Antonio Alemany Dezcallar vs. José Vilchez, o José Vilchez vs. Antonio Alemany Dezcallar…La Memoria Histórica a debate en un enfrentamiento escrito…

Os editamos sendos artículos entre Antonio Alemany Dezcallar y José Vilchez. Uno arremete en la supuesta defensa e inidoneidad de la Ley de la MH, y el otro en favor del cumplimiento de la misma. En defenitiva, una vez más las dos caras de la moneda expuestas a la controversia. Todo es mucho más fácil que eso, mal que le pese al Sr. Antonio Alemany Dezcallar y precisamente esa memoria histórica afecte a su progenitor. Hay una Ley de la Memoria Histórica  y hay que cumplirla. Pero como habrá tantas opiniones como colores en la paleta, os dejamos los dos artículos y vosotros opinaréis…

Editorial

José de Vilchez, un comunista que administra la “memoria histórica

José de Vilchez Carreras–  que así se firma, con el “de”, en sorprendente pretensión nobiliaria en un comunista- es lo que cabría llamar un “histórico” del comunismo balear. Menorquín de 1953, su trayectoria biográfica es, hay que reconocerlo, rectilínea. Recientemente, De Vilchez, actuando como portavoz de una fantasmagórica Asociacion Balear de la Memoria Histórica, arremetió contra mi padre, en artículo publicado en Diario de Mallorca,, muerto en acción de combate en la División Azul, a los 34 años de edad, exigiendo al ayuntamiento de Palma que retire su nombre de la calle que le fue dedicada. Como es lógico yo salí, no tanto en defensa de mi padre como en defensa la inidoneidad de De Vilchez para administrar esto que llaman “memoria histórica” devenida ejercicio de rencor cainita y de ajustes de cuentas por parte de uno de los bandos que protagonizó la Guerra Civil. De Vilchez es uno de los pontífices que oficia de inquisidor.

Dado que la Memoria Histórica es cosa de dos y no de uno, libertadbalear.com inicia hoy con la polémica iniciada por De Vilchez su aportación a tan interesante cuestión que proseguirá todo el tiempo que sea necesario. Se examinarán los  “santos” del bando republicano, “vestidos” a costa de “desvestir” a los santos de la parte nacional, sus méritos, sus trayectorias y sus comportamientos. Se analizarán los antecedentes políticos, familiares y personales de los impulsores y protagonistas- en las instituciones y en la sociedad- de esta “memoria histórica parcial”, no sea- y es- que las descalificaciones, insultos y acusaciones a los demás más bien deberían dirigirse, en primer lugar, a sus propias personas o a sus propias familias. Los medios de comunicación- su propiedad, dirigentes, columnistas y colaboradores- serán focalizados con especial intensidad porque constituyen paradigma de contradicciones entre lo que fueron y lo que dicen ser ahora, siendo, en este sentido, relevante el caso del Grupo Serra por la ferocidad con qué se comportan en este asunto sin mirar las propias trayectorias. Y se dará especial atención a los casos de Menorca e Ibiza, un ejemplo de lo que hubiera ocurrido a los mallorquines si la Isla no se hubiera alineado con los llamados nacionales.

Esta sección que comienza hoy tendrá entidad independiente- un diario dentro del diario- en libertadbalear.com. Mientras se articula toda la infraestructura y diseño de lo que vamos a llamar algo así como “Memoria Histórica Bis”, sirva el debate iniciado por De Vilchez hasta el punto de hoy: 1º, artículo en Diario de Mallorca titulado “En cumplimiento de la ley”: 2º, réplica de Antonio Alemany; 3º, contrarréplica de De Vilchez en forma de “carta al director” de El Mundo que, sin embargo, publica cuatro días antes en su web titulada “fideus” (sic); y 4º, dúplica de Antonio Alemany a la carta de De Vilchez

En cumplimiento de la Ley

Pep Vílchez (*) (Diario de Mallorca del 11/ 0/09

La Asociación de la Memoria Histórica ha trasmitido al Ayuntamiento de Palma su “desánimo” ante la pasividad y silencios del consistorio palmesano ante las demandas de una entidad entre cuyos objetivos está el remover los obstáculos que dificultan la aplicación de la Ley de la Memoria. En este contexto es de especial relevancia todo lo que se refiere a la persistencia en espacios públicos de elementos simbólicos cuyo origen está en la voluntad de magnificar la victoria del fascismo sobre una buena parte de sus propios conciudadanos condenados a sufrir represión, silencio y olvido.
En cualquier caso, todo parece indicar que la mayoría política progresista que gobierna el Ayuntamiento de Palma sostiene una actitud confusa o, más propiamente, timorata, en las actuaciones relacionadas con la aplicación de lo dispuesto en la Ley de Memoria Histórica. No obstante, la disposición legal es clara: “las administraciones públicas tomaran las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura”. (Art. 15)

En consecuencia con lo expuesto: el monolito dedicado a los llamados Jinetes de Alcalá, construido en reconocimiento a un grupo de oficiales golpistas que jugaron un papel determinante en el triunfo del golpe militar en la Mallorca de 1936, y por extensión “a todos los que tan heroicamente lucharon y consiguieron salvar esta isla del dominio rojo”, debe desaparecer. Con su desaparición se trata de propiciar la apertura de espacios ciudadanos de concordia sin que sea necesario ningún quid pro quo, como algunos han sugerido, al querer evocar en el mismo lugar y con el mismo elemento, a los funcionarios municipales represaliados por el franquismo.

Por otra parte, es preciso seguir denunciando el hecho de que en el callejero de Palma persisten referencias simbólicas estrechamente vinculadas al régimen franquista. El hecho bien pudiera obedecer al desconocimiento de los acontecimientos históricos que suele caracterizar a muchos políticos o sencillamente a cierta parsimonia que nos hace dudar de la existencia de una verdadera voluntad política de poner fin a esta situación discordante con los más elementales principios democráticos.

Sin ir más lejos, Julio Ruiz de Alda, acompañante de Ramón Franco en la travesía trasatlántica del Plus Ultra, continúa gozando de espacio en el callejero sin que quepa duda que tal razón tiene su origen en su papel como fundador de Falange Española.

Existen otros personajes que sostienen protagonismo en espacios públicos por obra de méritos de guerra, entre ellos se encuentra Joaquín García-Morato –experto piloto de guerra del bando rebelde. Incluso continúa existiendo una calle dedicada a Ramiro Ledesma Ramos, destacado teórico del nacional-sindicalismo y entusiasta defensor del régimen nacional-socialista alemán. Entre los aspectos más llamativos de persistencia simbólica inadecuada está el de José Alemany Vich que da nombre a una calle de Palma por unos méritos vinculados a sus servicios de carácter militar prestados en el Este europeo. Alemany Vich actuó como oficial miembro de la División Azul durante la Segunda Guerra Mundial, a las órdenes de la Wehrmacht, con juramento expreso de fidelidad a Adolf Hitler, compromiso que adquirieron todos los que formaron parte de la expedición divisionaria.

En este caso no se puede obviar que, aunque el protagonista, lamentablemente, perdiera la vida, formaba parte como oficial de unas fuerzas militares cuya actuación se situó en un frente de guerra en cuyos aledaños se encontraba una ciudad –entonces llamada Leningrado y hoy San Petesburgo– en la cual fallecieron más de un millón de personas –frío, hambre y guerra– como consecuencia de un asedio inhumano que duro más de 900 días.

Seria, pues, conveniente que el consistorio que preside la señora Aina Calvo hiciera concordar sus actuaciones públicas con el mismo espíritu reivindicativo que llevo a muchos de sus compañeros –que hoy forman parte de la mayoría municipal– a participar, cuando no gobernaban, a la cabeza de múltiples actos y manifestaciones que expresaban la necesidad de limpiar la ciudad de simbología fascista.(*) Licenciado en Historia.

VÍlchez y la “memoria histórica”

Antonio Alemany Dezcallar (El Mundo/ El Día de Baleares del 17/0/09)

Yo no se si el padre o el abuelo de VÍlchez fueron torturadores en chekas, violadores de monjas, asesinos de comunistas heterodoxos o matones en Menorca durante la Guerra Civil. No lo se, supongo que no, ni me importa, entre otras razones porque no pretendería “ajustar cuentas” por hechos ocurridos hace más de 70 años y porque, además, creo que no hay que hacerle el juego a algunos miserables que prostituyen lo que sería una legítima “memoria histórica”- y, muy especialmente, la recuperación de cadáveres de represaliados-  transformada en un ejercicio de rencor cainita.

Vilchez sostiene en artículo de Diario de Mallorca– ¡quién me lo iba a decir!- que hay que retirar el nombre de la calle dedicada a mi padre por las siguientes razones: por haber sido miembro de la División Azul, por actuar a las órdenes de la Wehrmacht con juramento expreso (¡!) de fidelidad a Hitler y porque en el sitio de Leningrado- hoy San Petersburgo, dice, seguramente con pesar, Vílchez-  murieron un millón de personas, entre ellas mi padre.

Bien, le voy a reiterar a Vílchez una serie de precisiones efectuadas en anteriores ocasiones antes de entrar en lo que, a mi juicio, importa de este debate: en manos de quiénes está la “memoria histórica”. Mi padre- comandante de Artillería y de Estado Mayor- murió a los 34 años en Rusia cuando le faltaba una semana para venir definitivamente a España. Dejó mujer y cuatro hijos entre nueve y dos años. He relatado ya como fue su incorporación a la División Azul: telefonazo de Muñoz Grandes a mi padre pidiéndole que se incorporara al Estado Mayor de la División, advertencia de que era voluntaria dicha incorporación, que podía negarse y respuesta típica de cualquier militar- de los de antes, al menos- : A sus órdenes, mi general. Esta es la historia: que mantengan o retiren el nombre de la calle no va a alterarla ni va a compensar la ausencia del padre  y del marido.

Y, empecemos con un Vílchez que no sabe, y  debería saber, que las fuerzas armadas de cualquier nación y en cualquier tiempo son, en los conflictos exteriores en los que participan, meros agentes de la política exterior de su país. La División Azul fue un instrumento de la política exterior de la España de Franco de la misma forma que la presencia española en la Guerra del Golfo o en la guerra de Afganistán es una proyección de la política exterior de la España de Felipe González o de Zapatero. La miseria moral de Vílchez consiste en atribuir “directamente” a mi padre la responsabilidad por la muerte de los miles de rusos en una resistencia realmente heroica. Aplicando semejante estupidez a todas las acciones militares, resultaría que los militares españoles son culpables de las masacres perpetradas en la Guerra del Golfo o del goteo abundante de victimas en  Afganistán, encima al servicio, que diría Vílchez y no dice, del infecto imperialismo americano. ¿Bajo las órdenes de la Wermacht la División Azul? Supongo que a Vílchez le hubiera gustado que estuvieran a las órdenes del ejército soviético para extender así el telón de acero de sangre, sudor y lágrimas, pero las guerras las suelen dirigir los países beligerantes y España no era beligerante en la II Guerra Mundial. Los alemanes o italianos que participaron en la Guerra Civil estaban a las órdenes de Franco, no de Hitler o Mussolini. No diga más bobadas Vílchez.

Pasemos a lo que, a mi al menos, me importa. Ya he dicho antes que a mi me trae sin cuidado  lo que hayan sido o hecho los antepasados de Vílchez: si me interesa y preocupa, en cambio, lo que ha sido y hecho Vilchez o, lo que es peor, lo que sigue siendo. Y me preocupa porque este sujeto se ha erigido en administrador de la memoria histórica y, a su través, en dispensador de bulas de decencia democrática, de buenos y malos, de dignos de pertenecer a la historia y de indignos que deben ser expulsados de la Historia.

¿Y quién es Vílchez para ejercer de pontífice inquisidor?  Yo se lo contaré a los lectores. Vílchez es un fundador del Partido Comunista de aquí, ignoto durante el franquismo- es decir, agazapado cobardemente- que comenzó a circular en los primeros tiempos de la Transición. Ha habido muchos comunistas “de ocasión” durante el franquismo porque, vía Comisiones Obreras, el PC era el único partido realmente opositor y ma non tropo, no mitifiquemos y no me cuenten historias que me conozco mejor que ellos. Sin embargo, entrados en la normalidad democrática, los marxistas “de ocasión” asumieron sus convicciones ideológicas y engrosaron las filas de los distintos partidos existentes en España.

Vílchez, no. Vílchez no tuvo conversión paulina, ni siquiera berlingueriana. Vílchez no abjuró de un sistema de ideas que ha batido todos los records de crueldad, vesania, asesinatos y torturas en masa. Vílchez no ha entonado mea culpas de pesar por los crímenes de Andreu Nin y los del POUM catalán. Vílchez no se ha desmarcado de los fusilamientos de niños, adolescentes y adultos perpetrados por su jefe político, Santiago Carrillo. Vílchez, aquí, no ha mostrado contrición por los asesinatos y torturas practicados por sus conmilitones en Menorca.

¿De qué está hablando Vílchez? ¿Qué autoridad moral, histórica, política e ideológica le asiste para pontificar sobre los buenos y los malos? ¿Por qué no tiene la decencia- no diré moral porque estos sujetos carecen de moralidad- política de callarse para evitar que le recuerden lo que ha sido y es: un totalitario heredero del más siniestro régimen y partido que ha conocido la Humanidad. No es mi padre el que debe desaparecer del nomenclátor callejero- no se metió en política y se limitó a cumplir con su deber y a morir-, sino Vilches de una democracia que no se merece.

Antonio Alemany: un hombre sin argumentos.

(Contrarreplica de Vilchez. Carta al director publicada en “fideus”)

Sr. Director de “EL Mundo”

Habida cuenta que en el artículo titulado “Vílchez y la memoria histórica” publicado en el periódico que usted dirige, el pasado 17 de junio y firmado por  Antonio Alemany Dezcallar,  se vierten diversos insultos y descalificaciones hacia mi persona, le ruego publique    las siguientes puntualizaciones:

Me parece puro sarcasmo que el señor Alemany Dezcallar quiera comparar las contraprestaciones militares prestadas por el franquismo a la Alemania nazi –léase División Azul- con las misiones encomendadas a nuestro ejército en el exterior en la actualidad. Vamos, de pura risa. Parece como si, falto de argumentos, necesite rizar el rizo y realizar comparaciones absurdas.

No me cabe duda que gran parte de los que dieron su vida, inútilmente, en la denominada expedición de la División Azul, fueron, también, víctimas de la irresponsabilidad de un régimen –el franquista- que jugó, hasta el final, con mayor o menor entusiasmo, pero con convicción, la carta de la “nueva civilización” auspiciada por los Goebbels, Göring, Himmler, y, al frente de todos ellos Adolf Hitler y, junto a ellos, Benito Mussolini y Francisco Franco.

Por mi parte, considero que, guste o no guste, el señor Alemany es preso de su talante obcecadamente autoritario  y, en consecuencia, cuando se halla sin argumentos, utiliza la bronca, el insulto, la descalificación y, ya puestos, la mentira y la calumnia sin límite.

El insulto y la calumnia no merecen debate, ya que, por supuesto, al señor Alemany le es indiferente lo que yo pueda considerar sobre el asesinato de Andreu Nin, las atrocidades cometidas en Menorca en el período bajo el mando del brigada Marquès – finalmente fusilado por los llamados nacionales– o sobre todas y cada una de las tropelías que se cometieron en la zona republicana, que las hubo y  son condenables sin paliativos.  Entre ellas, no lo duden, también cuentan los asesinatos de Paracuellos del Jarama.

Y, si el señor Alemany  quiere oír que el estalinismo fue un régimen depravado y tiránico, ahí queda dicho. Pero, no creo que eso le interese lo más mínimo, ya que lo suyo, queda también dicho, es la bronca, el insulto y la calumnia.

Consciente, pues, de que estas letras van dirigidas hacia alguien que ha conseguido soliviantar a media Palma y que ha hecho de la impunidad y la desfachatez oficio de letras, uno, que no es profesional de la calumnia, no puede dejar de manifestar rechazo hacia quien utiliza la pluma para la descalificación y el ataque personal, sin aportar argumentos al tema de fondo, con independencia de que con ello dé rienda suelta a su ira y, a la vez, contente los oídos de  su público que, invariablemente, suele estar ubicado entre lo mas reaccionario y rancio de la sociedad mallorquina.

PD. No creo que exista ninguna ciudad europea que dé nombre a una de sus calles utilizando a un militar que, en definitiva, se enfrentó con uno de los países Aliados que generaron el mayor esfuerzo y sacrificio para terminar con la bestia nazi-fascista.

Palma, 18 de junio, 2009

El sujeto del debate no soy yo, sino usted, De Vilchez

(Duplica de Antonio Alemany)

Me da la impresión que el señor De Vilchez está con su cabecita fuera de la realidad. De la realidad dialéctica, porque son viejas tácticas, típicas y tópicas de los comunistas universitarios de los años 60, de desviar la atención del sujeto de un debate que les incomoda, insultando al mensajero para desacreditar el mensaje; y fuera de la realidad de esta polémica que no es sobre mi persona y, si me apura, ni siquiera sobre mi padre, sino sobre usted como “administrador” de esto que llaman “memoria histórica” y que, como no podía ser menos en manos de gentes como usted, ha acabado por convertirse en pura expresión de odio cainita. Si quiere, otro día hablamos de mi persona y comparamos su trayectoria con la mía- tendrá que tragarse muchas de sus afirmaciones- pero hoy no toca. Vamos a por lo de ahora.

1.- El cambio de nombre de la calle José Alemany Vich no está, de entrada, en los supuestos de la Ley de Memoria Histórica que se refiere, única y exclusivamente, y en su artículo 15 a”…la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación,  personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura”. En ninguno de estos supuestos está la calle de José Alemany Vich y el hecho de que usted pretenda, por extensión o analogía, ampliar el ámbito de la ley revela, sin que usted se de cuenta, la voluntad cainita y rencorosa o el fascismo subyacente que siempre ha existido tras el comunismo y los comunistas. No le voy a explicar la práctica unanimidad de la politología moderna en asimilar comunismo y fascismo como miembros de una misma familia política y filosófica: el totalitarismo. Me da la impresión que usted, puesto a no saber no sabe ni siquiera El Capital de Marx o el Manifiesto Comunista como es su obligación.

2.- Es usted un mal dialéctico, señor De Vílchez, algo imperdonable en un devoto del marxismo que ha hecho de la dialéctica hegeliana el eje central de todo el sistema marxista. Yo no he comparado la División Azul con la participación española en las guerras del Golfo y Afganistán: he afirmado un hecho creo que incuestionable, neutro y evidente, sin que haga falta estudiar a Clausewitz para comprender y aceptar que la guerra es un instrumento de las políticas exteriores de los Estado, sean fascistas, comunistas, democráticos o religiosos. Con ello patentizada la solemne estupidez de atribuir a los soldados la responsabilidad “personal”- como hace usted con suprema miseria moral con mi padre- de las consecuencias de las acciones bélicas planeadas por los Estados. Usted es una mala persona, De Vílchez: no respeta a los muertos y pretende algo así como fusilar sus cadáveres. (Bueno, en realidad es lo que hicieron sus conmilitones durante la Guerra Civil con cadáveres exhumados).¿Usted ha leído u oído alguna protesta o ataque contra Azaña, Prieto, Aurora Picornell, Pablo Iglesias, Lorenzo Bisbal, Alejandro Jaume, etc,  por el hecho de que hayan rotulado calles con sus nombres? Ni una y a pesar de que, con frecuencia, se trataba de desvestir el santo de derechas para vestir el santo de izquierdas. En cambio, usted y ustedes, se han cebado con los muertos del otro bando, han infligido un dolor gratuito y deliberado a las familias y han mostrado la diferencia de catadura moral. Y no me diga que los de un bando ya tuvieron los cuarenta años de franquismo para ser honorados porque no se tiene en pie por dos razones: aplicar la teoría de la “compensación”  es puro odio y venganza y pensar que “ahora nos toca a nosotros” es ignorar que, en todo caso, la Historia y su memoria se revisa cada generación. Ustedes están provocando e incitando a que la generación actual de los hijos del otro bando que no es el suyo de la Guerra Civil decida hacer su oportuna “memoria histórica” como reacción defeniva. De alguna manera es lo que pretendo hacer. Por su culpa.

3.- Le pronostico, señor De Vilchez que esta polémica subirá de tono y generará escenarios poco gratos. Usted lo ha querido y es usted, y sólo usted, el que se ha metido en este berenjenal. Es usted un hipócrita en su trayectoria personal y política. Usted dice que que condena los asesinatos de Paracuellos del Jarama, pero en 1972 entra usted en el Partido Comunista de España que dirige precisamente el responsable- Santiago Carrillo– de estos asesinatos que ahora dice usted condenar. Usted lamenta las atrocidades  del. Sargento Marqués en Menorca- hombre, un buen sustituto para la calle José Alemany Vich- pero en 1975-76 es el secretario general de las Juventudes Comunistas de Baleares, el mismo partido y la misma ideología y doctrina que inspiraron, acompañaron y perpetraron lo que usted, ahora y por vez primera, llama “atrocidades” de Marqués. Usted, señor De Vilchez, parece- digo sólo parece- lamentar el asesinato de Andreu Nin y, supongo, las matanzas de anarquistas y POUM, pero se integra, milita y ocupa cargos directivos en un partido de obediencia soviética, financiado por la Unión Soviética cuyos agentes secretos en la Guerra Civil planifican y ejecutan estos asesinatos y matanzas, no contra “los fascistas”, sino contra “los suyos”. Créame, señor De Vilches, su trayectoria moral es realmente “ejemplar” lo que usted hace es exactamente lo contrario de lo que usted dice, ahora, porque, en todo este tiempo de militancia comunista, ni una autocrítica, ni una pública retractación, personal o colectica, de De Vilchez o del Partido Comunista. Y se equivoca De Vilchez cuando afirma que me es “indiferente” lo que pueda pensar sobre las atrocidades que ahora reconoce De Vilchez. Al revés, me interesa sobremanera porque es lo que, a mi juicio, le invalida para gerenciar cualquier ensayo, intento o aventura de “memoria histórica”. Su trayectoria, De Vilchez, no es pacífica, ni ecuánime, ni limpia: usted ha militado y participado, no con la Bestia- Nazi, como dice usted, sino con la “Bestía.- comunista”, cuyo balance de muertes, asesinatos y holocaustos varios convierten a la Bestia-Nazi en un ridículo ratón. ¿Quiere que comparemos en número de víctimas, en tiempo de dominio y en espacio ocupado?

Proseguiremos.

Enlace de la fuente: Libertad Balear.com

http://www.libertadbalear.com/?p=165156

5 Responses to Antonio Alemany Dezcallar vs. José Vilchez, o José Vilchez vs. Antonio Alemany Dezcallar…La Memoria Histórica a debate en un enfrentamiento escrito…

  1. puessi dice:

    Mucha memoria histórica pero no sirve para nada… se cometen los mismos errores q hace un siglo…nadie conmemora la Semana Trágica… mal año para un centenario. ¿Quieren evitar q vuelva el fascismo?, pues que administren mejor el dinero público, dejen al tiempo q cure a las heridas, sin humillar ni a vencedores vencidos ni a vencidos ahora vencedores… y refuercen la economía. Un ayuntamiento ¿socialista-comunista? q roba 12 millones de euros a los ciudadanos q tenian q pagar la tasa de residuos y los destina a otra cosa no tiene memoria historica… luego no lloren si hay nuevos fascismos

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  2. jordicarreno dice:

    El tiempo no cura las heridas, las heridas se curan con el reconocimiento y el perdón, pero para ello, primero hay que recuperar no sólo la historia, sino , a aquellos que la escribieron. Y nunca es excusable un régimen dictatorial (sea del color que sea) por los errores cometidos en un gobierno de libertad, así que los golpes de estado y los golpistas nunca tienen justificación, ya que su modo de actuar es mucho más pernicioso que los trejemenejes de los politicastros. Unos roban dinero, los otros roban vidas y libertad. No es comparable.

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  3. Xavier dice:

    Alemany como siempre meando fuera de tiesto, para él los «errores» del franquismo eran cosa de Estado y política exterior, pero él mismo cita la represión política -que lo fue- de la II República ¿y no le da a ésta rango de una acción de estado, necesaria contra sospechosos de traición, sedición y espionaje en una nación en estado de guerra? Le puedo decir a Alemany -no me leerá, claro- para que se quede contento que la memoria de Nin -para mí un emboscado en la retaguardia que no quería ir a la trinchera y encima intentó un golpe de estado «de izquierdas» contra la República- está suficentemente vindicada en forma de calles y hasta como mínimo un colegio a su nombre. Ya me dirán qué tenía que ver el POUM con la enseñanza media y la ESO, pero existe ese colegio en Tarragona. Y si Franco hubiera cazado a Nin, le habría durado dos horas vivo, y Franco mató muchos más troskistas, anarquistas y demócratas que nadie. Pero es justo reconocer que la LMH tiene lagunas, es demasiado jacobina y robespierrana, no admite matices: se ha retirado en Palma una cruz sin inscripciones laudatorias, sólo porque alguien se acordó que se levantó ‘a los caídos’. Vaya, pues tengo 48 años y si no me lo dicen ni me entero. ¿Y la representación popular del Davallament que se hacía cada Semana Santa, eso no se valoró? pues no ¿División Azul? no todos eran franquistas, no todos eran pro nazis, ni falangistas. El actor Luis Ciges Aparicio, por ejemplo, hijo del gobernador civil de Avila fusilado por los nacionales, se alistó en la Azul, juró a Hitler, llevó el uniforme etc. Se alistó para que la familia dejara de ser tildada de ‘roja’, y como él muchos, cientos, miles. Si hoy se le dedica una placa a Ciges ¿habrá una voz que diga que fue miembro de la División Azul y no toca? A Vilchez le puedo decir que los españoles jamás fueron acusads de crímenes de guerra en la URSS, ni siquiera a nivel de propaganda por los soviéticos, no se les conoce ningún acto de masacres, asesinatos de prisioneros o civiles, etc. que era la marca de la casa nazi. Así que no creo que fueran los divisionarios tan malos como los pintan. Un juramento o un uniforme no basta para fabricar un malvado. El canciller alemán Helmut Schmidt fue teniente ¿y, es nazi por eso? Y cierto oficial SS es tenido en Alemania por intachable demócrata, mártir de la libertad, con calles y hasta un estadio dedicado a su memoria: hablo de Hans Martin Schlayer, ex SS, antiguo presidente de la patronal, asesinado por terroristas de la banda Baader-Meinhoff. A mí particularmente me soprendió que se quitara la placa de ‘Plaza Teniente Coronel Franco’ quiero creer que algún ‘listo’ se creyó que la dedicaron a Franco; pues no, estaba dedicada a Ramón Franco, su hermano, aviador, republicano ferviente hasta el extremismo, breve diputado de izquierdas, héroe del «Plus Ultra», conspirador demócrata, implicado en la Revolución de 1934 en Cuatro Vientos, perseguido, encarcelado por las derechas, fugado de su prisión, rehabilitado por las izquierdas tras la victoria de febrero 1936… el 18 de julio se hallaba en Washington como agregado a la Embajada de España, inexplicablemente -pero comprensiblemente- se alineó con el Azamiento liderado por su hermano ‘Paquito’, y éste para salvaguardar su vida -las derechas y no pocos alzados le querían matar- le destinó a Baleares donde pasó unos meses de sufrimiento interior y contradiciones políticas, realizando misiones de bombardeo contra la República de izquierdas de que tan partidario había sido siempre, y sin inciativa posible: bajo órdenes de los italianos que mandaban en Mallorca. Finalmente el teniente coronel Ramón Franco falleció con su hidroavión Cant Z66, y a esta persona de izquierdas, a este héroe de la II República ¡¡le hemos quitado su placa en aplicación de la LMH, sólo por lo que hizo los últimos meses de su vida!! Es digno de la Inquisición. Y menos mal que el monumneto al Baleares se queda, aunque re dedicado. Ha sido histérica la fobia contra el monumento funerario a una derrota, a un naufragio donde murieron tantos mallorquines, niños incluso. Y leo que se están preparando contra el ‘Arco de la Victoria’ en Madrid, cuyas leyendas, apenas unas líneas ¡¡están en latín!! y no dicen nada ni contra la democracia ni contra la libertad, ni sobre batallas ni años triunfales ni citan personas concretas; pues bien: esa cosa casi anónima que la gente ni sabe lo que es ni le importa ni conocen latín para leer esas líneas, está coronada por una réplica de la ‘victoria’ en cuadriga que corona la Puerta de Brandemburgo berlinesa, vamos, una cosa kistch y hasta pelín surrealista en Madrid ¡y se la quieren cargar! La LMH debería aplicarse sólo a monumentos que expresamente con nombres y apellidos enaltecieran la dictadura en detrimento de la democracia, y por supuesto no tocar los de carácter fúnebre o memoriales de desastres.

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  4. Tomeu dice:

    ¡¡Hay que ver!! Cuantas cosas me pierdo desde que ni leo ni financio «El Mundo» de D. P. Jota Ramirez.
    Sin embargo y ante la interesante «brega» protagonizada por D. Antonio Alemany, periodista polémico, con una «pluma» extraordinariamente afilada, al servicio «del mismo amo» y siempre desubicado, trataré de enterarme por donde van los tiros en su polémica con el Sr. Vilchez.

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  5. HUERFANO DE GUERRA dice:

    VAYA, CON LA POLEMICA HEMOS DADO. NO HAY NADA PEOR QUE PERSONALIZAR LAS OPINIONES EN BASE A NUESTRA SUBJETIVIDAD.DEBERIAN RELAJARSE Y MIRAR LAS COSAS FRIAMENTE.
    SOY HIJO DE UN MILITAR FUSILADO EN MENORCA EN 1939. DESPUES DE UNO DE LOS NUMEROSOS JUICIOS SUMARISIMOS, DURANTE MI INFANCIA LOS HIJOS TAMBIEN HERFANOS DE LOS VENCEDORES ME PEGARON Y ME MALTRATARON, CON LA APROBACION TODAVIA TENGO LA VIEJA CICATRIZ DE UNA PATADA EN LA ESPINILLA IZQUIERDA QUE ME PEGARON ENFRENTE DEL CONVENTO DE LAS MONJAS DE CLAUSURA EN MAHON POR INCITACION DE SUS CATOLICAS APOSTOLICAS Y CRISTIANAS MADRES.
    ABURRIDO DE CIERTAS ACTUACIONES EMIGRE EN 1959, CASI
    CLANDESTINAMENTE, PUES SIN SABERLO ESTABA FICHADO-NO ME PREGUNTO PORQUE LO SÉ. Y AUN EN EL EXTRANJERO LA LARGA MANO DE LA JUSTICIA DE AQUELLOS TIEMPOS ME SIGUIO. EN 1959 HUBO UN PEQUEÑO ATENTADO CONTRA EL CONSULADO ESPAÑ0L DE LA CIUDAD EN QUE VIVIA. pOR LA MAÑANA A PRIMERA HORA LA PÒLICIA LOCAL VINO A BUSCARME A MI CASA Y ME LLEVARON A UNA COMISARIA DONDE FUI INTERROGADO SOBRE MIS ANDANZAS LA NOCHE ANTERIOR. PUDE DEMOSTRAR QUE NADA TUVE QUE VER CON AQUEL ATENTADO Y ME DEJARON NO SIN ANTES MARCAR LA FOTO DE MI PASAPORTE CON UN PUNTO EN EL BORDE SUPERIOR IZQUIERDO DE LA FOTO. AÑOS MAS TARSE SUPE LO QUE SIGNIFICABA AQUELLA MARCA. NO LO DIGO POR RIDICULA QUE ERA SU SIGNIFICACION.

    RELAJENSE, LEAN Y PIENSEN ANTES DE DECIR MAS BURRADAS
    RECUERDENHQUE LA LMH, LA VOTO UN PARLAMENTEO ELEGIDO DEMOCRATICAMENTE Y AYUDEN A SU APLICACION.

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