14 abril 2013, en Madrid de Cibeles a Sol.

abril 21, 2013

Por la Memoria de los Nuestros.

Por la República.

Pedro-Vicente Romero de Castilla Ramos.

Todas las fotografías derechos reservados La Memoria Viva.

14 04 2013. Madrid. de Cibeles a Sol. Foto LMV.

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Los tiempos cambian. ¿Monarquía o República?

abril 21, 2013

O mantenemos las sombras del pasado franquista y de las monarquías absolutistas o apostamos por una concepción de Estado moderno y adaptado a los nuevos retos de la era socialmente tecnológica. Sólo la unión hace la fuerza.

 monarquia-o-republica-L-bVurio

No voy a repetir la historia de la huída de Alfonso XIII, como tampoco lo haré con una lectura histórica de cómo supuso la misma el advenimiento de la II República española a través de unas elecciones municipales, que por sus resultados, supusieron el sentimiento y lectura de plebiscito de unas elecciones generales entre las facciones afines a la república a causa del pesimismo y mal hacer de los dirigentes todavía anclados en el imperialismo pretérito de lo que fue España imperialista, y ya no era; y ante todo, el desánimo de un pueblo mayoritariamente inculto, agrícola, subdesarrollado y agotado por la miseria e incapacidad de los distintos gobiernos y dictaduras de la época regente de Alfonso XIII, y que  apoyándose en los gobiernos y directorios militares, la Iglesia y las clases más pudientes que paseaban las aureolas victoriosas del bagaje que les produjo las guerras carlistas en su espalda, negaron la máxima del desarrollo con sus miedos, conservadurismo y absolutismo para   sumarse a la posibilidad de subir al tren de la Revolución Industrial e ideológica que ya corría por toda Europa, y que como resultado, cedió el paso a lo que la historia ya nos ha dejado escrito para los anales de la misma como una lección pendiente del pueblo español. Ser pioneros del desarrollo europeo desde la caída del Imperio donde nunca se ponía el sol.

Si quiero hacer una pequeña reflexión de la incapacidad y la cobardía de la estirpe borbónica a lo largo de su historia, y que por más que se pretenda lavar la cara al ensalzar la del actual Jefe de Estado, no es más que la consecuencia de sus más que dilatadas historias de sus cronológicos desaciertos y efeméricos mandatos (me refiero a todos los borbones) en su que hacer de regentes ungidos por la gracia de Dios, o del sistema de imposición “dedocrático” del padre dictador de la España de… ¡Una, grande y libre! Como es el último caso. Y que aprovechando la huída de su abuelo y por ende la de toda la familia real por miedo al sentirse desafectado por su propio pueblo; en vez de afrontar con valentía e inteligencia la oportunidad que le brindaba la historia de crear una nueva época de libertades y desarrollo reforzando así la institución monárquica con fórmulas mixtas como la inglesa, holandesa, belga, etc., o incluso, de la capacidad teórica de la mente avispada, inteligente y subversiva del  su padre Don Juan, que en su rebeldía y patriotismo fue incapaz de recopilar apoyos internos y externos durante su exilio con un programa de modernización y apoyo total de la ayuda exterior en una época en la que se les temía más al comunismo y el socialismo que al propio fascismo (y a las pruebas y hechos históricos me remito con acciones como las de América, Francia e Inglaterra), no le quedó otra más que dejar que la vuelta de la corona fuese pactada entre él mismo y el sátrapa Caudillo golpista con la esperanza de recuperar e instaurar la Institución Monárquica en libertad, aprovechando así el halo monárquico y de corte militarista de Franco para así reinstaurar la institución monárquica bajo la custodia de los militares menos preparados y más sangrientos, los africanistas, después de haber ordenado este el país con una guerra santa y un régimen de limpieza y adoctrinamiento ideológico pleno que garantizase su supervivencia y dominio, en su persona o en la del Príncipe Juan Carlos.

Alfonso XIII dejó pues, un vacío político, una desorganización estatal y por supuesto el abandono de todo el  pueblo español,  que en su ignorancia no supo valorar ni prever aquellas circunstancias y todos sus hechos- Dejándose caer en manos de una menos capaz República llena de ilusiones, dogmática, llena de colores dispares incapaces de crear un arco iris de libertad y esperanza conjunta, y que en sus incompetentes luchas intestinas por la supremacía republicana sólo consiguió la inestabilidad, la inseguridad, la utopía y allanó el terreno de aquellos militares salvapatrias y que sólo necesitaron del apoyo miedoso de las clases altas y de las bendiciones eclesiásticas como último reducto europeo del catolicismo arcaico. Con el dinero y Dios a su lado ¿Qué poder iba a tener el pueblo? ¿Qué fututo tenía la II República? Visto lo sucedido, no hay nada más que decir.

Ochenta y dos años después las cosas han cambiado en apariencia, nos vendieron las migajas de una democracia y libertad amparadas por una Constitución inmovilista y garante de la impunidad monárquica, así el Borbón puede ejercer de lo que es, el Rey absolutista modernizado en una figura diplomática y decorativa que sigue utilizando su derecho de pernada sistemáticamente aunque no se deba ni pueda decir, con amores y amoríos de corona y Corinnas, cacerías elitistas y paseos entre baños de multitud con la carta crediticia de haber salvado la democracia de aquellos infames militares de los que él era el máximo responsable; y todo ello aderezado y ornamentado con la imagen de familia real campechana, unida y feliz, deportista y culta (que a excepción de la reina bosteza en los actos culturales) y que tiene más polvo y miseria debajo de la alfombra real que aquellos colchones de paja pulgosos de la posguerra, y es que tengo la sensación de que el lema borbónico es… “mejor vivir de rodillas y coronados que de pie y orgullosos en el exilio de la Zarzuela”. (No me importa que se queden si trabajan y no cuestan dinero y prebendas a cargo del erario público).

Quizá ha llegado el tiempo y el momento justo de modernizar el país, de darle la opción de elegir entre la soberanía de la corona y el  pueblo soberano de una Constitución acorde con los tiempos que corren y correrán, y dejar por fin que sean las urnas por voz del pueblo las que decidan y legitimen Monarquía sí, o Monarquía no,  que todo tiene su tiempo, o a la III República, en cuyo caso debería ya prepararse para el futuro sin demagogia ni rémoras y errores pasados y, con todas sus opciones intactas de partidos conservadores y progresistas, sin la sombra pretérita de aquella añorada II República que fue tan romántica como ineficiente, irrealista e incapaz.

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Jordi Carreño Crispín (escrito para la LMV)

Vicepresidente de La A.I. Memoria Viv@


La huida del Borbón

abril 21, 2013

El hombre encargado de sacar a Alfonso XIII de España describió en   apenas nueve folios las últimas horas del rey en suelo español.   ‘Público’ reconstruye su viaje hacia el exilio.

ALEJANDRO TORRÚSMadrid14/04/2013

Alfonso XIII en el interior del Arsenal de Cartagena en 1928

Alfonso XIII en el interior del Arsenal de Cartagena en 1928

Documentos relacionados

14 de abril de 1931. Alrededor de las 16.30 horas. El todavía rey Alfonso XIII permanece en el Palacio Real de Madrid junto a los ministros del equipo de Gobierno del almirante Aznar. La decisión de abandonar el país ya está tomada. El rey, pensativo, se acercó a uno de los grandes ventanales de Palacio. “Esta es la que casa en la que nací y quizá no volveré a ver”, pronunció. No se equivocaba. Esa misma noche Alfonso XIII huyó de España. Primero se dirigió a Cartagena en su coche deportivo de lujo y allí embarcó en el buque ‘príncipe Alfonso’ con destino a Marsella. Nunca más volvería en vida. Sus restos fueron traslados a España en 1980 siendo recibidos por su único hijo vivo: Don Juan, el que nunca fue rey.
Los ministros del gobierno del almirante Aznar estaban reunidos en Palacio desde las 12 del mediodía. La decisión de “empaquetar” al rey hacia Marsella fue tomada el día antes, el lunes 13 de abril. El gobierno había explicado a Alfonso XIII que en caso de querer batallar con las armas el resultado de las elecciones municipales del 11 de abril no podrían contar con gran parte del Ejército y de la Guardia Civil. Solo el ministro de Fomento, Juan de la Cierva y Peñafiel, defendía que el monarca debía permanecer en España. El rey, aseguraba, no quería que se derramara sangre por él. Años más tarde, cuando la Guerra Civil y en una situación óptima para la victoria, Alfonso XIII olvidó el pacifismo, el amor a su pueblo  y apoyó fervientemente al general Franco.

Estos son algunos detalles de los nueve folios que escribió el ministro de Marina José Rivera y Álvarez de Canedo, el hombre encargado de sacar al rey de España y trasladarlo sano y salvo a Marsella. El tono es aséptico, casi de nota de prensa. El relato, sin embargo, ofrece todo lujo de detalles de los últimos minutos del monarca en suelo español y de cómo ya en aguas francesas y tras recibir honores militares el rey Alfonso XIII rompió a llorar. “Dispense Don José, no lo he podido evitar”.

“Dispense Don José, no lo he podido evitar”, dijo Alfonso XIII tras romper a llorar “La salida del rey de Madrid fue un acto de cobardía. Se marchó dejando en Palacio a toda su familia. Dejó atrás a su mujer y a dos hijos enfermos, entre ellos, su primogénito, el príncipe de Asturias. De la misma manera, su negativa a luchar es una falacia. No luchó porque no le apoyaba nadie. Ni Sanjurjo se comprometió a sacar a sus hombres a la calle. Su personalidad verdadera la marca su amistad con Primo de Rivera y su adhesión a Franco”, explica a Público el catedrático de Historia contemporánea de la Universidad de Murcia Pedro María Egea.

«¿Quién me ha empaquetado a mi para Cartagena?»

Alrededor de las 21.00 horas de la noche del 14 de abril Alfonso XIII abandonó el Palacio Real por la puerta secreta que daba a los jardines del Campo del Moro. El rey marchó delante en su coche de alta gama, un Duesemberg convertible (imagen). Le acompañan, en el automóvil, el infante Alfonso de Orleans y su ayudante Moreu. El ministro José Rivera y el duque de Miranda irían detrás. Más tarde descubrirían que también les acompaña un coche patrulla de la Guardia Civil. En la calle, la República ya era festejada y la bandera roja presidía el edificio de Correos.

 “La primera parada la hicimos en pleno campo y pasado Aranjuez. Bajamos todos y nos reunimos con el rey Miranda y yo, también el infante, que nunca se separaba de él. El rey me dijo: ‘¿Quién me ha empaquetado a mi para Cartagena? ¿Tú?’ y le contesté que sí, que el Gobierno. ¿A dónde vamos después? Ya se lo diré a S.M. Y al oído: a Marsella (sic)”, escribe José Rivera.

Tras esta primera parada, el viaje continuó “a gran velocidad”. Tres veces más detendrían su camino hasta llegar al primero de los destinos: el Arsenal de Cartagena. Allí, describe, Rivera, se agolpaban miles de personas que celebraban el advenimiento de la República y que era contenida por la guardia pública. Tan pronto como estuvo todo preparado, el ya exmonarca de España embarcó en un bote que debía llevarlo a bordo del buque ‘príncipe Alfonso’. Antes, el almirante Cervera, jefe del buque, dio “siete vivas al rey”. “Éste contestó con un ‘Viva España’”, escribe Rivera. Desde el puente del buque, su punto más alto, Alfonso XIII vislumbró por última vez la tierra de la que había sido rey y que ese mismo día había amanecido republicana.

Un rey depuesto

El 26 de noviembre de 1931 fue acusado de alta traición por las Cortes republicanasLa mañana siguiente, la del 15 de abril, las noticias fueron llegando al buque donde se alojaba el monarca, para su disgusto. Ya era oficial. La República había sido proclamada y el buque donde él partía hacia el exilio debía izar la bandera republicana. “¿Cuándo?”, preguntó el monarca. “Cuando usted esté en tierras francesas y nosotros no estemos en sus aguas”, respondió Rivera. Horas después llegó la notificación de que el infante Juan ya estaba en Gibraltar. El rey quiso contestar pero la misión era secreta y nadie podía comunicarse con el exterior. Ni siquiera un rey depuesto.
 “¿Cómo se me despedirá?”, preguntaba el monarca a Rivero, inquieto en su nueva condición de rey exiliado. “Interiormente, con todos los honores”, respondió el ministro para tranquilidad real. De esta manera, el buque llegó a la costa marsellesa a las 5.30 horas de la mañana. “Momentos antes de desembarcar hablé con el rey, que dudaba en la forma de despedirse, pues me preguntó si debía hablar o no. Yo le aconsejé que no hablase y se despidiese uno a uno de los oficiales y jefes. Así lo hizo dándoles la mano y sin pronunciar palabra”, escribe Rivera.
A las 5.55 horas de la mañana el monarca puso pie en suelo francés. Antes, había roto a llorar al ver a los oficiales formar para su despedida. Allí, una comitiva de cuatro o cinco personas esperaba a Alfonso XIII, silbaron y aparecieron unos coches. Era la hora de la despedida. “El rey me abrazó y dijo que me marchase dándome las gracias por todo, le dije que esperaría a que desembarcasen los maletines que venían en otro bote y cuando aquellos estuvieron sobre el muelle y la gente reembarcada me despedí volviendo a abrazarnos al ayudante y a mi”, escribe.

Cuando Alfonso XIII abandonó España poseía más de 140 millones de euros El camino de vuelta estuvo presidido por la bandera tricolor de la República. Se retiraron todos los retratos de la familia real y símbolos de la monarquía. El buque que había zarpado hacia Francia llamándose ‘príncipe Alfonso’ retornó con el de ‘Libertad’. La estocada definitiva a Alfonso XIII fue dada el 26 de noviembre de 1931 cuando las Cortes le acusaron de alta traición y decretaron que cualquier ciudadano español “podrá aprehender su persona si penetrase en territorio nacional” (ver documento adjunto).  La reina Victoria Eugenia y sus hijos salieron de España, el día 15 de abril, en el tren de Hendaya rumbo a Francia con la escolta del director de la Guardia Civil, el general José Sanjurjo. “La familia se reuniría poco después en París aunque no hay que olvidar que la reina abandonó a Alfonso XIII y se marchó a vivir a Londres y que este continuaría fuera de España con sus líos de faldas. Su vida se desarrolló a caballo entre Suiza y la Italia de Mussolini”, explica el catedrático Pedro María Egea.

Un millón para Franco

En esta nueva etapa de su vida, no se puede decir que le faltara dinero al depuesto monarca. En el momento de huir su fortuna superaba los 140 millones de euros, de los que un tercio se encontraba fuera del país, tal como ha documentado el escritor José María Zavala en su libro El patrimonio de los Borbones. Con el golpe de Estado de 1936 el espíritu pacifista de Alfonso XIII ya había desaparecido y no le importaba el derramamiento de sangre.

Se trataba de recuperar su corona y para ello dispuso un millón de pesetas y medió para Franco e intercedió con Mussolini para que facilitara armamento militar  y enviara a España, con la mayor rapidez posible, la aviación militar fascista También su hijo Juan, padre de Juan Carlos I, mostró su apoyo a Franco en varios ocasiones e incluso le pidió venir a España para luchar en la Guerra Civil. Posiblemente el exrey y su hijo pensaron que Franco restauraría la monarquía borbónica en España. Y así lo hizo. Pero en 1969 y en la figura de su nieto, Juan Carlos I.

Finalmente, el 15 de enero de 1941, muy enfermo, Alfonso de Borbón abdicó sus derechos reales en su hijo Juan, y seis semanas después, el 28 de febrero, murió. Fue enterrado en Roma. La dictadura decretó tres días de luto, y Franco envió una corona al funeral con el mensaje:

A S. M. el Rey Don Alfonso XIII, Francisco Franco.

http://www.publico.es/453641


Cuelgan un cartel de ‘Avinguda de la República’ frente a los juzgados de Palma

abril 21, 2013

Grupos de memoria histórica reclaman que se cambie el nombre de la vía,  Avenida de Alemania, por ser un país que apoyó a Franco.

EUROPA PRESSPalma de Mallorca12/04/2013

Cartel colgado en la avenida Alemania de Palma de Mallorca, a la altura de los Juzgados.

Cartel colgado en la avenida Alemania de Palma de Mallorca, a la altura de los Juzgados.E.P.

Representantes de la Asociació Memòria de Mallorca (MdM) y la Unitat Cívica per la República (UCXR) han colgado este viernes una placa en la avenida Alemania de Palma, a la altura de los Juzgados, en la que puede leerse «Avinguda de la República» como forma de reclamar que se elimine de la vía el nombre de Alemania, «uno de los países fascistas a los que Franco apoyó durante la Segunda Guerra Mundial».

La presidenta de MdM, Antònia Oliver, ha recordado que el 12 de abril de 1931 los ciudadanos de Mallorca participaron en unas elecciones municipales que supusieron, dos días después, la proclamación de la II República «de manera democrática y pacífica», por lo que el próximo domingo, 14 de abril, conmemorarán ese día.

«Más que conmemorar reivindicamos la forma de gobierno de la república«, ha concretado Oliver, que ha anunciado que el próximo domingo su asociación, junto a UCXR, ha programado un acto a las 12.00 horas en la plaza de Cort, donde leerán un manifiesto, al que se han suscrito partidos políticos y entidades sociales, y realizarán conciertos.

 http://www.publico.es/453556

Nacional MDM Y UCXR REIVINDICARÁN LA REPÚBLICA EL PRÓXIMO DOMINGO EN CORT AMP.- Cuelgan un cartel de «Avinguda de la República» en la Avenida Alemania de Palma a la altura de los Juzgados

Foto: EUROPA PRESS PALMA DE MALLORCA, 12 Abr. (EUROPA PRESS) –

Representantes de la Associació Memòria de Mallorca (MdM) y la Unitat Cívica per la República (UCXR) han colgado este viernes una placa en la avenida Alemania de Palma, a la altura de los Juzgados, en la que puede leerse «Avinguda de la República» para reclamar que se elimine de la vía el nombre de Alemania, «uno de los países fascistas a los que Franco apoyó durante la Segunda Guerra Mundial».

   La presidenta de MdM, Antònia Oliver, ha recordado que el 12 de abril de 1931 los ciudadanos de Mallorca participaron en unas elecciones municipales que supusieron, dos días después, la proclamación de la II República «de manera democrática y pacífica», por lo que el próximo domingo, 14 de abril, conmemorarán ese día.

   «Más que conmemorar reivindicamos la forma de gobierno de la república», ha concretado Oliver, que ha anunciado que el próximo domingo su asociación, junto a UCXR, ha programado un acto a las 12.00 horas en la plaza de Cort, donde leerán un manifiesto, al que se han suscrito partidos políticos y entidades sociales, y realizarán conciertos.

   En opinión de estas asociaciones la legalidad republicana sigue vigente, puesto que durante el pacto de la Constitución se legalizaron partidos políticos y la República, «que era legal, no se legalizó».

   «La República fue asesinada y no fue derrocada por las urnas, sino con la fuerza de las armas», ha criticado Oliver, que ha apuntado que estas asociaciones de Mallorca, y otras, reivindican los valores que ésta representaba, están en contra de todas las dictaduras que repriman a sus ciudadanos y apoyan a las víctimas del franquismo.

   La presidenta de MdM ha indicado que el motivo por el que han congregado a los medios frente a los Juzgados de Vía Alemania es que fueron estos Tribunales los que «negaron la exhumación de una fosa común en Calvià» y debido a que «aquí tendría que venir a declarar cualquier persona que presente indicios de haber podido cometer un delito».

   En ese sentido, Oliver ha celebrado la imputación de la infanta Cristina y se ha mostrado sorprendida por el «hecho insólito» de que el fiscal se haya opuesto a esta imputación, ya que le «hace pensar que la justicia no es igual para todos» y se mantienen «los impuestos franquistas».

   La presidenta de MdM ha señalado que, haciéndose eco de las peticiones de sus asociados, rechaza la monarquía borbónica, «que surgió directamente de la dictadura» y que a su parecer «ha potenciado que las estructuras de poder dictatoriales pasaran después a la democracia».

   «En la actualidad nos encontramos con que, si ya fueron impunes los crímenes contra la humanidad franquistas, también lo es la corrupción, que está saliendo por todo porque se ha asentado durante los últimos treinta años», ha manifestado Oliver.

   Por último, la presidenta de la Associació Memòria de Mallorca ha destacado que el próximo domingo no solo se abogará por «el recuerdo nostálgico de la República y por el homenaje a las victimas, sino que reclamarán justicia».


Homenaje a las víctimas del franquismo en el cementerio de la Almudena

abril 21, 2013

http://www.publico.es/453671

 


«No espero nada de Bergoglio porque jamás podré olvidar el rechazo de la Iglesia a nuestra causa»

abril 21, 2013

Chicha Mariani fue fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo. Después de 36  años aportando pruebas para  juzgar a los responsables de la última  dictadura militar argentina, recuerda cómo un cura le animó a dejar de  buscar a su nieta «porque estaba muy bien donde estaba en ese momento,  con gente de mucho poder»

CECILIA VALDEZ Buenos Aires 21/04/2013

María Isabel Chorobik de Mariani, Chicha, fue fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo.

María Isabel Chorobik de Mariani, Chicha, fue fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo.

Chicha, el apodo con el que se conoce a María Isabel Chorobik de Mariani, fue fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo  (Argentina), en 1977. Lleva 36 años buscando a su nieta Clara Anahí y en ese camino de búsqueda ha ayudado a encontrar otros niños robados y ha aportado pruebas fundamentales para juzgar a los responsables de la última dictadura militar argentina. Más que un camino, ha sido una verdadera carrera de obstáculos, entre los que destaca el oscurantismo de la Iglesia. Precisamente el actual papa, Jorge Bergoglio, tuvo un papel oscuro en este proceso. Fue llamado como testigo a petición de la Fiscalía y de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo para que declarase sobre la apropiación por parte de los militares de los bebés que nacían en cautiverio durante la dictadura y pidió dar su declaración por escrito.

¿Cuál fue el papel de la Iglesia en la recuperación de los niños robados? Mi experiencia la iglesia católica es  penosísima, porque aunque no iba a la iglesia siempre llevé en los genes  el catolicismo de los polacos. Pero cuando llegó esta tremenda tragedia  de la desaparición y muerte de tantas personas en Argentina  recurrí  como tanta gente a la iglesia y allí tuve la desgracia de encontrarme  con el rechazo y el cerrado de puertas en la nariz. Monseñor Montes, por  ejemplo, que era obispo auxiliar de la Catedral de La Plata, me recibió  con muchísimo afecto porque conocía a mi hijo y a mi nuera que se  habían preparado con él para su boda. Me dijo entonces que volviera, que  iba a conseguir noticias de la niña, y cuando volví me dijo que no  molestara y que dejara de buscar a la criatura porque estaba muy bien  donde estaba en ese momento, con gente de mucho poder. Y como yo me puse  a llorar a gritos, diciéndole que estaba hablando de mi nieta, se puso  de pie, me señaló la puerta y me echó de la catedral. Una experiencia  similar tuve con Monseñor Grasselli, de la capilla Stella Maris de la  marina y otros obispos y sacerdotes a lo largo de estos 36 años de  búsqueda.

«La Iglesia complementaba la tarea de los  militares»

La Iglesia católica bautizaba niños robados o les daba la comunión. Para mí queda muy claro que la  iglesia católica sabía perfectamente lo que pasaba con los niños que  entregaban y que nacían en cautiverio. Complementaban la tarea de los  militares.

¿Qué opina de la  elección de Bergoglio como nuevo papa? No me dice nada,  hubiera sido distinto si no conociera la historia de la Iglesia en la  dictadura. No espero nada de él porque jamás olvidaré el rechazo de la  Iglesia a tantas peticiones recibidas de madres y abuelas pidiendo saber  de sus hijos.

¿Recuerda las gestiones que realizó Alicia de la Cuadra  cuando le pidió a Bergoglio información sobre su nieta desaparecida? Sí,  por supuesto, en ese momento yo ya había ido a hablar con Alicia de la  Cuadra para pedirle que trabajáramos juntas en la búsqueda de nuestras  nietas y de ahí nació Abuelas de Plaza de Mayo, el 21 de noviembre de  1977. Al encontrarla a ella en su casa, me contó los trámites que  estaban haciendo con los jesuitas, quienes en el pasado habían recibido  muy importantes donaciones (estancias, casas, etc.) de la familia De la  Cuadra. Habían recurrido a los jesuitas, al padre Arrupe, quien los  derivó a Bergoglio. Justamente el día que el señor De la Cuadra llevaba  la carta de Bergoglio a Monseñor Picchi en la sede del episcopado  platense, yo estaba esperando que me recibiera el mismo Monseñor  y  el  señor De la Cuadra me habló muy esperanzado de la carta que llevaba  acerca de la búsqueda de su pequeña nieta. Y después Picchi a su vez se  comunicó con el militar Rospide y, como era de esperar, no hubo ningún  resultado de todo ese trámite. De manera que para mí Bergoglio es un  hombre de la Iglesia y se comportó como tal.

¿Cómo han evolucionado las políticas sobre derechos humanos en Argentina? Han evolucionado bien. A mí no me afectó tanto la aplicación y la negación de las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final [que establecieron la prescripción de los delitos en el año 1986 y que luego fueron anuladas en el 2003], que impidieron seguir los juicios hace años. Nosotras, las Abuelas, pudimos seguir trabajando porque eso no afectaba a los niños desaparecidos, pero siempre con un montón de problemas, negativas, evasivas. A los jueces les costaba mucho decidir y obraban con demasiada prudencia porque era un tema nuevo y se sabía muy poco. Todo estuvo siempre en una nebulosa y por eso la palabra desaparecidos, ¿dónde buscas una cosa desaparecida? Una aguja en un pajar.

 ¿Hubo cambios con los gobiernos de los Kirchner? Yo tuve muchísimas esperanzas de que se hiciera lo que nadie se atrevió a hacer cuando llegó este gobierno, que era abrir los archivos y buscar que se consigan noticias auténticas, verdaderas, las que todos esperábamos, fundamentalmente todos los que hemos sufrido directamente esta terrible experiencia de la dictadura cívico-militar. Al principio me pareció magnífica la manera de recibir el tema dentro de la Presidencia de la Nación. Hubo una apertura muy buena, aunque luego no fue tan completa como debiera haber sido.

¿Por qué? Cuando vino el gobierno kirchnerista lo asumimos todos como una noticia muy buena, recibimos con gran contento el cambio y yo personalmente estoy muy agradecida a la apertura que se hizo. Una apertura que permitió ser recibidos de otra manera, jueces que se atrevieron a tomar decisiones importantes, pero faltó lo principal, que yo encuentro que sigue faltando y que me apena que no se haya tomado en cuenta, y es la búsqueda de los archivos de todas las Fuerzas Armadas, de todos los rincones donde la aviación, el ejército y la marina han escondido o guardado sus secretos, porque no los destruyen. Es lógico que con la mentalidad militar guarden todo en distintos lugares, muy secretos.

¿Por qué cree que no han buscado esos archivos? No sé, no quiero pensarlo, no quiero desilusionarme. Tengo casi 90 años y no quiero profundizar porque me duele, me duele demasiado. Yo esperé mucho, no sólo de este gobierno, del futuro. De que cuando estuviera la democracia en el lugar que corresponde en el país se destaparía toda esa carroña y no ha sido así. La prueba está en que Videla, cuando le fueron a allanar su casa hace poco, 36 años después, tenía un montón de papeles que lo involucraban y que aclaraban algunas cosas que había que demostrar. ¿Y por qué no las quemó, no las sacó del país o las enterró en el jardín? Porque estaba seguro de que nadie se iba a atrever a tocarlo. Eso es lo que no se ha hecho: escarbar y buscar a fondo. Los desaparecidos los hemos ido encontrando con esa maravilla que es el Equipo de Antropología Forense, que es el que más ha aportado a que las familias vayan encontrando a sus deudos en medio del horror que significa escavar en los lugares donde se supone que hay enterramientos. Suena muy feo todo esto que estoy diciendo, pero es así. Duele, pero es así. Yo a mi nieta la estoy buscando desde el primer día, tenía tres meses y tiene 36 años ahora.

«Esperaba mucho más de lo que hemos recibido, no sólo de este gobierno,  de todos»

¿Qué tipo de ayudas recibió? Yo puedo decir que no he tenido ayudas, salvo de personas que generosamente me acercan algún dato por si puede tratarse de Clara Anahí, una criatura adoptada que conocen ellos, alguien que sabe algo que le llama la atención. Pero que el gobierno haya buscado a mi nieta, no. Y digo mi nieta, personalizando, pero tampoco a los demás. No ha habido una búsqueda concreta y seria que lleve a un fin. Sí, nos han abierto puertas, y eso lo agradezco enormemente porque no lo tuvimos en otros gobiernos. Pero falta lo principal, encontrar la verdad verdadera de los desaparecidos. No que me digan: estuvieron acá, estuvieron allá y después: ¿qué? Han habido subsidios y a mí me han ayudado con la restauración de la casa de mis hijos, que se venía abajo. Logramos mantenerla por mucho tiempo con un subsidio. Por eso, soy una mujer agradecida, pero me falta mi nieta. Y nadie la busca, sólo yo. Y la gente que me ayuda, por supuesto, mucha gente me ha ayudado y me ha apoyado, pero la búsqueda… ¿dónde está?

Decía que este gobierno ha hecho una apertura, ¿a qué se refería? La justicia, no el gobierno. En el juicio sobre la desaparición sistemática de niños, que hubo el año pasado y que empezó en 2011, se trabajó muy bien. La jueza que tuvo a cargo este juicio hizo una labor magnífica, lo mismo el fiscal, pero claro, hay cosas que no se hicieron. Por ejemplo, desde la Asociación Anahí presentamos un pedido de allanamiento urgente en la SIDE (Servicio de Inteligencia del Estado), porque estamos seguras de que ahí hay muchos elementos de prueba y no lo hicieron. Entonces faltó eso, un puntal que debió haberse utilizado para sacar cosas. Es fácil hablar desde afuera, pero cuando uno cumple una misión, se tiene un puesto y hay que hacer algo, hay que hacerlo cueste lo que cueste. Ese es mi concepto a esta altura de mi vida. Me siento frustrada en todas las esperanzas que tuve, quizás demasiadas esperanzas, siempre he sido bastante ilusa. Esperaba mucho más de lo que hemos recibido, no sólo de este gobierno, de todos.

Desde el secuestro de sus hijos y su nieta usted ha ido recopilando mucha información que luego ha sido utilizada como prueba durante los juicios. Sí, tengo muchísima información. Porque ha sido una costumbre de mi vida: archivar y guardar. ¿Para qué? Para la historia, para el recuerdo, para el corazón de uno, para lo que sea. Yo no hice una cosa muy importante archivando todo lo que archivé sino que es parte de mi misma. Así me encuentro con que tengo muchísimas cosas, datos, y que cuando inicio una querella o un juicio pongo todo lo que tengo a disposición del Tribunal. Y ayuda, claro que ayuda, pero la justicia no tiene que esperar que uno le aporte cosas, la justicia tiene que hacer su trabajo. Yo siempre entendí que son los que nos deben todo esto, los que deben hacer el trabajo de investigar, no los que nos deshicieron nuestras familias.

 Su archivo fue declarado Memoria del mundo por la UNESCO. Bueno, consideraron que era un archivo muy completo y muy importante. Tenemos un archivo muy grande de los vídeos y todas las declaraciones públicas, tanto en el Juicio por la Verdad de La Plata como en todos los juicios de los que hemos sido parte. No de todos todos porque sería imposible, pero de los que fuimos parte, sí. Ahora estamos en un momento muy difícil porque el año pasado no recibimos ningún subsidio. Nos mantenemos con subvenciones, cuotas nuestras (de los socios de la asociación), y pequeñas donaciones que recibe la entidad, pero nadie aprobó un centavo para la asociación. O sea, dicen que aprueban, pero después no llegan los fondos. En este momento, estamos pensando que no podemos seguir el archivo de audiovisuales. Hasta el año pasado yo misma cargué con ese gasto, pero ahora ya no puedo, estamos contemplando la posibilidad de abandonar ese trabajo.

¿Cómo fueron cambiando las estrategias de trabajo y de lucha durante todos estos años? Yo fui presidenta de Abuelas hasta 1989 y después estuve unos años trabajando sola hasta que creamos la Asociación Anahí. Ya no pertenezco a Abuelas de Plaza de Mayo, así que te puedo hablar de lo mío. Mis estrategias y mis maneras de proceder han sido siempre las mismas: averiguar y leer lo máximo posible de todo, no perderme ninguna publicación importante, y recibir todas las denuncias que hace la gente sobre niños, archivarlas y tenerlas en orden. Por ejemplo, el juicio de Videla, no sé sí eran 160 cuerpos, tengo los de cada uno de ellos, pero no los pido en CD, los pido en papel. Yo no puedo leer porque perdí la vista hace unos años, pero me leen, sacamos notas y en base a eso presentamos las querellas.

«Hemos ido estúpidamente a España a pedir ayuda y  comprensión, a  pedir lo que  ellos mismos no habían solucionado»

Estamos buscando niños y adultos desaparecidos también, la búsqueda implica a toda persona de cualquier edad que tenga problemas de identidad. Y así hemos logrado algunos éxitos que no publicamos, que quedan en la intimidad de la gente, somos de perfil bajo. Otras estrategias: manejarnos con la verdad, con aporte de todo lo que tengamos, asegurarnos mucho pero mucho antes de hacer una denuncia y seguir la causa regularmente aportando cosas. Esa es la mayor estrategia, no tengo otra.

¿Han ido variando esas estrategias con los años? Sí, ahora es un poco más fácil entrar en un juzgado e iniciar una causa, los jueces te prestan más atención, te escuchan y te creen. Hubo momentos que nos llamaban las locas a las Madres y a las Abuelas. Todo eso se fue revirtiendo y ahora se toma en serio todo lo que decimos. Salvo algunas rémoras que quedan por ahí. Algunos que por ahí tienen en un cajón del escritorio un pedido hecho un año atrás por ejemplo. Yo lo que les pido a los jueces es que investiguen al menos lo que nosotras aportamos, no que busquen, ya no pierdo el tiempo.

¿Qué opina de lo que pasa, o no pasa, en España con la Memoria Histórica? Ay! Mira, yo lloro muy poco, traté de tragarme las lágrimas y trabajar, trabajar y trabajar. Pero lloré de rabia y de vergüenza cuando supe que había esa cantidad de niños desaparecidos desde la época de Franco. Me desarmé porque hemos ido tantas veces a España a pedir ayuda y comprensión, una ayuda que sólo nos dio Baltasar Garzón. Y ver que hemos estado allí tan estúpidamente ignorantes, que íbamos a pedir lo que ellos mismos no habían solucionado y que son como 30.000. Me puse a llorar y ese día lloré de vergüenza y de bronca porque puedan suceder cosas así. Porque entonces, ¿en qué crees?

http://www.publico.es/internacional/453987/no-espero-nada-de-bergoglio-porque-jamas-podre-olvidar-el-rechazo-de-la-iglesia-a-nuestra-causa


Preston desmitifica a Santiago Carrillo

abril 7, 2013

El historiador escribe una polémica biografía del dirigente comunista, repleta de traiciones y purgas…

Santiago Carrillo, de pie, entre Enrique Líster, Francisco Antón, Dolores Ibárruri y Joan Comorera, en Toulouse en 1945.  / archivo enrique líster (efe)

De Carrillo se han escrito montones de cosas. Elogiosas y muy críticas. La biografía que ahora aporta Paul Preston (Liverpool, 1946) se suma a las segundas. Y dado que Preston no es un antiguo correligionario resabiado ni un revisionista de la historia, sino uno de los mayores especialistas en el siglo XX español, su demoledor y controvertido retrato del principal líder de la oposición antifranquista arrancará sarpullidos. El zorro rojo (Debate) se puso en marcha tras la muerte de Carrillo pero buena parte del material empleado estaba en manos de Preston desde hace décadas. Después de su tesis doctoral, el historiador comenzó a investigar a la oposición antifranquista. El Partido Comunista de España (PCE) era la columna vertebral de aquel movimiento que, pese a sus intentonas, no logró acabar con la dictadura. “Luego la Transición se desarrolló de otra forma, no vino por la lucha antifranquista, que es la historia de un fracaso”, esgrime Preston en su casa de Londres ante un té humeante y un ventanal con vistas a un jardín nevado que contraría el reloj estacional.

Tras el fallecimiento de Carrillo, el pasado 18 de septiembre, varias editoriales le pidieron una biografía. “La tenía casi hecha, me puse a redactarla de forma coherente y lo que salió de mi encuentro con la documentación no era lo que me esperaba”, confiesa. Lo que salió es una visión desmitificadora, corrosiva. “Quedará claro que Carrillo poseía algunas cualidades en abundancia: capacidad de trabajo, ímpetu y aguante, destreza en la oratoria y escritura, inteligencia y astucia. Por desgracia, quedará igualmente claro que la honestidad y la lealtad no figuraban entre ellas”, sostiene el historiador, que le compara a Franco en el afán por reinventar su pasado y la crueldad.

Carrillo (Gijón, 1915-Madrid, 2012) vivió tanto que tuvo varias vidas. Nació en una casa pródiga en niños, afectos y conciencia obrera. Su padre, Wenceslao, era correligionario y amigo del socialista Francisco Largo Caballero. Fue precoz en militancia y responsabilidades políticas. “Si este Gobierno, entregado a las derechas, no rectifica, serán estas Juventudes las que asalten el poder, implantando su dictadura de clases”, arengaba en un mitin ante unos 80.000 jóvenes en 1934, cuando tenía ¡19 años!

Después de 17 meses en la cárcel a raíz del fracaso de la huelga de ese año, Carrillo viajó a Rusia. Le deslumbró. “Tuvo la sensación de que el PSOE era un partido del pasado”, escribe Preston. Ya estaba en la pista de despegue hacia el comunismo. A la vuelta comienza la guerra. Carrillo formaliza su ingreso en el PCE al tiempo que se desarrollan los sucesos de Paracuellos, el episodio que le perseguiría como un fantasma toda su vida, favorecido porque nunca dio una explicación sincera sobre los hechos, según Preston. Entre 2.000 y 2.500 presos fueron asesinados tras ser sacados de las cárceles en una operación que perseguía limpiar Madrid de sospechosos quintacolumnistas. Preston da una versión equilibrada entre quienes eximen y quienes culpan en exclusiva a Carrillo, y que ya figuraba en su libro El holocausto español (2011). “La autorización, la organización y la materialización de lo sucedido a los prisioneros involucró a muchas personas. Sin embargo, el puesto de Carrillo como consejero de Orden Público, sumado a su posterior relevancia como secretario general del Partido Comunista, supuso que le fuera achacada toda la responsabilidad de las muertes. Eso es absurdo, pero no significa que no tuviese ninguna responsabilidad”, escribe el biógrafo.

En febrero de 1939, Carrillo cruza la frontera. En París recibe la noticia del golpe de Casado contra Negrín y, lo que es peor, el apoyo de su padre a la operación, que le empuja a escribir una aireada carta en la que rompe con él. No volvieron a verse hasta dos décadas después. “Se puede interpretar que pone el partido por delante o que se pone a sí mismo por delante. El hilo conductor es siempre el egoísmo y la ambición”, afirma Preston.

El exilio acoge la peor cara del líder comunista. “Fue donde encontré sorpresas más desagradables. Saca conclusiones triunfalistas que despilfarran el heroísmo de muchos militantes de base y, por otro lado, sus interrogatorios son dignos del KGB”, plantea. El historiador sospecha que “fue reclutado” en su viaje a Moscú en 1936 y que posteriormente podría haber recibido una formación especial dadas las brutales técnicas de interrogatorio que aplicaría a comunistas caídos en desgracia. El hispanista achaca su progresivo ascenso hasta la cima del PCE a maniobras, mentiras y purgas de quienes podían ensombrecer su camino, como Jesús Monzón, cerebro de la fallida invasión del Val d’Aran, condenado a 30 años de cárcel, víctima de un intento de asesinato en prisión y expulsado del PCE. Algunos colaboradores de Monzón son asesinados, según declararon más tarde dirigentes comunistas, por “orden directa de Carrillo y La Pasionaria”. En sus memorias, el propio Carrillo escribía: “En aquellos momentos, no había que dar esas órdenes; quien se enfrentaba con el partido, residiendo en España, era tratado por la organización como un peligro. Ya he explicado que la dureza de la lucha no dejaba márgenes”.

Las expulsiones y purgas dentro del PCE, según Preston, tenían más que ver con el afán de congraciarse con el Kremlin que con la lucha contra la dictadura. Hasta 1953, cuando muere Stalin, el aparato español reproduce lo peor del estalinismo. Aunque algunos métodos perdurarán, hasta el extremo de que Preston titulará las versiones de la biografía en otros idiomas como El último estalinista. “Uno a uno, dio la espalda a aquellos que le ayudaron: Largo Caballero, su padre, Segundo Serrano Poncela, Francisco Antón, Fernando Claudín, Jorge Semprún, Pilar Brabo, Manuel Azcárate o Ignacio Gallego”, escribe.

El Carrillo de la Transición es otro. “Hizo cosas por un lado pragmáticas para mantener al PCE en el tablero, pero que contribuyeron a disminuir el entusiasmo de las masas. Su manera de dirigir siempre fue autoritaria, imponiendo y no explicando”, indica Preston. Una gestión que acabó devorándole y expulsándole del partido en 1985. El único gesto de grandeza que el hispanista no rebate es el del 23-F, cuando Carrillo permanece sentado en su asiento. El único que mantiene el tipo junto a Suárez y Gutiérrez Mellado. Creía, sin ninguna duda, que le iban a matar y pensó que el secretario general del PCE no podía morir como un cobarde.

http://elpais.com/cultura/2013/04/05/actualidad/1365189633_497653.html