco, el miedo se fue extendiendo por las calles de la ciudad andaluza. María José tenía pavor dentro y fuera de casa. No había apenas comida. Los milicianos habían robado todas las gallinas de su casa para alimentar al ejército republicano. Ella y sus hermanos caminaban hasta la playa para coger los peces que se salían de las redes de los pescadores, los llevaban a su casa en cubos y su madre los cocinaba.

Además, estaban los bombardeos. «Íbamos a casa de nuestros vecinos los holandeses. Era el sitio más seguro al que podíamos acudir porque tenían la bandera holandesa». A María José aún le brillan los ojos, al recordarlo. «Empezábamos a sentir un ruido, y mi madre ya no soltaba el rosario en toda la noche…».

María José del Pino Ferrer en su casa de Moncloa

Durante aquellos meses María José, que aún no había cumplido la mayoría de edad, incluso tuvo que hacer de espía para el bando Nacional. “Mi padre tenía un amigo escondido en un bidón de agua que solo podía salir de noche. De día le buscaban para matarle», recuerda.

Todas las noches, apagaban las luces de casa y su padre se ponía los cascos de galena para escuchar la radio franquista, con extrema precaución, si te cogían los republicanos te mataban.

Su padre tomaba nota de los sitios por donde estaban pasando las tropas sublevadas y qué zonas de España estaban ya tomadas por el ejército. Después, le daba esas notas a su hija que se las escondía en el escote. Su cometido al día siguiente era llevarlas hasta el bidón de agua donde estaba el amigo de su padre escondido.

El ‘amor libre’ de la República

María José sufrió también en sus carnes lo que llama «el amor libre de la República». Según cuenta, consistía en que, si a un chico le gustabas, éste te llevaba consigo y te convertías en su propiedad, obligada a todo lo que él quisiera.

Un día se encontraba sentada en el tranvía cuando un joven miliciano comenzó a mirarla. Los ojos del chico recorrían su cuerpo de arriba abajo y su sonrisa la asustó. Comenzó a ponerse muy nerviosa. Se cambió de asiento, pero la persiguió, y comenzó a decirle que se fuera con él.

Asustada pero valiente, esperó a que el tranvía redujera la velocidad en una curva y saltó. No miró atrás, comenzó a correr todo lo que sus piernas le dejaron.

Una liberación

Pero el momento en el que más miedo pasó, y vio la muerte más de cerca, fue el día en que los nacionales ‘liberaron’ Málaga. Queipo de Llano, locutor de la radio franquista, anunció que las tropas estaban ya a las puertas de Málaga. A la anciana todavía se le ponen los pelos de punta cuando lo cuenta: «Nuestro mayor miedo era que hicieran la guerra dentro de la ciudad».

Estaba toda su familia con sus amigos holandeses, esperando. Empezaron a escuchar un ruido extraño. No eran bombas ni disparos. El ruido se hizo cada vez más audible y fue entonces cuando escucharon unos gritos: ‘¡Viva España, malagueños salgan de sus casas!’. Eran tanques, el ejército de Franco estaba entrando a la ciudad.

http://www.lainformacion.com/

2ª HISTORIA:

‘Las silenciadas’, la otra voz de la guerrilla antifranquista…

  • El documental ‘Las Silenciadas’ rescata a las mujeres de la resistencia
  • El director Pablo Ces da protagonismo a seis de ellas y a sus familias
  • La figura femenina fue clave tanto como enlace como de guerrilleras armadas
  • La Historia de España obvia la contribución de la mujer a la guerrilla
  • La historiadora Aurora Marco ha recogido sus testimonios en un libro

Natalia Puga | Vilagarcía de Arousa

Actualizado domingo 01/05/2011

Consuelo Rodríguez López, ‘Chelo’, pertenecía a una familia gallega de nueve miembros: sus padres y siete hermanos. La represión franquista posterior a la Guerra Civil le arrebató a sus padres (fueron asesinados tras la contienda) y a cuatro hermanos. Estas dramáticas circunstancias le hicieron reaccionar y pasarse al otro lado, al de la resistencia. Se convirtió en un enlace entre la ‘guerrilla’, que permanecía oculta en el monte con el resto de los opositores al régimen, pero acabó siendo identificada también por la Guardia Civil, de forma que se vio obligada a huir y esconderse en las montañas de Lugo. Allí le esperaban más desgracias. Participó en varios tiroteos y en uno de ellos falleció en sus brazos su ‘marido del bosque’. Después se exilió en Francia, donde vivió oculta hasta el fin de la dictadura.

‘Chelo’ tiene 91 años y sigue viva, pero no ha vuelto a Galicia. Sigue viviendo en Francia y allí le ha trasladado a su hijo sus experiencias y sufrimientos. Los testimonios de ambos son el nudo central del primer largometraje documental que se ha atrevido a narrar esa parte oculta de la historia de España, la de la resistencia, desde la óptica de la mujer. Porque ellas también jugaron un papel muy importante para que en Galicia los opositores al régimen mantuviesen una guerrilla activa hasta bien entrados los años 50, pero «apenas existe documentación sobre estas figuras claves en este momento histórico». A partir de las investigaciones de Aurora Marco, su madre, el joven director Pablo Ces les ha dado voz en un audiovisual con un título que resume perfectamente cómo fue la vida de estas mujeres, ‘As Silenciadas’ (‘Las Silenciadas’).

Esta mujer y sus desgarradores testimonios pueden aportar mucho a la historia de España. «Yo tengo 32 años y lo que me enseñaron en la escuela no tiene nada que ver con lo que aprendí ahora, a mí me enseñaron que la guerra en Galicia había sido rápida, pero fue uno de los sitios en donde más duró, hasta bien entrados los 50«, relata Pablo Ces, que da a una de las pocas guerrilleras que siguen vivas un protagonismo especial no sólo en su documental, sino también su página web. Una frase de ‘Chelo’ es su carta de presentación.

Familia de Consuelo Rodríguez López, 'Chelo', en O Barco de Valdeorras.

Familia de Consuelo Rodríguez López, ‘Chelo’, en O Barco de Valdeorras.

«Para mí fue un orgullo participar en aquella lucha. Fui varios años enlace y después pase a la guerrilla del monte, con armas y luchando con ellos. No queríamos el fascismo, luchábamos por la libertad, contra Franco. Los fascistas nunca nos pondrán en el lugar que nos corresponde, siempre nos rebajarán. Las guerrilleras éramos como todas las mujeres y nada teníamos que ver con la imagen que tenían de nosotras. Sabíamos cuál era nuestra lucha. Éramos dueñas de nuestros actos y no teníamos que dar explicaciones a nadie», describe esta particular heroína que se integró en el primer grupo organizado de guerrilleros que surgió en la España de la época: la Federación de Guerrillas León-Galicia.

Historias de vida

Su vida no es la única que protagoniza ‘Las Silenciadas’. Pablo Ces, que ha visto realidad su proyecto gracias a la productora gallega Mr Misto Films, ha querido recuperar «historias de vida de numerosas mujeres que vivieron en la clandestinidad y apoyaron el movimiento guerrillero. Por defenderlo, fueron duramente represaliadas: muerte, cárcel, tortura física y psicológica, exilio…». Recoge tres perfiles: «las que sufrieron la represión por ser la mujer de, las que eran enlaces o guerrilleras de llano y las que se echaron al monte y cogieron las armas».

Antonia Rodríguez y Clarisa Rodríguez, violada y asesinada estando embarazada.

Antonia Rodríguez y Clarisa Rodríguez, violada y asesinada estando embarazada.

La familia Valle Valle es otra de las protagonistas. Clotilde Valle, la cuñada del guerrillero ‘Bailarín’ cuenta la historia de la mujer del combatiente, su suegra, sus tres hermanas y su prima, que sufrieron represalias por estar emparentadas con él. «Sufrimos mucho, pasábamos mucho miedo porque cuando nos mandaban ir al cuartel ya pensábamos que podía pasar cualquier cosa», describe.

Dos enlaces de la zona de Meira, Clarisa Rodríguez y Carmen Geres, son las siguientes protagonistas. Una de ellas fue asesinada en unas circunstancias escalofriantes: «La llevaron para interrogarla y cuando apareció el cadáver estaba embarazada, la violaron y luego la mataron y dejaron en una cuneta. Nos cuenta la historia su hijo», explica el director.

Borradas de la historia

«Hubo un gran sector de la población que apoyó a esta guerrilla, si no no habría durado lo que duró y todo esto se desconoce. Mucho menos se sabe de las mujeres, que hicieron tanto labores de intendencia (trasladaban cartas, notas, armas; avisaban de los movimientos de la Guardia Civil, abrían casas de apoyo…) como algunas llegaron a coger los fusiles. A pesar de ser la columna vertebral de la resistencia antifranquista, siguen siendo ignoradas o olvidadas», indica. En este sentido, el documental, además de innovador, es pionero, pues hasta el momento la documentación que había en Galicia al respecto se limitaba a un libro reciente sobre la guerrillera Enriqueta Otero Blanco, María Dolores, y a algunas notas sueltas sobre otras resistentes.

Carmen Fernández Seguín, en la cárcel de Segovia.

Carmen Fernández Seguín, en la cárcel de Segovia.

«No hay ningún trabajo de conjunto que aborde su participación en aquellos años de la década de 1940, porque el silencio y los condicionantes de género ocultaron o borraron su historia», indican desde Mister Misto, por eso Pablo Ces ha querido aportar «un granito arena para que salga a la luz la historia, para que se sepa lo que ocurrió, sin levantar polvaredas, no para levantar heridas, sino para cerrarlas».

Carmen Rodríguez Nogueira es otra de sus historias. En su caso, «no fue enlace, pero le fusilaron al marido por ser republicano y los amigos del marido empezaron a ir por su casa para esconderse», cuenta. «Al final sufrió torturas y estuvo en la cárcel. Entrevistamos a su hijo y a sus nietas y fue muy emotivo, en especial cuando nos cuentan que de las palizas que le dieron tenía el cuerpo tan destrozado que con solo tocarle le salían cardenales».

El hijo de Carmen Fernández, enlace y guerrillera, relata los 13 años de su madre en prisión. Y el hermano pequeño de la familia de Os Buzos de Mugardos, Guillermo Gallego Abeledo, cuenta cómo sus tres hermanas mayores y su madre colaboraron con la guerrilla y acabaron pasando diez y doce años en la cárcel, para luego exiliarse.

El hilo conductor de todas estas historias son los historiadores Bernardo Maiz y Aurora Marco, que van hilvanando estas vidas con los acontecimientos ocurridos en la época de la posguerra en Galicia. La cinta se proyectó este sábado 30 de abril en la sede de la productora Mr Misto en el municipio de Vilagarcía de Arousa. La entrada era gratuita, «al terminar la proyección pone a disposición del público la ‘caldereta’, para aportar la cantidad de la entrada voluntaria según el gusto del espectador», cuenta Ces.

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/05/01/galicia/1304248966.html


«El franquismo sigue presente en las instituciones españolas»

mayo 26, 2013

El ex fiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo afirma que «el uso  de material antidisturbios rememora las formas de represión de la  dictadura»

JAVIER CORIABarcelona26/05/2013

 

Carlos Jiménez Villarejo, exfiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo. FRANCESC SANS

Carlos Jiménez Villarejo, exfiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo. FRANCESC SANS

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El pasado 24 de mayo, tuvo lugar en Barcelona un acto público en memoria de Yolanda González, la joven dirigente estudiantil que fue asesinada por un comando fascista de Fuerza Nueva en 1980, y cuyo asesino, Emilio Hellín, trabaja como asesor y perito informático para las fuerzas de seguridad del Estado, según publicó El País. Uno de los intervinientes en la reunión, fue el ex fiscal anticorrupción de la Audiencia de Barcelona, Carlos Jiménez Villarejo (Málaga, 1935), que se siente muy cercano a este caso y asesora a los hermanos de Yolanda.

«Acabo de estudiar [se refiere Virallejo al ensayo que escribió junto al magistrado Antonio Doñate recientemente publicado Jueces, pero no parciales. La pervivencia del franquismo en el poder judicial] cómo el franquismo sigue presente, de muchas maneras, en la sociedad española, en las instituciones llamadas democráticas, y particularmente en la magistratura. Que una persona condenada en su día por un asesinato gravísimo, aparte de otros delitos con múltiples agravantes, y que además cumplió la pena en unas condiciones muy favorables por parte de los jueces de vigilancia penitenciaria, que ninguno de los jueces que favorecieron su fuga fuera sancionado penalmente, pese haber estado huido durante tres años y siete meses en Paraguay al servicio de la dictadura militar de Alfredo Stroessner… en fin, que todo eso ocurra, y que volvamos a reunirnos para hablar de esto demuestra que hay una auténtica pervivencia de valores autoritarios, propios del sistema totalitario franquista en ciertos sectores de la magistratura, aunque no hay que generalizar, porque hay jueces de muchas clases».

Emilio Hellín cambió su nombre de pila por el de Luis Enrique y desde su empresa, News Technology Forensics, ha trabajado desde 2006 como asesor de criminalística de la Guardia Civil y dando cursos de rastreo informático y espionaje electrónico a la Policía Nacional, la Ertzaintza y los Mossos d’Esquadra.

¿Un crimen de Estado?

Además de los autores materiales del asesinato, Hellín y Velázquez, fueron colaboradores necesarios y condenados por ello Félix Pérez Ajero, José Ricardo Prieto, David Martínez Loza, ex guardia civil y Jefe Nacional de Seguridad del partido de Blas Piñar, Fuerza Nueva.

Emilio Hellín fue condenado a 43 años de prisión, aunque el código penal contemplaba los 30 años como pena máxima, sólo cumplió 14 años de cárcel, protagonizando dos intentos de fuga y la evasión citada a Paraguay, tras un permiso penitenciario. Cuando cometió el crimen, Hellín se refugió en casa de un policía de Victoria, y las sospechas de las vinculaciones del ultra con la policía y el ejército eran más que evidentes. En sus intentos de fuga, recibió armas y la Brigada Anticorrupción de la Policía investigó a varios funcionarios de la comisaría del distrito de Ventas, de Madrid, por facilitar cartulinas originales para falsificar el carné de identidad que Hellín utilizó para huir a Paraguay. Las armas utilizadas en el asesinato y los sofisticados aparatos de escucha que utilizaba esta banda criminal hacen pensar en las implicaciones de los aparatos del Estado, pese a ello ninguna investigación ni responsabilidad política fue depurada.

«No se puede hablar del pasado como quien habla de la guerra de la independencia de 1714»

Jiménez Villarejo considera que éste es uno de los problemas que tenemos pendientes de resolver y que se expresa de muchas maneras: «Todas las sentencias dictadas por los Consejos de Guerra y el Tribunal de Orden Público contra centenares de miles de españoles, republicanos, demócratas, etc., condenados injusta e ilegalmente, siguen sin ser anuladas porque el Tribunal Supremo se niega a hacerlo. Esto es una muestra del reconocimiento de la validez de la represión franquista por parte de la justicia española actual».

«Luego hay unos datos que aparecen dispersos en los medios», sigue Jiménez Villarejo. «Por ejemplo, el día 25 de junio está citado a declarar como imputado un periodista por haber hecho unas manifestaciones sobre la Falange Española de las JONS, y la vinculación de ese partido único de la dictadura con los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la Guerra Civil y la dictadura. Un juez le ha abierto una causa a ese periodista [Gerardo Rivas, de elplural.com] por injurias graves a la Falange. ¿Cómo a estas alturas un juez de instrucción de España puede considerar injurias el hablar de los crímenes cometidos por la sublevación militar del general Franco, y dictador después, y la Falange que eran parte del aparato represor del franquismo?», se pregunta el ex fiscal. «Con los favores y complicidades que ha habido con Emilio Hellín, que aparte de hacerle cumplir una pena lo más corta posible y en las mejores condiciones posibles, y después de una manipulación para ocultar su identidad que podía ser conocida, parece incomprensible que fuera contratado, con dinero público, por los servicios policiales de los gobiernos democráticos», insiste Jiménez Villarejo, que cree que el gobierno debe contestar a la proposición no de ley que han formulado los grupos parlamentarios [PSOE, CiU, Izquierda Plural y EAJ-PNV] a propuesta de los familiares».

 Sobre la querella argentina contra los Crímenes del Franquismo, Villarejo opina que, hasta ahora, el Ministerio de Justicia, que tramita las comisiones rogatorias que tienen que atravesar primero el ámbito gubernamental y luego pasar al ámbito judicial, «ha puesto toda clase de dificultades y obstáculos para que se practiquen diligencias». «Como las que se iban a practicar hace un mes [se refiere a las videoconferencias en el consulado de Argentina] y que no se pudieron practicar por unos supuestos problemas técnicos que yo creo que eran políticos. El gobierno español se opone frontalmente a que se investiguen aquí los crímenes del franquismo. Tengo mis reservas que todo eso llegue a buen puerto, pero ojalá que se consiga superar esos obstáculos por la justicia argentina».

«La represión hoy también tiene lugar, y ahí están las pelotas de goma para demostrarlo»

Desde distinto frentes, la iniciativa de Justicia Universal que están haciendo patente los más de 300 querellantes, es atacada con la consabida cantinela de que no es bueno abrir viejas heridas y que los problemas de la sociedad española hoy son otros: «Los problemas de la sociedad son muchos, entre ellos éste. Hay problemas que vienen del pasado y que persisten, y siguen siendo problemas, porque no se han afrontado en su momento y siguen presentes. Si hay más de cien mil desaparecidos distribuidos por las tierras de España, y de Catalunya también, y nadie ha hecho nada, ni siquiera la justicia, para conocer e identificar esos restos y darles un entierro digno como merecen y exigen la convenciones internacionales, pues eso es una asignatura pendiente. Un monje de Montserrat que ha estudiado el nacionalcatolicismo del franquismo, Hilario Raguer, dijo: ‘No se pueden cerrar en falso las heridas infectadas’. Esto no es una herida cualquiera, es una herida que afecta a una parte muy importante de la sociedad española, y no se puede hablar del pasado como quien habla de la guerra de la independencia de 1714, por ejemplo».

Jiménez Villarejo denuncia la «corrupción generalizada del sistema político que, con sus 500 casos abiertos, está colapsando los juzgados españoles» y las acusaciones de nazismo que algunos lanzan sobre ciudadanos que ejercen el derecho a manifestación. «Eso no es admisible bajo ningún concepto, responde al estado de crispación en que vivimos, esos términos hay que aplicárselos a quien corresponda», afirma. «La represión hoy también tiene lugar, y ahí están las pelotas de goma para demostrarlo. En estos días están declarando numerosos Mossos d’Esquadra, ya veremos en qué queda, no lo sé, pero de entrada han sido llamados a declarar como imputados, cosa la que Infanta no ha podido hacer, por ejemplo. Los daños causados por el uso de material antidisturbios tan violento son muy graves. Son formas de represión que rememoran a las formas de represión franquista, salvando las distancias».

http://www.publico.es/456038/


BARCELONA EN LA POSGUERRA: «La ciudad de los ‘aventis»

mayo 19, 2013

«Antes de la guerra, el Carmelo y el Guinardó se componían de torres y casitas de planta baja: eran todavía lugar de retiro para algunos aventajados comerciantes de la clase media barcelonesa. Pero se fueron. Quién sabe si al ver llegar a los refugiados de los años cuarenta, jadeando como náufragos, quemada la piel no sólo por el sol despiadado de una guerra perdida, sino también por toda una vida de fracasos, tuvieron al fin conciencia del naufragio nacional, de la isla inundada para siempre, del paraíso perdido que este Monte Carmelo iba a ser en los años inmediatos»».

‘Últimas tardes con Teresa’


«Sarnita y su madre se fueron unos días al pueblo, vestidos de luto los dos: el padre había aparecido colgado en la portería del campo de fútbol del Europa».

‘Si te dicen que caí’