El ‘cura verdugo’ del penal de Ocaña

marzo 24, 2013

Entre 1939 y 1959, 1.300 presos políticos fueron asesinados en Ocaña. El capellán de la prisión era el encargado de dar el tiro de gracia.

ALEJANDRO TORRÚS Madrid 24/03/2013

Grupo de presos dentro de la carcel de Ocaña

Grupo de presos dentro de la carcel de OcañaCEDIDA POR AFECO

«La luna lo veía y se tapaba / por no fijar su mirada / en el libro, en la cruz / y en la Star ya descargada. / Más negro que la noche / menos negro que su alma / cura verdugo de Ocaña».

Estos versos anónimo escritos por presos republicanos de la cárcel de Ocaña en 1941 bajo la supervisión de Miguel Hernández, según relató el militante comunista Miguel Nuñez en sus memorias, es el único documento escrito que da fe de los crímenes cometidos por “el cura verdugo de Ocaña”, tal y como los reos le bautizaron. Se trataba del capellán del penal de esta localidad toledana, también conocido entre los familiares de los reclusos como el “cura asesino”. Un religioso entre cuyas funciones se encontraba dar el tiro de gracia a los republicanos condenados a muerte.

“Todos sabíamos que era el cura. Participaba en las palizas y después gustaba de coger su pistola y dar el último disparo. Pero poco sabíamos de él. No se dejaba ver por el pueblo y un buen día desapareció de la prisión. Ni siquiera recuerdo su nombre”, cuenta a Público Teófilo Fernández, de 75 años. Su abuelo, de quien heredó el nombre, fue fusilado el 8 de julio de 1939 por “el gran delito de pertenecer a Juventudes Comunistas”.

En la memoria de este hombre, sin embargo, sí ha quedado marcada una imagen: la de decenas de presos caminando desde el penal hasta el cementerio en mitad de la noche. En una larga y profusa fila. Presos cabizbajos seguidos de una camioneta militar. Los registros dan fe de que una noche llegaron a ser 57 los fusilados. “A veces, cuando eran pocos, iban todos en la camioneta”, recuerda. Después llegaba el silencio más absoluto y, por último, el ruido de una ametralladora que los verdugos apoyaban sobre un montón de piedras.

Los registros recogen hasta 57 fusilamientos en una nocheTambién recuerda Teófilo las mañanas en las que acompañaba a su madre al cementerio para poner flores a la fosa común donde descansan los restos de su padre. Las tres fosas del pequeño cementerio permanecieron abiertas hasta 1945 y él, siendo un niño de 5 años, podía ver los cuerpos de los fusilados comidos por la cal. Entre ellos, el de su progenitor

Otros días, llegar hasta la fosa se hacía imposible. “Muchas veces tuvimos que salir corriendo y escondernos en cualquier lugar cuando íbamos al cementerio. Las familias de derechas nos señalaban, nos insultaban y temíamos que nos mataran”, señala este hombre. El miedo no es de extrañar. Además de su abuelo, murieron otros tres familiares fusilados en el penal.

1.300 fusilados

Sólo en Ocaña, un pueblo de apenas 11.000 habitantes de la provincia de Toledo, se registraron entre 1939 y 1959, fecha del último fusilamiento, 1.300 víctimas de la represión franquista. En su pequeño cementerio se concentran tres fosas comunes. La mayoría murieron fusilados, pero un gran número de ellos lo hicieron enfermos dentro de la prisión. La Asociación de Familiares de Ejecutados en la Cárcel de Ocaña, tras examinar los registros del penal, señala que en invierno la lista de fallecidos aumentaba considerablemente debido a las penosas condiciones de vida a las que estaban sometidos los presos. En muchos casos los verdugos ni siquiera necesitaban balas para cometer sus crímenes.

“Hemos encontrado varias partidas de defunción de bebés, que morían en la cárcel. Era habitual que las presas tuvieran allí a sus hijos. De hecho, conozco un caso escalofriante”, narra Carmen Díaz, vicepresidenta de la asociación. “Una presa fue condenada a muerte pero tenía un bebé en edad de lactancia. Las monjas permitieron que la presa continuara con vida hasta que el bebé cumplió dos años. Entonces, se lo quitaron de los brazos y la fusilaron. El bebe fue abandonado entre los matojos, aunque me consta que logró sobrevivir”, cuenta esta mujer, cuya historia familiar no es menos  trágica.

“En el penal de Ocaña conocí lo más duro para un condenado a muerte: la soledad», detalla Marcos Ana

Su abuelo murió en la prisión tras ser juzgado tres veces:una para condenarle a muerte, otra para conmutarle la pena por 30 años de prisión y, finalmente, una última ocasión, en la propia cárcel, para condenarlo de nuevo a muerte. La sentencia fue ejecutada inmediatamente sin avisar a los familiares. “Sospechamos que el último juicio fue un fraude ya que no aparece en ningún registro. Simplemente, querían verlo muerto”, cuenta a Público Carmen.

Marcos Ana y Hernández

La cárcel de Ocaña ha pasado a la historia como uno de los símbolos de la represión franquista. Tanto por el alto número de fusilados como por el nombre de los presos que albergó. Entre sus barrotes estuvieron Miguel Hernández y el poeta Marcos Ana en el año 1940-41, el primero, y a partir de 1944, el segundo. A pesar de la breve estancia de Hernández en la prisión, su figura se ha transmitido en la historia oral de los familiares de las víctimas.

“Siempre se ha contado que Miguel Hernández enseñaba a leer y a escribir a los presos republicanos y que, a escondidas de los guardias, organizaba clases de poesía. El poema de El cura verdugo surgió de esas clases”, asegura Julián Ramos, cuyo abuelo fue fusilado en el cementerio de Ocaña por ser el alcalde socialista de San Bartolomé de las Abiertas (Toledo).

La versión de Julián del poema fue corroborada por el militante comunista Miguel Nuñez, fallecido en 2008, quien estuvo preso en el mismo municipio en aquellos años y relató este episodio en sus memorias. No obstante, este diario no ha podido corroborar la autoría del poema tras consultar biógrafos y expertos de la vida y obra de Hernández.

Marcos Ana, el reo político que pasó más tiempo en las cárceles franquistas (23 años), describió para el documental ‘Memoria Viva’ las condiciones de vida del penal de Ocaña, donde estuvo preso hasta 1946.

“En el penal de Ocaña conocí lo más duro para un condenado a muerte: la soledad. Me llevaron a una pequeña celda, de unos dos metros de largo y tan estrecha que con los brazos en cruz tocaba las paredes. Una puerta de hierro, un retrete en un rincón, un colchón de esparto y un pequeño y alto tragaluz enrejado iban a formar mi nuevo universo. Nos dejaban salir al patio dos veces al día, una hora por la mañana y otra por la tarde”, detalla el poeta, que añade que el momento más triste del día era el atardecer, cuando se despedían unos de otros “sin saber si aquél sería el último abrazo”.

Poema íntegro

Muy de mañana, aún de noche,
Antes de tocar diana,
Como presagio funesto
Cruzó el patio la sotana.
¡Más negro, más, que la noche
Menos negro que su alma
El cura verdugo de Ocaña!

Llegó al pabellón de celdas,Allí oímos sus pisadas
Y los cerrojos lanzaron
Agudos gritos de alarma.
“¡Valor, hijos míos,
que así Dios lo manda!”
Cobarde y cínico al tiempo
Tras los civiles se guarda,
¡Más negro, más, que la noche
Menos negro que su alma
El cura verdugo de Ocaña!

Los civiles temblorososLes ataron por la espalda
Para no ver aquellos ojos
Que mordían, que abrasaban.
Camino de Yepes van,
Gigantes de un pueblo heroico,
Camino de Yepes van.
Su vida ofrendan a España,
Una canción en los labios
Con la que besan la Patria.
El cura marcha detrás,
Ensuciando la mañana.
¡Más negro, más, que la noche
Menos negro que su alma
El cura verdugo de Ocaña!

Diecisiete disparosTaladraron la mañana
Y fueron en nuestros pechos
Otras tantas puñaladas.
Los pájaros lugareños
Que sus plumas alisaban,
Se escondieron en los nidos
Suspendiendo su alborada.
La Luna lo veía y se tapaba
Por no fijar su mirada
En el libro, en la cruz
Y en la “star” ya descargada.
¡Más negro, más, que la noche
Menos negro que su alma
El cura verdugo de Ocaña!

http://www.publico.es/452554/el-cura-verdugo-del-penal-de-ocana


‘Rojos’: veinte historias de víctimas del franquismo

noviembre 18, 2012

Un documental recoge los testimonios de guerrilleros, maestros republicanos, prisioneros de los campos de concentración, exiliados y brigadistas que combatieron al franquismo en la Guerra Civil y durante la posguerra…

María Sanz / EFE Alicante 17/11/2012

Cartel del documental

Cartel del documental

Más de veinte testimonios de represaliados alicantinos por el franquismo se reúnen enRojos, un documental promovido por la Asociación de Víctimas 17 de Noviembre, que se estrena este fin de semana en Orihuela (Alicante).

Los Rojos son, en palabras de la productora del documental y secretaria del colectivo, Amparo Pérez, quienes combatieron al franquismo en la Guerra Civil y durante la posguerra, y entre ellos se cuentan «guerrilleros, maestros republicanos, prisioneros de los campos de concentración, exiliados y brigadistas». El reportaje es un resumen de una serie más amplia de documentales en los que también se rinde homenaje al poeta Miguel Hernández como una víctima más y, aunque se centra en Orihuela, la ciudad de Alicante también ocupa un lugar destacado en el metraje como «el último reducto republicano».

De hecho, en 1939 zarpó del puerto de esta ciudad el carguero inglés Stanbrook, con el que partieron los últimos exiliados republicanos rumbo a Orán (Argelia). En este barco, con apenas cuatro años de edad, viajaba Helia González junto a su familia, quien recuerda que la misma tarde en que su padre, el republicano Nazario González Monteagudo, «llegó del frente, nos fuimos para elStanbrook«. «Recuerdo que el capitán me cogió en brazos para cruzar la pasarela y subir al barco. Era un hombre que parecía que estaba en todas partes, no se separaba de todos nosotros ni un momento», ha apuntado antes de añadir que al llegar a la costa argelina lo primero que recuerda es «el olor del pan recién hecho».

En el Stanbrook viajaba también José Escudero Bernícola, un abogado oriolano que había sido gobernador civil de la República en Salamanca, Zamora y Granada, y a quien perseguían los franquistas. Su nieto, el escritor Paco Escudero, participa en el documental leyendo una carta en la que su abuelo describe la travesía hasta llegar al puerto de Orán.

Según afirma Amparo Pérez, en Rojos predomina la parte emocional de los relatos personales. Ha insistido en que se ha intentado «dar una visión positiva» de las historias de los protagonistasya que «algunos de ellos se mostraban agradecidos por las experiencias que les había tocado vivir, por lo que habían aprendido» mientras que «otros se sorprendían de haber sobrevivido a los campos de concentración». Además, «los que se exiliaron siempre fueron optimistas porque valoraban que haber salido del país era una suerte enorme», ha agregado la realizadora.

http://www.publico.es/espana/446003/rojos-veinte-historias-de-victimas-del-franquismo


Justicia crea un archivo sobre los 4.440 españoles que murieron en campos de concentración nazis…

septiembre 23, 2012

Lanza un buscador en la web del Ministerio para obtener los datos de los fallecidos en Alemania y Austria.

EUROPA PRESS. MADRID. 19/09/2012

Españoles en el campo de Mathausen

Españoles en el campo de Mathausen

El Ministerio de Justicia ha puesto en marcha una base de datos a través de la cual se podrá acceder a la información sobre los 4.440 españoles que murieron en los campos de concentración nazis de Austria y Alemania durante los años de la posguerra española, ha informado este miércoles de departamento del Alberto Ruiz-Gallardón. El Gobierno considera que esta iniciativa es de interés tanto para investigadores como para particulares, y es accesible a través de la pestaña de Memoria Histórica, en la web del Ministerio de Justicia.

La base de datos funciona a través de un buscador en el que se pueden rellenar uno, varios o todos los campos que ofrece, de forma que el sistema arrojará la información que coincida con los campos completados. Para cada una de las 4.440 víctimas, la aplicación ofrece su nombre y apellidos, fecha y lugar de nacimiento, fecha y lugar de fallecimiento, y el documento histórico original del aviso de deceso. Las certificaciones relativas a esta documentación podrán solicitarse al Registro Civil Central.

El lanzamiento de esta base de datos ha sido posible gracias al proceso de digitalización de las fichas enviadas por el Ministerio de Excombatientes y de Víctimas de la Guerra de Francia, en las que se incluyen los avisos oficiales de decesos de los fallecidos en campos de concentración. Estos datos se encontraban encuadernados en diez volúmenes que entraron en el Registro Civil español a mediados de los años cincuenta, en los cuales aparecen los datos de estas personas. Una vez digitalizada la información, se ha procedido a ordenarla y a elaborar la base de datos.

Con esta actuación, la División de Derechos de Gracia y otros Derechos completa el trabajo iniciado por la Oficina de Víctimas de la Guerra Civil y de la Dictadura, cuyas competencias ha asumido tras la reestructuración del departamento. Justicia considera que esta iniciativa se encuadra en la «normal aplicación y desarrollo de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura».

http://www.publico.es/espana/442575/justicia-crea-un-archivo-sobre-los-4-440-espanoles-que-murieron-en-campos-de-concentracion-nazis


“Toma mi chaqueta porque mañana al amanecer nos fusilan”…

abril 29, 2012
Por

Francisco Merino Osuna, nace en la localidad cordobesa de Castro del Río en el año 1916. De profesión campesino, era hijo de Francisco Merino e Inés Osuna.
Marcado su destino por haber nacido en Castro del Río, baluarte del anarquismo de la campiña cordobesa, donde el anarquismo florece logrando una influencia decisiva entre los obreros y campesinos sin tierra, Francisco desde muy joven asume la ideología anarquista, utilizando esta a lo largo de toda su vida como  referente como filosófico social e ideológico.
Sin duda alguna en ello influyo el que le tocara vivir una época marcada por la agitación social y la efervescencia revolucionaria para las clases económicamente más desfavorecidas en una sociedad donde los oprimidos y explotados lucharán denodadamente por deshacerse del yugo de la opresión y la injusticia.

Los acontecimientos desatados a raíz del alzamiento militar del 18 de julio de 1936, sorprenderán a Francisco Merino Osuna ( un joven de apenas veinte años cumplidos) trabajando en el campo. Inmediatamente  de conocer la noticia regresara junto a toda la cuadrilla de jornaleros a ponerse a las ordenes del sindicato FAI-CNT.
Los días que acontecerán posteriormente, marcarán a toda una población que se vera envuelta en la defensa a ultranza de la localidad, contra los intentos militares de tomarla por las armas, ante la defensa organizada de las masas obreras, entre las que se encuentra Francisco.

Castro del Río, resistirá valientemente los envites de la artillería y la aviación enemiga y las incursiones de los legionarios y los moros, convirtiéndose en el último reducto “republicano” de la campiña, la última esperanza de salvación para miles de personas que huyen de sus localidades de origen al contemplar las detenciones, matanzas y asesinatos cometidos en las mismas tras caer en manos de las nuevas autoridades que inmediatamente aplican el bando de guerra e imponen el nuevo orden.
La resistencia será feroz y costara muchas vidas. En la misma participan miles de personas, casi todas encuadradas en las llamadas “centurias confederales”, dentro de la estructura militar organizada por la CNT para la defensa.
Con la caída de Castro del Río, la desbandada humana y el éxodo interior se producirá hacia la zona de Andujar y Jaén. Propiciando que miles de personas se desplacen hasta estas localidades cercanas. Francisco Merino Osuna, saldrá de Castro del Río también formando parte de este contingente humano.

Con su llegada a la localidad e Andujar, se alistará en el Ejercito Republicano, formando parte de la 25 Agrupación de Milicias Populares, siendo movilizado inmediatamente al frente de Ciudad Real.
Durante casi dos años permanecerá en este frente. Años durante los cuales unirá su vida para siempre a la de su esposa Carmen Trujillo García, de 17 años de edad, el día quince abril de mil novecientos treinta y ocho.

Enfermo de bronquitis aguda, ese mismo año a finales del verano, será de nuevo enviado a Andujar, esta vez a la Unidad de Infantería del Centro de Reclutamiento de Instrucción y Movilización n° 4 de Jaén, (C.R.I.M.N° 4) donde permanecerá hasta el final de la guerra.
Dotado de un salvoconducto, para trasladarse a la “Venta del Chano”, en Castro del Río ( lugar donde quiere fijar su residencia) obtiene la licencia el día 22 de marzo de 1939. Las comandancias militares de Villanueva de Córdoba y Bailen, sellarán el mismo a su paso por ellas.
Tras su llegada a la Venta del Chano a comienzos del mes de abril de 1939, Manuel rehace su vida junto a su esposa, y a su hijo Francisco nacido unos meses antes.
La guerra había terminado, pero la paz tardaría en llegar, como ocurre en todas las guerras y Francisco esta a punto de descubrirlo.

Será abordado un día de comienzos del mes de mayo en plena calle por “un señorito” que literalmente le dice “… ¡ rojillo, a ti tenia yo ganas de verte¡” , será acusado, detenido encarcelado.
La acusación de autor de un delito de rebelión militar , hará que el Consejo de Guerra Permanente de Urgencia de Castro del Río, dicte sentencia de pena de muerte, el día 13 de mayo de 1939 .

Su mujer y su familia, le visitarán en la cárcel local todos los días para llevarle la comida, hasta un día antes de su muerte.
” …, toma mi chaqueta y mis objetos personales, porque creo que mañana al amanecer nos fusilan.”
Fueron las últimas palabras que su esposa pudo cruzar con él. Su viuda la aprendió de memoria para estar segura de que jamás las podría olvidar.

El día 19 de junio de 1939, en las tapias del cementerio de Castro del Río, Francisco Merino Osuna, que contaba 23 años fue asesinado.Su cuerpo sin vida sería arrojado junto a otros a una fosa común en el interior del cementerio municipal.
Dejo viuda y un hijo de apenas un año. Manuel murió joven, muy joven, demasiado joven, nadie debería morir a esa edad …

Dos años más tarde, un cartero traería una carta a su esposa Carmen, enviada desde el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas. En la misma se le hacia saber a ella y a su hijo ( de tres años de edad), que el nuevo estado había abierto un expediente a su marido por observar que el caso de Francisco Merino había constituido un caso de responsabilidad política de carácter grave. Por lo que lo condenaban de nuevo ( pesar de llevar mas de dos años muerto) como incurso en un caso de responsabilidad política, a la sanción de “… pago de la cantidad de cien pesetas “.

El asesinato de Francisco Merino, sería registrado en el registro civil de Castro del Río, el mismo día 19 de junio de 1939.
Años mas tarde su viuda sería citada al Juzgado para que firmara unos documentos, que se negó a firmar. Amenazada con ser fusilada, se pretendió que Carmen firmase un documento en el cual se aseguraba que su esposo Francisco Merino, había muerto de muerte natural. Su viuda se negó rotundamente, gritando ¡ A Paco lo habeis matado ¡ ¡ Asesinos ¡.
Otra historia más , tan injusta, tan grave, tan triste … Manuel no tuvo suerte. Este país no tuvo suerte.
Este país, tuvo una vez una oportunidad, , no la tuvo la razón ni la tiene aún hoy la justicia … ni la libertad.

http://blogs.publico.es/memoria-publica/2012/04/25/toma-mi-chaqueta-porque-que-manana-al-amanecer-nos-fusilan/


Memorias de un preso republicano…

diciembre 11, 2011

Por

A mi abuelo, Manuel de la Peña Piñeiro
Esta es su historia. Él no pudo contarla, así que yo recojo el testigo.


Es posible prepararse para la derrota, él ya lo había hecho; pero nadie puede estar preparado para la represión y la venganza. Alimentar el odio, dejarle crecer en los corazones, regarle con miedo y con rencor, cada día, golpe a golpe, discursos a discurso, condena a condena… Abrir un abismo insondable entre las víctimas y los verdugos, un abismo de horror, impotencia y desesperanza.

La cárcel es fría, piedra en los corazones, cuerpos hacinados, miradas perdidas, puños apretados, piernas temblorosas. El hedor es insoportable. Llega al estómago, y allí se instala hasta provocar náuseas. Y luego, en la boca, un sabor a metal y jugos gástricos.
La noche ha caído sobre ellos, una noche muy larga y muy feroz, una noche sin tregua ni alborada…Cárceles, rejas, cadenas.Muros, tapias, cementerios. Hombres escuálidos, tristes.
Hambre, miseria y silencio

Escribir, escribir… Es la única forma de sobrevivir a la barbarie, a la soledad, a la tortura, a la muerte.
“Escribe Carmiña, escribe…” Y gracias a las cartas y los versos, que van y vienen como pájaros blancos surcando la memoria y el desastre, el aire se hace un poco respirable entre muros, tapias y cielos imposibles. Escribiendo conjura la amargura, la pena de saberse entre barrotes, con un futuro incierto y una condena injusta, incomprensible. ”La guerra, madre, la guerra”… Los versos del poeta, también encarcelado, golpean sus sienes.

Él nunca ha empuñado un arma, nunca ha hecho daño a nadie. Es demasiado joven para que su cabello se haya vuelto blanco, un mechón por cada día encerrado entre rejas, por cada condena a muerte revocada, por cada abrazo no dado a sus seres queridos, por esa juventud arrebatada en vano.

Ahora sólo las palabras lo salvan del abismo, le hacen reconocerse como hombre, no olvidarse de quién es, de quién ha sido. Es fácil sucumbir al derrotismo, cerrar los ojos y dejarse llevar.
Ha ganado la España grande y libre, y ahora ejecuta, impune, su orquestada revancha. Él es sólo uno más, una pequeña pieza de un oscuro y sórdido engranaje basado en la violencia y en el miedo, en el silencio y en la delación. Es fácil sucumbir a la mentira de que ahora todo el mundo vive en paz, es fácil creer, es fácil rendirse y renunciar.
A su lado dormita un maestro asturiano que trajeron hace unos días (¡qué terrible pecado pretender enseñar a los niños, sin cruz ni catecismo, a buscar las respuestas en los libros prohibidos!). Entre los dos ha nacido una hermosa complicidad, una fraternidad de la injusticia que les ayuda a soportar las penas.

Se han llevado al maestro. En su catre ha dejado doblado un poema:”Para tu álbum de penas”, escrito con una caligrafía impecable. Nunca volverán a verse. Pero eso él no lo sabe, como no sabe, ni tan siquiera acierta a sospechar, que será su nieta, muchos años después, la que saque a la luz ese poema, la que lo lea una y otra vez buscando en él la hermosa semblanza del que fuera su abuelo (“delgado, cimbreño, de líneas escuetas/ los ojos enormes, las manos inquietas…”).

De aquellos hombres no quedan nada más que las palabras, los poemas que escribieron, vencedores del odio y de la rabia. Nadie podrá quitarles lo que fueron. Su victoria es perdurar en nuestra memoria, aunque haya quien no lo entienda, quien no sepa la importancia de abrir las ventanas y dejar volar todas las palomas, tanto tiempo encerradas. Si les negamos ser reconocidos, si no les concedemos el merecido homenaje de ser recordados, entonces su dolor y su sacrificio habrán sido en vano, y eso si que, sus hijos y sus nietos, no vamos a consentirlo.

Todos los versos están sacados del libro Poemario a dos voces, Manuel de la peña Piñeiro y Marisa de la Peña, ed. La factoría de ediciones.
Texto: Marisa de la Peña

Público.es

http://blogs.publico.es/memoria-publica/2011/12/08/memorias-de-un-preso-republicano/


Un jardín en el erial de la memoria…

octubre 30, 2011

Expresos del franquismo crean con sus propias manos un pequeño jardín de homenaje y lo inauguran solos en los terrenos de la cárcel de Carabanchel

INÉS SANTAEULALIA – Madrid – 24/10/2011

Hace tres años, las excavadoras entraron en los terrenos de la cárcel de Carabanchel para reducir a escombros el penal en el que se hacinaron durante el franquismo miles de opositores al régimen. El Ayuntamiento de Madrid y el Ministerio del Interior acordaron construir un hospital y 650 viviendas. El Gobierno también tenía intención de levantar un monumento en recuerdo de los presos. Tres años después, solo hay un erial y promesas en papel de hemeroteca.

Ayer, entre la maleza, menos de un centenar de personas se abrió paso para inaugurar un pequeño jardín hecho con sus manos y un monolito con una placa: «Por la paz y la memoria. Para que la historia ni se olvide ni se repita».

Entre ellos estaba Luis Berlinche, uno de los que no ha podido olvidar nunca. «Ni siquiera a mis 84 años», confiesa. Fue condenado a muerte a los 18. Un consejo de guerra lo sentenció por un delito de actividad política. «Repartir octavillas, propaganda…», recuerda. Junto a otros antiguos presos, Berlinche plantó ayer un ciprés y se volvió a emocionar al recordar su último abrazo a Jerónimo Marchena, que no corrió su suerte: no le conmutaron la pena y murió fusilado. Berlinche llora en silencio, busca en su bolsillo y saca unos billetes bien doblados. «¿Dónde se puede echar esto?». Quiere pagar por su propio homenaje. El de los vivos, como él, y el de los muertos, como Marchena.

Los vecinos también han creado un huerto urbano en el solar para intentar acabar con la degradación que sufren estos terrenos: «Maleza, restos fisiológicos caninos, desperdicios, aparcamiento incontrolado…», indican.

Sin ministerios ni ayuntamiento, los expresos se van y dejan atrás siete árboles nuevos, una bandera republicana y una réplica del penal hecha de cemento y ladrillos [a la derecha de la foto], con ayuda de un grupo de trabajo del 15-M. Al final del camino pedregoso se les oye despedirse: «Salud y suerte, compañeros».

http://www.elpais.com/articulo/madrid/jardin/erial/memoria/elpepiespmad/20111024elpmad_3/Tes?print=1


Inauguración del Monumento campo de Gurs (Francia)…

octubre 9, 2011
Amicale du camp de Gurs, – 6 Octubre 2011

Domingo 23 de octubre, Inauguración de la Avenida de los Internados, con autoridades francesas, españolas y alemanas

En el campo de Gurs (Pirineos-Atlánticos, Francia) se inaugurará el domingo 23 de octubre a las 11H 00 la Avenida de los Internados con autoridades francesas, españolas y alemanas.

Este campo fué el más grande de Francia de 1939 a 1944, con 20.000 internados. Estos fueron primero los Vascos del ejército republicano después de la Retirada. Luego los Brigadistas Internacionales y demás soldados de todas provincias. Siguieron personas dichas “indeseables”, Judios alemanes y Gitanos. Con un total de 60.559 internados. Fueron deportados a Auschwitz 3.907 hombres, mujeres y niños.

El monumento es la Avenida de los Internados, sea 27 columnas de granito a lo largo del camino central del campo. Cada una de ellas dedicada a una categoria de internados.

Destaca la columna del Reino de España rindiendo homenaje a todos los Republicanos. Primer gesto aquí en su favor de la madre-pátria y reconocimiento del valor de su causa.

 Emilio Vallés Peransí    Vice-Presidente de la “Amicale du camp de Gurs”

A través de la página de la Federación de Foros por la Memoria (Foro por la Memoria):

http://www.foroporlamemoria.info/2011/10/inauguracion-del-monumento-campo-de-gurs-francia/


Mujeres de Puerto Real víctimas del franquismo…

julio 24, 2011

Fotografía extraída del Foro por la Memoria

José Pizarro Fernández

María Concepción Gutiérrez Alfaro y Rosario Prado Gutiérrez estaban afiliadas al Sindicato de Mujeres de la CNT de Puerto Real en 1936. María trataba de sacar adelante a sus hijos como podía. Se había quedado viuda de José Prado, jornalero agrícola y su hija Rosario de poco más de 16 años, la mayor de cinco hermanos, la ayudaba trabajando  en el servicio doméstico.

Cuando sobre las cinco de la tarde del día 18 de julio de 1936 corrió la noticia de que las tropas franquistas habían desembarcado en Cádiz y venían hacia Puerto Real, muchos hombres y mujeres, sobre todo de CNT e Izquierda Republicana, organizaron patrullas de vigilancia “armadas” con poco más de seis escopetas de caza decomisadas que les había entregado la Guardia Civil a requerimiento del Ayuntamiento. Antes, habían registrado algunos domicilios particulares e incluso el colegio de los Hermanos de La Salle en busca de armas que sospechaban guardaban destacados falangistas locales en espera del previsto golpe militar.

Quemaron la Iglesia prioral de San Sebastián y asaltaron la de San José e intentaron cortar las carreteras por ambas direcciones para evitar la entrada de los militares y falangistas que se rumoreaba vendrían desde Cádiz y San Fernando. Al día siguiente, y sin disparar un solo tiro, el Ayuntamiento estaba en manos de la Infantería de Marina llegada de San Fernando que se hicieron rápidamente con la situación deteniendo en primer lugar a las autoridades municipales del Frente Popular. Puerto Real quedaba en manos de los golpistas y en pocos días imponían un nuevo alcalde.

María y Rosario, junto a 73 personas más, fueron procesadas por su participación en estos hechos. Detenidas en el Depósito Municipal, fueron trasladadas al Penal de El Puerto para ser juzgadas en juicio sumarísimo con el resto de inculpados, el 13 de junio de 1938, en la cárcel de la Casería de San Fernando. La pena para ambas, acusadas de “auxilio a la rebelión con concurrencia de atenuación”, fue de doce años y un día, aunque en 1940, les fue conmutada por diez años. A la confirmación de la sentencia, fueron internadas en El Puerto y finalmente, llevadas junto a otras encausadas como María Cumplido Casas, María Garrido Rodríguez o la presidenta del Sindicato de Mujeres Ana Cabello Sánchez, a la Cárcel de Mujeres de Girona donde Rosario, por las duras condiciones en que se encontraban, moría de “tuberculosis pulmonar” el 19 de agosto de 1941. Tenía tan sólo veinte años.

María su madre, continuó presa y un año más tarde, en libertad condicional, volvió a Puerto Real. Durante su reclusión, sus hijos habían sido separados e internados en los hospicios provinciales gaditanos: Juan, Antonio y Manuel en el de Cádiz y Francisco en el de Jerez. La familia había quedado destrozada aunque Juan el mayor, que salió del hospicio en junio de 1940 y Francisco dos meses más tarde, intentaron recomponerla y se establecieron de nuevo en Puerto Real en la casa conocida como la Petit Torre. El último en salir del hospicio fue Manuel, en diciembre de 1942.

Pero igual que su hija Rosario, María, sufrirá también las consecuencias del hambre, hacinamiento e insalubridad del sistema penitenciario franquista. Enferma, ingresaba en el Sanatorio de Santa Rosalía en Jerez, donde murió, siendo enterrada en Cádiz el   20 de julio de 1944. Tenía 55 años.

José Pizarro Fernández es historiador

Memoria Pública (Público.es)

http://blogs.publico.es/memoria-publica/2011/07/20/mujeres-de-puerto-real-victimas-del-franquismo/


Remover el pasado para hacer memoria…

julio 6, 2011
Artà
Se realiza una limpieza de la maleza y de la vegetación para dejarlo todo listo para una futura excavación en el lugar.
01-07-2011 | A. Bassa

A. Bassa | Artà | 03/07/2011

Este fin de semana ha vuelto la actividad al Campament del Soldats ubicado en el Parc Natural de Llevant. Un grupo de voluntarios ‘remueve’ el pasado para hacer memoria histórica de la represión franquista en Mallorca.

La Associació d’Amics del Campament ha organizado una intervención arqueológica para profundizar en el conocimiento y mejorar el estado de conservación de este lugar, que fue un campo de prisioneros condenados a trabajos forzados durante el régimen franquista a principios de los años 40.

El objetivo de esta intervención es preparar el terreno, señalizar y dibujar para tenerlo todo a punto de cara a un futuro hacer una excavación. De hecho, desde la entidad se ha solicitado un permiso al Consell de Mallorca.

 Arqueólogos

Así lo explicó el arqueólogo Antoni Puig, alma de la asociación, junto con el historiador Tomás Suau. Ambos están al frente de esta intervención que cuenta con la colaboración de varios voluntarios. Las previsiones es que trabajen hasta el próximo día 10 de julio. No se requieren conocimientos previos sino «ganas de echar una mano». Las tareas que se llevan a cabo son sencillas: una limpieza de la vegetación y se dibujan los muros.

El cambio se nota. Estos días trabajan en una de las escaleras que daba al patio quitando la maleza. Quedaban al descubierto los escalones. Los instrumentos empleados son tijeras de podar, enseres para sacar la hierba y cinta métrica.

Puig explicó que «lo dejamos todo preparado por si nos dan permiso para excavar. No se ha hecho nunca y sería la primera vez que se haga una excavación en un tema de memoria histórica que no sea una fosa». Con las excavaciones lo que se quiere es conocer las condiciones de vida del campamento.

Enñace ültima Hora (Mallorca/Part Forana):

http://ultimahora.es/mallorca/noticia/noticias/part-forana/remover-el-pasado-para-hacer-memoria.html


LA SOMBRA MUDA DE LA GUERRILLERA…

marzo 25, 2011
Jueves, 24 de Marzo de 2011 09:35 Tere

Una ourensana recupera la historia desconocida de su bisabuela comunista.

El País / CRISTINA HUETE – Ourense – 24/03/2011


FOTO: La comunista ourensana Carmen Fernández Seguín (primera por la derecha, fila superior) en la prisión de Alcalá, donde pasó 13 años durante el franquismo.-

 

Carmen Fernández Seguín (Coalloso, 1905- Sandiás, 1999) se murió a los 93 años en la casa familiar sin abrir la boca. Jamás dijo una palabra sobre su activa participación en la Guerra Civil, ni sobre su condena a muerte, ni sobre sus años de cárcel, ni sobre las vejaciones a las que fue sometida entre rejas, ni sobre el fusilamiento de su hijo mayor. Sencillamente «no hablaba de nada, parecía muda, casi daba miedo».

Clara Aparicio de Dios tiene 20 años y se le hinchan los poros desvelando emocionada la historia callada de su bisabuela paterna. La bisabuela Carmen, que murió cuando ella apenas tenía siete años, le parecía un ser extraño. Hace tres, comenzó a preguntar por ella y ha conseguido hilar una historia -una más de las de miles de vidas ocultas de mujeres singulares- que abre, crujiendo, las páginas pegadas del pasado reciente. Carmen Fernández callaba sus desgracias. Se casó con Jesús de Dios, organizador del Partido Comunista en Sandiás, y se quedó viuda apenas cinco años después. Una viuda viva: hizo suyo el legado político de su compañero y ejerció el activismo ideológico hasta en la cárcel de Alcalá, donde pasó cerca de 10 años, la mayor parte creando células del partido y organizando huelgas. Con represalias, naturalmente.

«A mí me parecía como un sargento, siempre seria, siempre distante, siempre callada», recuerda la bisnieta su mirada de niña a la anciana que posaba con dureza sus ojos sobre la vida. Clara comenzó a interesarse por aquella figura sobria que presidía con su carácter mudo el mundo familiar. Su abuelo -Camilo de Dios , que formó en 1948 el grupo que intentó liberar a los líderes guerrilleros condenados a muerte de la cárcel coruñesa, y también él condenado a muerte, de la que se libró por su corta edad- comenzó a contarle la historia «poco a poco». «Con todo lo que me ha dicho en estos tres años aún no sé nada de nada», lamenta Clara.

«Está claro que la bisabuela tenía muchísimo carácter, mucho genio», tira del hilo de su historia para dar a conocer el esfuerzo y el castigo y el silencio que marcaron la vida de su antepasada y la de muchas otras mujeres anónimas. «Recuerdo que yo le decía a mi madre que me daba miedo y ella me contestaba, ‘quita, quita’; decía que eran tonterías mías», recuerda ahora la impresión que le causaba la bisabuela a la que ahora comprende. «Había pasado muchísimo y en casa no se hablaba de eso. Nada. Pero yo ahora quiero saber y quiero que se sepa». A Clara siempre le llamó la atención que esa mujer de carácter vistiera de negro, no de luto. «Incluso se casó también de negro. No sé por qué esa elección, pero siempre fue así».

Los cinco años que Carmen Fernández vivió con su marido los pasó huyendo. Enseguida estalló la guerra y ambos escaparon a Portugal. Considerando que él era el referente comunista en la comarca, no fue fácil. Tuvieron que mediar dos hermanos falangistas del bisabuelo. En esos cinco años de matrimonio, a De Dios le dio tiempo para trabajar en Portugal dedicado al «arreglo de todo tipo de cosas», a regresar esporádicamente a España de forma clandestina, a ser condenado y encarcelado y a recalar en Sandiás, donde murió en la cama. Mientras tanto, Carmen asumió su papel. «Hizo de enlace antes, durante y después de la guerra pasando información y víveres a su marido y a los camaradas», cuenta Clara las «tareas» que forjaron el carácter de la bisabuela.

Ya en 1950, la sobria Carmen Fernández Seguín viajó a Ávila con su hijo mayor, Perfecto, para ponerse en contacto con la agrupación guerrillera de aquella zona. Pero madre e hijo caen en esa operación. Él es fusilado y a ella la ingresan en la cárcel de Ávila, desde donde la trasladan a Ourense. «Aquí la juzgaron y la condenaron a 30 años de cárcel y a muerte, claro», relata Clara los hechos aislados con los que va construyendo la trayectoria política de la adusta antepasada. Solo cumplió 13 años de cárcel. Pero durante ese tiempo, la silenciosa y espartana anciana que intimidaba a la pequeña Clara, organizó células del partido en la prisión, donde llegó a promover huelgas y protestas. «Y la vejaron no sé de qué forma. Porque mi abuelo no ha querido contarme todavía nada de eso».

Fuera de la cárcel la activa militante comunista selló sus labios, pero no dejó de hablar. «Colaboró en Mundo Obrero [el periódico del PCE] y en otras revistas ilegales y panfletos subversivos». Después regresó a Sandiás y allí pasó los últimos años de la dictadura y la democracia mientras llevaba una vida «completamente normal», completamente anónima, en la casa familiar. Como una sombra negra que miraba con crudeza y con una fragilidad tan sobrada de carácter que imponía más que el pelotón que acribilló a su hijo.

El País, enlzado a través de la página de la ARMH

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Marcos Ana hace memoria…

marzo 25, 2011

El poeta recuerda a los represaliados y afirma que la república «es inevitable»

Marcos Ana, ayer, en el edificio histórico de la Universidad de Oviedo. José vallina Marcos Ana, ayer, en el edificio histórico de la Universidad de Oviedo. José Vallina //

25/03/2011 00:00 / J. Cuevas Oviedo

Pasó 23 años en la cárcel bajo el yugo franquista, por lo que la suya es una de las voces mejor acreditadas a la hora de debatir sobre memoria histórica. Ayer lo volvió a hacer. A sus 91 años, el poeta Marcos Ana -seudónimo bajo el que firma el salmantino Fernando macarro-, se muestra ilusionado por explicar este tema a los jóvenes.

La oportunidad de trasladar estos pensamientos a los asturianos le vino de la mano de la Consejería de Bienestar Social y Vivienda, que organizaba en el edificio histórico de la Universidad de Oviedo la charla Memoria y palabra . El objetivo de la misma es que los jóvenes no olviden. A juicio de Marcos Ana, es la mejor terapia. “Que sepan lo que hemos pasado para que no se repita”.

“Es interesante aclararlo”, explicó ayer a LA VOZ poco después de llegar en tren a Oviedo, “porque también está actuando la memoria de los vencedores”. Son vencedores de la guerra que se encuentran “en los entresijos del Estado y hasta en el Tribunal Supremo”, señaló el poeta recordando el caso del juez Garzón. “La memoria significa luchar contra la impunidad y no debe ser un crimen, como pasó al investigar sobre los crímenes de la dictadura, los niños desaparecidos y los hombres represaliados”.

El escritor también se refirió a la transición española vista como modelo a aplicar tras las revueltas en algunos países del norte de África. En este sentido, deseó que las transiciones a la democracia sean pacíficas, completas y que no haya nuevas guerras. Ni siquiera en Libia. “Estamos contra la guerra y contra la intervención en Libia”, declaró. “Intervenir es un mal precedente. Mañana pueden pensar en hacerlo en Cuba si no les gusta el régimen que hay, o en Colombia o Venezuela. El precedente de injerir con armas es peligrosísimo”.

Hoy, Marcos Ana acudirá al Nuevo Teatro de Langreo, en La Felguera, para asistir a la representación, por parte del grupo de teatro de Les Filanderes, de Sino sangriento , la obra que estrenó en la cárcel de Burgos. “La representamos clandestinamente en la imprecisa protección de la noche”, recordó. “Con mantas montamos un escenario y la gente estaba sentada en el suelo con una pasión casi religiosa mientras en el silencio de la cárcel se oían los alertas de los centinelas”.

La visita del autor salmantino tiene lugar en un clima previo a las elecciones que, a su juicio, invita al optimismo pese a la desventaja con la que parten los partidos de “la izquierda real” por la ley electoral. “Este periodo ha sido de gran decepción y creo que la gente va a reaccionar”, apuntó.

El paso por Asturias de un histórico del PCE también coincide con el aniversario de la Segunda República. Esta circunstancia y el hecho de que Europa aconseje eliminar el delito de injurias al rey llevan a Marcos Ana a pensar que la tercera no esta lejos. “Es algo no tan inmediato como quisiéramos, pero es que será inevitable”, aseguró. “Fue algo que nos arrebataron y la transición no fue capaz de resolverlo, No se pudo ir más lejos pero la lucho continuó, y ahora se abren nuevas perspectivas”.

La Voz de Asturias vía google noticias


Miguel Hernández y las sentencias vitalicias…

febrero 20, 2011

17 feb 2011

El consejo de guerra al que fue sometido Miguel Hernández incluyó medio año de angustia hasta que se le conmutó la pena de muerte por 30 años de reclusión. El Tribunal Supremo ha negado ahora a la familia de Miguel Hernández la posibilidad de presentar un recurso de revisión para anular esa primera sentencia. Con ello, dicho tribunal se atiene a lo dispuesto en la Ley de Memoria Histórica, evitando que ese caso pueda servir de precedente al de otros miles de sentenciados que sufrieron la misma pena.

Leo que fue especialmente cruel el comportamiento como fiscal de Arias Navarro, “El carnicerito de Málaga”, a quien le bastaba la delación de un adicto al régimen o la de un cura para que un grupo de veinte o treinta personas detenidas un viernes fueran condenadas un lunes sin posibilidad alguna de defensa. Tras unos días en prisión, eran fusiladas en las tapias del cementerio de San Rafael, el mismo lugar donde fueron halladas hasta 18 fosas con más de 250 cadáveres en alguna de ellas.

La justicia en España tiene una deuda con esos miles de víctimas del franquismo y ha perdido dignidad al llevar a los tribunales al juez Baltasar Garzón por tratar de investigar esos crímenes. Aparte de los asesinados sin ningún trámite, más de 4000 personas fueron fusiladas en la provincia de Málaga tras la celebración de juicios/farsa equivalentes al que condenó al poeta de Orihuela.

Hace algo más de un año firmé en Público un artículo (Miguel Hernández y Franco) en el que señalaba la gran paradoja de que Franco y Miguel Hernández, verdugo y víctima, compartieran el título de hijos predilectos de Alicante, pues una moción del PSOE para que se le retirara tal honor al extinto caudillo fue rechazada por el Partido Popular. Alegó el PP que un nombramiento así era vitalicio y no caducaba.

Lo mismo ocurre con las sentencias y condenas dictadas por razones políticas e ideológicas que la Ley de Memoria Histórica considera ilegítimas, pero no las anula. Sirva la voz de dos de nuestros mejores poetas víctimas de esa barbarie (García Lorca y Miguel Hernández) como mayor testimonio de tal ignominia.

Público.es

Voz de memoria

Por Félix Población

 


Ricardo Limia: «Yo fui un esclavo del franquismo»

febrero 2, 2011

Uno de los últimos supervivientes del Canal de los Presos, recuerda la brutal represión

M. SERRANO / Á. MUNÁRRIZ SEVILLA  Actualizado: 31/01/2011 20:11

Ricardo se emociona durante su encuentro con 'Público' en su casa de Dos Hermanas.

Ricardo se emociona durante su encuentro con ‘Público’ en su casa de Dos Hermanas.PÚBLICO / LAURA LEÓN

Cuando le preguntaban de dónde era, él respondía que de Salvochea, una aldea a tres kilómetros de Riotinto, en Huelva. «Cada vez que lo decía, me pegaban una paliza. Había que llamarla El Campillo, como a ellos les gustaba», recuerda ahora Ricardo Limia a sus 94 años. Esos «ellos» a los que hace referencia son los fascistas de todo pelaje que le arruinaron media vida. Y no sólo por no permitir llamar a su pueblo con el apellido del mítico revolucionario y anarquista Fermín Salvochea que le dio nombre durante los años previos al estallido de la guerra. La toponimia aquí es lo de menos. Ricardo Limia fue un esclavo del franquismo.

Acabada la guerra, el régimen naciente aprovechó la mano de obra esclava para la construcción de una ambiciosa infraestructura destinada a poner en riego más de 50.000 hectáreas en Sevilla y Cádiz. El resultado es lo que aún hoy es el Canal del Bajo Guadalquivir, conocido como el Canal de los Presos. Salidos de campos de concentración como el de Los Merinales, allí trabajaron miles de personas en condiciones extremas de 1940 a 1962, en uno de los mayores empeños represores franquistas. «Cuando la CGT hizo la primera investigación sobre el canal, encontramos a unos 30 supervivientes. Que nos conste, Ricardo es el último que queda vivo, al menos en Sevilla. He dado charlas por todo el país y no he encontrado a más. Desde luego ninguno ha contactado con nosotros», afirma el activista de la CGT Cecilio Godillo,defensor de la dignificación del campo de Los Merinales.

La faraónica obra requirió mano de obra forzosa durante 22 años

Ricardo recibe a Público en Dos Hermanas (Sevilla), donde vive junto a su hijo, José Luis, en una casa próxima a Los Merinales. «Tras estallar la guerra, me escondí un año por la sierra de Huelva, junto a otros milicianos. De allí salió un destacamento de mineros de Huelva a la Pañoleta para luchar en el frente. Fue un engaño. Los mataron a todos. Yo me salvé porque iba detrás en una moto», cuenta Ricardo, que a veces vacila y otras se emociona durante el relato. «Todas las noches dormía escondido detrás de un árbol con un ojo abierto. La gente era mucho más mala que ahora», repasa. Tras ser reclutado a la fuerza y descubierto su plan para pasar a la zona republicana, fue condenado a cadena perpetua en 1937, pena conmutada luego por trabajos forzados. A sus 21 años y habiendo sido secretario general de las Juventudes Socialistas Unificadas de
Riotinto, era carne de canal.

Huidas y fusilamientos

«Los presos morían de hambre, enfermedades, palizas… No lo podéis imaginar. Como te desviaras una mijita, te castigaban. Más tarde o más temprano, caían sobre ti», recuerda Ricardo. Él era encargado de llevar la contabilidad de la construcción y controlar los carburantes. «Me salvó todo lo que aprendí en Salvochea. Como era una colonia minera controlada por los ingleses, sabía leer y escribir, porque ellos obligaban a aprender a todos los niños», recuerda sabiéndose casi un afortunado. «No tuve que cargar piedras. Si no, no hubiera llegado a los 94 años», reflexiona. «Pero en el campo era uno más. Dormíamos todos en los barracones, en el suelo. Me podían mirar mejor o peor según el día, pero era un preso. Era un esclavo, como todos», recalca.

«Los presos en Los Merinales morían de hambre y de palizas»

Ricardi asegura que durante su estancia en el campo se libró por los pelos de una condena a muerte por ayudar a unos presos a escapar. Esquivó el paredón gracias, asegura, a la intercesión de uno de sus jefes, Tomás Valiente. Durante años, cuenta su hijo, se despertó llorando de miedo y de confusión tras unas pesadillas que le recordaban cómo, tras aquel episodio, los guardias lo sacaban por la noche para fusilarlo y luego lo devolvían entre risas al barracón.

Ricardo, que ha sido homenajeado por la Asociación Memoria Histórica y Justicia, tiene ahora ante sí, enmarcada, la declaración del Ministerio de Justicia que declara que fue perseguido por razones políticas. «Cuando la recibí, me emocioné. Pero es tarde. Muchos inocentes que ya no están han tenido que vivir toda la vida siendo tachados de delincuentes», dice.

El único buen recuerdo del campo para Ricardo es que allí conoció a Margarita, que iba a llevar ropa a su hermano. Se casaron tras abandonarlo en 1942 y regresar a Riotinto, donde sacó plaza de jefe de estación. «Me declaré culpable de los robos en los vagones. La gente lo hacía por hambre», recuerda. Lo echaron y se marchó a Sevilla. «Debía presentarme cada día en el cuartel. Un día llegué tarde. Me dieron una paliza», cuenta. Estuvo vigilado hasta 1963. Luego montó una panadería. Y llegó a ser uno de los líderes de este gremio en Dos Hermanas

Memoria Pública (Público.es)


Homenajean en Zaragoza a los deportados a campos de concentración nazis…

enero 29, 2011

En un acto organizado por la Secretaría de Movimiento Republicano del PCE Aragón



 

 

Ayer 27 de enero se cumplía el 66 aniversario de la liberación del campo nazi de Auschwitz. Hace ya 66 años, el 27 de enero de 1945, el Ejército Rojo liberaba Auschwitz, complejo formado por diversos campos de concentración, de experimentación médica y de exterminio en masa de prisioneros, construido por el régimen de la Alemania nazi después de la invasión de Polonia en 1939.

Esta fecha marcó el inicio de la liberación y desde 2005, como el Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto, a instancias de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

El próximo sábado 29 de enero a las 17h se celebrará un nuevo encuentro frente al monumento, erigido en el Cabezo de Buenavista en el Parque Grande de Zaragoza, en homenaje «a las y los aragoneses en campos de concentración nazi», como se viene haciendo desde 2006, año en el que estuvo presente el Brigadista Internacional Gerhard Hoffmann,» para recordar, dar un pequeño y sencillo homenaje a todas las víctimas del nazismo y, en especial, a todas las republicanas y republicanos españoles deportados a esos campos de la barbarie humana», señala la organización, que invita a participar en el acto del sábado.

http://www.larepublica.es/spip.php?article22975


Publican en Internet la lista de los 13.993 fusilados de la Guerra Civil…

enero 29, 2011

SE CREE QUE AÚN FALTAN CERCA DE 1.500 NOMBRES POR DOCUMENTAR

La relación de Badajoz es la más grande, a nivel provincial, de todas las publicadas hasta el momento en el país. Los investigadores del equipo del Proyecto de la Memoria Histórica estiman que aún faltan 1.500 nombres por documentar

CELIA HERRERA
Publican en Internet la lista de los 13.993 fusilados de la Guerra Civil

Dos vecinos de Badajoz son llevados por la calle detenidos y custodiados durante la época de la Guerra Civil/ ARCHIVO HISTÓRICO DE HOY
La lista publicada se considera abierta porque hay errores y omisiones
El extremeño Pascasio J. Ambrosio murió el 5 de septiembre de 1936 en Valencia de Alcántara, víctima de la represión franquista. Su nombre es el primero de una larga lista de 12.501 personas que fallecieron en similares circunstancias desde 1926 hasta 1950, y que se puede consultar desde hace unos días en Internet, en la página web del equipo de investigación del Proyecto de Recuperación la Memoria Histórica.

Desde hace unos días también se puede consultar en el mismo sitio la lista de los 1.492 fallecidos a consecuencia de la represión republicana «porque no hay que olvidar que fue una guerra civil, y hubo muertos en los dos bandos», recordó ayer Julián Chaves, director científico del equipo del Proyecto de la Memoria, que lleva cinco años recorriendo archivos históricos extremeños y nacionales y recopilando testimonios directos de la historia que está aún por contar en Extremadura.

Largo y detallado

El listado de los fallecidos sólo en Badajoz es el más largo de todos los publicados por provincias en el país, por el momento, ya que la represión fue especialmente dura en esta zona, tal como confirman distintas investigaciones.

Respecto a los datos regionales, no es el listado más voluminoso del país porque hay comunidades que tienen más provincias, recordó ayer Julián Chaves, aunque sí uno de los detallados de los que se han hecho públicos por ahora en España, la mayoría después del frustrado auto de Garzón.

Cada uno de los 13.993 nombres que constan en ambos listados guarda también detrás una historia personal, la mayoría de las veces escrita en clave de tragedia y sufrimiento para sus familiares, que también está recopilando el equipo de investigación del Proyecto de la Memoria.

Hay muchas lagunas

Su publicación en la web de la Universidad de Extremadura servirá, no sólo para informar, sino también para ir llenando algunas lagunas aún vacías de contenido con los testimonios y las indicaciones de los que sí conocen esa parte de la historia, y que hasta ahora han permanecido en silencio.

De hecho, desde que se colgó la lista hace unos días han llamado numerosas personas al equipo de investigación para aportar nuevos nombres y datos, y también para corregir algunos detalles erróneos. «Ésta es una lista abierta porque sabemos que hay omisiones, y también contiene errores, lo cual es lógico porque todo pasó hace más de 70 años», aclara Chaves.

De muchas de las personas fallecidas no se saben los nombres, por ejemplo, y sólo constan los apodos por los que eran conocidos, como les ocurre a ‘La Manchega’ y al marido de ‘La Manchega’, que fallecieron en Miajadas, y de los que no se tienen ni nombres ni apellidos; o a ‘Chindo’, que falleció en el puente del Cardenal, sobre el río Tajo.

De un buen número de los que constan en el listado tampoco se sabe en qué fecha fallecieron, como les pasa a Cándida y a Julia (sin apellidos), que murieron en el paraje del Cerro de los Pinos de Jaraíz de la Vera; Leonardo, de Aliseda; o ‘Aldeanito’, que perdió su vida en Puerto de Perales.

Los investigadores del Proyecto de Recuperación de la Memoria Histórica estima que aún quedan 1.500 nombres más que documentar y recuperar, la mayoría pertenecientes al grupo de los represaliados por el bando franquista, muchos de los cuales desaparecieron sin que nadie supiera con certeza de qué modo y dónde murieron.

Por este motivo, además de seguir investigando en varios archivos nacionales que aún quedan por rastrear para seguir comprobar datos, los responsables del equipo de investigación animan a las familias de los fallecidos a aportar los datos que conozcan.

«Queremos seguir dando pasos en la buena dirección, que es la de aportar información no sesgada e imparcial para tapar el agujero negro que fue el victimario de la guerra civil y la represión, hasta ahora desconocido. No queremos, sin embargo, herir susceptibilidades por lo que toda la investigación se realiza con respeto y sensibilidad hacia las víctimas y sus familias», anuncia Chaves.

Los últimos, los maquis

Las fechas de los fallecimientos recogidos en el listado de los represaliados oscilan entre mediados de 1936 y los primeros meses de 1950.

Uno de los fallecidos más tardíos, según la lista, fue Severiano de la Hoz Granado, que murió en Badajoz el día 1 de marzo de 1950.

La mayoría de los que murieron en los últimos años fueron maquis, guerrilleros antifranquistas que siguieron combatiendo a la dictadura de forma organizada, y escondidos en los montes extremeños. Varios trabajos de investigación han empezado a recuperar y dignificar este movimiento, que durante muchos años fue comparado con bandas de bandoleros y delincuentes.

También resulta evidente cuando se miran los apellidos es que la represión hizo desaparecer a «familias completas», reconoce Chaves. Les ocurrió a Juan, Laureano, y Florencio Álvarez Becerra; a Julio y Serafín Alarcón Barroso; y a José y a Pedro Almendro Manotas, entre otros muchos.

Los cementerios, las prisiones, fincas y parajes naturales cercanas a las poblaciones de origen de los represaliados, fueron los lugares más utilizados para acabar con sus vidas.

Otros lo hicieron sobre los puentes que cruzan el río Tajo, como Juan, Mariano, y ‘Tío Granjero’, que fallecieron en el puente del Cardenal; Zacarías Aguilar González, en el de Alcántara; y Paulino González, que falleció en el puente de Almaraz.

Congreso en marzo

El estudio detallado de los datos por parte del equipo de investigación, formado por siete personas, está permitiendo elaborar diversos estudios respecto a las zonas más afectadas por la represión, género y edad de los fusilados, profesión y estudios, etcétera.

Los primeros resultados se harán públicos en varias ponencias y comunicaciones que se expondrán durante el congreso internacional que se celebrará en Badajoz el próximo mes de marzo, anunció Julián Chaves.

Algunos de estos estudios harán mención al elevado número de mujeres fusiladas o que murieron en las prisiones, muchas de ellas embarazadas.

Otros estudios harán hincapié en la territorialización de la represión. Una de las zonas más castigadas fue la comarca de la Serena, una vez que ésta cayó en manos del bando Nacional, y también el noroeste de la provincia de Badajoz tras una de las últimas batallas importantes, la de Peñarroya-Valsequillo, en 1939.

También se destacará en el futuro congreso el impacto de la represión en el sector de la población más joven, ya que un buen número de los fusilados tenían entre 20 y 30 años.

A muchos no les había dado tiempo de tener siquiera descendencia, y la mayoría estaba todavía en edad de trabajar, lo que tuvo un gran impacto en la demografía en los pueblos más castigados, señalan los investigadores Nombre Consulte las dos listas completas en hoy.es

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