HOMENAJE a los desaparecidos y represaliados de la Guerra Civil y el franquismo…

septiembre 20, 2009

Por David Dos Santos Villegas:

Video-Homenatge al meu bisavi, a la meva bessàvia i família. I a tots els familiars dels desapareguts a causa de la guerra o el franquisme. El nostre cor seguira amb vosaltres «My heart will go on» …

Video homenaje a mi bisabuelo, a mi bisabuela y familia.  Y a todos los familiares de los desaparecidos a causa de la guerra o el franquismo. Nuestro corazón seguirá con vosotros…»Mi corazón seguirá…»

La Memoria Viv@,  en representación de todos aquellos que la formamos, de los familiares de las víctimas, de todos los que nos siguen y de todos aquellos que trabajan de un modo u otro por recuperar, dignificar y conseguir la reparación de los nuestros.  agradecemos este trabajo a modo de pequeño homenaje a todos los «NUESTROS»…

¡Salud, Memoria, Reparación y República!


AGENDA: Acto en el Cementerio Civil de Madrid en Memoria de los últimos fusilados por el franquismo…

septiembre 20, 2009

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En este aniversario de aquellos fusilamientos, os invitamos a participar en el acto que tendrá lugar en el Cementerio Civil de Madrid, a las 12 horas del domingo 27 de septiembre

Partido Comunista de España (marxista-leninista)

El próximo 27 de septiembre se cumplirán 34 años de los últimos fusilamientos ejecutados por el franquismo. Los juicios, sumarísimos, y su ejecución, efectuados por el régimen cuando era inminente la muerte de Franco, eran la evidencia de que la oligarquía estaba empeñada en que la prevista transición que se preparaba desde hacía tiempo, lo fuera sin ruptura con el franquismo. Cada día se hacen más evidentes las consecuencias de aquella transición que nos ha colocado una monarquía designada por Franco y heredera del dictador.

En este aniversario de aquellos fusilamientos, os invitamos a participar en el acto que tendrá lugar en el Cementerio Civil de Madrid,  a las 12 horas del domingo 27 de septiembre.

Partido Comunista de España (m-l)

Comité de Madrid; http://pceml.info/

www.kaosenlared.net/noticia/acto-cementerio-civil-madrid-memoria-ultimos-fusilados-franquismo


Más sobre la Memoria Histórica…

septiembre 20, 2009

Aquí estamos los orgullosos herederos de aquellos luchadores por la libertad dispuestos a seguir en la brecha contra viento y marea hasta lograr nuestra meta: ¡Verdad, justicia y reparación! Hace tiempo que deseaba realizar un comentario en torno a la Memoria Histórica y la carta de Maximina Fernández, publicada en esta sección el pasado día 12, ha supuesto el empujón definitivo que necesitaba.

Dando por supuesta la buena fe de esta señora cuando expresa sus ideas, sin embargo resulta difícil estar tan equivocada. Suele suceder cuando se habla desde el desconocimiento.

Siempre que desde la óptica de los vencedores (’caínes sempiternos’ en palabras de Luis Cernuda) se busca echar tierra -supongo que será figurada porque de la física ya echaron bastante- sobre un pasado que todavía nos mira desde la vuelta de la esquina. Se utiliza la misma idea recurrente: era una guerra y en una guerra se cometen atrocidades por ambos bandos, así que no vamos a revolver el pasado. Evidentemente, se trata de una falsedad, y ahí están los datos objetivos para demostrarlo, pero más allá de ello lo que ahora me interesa es aclararle a esta señora que la Memoria Histórica no se ocupa tanto de la guerra como del después, es decir, los casi cuarenta años de salvaje represión dirigida al exterminio físico de los no adictos al régimen. Durante ese largo tiempo, los muertos de un bando recibieron honores y se les levantaron monumentos, y sus familias fueron premiadas con títulos y reconocimiento público. Los otros, simplemente no existieron. Fueron extirpados de la sociedad, olvidados, enterrados en cunetas, vertederos y fosas comunes. Ni un nombre, ni una señal, ni una noticia para su familia, nada, la más absoluta nada.

Llegó la democracia, y los unos siguieron con su vida, muchas veces en una cómoda situación económico-social y autodenominándose ‘demócratas’. Los otros siguieron callando, y aceptaron un jefe del Estado, una bandera y hasta un himno impuestos. No hubo petición de cuentas, no hubo venganza.

Señora Fernández, ¿cómo se atreve a insultar la memoria de estas personas y a quienes les hemos sucedido preguntándose cómo albergan tanto odio?

Aquellos países que en su historia han sufrido episodios semejantes al nuestro han sido capaces desde sus instituciones de expresar su más alto reconocimiento a quienes estuvieron donde había que estar y de condenar sin paliativos a quienes ejecutaron actos de barbarie indescriptibles. España no. No hemos conseguido aún que la derecha española rompa con su pasado. Quizá sea que ese pasado no lo es tanto, y todavía anide en ella con fuerza.

¿No es hora ya de que el país al que defendieron, por cuya legalidad institucional lucharon y en muchos casos murieron, y que con su silencio en momentos cruciales de la historia reciente permitieron alcanzar el actual estado de libertad del que disfrutamos les otorgue el reconocimiento que indudablemente merecen?

Resulta absolutamente inconcebible que iniciativas como la de la recuperación de la Memoria Histórica tengan que ser todavía justificadas o explicadas, cuando debería causar una profunda vergüenza colectiva el hecho de que un objetivo como el que con ella se pretende continúe pendiente de conseguir.

Pero quédese tranquila, señora Fernández, que aquí estamos los orgullosos herederos de aquellos luchadores por la libertad dispuestos a seguir en la brecha contra viento y marea hasta lograr nuestra meta: ¡Verdad, justicia y reparación!

http://www.elcomerciodigital.com/prensa/20090919/opinioncartas/sobre-memoria-historica-20090919.html


España y otros países buscan recuperar la memoria del exilio en su 70 aniversario…

septiembre 20, 2009

Exiliados

Exiliados

Madrid, 18 sep (EFE).-

La incertidumbre y el desarraigo a los que se vieron abocados miles de españoles al término de la Guerra Civil son rememorados en España y otros países europeos y latinoamericanos con el fin de recuperar la memoria de aquel momento histórico.

Con motivo del setenta aniversario del comienzo del exilio español (1939-2009), la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) han organizado un extenso programa que incluye un ciclo de mesas redondas y actividades culturales paralelas en París, Ginebra, Buenos Aires, Montevideo, México DF y Madrid.

España y Francia son la primera parada. «La Ruta del exilio: el Gobierno de la República atraviesa la frontera con Francia», que se celebrará este fin de semana, supone un homenaje a las miles de personas que tuvieron que abandonar España tras la Guerra Civil.

Los participantes revivirán el camino hacia el exilio de dirigentes políticos, soldados, hombres, mujeres y niños tras la contienda española.

La ruta saldrá mañana desde Agullana (Gerona) hacia La Vajol, pasando por el monumento a Lluis Companys, la Fuente del Amor y Mina Canta.

Atravesarán a pie el paso de La Jonquera desde la misma casa que lo hiciera el presidente de la Segunda República española, Manuel Azaña, y pasarán por varias ciudades francesas, como Couillure.

En esta localidad murió en el exilio hace 70 años el poeta español Antonio Machado.

En la ruta participarán estudiantes, profesores, historiadores e, incluso, algún exiliado, como el poeta Tomás Segovia, que ha pasado la mayor parte de su vida en México, a donde llegó tras viajar a Francia y Marruecos después de abandonar España a la edad de nueve años a causa de la Guerra Civil.

Poeta, dramaturgo, novelista y traductor, Segovia, de 82 años, cree que España «no ha hecho sus deberes» a la hora de reconocer el exilio como hecho social.

«Yo no tengo nada que reclamar personalmente. Tengo que reclamar a la historia. La historia fue injusta con la guerra de España. A mi no me deben nada, le deben a la historia, a la humanidad», afirma en una entrevista con Efe el poeta hispano-mexicano.

Insiste en que personalmente no tiene nada que «reivindicar» y que, al contrario que a la generación de sus padres, a él con el exilio le hicieron «un favor». «Me eduqué en países libres y democráticos, viajé, aprendí lenguas», añade.

El programa que han organizado la UNED y la SECC pasará por varios países, que acogieron a los refugiados españoles, con el objetivo de fomentar un mejor conocimiento del exilio de 1939 y destacar las aportaciones que hicieron los republicanos españoles a la cultura y la ciencia, entre otros ámbitos.

En octubre las primeras actividades se celebrarán en Ginebra y continuarán en Buenos Aires y Montevideo, con numeros actos dedicados al exilio de los llamados «niños de la guerra» y a los músicos exiliados y con análisis de la literatura española en el exilio en Argentina y Uruguay.

También se celebrará un homenaje a los misioneros laicos de ambos lados del Atlántico y se analizará la figura de la actriz Margarita Xirgu, exiliada durante la dictadura franquista.

México completará las actividades de los países latinoamericanos, con la presentación del Centro de Estudios de las Migraciones y los Exilios y otras mesas redondas.

Fue a México donde llegó, junto a otros miles de españoles exiliados, Tomás Segovia, que arribó al puerto de Veracruz en 1940.

«Allí nos esperaba mi padre y un amigo con un coche. ¡Era todo tan diferente!», exclama el poeta.

«El mundo del exilio en México al principio era un gueto. Todos esperábamos que una vez terminada la guerra mundial, Franco iba a caer e íbamos a volver a España», recuerda.

Asegura que había una «enorme solidaridad» entre los exiliados. «Era eso que se produce entre los derrotados. Yo siempre he pensado que he tenido la suerte de ser un derrotado, es un destino maravilloso», afirma Segovia.

Vivía rodeado de españoles y prácticamente todos sus profesores eran españoles. «La integración en México fue muy lenta», dice.

Pese a que ha pasado la mayor parte de su vida en México, apenas tiene acento mexicano. «Era un poco una lealtad», matiza.

El programa que recordará el setenta aniversario del exilio español culminará en diciembre en Madrid, con varias jornadas en las que se sintetizarán los temas debatidos en París, Ginebra, Montevideo, Buenos Aires y México DF.

Fuente:

http://www.google.com/hostednews/epa/article/ALeqM5h1pP3oZRC-mumu_u8m5IYWeqwdxwnte:


San Leonardo perderá las ayudas si mantiene un monolito de Yagüe…

septiembre 20, 2009
Monolito en recuerdo del general Yagüe.

Monolito en recuerdo del general Yagüe.

  • Justicia recuerda al Consistorio soriano que debe cumplir la Ley de Memoria
  • Las subvenciones del Plan-E podrían peligrar si no retiran el monumento

Javier Solé | Soria

El Gobierno central ha remitido al Ayuntamiento de San Leonardo de Yagüe, Soria, una carta amenazando con retirarle subvenciones si mantiene el monolito que recuerda al general falangista Juan Yagüe Blanco.

Según confirmaron este miércoles desde los ministerios de Presidencia y Justicia, este último ya ha remitido al Consistorio la misiva «a la que este diario no pudo tener acceso pero cuyo contenido fue revelado por el departamiento de prensa de Justicia» que «recuerda» al Consistorio que la ley de Memoria Histórica, en su artículo 15.1, especifica que «las Administraciones públicas tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas o menciones de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas«.

Entre las subvenciones que podrían peligrar, según explicaron desde el departamento de prensa de Presidencia, se encuentran las procedentes del Plan-E, que en el caso de San Leonardo, ascienden a 406.896 euros y con las que se están financiando nueve proyectos de alumbrado público, la construcción de una parada de autobús o el acondicionamiento de vías públicas.

DIARIO DE SORIA / EL MUNDO confirmó este miércoles que el pasado viernes tuvo lugar una reunión en Madrid en la que estuvo presente la directora de Oficina de Atención a las Víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura, Margarita Temprano, en la que también participaron representantes de la Asociación Recuerdo y Dignidad, que se ha opuesto desde el principio a la colocación de este monumento al general Yagüe. En este encuentro se tomó la determinación de «actuar en este asunto», según explicaron este miércoles desde el Ministerio de Presidencia, de donde dependen las actuaciones relativas a la Ley de Memoria Histórica.

Lea el texto íntegro en EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN

Fuente:

http://www.elmundo.es/elmundo/2009/09/17/castillayleon/1253172186.html


El poeta hispano-mexicano Tomás Segovia dice que con el exilio le hicieron «un favor»…

septiembre 20, 2009

El poeta hispano-mexicano Tomás Segovia afirma en una entrevista con Efe que personalmente no tiene «nada que reivindicar» de su exilio de España con solo nueve años, sino que, por el contrario, le hicieron «un favor» ya que se educó en países «libres y democráticos», aprendió idiomas y viajó.

Tomás Segovia poeta hispano-mexicano (Exiliado)

Tomás Segovia poeta hispano-mexicano (Exiliado)

Poeta, dramaturgo, novelista y traductor, Segovia, de 82 años y nacido en Valencia (este), ha pasado la mayor parte de su vida en México, donde llegó tras viajar a Francia y Marruecos después de abandonar España a causa de la Guerra Civil (1936-1939).

Prefiere que le llamen desarraigado que exiliado. «Los exiliados propiamente dichos son la generación de mis padres. Alguien a quien cogen de la mano y se lo llevan es más bien un desarraigado», afirma.

Dice que no tiene «nada que reivindicar». «A mi personalmente me hicieron un favor. Me eduqué en países libres y democráticos, viajé, aprendí lenguas», afirma, y añade: «No me hicieron una injusticia, pero sí fue una injusticia histórica, que es mucho más grave».

«Yo no tengo nada que reclamar personalmente. Tengo que reclamar a la historia. La historia fue injusta con la guerra de España», afirma el autor de poemas como «Anagnórisis» (1967).

Cuando se cumplen setenta años del exilio español (1939-2009), Segovia recuerda cómo fue su salida de España con sus hermanos y su llegada a París en 1937.

Fue a una colonia organizada por la República, que había sido hospital español y en la que vivían «ilegalmente» 300 niños, ya que en dos ocasiones un juez francés dictaminó que el edificio pertenecía a los monjes claretianos y no al Gobierno español.

El exilio propiamente dicho lo pasó en el sur de Francia y de ahí consiguió llegar a Casablanca, donde se reunió con su padre.

Más de un año después salieron de Marruecos hacia Nueva York y allí pasaron unos días en la cárcel de inmigrantes de Ellis Island hasta que un tío suyo consiguió arreglar los papeles.

Permanecieron unos días más voluntariamente. «Nos quedamos en la cárcel encantados de la vida» esperando el barco para viajar a México, recuerda con una gran sonrisa.

A Tomás Segovia no se le olvida su llegada en 1940 al puerto de Veracruz. «¡Para nosotros todo era diferente!», exclama.

«El mundo del exilio en México al principio era un gueto. Todos esperábamos que una vez terminada la guerra mundial, Franco iba a caer e íbamos a volver a España», afirma.

Asegura que había una «enorme solidaridad» entre los exiliados. «Era eso que se produce entre los derrotados. Yo siempre he pensado que he tenido la suerte de ser un derrotado, es un destino maravilloso», señala Segovia.

Vivía rodeado de españoles y prácticamente todos sus profesores eran españoles. «La integración en México fue muy lenta», dice.

Pese a que ha pasado la mayor parte de su vida en México, apenas tiene acento mexicano. «Era un poco una lealtad», matiza.

Distinguido con varios premios, entre ellos el Octavio Paz de Poesía y Ensayo en el 2000 y el de Poesía Federico García Lorca Ciudad de Granada 2008, Segovia también habla de la memoria histórica y opina que España «no ha hecho sus deberes» a la hora de reconocer el exilio como un hecho social.

A su juicio, el problema es la educación. «España es un país que tiene la proporción de educación privada más alta. Así nunca se va a recuperar la memoria histórica», lamenta.

Cree que tiene que haber un Gobierno democrático laico «de verdad» y rechaza que se «pacte» con los obispos.

«Los obispos son igualitos que los ayatolás. Estar pactando con los ayatolás en el siglo XXI me parece increíble», matiza.

Tomás Segovia no puede contestar a la pregunta de si siente que pertenece a España o a México. «Conteste uno lo que conteste queda mal», dice. Por ello, bromea, siempre responde que pertenece a Casablanca, donde se enamoró por primera vez a los 12 años.

EFE/Yahoo.Noticias.

http://es.wrs.yahoo.com/_ylt=A0WTTkk6.7VKf0oAkQaY.Qt.;_ylu=X3oDMTBjYzZubXM2BHBvcwM4BHNlYwNzcg–/SIG=13htkb5f9/EXP=1253526714/**http%3a//es.noticias.yahoo.com/9/20090919/ten-el-poeta-hispano-mexicano-tomas-sego-6cd3e4e.html


El rastro que no se puede borrar…

septiembre 20, 2009

El ADN pondrá nombre a los fusilados de la fosa malagueña de San Rafael.

Excavación en la fosa de San Rafael (Málaga)

Excavación en la fosa de San Rafael (Málaga)

SERGIO MELLADO – Málaga – 20/09/2009

En la Facultad de Medicina de Málaga el futuro y el pasado se han cruzado esta semana. Estudiantes nerviosos ante su porvenir apuraban los minutos previos a los exámenes de la selectividad, ajenos a que a pocos metros de ellos 16 familiares de fusilados de la Guerra Civil, enterrados en las fosas comunes del cementerio de San Rafael, trataban de cerrar dolorosas heridas del pasado, depositando sus esperanzas en técnicas médicas del futuro.

La noticia en otros webs

Las muestras se conservarán a la espera de que la técnica avance

En este cementerio reposan los restos de 4.500 asesinados por el franquismo

Miembros de la Asociación Contra el Silencio y el Olvido y por la Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga les acompañaron al departamento de Medicina Legal, donde comenzaron las tomas de muestras de sangre y saliva. Con ellas se creará una base de datos de ADN como primer paso para la identificación de los cuerpos recuperados en esta necrópolis, la mayor fosa común de la Guerra Civil y el franquismo descubierta hasta el momento en España.

Según el arqueólogo y profesor de la universidad malagueña Sebastián Fernández, quien coordina los trabajos de exhumación de los restos, en este cementerio, cerrado desde principios de los años ochenta, pueden encontrarse los restos de unos 4.500 fusilados entre 1937 y 1954. Hasta el momento, después de tres años de trabajo sobre el terreno, se han exhumado cadáveres de 2.834 personas, trabajos de desenterramiento que Fernández espera que finalicen a principios de 2011.

Alfonso Alba Ruiz, acompañado de su hijo y de su esposa, cumple con el último trámite a su alcance para poder identificar los restos de tres de sus familiares que fueron asesinados en el pueblo de Alfarnatejo en los primeros meses de la sublevación franquista. «Mi padre tiene ya 75 años y lleva toda la vida buscando que se haga justicia», explica su hijo, Miguel Alba, coordinador de la Asociación contra el Silencio y el Olvido en la comarca de la Axarquía malagueña. «Mataron a su abuelo, que fue juez municipal antes y durante la República; mataron a su padre, que era el alcalde de Alfarnatejo en 1936, y también a su tío, que era carabinero en el pueblo de Colmenar. A todos los mataron en San Rafael y, más que por sus ideas políticas, el motivo fueron las típicas rencillas que se dan entre vecinos, ya que tanto mi bisabuelo como mi abuelo se enfrentaron entonces a los caciques de la zona. Fue un ajuste de cuentas propio de eso que llamamos la España negra», dice Miguel Alba nada más someterse su padre a la extracción de las muestras de sangre y saliva.

«A mi padre lo mataron en San Rafael. Me lo dijo mi madre. A él fueron a buscarle a la casa. Se lo llevaron detenido a la Aduana el 2 de marzo de 1937. Mi padre era carpintero y alegaron que era un elemento marxista. Yo nací después de su muerte. Cuando lo fusilaron, mi madre estaba embarazada de mí», recuerda Francisco Espinosa, que a sus 72 años ha sido uno de los impulsores de los trabajos de recuperación e identificación de los cadáveres como presidente honorífico de la Asociación Contra el Silencio y el Olvido.

«Mi madre iba a verlo a la cárcel. Se enteró de que le habían hecho el juicio y de que le habían condenado a muerte. La mañana del 10 de marzo le dijeron a mi madre que ya no estaba en la cárcel. La gente sabía que si daban esa contestación tenían que ir al cementerio de San Rafael. Mi madre fue con mi abuela. Estuvieron limpiando las caras de algunos hasta que reconoció a mi padre», añade Espinosa, quien confía en que con sus muestras de ADN puedan identificar el cuerpo de su padre.

Una tarea bastante compleja, según explica el profesor Ignacio Santos Amaya, del departamento de Medicina Legal de la Universidad de Málaga. «Se ha informado a los 300 familiares que quieren someterse a las pruebas de los problemas reales que hoy por hoy presentan estas pruebas de ADN para realizar una identificación de estas características. Con la técnica actual es prácticamente imposible lograr un número significativo de identificaciones, tanto por el elevado número de personas fusiladas, como por los restos recuperados y su estado de conservación».

Por el momento, las muestras se conservarán en el departamento de Medicina Legal, a la espera de que, como señala el profesor Santos la técnica del ADN avance. «La prueba del ADN ha mejorado mucho en los últimos años y es de esperar que esa mejora continúe y lo que ahora es impensable sea perfectamente posible en un futuro no muy lejano», señala. Mientras, los restos recuperados de las fosas de San Rafael descansarán en un gran sarcófago de hormigón dentro del futuro parque que se levantará en el propio cementerio malagueño.

Sobre él se levantará un monumento con el nombre de todas las personas que se saben fueron asesinadas allí -unas 4.500; un 20% mujeres y hasta medio centenar de niños- y que se han podido documentar gracias al trabajo archivístico realizado por la asociación.

«Ya sabemos que habrá que esperar quizá años para una posible identificación, pero es que si no recogemos ahora la muestra a los familiares más cercanos de los fusilados la cosa sería aún más complicada, porque son personas ya muy mayores y algunas han fallecido durante los años que llevamos trabajando en las fosas de San Rafael», indica José Dorado, presidente de la Asociación Contra el Silencio y el Olvido, quien pretende implicar a otras universidades españolas para que faciliten hacerse las pruebas de ADN a familiares de asesinados en San Rafael que viven fuera de Málaga.

«Yo llevo 72 años esperando y que esto no va ser inmediato lo sabemos todos. Pero tal y como avanza el mundo, lo mismo en un par de años dan con una técnica que permita acelerar el proceso de identificación de nuestros familiares. Yo así lo creo», vaticina Francisco Espinosa.

El País:

http://www.elpais.com/articulo/andalucia/rastro/puede/borrar/elpepiespand/20090920elpand_3/Tes

ENLACE A DOCUMENTO PDF SOBRE LA FOSA DE SAN RAFAEL:

La memoria escrita en las fosas (San Rafael)


Españoles en manos del Doctor Muerte…

septiembre 20, 2009
Aribert Heim, conocido como Doctor Muerte, encabeza la lista de criminales nazis más buscados por la organización Wiesenthal.-

Aribert Heim, conocido como Doctor Muerte, encabeza la lista de criminales nazis más buscados por la organización Wiesenthal.-

Al menos veintiséis españoles presos en Mauthausen fueron operados por el médico SS Aribert Heim. La policía alemana buscó a los supervivientes para que testificaran contra él. EL PAÍS reconstruye con documentos secretos la caza fallida del hombre más buscado.

JOSÉ MARÍA IRUJO 20/09/2009

La causa penal contra Aribert Heim, el Doctor Muerte, el nazi que asesinó a decenas de presos en el campo de concentración de Mauthausen (Austria) sigue abierta en Alemania, y sus viejos legajos, todavía secretos, encierran sorpresas. En 1976, el comisario Aedtner, el sabueso policía alemán que dedicó su vida a perseguir al Carnicero de Mauthausen, redactó un documento de 15 páginas dirigido a la fiscalía de Baden Baden (Alemania) en el que pidió que se buscara e interrogara en varios países a nueve ex presos españoles que pasaron por las manos de Heim en los siniestros quirófanos del Revier, la enfermería del campo en la que varios médicos de las SS asesinaron a centenares de personas con inyecciones de cloruro de magnesio en el corazón.

La noticia en otros webs

«Su testimonio podría ser de extrema importancia porque quizá fueron testigos de los asesinatos»

«Éste es un tema tabú, pero todos sabíamos que Ramón, un enfermero español, colaboraba con los médicos SS»

El documento del Departamento de Investigación Criminal de Stuttgart en el que trabajaba Aedtner, al que ha tenido acceso EL PAÍS, señala que, consultado el libro de operaciones de Mauthausen, los ex presos españoles «podrían ser de extrema importancia porque fueron tratados por Heim y posiblemente fueron testigos de los asesinatos perpetrados» por el médico austriaco, que entonces tenía 27 años. En la lista aparecían Antonio Cerdán Rodríguez (Ferrol), Manuel Fernández Martínez (Madrid) y Manuel Fernández Canga (Mieres), residentes en Alemania; José Abad Segura, Olegario Serrano Calero y Manuel Elena Hernández, en Francia, y Juan Farre Rebola (Barcelona), Antonio Roig Llivi (Barcelona) y Joaquín Velilla Celma (Teruel), en España. Al menos 26 presos españoles fueron intervenidos por Heim en 1941, según ha confirmado este periódico en el libro de operaciones. Ocho murieron en Mauthausen y Gusen, campo próximo, y cinco de ellos, en fechas cercanas a la intervención.

El policía alemán, un tipo obsesionado con la persecución del criminal nazi, apostilló en su escrito que la búsqueda de estos testigos y su relevancia en la investigación se hacía tras contrastar el libro de operaciones de la Cruz Roja y la lista de muertos del campo. Los nueve pacientes españoles del Doctor Muerte habían sobrevivido a sus operaciones, en muchos casos incisiones, hernias y fracturas de extremidades, según recoge el libro de intervenciones quirúrgicas con la firma de Heim, y a la terrible experiencia de este campo al que fueron deportados al menos 8.964 republicanos, de los cuales murieron 5.539, según las estimaciones de Amical de Mauthausen, una asociación de ex deportados. Varios centenares más desaparecieron.

«Nadie quería visitar aquella terrible enfermería. Todos sabíamos que a los más débiles se les ponía inyecciones letales. Si tenías una dolencia, la ocultabas para que no te llevaran allí. Operaban sólo a los presos que les interesaba conservar», recuerda José Alcubierre, de 84 años, superviviente español, desde su casa en París. «A los que no podían trabajar se les eliminaba», añade Juan Calvo, miembro de Amical Mauthausen. La enfermería la componían ocho barracones en los que miles de pacientes, a veces más de 4.000, se hacinaban sobre las literas, algunas con tres y cuatro enfermos.

El 6 de abril de 1976, cuando el agente Aedtner estampó su firma en este documento, habían pasado 31 años desde que las tropas aliadas liberaron el campo y 15 desde el inicio de la causa penal contra Heim en Ludwigsburg, ciudad próxima a Stuttgart. ¿Dónde estaban entonces los testigos españoles? ¿Vivían o habían fallecido? Un mes más tarde, el 31 de mayo, el policía alemán reclamó la búsqueda y declaración del doctor español Pedro Freixa, residente en París. El objetivo era el mismo: la búsqueda de testigos contra el médico SS Heim, un ginecólogo que tras la guerra se estableció con su esposa en la apacible Baden Baden, entonces el refugio predilecto de la alta burguesía europea, desde donde huyó en 1962 poco antes de dictarse su búsqueda y captura. Desde entonces, Heim es el fugitivo nazi más buscado y su última pista conduce a El Cairo (Egipto).

«Cuando mi padre se enteró de que la policía le buscaba, consultó a un abogado y éste le dijo que no tenía ninguna posibilidad de probar su inocencia. La cárcel estaba junto a nuestro colegio, yo tenía seis años y mi hermano 12. Decidió huir para siempre», asegura su hijo Rüdiger, de 53 años, a este periódico en su casa de Baden Baden, ciudad de 55.000 habitantes.

La pista española que siguió el comisario Aedtner es un misterio. El policía reclamó en varios escritos la localización de los nueve pacientes de Heim operados entre los meses de octubre y noviembre de 1941, durante las siete semanas en las que el médico de las SS estuvo en Mauthausen. «Se ha analizado la lista de muertos para hacer un parangón con las personas tratadas (por Heim) y muertas en el mismo periodo… Se ha podido determinar las siguientes personas… Se ruega interrogar a los presos españoles sobre su conocimiento de Heim por vía consular. Sólo después se puede decidir si es necesario un interrogatorio más profundo o extenso con presentación de fotografías». La causa contra Heim, de varios tomos, no aclara si los testigos españoles testificaron. Sólo aparece la declaración del ex preso español Enrique Ruiz Torres, natural de Orihuela y residente en Bregenz, ciudad de 25.000 habitantes al oeste de Austria, quien declaró que «fue este médico quien le salvó la vida». Los historiadores coinciden en que en la enfermería de Mauthausen había operaciones letales y no letales. Se protegía la vida de los imprescindibles para que funcionara un campo por el que pasaron alrededor de 200.000 presos.

El 16 de julio de 1975, nueve meses antes de que el policía alemán iniciara la búsqueda de los pacientes españoles, Ramón Verge Armengol, otro ex recluso español y kapo (preso funcionario) de los médicos SS en Mauthausen, estampó su firma en una declaración judicial en Alemania en la que aseguraba no recordar al Doctor Muerte. Sin saberlo, el agente Aedtner había reclamado el testimonio de un «traidor», calificativo que varios españoles supervivientes dan al inquietante enfermero.

«Éste es un tema tabú, pero todos sabíamos que Ramón colaboraba con los médicos de las SS. Muchos decían que él mismo ponía las inyecciones de gasolina en el corazón, aunque nunca lo vimos. Formaba con nosotros, pero vivía en la enfermería, no en los barracones como los demás. Fue testigo de muchos crímenes y era muy malo. Cuando nos liberaron escapó, lo buscamos, pero no dimos con él. Hablaba bien el alemán», recuerda José Alcubierre. Otros ex presos españoles han expresado sus críticas hacia el enfermero. «La enfermería era una escuela del horror, y Ramón colaboró», asegura el superviviente aragonés Mariano Constante, de 89 años, desde su casa en Montpellier (Francia).

En su declaración en Alemania el kapo Ramón Verge, natural de Jesús, pueblo cercano a Tortosa, relató que trabajó en la enfermería desde el invierno de 1940 hasta el 5 de mayo de 1945. Primero en el departamento de inspección hasta la primavera de 1942, y después, «con una interrupción de varias semanas a causa de una infección pulmonar, fue enfermero ayudante en la enfermería de los presos». «No me acuerdo del doctor Heim aunque se me dice que es un hombre de dos metros de altura conocido por participar en el equipo nacional de hockey sobre hielo. No le recuerdo. Mirando las fotos, no reconozco la número tres del doctor Heim», dice en su declaración, en la que reconoce que participó en las operaciones.

Verge, preso número 3.684, sí reconoció a los médicos SS Eduard Krebsbach, jefe médico del campo, juzgado y condenado a muerte por imponer la eliminación mediante inyecciones letales; hizo decapitar al preso español Francisco Boluda Ferrero, vació su cráneo y lo colocó en su despacho. También reconoció al doctor Richter, un médico al que los propios SS apartaron por «loco»; al doctor Böhmichen, juzgado por los mismos crímenes, y al doctor Waldemar Wolters, sentenciado a muerte. Los médicos españoles Pedro Bravo y José Pla se negaron a poner inyecciones letales.

Ramón Verge aseguró haber trabajado «la mayor parte del tiempo» con el doctor Podlshs, y cuando le preguntaron por presos testigos de la enfermería citó a Kark Lotter, uno de los principales acusadores de Heim en la causa penal. «Ya fui interrogado sobre mi estancia en la enfermería en los juicios contra Karl Schulz y Anton Streit-Wieser [jefes del campo] en 1962 en Colonia», advirtió el enfermero español. Verge fue denunciado en Francia por sus compañeros y resultó absuelto. Se estableció en Múnich e ingresó en el cuerpo de bomberos. Este periódico no ha conseguido localizar a sus familiares.

El enfermero español no fue el único «traidor» entre los presos-funcionarios republicanos en Mauthausen. Tras la guerra, José Palleja Caralt fue condenado a muerte en 1947 por un tribunal de Toulouse (Francia), y otros cinco respondieron de sus actos ante un jurado en Dachau en el mismo año: Laureano Navas García (absuelto), Félix Domingo Burriel (absuelto), Indalecio González (condenado a muerte), Joaquín Espinosa Muñoz (tres años de cárcel) y Moisés Fernández Pascual (20 años).

El comisario Aedtner, el hombre que siguió el rastro de los pacientes españoles, localizó a los ex presos Lotter, Hohler y Kauffman, que describieron los crímenes de Heim sobre los que todavía se sustenta la acusación. Los cinco casos que se describen en el escrito de la fiscalía son sobrecogedores. En especial el de un niño judío de 14 años «que sobre la mesa de operaciones se despidió de su madre con las manos en posición de rezo». «Le había explicado [Heim] que debía saber por qué tenía que morir: ‘porque los judíos sois los culpables de la guerra’. Tras un intercambio de palabras, le asesinó con una inyección letal, como a otros presos hebreos que se presentaron allí», dice el escrito de acusación del fiscal Wieser.

Y continúa así: «Seleccionó para su liquidación física a presos incapaces de trabajar o enfermos graves. También a presos sanos, jóvenes y judíos para el tratamiento especial. Bajo la cooperación de funcionarios presos [kapos] y otros ayudantes del Revier [enfermería[, los anestesió con éter para simular un examen médico. En este estado de indefensión les aplicó con sus propias manos inyecciones de cloruro de magnesio en el ventrículo del corazón y provocó su muerte inmediata. El número exacto de asesinados no es conocido porque se evitó registrar a las víctimas». El fiscal Wieser dice que Heim actuaba por «libre decisión» y que sus operaciones «sorprendieron al personal sanitario, ya acostumbrado a la inhumanidad».

Heim huyó de Baden Baden en 1962. Estuvo en Barcelona, cenó en el restaurante Los Caracoles de las Ramblas, y en Madrid, «posiblemente buscando algún contacto», apostilla su hijo Rüdiger, y viajó hasta El Cairo, uno de los principales refugios nazis. «Me dijo que allí contactó con Leer, un nazi huido que proclamaba la supremacía de la raza alemana, pero que la relación no continuó», añade Rüdiger mientras bebe una taza de café. Heim se instaló en el hotel Kars el Medina y vivió del dinero que le enviaba su hermana desde Alemania.

En febrero pasado reconoció a la fiscalía de Baden Baden que su padre había muerto en sus brazos en 1992, víctima de un cáncer, en la habitación de su hotel egipcio, mientras la televisión retransmitía la clausura de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Se había convertido al islam y bautizado como Tarek Husein Farid. Dejó un relato escrito en el que proclama su inocencia. Su cuerpo no ha aparecido, fue enterrado en un cementerio de anónimos, pero hay testigos del óbito.

Fuente: El País.com

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