La narrativa de las pistolas

noviembre 17, 2013

Dionisio Ridruejo (a la izquierda) realiza el saludo fascista junto a Franco ante la tumba de José Antonio Primo de Rivera, / efe

Madrid 16 NOV 2013

El catedrático José-Carlos Mainer amplía su clásico ensayo ‘Falange y literatura’ con una mirada menos benévola hacia los escritores que abrazaron el fascismo

En 1971 las palabras tenían otra carga. Una como fascismo, por ejemplo, podía hundir un proyecto. Así que José-Carlos Mainer (Zaragoza, 1944) espolvoreó con prudencia el término por su antología de escritores falangistas para sortear la censura. Gracias a cautelas como esa, su ensayo Falange y literatura salió airoso del escrutinio previo de los vigías del régimen y se convirtió en un clásico cuyas huellas pueden rastrearse en estudios y novelas posteriores. “A lo mejor ahora hubiera titulado Fascismo y literatura en España,pero no me planteé el problema para esta reedición. El libro tenía que ser fiel al título original”, precisa.

El fascismo, “una patología internacional de la conciencia política”, en palabras del catedrático de Literatura, alimentó como fenómeno cultural una “importante zona (aunque errónea) de la modernidad”. Una parte de la literatura se tiñó de misiones ineludibles, pistolas briosas y virilidades desenfundadas.

Cuatro décadas después de aquella primera edición de la editorial Labor, Mainer ha aceptado revisar —y ampliar casi hasta construir un libro nuevo, ahora en RBA— su estudio sobre los intelectuales que se embutieron en una camisa negra —a veces literal como José María Pemán o Dionisio Ridruejo— en la primera mitad del siglo XX. Ha dinamitado las cautelas de entonces y también, como él mismo confiesa en su introducción, su “benevolencia” hacia los protagonistas. “En parte había un deseo de decir que dentro del mundo de los que ganaron la guerra, ellos eran mejores. Ahora eso está más matizado. Es evidente que fue el parapeto al que se acogieron muchos que no se sentían cómodos en el catolicismo y también que Falange fue un buen escape en algún momento para personas que tenían puntos oscuros en su pasado”.

La antología comienza con piezas de precursores como Luys Santa Marina, que en 1924 publicó Tras el águila del César. Elegía del Tercio (una invención de su experiencia militar en el Rif), o Rafael Sánchez Mazas, acaso el falangista más revivido en democracia gracias a la novela Soldados de Salamina, de Javier Cercas, que evidenció sus simpatías en el artículo que recogía la toma del poder de Mussolini en 1922: “Esta noche de sábado, del 28 de octubre, Caballo y Rey han cantado ‘las cuarenta’ a todo un naipe obscuro de demócratas, de socialistoides, de politicantes, de memos seudocontemporáneos, de crédulos, de antipatriotas y de toda la banda averiada que Italia ha padecido cincuenta años y ha hecho padecer, como engañabobos, a Españas de Ferrer o a Francias de Dreyfus”. Cierran la selección textos de Jacinto Miquelarena, Agustín de Foxá, Álvaro Cunqueiro y Ángel María Pascual, que Mainer aglutina bajo “los caminos del humor y la fantasía”.

Todos son, pero no todos están. El volumen se ha enriquecido con nuevos textos de autores como Julián Ayesta o Ángel María Pascual que no figuraban en la versión original, aunque perduran algunas ausencias. Mainer no logró la autorización de los descendientes de José María Castroviejo, escritor y director de El pueblo gallego, y de Ramiro Ledesma Ramos, el fundador de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalistas (JONS), asesinado en Madrid al comienzo de la guerra, para incluir sus obras. “Castroviejo fue de las JONS, y sentimentalmente era carlista, pero elaboró una imagen de sí mismo valleinclanesca”. Mainer compara textos en los que ensalzaba el heroísmo de los civiles alemanes que soportaban los bombardeos aliados frente a otros en los que se burlaba de los civiles de París durante la ocupación nazi.

El falangismo no es un pasado cómodo. Ya no lo era en 1971, cuando la historia corría en dirección opuesta. Varios autores no le perdonaron a Mainer su inclusión en la obra. Excepcionales fueron los aplausos, aunque los hubo: Luis Felipe Vivanco y, en especial, Dionisio Ridruejo, el caso más singular por su evolución política: del desencanto fascista a la lucha por la democracia. Hubo casi tantas maduraciones como individuos. “Algunos perseveraron patéticamente en sus ideales hasta su muerte. Ernesto Giménez Caballero escribió en los noventa una carta en Abc en la que pedía ser enterrado junto a José Antonio en el Valle de los Caídos”.

Buena parte comenzó a alejarse del falangismo, y del culto a la violencia, en plena dictadura, en sintonía con la declinación del fascismo en Europa. Con desigual cargo de conciencia. “Gonzalo Torrente Ballester, que acepta mal no ser un escritor de referencia en los cuarenta y vive de lo que los periódicos del partido le proporcionan hasta que rompe discretamente a partir de los cincuenta, es el que ha borrado más deliberadamente las huellas”, señala Mainer, que considera la novela Javier Mariño —cuyo final fue modificado por el escritor— la más fascista de todas.

José María Pemán se enfundó la camisa azul en la guerra y desató el delirio de los suyos con Poema de la bestia y el ángel (1938). “Fue un caso aparte porque rápidamente vuelve al monarquismo y se va dulcificando”. También singular fue la trayectoria de Pedro Laín Entralgo, “una cabeza privilegiada que a partir de 1956, cuando cesó como rector, no perdió las prerrogativas pero fue mudando hacia un espíritu liberal”. Sus memorias, Descargo de conciencia (1976), son un ejercicio de “cautelas y ocultaciones parciales”, en opinión de Mainer.

Sostiene Andrés Trapiello en Las armas y las letras que los escritores falangistas pertenecen al grupo de los que ganaron la guerra y perdieron la literatura, aunque en opinión del poeta Luis García Montero, la literatura estaba en otra parte. José-Carlos Mainer zanja salomónico: “Las dos cosas son ciertas. El fascismo es un mal consejero. Lo peor que les pudo ocurrir fue haber ganado la guerra. Pero por supuesto la literatura estaba en los escritores del exilio”.

http://elpais.com/cultura/2013/11/16/actualidad/1384626363_153772.html


La ultraderecha homenajea a Primo de Rivera en la jornada de reflexión…

noviembre 20, 2011

Unas 300 personas se han concentrado esta noche en Madrid convocados por Falange

EFE Madrid 20/11/2011

Cientos de ultra derechistas homenajean a Primo de Rivera en Madrid. EFE

Cientos de ultra derechistas homenajean a Primo de Rivera en Madrid. EFE

Unas 300 personas se han concentrado esta noche en Madrid convocados por la Falange para homenajear a su fundador, José Antonio Primo de Rivera. El acto, que ha coincidido con la jornada de reflexión, ha estado plagado de críticas al sistema democrático, a la ley de Memoria Histórica y al PSOE y al PP.

Frente a la que fuera casa de José Antonio Primo de Rivera y rodeado de asistentes que portaban banderas de la Falange y de España -algunas con el escudo preconstitucional-, se ha celebrado este acto, inicialmente prohibido por la Junta Electoral de Madrid y que finalmente autorizó el Tribunal Superior de Justicia de esta comunidad.

En el homenaje ha intervenido el jefe nacional de la Falange, Manuel Antonio Lobo, que se ha felicitado de que finalmente se haya podido celebrar el acto de hoy y la posterior marcha al Valle de los Caídos, inicialmente prohibidos por su coincidencia con la jornada de reflexión y el día de las elecciones.

Lobo ha dicho que no iban a pedir al voto «ni para unos ni para otros porque son los mismos perros con distinto collar» y ha cuestionado el valor de las elecciones de mañana. En su opinión, en los últimos tiempos ha quedado demostrado que «quien quita o pone gobiernos» es la canciller alemana, Ángela Merkel, o el presidente francés, Nicolás Sarkozy.

También ha recordado los obstáculos que se han puesto para celebrar el acto de esta noche y la posterior marcha al Valle de los Caídos. Lobo ha calificado de «mamarracho sectario» a la delegada del Gobierno, Dolores Carrión, y ha acusado al Ejecutivo de dar instrucciones a la Junta Electoral «para evitar que nos presentemos a las puertas del Valle de los Caídos con nuestras banderas y nuestras camisas azules».

Para el jefe nacional de la Falange, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, eligió la fecha del 20 de noviembre para las elecciones generales «sabiendo muy bien lo que hacía» y ha dicho que es un «colofón a su política revanchista».

Lobo ha arremetido contra la ley de Memoria Histórica y ha dicho que «mientras se persigue a los Caídos», se ha permitido que los nombres de etarras estuvieran en calles de pueblos del País Vasco y que mañana «los terroristas de Amaiur puedan tener varios diputados» en el Parlamento.

También ha criticado la reforma de la Ley Electoral, que ha dicho que les ha impedido presentarse a las elecciones de mañana, pues aunque presentaron 5.000 firmas, más de los 4.700 avales exigidos, la Junta Electoral les anuló 400, «las justas para que no estén mañana nuestras candidaturas».

También intervino en el acto Martín Sáenz de Ynestrillas, hijo del comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas, asesinado por ETA, que ha dicho que mañana «ganará la derecha del PP» que continuará con los recortes del PSOE.

El acto finaliza con el ‘Cara al sol’

Ha añadido que con el PP «sólo una cosa no será igual», la «batalla ideológica» que ha llevado a cabo el PSOE durante estos años de gobierno, con leyes como la del aborto, el matrimonio homosexual o la memoria histórica, que cree que el PP no se va a atrever a derogar. El acto ha finalizado con los asistentes cantando el ‘Cara al sol’, el himno de la Falange, y gritos de «Arriba España», «José Antonio, presente» y «Viva Franco».

Después han partido hacia la plaza de Moncloa para hacer un acto de despedida a la corona que llevarán al Valle de los Caídos y luego marchar hasta ese lugar, donde tienen previsto llegar a primeras horas de mañana, 20 de noviembre, fecha en que se cumplen 75 años del fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera y 36 de la muerte del dictador Francisco Franco.

http://www.publico.es/espana/407909/personas/homenajean/primo/rivera/jornada/reflexion


¿Franquismo o fascismo?

julio 9, 2011

Vicenç Navarro

Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas de la Universitat Pompeu Fabra

Ilustración por Mikel Jaso

Durante mi largo exilio viví en Suecia, en Gran Bretaña y en Estados Unidos. Y en ninguno de estos países el régimen dictatorial existente en España durante el periodo 1939-1978 se conocía como “la dictadura franquista”, sino como “la dictadura fascista”, dirigida por el general Franco. De la misma manera que no se hablaba en tales países de hitlerismo, para definir el régimen nazi que existió en Alemania, o de mussolinismo, para definir el régimen fascista que existió en Italia, tampoco se utilizaba el término franquismo para definir el régimen dictatorial que existió en España en aquel periodo.
Así, cuando Juan Antonio Sa-maranch –que fue presidente del Comité Olímpico Internacional y que había sido delegado nacional de Educación Física y Deportes durante la dictadura– visitó EEUU para presidir los Juegos Olímpicos que se realizaron en Atlanta, The New York Times incluyó en su nota biográfica “director general de Deportes en la dictadura fascista dirigida por el general Franco”.
La utilización del término franquista en lugar de fascista ha sido resultado de un proyecto político-intelectual exitoso que consistió en presentar tal régimen como caudillista y autoritario, carente de una ideología totalizante que intentara imponer una nueva visión a la sociedad. Según tal proyecto, una vez desaparecido el caudillo y el caudillismo, habría desaparecido el carácter jerárquico y autoritario de aquel Estado, el cual, dirigido por la habilidosa mano del monarca, se transformó, mediante el modélico proceso de Transición, en un Estado democrático. Esta interpretación, sin embargo, es profundamente errónea.
Fascismo es la ideología aparecida en los años treinta en Europa que se caracterizó por un nacionalismo extremo con vocación imperialista que se basaba en una supuesta superioridad de la raza, grupo étnico y/o identidad cultural de los nacionalistas, lo que les daba el derecho de conquista e imposición. El fascismo promovía una cultura de fuerza, de características militares, profundamente machista y profundamente reaccionaria, destinada a prevenir la revolución obrera, temida por las estructuras del poder económico y financiero y por las clases medias. En realidad, el fascismo había sido la fuerza política promovida por las burguesías y oligarquías dominantes para parar al movimiento obrero, liderado por fuerzas comunistas, socialistas o anarquistas.
El Estado en el que se reproducía esta ideología era un Estado dictatorial que intentaba controlar a la sociedad civil (incluyendo todos los medios de información y persuasión, desde las escue-las hasta la prensa, la radio y la televisión). Este control se utilizaba para la promoción del caudillo –al cual se le atribuían características sobrehumanas–, quien, instrumentalizando un partido único, el partido fascista, lideraba el Estado, que se presentaba comprometido con el “progreso del pueblo”. El pueblo incluía a todas las clases sociales, negando la diversidad de intereses existente entre ellas. De ahí el establecimiento de sindicatos verticales, en los que se incluía tanto a los empresarios como a los trabajadores. El fascismo consideraba también al Estado fascista como designado por una fuerza superior, sobrehumana (bien por Dios, en el caso español, o por la historia, en el caso alemán e italiano), a dirigir la humanidad, reglando el comportamiento de los ciudadanos, imponiendo unos valores nuevos que rompieran con los valores anteriores (en el caso español, con los valores democráticos, laicos y republicanos). Cada una de estas características existió en el régimen dictatorial español.
Varios autores han indicado que, aun cuando estas características existieron al principio del régimen, desaparecieron más tarde, cuando los tecnócratas del Opus Dei sustituyeron a la Falange. Tal argumento ignora, sin embargo, que los tecnócratas también reprodujeron el nacional-catolicismo que era el elemento esencial del fascismo español. En realidad, la Falange fue sustituida por el Movimiento Nacional, que conservó gran parte de la ideología fascista, incluyendo su simbología, su narrativa y su influencia. Hasta el último día de la dictadura, el NO-DO (el programa de noticias y documentales de la televisión pública) comenzaba con la imagen del dictador y con el símbolo fascista, el cual era también el símbolo que aparecía en la entrada de todos los pueblos de España. Es más, una condición para trabajar en el sector público u ocupar un cargo en el Estado era jurar lealtad al Movimiento Nacional, cuyo uniforme era la camisa azul y el saludo con el brazo en alto.
Que tal régimen estuviera en sus últimos periodos repleto de meros oportunistas que, a pesar de su discurso, no creían en la ideología fascista, no niega el carácter fascista del régimen. En realidad, la distancia entre el Franco de 1939 y el Franco de 1975 era mucho menor que la distancia política entre un Stalin al principio del régimen comunista en la Unión Soviética y un Gorbachov al final. ¿Por qué, pues, definir al régimen liderado por Gorbachov como régimen comunista (a pesar de que al final del régimen el aparato de aquel Estado carecía de una ideología propia) y no llamar fascista al régimen dictatorial español, argumentando que al final nadie en él era fascista?
Otro argumento en contra de utilizar el término fascista para definir aquel régimen era que el partido fascista, la Falange, era un partido pequeño y, por lo tanto, el fascismo no era una ideología mayoritaria. Tal argumento ignora que el pensamiento hegemónico hoy en las estructuras del poder en la UE es el neoliberalismo, aun cuando los partidos liberales son partidos minoritarios en tal comunidad política. Lo mismo ocurrió en España con el fascismo, el cual perdura en sectores del conservadurismo y del Estado español.

Público.es:

http://blogs.publico.es/dominiopublico/3625/%C2%BFfranquismo-o-fascismo/


La fábrica que decantó la guerra…

julio 6, 2011
Fábrica de pólvora y explosivos

Imagen del barrio El Fargue, tal y como era durante los años posteriores a la guerra civil

“No se piensen ustedes que aquí se fabrican fideos. Aquí se fabrica pólvora y explosivos y, por tanto, los accidentes no son casuales”. La intervención del coronel Paradas Fustel, que conocía las condiciones de precariedad de la fábrica nacional de pólvora y explosivos de El Fargue, sobreexplotada durante la guerra civil, fue decisiva para frenar los fusilamientos de trabajadores.  Los accidentes provocados por el incremento de los ritmos de producción eran  la excusa perfecta de una militarizada Falange dedicada a organizar -en colaboración con confidentes y comisarios políticos- sacas de 40 empleados que cargaban en camiones con destino al barranco de Víznar. Bastaba con que algún chivato añadiera tu nombre a las listas negras que manejaban los sublevados.

“La fábrica jugará un papel decisivo en el curso de los acontecimientos posteriores”

El historiador Francisco González Arroyo, criado a escasos metros de la instalación militar, en el seno de una familia represaliada, trabaja en los últimos meses en su tesis doctoral centrada en la fábrica El Fargue, hoy la empresa de armamento Santa Bárbara. En los años de la contienda civil era la mayor instalación de explosivos y pólvora de España y una de las más grandes de Europa. Para el Ejército sublevado era fundamental apoderarse de ella pues se garantizaba el suministro bélico. “Es la única razón por la que se subleva la guarnición militar en Granada. La fábrica jugará un papel decisivo en el curso de los acontecimientos posteriores”, sostiene el investigador. Los republicanos se habían hecho con la fábrica de armas de Murcia y existía otra en Toledo, pero ninguna de las dos fue tan trascendente como la de El Fargue.

La fábrica cae en manos de los rebeldes el 20 de julio, sin apenas resistencia, y de la “limpieza” que allí hicieron todavía se habla en Granada. González Arroyo maneja datos fiables de, al menos, 170 represaliados que fueron fusilados y enterrados en fosas del barranco de Víznar. En el peor de los casos, si apareciera la documentación de víctimas que fueron baja en circunstancias desconocidas, la cifra podría alcanzar las 450 personas. “La represión fue feroz con los que no se adhirieron a la sublevación, los tibios, entre los que se encontraban militares o personas militarizadas que trabajaban en la fábrica, y aquellos que se significaron en reivindicaciones de carácter sindical”.“Los accidentes no obedecían a actos de sabotaje, que solía ser la excusa para hacer ‘limpieza’, sino a la vorágine de los ritmos de producción y a la inexperiencia de muchos obreros”

Algunas víctimas aparecen en el libro de Eduardo Molina Fajardo ‘Los últimos días de García Lorca’. De otros muchos ni siquiera hay constatada la defunción. Uno de los primeros represaliados, aunque su detención no se produce en el Fargue sino en el Gobierno Civil, es Antonio Rus Romero, maestro taller en la fábrica, significado sindicalista y secretario del Comité del Frente Popular, al que incoaron expediente judicial -junto al presidente de la Diputación, Virgilio Castilla- que desembocó en ejecución sumarísima.

La misma suerte corrió el dirigente sindicalista de El Fargue Miguel Álvarez Salamanca y decenas de compañeros, todos ellos durante el mandato interino del teniente coronel Manuel Barrios Alcón y el coronel Rafael Jaimez. “La llegada del coronel Paradas Fustel corta radicalmente las sacas de obreros, entre otras razones porque conocía las condiciones de precariedad y pudo demostrar que los accidentes no obedecían a actos de sabotaje, que solía ser la excusa para hacer ‘limpieza’, sino a la vorágine de los ritmos de producción y a la inexperiencia de muchos obreros que fueron contratados para dar salida a los explosivos”, explica.

De 510 trabajadores que contaba la fábrica en julio de 1936 se pasa a 1.676 en marzo de 1938, la cifra más elevada de empleados durante la contienda. Otro dato significativo: antes de la sublevación se fabricaban entre 200.000 y 300.000 kilos de pólvora, y 50.000 de explosivos.  Apenas dos meses después del levantamiento militar, en septiembre de 1936, las cifras se multiplicaron por cinco, según los datos de su investigación.

“De crío me llamaba la atención la ambigüedad en el lenguaje, las frases hechas como: ‘el pobre murió cuando la guerra”

Pero las represalias iban más allá de las ejecuciones. A la familia de González Arroyo le confiscaron la casa para convertirla en cuartel de la Falange. “A mi abuelo lo detuvieron y permaneció cuatro meses en la cárcel, le expropiaron sus propiedades y a sus hijos le dieron 24 horas para que la abandonaran la casa. Encontraron un alquiler en el Albaicín pero con el tiempo regresaron a El Fargue”.

Historiador Francisco González Arroyo

El historiador Francisco González Arroyo ojea su libro sobre la represión en Zafarraya.

En dicho barrio nació años después el investigador granadino, quien recuerda de niño la prudencia y el temor que envolvían las conversaciones de los mayores. “Me llamaba la atención la ambigüedad en el lenguaje, las frases hechas como: ‘esas son las cosas que pasaban cuando la guerra’ o ‘el pobre murió cuando la guerra’. No se escuchaba que lo mataron o lo asesinaron”.

Pero lo que le hizo profundizar en sus estudios de historia, especialmente en la represión franquista en Granada, fue el asesinato de un primo hermano de su madre, Miguel Fernández Adarve, encausado en el mismo consejo de guerra  que su primo Saturnino Arroyo Adarve, abuelo de Carlos Cano. Su tragedia le llevó a recorrer los archivos históricos en busca de un atisbo de luz sobre lo que sucedió no sólo en el Fargue, sino en toda Granada.

Precisamente, el mismo día que se constituyeron muchos ayuntamientos de la provincia, el pasado 11 de junio, presentaba -junto a Eusebio Rodríguez Padilla-, coautor de otra investigación, el libro ‘República, Guerra Civil y Represión Franquista en Zafarraya (1931-1945)’, donde se desmenuzan los expedientes que llevaron al paredón a un gran número de vecinos del poniente granadino.

En noviembre de 2006 se rindió un homenaje a los trabajadores del Fargue fusilados en Víznar. El reconocimiento consistió en la colocación de una placa junto a la fosa común donde se cree que están buena parte de las víctimas. González Arroyo, entonces presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Granada, recuerda que había un proyecto para incluir los nombres de todos ellos.  Qué mejor oportunidad que los setenta y cinco años transcurridos del dramático episodio de la guerra civil.

Enlace:

http://granadaimedia.com/la-fabrica-que-decanto-la-guerra/


El Congreso debatirá si los miembros de grupos terroristas pueden beneficiarse de la Ley de Víctimas…

mayo 22, 2011

Foto de la Noticia

Foto: EP

MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) –

   El Pleno del Congreso tiene previsto debatir el próximo martes una proposición no de ley de Esquerra Republicana que plantea que los miembros de bandas o grupos armados que padecieron «persecución o violencia» puedan beneficiarse de las indemnizaciones que contempla la conocida como Ley de Memoria Histórica o, en su caso, de la futura Ley Integral de Víctimas del Terrorismo.

   Esta iniciativa, a la que ha tenido acceso Europa Press, es consecuencia de la interpelación que el diputado independentista Joan Tardà formuló el pasado miércoles al ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, y en ella se compendian gran parte de las propuestas realizadas entonces por los republicanos.

   Aunque Tardà llegó a proponer desde la tribuna de oradores que empresas, fundamentalmente constructoras, que «esclavizaron» a republicanos para construir embalses y carreteras corran con los cargos de las exhumaciones de los restos que aún se acumulan en fosas comunes del Valle de los Caídos, esta sugerencia no ha sido trasladada a la moción.

   Esquerra sí defiende que el Congreso inste al Gobierno a presentar en dos meses un informe sobre las víctimas que padecieron violencia política durante la Transición para que no queden fuera de las leyes sobre esta materia aprobadas hasta ahora o que puedan ver la luz en el futuro.

DOS COMISIONES DE SABIOS

   También reclama que una comisión de expertos forenses y arqueólogos, de acuerdo con las asociaciones de familiares de personas enterradas en el Valle de los Caídos, elabore un informe sobre las medidas necesarias para poder culminar la localización e identificación de todos los restos que sean posibles para facilitar su exhumación y traslado si así lo piden sus familias.

   Además, abogan por la creación de una comisión de juristas propuestos por el Gobierno y los grupos parlamentarios para proponer fórmulas que sirvan para resolver la contradicción jurídica existente entre las interpretaciones defendidas por la Fiscalía General del Estado y los tribunales de Justicia en relación con la nulidad de los juicios políticos del franquismo.

   Según recuerdan, mientras que la Fiscalía considera la declaración legal de ilegitimidad de esas sentencias y de quienes las impusieron equivale a una nulidad, los tribunales sean mostrado a la nulidad de pleno derecho.

   Por último, ERC pide que se adopten las disposiciones normativas necesarias para poder inscribir en el Registro Civil a aquellas personas desaparecidas cuyos datos no constaran en él, así como poder rectificar la información relativa a la causa de fallecimiento. A sus demandas añaden que se preste asesoramiento jurídico a las familias para poder realizar estos trámites.

Europapress vía google noticias


Retirado un solo vestigio franquista en Teruel por la Ley de Memoria Histórica…

mayo 16, 2011
EVA RON / Teruel
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Vidriera del antiguo Banco de España, con el escudo preconstitucional, que ha sido retirada. DIARIO DE TERUEL / ARCHIVO

El Gobierno central ha retirado un solo vestigio del franquismo en la provincia de Teruel en los últimos dos años, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. Se trata de la gran vidriera con el escudo preconstitucional que había en la antigua sede del Banco de España. Además, se han identificado otros cuatro, tres de ellos en dependencias del Ministerio de Fomento y el cuarto en un edificio particular.

En toda España, se han retirado en este periodo un total de 570 piezas que exaltaban el golpe de Franco, la guerra civil o la dictadura. El órgano encargado de ordenar la retirada de estos vestigios en una comisión técnica del Ministerio de Cultura, formada por diez historiadores, dos catedráticos de Historia del Arte y dos arquitectos.

De acuerdo con el balance difundido por este departamento, en Teruel el único elemento que ha sido retirado es la vidriera del lucernario de la planta baja del antiguo Banco de España, en la plaza San Juan, que fue almacenada en el propio inmueble a la espera de que la comisión técnica decida su destino, previsiblemente el almacén del Centro Documental de la Memoria Histórica (CDMH) de Salamanca.

En cuanto a los otros cuatro elementos analizados por el grupo de expertos en la provincia, dos serán mantenidos y uno está pendiente de informe jurídico del Ministerio de Fomento. Con respecto al cuarto vestigio, restos del yugo y las flechas símbolo de Falange en la fachada de una casa particular de Montalbán, se ha acordado sugerir al propietario del inmueble que pinte la pared para eliminar la huella del emblema falangista.

Uno de los vestigios que se ha decidido mantener es el monolito a César Luaces Cañedo que se encuentra en el jardín lateral del edificio de la Unidad de Carreteras de Fomento en Teruel, en la avenida Sagunto. Luaces era ingeniero de Caminos destinado en la Jefatura de Obras Públicas de Teruel, que falleció en combate cerca de Sarrión en los primeros días de la Guerra Civil.

También se ha decidido mantener un peirón próximo a la N-232 en Híjar. Se trata de un monolito de base cuadrada de laque sale un mástil coronado con una cruz. Se colocó en memoria de unos fusilamientos que tuvieron lugar en esa zona durante la Guerra Civil. Las víctimas eran personas sin vínculo con Híjar, cuyos cuerpos fueron recogidos por familiares y enterrados en sus respectivos lugares de origen. Por ello, se descarta que en la zona existan enterramientos.

Pendiente de informe jurídico de Fomento está una lápida dedicada a un soldado alemán muerto en las inmediaciones de Teruel, en la zona de dominio público de la N-420.

La noticia completa, en la edición impresa.

www.diariodeteruel.es vía google noticias


Gobierno y PP, dispuestos a alcanzar un consenso sobre el futuro del Valle de los Caídos…

mayo 5, 2011

Rubalcaba garantiza que no se traspasarán «las líneas rojas» recogidas en la llamada Ley de Memoria Histórica

MADRID, 4 (EUROPA PRESS)

El Gobierno y el PP se han mostrado dispuestos este miércoles a reformar por consenso el uso futuro del Valle de los Caídos en pro de la reconciliación, según han dejado claro el vicepresidente primero del Ejecutivo, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el portavoz del PP en la materia, Jorge Fernández Díaz, en la Comisión Constitucional del Congreso.

Tras anunciar Rubalcaba la próxima creación de una comisión de expertos para presentar ideas en este sentido, Fernández ha asegurado que el PP está dispuesto a colaborar si el objetivo es realmente la reconciliación y si se respetan ciertas «líneas rojas», como el espíritu de lugar de culto y cementerio público del recinto, y el que la política quede «extramuros».

En su turno de réplica, el ‘número dos’ del Ejecutivo ha coincidido con él en que hay «líneas rojas», recogidas además en la llamada Ley de Memoria Histórica, y le ha garantizado que no se van a «traspasar».

La reforma del Valle de los Caídos es el único aspecto de la Ley de Memoria Histórica que se aprobó con acuerdo del PSOE y PP. En concreto, el artículo 16 dispone que el recinto «se regirá por las normas aplicables a los lugares de culto y a los cementerios públicos», y en él «no podrán celebrarse actos de naturaleza política ni exaltadores de la Guerra Civil, de sus protagonistas, o del franquismo».

Esas ‘líneas rojas’, en cambio, no son compartidas por ERC, cuyo portavoz, Joan Ridao, ha alegado que el recinto es más bien «un mausoleo dedicado al dictador» y al fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, no un cementerio civil ni un lugar de culto. Incluso ha dicho no entender por qué sigue oficiando allí la comunidad benedictina.

EL VALLE DE LOS CAÍDOS, UN SITIO «SINIESTRO»

De su lado, la representante de CC, Ana Oramas, ha opinado que España necesita un centro de reconciliación democrática de la Guerra Civil pero en un sitio «digno y agradable», y no «siniestro», «horroroso», que «mete miedo» y «que no tiene arreglo» como el Valle de los Caídos.

Oramas se ha mostrado segura de que muchos progresistas que no han visitado el Valle de los Caídos estarían de acuerdo con ella si se plantearan hacerlo, pero Rubalcaba le ha replicado que la reforma de los usos del recinto no es una cuestión de «estética», sino de que en él están «muy mal enterradas» unas 33.000 personas.

Por eso, al final de su intervención ha emplazado a todos los grupos a proponer nombres de expertos que puedan representarlos en la comisión que presentará propuestas para el futuro del Valle. El representante de CiU, Jordi Xuclà, ha pedido que la comisión presente pronto sus conclusiones para que la cuestión pueda resolverse en lo que queda de legislatura.

En el transcurso de la Comisión, Rubalcaba ha insistido en que la llamada Ley de Memoria Histórica siempre ha pretendido cerrar heridas y no abrirlas, y otros grupos han insistido en sus posiciones tradicionales al respecto: el PP acusando al Gobierno de no hacer una ley para el consenso y los grupos de izquierda reclamándole una posición más proactiva. Ridao ha llegado a tachar la aplicación de la ley de «pusilánime».

LA LEY NO HA QUEBRADO LA CONVIVENCIA EN ESPAÑA

En concreto, el ministro ha replicado a Jorge Fernández, diputado responsable del PP en este asunto, que la Ley de Memoria Histórica no ha creado tensión social ni ha quebrado la convivencia en nuestro país porque, según ha dicho, desde su promulgación «no ha pasado nada de esto», al contrario de lo que auguraba el primer partido de la oposición.

Al representante de Esquerra Republicana, Joan Ridao, que había cuestionado las prospecciones que se han hecho en las criptas del Valle de los Caídos, el ministro ha subrayado la seriedad del informe forense encargado por el Ministerio de Justicia, el cual, según ha insistido, ha revelado que la identificación de los cuerpos allí enterrados es «ciertamente difícil, prácticamente imposible».

«No es bueno abrir expectativas que no seamos capaces de colmar en un tema tan sensible y tan duro como es enterrar a alguien como Dios manda –ha abundado en este sentido–. Es mejor decir que es prácticamente imposible».

Por su parte, el portavoz socialista, Daniel Fernández, ha aprovechado su turno para pedir al PP un diálogo respecto a las exhumaciones de fosas de la Guerra Civil y el franquismo porque, según ha recalcado, las comunidades donde gobierna el PP son las menos activas en esta tarea.

Europa Press via Yahoo! España Noticias

Una turista saca una foto en el Valle de los Caídos. / Efe


El calvario de Garzón…

febrero 6, 2011

El Tribunal Supremo teme que el juicio sobre la Memoria Histórica se vuelva en su contra

Política | 06/02/2011 –

El calvario de Baltasar Garzón, al que algunos ya ven como la estrella caída desde el cielo de la justicia a la miseria del delincuente, alcanzará su cenit el día que se siente en el banquillo para ser juzgado por investigar los crímenes del franquismo, se supone que sin tener derecho para hacerlo. La carrera de Garzón puede acabar en una retahíla de juicios de gran interés, pero el asunto se ha complicado entre las bambalinas de la justicia. La preocupación se instala ahora entre los que tienen que juzgarle.

El asunto preocupa por varias razones: si no se produce un golpe de efecto que cambie el programa, el primer proceso al que se verá sometido Garzón –hay dos casos más que le afectan– será el de la Memoria Histórica, es decir, el de la investigación de los centenares de miles de desapariciones forzosas del franquismo. Esa ponzoña consiste en tener que regresar al más oscuro pasado español en la sala de un tribunal en la que se hablará de la magnitud de una tragedia que, según investigaciones en curso, ya se acerca a las 300.000 personas asesinadas o desaparecidas.

Debe tenerse en cuenta que cuando Garzón se inhibió de la causa, el censo que manejó rozaba los 140.000 nombres, cifra que sorprendió por lo elevada y que, entre otros elementos, fue argumento para poder hablar de genocidio planificado, circunstancia que anularía la amnistía vigente en España que perdona los desmanes de la dictadura. Pero el tribunal se encontrará con una cifra que crece y, además, con nuevos datos que ponen en la picota al régimen anterior. Con esos elementos, será moralmente muy difícil para el tribunal sostener que la amnistía lo cubría todo y que el juez Baltasar Garzón prevaricó al intentar buscar a los miles de desaparecidos causados por una política diseñada por Franco.

El juzgador juzgado. ¿Qué preocupa en el Tribunal Supremo? Pues que el juicio a un juzgador se convierta en un proceso al franquismo y de rebote a los jueces de la Sala Segunda del Tribunal Supremo. En ese supuesto, el procesado aparecería como una víctima de la dictadura que en cierta forma representarían los magistrados que le juzgarán. Obviamente es un papel que no apetece representar aunque alguno de los jueces, como el ponente, Adolfo Prego, no oculte vinculación con la Fundación para la Defensa de la Nación Española (Denaes) o publique en la revista del Valle de los Caídos.

Estaba previsto que Baltasar Garzón afrontara el proceso de la Memoria Histórica durante la segunda semana este mes de febrero, pero una recusación de su defensa contra varios magistrados ha causado un retraso de tal suerte que en los pasillos del Ministerio de Justicia y del Tribunal Supremo se habla de mediados de marzo como fecha probable para el juicio con la posibilidad –esperada– por más de uno, de alcanzar abril o mayo para dar tiempo a que Garzón sea juzgado antes por las escuchas de Gürtel. Un cambio deseado.

El efecto del cambiazo. Garzón está también acusado de autorizar escuchas presuntamente ilegales de conversaciones de los presos de Gürtel con sus abogados. Esta causa debe juzgarse después de la Memoria Histórica. Se trata de un juicio muy rápido, tan sólo de una mañana de duración, pues Garzón se ha quedado solo con su acusación, ya que el Supremo no consideró acusar a los policías que investigaban, a las fiscales que intervenían, o al juez que prolongó las escuchas después de Garzón. Así pues, el temor a efectos perniciosos para la justicia española a cuenta del caso de los crímenes del franquismo ha provocado conversaciones entre jueces, calificadas para este diario por las fuentes informantes de “informales, especulativas y de charlas de café entre amigos”, en las que se plantea la búsqueda de una fórmula que permita juzgar a Garzón antes por Gürtel que por la Memoria Histórica.

¿El motivo? Pues si a Garzón le condenaran por las escuchas Gürtel perdería su fuero y el caso de la Memoria Histórica pasaría a un juzgado ordinario de Madrid. Es una obviedad que, si se diera este supuesto, el juicio al franquismo perdería fuelle, pues ya no sería una Sala del Tribunal Supremo del Reino de España la que se las tendría que ver con un proceso con visos de histórico.

En todo caso, el asunto nace enturbiado, dado que la Fiscalía ha pedido el archivo de la causa mientras que las acusaciones particulares son el sindicato ultraManos Limpias y la nostálgica asociación Libertad e Identidad.

Los otros acusadores. El Tribunal Supremo evitó que Falange Española participara como acusación, así como el hijo de Francisco Gómez-Jordana, ministro de Exteriores de Franco durante la Segunda Guerra Mundial.

Apenas ha trascendido, pero el hijo del ministro trató de personarse por injurias contra su padre, como si Gómez-Jordana, que aparece citado en el auto de inhibición de Garzón como uno de los responsables políticos de las matanzas, hubiera sido un hombre ajeno a los desmanes del franquismo inicial. Pero Gómez-Jordana, que llegó a pasar por anglófilo, amigo de Estados Unidos y tolerante tuvo una doble cara pues firmó, el 10 de febrero de 1943, un pacto secreto con los nazis, que –tal como reveló La Vanguardia en verano del 2005– sorprendió a los aliados. Asimismo, Gómez-Jordana, hostigó a los embajadores españoles que salvaron judíos por su cuenta, después de que el gobierno al que pertenecía rechazara por dos veces consecutivas la oferta formal nazi de salvar del holocausto a los judíos de origen español. Este dato histórico, trascendente, fue revelado por La Vanguardia en la serie de reportajes sobre el holocausto publicados entre el 25 de mayo y el 9 de junio del 2008.

La duda: exterminio planificado. La duda histórica que afecta al caso de Garzón es si Franco planeó un supuesto exterminio. Las nuevas cifras de víctimas con las que cuentan los investigadores permiten pensar que sólo un plan explica su magnitud. Pero hay más datos históricos para incluir en el debate y según se interpreten implicarían que Garzón no habría prevaricado. Por ejemplo, Fritz Kolbe, alias Woods, el mejor espía alemán de toda la guerra reveló a Estados Unidos (véase ‘La Vanguardia’ del 19/VII/2005) que el 5 de febrero de 1944 Franco dijo a los alemanes “que se estaba creando una lista de rojos y enemigos del gobierno y que se tomarían medidas extremas para deshacerse de estas personas”. El dato figura en la “Nota secreta serie Boston, número 130”, de la Oficina de Servicios de Estratégicos (OSS). El receptor de la información fue Alan Dulles, director de la futura CIA.

Las cifras. Los investigadores calculan que las desapariciones forzadas en España alcanzan las 300.000 personas. No obstante, por ahora y hasta que su trabajo finalice, hay dos censos a los que ha tenido acceso este diario. Uno, con una relación de víctimas que tiene 2.914 páginas y 126.350 nombres, y otro, algo más completo, de 3.731 páginas con 138.037 nombres. Ambos, obviamente, provisionales.

La Vanguardia vía google noticias

 


Una pintada fascista lleva 10 días sobre una placa a represaliados…

febrero 3, 2011

TERESA CUÍÑAS – Vigo – 03/02/2011

En algún momento durante la madrugada del lunes 24 de enero, alguien estampó su firma sobre la placa que recuerda a las personas fusiladas por el franquismo contra el paredón de las tapias del cementerio vigués de Lavadores. Desde entonces, una pintada en color rojo con el yugo y las flechas, emblema de la simbología falangista, cubre la inscripción en recuerdo de 21 personas asesinadas en el lugar entre el 14 septiembre de 1937 y el 8 de abril de 1942: 19 hombres, dos mujeres y los cinco miembros de una misma familia. Hoy hace una semana que la Asociación Viguesa pola Memoria do 36, promotora del monumento de recuerdo instalado en octubre de 2008, denunció el ultraje y solicitó la limpieza de la placa en el registro oficial del Ayuntamiento de Vigo. Sin embargo, la pintada todavía se podía ver ayer sobre la placa.

El Ayuntamiento de Vigo asegura que comenzará hoy a limpiar la placa

Fuentes del Ayuntamiento reconocen que el protocolo de actuación marcado para estos casos indica que se debe actuar en un plazo de 24 horas, por lo que la pintada se limpiará «a lo largo de la mañana» de hoy. Las mismas fuentes comprobaron también que la denuncia que realizó la asociación no había seguido su curso porque quizá «se haya traspapelado», justificaron.

No hay pistas sobre el autor o autores del ataque, que posiblemente se ampararon en la nocturnidad, como ocurrió en un acto vandálico anterior con diseño de hoz y martillo, en aquella ocasión. «Sea odio, desprecio o cachondeo está claro que alguien no quiere que reposen tranquilos; pero además tampoco hay demasiado interés por estos temas en el Ayuntamiento», afirma el presidente del colectivo memorialista, Telmo Comesa, que lamenta la actitud del regidor. «Estamos acostumbrados a que este alcalde [el socialista Abel Caballero] ningunee a esta asociación, declarada Viguesa Distinguida por la Corporación Municipal en 2007», indicó.

Según Comesaña, el lugar donde se instaló la placa es utilizado a diario por las familias de los represaliados y es frecuente encontrar flores frescas a sus pies, por lo que varias personas «ya se han ofrecido a limpiar por su cuenta y riesgo». Desde hace varios meses, la asociación mantiene un pulso con el Gobierno local para que se retire de la cruz franquista erigida en el monte de O Castro, todavía sin éxito.

El País.com (Edición de Galicia) /Vigo

Imagen de la pintada realizada en el monumento a los represaliados del franquismo en Villalpando. Foto L. O. Z. (laopinióndezamora)


«Las manos sucias de la justicia española»

febrero 2, 2011

Aunque ningún cable revelado por WikiLeaks hace referencia a la investigación de los crímenes franquistas que abrió Baltasar Garzón en 2008 y a pesar de las declaraciones del propio juez sobre la independencia de la justicia española frente a las presiones de la embajada estadounidense, esta claro que había una conspiración entre el gobierno de Estados Unidos y altos cargos de la justicia española para evitar la libertad de acción de Garzón en asuntos que tuvieran que ver con crímenes contra la humanidad y la aplicación del concepto de justicia universal.

No cabe duda que Washington estaba preocupada sobre todo por su investigación de torturas en la base militar de Guantánamo y que les importó un bledo los 114,000 desaparecidos españolesexterminados por el régimen de Franco, aunque si empiezas a excavar rápidamente aparecen los restos de responsabilidad estadounidense por facilitar el genocidio de «los rojos».

¿Pero qué puedes esperar de un super país? Se trata de una Real politik que no debe extrañar a nadie que conozca lo más mínimo la política exterior de Estados Unidos. Sin embargo, el comportamiento de fiscales y jueces como Cándido Conde-Pumpido y Javier Zaragoza nos debería asustar tanto como para hacer una revisión de la suspensión de Garzón y su juicio pendiente en el Tribunal Supremo.

La única manera de mostrar la integridad y honradez de la justicia española es castigar a sus traidores

Si fue difícil creer en su momento que Falange, responsable de la ejecución sistemática de miles de personas durante el golpe de estado de 1936, puede ejercer tanto poder en el marco jurídico actual, junto a un «sindicato» ultraderechista que tiene el mal gusto de llamarse Manos Limpias, ahora se entienden mejor los múltiples autos de Javier Zaragoza en contra de la investigación del franquismo desde su primer momento.

La presión metida a Garzón por abrir su investigación histórica era extraordinaria, totalmente incoherente con la previa aplicación de la justicia universal por el magistrado y otros jueces de la Audiencia Nacional y, al final, acabó resultando un aborto de la justicia a tan sólo un mes después de abrirse la investigación. Todos sabemos que pasó a continuación. Animado por los argumentos utilizados por Zaragoza y la votación en contra de la investigación de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Falange y Manos Limpias denunciaron a Garzón por prevaricación.

Si la increíble revelación de que el propio juez Luciano Varela ayudó a los querellantes a elaborar sus denuncias contra Garzón no fue suficiente para archivar el caso, la revelación de WikiLeaks en la que se ven claramente determinadas «manos sucias» de la justicia española debería ser motivo no solo para la anulación de la suspensión de Garzón, sino también la inmediata dimisión de Zaragoza y Conde-Pumpido. Mientras haya un claro consenso de los expertos de la justicia internacional en que Garzón no fue culpable de prevaricar, sería más que injusto que ellos siguieran en sus cargos después de haber puesto los intereses de Estados Unidos por encima de la independencia de la justicia española y la libertad de Garzón.

Aunque no sabemos si la denuncia y la suspensión de Garzón forma parte de la conspiración en su contra llevada a cabo por los diplomáticos estadounidenses y determinados fiscales y jueces españoles, ahora la única manera de mostrar la integridad y honradez de la justicia española es castigar a sus traidores y restaurar en su cargo al ejemplar defensor mundial de los derechos humanos.

Scott Boehm es investigador en The Spanish Civil War Memory Project de la Universidad de California-San Diego.

Memoria Pública (Público.es)


El mercado negro se inició con el franquismo, según un auto de Garzón…

enero 29, 2011

28/01/2011

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Un auto del juez Baltasar Garzón, que trato de abrir una causa para escalecer el franquismo, sitúa el origen de este mercado negro. Desde finales de los años 30 hasta 1977 más de 30.000 niños fueron secuestrados de forma sistemática, según el auto. El objetivo, en el que la Acción Social de La Falange y la Iglesia jugaron un papel importante, era limpiar «la raza» del marxismo a una edad temprana. Los niños robados acababan en brazos de parejas adeptas al régimen que deseaban tener hijos y no podían.

Pero, según algunos investigadores y la asociación Anadir, el negocio de bebes robados continuó hasta finales de 1987. En ese año el Ejecutivo presidido por Felipe González promulgó una ley de adopción que acabó con la legislación anterior, suficientemente irregular, según los expertos, para que apenas hubiera control sobre las adopciones que se producían.

De acuerdo con los informes, los casos más numerosos se registraron durante los años 60 y 70 y los más famosos son los de las clínicas de San Ramón y O´Donnell, ambas en Madrid, Santa Isabel y La Cigüeña en Valencia, Zamacola en Cádiz, la Maternidad de Barcelona y la maternidad de Zaragoza, entre otras.

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